XLIV: Miedo a lo desconocido
Lys caminaba nerviosamente por los pasillos de Hogwarts, despertó en Sortilegios Weasley y lo primero con lo que se topo fue con Fred.
No recordaba mucho, solo que alguien la llevo hasta allá y que se besó con ese alguien, que al parecer se trataba de Fred.
Quería negarlo y que todo solo fuera una mala jugada de su cabeza, pero.
¡Habia besado al esposo de su amiga!
¿Cómo se lo explicaría a Zibelth?
Podría excusarse con que estaba demasiado borracha y que lo confundió con Fred, pero aun así...Zibelth no se merecía eso, ella siempre era tan buena y dulce, incluso le habia abierto las puertas de su hogar, tanto de la casa Black-Weasley como de la casa Black, ¡Por Merlín!, inclusive Sirius, Harry y Zibelth la trataban como parte de la familia, cada que podían la invitaban a comer, cenar o simplemente pasar el rato con ellos.
Era una pésima amiga.
—¡Lys! — escucho esa voz que en estos momentos no era nada agradable, apuro el paso, actuaría como si lo hubiera escuchado — ¡Lys, espera, maldita sea!
Soltó un suspiro al sentir como la tomaban de la muñeca, se giró suavemente y puso la mejor sonrisa que pudo.
—Hola, Fred.
—¿Qué onda? ¿Estás bien? — el pelirrojo parecía preocupado mientras en una mano llevaba una bolsa de papel —, solo te levantaste y te fuiste sin decir nada.
—¿Qué? Claro que estoy bien, tenía que dar una clase hoy y ya era muy tarde — hablo de forma rápida, se sentía mal incluso hablando con él ¡Traciano a su amiga! ¿Cómo es que Fred parecía tan tranquilo?
—Lys, hoy es sábado, en Hogwarts los sábados no hay clases — hablo con un tono de obviedad —, Zib me dijo que te trajera esto — le extendió la bolsa —, y que te obligara a comer si era necesario.
—Gracias — Lys tomo la bolsa sin atreverse a verlo a los ojos, no podía creer que ella se siguiera preocupando por lo que paso entre Fred y ella.
El pelirrojo le sonrió y tomo su muñeca para hacerla caminar hasta una banca que estaba en los jardines de Hogwarts.
—Zib quiere que vayas a verla, se quedó en Sortilegios Weasley con Ron y Harry.
—¿Por qué no vino ella? — tal vez la azabache estaba planeando una muerte lenta y dolorosa por meterse con su esposo, soltó un suspiro y abrió la bolsa que el pelirrojo le habia entregado para sacar dos pequeños tuppers.
—¿Recuerdas que te dije que estuvo enferma? — ella asintió quitándole la tapa a un tupper y dejando ver pequeñas galletas con forma de pequeños osos —, hace unos días discutió con George y Katie — un escalofrió recorrió a la rubia al escuchar esos nombres —, se puso mal, tiene guardar reposo y estar sin estrés o cosas que la alteren por lo que trato que casi no este saliendo o haciendo apariciones.
—¿Qué tiene, Fred? ¿Es algo grave? — el pelirrojo negó, Lys llevo una galleta a su boca, era deliciosas de completo chocolate, pero al mismo tiempo suave — ¿Las hizo Zib?
—Está practicando hacer postres suaves y comida saludable fácil de masticar — explico él—, técnicamente estará bien solo tiene que cuidarse y, ya la conoces, es terca, nunca me hace caso.
—Te preocupas mucho por ella ¿no?
—La amo, es lo normal — Fred sonrió recordando a su esposa mientras jugaba con la sortija de matrimonio que tenía en el dedo anular izquierdo —, odio saber que se siente mal o está en peligro, no quiero que nada le pase, siempre se hace la ruda o la que nada le afecta, pero es demasiado frágil.
—Ella también te ama.
Ahora se sentía peor, ¿En serio Fred no recordaba nada o solo se hacia él que no para no hacer la situación incómoda?
—Sí, ¿no es increíble? Es la mujer más perfecta del mundo, sigo sin entender cómo se fijó en mí.
Fred no dejaba de sonreír cada que mencionaba a su esposa, se notaba demasiado enamorad.
