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Su último recuerdo de otoño

La máquina que mantenía con vida a Athanasia empezó a mostrar signos más estables, lanzando una pequeña alarma a los doctores encargados de la rubia para que la fueran a supervisar

El pecho de la paciente subía y bajaba con normalidad a excepción de una pequeña e importante cosa. Sus azulados ojos recorrieron las cuatro paredes en las que se encontraba encerrada, intentó levantarse pero su cuerpo era tan débil que cayó al instante hacia el colchón

Inhaló profundamente y dejó escapar el aire en forma de un suspiro.

«¿Dónde estoy?»

La manija del cuarto hizo un pequeño tintineo que llamó la atención de la rubia, quien al voltear logro encontrarse con un rostro tenuemente familiar

- ¿Atthy?

Ella ladeó su rostro intentando descifrar quien era aquel chico

- ¡ne-necesito llamar al doctor! - la puerta se cerró bruscamente y al instante se escucharon las huecas pisadas de aquel hombre que resonaban con fuerza en el pasillo

Decidió no tomarle tanta importancia al asunto, así que se acomodó en la cama y cerró sus ojos

- me gustas - sus manos temblaban debido a la combinación de nerviosismo y un fuerte y frío viento - me gustas mucho Lu...

- me gusta Helena - aquella mirada rojiza la veía sin sentimiento alguno. Esbozó una sonrisa burlona y dejo escapar un pequeño hilo de risa - que tonta eres

Sus ojos se abrieron lentamente, dejando escapar una pequeña lágrima que descendió desde su lagrimal hasta la punta de su mentón

Ese sueño se ha estado repitiendo en ella varias veces sin excepción alguna

Odia sentirse triste, pero más odia no saber la razón de su tristeza.

- ¿Quien... Quien era?

Sus recuerdos borrosos vagan por su mente como un bote ya olvidado lo hace por todo el mar. Incluso si quisiera volver a ese recuerdo, el color de la mirada de aquella persona cambia constantemente.

De rojo a azul, de azul a verde y de verde a café, por lo que se le es imposible descifrar el verdadero color de la mirada de aquella persona que la mira de forma burlona.

Su atención se centra en la puerta, de dónde pudo escuchar dos pequeños golpeteos.

- informen le a sus padres que su hija ha despertado

- como diga doctor

El sujeto de bata blanca se acercó a ella, anotó la frecuencia cardíaca que registraba la máquina y después la empezó a examinar.

- ¿Que es lo último que recuerdas?

- no estoy segura...

- ¿Sabes porqué terminaste en el hospital?

Ella negó.

- ¿Recuerdas algo de tu niñez?

Volvió a negar

El doctor se acercó a ella, la tomo de la cabeza y con la yema de sus dedos empezó a explorar por su nuca y los laterales.

- ¿Te duele?

- no

- al parecer ya no presentas molestias físicas, pero intenta recordar algo, aunque sea lo más mínimo

- uno ojos... Unos bonitos ojos

- ¿De que color eran?

Intentó volver a aquel recuerdo, intentó volver a aquella imagen que presenció segundos después de haber despertado, pero tal parece que se había esfumado en un simple parpadeo.

- no recuerdo...

.

.

.

Lucas salió de su casa rumbo al gran árbol que tenía en el patio trasero, se sentó y empezó a contemplar el cielo a través de las pequeñas grietas que formaban las ramas sobre él. Al alzar la mirada, pudo sentir en su piel los leves rayos solares proporcionarle un poco de calor.

Inhala profundamente para después liberar el aire contenido en un lento suspiro.

- Athanasia...

Ahora podía comprender un poco más el porque le gustaba recargarse en ese árbol cada que tenía la oportunidad de hacerlo.

Los tintes de luz que logran atravesar las hojas y descienden hasta él, le proporcionan un calor casi humano, parecido al leve tacto físico que una pareja de enamorados se dedicaría con amor y sentimiento. Los simples destellos de luz en combinación del frío viento que viaja de norte a sur, le hacen sentir calmado y sin preocupaciones.

Incluso después de haber agotado todas sus opciones, su deseo de encontrarla poco a poco fue ardiendo con mayor intensidad.

Incluso si ya han pasado dos años desde aquello, él no piensa rendirse, aunque muchas veces estuvo a punto de hacerlo.

Su rojiza mirada gira hacia su casa y al instante, un viejo y vago recuerdo llega a él como un amargo dulce.

"- ¿es realmente difícil amarme?

