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XIX: Mal augurio

George inicio el día con una extraña presión en el pecho y la sensación de que ese día no sería nada bueno, quizá fue porque se levantó literalmente con el pie izquierdo o porque rompió el espejo que estaba en su habitación, inclusive, no supo cómo, pero incendio su corbata purpura favorita con un mal movimiento de varita.

Soltó un bufido mientras buscaba otra corbata que ponerse en su cajón pero en lugar de eso encontró unas bragas de encaje negro muy pequeñas y sugerentes, una sonrisa estúpida adorno su rostro recordando a la rubia dueña de estas, la imagen de Lys solo en bragas y con su camisa puesta inundo su mente, estos ultimas días no dejaba de pensarla de alguna u otra manera siempre la recordaba, ya fuera con tan solo ver algo de color verde casi tan brillante como sus ojos o con oler la almohada de lado derecho de la cama que era donde dormía ella cada que se quedaba en su departamento, y la que tenía un fuerte aroma mandarinas.

No entendía como es que Delacour siempre olía a esa fruta, ¿A caso era su perfume o su aroma natural?

Decidió ir sin corbata, dejo la braga junto a su ropa interior para salir de la habitación y bajar a la tienda, donde seguramente su hermano ya lo estaría esperando, en el camino agito la cabeza tratando de olvidar la perfecta sonrisa de la rubia.

Al entrar pudo ver al otro pelirrojo muy concentrado en acomodar los filtros de amor.

-No sé si debamos venderlos - llamo la atención del mayor, que volteo a verlo con la ceja levantada -, creo que no me salieron bien.

-¿A qué te refieres? Siempre te quedan bien a la primera.

-Sí, pero esta vez no - se quedó en silencio unos segundos -, cuando lo olí, tenía un aroma diferente, tal vez le puse algo de menos.

-¿Estás seguro?

Fred tomo una botella con Amortentia para abrirla.

-Sí, si no me crees huélela - señalo lo que tenía entre las manos -, veras que huele distinto.

-A ver - acerco la pequeña botella hasta sus fosas nasales para aspirar el aroma -, George.

-¿Ves? - hizo un gesto indicando que tenía razón -, huele distinto.

-Yo huelo a la torta de melaza que hace mamá, madera de escoba, fuegos artificiales, pólvora y - volvió a aspirar -, a frambuesa y frutos rojos que es a lo que huele Zib- sonrió viendo a su hermano -, hermano, mi Amortentia huele exactamente igual desde hace siete años, no creo que este mal.

-¿Qué? ¡No! - trato de quitarle la botella a Fred, pero este se movió para seguir oliéndola con una sonrisa estúpida y burlona -, la mía no huele igual que siempre, trae acá.

George se la trato de quitar per Fred no se la quería dar, por lo que empezaron a jalonearla hasta que se derramo toda en el suelo.

-¡George!

-¡Fred!

Exclamaron al mismo tiempo.

-Fue tu culpa por no pedirla por favor - Fred veía a su gemelo acusadoramente - ¿A qué te huele la Amortentia?

George hizo una mueca e inhalo para percibir el aroma que ahora había en el ambiente.

-A los panecillos que hace mamá cada navidad, pólvora, a la Madriguera - trato de oler más para ver si podía identificar el ultimo aroma -, a algo fresco, como un cítrico...pero no logro dar muy bien que es, es algo leve, pero está ahí -hizo una pausa -, pero no olía así, no es posible que cambie de la noche a la mañana o ¿sí?

-La verdad, no sé, Georgie, tal vez - se encogió de hombro -, pero bueno, yo creo que la hiciste bien -alzo la botella que está en el piso -voy a rellenarla.

George solo asintió para seguir acomodando las cosas mientras seguía oliendo la Amortentia, y ese leve aroma a cítrico, no era muy fuerte, al contrario, parecía como si apenas empezara a formarse para remplazar el aroma de Zib, sigue concentrado con ese aroma tratando de saber que era hasta que la imagen de Lys Delacour cocinando con solo su playera puesta volvía a su cabeza.

