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Quince.

Katie.





Lo único que quería George era estar cenando con Fred y Zib, para después ir con su hermano a hacer algún nuevo producto para la tienda, y no estar en ese estúpido restaurante lleno de gente.

De mala gana, entró al local, para buscar la mesa donde lo esperaban, su ceño estaba fruncido, y cualquier persona que le hablara solo ganaba una mala mirada. Llegó, y la vio, estaba igual que antes, solo que ahora tenía el cabello castaño más largo, y podría decir que había subido un poco de peso, años atrás era una chica muy delgada.

—¡Georgie!

La castaña se paró de inmediato, dispuesta a abrazarlo, pero él solo le extendió la mano a forma de saludo sin gesto alguno en el rostro.

—Katie —Soltó su mano para sentarse—. ¿Para qué me mandaste esa carta? Pensé que con habernos saludado esa noche sería más que suficiente.

—Por favor, Georgie, quería ver a mi exnovio favorito —Se sentó frente a él—. Últimamente he pensado mucho en ti.

—¿Y por eso pusiste en la carta «espero que accedas a ir o todos sabrán tu secreto»? —escupió con molestia, poniendo los ojos en blanco.

—Era una forma de asegurarme que vendrías.

Ella le sonrió, George solo tenía una mueca en la boca, no entendía muy bien por qué había salido antes con ella, su personalidad no le agradaba tanto, y menos su voz chillona. Sí, era muy guapa, pero conocía a chicas que lo eran más.

«Por ejemplo, Lys Delacour»

Respondió la voz en su cabeza, a la que pocas veces le hacía caso, pero esta vez estuvo de acuerdo con ella.

—¿Para qué querías verme?

—Vamos, Georgie, ¿no echas de menos los viejos tiempos?

—No me llames Georgie, los únicos que lo hacen son mi familia.

—Pero si éramos tan cercanos, no sé por qué te molesta.

—Por favor, Katie, si me vas a hacer perder más el tiempo, me iré, tengo cosas que hacer.

—Bueno. ¿Cómo estás? —Sonrió socarronamente—. Me enteré por el profeta que tu hermano esta por casarse con tu querida Zibelth Black. ¿Cómo te sientes con eso?

—¿Bien? ¿A qué quieres llegar? —inquirió al límite de su paciencia. Katie Yaxley era la única que lograba que perdiera los estribos con tan poco.

—Oh, George, aún recuerdo lo enamorado que estabas de ella, inclusive me terminaste por esa chica.

—Te terminé porque no estábamos bien juntos, aparte, casi le lanzaste una maldición imperdonable a la novia de mi hermano por una tonta pelea —recriminó frunciendo el ceño y moviendo la pierna bajo la mesa con inquietud.

—Siempre tienes que defenderla a ella, ¿no?

—¿Solo viniste a platicar de Zibelth?

—Claro que no, cariño —George arrugó la nariz al escucharla llamarlo así—, solo tenía curiosidad, has de estar destruido; tu querido hermano quedándose con la chica de tus sueños —Hizo una pausa—. ¿Fred y la Black lo saben? ¿Lo enamorado que estas de ella? ¿O la rubia con la que te besabas aquella noche tan si quiera se lo imagina?

El estómago de George se revolvió, aún seguía confundido con respecto a la Black, pero escuchar a alguien más decir que su hermano se estaba quedando con la chica de sus sueños le causaba un gran revuelco en el estómago y pecho, por otro lado, le molestaba que metiera a Lys en esa conversación.

—¡Ella no tiene nada que ver en esto!

Alzó un poco la voz, llamando la atención de varias personas que estaban ahí. Trató de relajarse, al ver que un mesero se acercaba. Katie pidió una botella de vino y la carta, mientras que él no ordeno nada, no quería quedarse más tiempo ahí.

—¿Quién es ella? ¿Tu nuevo juguete? —El pelirrojo ya estaba harto de la sonrisa de la chica—. Recuerdo que a mí me besabas de la misma manera, siempre de forma salvaje. ¿Acaso así sacabas la frustración por no poder estar con Zib?

—No te interesa nada que tenga que ver con Lys o con Zib —habló entre dientes, quería gritarle un par de insultos, pero trataba de contenerse.

—Con que se llama Lys... Siempre creí que no te gustaban las rubias — El mesero sirvió dos copas de vino, Katie tomó la suya en el momento que se fue el mesero—. Siempre ibas por las morenas o de cabello oscuro, en cambio ahora estás con una que parece una muñeca; piel blanca, ojos verdes, rubia. ¿A qué se debe tu cambio de gustos? De hecho, me recuerda a tu cuñada, Fleur, ¿son familia o algo?

George no respondió, solo la veía fijamente, los ojos del pelirrojo, que siempre demostraban amabilidad o diversión, ahora solo reflejaban un enojo contenido que, si pudieran lanzar algún Avada Kedravra, la chica frente a él ya estaría muerta.