—Fred — musito Lys, ni si quiera podía pasar la galleta, la culpabilidad la estaba matando — ¿Anoche...tu y yo?
—¿De qué hablas Lys?
Fred la miro sin comprender.
—Ya sabes, amanecí en Sortilegios Weasley, tú me llevaste hasta ya y te bese, pero estaba borracha, es lo único que recuerdo.
Lys explicaba muy rápido y Fred comenzó a reír.
—Lys, yo nunca te besaría — Fred seguía riéndose y la rubia lo miraba con sorpresa —, no te ofendas, eres hermosa, pero amo a mi esposa nunca le seria infiel con nadie, también tuviste ese algo con George y las mujeres que estuvieron con él están prohibidas para mí, aparte si estabas tan borracha como dices que ni siquiera sabes quién te trajo, el besarte seria aprovecharme de ti, nunca lo haría.
Lys sintió que la opresión desaparecía de su pecho, pero ahora tenía otra nueva duda.
¿Quién fue el que la llevo al departamento de Sortilegios Weasley?
—Pensé que si habias sido tú y me estaba matando la culpa — la rubia abrió el otro tupper topándose con una papilla de color amarilla — ¿Papilla? ¿En serio?
—Te dije que Zib está practicando, es de mango — se puso de pie —, termina de comerla tenemos que ir a Sortilegios Weasley o ella me matara por hacerla esperar tanto tiempo.
—Ya voy.
Lys se apresuró a comer las galletas que le quedaban y la papilla que Zib le mando, se sentía como un bebe comiendo eso.
¿Un bebé?
¿Acaso Zib y Fred...?
Tal vez.
Fred y Lys aparecieron frente al local de Sortilegios Weasley, el pelirrojo le abrió la puerta para dejar que ella pasara primero seguida por él.
Al entrar se topo con Harry y Ronald atendiendo a varios estudiantes de Hogwarts que preguntaban por el surtido salta clases, mientras Zibelth se encargaba de cobrar y explicarle a las chicas el uso de pociones de amor y belleza.
—Ya llegamos — anuncio Fred saludando a su esposa con un cariñoso beso, las niñas que estaban frente a ellos soltaron un "aww" en coro, la azabache solo les sonrió dulcemente —, traje a Lys.
—Gracias, amor — Fred se quedó atendiendo a las chicas y Zibelth fue con la rubia — ¡Lys! — parecía emocionada y la rodeo con los brazos —, en la mañana Fred y yo te encontramos completamente dormida en Sortilegio, fui a hacer el desayuno para ti y cuando regrese ya no estabas — hizo un pequeño puchero separándose de su amiga —, me siento ofendida, te fuiste de fiesta y no me llevaste.
—Zib, no fue una fiesta — explico Lys—, fui a ver a un posible socio para la asociación...
—¿Y qué paso? ¿Si va a hacer la aportación?
—Solo fue porque creyó que podría acostarse conmigo — soltó un suspiro, estaba cansada de que los hombres fueran tan asquerosos, a ella le interesaba un socio no alguien con quien acostarse y la mayoría de varones que según estaba interesados en hablar con ella solo era para intentar ligar, si seguía a ese paso nunca encontraría a alguien —, solo me quedan unos cuantos días.
—¿Confías en mí? —la rubia confirmo con un movimiento de cabeza—, bien, entonces yo te conseguiré un socio ¿De acuerdo?
—Zib, no es necesario— la azabache desde hace días que insista en conseguirle algunos socios, pero ella se negaba a aceptar su ayuda, no quería ser una molestia para ella —, en algún momento llegara alguno.
—Déjalos en mis manos, bebé — la azabache dejo un beso en su mejilla y se alejó unos centímetros —, ahora, vamos me acompañaras en una misión secreta junto con Harry.
—¿Misión secreta? ¿Zib a dónde iremos?
—A Grimmauld Place, con mi papa.
Zib dejo a Delacour para ir por Harry despidiéndose de Ron con un beso en la mejilla.
—¡Hola, Lys! — saludo animadamente Potter — ¿Cómo estás?
—Bien, gracias ¿tú que tal?
