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XXXIX: Navidad

Lys le paso las esferas a George para que las colocara en el gran árbol que estaba en medio del salón, ellos dos eran los encargados de terminar de decorar la sala mientras que el matrimonio Black-Weasley se encargaron de hacer las compras para la cena de esa noche.

George termino de poner las esferas para voltear a ver a Lys.

—¿Qué tal quedo?

Lys observo el árbol de arriba abajo, era enorme, lleno de esferas y escarcha con una estrella brillante en la punta.

—Luce hermoso.

—Pero tú eres más hermosa — George se acercó para dejar un cariñoso beso sobre sus labios —, demasiado hermosa, preciosa…

George murmuraba cosas dulces contra sus labios, desde el fin semana en Ámsterdam ambos se habían vuelto demasiado cariñosos el uno con el otro, quizá todavía no habían aclarado muy bien en qué punto estaban, pero para ambos era más que claro que dejaron de ser amigos, sus sentimientos eran mucho más fuertes que eso.

—Georgie. —Lys suspiro al sentir como el pelirrojo colaba una mano dentro de su blusa para acariciar uno de sus pechos desnudos —, estamos en casa de tu hermano, nos pueden ver.

—Aún siguen de compras, y conociendo a Zib se tardarán demasiado — Los besos de George bajaron al cuello de la rubia, donde mordía y chupaba cada pedazo de piel que estaba en frente.

Él la empujo suavemente para que se dejara caer en el sillón para ponerse sobre ella, Lys pasaba las manos entre el cabello pelirrojo despeinándolo, George lo acaba de cortar un poco y ese corte lo hacía lucir mucho más guapo de lo que de por sí ya era.

—Me encanta como hueles — susurro George contra su piel besando sus clavículas descubiertas por la delgada blusa de tirantes que llevaba —, no hay cosa en ti que no me guste.

George acaricio la piel de sus piernas desnudas, las dos últimas noches, Lys y George se quedaron a dormir en casa de Fred y Zib por lo que aún seguían en pijama.
—Me gustas demasiado, amor.

Las manos de la rubia quitaron fácilmente la playera de George, el cual sonrió para apretar sus muslos y subir las manos peligrosamente hacia el núcleo de la chica.

—Me muero de ganas de metértela, nena.
Lys soltó una pequeña risa al sentir los labios de George acariciando su cuello lo que le provoco un cosquilleo.

Las piernas de Lys terminaron envolviendo la cadera del pelirrojo, ambos estaban tan cerca que ella podía sentir como el duro miembro de George rozaba su húmeda entrada aun sobre la tela.

—Estas demasiado excitado, cielo.

—Ya sabes que me vuelve loco tu cuerpo — bajo los tirantes de la blusa de Lys para liberar sus pechos, sus pezones se erectaron de inmediato, George se lamio los labios al verlos —, me gusta cuando se ponen duros.

George pellizco el pezón derecho con las puntas de dedos para frotarlo entre ellos.

Lys soltó un jadeo al sentir sus caricias y más cuando George comenzó a acariciar su entre pierna por sobre el pequeño short que la cubría. La rubia ansiaba que comenzara a lamer sus pechos, la volvía loca sentir la lengua y los dientes del pelirrojo sobre sus pezones y aún más cada que el dolor por las mordidas se convertía en puro placer.

—Tú me vuelves loca, George…

El pelirrojo le dedico una sonrisa antes de atrapar su pezón libre con los labios, para succionarlo con fiereza mientras metía la mano bajo el short y bragas, tanteo suavemente sus labios vaginales deleitándose con lo húmeda que estaba.

—Casi todos los días hacemos el amor — George libero por unos segundos su pezón —, y siempre estas preparada para mí.

—Sabes que me encanta hacerlo contigo y me gusta demasiado tu pene, más cuando está dentro de mi o en mi boca.

—Qué mujer tan vulgar.

Musito con una sonrisa burlona para ahora estimular el otro pezón sin dejar de frotar su entrada.

—¡Ya basta, Fred!

Escucharon la voz de Zibelth que parecía discutir con su esposo.

—¡Es que sacaste todo de contexto!

George y Lys soltaron un suspiro de frustración, el pelirrojo se levantó para ponerse la playera mientras la rubia acomodaba su ropa, pudo ver como el pene de George se marcaba sobre el pantalón que utilizaba de pijama, tenía una erección enorme y parecía dolorosa.