—Bueno, mejor hay que brindar —La castaña tomó la copa. Sus ojos miel estaban brillosos como si disfrutara de esa conversación—. Por ti, George, siendo el eterno enamorado que siempre vela por la felicidad de Fred y Zib —George no tomó la copa, solo apretó los puños, volviendo sus nudillos blancos—. No entiendo qué tanto le ven a Zibelth Black, solo es una chica común y corriente con mal carácter. ¿Acaso es por su apellido? Claro, cualquiera que se case con la única heredera Black sería casi como de la realeza mágica, imagínate qué tanto dinero ha de tener... sin duda Fred ha de estar esperando disponer de esos galeones.

—No hables como si conocieras a mi hermano.

George apretó la mandíbula, ya estaba demasiado tenso.

—Creo que estoy tocando fibras sensibles —Soltó una risita, que al pelirrojo le resulto estúpida—, pero, volviendo al tema de Lys, ¿qué tal te va con ella? ¿Sabe que la estas tomando por un intento de remplazo de la prometida de tu hermano? ¿O acaso lo hace muy bien para que aún la tengas a tu lado?

—Ella no es ningún remplazo —Se puso de pie de manera brusca—. Si solo querías hablar de eso, me largo.

—George, siéntate, tengo otra cosa que decirte.

—Si me sales con que estas embarazada como el día que te dejé, te voy a mandar a la mierda.

George solo la veía sin pizca de gracia.

—Bien, esa vez no fue mi mejor forma de retenerte, entiéndeme, no quería terminar contigo, bebé —Le sonrió mientras tomaba de su copa—. Quiero que volvamos a estar juntos. Yo te conozco muy bien, y sé lo que te gusta, no puedes negar que la pasábamos genial, y estoy segura que, una vez que entiendas que Zibelth nunca estará contigo, me podrás amar.

—¿Estás loca? Zibelth no tiene nada que ver en esto, simplemente no quiero estar contigo.

La sonrisa de Katie desapareció, y apretó la copa, George estaba seguro de que pronto la rompería.

—¿Qué? ¿Acaso vas en serio con esa rubia? Entiendo que te ciegues por lo bonita que es, pero yo soy mucho mejor que ella —Puso la copa sobre la mesa—. Tú y yo estamos destinados a estar juntos. ¿Por qué crees que conectábamos tan bien cuando teníamos sexo? ¡Te conozco mejor que cualquiera!

—Lo que yo tenga con ella no es tu asunto, deja de meterla —George puso los galeones que costaba la botella sobre la mesa—. Tú y yo nunca vamos a volver, espero y lo entiendas.

George se dio la vuelta para comenzar a caminar.

—George, ¿crees que afecte a la boda de tu hermano si les digo lo enamorado que estás de Zibelth? —El pelirrojo se detuvo en seco—. Espero y entiendas que, si no volvemos, yo tendré que tomar ciertas medidas.

—¡Que te den! —se giró para verla por última vez—. ¿Sabes qué? Haz lo que quieras, no voy a caer en tus tonterías.

Y sin esperar respuesta, salió de ahí a paso decidido.

Una vez que estaba en la calle, le dio una patada a lo primero que vio, que era un bote de basura, estaba enojado y frustrado, aunque cierta parte de él estaba seguro que ella no se atrevería a decir eso, aparte, Fred y Zib no la toleraban, era poco probable que tan siquiera escucharan lo que ella tenía que decir, solo esperaba que no se acercara a Lys Delacour, sabía lo venenosa que era Katie Yaxley.






✷✷✷







Aventó de nuevo el vaso a la pared. Se notaba lo molesto que estaba con tan solo verlo.

—¡Reparo!

Apuntó a los pedazos de cristal con la varita, y estos volvieron a su forma anterior.

—Pareces molesto —El búlgaro dejó de limpiar la escoba para ver a su colorado amigo—. ¿Es porque ya falta poco para la boda?

George volvió a romper el vaso, pero esta vez lo aventó con más fuerza, y lo volvió a reparar.

—Sí, y no —George se dejó caer en el sillón—. O sea, sí estoy un poco molesto porque Zib se casa con mi hermano, pero, aparte, es otra cosa.

—¿Lys Delacour tiene que ver en esto?

George suspiró al escuchar ese nombre, tal vez hubiese sido mejor ir a hablar con Lys, que viajar a Bulgaria a ver a su amigo.

—No, todo bien con ella —Tomó el vaso para servirse cerveza de mantequilla—. Es sobre Katie.

—¿Qué Katie?

—Yaxley.

—¿Tu ex? —El pelirrojo asintió—. Cuando terminaron dijiste que no la volverías a ver.