Potter lucia muy relajado ese día, las últimas veces que lo habia visto en casa de Sirius siempre andaba con el uniforme de Auror y parecía demasiado estresado.
—Todo bien, al fin tuve un día de descanso —Ambos se quedaron viendo la escena de Zib y Fred que intercambiaban un beso muy acalorado, incluso Fred apretó el trasero de Zibelth sin ningún disimulo o vergüenza por que los vieran — ¡Weasley, manos donde pueda verlas!
Grito Harry ganándose la risa de la gente que estaba cerca, Zib beso por última vez a su esposo que parecía no dejarla ir para volver con ellos.
—Vamos.
—Creí que se encerrarían en el departamento de atrás — bromeo Lys.
—Harry nos interrumpió, ni tiempo me dio de hacerlo rápido — los tres salieron de Sortilegios Weasley.
—No quiero saber de tu vida sexual con Fred, Zibelth, es asqueroso tener que ver los besos que él te da, parece que te quisiera comer.
—Como si tú lo hicieras con, Ginny — Harry se puso completamente rojo, ganando la risa de las chicas —¿Preparaste lo que te pedí?
Lys después de días se sentía tranquila y regalada en compañía de esos dos azabaches y sus bromas.
—Aquí esta, enserio, Zib es una mala idea — saco un bolígrafo muggle —, Fred me va a matar cuando se entere que te ayude.
—Él no se va a enterar ¿Cuánto tiempo nos queda?
Lys los miro sin entender a que se referían, el chico observo el reloj de su muñeca izquierda.
—Dos minutos.
—Lys, vamos — la azabache tomo el brazo de la rubia para acercarla.
—¿Qué eso?
—Un traslador.
—¿A dónde iremos? No es más fácil usar la red Flu — Lys observo a Harry parecía contrariado como si no estuviera muy de acuerdo con eso — ¿Por qué Harry parece nervioso?
—Porque Fred me matara cuando se entere que ayude a Zibelth con sus locuras — explico el menor —, enserio esto es una estupidez...treinta segundos.
—Lys, vamos.
Sin esperar respuesta Zib tomo la mano de la riba poniendo los dedos de ambas sobre el traslador.
Lys cayo de sentón sobre el duro suelo de tierra, a su lado Harry cayo de la misma manera la única que llego con gran elegancia fue Zibelth que parecía muy acostumbrada a viajar por traslador.
—Vamos.
Zib comenzó a caminar seguida de los otros dos, se encontraba en un gran campo vacío, no parecía haber nada cerca de ahí, apenas y el sol iluminaba un poco por la gran arboleda que los rodeaba.
En lo único que pensaba Lys eran en porque Zibelth no le pudo avisar que irían a un lugar así, a pesar de traer pantalón llevaba uno altos zapatos de tacón delgado, en cambio la azabache parecía muy cómoda con un jeans, tenis y una sudadera que seguramente pertenecía a Fred.
Lys, Zib y Harry entraron a una vieja casa desgastada, parecía abandonada y demasiado sucia.
Ni siquiera tenía puerta o cristales en las ventanas, las paredes tenían distintos símbolos dibujados con lo que tal vez era sangre o pintura roja.
—¿Zib dónde estamos? Esto no es la casa Black.
La rubia seguía a la azabache que era sostenida del brazo por Potter para que no se fuera a caer.
—Zib, esto no es buena idea — hablo el menor —, tienes que guardar reposo, no estar aquí.
—Es algo en lo que ustedes dos me van a ayudar — explico Zibelth para bajar unas oscuras escaleras, los tres sacaron sus varitas y conjuraron un lumos que alumbraba demasiado bien —, Fred no quiere, pero él no me va a detener.
—Zib, creo que deberías de hacerle caso a Fred, él lo hace por tu bien — trato de hacerla razonar, su sentido de premonición le decía que no era buena —, mejor regresemos.
—Ya estamos aquí, vamos.
Zib termino de bajar las escaleras seguida de la rubia y el moreno que no parecían muy seguros, la azabache abrió la puerta de madera podrida, el aroma a lavanda se hizo fuerte para todos mezclado con distintas hiervas e inciensos.
—¡Por Dios! — musitaron los dos azabaches.
—¿Qué es todo esto?