—¡Dije que ya basta! ¡Ya dijiste suficiente!

La azabache entro al salón con dos bolsas en cada mano, tenía el ceño fruncido parecía demasiado molesta, detrás de ella entro Fred que tenía el rostro lleno de frustración.

Lys y George intercambiaron una mirada, conociendo a la pareja estaba seguros de algo:

Fred la cago.

—¡Zibelth, por dios! ¡No quise decir eso! — su voz estaba llena de arrepentimiento— ¡Déjame explicarte!

—¡No quiero escucharte! — Zib le entrego las bolsas bruscamente a George el cual no dijo nada, era mejor no hacer enojar más a la Black — ¡Ni verte!

—¡Fierecilla, deja de ponerte así! — el gemelo mayor soltó un suspiro —…odio cuando estas hormonal…

Lys solo negó con la cabeza, Fred estaba cavando su propia tumba.

—¡Pues si tanto lo odias no debiste casarte conmigo!

Zibelth le aventó un cojín al rostro que fue lo primero que encontró para salir del salón y subir las escaleras.

—Te mereces el premio al idiota del año.
George llevo las bolsas seguido de Lys, Fred suspiro para seguir a su esposa antes de que decidiera dejarlo.

—¿Por qué crees que peleaban? — Lys comenzó a preparar el desayuno mientras George acomodaba las cosas que acaban de traer los otros dos —, Zib estaba muy molesta.

—Fred es un idiota — explico George—, ha deber dicho algo que la hizo enojar.
—Lo siento por Zib, parecía muy dolida.
Lys decidió cocinar de forma muggle, solo serían ellos dos por lo que no tendría que hacer mucha comida.

—A veces mi hermano no piensa antes de hablar — George termino de meter las cosas en la alacena para recargarse de la encimera observando a la rubia —, y me imagino que Zib está en sus días y por eso esta sensible.

—¡Oye, no porque esté en sus días significa que este sensible!

George enarco una ceja divertido.

—Si tú lo dices — Lys le lanzo una mala mirada —, por cierto, esto — señalo hacia su entrepierna, al parecer ya habia cedido su erección —, no se quedará así, eh.

—Si eres buen niño, quizá lo hagamos.

George sonrió para acercarse a ella y abrazarla por detrás rodeando su cintura y recargar la barbilla en su hombro para ver como cocinaba.

Cada día que pasaba los sentimientos que tenía hacia Lys se hacían más fuertes.

Toda la familia Weasley, Black, Lupín estaba reunida en el gran comedor que tenía la casa Black-Weasley, Lys se sentía muy cómoda en el ambiente de alegría y cariño que reinaba en ese lugar, ya todos se habían entregado sus regalos— incluso la rubia portaba un suéter tejido por Molly Weasley como todos los integrantes de esa cena—  excepto George y Lys que habían quedado en dárselos cuando estuvieran solos, ya que según George tenía algo importante que decirle a la chica Delacour.

La cena transcurría entre bromas y conversaciones sobre lo que habia pasado a lo largo del año, por ejemplo, la boda de Fred y Zib que era el tema principal, sin embargo, los mencionados aun parecían molestos por la discusión de la mañana, inclusive se notaba que la azabache estuvo llorando, sus ojos estaban irritados cosa que no pasó desapercibida para Sirius, Remus y Harry, que cada que podían le lanzaban malas miradas a Fred.

—Fred y Zib —Los llamo la matriarca Weasley — ¿Cuándo piensan tener hijos?

Todos estábamos seguros que los tendrían antes de casarse.

Un silencio se formó en el comedor, mientras Zibelth seguía comiendo un pedazo de la deliciosa tarta de chocolate que Lys habia preparado

—Zib — Ron interrumpió—, está comiendo mucho, más que yo, ya llevas como media tarta tu sola... vas a engordar mucho.

Fred dejo caer los cubiertos para lanzarle una mala mirada a su hermano menor, por todos era muy bien sabido que Fred era demasiado protector con Zibelth, y si ella estaba en sus días como decía George estaría extremadamente sensible y cualquier comentario la haría sentir mal.

Zib solo dejo el tenedor con la tarta a medio comer para tomar una servilleta y limpiar sus labios.

—Lo siento —musito Zib con una voz muy quedita para todos —, iré al baño.

Se levantó para salir del comedor.

—¡Ronald, sabes que eso no se le debe de decir a una mujer!

