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XXXVII: Cien galeones

La semana pasaba de forma muy lenta para George, su gemelo junto con Zibelth había partido de luna de miel por dos semanas, por lo que el departamento estaba completamente silencioso y a pesar de que el gemelo menor tenía que pasar varias cajas con cosas a la que sería su nueva casa no encontraba con que otra cosa matar el tiempo.

Lys se la pasaba todo el día en Hogwarts a pesar de que a veces se escabullía para cenar con ella, no era igual, ya que la rubia tenía mucho trabajo y a duras penas podía dedicar dos horas de su tiempo para estar con él.

Termino de atender a unos estudiantes de Hogwarts que le preguntaban sobre cómo usar las pastillas vomitivas mientras Ron les explicaba el uso de los filtros de amor a unas chicas que a cada segundo soltaban risas tontas cuando el Weasley menor mencionaba la palabra "amor".

Una lechuza completamente negra entro por la puerta de la tienda parándose sobre el mostrador, la reconoció de inmediato, se trataba de Hades que pertenecía a Zib.

—¿Qué me traes?

El animal ululo, tomo la carta y el paquete que el ave tenia atado en la pata, una vez que se vio libre emprendió vuelo.

Abrió el sobre para encontrar un juego de llaves, una tarjeta negra y una carta, rápidamente se dispuso a leer el contenido del pergamino.


"Georgie:

Esperamos te estés divirtiendo mucho, nosotros también lo hacemos, pero te echamos de menos.

Estuvimos en México unos días, probamos mucha de su comida tradicional y fuimos a una de sus hermosas playas, pero Fred se intoxico con los mariscos (o algo así se llaman), por lo que tuvimos que acudir con un sanador muggle, pero ya está bien.

Ahora estamos en Japón, más específicamente en Tokio, estaremos el fin de semana aquí y el lunes iremos a la Isla de Honshu.

Nos imaginamos que has de estar muy aburrido sin nosotros, ¿Recuerdas que en este mes es el Festival de las luces de Ámsterdam? Al que fuimos el año pasado, fue muy hermoso.

Creímos que este año te gustaría ir, no en compañía de nosotros, pero sí de cierta chica (Lys Delacour, para ser más precisos), las llaves corresponden al departamento de la madre de Zib, donde nos quedamos, la tarjeta es una tarjeta de crédito, puedes pagar con ella en el mundo muggle, ya sabes cómo usarla, una vez te enseñamos.

¡Diviértete mucho!

Esperamos una carta contándonos como estuvo el festival, y que nos compres algún recuerdo.

Te mandamos muchos abrazo y besos.

Con amor:

Fred y Zibelth Black-Weasley.

Pd: En el paquete vienen algunos recuerdos, dulces y un "juguete" muy divertido que compramos en una para en China, trae instrucciones. Apostamos a que te resultara muy divertido y a Lys también. "



George sonrió, a pesar de que luego eran tan molestos echaba de menos a la pareja de estúpidos.

Guardo la carta y abrió el paquete que trajo la lechuza, que contenía una gran cantidad de golosinas mexicanas y japonesas, pequeños objetos y figurillas pequeñas con algún paisaje, e incluso una playera con algo escrito en español que no entendió, después le preguntaría a su cuñada que significaba.

Hasta bajo de todo estaba una pequeña caja roja, la abrió rápidamente para ver el raro objeto que estaba ahí.

Era algo largo, un poco más grande que su mano, una punta estaba azul que era más delgada que la otra de color blanca, tenía tres pequeños botones, y sus bordes eran curvos y delicado, parecía uno de los consoladores que estaban en la sex shop que visito con Fred.

Tomo el papel que decía instructivo y guardo el objeto junto recelosamente con las demás cosas.

"Consolador 2 en 1"

El nombre del objeto era raro, pero lo leyó con recelo, podría usarlo en algún momento con Lys que al igual que él les gustaba experimentar sexualmente.

Termino de meter la ropa en una mochila, le había mandado una carta a Lys, la cual contesto casi de inmediato diciéndole que tenía la tarde del sábado y domingo libre así que iría a recogerla a Hogwarts.

Dejo todo en orden en el pequeño departamento que estaba en Sortilegios Weasley del Hogsmeade para salir de ahí e ir al viejo castillo en el que alguna vez estudio.

Por el pueblo se estableció una nueva tienda de flores, que eran una rara combinación de flores muggles y mágicas, se detuvo ahí al ver unas rosas que brillaban como el oro recordándole al cabello rubio de la chica Delacour.