- hubiera preferido que te enamorarás de alguien más

- ...¿por qué?

Lucas la miró de reojo, luego pasó su mano por su cabello y dijo.

- ¿Por qué sigues pensando que te amaré?

- ... Porque sigues amando a Helena incluso si no te hace caso - escondió su mirada entre sus piernas - tal vez... Supuse que amarías a alguien que siempre ha estado para ti, en las buenas y en las malas...

- esa persona puede ser cualquiera

- ¿Realmente es así?

- si... Incluso podría enamorarme de Jennette

- pero no de mi... - susurró - en ese caso... Me hubiera gustado amar a alguien más.

Una fina lágrima desciende por su mejilla hasta tocar el verde pastizal.

El bello atardecer poco a poco fue pintando el cielo con sus hermosos colores otoñales. El calor que sentía gracias a la calidez de los rayos solares, fueron desapareciendo hasta poder sentir el frío de la noche posarse sobre él.

- así que... Esto sentías

El frío viento nocturno azotó con fuerza su cabello, haciéndolo danzar en dirección a las estrellas que, casualmente eran muy pocas a comparación de los vagos recuerdos existentes en su memoria.

Su celular vibró en su bolsillo derecho, advirtiéndole que tenía un nuevo mensaje.

Decidió ignorarlo y seguir contemplando el cielo, con la pequeña esperanza de que ella también esté viendo el espectáculo nocturno desde un lugar muy lejano, donde él no pueda alcanzarla.

"- ¿Vas a salir? ¿Tan tarde?

- la invite a bailar en una discoteca que está junto a la playa - tomó sus llaves y caminó rumbo a la puerta - no me esperes despierta."

Incluso si se lo decía miles de veces, ella lo esperaba acostada en el sillón con una lámpara encendida y varias cobijas sobre su frágil cuerpo.

Ahora, al entrar a su hogar no hay nada más que una profunda oscuridad y varias habitaciones que esperan con ansias quien se encargue de ellas.

Subió a la primera planta y entró a la primera puerta frente a él, ahí se acostó y se colocó sus sábanas mientras se aferraba a su almohada.

...

- ¿Y si ella se casó?

El constante sonido de sorber agua lo estaba molestando.

- No me mires así. Tal vez se fue porque estaba comprometida.

- lo dudo

- ¿Por qué?

Alzó su mirada y observó fijamente aquellos ojos dorados que le sostenían la mirada.

Dos años han pasado desde su partida y en ese largo lapso de tiempo los hechos que recuerda del pasado podrían haber sufrido modificaciones en su ahora presente. Ella pudo haberse enamorado, pudo haberse casado e incluso pudo ya haber formado una familia. ¿Y él que hace con esa nueva oportunidad? Él la busca, tontamente intenta encontrar a alguien que pudo ya haberse olvidado de aquel amor no correspondido.

Pero para responder a la pregunta de su peliblanco amigo, sonrió y bebió de su café.

- Nos habría invitado a su boda.

- A Jennette le llegó una invitación de bodas hace dos meses

- ...

- ... Pero no es de ella.

Suspiró aliviado, pero al instante una nueva pregunta surgió de él

- ¿Desde cuándo ustedes dos se volvieron cercanos?

- ¿Quienes? ¿Jennette y yo?

El pelinegro asintió

- Es una buena pregunta y la verdad no se que responder

- Solo dime la verdad

- Estamos saliendo... No como pareja, solo como... Amigos

- Esto es raro...

En sus recuerdos pasados, ellos jamás llegaron a salir debido a sus distintos horarios en el trabajo. Jennette era enfermera y solía trabajar tiempo extra para pagar el tratamiento de su padre, quién padecía de cáncer; e Isekiel era el futuro dueño de un corporativo que buscaba mejoras en los carros que las personas utilizaban. Solo podían verse cuando el tiempo y las circunstancias eran favorables, lo cual era nunca.

- ¿Lucas?

Fue la voz de Isekiel quien trajo a la realidad a Lucas

- ¿Qué necesitas?

- ¿Por qué buscas a Athanasia?

Aunque era una pregunta que escuchaba constantemente de parte de sus amigos, seguía sin saber que responder.

- No te incumbe, idiota

- En ese caso, ¿Está bien si dejo de ayudarte a buscarla?

- ...

- ah - suspiró - volveré a preguntarlo... ¿Por qué la buscas?

Temeroso, dijo.

- ¿Por qué tal vez me gusta...?