No entendía porque estaba pensando más de la cuenta en ella, tal vez se debía a que pasaban mucho tiempo junto y eso le agradaba, si sin duda debía ser eso.

Termino de arreglar las cosas y con un movimiento de varita limpio el líquido del piso.

La mañana fue demasiado tranquila para George, hasta que llego una lechuza con un paquete, el cual tomo y el ave antes de irse paso volando sobre su cabeza.

-¡Maldito pollo!

Grito George al sentir algo caliente sobre su cabeza y supo que la lechuza había cagado su cabello. En serio que su día no podía ir peor. Saco la varita de la bolsa trasera de su pantalón y se limpió rápidamente antes de que Fred lo viera y empezara a burlarse.

Abrió la pequeña caja que estaba sobre el mostrador y tomo el pedazo de pergamino que había ahí.

"Georgie, pequeño, Georgie:

Deberías de aprender a tomar mejores decisiones, y tener un mejor gusto por las chicas.

Por cierto, me he dado cuenta de que Lys y Zibelth son muy buenas amigas, ¿Lys sabe de tu enamoramiento por la pulgosa aquella?

¿Sabes? Lys y yo hemos tenido una muy buena platica, déjame decirte que su carácter no es el mejor, demasiado molesta para serte sincera.

Pero estoy segura que pronto te arrepentirás de no tomar la mejor elección, recuerda que todo tiene consecuencias, y yo no soy muy amable todo el tiempo.

También eh notado que tu adorada rubia tiene a un cierto "amiguito" muy cercano a ella en Hogwarts, debo de admitir que es lindo y hacen una buena pareja.

Te mando algo para que te entretengas un rato.

Nos veremos pronto.

Besos.

K.Y"

George arrugo el papel con enojo, ya estaba cansado de sus estúpidas cartas, pensó que tal vez ignorándolas ella pararía, pero parecía ser todo lo contrario, estaba tentado a tomar la idea de Fred de volverla en un sapo, si colmaba más su paciencia así lo haría.

Vio el interior de la caja y se topó con varias fotos mágicas, en varias salían Lys y Zibelth juntas ya fuera comiendo en algún restaurante o cuando algunas veces se habían topado en sortilegios Weasley e inclusive salían Fred y él junto con ellas, seguramente Katie los había estado siguiendo, pero lo que más le llamo la atención fueron tres fotos hasta el fondo.

En las tres salía la chica francesa, se veía tan bonita como siempre, mientras sonreía a lado de un chico rubio, salían muy juntos y parecía que estaban en algún restaurante comiendo.

Los nudillos de George se volvieron completamente blancos al cerrar las manos en puños, distinguió al hombre que salía con Lys en las fotos, se trataba de Neville Longbottom, sintió como la sensación de enojo comenzaba a recorrer su cuerpo, ¿Por qué diablos tenía que estar ese idiota junto a ella? Y más con esa sonrisa de idiota ¿No podía simplemente concentrarse en sus plantitas o algo así y dejar a Delacour en paz?

En ese momento quería ir a Hogwarts y golpear al estúpido rubio.

-¡George!

Fred llevaba rato llamando a su hermano, pero como no le respondía fue a buscarlo para encontrarlo en el mostrador viendo quien sabe qué cosa, pero estaba seguro que era algo malo ya que su cuerpo estaba completamente tenso y la mandíbula la tenía apretada.

-Hey, George, ¿qué paso?

-Katie, eso paso.

-¿Qué es eso? - se acercó tratando de ver las fotos -, ¿Es Lys? ¿Nosotros también? - las comenzó a mover viendo cada una con asombro, no podía creer que esa mujer estuviera tan loca -, ¡¿Esta es Zib?! ¡Te juro que, si intenta hacer algo contra ella, la voy a matar! No ve a importar terminar en Azkaban

George no respondió, pero rápidamente pateo la bola de papel con el pedazo de pergamino escondiéndola bajo el mostrador, no quería que Fred leyera la nota.