—Buenas tardes — una adolescente lo saludo — ¿Gusta alguna flor en especial?

—¿Qué son esas? — señalo las flores brillantes.

—Son rosas Thaumatagorias — explico la menor—, una mezcla de la flor de Thaumatagoria, que provoca su brillo y color, y rosas muggles. Nunca dejan de brillar, su brillo aumenta sin los sentimientos de quien los toman son fuerte, y si se regalan con amor pueden tardar hasta años en marchitarse.

—Me das una docena, por favor.

—Claro, ¿Quiere algún color en especial para el papel y lazo?

—El papel en rosa pastel y el lazo en rosa más oscuro...solo que combinen, por favor, no soy muy bueno con todos los tonos de colores que existen

Arrugo la nariz mientras sonreír, la chica le correspondió la sonrisa y fue al mostrador para hacer el ramo utilizando magia.

George se distrajo mirando todas las flores que había ahí, sin duda, sería más fácil comprar flores para Lys en ese lugar que estar yendo a las florerías en Londres Muggle.

—Aquí tiene.

Le extendió el ramo, que, con los colores de papel y lazo lucia muy delicado, la rosas brillaron con un poco de más fuerza cuando las sostuvo.

—Gracias ¿Cuánto te debo?

—Serian dos galeones y 3 knuts.

El pelirrojo metió la mano al bolsillo de su pantalón para sacar las monedas y entregárselas.

—Nos vemos.

—¡Lindo día, a tu novia seguramente le encantaran!

Sonrió al escuchar esa palabra, salió de la florería para desaparecer de ahí.

Camino rápidamente por los pasillos de Hogwarts que por ser sábado estaban muy vacíos, algunos niños que lo habían visto con Lys se acercaron a saludarlo.

Llamo en la puerta del despacho de la rubia y entró.

—Hola, amor.

Saludo a la rubia que terminaba de guardar unos pergaminos que acababa de revisar.

—Hola — giro para verlo con una sonrisa, que derritió a George en menos de un segundo — ¿Ya nos vamos?

—Así es — le extendió el ramo de rosas —, son para ti, brillan igual de hermoso que tu cabello, Lys.

—George, son hermosas — al tomar las flores estas empezaron a brillar mucho más que antes —, me encantan. Gracias, eres tan dulce.

—Tú me encantas.

La tomo de la mejilla alzando su rostro para besarla de la manera más dulce que podía, sus labios se tocaban suavemente mientras se movían de manera acompasada.

El beso duro alguno segundos, hasta que él lo rompió sin dejar de sonreír.

—Bueno, preciosa, es hora de irnos.

—Solo las pondré en agua — Lys beso su mejilla para ir por un frasco vacía donde poner las flores — ¿Puedes tomar mi bolsa? La deje en mi silla, amor.

—Claro.

George fue por la bolsa para ponérsela en el hombro.

—¿Qué dices? ¿Combina con mis ojos? — parpadeo muchas veces mientras hacia poses extrañas, bajo la vista de Lys, que ya había terminado de acomodar las flores — ¿Soy hermosa?

—Sí, la más hermosa — Lys reía al verlo, nunca se cansaría de George Weasley




Ambos dejaron sus cosas sobre la gran cama que estaba en la habitación, George saco de su mochila las llaves, tarjeta y un poco de dinero en efectivo que llevaba con él.

Lys recorría el departamento, era hermoso y moderno, todo eran colores cálidos, y en lugar de una pared estaba cubierto por cristales oscuro, se acercó a uno para ver lo que los rodeaba.

Era muchas casas coloridas y la ciudad parecía llena de luces, nunca antes había estado en Ámsterdam que era muy hermoso.

Siguió concentrada en la vista hasta que sintió como dos manos tomaban su cintura de forma fuerte, ella tenía la mano sobre el pequeño barandal que tenía la ventana por dentro con una pierna flexionada y el torso levemente inclinado. Lys se inclinó más al sentir el bulto de George rozar su trasero que bajo sus manos has su cadera para meterlas dentro de la blusa.

Lys inclino la cabeza a un lado al sentir el cálido aliento de George sobre su cuello.

—Eres tan perfecta, Lys.

Lamio la blanca piel que tenía ante él para después besarla, mientras apretaba los senos de la chica sobre su sostén y movía su erección en círculos en medio de las nalgas de Lys.