Hermione, Fleur, Molly y Ginny comenzaron a reñir al varón menor de los Weasley.

Fred y George intercambiaron una mirada para ver a Lys, la cual se acercó a ellos.

—¿No debería de ir Fred?

—Sigue molesta conmigo por lo de la mañana, si ahorita está mal se va a poner peor.

Lys le dio un golpe detrás de la nuca al pelirrojo mayor, Fred se quejó mientras le lanzaba una mala mirada a la rubia, George ahogo una risa.

—Eres un imbécil, vamos George.

El mencionado se levantó junto con Lys para disculparse por retirarse sin terminar de cenar, antes de ir cada uno golpeo la cabeza de Fred.

Primero la buscaron en los dos baños que estaban fuera de las habitaciones, al no ver rastro de ella fueron a la habitación principal donde dormían Zib y Fred.

—Zib — Lys toco la puerta un par de veces — ¿Podemos pasar?

Se escuchó un suspiro seguido de un “pase”, los dos entraron para ver como la azabache se limpiaba los rastros de lágrimas y maquillaje que quedaban en sus ojos.

Se sentaron a cada lado de Zib dejándola en medio.

—¿Qué paso, Zib? — Lys tomo su mano en señal de apoyo —… ¿Está todo bien?

—Ron dijo que estoy gorda — los ojos de Zib se volvieron a llenar de lágrimas, al parecer George tenía razón —… y Fred es un estúpido.

—Eso ya lo sabias desde que lo conociste — respondió George, pero al ver la mala mirada que le lanzo la rubia decidió callarse.

—Ron no sabe ni lo que dice, no estas gorda Zib, sigues igual que siempre — Lys le sonrió con dulzura — ¿Por qué se pelearon Fred y tú?

—Zib… ¿Qué es esto? — George tomo dos extrañas imágenes que estaban sobre el mueble de la cama, en las que no se distinguía nada, no sabía para que su hermano y cuñada guardaban eso
Zib las vio y negó con la cabeza.

—Cosas del trabajo, George — volvió la vista hacia Lys —… dijo que no quería tener hijos…conmigo — y de nuevo comenzó a llorar —, le comente la idea de tener un hijo y... —Zib no podía hablar por el llanto.

—¡¿Qué?! ¡¿Te dijo eso?! — George estaba molesto, conociendo a Fred debió de habérselo de una manera brusca, estaba bien si todavía no quería tener hijos, pero no debía de decirle eso a la azabache, al ver que Zibelth no contestaba nada se puso de pie — ¡Ese idiota me va a escuchar!

Sin esperar respuesta salió de la habitación para buscar a su estúpida copia, a veces se preguntaba si no tenía cerebro.

¿Cómo se le ocurría decirle eso a su esposa?

Zibelth amaba a Fred, estaba más que claro que ella deseaba tener hijos con el pelirrojo mayor.

Caminaba hacia las escaleras cuando vio como Fred venia hacia él, lo más seguro es que quisiera a ir a ver a Zib.

—¡Fred! — lo detuvo tomándolo con fuerza del brazo —¡¿Eres idiota?!

—¿Qué? ¿Ahora que hice?

El mayor veía con confusión a su gemelo que parecía molesto.

—¿Cómo que qué hiciste? ¡Le dijiste a Zib que no querías tener hijos con ella! ¿Sabes cómo está por eso?

Fred palideció recordando la discusión de la mañana con Zib.

—¡Ella saco todo de contexto! — trato de explicar, su hermano parecía muy molesto —, estábamos comprando cuando pasamos frente a una tienda muggle de ropa de bebé y todo eso, me dijo que qué me parecía tener un hijo ahorita — Fred tomo una bocanada de aire, lo ponía demasiado nervioso hablar de ese tema —, y me sorprendió, yo solo le dije que no habia considerado la idea de tener un bebe en estos momentos, cuando le puse más atención ella ya estaba llorando y no me dejo explicar para comenzar a caminar y dejarme ahí, desde que nos íbamos ha estado rara, empezamos a discutir porque no quiso hacer una aparición y me obligo a ir de forma muggle, después a cada rato se enoja o hace berrinche —paso una mano por su cabello tratando de calmar la frustración que sentía —…creo que le va a bajar y anda toda hormonal.

—¿Por qué no piensas antes de hablar? Zib está llorando tanto que siento que va a morir deshidratada, deberías de ir a verla, Lys la está consolando.