-Al parecer nos ha estado siguiendo - dejo las fotos en las que salían Lys y Neville junto con las demás -, está empeñada en que vuelva con ella.

-Enserio, hermano, tienes que buscar como pararla - Fred se quedó pensativo durante unos segundos -, pero tampoco quiero que vuelvas con ella, está completamente loca.

-¡Lo sé! Le dije claramente que no quería saber nada de ella - soltó un suspiro para dejarse caer sobre la silla más cercana que encontró -, pero no entiendo, e ignorado cada una de sus cartas.

-No sé qué decirte hermano, no se me ocurre nada, pero saldremos de esta juntos, como siempre - le sonrió para tomar una de las fotos en las que salían los rubios - ¿Lys y Neville? - George asintió mientras veía el piso- ¿Ellos están saliendo?

-¡No sé!

Respondió frustrado, no entendía porque le molestaba tanto ver Lys con alguien más que no fuera él.

-Pero tú y ella...

-Solo somos amigos - paso la mano entre su cabello con molestia -, ya sabes, disfrutamos juntos, nunca pusimos reglas o que fuéramos exclusivos.

-Pareces molesto.

-¡Lo estoy! ¡Mierda, lo estoy y no sé porque me molesta tanto! - vio a su hermano con sufrimiento en la mirada -, se supone que solo somos amigos que tienen sexo, lo que ella haga o con quien salga no me debería de molestar...

-Pero lo hace - Fred sonrió para sus adentros disfrutando de ver a su hermano de esa forma, era tan divertido ver lo estúpido que era -, ¿no será que ella te gusta?

George centro la vista en la pared mientras recordaba a Lys la cual siempre llamaba la atención en el lugar que estuviera, quizá por su hermoso, brillante y largo cabello dorado como el sol o por su cuerpo de infarto, que conocía más que bien cada una de sus pronunciadas curvas porque le encantaban tanto sus pechos y trasero tonificado, más cuando usaba esos conjuntos de ropa interior pequeña de encaje que resaltaban más la piel nívea y ni hablar de sus hermosas piernas, eran perfectas y tan suaves al tacto, estaba seguro que amaría tenerlas todos los días encima de sus hombros mientras las follaba duramente. Y luego recordó su rostro, tan fino y de pómulos marcados, en el cual apenas y había unas escasas pecas y un lunar debajo del ojo izquierdo, su nariz era pequeña y recta dándole una apariencia tierna con esos labios color durazno, pero lo que más le gustaban eran sus ojos tan verdes y expresivos, con tan solo verlos podía conocer sus sentimientos, y oh mierda, su parte favorita era cuando se oscurecían demostrando toda la pasión y deseo que sentía cuando estaba con él.

Pero aparte de lo físico había algo más, era una persona tan cálida y dulce, George no estaba seguro, pero cada que la veía o estaba con él sentía que era como un sol en iluminando su monótona vida, siempre lo hacía reír y sabia como reconfortarlo con solo palabras e inclusive los silencios con ella no eran para nada incomodos.

-Sí, Lys Delacour me gusta.

Respondió sin poner mucha atención a sus palabras.

Fred celebro discretamente, aunque era algo obvio para él, aunque al parecer George no comprendía aun sus sentimientos, así que era su deber como hermano mayor ayudarlo en ese arduo trabajo.

-¿De gustar gustar o gustar solo gustar?

George observo a su hermano con confusión, ¿qué tenía que responder ahí? Le gustaba estar con Lys, le gustaba el físico y la personalidad de Lys y le gustaba estar entre las piernas de ella, ¿qué más había allá de eso? Solo era simplemente gustar ¿o no?

-Solo me gusta y ya, Fred.

George se levantó para ver la hora, pues aún se tenían que alistar para ir a la Madriguera donde su familia los esperaría a las siete de la noche para una cena, era como la "despedida de solteros" de Fred y Zib, o bueno eso había dicho su madre, ya que ninguno de los dos próximos a casarse había querido una despedida de solteros como la que alguna vez le hicieron a Bill en la que termino completamente ebrio.