—Estás muy duro, Georgie.

—Porque me muero de ganas de coger tu precioso culo, pero sé que no tenemos mucho tiempo.

—Mi culo te extraña dentro George.

—Amo cuando eres una sucia pervertida.

George rio de forma ronca sobre su cuello y cerró los ojos inhalando el aroma a mandarina que desprendía la rubia, se detuvo unos segundos más haciéndolo hasta darse cuenta de algo... nunca había puesto ingrediente de más o de menos...todo su procedimiento estaba bien...

Su Amortentia cambio al aroma de lo que más le gustaba, y lo que más le gustaba ya no era Zibelth, si no...

Lys Delacour.

Desde la primera vez que la volvió a ver ella robaba toda su atención, era tan hermosa que nunca podía sacar sus ojos de ella.

Sonrió al darse cuenta de eso, al fin tenía entre sus brazos a la chica correcta.

—Tú me volviste así.

George la cargo para caminar al sillón, de forma rápida y con ayuda de Lys bajo su pantalón con todo y bragas.

George se sentó en el mueble, y tomo a la rubia para que montara su pierna derecha, la cual al tener contacto su piel desnuda con el pantalón del pelirrojo soltó un suspiro.

—¿Se siente bien? — George tomo su cintura provocando que la desnuda entre pierna de Lys rozara contra la rígida tela de su pantalón, dejaba besos húmedos en su cuello mientras su mano acariciaba su pecho debajo del sostén

—Mierda, me encanta— Sentía como su fluido mojaban toda su entrada que estaba demasiado sensible y como estos llegaban hasta la tela del pantalón dejándola más oscura—, tus manos se sienten tan bien.

George jugo con un pezón entre sus dedos, apretándolo y pellizcándolo con suavidad, soltó la cadera de la chica sin dejar de mover su pierna para llevar sus dedos al clítoris de la rubia.

Lys frotaba con ímpetu su entre pierna contra George, se sentía tan bien que no quería para y fue aún mejor cuando él se encargó de acariciar su clítoris.

—Si sigues así, amor, me voy a correr.

Gimoteo al sentir la fricción de la tela y de los dedos con más fuerza.

—Amo que disfrutes tanto como para tener un orgasmo con tan poco — mordió con fuerza la piel frente a él y la succiono para dejar una marca roja que pronto se volvería morada —, eres tan sensible conmigo que me vuelve loco.

George movía su pierna de arriba debajo de forma suave estimulando a la chica, le gustaba sentir como los fluidos de Lys llegaban hasta su piel.

Estuvieron unos segundos más así hasta que la rubia tuvo un orgasmo mojando a George el cual solo disfrutaba de verla.

—Creo que te moje...

—No me importa — junto sus labios en un beso brusco —, vamos, que se hará más tarde.

Lys se levantó con cuidado, aun sus piernas temblaban, se agacho para tomar sus piernas y bragas cuando sintió como el pelirrojo apretaba su trasero.

—¡George!

—¡Al rato será mío!

Grito George entrando en la habitación para cambiarse.



Caminaban por la ciudad que era iluminaba por coloridas luces dándole un ambiente romántico, George rodeaba los hombros de la chica, mientras Lys los abrazaba por el torso.

—Es muy lindo, ¿Ya habías venido antes?

El aire era frio, pero los dos estaban bien abrigados.

—El año pasado, vine con Zib y Fred —la apretó un poco más al sentir como una ráfaga de viento los recorría —, este año está más iluminado... ¿Quieres ir?

Señalo uno de los canales que tenían un recorrido en barca.

—¡Si, vamos!

Lys se soltó del abrazo para tomar su mano y correr hacia allá, parecía muy emocionada.

Ambos hicieron fila durante unos minutos hasta que al fin se subieron a la barca.

Lys veía con entusiasmo todas las luces que adornaban, era una vista maravillosa, ya que todo se reflejaba en el agua ocasionando que se viera más brillante.

George no soltó su mano en ningún momento, y una sonrisa adornaba su rostro, los ojos de Lys brillaban y su cabello dorado lucia más hermoso que siempre.

Admiraba su rostro, si fina nariz y mejillas estaba sonrojadas, y sus labios como siempre tenían ese tono durazno que tanto le gustaban.

Lys era la mujer más hermosa que había conocido.