—Si, a eso iba —soltó un suspiro y observo a George—, desde que estas con Lys te ves mucho más feliz

—La quiero, Fred, ella me hace feliz.
—Me alegro por ti, hermano.

Ambos intercambiaron una sonrisa, Fred fue a la habitación y George bajo al comedor donde ya todos estaban platicando de temas sin mucha importancia, minutos después bajo Lys la cual se sentó a su lado, el pelirrojo la rodeo con un brazo para besar su frente y seguir con la conversación que mantenía con Sirius y Harry respecto a las ventas de Sortilegios Weasley.

Tiempo después bajaron Fred y Zib, que ahora parecían más tranquilos, incluso la azabache lucia muy feliz y Fred estaba más cariñoso con ella, todos los abrazos o besos que le daban reflejaban demasiada ternura.
George y Lys intercambiaron una mirada, estaban felices porque ya hubieran arreglado fuera cual fuera el motivo de su pelea.

—Acompáñame a que te de tu regalo — murmuro George en su oído para tomarla de la mano y aprovechar que todos estaban concentrados en ver a Victoire y Teddy jugar, Bill parecía muy celoso de que su hija estuviera tan cerca de ese niño.

—Vamos.

Ambos salieron del salón con disimulo para subir a la habitación que le habían dado a George en esa casa.

La habitación de George era algo distinta a toda la casa que las paredes eran blancas con detalles negros haciéndola lucir muy elegante, por el contrario, la habitación del gemelo menor tenía una pared de color purpura —que era su color favorito—, y las demás eran blancas con muchas decoraciones en ese color, todo lucia muy moderno y tenía una cama enorme, sin duda Zibelth Black conocía muy bien los gustos de George.

—Tapate los ojos.

Ordenó George para ir al gran armario donde guardaba su ropa.

—Bien — Lys se quedó de pie en medio de la habitación, cerrando los ojos esperando a George — ¿Vas a tardar mucho? ¿Qué lo que traes?

—Voy, preciosa, espérame.

Escuchó como George movía los cajones de su ropa buscando algo, luego de unos segundos el pelirrojo se acercó a ella.
—Abre los ojos.

Al abrirlos Lys se topó con George que sostenía una pequeña caja abierta, con un hermoso y delicado collar completamente de oro, con un dije en forma de sol que brillaba por los pequeños diamantes incrustados en el.

—Feliz navidad amor.

—Amor…es hermoso.

—Nada se compara a ti — George lo saco de la caja con delicadeza —, date la vuelta, cielo.

Lys sin pensando lo obedeció, de forma rápida se quitó el collar plateado que adornaba su cuello y alzo su cabello dándole acceso a George.

El pelirrojo paso el collar por su cuello para abrocharlo con toda la tranquilidad, al terminar beso su hombro y susurro contra su oído.

—: El dije tiene forma de sol —volvió a presionar los labios contra la desnuda piel de su cuello —, porque desde que llegaste, tú has sido el sol que ilumina todos los días mi monótona vida — hizo una pausa para tomar su mano y girarla con delicadeza logrando verla a los ojos —, Lyssane, te quiero.

Lys entreabrió los labios con sorpresa, su corazón latía con tanta fuerza que escuchaba el bombear hasta los oídos.

—¿Qué? — musito la rubia sin creer lo que estaba diciendo George.

—Que te quiero, Lyssane — el pelirrojo tenía el rostro ruborizado —, demasiado, de hecho— una enorme sonrisa adorno los labios de la rubia, George lo tomo como buena señal así que extendió la mano para acariciarle la mejilla —, Lys ¿Tú me quieres?

George, claro que te quiero.

El pelirrojo se agacho unos centímetros para unir sus labios en un beso, el contacto fue suave y delicado al principio, pero como si George necesitara más, se apoyó contra la rubia y comenzó a besarla con ansiedad.

Lys trataba de aferrarse a los detalles de los labios de George, era suaves y cálidos tenía un sabor a dulces mezclado con whiskey de fuego. Tardo unos segundos en darse cuenta que George la levantaba para sentarse en la cama con ella a horcajadas en su regazo.

La mano de George se introdujo debajo de la falda negra que tenía puesta esa noche, acariciando su muslo con suavidad., mientras la otra se aferraba a su cintura para no dejarla caer.

Las manos de Lys serpenteaban por sus hombros y cuello hasta llegar a su pelirrojo cabello que despeinaba con los dedos.