Fred se excusaba en que no le interesaba ver a ninguna otra mujer bailar semidesnuda y que de embriagarse lo podría hacer en la comodidad de su hogar, así que nadie le quiso llevar la contraria ya que el gemelo mayor era extremadamente terco en sus decisiones y nada lo haría cambiar de opinión.

-Voy a salir un rato, Fred, ¿me cubres?

El mayor asintió y George fue a la entrada de Sortilegios Weasley.

-Oye, Georgie - llamó Fred y él volteo a verlo - ¿Lys te gusta para que sea tu novia?

George se quedó pasmado unos segundos, ¿Lys Delacour siendo su novia? Nunca se lo había planteado, de hecho, nunca había planteado tener una novia después de Katie, ya que sabía que su amor por Zib era más grande que por cualquiera, pero ahora todo parecía tan distinto, sabía que amaba de cierta forma a Zibelth Black, pero ya no parecía ser tan intenso como meses atrás, ya casi no la pensaba y los celos que sentía antes por verla con Fred comenzaban a ser menores.

-Nos vemos en la Madriguera, Freddie.

Le sonrió y salió de ahí sin escuchar lo demás que tenía que decir su hermano.

Al salir del caldero chorreante camino unas cuantas calles muggles hasta que llego a una nueva y famosa pastelería francesa llamada Lauree que acaban de abrir en Londres hace unas semanas.

Era un local grande y muy elegante, todas las paredes eran de un rosa palo y tenía candelabros dorados que iluminaban el lugar de una forma brillante, en medio había una enorme pila de macarons de diversos colores y en las paredes había muchos exhibidores con más postres que parecían deliciosos.

-Buenas tardes - George le hablo a la chica que atendía, parecía demasiado joven, esta al escuchar su ronca voz volteo y al verlo su rostro se sonrojo -, me podrías dar una caja de macarons en color rosa, por favor.

-S..s..si, en seguida, señor.

La chica tartamudeo para salir casi corriendo de ahí, George sonrió levemente al ver el nerviosismo de la chica que inclusive casi se cae.

Siguió recorriendo la pastelería, estaba seguro que había hecho una buena elección, pues ella le había dicho que su postre favorito eran los macarons de esa pastelería, porque existía una igual en su ciudad natal.

Camino por los pasillos de Hogwarts algo rápido, no tenía tanto tiempo como hubiera esperado, se tardó de más en la pastelería viendo todas las cosas deliciosas que había ahí e inclusive compro algunos postres para la cena con su familia, seguramente su mamá tenía mucho trabajo y podría ahorrarle el preparar el postre.

Se recargo en el marco de la puerta, mientras la veía, su cabello se movía cada que ella caminaba al frente del salón explicando el uso de algún hechizo, todos los alumnos parecían de tercer grado, le recordó a él mismo cuando estudiaba ahí junto con Fred, pero al contrario de ellos, esos chicos parecían muy concentrados en su clase o más bien en la profesora Delacour, aunque bueno, él nunca tuvo una profesora tan preciosa como ella.

Espero unos segundo más mientras recorría su cuerpo con la mirada, llevaba una falda por arriba de la rodilla en color negro dejando ver sus torneadas piernas y marcando más su perfecto trasero, George estaba seguro que llevaba una tanga para que no se marcaran las costuras en la ropa, y sonrió imaginándose a él mismo arrancándole la ropa interior para follarla sobre el escritorio, aparte que la camisa blanca con los dos botones abiertos le daba un aire elegante pero al mismo tiempo sensual, como ella era, algo que admiraba mucho el pelirrojo en Lys es que siempre tenía ese perfecto balance entre elegancia y sensualidad, nunca entendería como lo lograba.

Los menores comenzaron a salir, algunos los saludaban con un "buenas tardes" y les respondía junto con una sonrisa, se acercó hasta el escritorio donde Lys estaba sentada al parecer revisando algunos pergaminos.