—Sí, se suponía que se había ido al otro lado del mundo cuando su papá fue encarcelado en Azkaban, pero al parecer está de vuelta —Hizo una pausa para tomar de la cerveza—. La vi hace dos noches.

—¿Volviste con ella?

—¿Me ves cara de idiota?

—¿Quieres que te diga la verdad o que te mienta?

—Olvídalo —Soltó un suspiro—. Estuvimos hablando. Sacó el tema de la boda de Zib y Fred, también me dijo que quería volver, y me amenazó con decirle a todos que estaba enamorado de Zibelth —Krum se atragantó con la cerveza que bebía—. Quiere que vuelva con ella para no decirle a Fred y a Zib.

—¿Cómo supo que estás enamorado de ella?

—Cuando estábamos juntos, ella siempre fue muy celosa con respecto a Zibelth.

—Bueno, supongo que cualquiera, ¿no? Siempre que la novia de tu hermano te hablaba, salías corriendo sin importar qué. Recuerdo que me contaste que varias veces dejaste plantada a Katie por Zib.

Las mejillas de George se volvieron rojas al darse cuenta de los errores que había cometido.

—Sí, quizá hice mal —Se encogió de hombros—. El chiste es que una vez puso Veritaserum en mi copa de whiskey, y yo la bebí sin sospechar.

—¿Y luego? —Viktor parecía muy curioso respecto al tema—. Nunca me contaste eso.

—No le tomé mucha importancia —Se paró, para caminar alrededor del sillón—. Me hizo preguntas obvias como el nombre de mis hermanos, y cosas así, para después preguntarme si estaba enamorado de Zib, y bueno, ya sabes la respuesta —Pasó la mano por su cabello—. Nunca volvimos a hablar sobre el tema, pensé que lo había olvidado.

—Parece que no, pero quizá solo sean amenazas, ya sabes lo berrinchuda que era.

—Eso pensé, pero me ha estado mandando cartas —Saco unos papeles arrugados de la bolsa de su abrigo—. Mira.

Viktor tomó algunos, y comenzó a ver que, varios, eran recortes de El Profeta, en los que salía Zib y Fred juntos en distintos lugares, y con los encabezados: "La Auror y heredera de la familia Black se compromete con unos de los dueños de la mejor tienda de bromas del mundo mágico, Sortilegios Weasley" "Sortilegios Weasley abre su segunda sucursal en Hogsmeade, para desgracia de varias chicas interesadas en los dueños, uno de ellos se casa"

—Parece obsesionada con la boda, ya ni tú.

George soltó una risa amarga, mientras Krum se dedicaba a leer una de las cartas.





"George:

Parecen muy felices, ¿no?

¿Cómo crees que se sienta Fred al saber que su hermanito siempre deseó estar con su novia?

¿Zib seguirá siendo tu amiga cuando se entere?

Deberías de pensar mejor tus decisiones.

Pd. Me enteré que tu "querida" Lys da clases en nuestro viejo colegio, quizá me dé una vuelta.

K.Y."





—En serio, que te fijas en puras locas —El búlgaro siguió viendo las cartas que decían más de lo mismo—. ¿Por qué menciona a Lys en varias de ellas?

—Cree que ella y yo tenemos algo, el domingo que pasó nos encontró a Lys y a mi besándonos afuera de la tienda.

—¿Y no tienen algo?

—Somos amigos, ya lo sabes, Viktor.

Viktor sonrió para acomodar su escoba.

—Siento que últimamente pasas mucho tiempo con ella.

—¿Ya vas a empezar igual que Fred y Zibelth?

—Tal vez tienen razón

—Son unos tontos —agregó George con una mueca mientras volvía a releer las cartas.

—Pero... —Viktor dejó las palabras al aire.

—¿Qué?

—Es que no quiero sonar exagerado o algo —El búlgaro parecía indeciso por lo que iba a decir.

—¿Qué cosa? ¡Habla Krum! Ando muy estresado últimamente, y, que no me digas todo lo que piensas, no ayuda.

Y no mentía, ni siquiera logró dormir bien por buscar alguna solución que no implicara volver con Yaxley.

—Katie parece muy dispuesta a hacer cualquier cosa por que vuelvas con ella...

—Está loca.

—Sí, eso parece, pero cree que tienes una relación más fuerte con Lys.

—Ajá.

Lo miró sin comprender a qué quería llegar. Viktor soltó un suspiro, para preguntar.

—: ¿No crees que intente hacerle algo a ella?

—¿Qué?

—Me contaste que, cuando terminaste oficialmente con ella, fue porque casi le lanza un crucio a Zibelth —El pelirrojo asintió con el ceño fruncido, recordando ese momento nada agradable—. Y cree que Lys y tú tienen algo, si fue capaz de atacar a Zibelth, ¿no has pensado que intente algo contra Lys?