Siempre creyó que toda su vida seguiría enamorada de la novia de su hermano, pero con la llegada de la rubia sus ideas comenzaron a cambiar, ella comenzó a meterse en su mente y corazón como nadie.

Todos sus pensamientos giraban en torno a ella, en todos sus planes a futuro aparecía e inclusive la idea de pasar todo un día leyendo —algo que no le gustaba mucho al menos que se tratara de algo para su tienda— con ella a su lado le parecía agradable.

Lys era mucho más que solo belleza física, era inteligente sabía mucho sobre la defensa de las artes oscuras, sobre criaturas mágicas, hablaba perfectamente francés, inglés y un poco de alemán, tenía dos trabajos y era presidenta de una asociación que apoyaba a las mujeres. También era divertida, siempre contaba buenos chistes y sabia seguir una broma, por si eso no fuera poco, era amable con todos y para finalizar, su mamá la adoraba y a Fred y Zib les caía bien... en si a toda su familia con solo tratarla unas cuantas veces les había caído muy bien.

Estaba seguro que sería una buena novia, esposa y eran tan dulce y cariñosa que cuando tuviera hijos sería una buena madre.

—Mierda.

Musito a darse cuenta de algo.

Le debía cien galeones a Zibelth.






George besaba de forma salvaje a la chica que estaba sentada en sus piernas, mientras adentraba la mano en el pantalón.

La rubia se quitó la blusa dejándola caer en el suelo mientras jalaba el centelleante cabello pelirrojo, su lengua y la de George tenían una batalla en la que ninguno parecía querer dejarse ganar.

George se levantó con ella en brazos para ponerla sobre el suelo, se cinco frente a ella para desabrochar el pantalón, Lys quito sus zapatos para que George pudiera sacar por completo el pantalón. El pelirrojo se puso de pie y se dedicó a verla fijamente.

— Todo lo que me haces sentir es demasiado intenso, Lyssane — la piel de la chica contrastaba con el color oscuro de su ropa interior de encaje que era muy pequeña y sensual, sin duda Zibelth la había llevado al lugar correcto para encontrar ese tipo de ropa —, al inicio pensé que solo era una atracción carnal que en algún momento iba a terminar, pero ahora—la tomo del mentón atrayéndola hacia él —, no me imagino sin ti a mi lado.

No espero que ella le respondiera para atraerla hacia él en un beso, temía que lo rechazara por lo que acababa de decir.

El corazón de Lys latía con intensidad tras esas palabras, dándose cuenta de algo que ya estaba claro desde el principio, pero no quería aceptar: Quería a George Weasley.

En unos cuantos segundos ambos estaban en el suelo desnudos, mientras él besaba cada parte de su piel dejando marcas rojizas.

—Lo haces tan bien, George — musito la rubia al sentir como el pelirrojo frotaba su núcleo con suavidad —, me gusta tanto como me follas.

—Me gusta cogerte, Lys, eres a la única que quiero hacerle el amor todos los días.

—¿El amor? — los ojos esmeraldas y los color avellana se conectaron — Georgie...—gimió al sentir sus dedos haciendo círculos sobre su clítoris.

—Ambos sabemos que dejo de ser solo sexo desde hace mucho tiempo — sonrió al verla morderse los labios y siguió estimulándola de forma suave —¿O me equivoco?

—Tienes razón, mi corazón siempre late de forma rápida cuando se trata de ti.

—Créeme que me siento de la misma manera, Lyssane — George se acomodó en medio de sus piernas—¿Estas listas?

—Para ti siempre.

Él se inclinó para besarla mientras tomaba su miembro para penetrarla de forma lenta, ambos soltaron un fuerte gemido al estar hechos uno.

Los movimientos de George eran suaves, una de sus manos se encargaba de masajear su seno derecho mientras lamia su pezón izquierdo que estaba erecto entre sus labios.

Lys gemía su nombre con cada estocada, acariciando su espalda y hombros con todo el cariño que sentía.

Para ambos todo era distinto esa noche, había deseo y pasión, pero en lugar de ese frenesí desenfrenado que siempre los gobernaba, ahora existía un gran cariño y amor en cada movimiento que hacían, todo era más lento como si quisieran que el tiempo parara para disfrutar de sus cuerpos.

George aumento la fuerza de sus estocadas y acaricio el clítoris hinchado de la chica, dejando besos sobre el valle de sus senos.

—Se siente tan bien, amor — suspiró la rubia echando la cabeza hacia atrás al sentir el duro pene de George entrando en lo más profundo de ella —...no puedo creer la suerte que tengo al tenerte entre mis piernas.