-Buenas tardes - se fijó en que tenía el cabello recogido de una forma extraña pero que la hacía ver bonita y lucir su pálido cuello, e inclusive alcanzo a distinguir unas pequeñas marcas rojas que el maquillaje no había cubierto bien, sin duda eran las que le había hecho el sábado pasado en la cocina de la casa Black -, profesora Delacour.

Lys alzo la mirada para toparse a su pelirrojo favorito con una sonrisa en el rostro mientras le extendía una bonita caja de color blanca con detalles rosas pastel adornada por un lazo rojo.

-¡Georgie! - se levantó para acercarse a él y tomar lo que él le extendía -, ¿Y esto ¿Qué es?

-Estuve en el Londres muggle - comenzó a explicar -, vi esa pastelería que te gusta y recordé que tus postres favoritos son los macarons rosas, así que te traje una caja.

George no iba a admitir ante nadie que había viajado especialmente hasta el Londres muggle solo porque quería traerle esos dulces que tanto adoraba.

-No te hubieras molestado - sonrió para abrazarlo y el pelirrojo correspondió de inmediato-, gracias, cielo.

Sonrió, sí que había valido traerle esos postres a cambio de una sonrisa de la rubia.

-De nada.

La tomo por la barbilla para que alzara el rostro, se vieron por unos segundos a los ojos y se besaron, pero esta vez fue un poco distinta a todas las demás, era un beso calmado y pausado, que ambos disfrutaban recorriendo los labios, George se esencia extasiado por el sabor de la rubia y el aroma a mandarina inundo sus fosas nasales, solo que ahora era un poco más sutil y, por unos segundos, eso le recordó al olor de su Amortentia, su corazón se aceleró con fuerza y de nuevo sintió el aleteo en su pecho, quizá solo estaba confundiendo los aromas...

Ambos se separaron con una sonrisa en el rostro.

-¿Cómo estás?

-Bien - le sonrió mientras dejaba la otra caja sobre uno de los bancos donde se sentaban los estudiantes -, ¿y tú? Tus alumnos parecían disfrutar de la clase.

-Bien, también - se sentó sobre el escritorio y dejo la caja que le acababa de dar el pelirrojo detrás -, me alegro que eso parezca.

-Me hubiera gustado tener una profesora como tú en mis épocas de estudiante - se acercó a ella para quedar en medio de sus piernas -, sin duda hubiera entrado a todas mis clases.

Comenzó a acariciar lentamente la pierna derecha de la rubia con las llenas de sus dedos, mientras su otra mano descasaba sobre su pequeña cintura.

-¿Ah, ¿sí? - alzo el rostro para verlo a los ojos -, me imagino que siempre te iba a tener que castigar.

George sonrió traviesamente al escuchar la voz sensual de Lys y ver como los luceros verdes que tenía por ojos se oscurecían.

-Si eras tú hubiera aceptado todos mis castigos con gusto

Ambos alientos se mezclaban por la cercanía en la que estaban.

-Hubiera estado de acuerdo con Filch de usar el látigo en tu pálido trasero.

-Aun lo puedes hacer, cuando quieras.

La voz de George salió ronca y una incipiente erección apareció en sus pantalones, los dedos de George agarraron el cabello de Lys con fuerza, deshaciendo su peinado, tiro de él hasta que noto como un gruñido salida de la garganta de la rubia. Sus labios se tocaron una y otra vez, mientras sus lenguas jugaban entre ellas. Parecía que ambos competían por ver quién era más rápido, más profundo, más placentero.

Las cálidas manos de Lys se colaron bajo el pantalón y bóxer del chico para comenzar a acariciar su pelvis de forma lenta y tortuosa.

Rompieron el beso para verse con una sonrisa en el rostro.

-Con solo un beso y te pones duro, quien diría que causo ese efecto en ti.

George soltó una ronca risa.

-Es culpa tuya y de tu caliente cuerpo - una de las pequeñas manos de Lys comenzaron a acariciar la erección del chico -, mierda, Lys, tus manos son mágicas.

El chico dio un paso para atrás al ser empujado por Lys, la rubia se arrodillo frente a él para desabrochar el pantalón.

-Si haces ruido nos descubrirán, Georgie.