Lys observo todo el sótano, sus varitas apenas lo lograban iluminar, pero junto a una pared habia una mesa llena de velas y distintos vasos con líquidos extraños, los tres se acercaron para ver de cerca.
—¿Somos nosotras? — Lys se fijó en las fotos de la pared, era ella, George, Zib, Fred e incluso la familia Weasley y los Black — ¿Zibelth de quien es esta casa?
—La vieja casa de campo de la familia Yaxley — la Black tomo una foto, era ella y una de sus viejas amigas del instituto —... ¿Harry?
—¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal? — él fue de inmediato a su lado y vio la foto que le extendía — ¿Ellie...no estaba muerta? Bellatrix la mato.
— ¡Mierda! ¿Cómo no nos dimos cuenta antes? Ve el parecido entre ambas.
Lys los miraba sin comprender.
—Zib ¿Todo esto es de Katie?
—Estuve en el ministerio leyendo los archivos sobre la familia Yaxley — Zib movía las cosas que estaban en la mesa, habia hasta animales muertos —, descubrí que su familia viene de una religión muggle, llamada vudú... ellos se dedicaban a cierto tipo de magia negra de África, es algo difícil de explicar y desconocida por nosotros los magos.
Lys tomo una caja en la que estaban unos pequeños muñecos que parecían ser de paja o algo extraño.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Por algo George se volvió así — Zib se acercó a la rubia y tomo uno de los muñecos — ¿No ves el parecido?
Lys le entrego la caja a Zibelth para tomar la pequeña figura, al verla mejor distinguió que tenía cabello rojizo que parecía real y más cosas características del pelirrojo.
—¿Este es George? ¿Qué le hizo esa loca?
—Un hechizo de magia negra muggle —Zib seguía viendo los muñecos—, Katie no es tan estúpida como creímos, ella no usaría magia convencional porque sabe que la detectaríamos e cambio nosotros no tenemos conocimientos sobre la que usan los muggles.
—¿Sabes cómo romperlo? — puso más atención en Zibelth que dejo caer la caja mientras sostenía dos pequeñas muñecas, su rostro estaba completamente pálido — ¡¿Zib?!
Harry y ella se acercaron rápidamente ya que la Black parecía apunto de desmayarse.
—¿Qué es eso? — Harry y Lys observaron las dos muñecas.
Una tenia cabello rubio, que Lys reconoció como suyo, estaba amarrada con hilo negro mientras a otra, que estaba segura que se trataba de Zibelth por el cabello tan negro tenía dos alfileres clavados donde se suponía que debería de estar el estómago.
—¿Somos tú y yo, Zib? ¿Qué se supone que significa?
—No estoy segura — Zibelth parecía asustada—, pero, según las historias sobre magia negra muggle siempre que se hace un hechizo, el que lo realiza tiene un karma en su vida que obviamente es malo — hizo una pausa tratando de contener las ganas de vomitar —, creo que nos está pasando su karma a nosotras.
Zibelth no pudo contenerse más por lo que fue a una esquina a vomitar todo lo que pudo, Lys fue tras ella para sostener su cabello.
Lys, al igual que la azabache tenía miedo, miedo a lo desconocido, se estaban enfrentando a algo de lo que ellas no tenían conocimiento alguno y no estaban seguras si los hechizos normales servirían para algo.
No podía sacar de su mente la imagen de la rubia sobre la cama, parecía tan frágil y destruida que le dolía el pecho, era algo extraño.
Ni siquiera entendía porque la defendió y llevo hasta el departamento de Sortilegios Weasley en Hogsmeade, ella lo había hechizado y manipulado con sus estúpidos poderes veela.
¿Entonces porque le dolía verla y escuchar su nombre?
No tenía los recuerdos muy claros de lo que vivió con ella, pero por lo que le conto Katie, Lys se encargó de separarlos, aprovecho cuando estaba devastado por el casamiento de Zib con Fred y se metió en su cabeza controlando todas sus acciones y pensamientos llevándolo a creer que estaba enamorado de ella.
Él amaba a Katie, de eso estaba seguro, siempre quería estar con ella y no encontraba a ninguna mujer mejor que ella, era tan dulce y amable que no entendía porque su familia no podía apreciarla.