—Eres tan romántica —dijo con burla para besarla de manera corta —, el de la suerte aquí soy yo, tú puedes tener al hombre que quieras, y en cambio, estas aquí conmigo.

—Yo ya tengo al hombre que quiero.

George recargo la cabeza entre el hombro y cuello de la rubia sin dejar de embestirla y de dejar suaves caricias sobre su clítoris, sintiendo como las paredes vaginales de la rubia lo apretaban, inhalo el aroma de la chica y le dio una última embestida corriéndose al mismo tiempo con un fuerte gemido.

Lys respiraba agitadamente al igual que el pelirrojo, el que salió de ella dejando un beso sobre su frente.

—Te ves hermosa, así como estas.

—Estoy sudando como un cerdo, George.

Ambos soltaron una carcajada, George estiro su mano para tomar la varita, y de un movimiento encendió la chimenea frente a ellos.

—Serias un cerdo precioso.

—¿Te segura gustando si tuviera una trompa en lugar de nariz?

—Me seguirías gustando, aunque por alguna extraña razón tuvieras cara de escroto — Lys comenzó a reír —, aunque sería raro besarte.

—Eres un tonto...

—¡Accio frazadas! — señalo a la puerta de la habitación de la cual vinieron volando varias mantas —, soy romántico, lo soy solo contigo y no lo aprovechas.

—Claro, porque es súper romántico decir que besarías un escoto.

El pelirrojo acomodo una frazada para que pudieran acostarse sobre ella, Lys se acomodó sobre el pecho de George, el cual los cubrió con el resto de las mantas.

—Dije si tuvieras cara de escroto — beso su frente —, serias el escroto más lindo del mundo.

Ninguno podía contener las risas por sus comentarios.

Estuvieron durante un rato más platicando, hasta que la rubia cayo rendida en el pecho de George, estaba demasiada cansada por el recorrido y por hacer el amor con George.

El pelirrojo acariciaba su espalda y hombros desnudos sin dejar de ver su delicado rostro, nunca se cansaría de admirar lo hermosa que era.

En tan poco tiempo había caído rendido a sus pies, Lys Delacour era la chica que estuvo esperando durante tanto tiempo, la que lo complementaba y que lo siempre lo hacía ser una mejor persona.

Sin duda, todo valía la pena cuando se trataba de ella.

— Sé que estas dormida — lo único que se escuchaba en el salón era el sonido que emitía la chimenea del fuego quemando la madera y la voz ronca y suave de George— no puedo entenderme, tan solo hace unos meses juraba estar completamente enamorado de la que ahora es la esposa de mi hermano, pero luego tú volviste a aparecer en mi vida, provocando que perdiera el control de mi monótona vida — hizo un pequeña pausa y paso la mano sobre el rubio cabello—, quiero que sepas lo mucho que significas para mí, te has vuelto tan importante que siempre estoy pensando en ti, en tus bonitos ojos, en tus comentarios y tus bromas que siempre me hacen sonreír—beso su cabello viendo como el pecho de Lys subía y bajaba lentamente por su respiración acompasada— . Eres tan malditamente perfecta que siento que no te merezco, Lyssane, te quiero.


























(N/T: ¡Holaa!

Aquí está el capítulo que quedo pendiente del maratón, pero es que lo tuve que editar varias veces porque no me convencía.

Pero George por fin admitió que le debe cien galeones a Zib.

No sé, me encantan demasiado ellos dos♥

Por cierto, vi que varias se preguntaban que si George se sabroseo a Lys cuando estaba de novia con Cormac, pero no, no fue así.

Ellos se conocieron el 1 de agosto de 1997 en la boda de Bill y Fleur, donde se coquetearon y pasaron ciertas cosillas.

Después de eso, ellos mantuvieron contacto por carta, pero como amigos, solo hablaban de cosas que les pasaban y George le escribía muy seguido cuando se sentía mal.

Lys comenzó a andar con Cormac un año después, entre mediado y finales de 1998. A pesar de eso, ella y George siguieron manteniendo contacto.

La relación de Cormac y Lys duro más o menos tres años, terminaron entre enero de 2002 y diciembre de 2001.

Lys se volvió a reencontrar a George, en el cumpleaños de Victoire a inicios del 2003 y ahí comenzó todo.

En fin, espero les guste, gracias por leer♥)

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