-¿Mujer, estás loca?

El pelirrojo estaba sorprendido, pero a la vez sumamente excitado por ver lo que Lys estaba por hacer en Hogwarts, en un salón de clases y con la puerta abierta.

-Tengo menos de una hora antes de que llegue mi siguiente grupo, así que sh.

La rubia bajo por completo el pantalón junto con el bóxer, dejando libre el apetitoso pene de George, que estaba demasiado duro y con las venas marcadas, Lys se lamio los labios y le dirigió una sensual mirada al pelirrojo para acariciar su miembro lentamente.

George solo la observaba, y su erección creció más al sentir como la rubia escupía sobre su miembro para acariciar más rápido su erección.

Las caricias siguieron por la longitud de George, causando varios suspiros en él, las manos de Lys eran tan pequeñas y suaves, y junto con su saliva eran demasiado resbaladizas.

-Oh, Dios -George hecho la cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos cuando Lys rodeo la cabeza de su miembro con sus labios -, maldita sea, Lys.

La rubia sonrió para seguir con su trabajo, subía y bajaba a través del largo pene del chico mientras su mano acariciaba lo que su garganta no abarcaba, ponía más empeño cada que escuchaba los gemidos del pelirrojo.

George agarro un puñado de cabello rubio y la empujo más contra su miembro para comenzar a marcar la velocidad con la que necesitaba penetrar la boca de la chica.

Lys sintió que la polla de George golpeo con la úvula, provocando que los ojos se le llenaran de lágrimas, pero siguió succionando el miembro de George a la velocidad que él quería, con una de sus manos acariciaba su miembro y la otra se concentraba en darles pellizcos y caricias a los testículos.

-Mierda, Lys - su voz estaba ronca por tanto placer que la rubia le daba -, eres tan buena niña.

Lys puso más velocidad tanto en sus caricias como en su boca, George le marcaba un ritmo rápido y brusco, en algunos momentos ella sintió que se asfixiaría por el gran tamaño del pene en su boca.

George sintió una oleada de calor recorrer su cuerpo, y su abdomen contraerse.

-Lys - gimió -, me voy a correr.

El chico aumento la velocidad en la cabeza de la rubia por unos segundos, pero cuando sintió como que estaba a punto de llegar al orgasmo, soltó su cabello para alejarse de ella, pero para su sorpresa la rubia lo sostuvo por los muslos y siguió succionando y lamiendo todo lo que podía.

-Maldita sea, bebé.

Lys sintió como ese líquido caliente inundaba su boca, si en esos momentos le preguntaran cuál era su sabor favorito sin pensarlo contestaría el sabor de George.

Trago todo lo que pudo para alejarse del miembro de George con una sonrisa traviesa en la cara. El pelirrojo bajo la vista hacia la rubia y la escena que vio le encanto, Lys tenía el cabello despeinado, los ojos verdes completamente oscuros y una sonrisa traviesa con los labios entre abiertos de los cuales escurrían pequeños hilos de semen.

Le extendió la mano y de un jalón la ayudo a ponerse de pie, Lys lamio sus labios limpiando el resto que tenía en ellos.

-Cada día me vuelves más loco - George la atrajo hacia ella para darle pequeños besos en los labios -, más adicto a ti, nunca me voy a cansar de esto.

-A veces eres tan cursi, Georgie.

La rubia rio mientras que el pelirrojo la sentaba sobre el escritorio.

-Tú lo provocas, cariño.

George la beso para introducir la mano dentro de su falda, acariciando el muslo en el proceso.

-George - se separó la rubia al sentir como le quitaban las bragas-, mi clase va a iniciar, pronto.

-De acuerdo - le enseño las bragas que eran muy diminutas, sus sospechas eran ciertas, Lys llevaba tanga ese día -, me gusta, demasiado tú.

Le guiño el ojo mientras se ponía el bóxer y pantalón.

-¡George, dámelas!

Él le sonrió para acercarlas a su nariz.

-Huelen a ti, y están extremadamente mojadas, lástima que no te pueda devorar hoy sobre ese maldito escritorio.