Soltó un suspiro al entrar al departamento que tenía en el callejón Diagon, su entre pierna dolía, tenía el pene increíblemente erecto todo eso lo habia provoco la chica Delacour, no podía negar que tenía un gran cuerpo.
Paso por su habitación y distinguió que Katie estaba completamente dormida, la pobre seguramente se habría quedado esperándolo hasta que volviera ya que le dijo que solo iría a la sucursal de Hogsmeade por unas cuantas cajas de Surtido salta clases que le hacían falta, ella lo amaba demasiado no era justo que estuviera deseando a otra cuando tenía una novia que lo esperaba para dormir.
Con todo el silencio que pudo entro al baño, cerró la puerta y una vez ahí desabrocho su pantalón y bajo su bóxer liberando su miembro empalmado, le dolía y el líquido pre seminal escurría un poco, hace días que no podía mantener una erección, desde que él y Katie comenzaron a vivir juntos no habían tenido sexo siempre que lo intentaban él no lo lograba.
Acaricio suavemente su longitud para soltar un gemido disfrutando del toque.
Se sentía jodidamente bien hacerlo.
Cerro los ojos auto acariciándose más rápido, más suspiros escapaban de sus labios y al cerrar los ojos gozando del placer que lo llenaba, en su mente se plantó la imagen de la rubia debajo de él, con el cabello completamente despeinado y la mejilla sonrojada.
Sintió como su pene se endurecía entre su mano con solo pensar en ella.
<<" George...George">>
Una voz en su cabeza se hizo presente, sonaba cargada de placer y erotismo, parecía disfrutar lo que él le estuviera haciendo.
Sus auto caricias se volvieron más rápidas sin sacar a Lys Delacour de su mente, se la imaginaba completamente desnuda y por fin reconoció la voz, era de ella.
—Mierda — suspiro al sentir como un cosquilleo lo recorría desde la parte baja de su abdomen hasta los testículos —...Lyssane.
Sin poder controlarlo ese nombre escapo de sus labios en un gemido lleno de éxtasis, la deseaba, la deseaba demasiado.
Su mano subía y baja rápidamente por toda su longitud sentía que pronto se liberaría.
—¿George? — la puerta del baño se abrió dejando ver la melena castaña de Katie que lo veía con curiosidad —...vaya.
—Katie — musito el pelirrojo deteniéndose, rogando que ella no lo hubiera escuchado cuando dijo el nombre de Lys, sabía que estaba mal pero no podía controlarlo.
—Al parecer te hace falta ayuda.
Sin esperárselo, Katie le rodeo el cuello con los brazos atrayéndolo hacia ella, ambos se unieron en un beso desesperado.
George el tomo de la cintura y con unos cuantos movimientos se deshizo de sus zapatos, pantalón y bóxer dejándolos en el suelo del baño.
Los besos eran salvajes y dementes por parte de Katie, pero el pelirrojo no se explicaba porque de repente la culpa lo invadió, como si estuviera cometiendo el peor de los pecados.
Trato de hacer caso omiso a ese sentimiento de culpa, para guiar a Katie a la cama sin dejar de besarla mientras quitaba la delgada blusa que usaba por pijama.
La recostó para ponerse sobre ella.
—Georgie...
Suspiro la castaña al sentir los húmedos besos del pelirrojo sobre su cuello, acariciaba suavemente la pecosa espalda del chico.
Las manos de George buscaban el inicio del short para quitarlo sin dejar de lamer y morderle el cuello, inhalo el aroma que desprendía el cabello de Katie: lavanda, y las náuseas se hicieron presente, no le gustaba ese aroma.
—¿George?
Katie lo miro extrañada al ver que se detenía y parecía cerrar los ojos con fuerza.
—¿Estas bien?
<<" Je t'aimé, George">>
Escuchaba la voz de Lys en su cabeza y el aroma a mandarinas se hacía fuerte, la cabeza le comenzó a doler de manera horrible, como si un martillo estuviera golpeándole sin detener.
La sangre escurrió de su nariz y lo único que pudo hacer fue quitarse de encima de Katie y acostarse a lado en posición fetal apretando su cabeza, miles de imágenes lo llenaban junto con sonidos eróticos, cada vez era más fuerte.
