torpe suertudo
Caminaba de manera lenta hacia aquel establecimiento, pasando por un parque donde pudo observar una bella familia disfrutar de la dulce ventisca nocturna
La pequeña de ojos azules le dirigía una somnolienta mirada al azabache de ojos rojos, quien sonreía y acariciaba sus pequeñas hebras mientras esperaba a que su esposa llegará
Isekiel sonrió al ver tan bonito momento que espera en algún momento pueda vivirlo igual o mejor.
Suspiró y miró la hora reflejarse en su celular, notando que aún estaba a tiempo para llegar antes de que cerrarán su local favorito
9:00pm
En su mano derecha llevaba los múltiples libros que había sacado de la biblioteca para poder estudiar y pasar sus exámenes finales, y en su mano izquierda llevaba su celular
Caminó por una calle empedrada cuya principal característica era el ambiente antigüo y rústico que está le daba. Sus pasos eran continuos y en sus labios se formó una sonrisa al ver el local abierto y con las luces encendidas
— ¡bienvenido!
Al entrar fue recibido por una chica castaña y de ojos verdes que le mostraba una sonrisa simple pero linda, sin embargo, él no le tomó mucha importancia a dicha presencia
Caminó hasta una una mesa a lado de la ventana y acomodó sus cosas de tal manera que le sea cómodo estudiar y tomar su té favorito
— ¿lo mismo de siempre?
El joven de mirada color miel asintio, tomó asiento y miró fijamente por fuera del ventanal.
La castaña que lo atendía se quedó a su lado con una libreta y pluma en mano esperando alguna otra orden del peliblanco, pero después de unos segundos se dió cuenta de su error
Él era mudo.
— l-lo siento — hizo una reverencia hacia el ojimiel quien no le dió mucha importancia a ese hecho
Isekiel le sonrió y desvió su mirada de nuevo al ventanal, escuchando como los pasos huecos de aquella chica se alejaban cada vez más y más
Miró una y otra vez su celular, siendo algo impaciente con respecto a la hora
9:30pm
Volvió a desviar su mirada hacia el ventanal y se asomó un poco por ambos lados intentando hayar a alguien
— lamento la demora — ahora era un joven de cabellera castaña y ojos azules quien le hacía entrega de su té — está bebida corre por mi cuenta
El peliblanco sonrió y asintió. Ya no se le hacía extraño que aquel joven siempre le invitará la primera bebida, aunque de cierta forma, aún le era imposible creer
— ¡que la disfrute!
Inhaló y exhaló una y otra vez hasta grabarse el dulce aroma que provenía de la taza de té. Recargo su mano derecha sobre la mesa y con la izquierda tomó dicho objeto y lo llevo hacia sus labios
Aquel sabor le hacía recordar las bellas flores de verano que solía visitar cada que su familia iba a la finca de sus abuelos
Tomó su lápiz, abrió uno de sus libros y se pudo a estudiar, mirando repetidas veces el ventanal
..
10:57pm
Bostezó levemente y miró por última vez por fuera del cristal.
Suspiró resignado.
Tal vez aquellos días dónde la veía pasar y acomodar su castaño cabello en la banca que había enfrente de aquel establecimiento, se habían acabado.
Tomó sus cosas y se dirigió a pagar a la caja
— ¡gracias, vuelva pronto!
Asintió y salió de aquel local, deteniéndose justo al frente del mismo
¿Que le habrá pasado?
Cerró sus ojos y dejó que la ventisca nocturna lo envuelva por completo, siendo totalmente ignorante ante unas largas pisadas que se escuchaban a su derecha
Abrió sus ojos y en cuanto volteó, sintió un peso extra chocar con su cuerpo, haciendo que ambas personas cayeran estrepitosamente al frío suelo
— ¡oh, cuanto lo siento! — una ligera voz se hizo presente entre ellos — ¡perdón, perdón!
Isekiel no pudo reaccionar ante sus palabras debido a que quedó cautivado por aquella verdosa mirada que lo observaba con un ligero brillo
— ¡perdón, perdón!
La castaña se levantó, sacudió sus ropas y ayudo al peliblanco a retomar su postura mientras recogía cada una de sus pertenencias y se la entregaba algo avergonzada
— ¡en serio, perdón! — hizo una reverencia y en cuanto se levantó pudo ver cómo su camión se iba alejando de la parada dónde solía esperarlo — ¡Ah, mi camión! — y volvió a retomar la larga carrera que había estado haciendo desde que salió de las puertas de la universidad
Isekiel sonrió mientras la veía alejarse, miró la hora en su celular y esbozó una leve sonrisa
11:11pm
Recordó las absurdas palabras de su pequeña prima, quien le aseguraba que a esa hora su mayor deseo se haría realidad
Y su mayor deseo era verla de frente en vez de solo observar como su larga cabellera castaña se balanceaba con elegancia gracias al viento.
Suspiró feliz al sentir como su palpitar aumentaba en cuanto pensaba en aquella dulce e inocente mirada que le había dedicado aquella extraña chica
Acomodó sus libros y notó algo peculiar entre ellos.
Sonrió feliz y culpable al ver la credencial de la chica entre sus pertenencias.
Y no le queda de otra que seguir llendo a ese puesto hasta verla otra vez.
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Hola!!! Espero les haya gustado (aunque no es lucathy)
Para ser sincera me revolvió mucho en la creación de este capítulo, después lo corregiré XD
Sin más que decir, nos vemos!!!
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