El estómago de George se revolvió, y la cerveza de mantequilla le comenzó a saber mal. Katie Yaxley era hija de mortifagos, pero fue comprobado por el ministerio que ella nunca tuvo que ver nada con Lord Voldemort. A pesar de eso, George no estaba seguro de qué tan lejos iría ella por tener lo que quería.

En su tiempo juntos, supo que era una chica berrinchuda, y que siempre obtenía lo que quería en el momento que lo deseaba, e inclusive era capaz de emplear maldiciones imperdonables contra quien la hiciera enojar, en ese momento George comenzó a preocuparse por la seguridad de Lys Delacour, no quería que por su culpa fuera dañada.











[...]










Los siguientes días fueron un caos para George, hasta Fred y Zib se habían dado cuenta, ya que no se concentraba en nada, y en una ocasión casi incendia en departamento en un descuido, por lo que tuvo que contarles que Katie estaba de vuelta, y le mandaba cartas extrañas, obviamente evitando tocar el tema de su enamoramiento por Zibelth, y nunca les enseñó el contenido de las cartas.

—¿Está tan loca? —Su cuñada acababa de apuñalar el pedazo de carne frente a ella con el tenedor—. George, tienes que ponerle un alto.

Los tres estaban reunidos en la pequeña cocina del departamento, que estaba sobre Sortilegios Weasley.

—¿Y qué puedo hacer? Ya le dije que no pienso volver con ella.

—¿Y si la transformas en sapo? —Fred habló, mientras tenía comida en la boca—. A ti se te da bien transformar a la gente en sapo.

—¡Fred, cierra la boca!

Riñó su cuñada al pelirrojo mayor, él no obedeció, y, por el contrario, siguió comiendo con la boca abierta, mientras hacía ruidos para molestar a su prometida.

—No sé qué sea capaz de hacer.

Zib le pegó en el estómago a Fred, el cual se agachó, sobándoselo.

—Podría hablar con mi jefe —Zib vio a George con genuina preocupación en los ojos, odiaba saber que sus seres queridos estuvieran en peligro, y ella no hacer nada—. Esas cartas, pueden considerarse acoso, ¿no? Quizá la podamos encerrar en Azkaban con sus padres.

—No creo que en Azkaban vaya la gente por simple acoso, Zib

Fred se levantó, para acercarse a la azabache, tomar su rostro y eructarle en el oído, George no pudo contenerse, y comenzó a reír al ver como Zib intentaba golpear a su hermano, pero éste ya la había apretado entre sus brazos, evitando que lo tocara.

—Te digo, la mejor opción es que la transformes en sapo, la encierres en un frasco y después la diseques.

—No creo que sea buena idea, Fred —Zib seguía moviéndose entre los brazos de su prometido, pero él colocaba más fuerza sin llegar a lastimarla—, pero me preocupa un poco el hecho de que crea que Lys y tú están juntos, recuerdo que casi me lanza un crucio.

Tanto George y Fred se tensaron al escuchar eso.

—También me preocupa —George terminó de comer—. Zib, ¿crees que intente algo contra ella?

—No lo sé realmente —Zib se quedó pensativa—, pero parece que a fuerza quiere tenerte a su lado, y no le va a importar la forma.

—Tal vez lo mejor sea que me aleje de Lys.

—¿Estás estúpido? —La pareja frente a él habló al mismo tiempo, ganándose una mala mirada por parte de George.

—Estarías haciendo lo que ella quiere

Explicó Fred, besando el cabello de la azabache entre sus brazos.

—Aparte —agregó Zib—, creo que Lys es más fuerte de lo que tú crees. Ella sabrá defenderse, por algo es profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, sé inteligente, y no hagas lo que Katie quiere.

George asintió, dándoles la razón, Lys era profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras por algo, sabía que McGonagall no la contrató solo por ser bonita, así que estaría bien.

George y Fred terminaron de lavar los trastes, mientras Zib limpiaba la barra de la cocina, al poco rato Fred y Zibelth se fueron a dormir, y George fue a su habitación para terminar de envolver el regalo de la azabache y acostarse a dormir para descansar, ya que mañana tendría que ir a trabajar a Hogsmeade y después ir por Lys Delacour a Hogwarts, para ir a Grimmauld Place.


















(N/T: ¡Holaa! Vi que varias se preguntaban quién es Katie, es un personaje nuevo, no tiene nada que ver con Katie Bell, jaja.

También quería preguntarles, prefieren que ponga en futuros capítulos ¿" Papi" o "Daddy"?

Y quería agradecerles, en menos de dos meses llegamos a más de 20k de lecturas, muchas gracias por sus lecturas, votos y comentario (Los cuales muchas veces me hacen reír).

En fin, espero les siga gustando la historia y disfruten de los capítulos, también prepárense para lo que se viene.
Y me gustaría saber que creen que va a pasar apartir de ahora, jaja🌚)

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