—¡George, George!
La voz de Katie se escuchaba a la lejanía como un susurro, cerró los ojos con fuerza y en lugar de oscuridad se encontró con una gran luz y la calidez lo invadió, lo último que vio fueron unos ojos verdes que le observaban con gran cariño y dulzura para caer en la completa inconciencia
George abrió los ojos al sentir la luz molestarlo, parpadeo unos segundos para tallarse la cara con fuerza, observo todo a su alrededor, no comprendía que le estaba pasando, siempre que intentaba tener sexo con su novia nunca podía, por lo regular no lograba mantener una erección y esta vez fue por ese extraño dolor de cabeza y los recuerdos de la rubia.
No sabía que estaba pasando con su vida, de un momento a otro todos sus recuerdos se habían nublado, solo tenía conciencia de algunos en los que Lys Delacour era la protagonista y otros en los que estaba con Fred y Zib en la boda, pero solo era imágenes borrosas.
Katie le habia explicado que todo eso eran síntomas después de haber estado casi un año bajo los efectos de una veela, la pérdida de memoria el principal.
Pero, entonces ¿Por qué su familia se esforzaba en defender a Lys? ¿A caso ella los hechizos de una u otra forma logrando controlarlos?
Si dio cuenta que seguía en la misma posición que anoche cuando quedo inconsciente
¿A caso a Katie no le importo? Aún tenía un poco de sangre seca en la nariz y todo estaba igual que anoche.
Bueno, Katie era una mujer ocupada, tal vez por eso no le dio tiempo de ayudarlo.
Se puso de pie para ir al baño y tomar una ducha rápida, tenía que bajar a abrir la tienda.
Le molestaba el estar peleado con Fred, aun no procesaba bien las palabras que le dijo hace una semana en la madriguera, el gemelo mayor ya no lo consideraba un hermano y eso claro que le dolía.
¿Pero por qué hacía tanto escándalo?
No era para tanto, está bien, quizá si se pasó un poco con lo que le dijo y en como trato a Zibelth.
Zibelth Black, estaba seguro que era su mejor amiga, siempre confiaba en ella y se apoyaban mutuamente, inclusive estuvo enamorado de ella durante siete años.
Pero algo no cuadraba, ¿en qué momento dejo de estarlo?
Katie decía que fue después de que ellos dos empezaron a salir, inclusive él le pidió matrimonio, pero era como si faltara algo más, algo importante que no estuviera recordando.
Claro que quería a Katie, pero no sentía lo mismo que alguna vez llego a sentir por la novia de su hermano, ni siquiera estaba seguro si amaba a Katie o si ella era el amor de su vida, pero algo dentro de él lo obligaba a decir esas palabras frente a la gente, siempre que se molestaba no podía contener las palabras acciones, era como si algo más lo controlara.
Salió del baño para tomar una camisa de color oscuro y un pantalón negro, de inmediato saco un bóxer limpio y se vistió, fue al cajón donde guardaba sus corbatas y al buscar su favorita se topó con varias prendas de encaje, no las reconocía, Katie nunca usaba nada de ese tipo de tela.
Tomo una de ella entre sus dedos, negra y demasiado pequeña, apenas y cubriría el trasero de alguien, un sentimiento de nostalgia recorrió su pecho.
y de repente se sintió vacío, habia perdido algo importante pero no sabía de qué se trataba.
Era tan importante que su pecho dolía y un nudo en la garganta se le formaba.
(N/T:
Holi, creo que ya varias se están dando cuenta de lo que está usando Katie, jeje, he leído muchas de sus teorías y algunas estaban casi en lo correcto.
De igual forma, pronto subiré un post explicando que tipo de magia usa Katie a ig para que lo comprendan mejor.
Muchas gracias a todas las que me mandan mensajes diciendo cuanto les gusta mi novela, siempre trato de contestarles a todas y si a alguna no lo he hecho lo siento mucho es que me distraigo muy fácilmente con el grupo que tenemos en WhatsApp, ya todas sabes lo mucho que las quiero.
Buen, eso es todo, muchas gracias por su apoyo, las tqm)
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