Isekiel estalló a carcajadas, cosa que no fue del agrado de Lucas.

- Supongamos que es eso

- ¿Por qué no puedes creerme?

- Porque a ti te gusta Helena. Tu le gustabas a Athanasia, pero que a ti te guste atthy, es un poco...

- ¿Qué?

- ... Extraño - su semblante se torno serio - ¿Sabes en cuántas llamadas Athanasia me decía lo mucho que le gustabas?

- ...

- ¿Sabes cuántas navidades se quedó despierta envolviendo tu regalo? ¿O cuántas veces envolvió cuidadosamente los chocolates para San Valentín? ... Es extraño escucharte decir que Athanasia te gusta. Aún recuerdo la primera vez que rompiste sus ilusiones

- ... Isekiel

Por alguna razón, la conversación lo estaba molestando.

- Ese día no pude dormir por estar esperando a que terminara de llorar... - soltó un suspiro al ver la rara actitud del pelinegro, tomo su vaso y volvió a tomar un poco de su bebida - supongo que ahora está bien. Desde que se fue no he recibido ninguna llamada

Lucas tuvo curiosidad por saber si ellos en el pasado habían mantenido contacto alguno antes de que le llegará el mensaje a él.

- ¿Solían hablar seguido?

- Como no tienes idea

El pelinegro disimuladamente sacó su celular y se puso a checar su bandeja de mensajes. Tenía conversaciones con cabel e Isekiel, también había algunos mensajes de Helena invitándolo a salir, pero con ella no había nada, ni una respuesta. Incluso no podía ver su foto de perfil debido a que ella lo mantenía oculto para extraños y era visto solo por sus contactos.

Incluso si solo era un simple chat, se sentía como conocer a un extraño

- No ha cambiado su foto...

- ¿Quién?

- Athanasia, por lo general la suele cambiar cuando visita algún lugar, pero esto es extraño

Lucas le extendió la mano, exigiéndole al peliblanco que le diera su teléfono. Isekiel solo estiró su mano y se lo entregó

Ahí, su foto de perfil era visible en el celular de su amigo. Una bella foto de perfil dónde un paisaje otoñal es el fondo de su foto y ella la estrella principal.

Su dorado cabello, teñido por los ligeros rayos de sol lo hacían ver cómo si su cabellera estuviera hecha de oro. Sus azulados ojos, también tenían un poco de luz

Cuando ella murió en su primera vida, lo último que Lucas vio fue ese hermoso color de ojos siendo opacado por sus largas pestañas hasta ocultarse por completo.

Después de eso ella ya no despertó.

Arrepentido por esos dolorosos recuerdos, decidió apagar el teléfono ajeno y regresarlo al dueño

- Rindete, es inútil buscarla, es como si quisieras encontrar una aguja en un pajar

- ¡Cállate!

- Lucas, si ella decidió irse lejos de ti, posiblemente fue para comenzar otra vida. Puede que se haya enamorado, así que, por favor no destroces su felicidad

Lucas solo lo dejo hablar, pero no quitó su mirada de odio

- Si realmente la amas, déjala ir y Rindete. Tuviste muchas oportunidades para decirle que te gustaba

- lo dices como si fuera fácil

- lo digo, porque relativamente es fácil - colocó ambas manos en la mesa y señaló hacia una chica no muy lejos de ellos - supongamos que ella es Athanasia, la encontraste pero, ¿Que harás después de eso? ¿Crees que serás aceptado por ella? ¿Después de haberla rechazado innumerables veces?

El pelinegro pensó.

Posiblemente no sea bien recibido si es que llega a encontrarla, pero también existe la opción de que lo acepte como su compañero de vida... Pero claramente, la situación actual no ayuda mucho.

- ¿Se supone que debo responder?

- lo que quiero que entiendas es la realidad de tu situación. Lucas, los sentimientos son fugaces y en cualquier momento llegan y se van. Eso puede aplicar contigo y con ella

- ¿Y si no es así?

- No lo sé, ¿Que harás si no fuera así? ¿Si ella siguiera amándote?

- Es difícil de responder

Simplemente, él no quería responder de forma tan sentimental, porque él no era así, él prefería guardar sus sentimientos y emociones enfrente de quienes lo rodeaban, pero el cuerpo también habla y un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas.

- Ya es tarde...

Isekiel fue el primero en levantarse

- Jennette me está esperando - alzó la mirada y vio como Lucas lo veía con una ceja levantada y una media sonrisa - ... No es eso, solo iremos al cine como amigos

- Yo jamás supuse nada...