-¡George! - se paró del escritorio con el rostro sonrojado para acercarse a él y tratar de rebatarle su ropa interior -, dame eso.

El pelirrojo se hizo hacia atrás evitando que se las quitara.

- No lo creo.

- ¡Dámelas!

Se estiro tratando de alcanzarlas, pero George alzaba más el brazo impidiendo que llegara.

-No te las daré, Lys

Le robo un beso mientras reía, sin duda era divertido ver a Lys con esa expresión de preocupación en el rostro.

-Señorita Delacour- un pequeño grupo de alumnos entraron -, lamentamos interrumpirla.

George oculto las bragas entre su mano.

-¡Oh! - Lys estaba extremadamente roja, estaba segura que la había visto besar al pelirrojo -, ¿qué pasa?

-No queríamos interrumpir ahorita que esta con su novio - el pelirrojo sonrió al escuchar esto -, pero no entendimos la tarea, ¿nos la podría explicar?

-¡Si, claro! Siéntense.

Los chicos obedecieron y Lys fue hacia el escritorio seguida de George.

-George, ya dámelas.

-Me las quedo - las metió dentro de la bolsa del pantalón -, de recuerdo.

-¡Weasley!

Le grito en un susurro.

-Nos vemos, cariño.

Sin pensarlo y sin impórtale que estuvieran los alumnos Delacour ahí, beso a Lys cortamente para salir de ahí, no sin antes tomar la caja que había dejado sobre uno de los bancos y despedirse de los alumnos.

Lys se sentía demasiado expuesta, George la había dejado extremadamente mojada y sin bragas.

¡Maldito Weasley!

La cena en la Madriguera acaba terminar, todos estaban en el patio en la gran mesa que habían sacado para disfrutar del sereno de la noche. Estaban todos los Weasley, Harry, Hermione, Tonks, Remus, Sirius y la mamá de Zibelth.

Zibelth estaba a su lado mientras ambos se reían de Fred, que ya había tomado de más y decía incoherencias que les resultaban demasiado divertidas.

-¡Gegieee! - el gemelo mayor jalo a George de la camisa para acercarlo a él -, quiego que me halas una pormesa

Fred arrastraba las palabras.

-Sí, Fred lo que quieras.

Fred tomo la mano de su prometida.

-Quielo que si akgun día - hizo una pausa -, me lega a pasar alco...

-Fred, amor, nada te va a pasar.

Zib acaricio el brazo del pelirrojo.

-Sh, sh - la interrumpió para seguir viendo a George -, si un gia yio falto, cuidagas de esta.

-¿Cómo que esta, idiota?

Exclamo ofendida la azabache mientras George reía.

-Sh, sh, calla - volvió a ver a su gemelo -, plomegte que lia cuidagas, Zibelth Black es el grian amorsh de mi vika, es la única que le da gentigo - hizo una pausa -, y confio en ti hegmanog, sé que tu siegpre estgars para ella.

-Freddie - hablo con voz calmada -, nada te va a pasar tú siempre estarás para cuidarla - George sintió el nudo en la garganta a recordar a su hermano cuando casi murió -, tienes que estar siempre para nosotros.

-Gegiee, pgomegtelo.

-Está bien, lo prometo, Fred.

-okey- le sonrió -, pog ego eresh mi persona favogita, sé que tu nugca me traigionagias.

-Nunca, hermano.

Zib veía toda la escena enternecida, no se imaginaba una vida sin sus clones favoritos.

George observo como Zibelth llevaba a Fred a vomitar al baño, seguramente le tendría que preparar alguna opción para bajarle la ebriedad que tenía, últimamente Fred no soportaba para nada el alcohol.

A lo lejos distinguir una sombra que acababa de hacer una aparición cerca de ellos, trato de enfocar su mirada en la figara de la persona, y...

<<" ¡Maldita sea, no ella!">>

Al verla acercarse se puso de pie rápidamente.

-George, cariño, ¿invitaste a Lys?

Su mama lo alternaba la mirada entre él y la chica que cada vez estaba más cerca.