George dejo lo labios de la rubia para baja hacia su cuello, donde inicio un camino de húmedos besos, con maestría quito la braga de la rubia aventándola a la esquina de la habitación, Lys soltó un gemido al sentir los dedos del pelirrojo acariciando en medio de su trasero.

—George, estoy tan caliente — gimió Lys echando la cabeza hacia atrás dándole mayor accesibilidad a su cuello en el que dejaba marcas rojas y moradas.

—Siento lo húmeda que estas— George quito su falda dejándola desnuda de la parte de abajo, los dedos de George se llenaron de los fluidos de Lys los cuales espacio en el trasero de la rubia para estimular ese orificio que resultaba ser demasiado sensible —, quiero devorarte.

Susurro contra su oído, Lys ahogaba suspiros mientras ella misma acariciaba sus senos por sobre la ropa, estaba demasiado excitaba que sentía que no podía con más.
George la ayudo a pararse, ella se quitó la blusa y el sostén de forma rápida para tomar su varita y lanzar dos hechizos a la puerta mientras George se desasía por completo de la ropa quedando desnudo.

Volvieron a la misma posición que al inicio, pero esta vez George se recostó sobre una de las almohadas, le guiño el ojo a Lys y con voz ronca le dijo

—: Siéntate aquí —señalo su rostro, tanta era la excitación de la rubia que sin pensarlo lo obedeció, dejando los muslos a los lados de su cabeza, puso las manos en el pecho del chico para estabilizarse—, siempre eres tan buena niña.

La punta de la lengua de George recorrió la entrada de la lengua sin llegar a introducirse, Lys jadeo disfrutando de todas las sensaciones que le provocaba ese movimiento, llevo la lengua hasta su clítoris para acariciarlo de forma circular, la rubia arqueo la espalda ante eso. Las manos del George se encargaban de acariciar sus piernas apretándolas con fuerza.

Los ojos de Lys se fijaron en la empalmada polla de George que destacaba en el inferior de su estómago.

George comenzó a meter y sacar la lengua en su entrada, en algún momento se centraba en el clítoris y volvía a bombearla
Lys entre gemidos se inclinó para envolver el eje del pene de George en su pequeña mano.

—Lys — George soltó un gemido enviando vibraciones al núcleo de Lys, rápidamente atrapo el clítoris de la rubia entre sus labios para succionarlo y dejar mordidas sin hacerle daño, Lys estaba a punto de gritar por lo que cayo su grito metiéndose a la boca la punta roja y brillante por el líquido pre seminal que la recorría —¡Oh, mierda!

George dejo escapar un ronco grito al sentir los labios de Lys envolviéndose en la cabeza de su miembro mientras lo succionaba de forma concisa.

El pelirrojo llevo una de sus manos a la entrada de Lys donde comenzó a bombearla con sus dedos sin dejar de chupar y morder el clítoris, Lys se sentía apunto de llegar al punto máximo del clímax, por lo que se dedicó a lamer toda la longitud de George con ímpetu mientras jugaba con sus testículos entre la mano, gemidos ahogados inundaban toda la habitación.

La polla de George se endureció completamente entre los labios de Lys, la cual no dejaba de succionar, un cosquilleo recorrió los testículos y el bajo vientre del pelirrojo indicando que ya había llegado a la cima del orgasmo, unos segundos después el líquido caliente y blanco fue expulsado llenando la boca de Lys, la cual se apartó para seguir acariciándolo, a los poco segundos George se volvió a correr sobre el dorso de la mano de la chica.

George soltó un jadeo para seguir estimulando a la rubia, que a los poco segundos se corrió llenando de sus fluidos el rostro del chico.

Lys trago todo el líquido caliente que estaba en su boca para quitarse de encima del rostro de George.

El pelirrojo respiraba de forma agitada mientras veía fijamente a su rubia, la que le sonrió coquetamente y de forma sensual lamio el dorso de su mano limpiando el semen de George, el cual soltó un suspiro para jalarla hacia él y envolverla entre sus brazos.

—Te quiero demasiado, Lyssane —murmuro dejando pequeños besos sobre su rostro.

—Y yo a ti, George.






















(N/T: ¡HOlaa! Con este capítulo iniciamos el mini maratón de este fin de semana, todo gracias a mdcorona31 ya que perdí una apuesta con ella en el grupo de WhatsApp, jaja.
Serán tres capítulos, en unas horas más subo los otros.
Las tqm.
Nos leemos.)

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