-No es Lys, mamá.

-¿Entonces quién es, cariño?

La castaña se acercó a la mesa sonriendo, George se sentía tenso y apretaba la mandibula.

-Oh, hola, ustedes deben ser la familia de Georgie, buenas noches - sonrió amablemente -, lamento no haberlos conocido antes.

-¡¿Qué haces aquí, Katie?!

George hablo furioso, no tenía por qué estar en ese lugar, no con su familia, ellos eran aparte de los problemas que tuviera con él

-¡George, no seas grosero! - regaño la matriarca Weasley -, querida siéntate.

-Muchas gracias señora - sonrió y se fijó que dos personas que estaban en la cocina riendo y besándose, y sus ojos brillaron, era el momento perfecto -, solo venía a decirles algo importante.

-¿Qué? ¿George te embarazo?

Hablaron Ron y Ginny con sorpresa, ganándose una mala mirada por parte de sus padres y George.

-Katie - musito George -, por favor, detente.

-¿Qué cosa nos tienes que decir?

Hermione y Fleur la veían con desconfianza, su sonrisa no parecía sincera.

-Algo muy, muy interesante - camino lentamente alrededor de la mesa, pasando por detrás de varios de los presentes que la veían con curiosidad -, ¿Alguna vez se preguntaron por qué George nunca a traído una novia a casa?

George la tomo del brazo para detenerla.

-Es suficiente, vámonos de aquí.

La comenzó a jalar, pero ella se movió bruscamente, soltándose del agarre del pelirrojo, George sabia que no la podía dejar incosiente con un hechizo porque sus padres lo matarían.

-George la vas a lastimar, es una chica.

Arthur se paró para detener a George que estaba muy molesto, nunca lo había visto así, parecía dispuesto a golpearla y Molly se acercó a su hijo para comenzar a regañarlo.

-¡Mamá!

George trataba de pasar a su mamá, pero la mujer no lo dejaba por estarlo riñendo por sus malos modales y su padre lo detenía del brazo.

-Gracias, señores Weasley - rio falsamente -, George siempre ha sido muy dulce, poniendo la felicidad de Fred antes que la suya - exclamo con falso sufrimiento -, oh, pobre, pobre, Georgie, viendo como la mujer que más ama se va con su hermano y no con él.

George trataba de alcanzarla, pero Molly inclusive lo había jalado de la única oreja que tenía por su falta de modales mientras le gritaba varios regaños.

Los demás solo veían a la castaña con confusión.

-¿De qué hablas?

Bill y Charlie abrieron los ojos con sorpresa, al parecer habían entendido todo, Ron se atraganto con la pieza de pollo.

Sirius y Ginny se pusieron de pie para tratar de calmar a Molly y lograr que George callara a la castaña, pero fue demasiado tarde por que la mujer frente a ellos alzo demasiado la voz y claramente dijo:

-¡George a estado enamorado por siete años de Zibelth Black! - se fijó en la pareja que acaba de llegar tomados de la mano-, si Freddie, como lo escuchas tu querido hermano a amado y deseado a tu prometida por tanto tiempo, ¿Por qué crees que nunca tenía una novia formal? ¿Por qué crees que siempre se preocupaba de más por ella? ¿O por qué crees que siempre estaba a su lado? -soltó una risa amarga y Molly y Arthur soltaron bruscamente a George para verlo con sorpresa en el rostro-, a la única mujer que ha amado George Weasley es a tu amada Zibelth, ¿Quién lo diría? Siempre tienen los mismos gustos.



















(N/T: ¡Heey!, creo que nuestro querido George está en problemas.

Gracias a todas por sus votos, comentarios y lecturas, y gracias a las nuevas lecturas que se suman a nosotras, jaja, sean bienvenidas.

En fin, espero leer sus comentarios, ya saben que amo leer todos y cada uno.

Nos leemos♥

PD. Les dejé un spoiler en mi perfil de wattpad por si quieren ir a leerlo, quizá este subiendo algunos spoiler por ahí 👀)

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