- Ah, bueno, es que como los demás estaban ocupados y ella quería ir a ver la nueva película de su libro favorito pues... Quise acompañarla

- Tampoco te pedí explicaciones

- ¡Pero yo quise explicarlo porque eres alguien que malinterpreta fácilmente las cosas! Y gracias a ti, Cabel también se volvió así

El nombre de aquel castaño no dejó que Lucas pudiera seguirse burlando de su amigo, en su lugar, su faceta se volvió sería y de igual forma se levantó de su asiento

- ¿Sabes algo de Cabel?

- Está como enfermero en un hospital fuera de la ciudad

Ahora todo encajaba en los recuerdos pasados de Lucas.

Cabel, su castaño amigo fue quien en su regreso pasado le habló por teléfono para notificarle sobre la muerte de la rubia, al principio la tristeza le ganó por lo que solo pudo colgar y llorar su muerte, pero después de obtener otra oportunidad, pudo pensar más a fondo.

¿Cómo sabía Cabel que Athanasia había fallecido? ¿Acaso el siempre supo de su paradero y jamás se lo dijo?

Ahora la respuesta era clara, el labora en el hospital donde Athanasia falleció y posiblemente, si va a visitarlo pueda dar con ella.

Esa era la última opción que le quedaba para encontrarla

- Creo que iré a visitarlo...

.

.

.

- Lamento haberte asustado

- No importa, gracias por haberme cuidado

Una dulce sonrisa se asomó de sus labios traviesos que amenazaban con querer burlarse de él. El chico que, desde que despertó, ha estado de forma incondicional a su lado.

- ¿En serio no recuerdas nada?

Ahogó sus palabras en un pequeño suspiro de frustración y negó con la cabeza

- No es eso, si recuerdo pero no puedo recordar bien. Es como si las cosas se mezclaran y me revolviera la mente

- En ese caso necesitas descansar más - se levantó de la silla y recogió el plato de comida delante de él - lamento haberte molestado

- Quédate - lo miró a los ojos - es bueno tener compañía de vez en cuando

- Necesito cumplir con mi turno. Suficiente tuve con pasar el desayuno a tu lado

- Gracias eh... - abrió tenuemente sus labios al no recordar el nombre de aquel chico castaño

- Cabel

Sus ojos brillaron al encontrarse con la mirada de Cabel, quién la veía con un brillo especial y en sus labios se pintaba una dulce sonrisa sincera

- Gracias Cabel

Tres semanas habían pasado desde que despertó y desde aquel entonces la única persona que diario iba a visitarla, aparte de sus padres, era aquel chico castaño que decía conocerla desde hace años.

No podían darla de alta ya que aún no podía controlar ciertos movimientos porque su cuerpo había quedado débil. Necesitaba recuperarse a base de una ardua terapia física la cual era impartida por el enfermero castaño que hace diez minutos estaba a su lado.

Gracias a él, sus noches no fueron solitarias y sus días fueron más deslumbrantes que de costumbre. Era una sensación extraña, dónde sus pensamientos chocaban con sus sentimientos y un ligero hormigueo empezó a recorrer su cuerpo.

La sensación que tuvo ante aquel frío y duro sueño, fue desapareciendo con la presencia de Cabel.

- En serio, gracias, Cabel. - susurró en cuanto escuchó los pasos de aquel enfermero ya lejos.

.

.

.

- ¡Sal del auto!

Sus ojos rojizos miraron con detenimiento la pistola que poseía aquella persona que amenazaba su vida. Frunció sus labios y levanto las manos

- ¡Que salgas del auto!

Su tez se veía tranquila pero sus pensamientos y su corazón no lo estaban. Él estaba a nada de llegar al lugar donde Cabel trabaja, cuando fue interceptado por tres personas en una camioneta negra que querían quitarle su coche, pero solo una de ellas traía un arma.

No importa como lo vea, es una desventaja demaciado grande.

- ¡Sal ahora!

Tomó su celular, llaves y billetera y poco a poco fue abriendo la puerta del carro. En cuánto salió su pierna izquierda, fue jalado por la persona con el arma y arrojado al pavimento. Dos de esas personas se subieron a su coche y la otra volvió a subirse a la camioneta, justo cuando pasaba una patrulla que llevaba tiempo persiguiendolos.

Lucas se levantó e intentó caminar hacia un lugar más seguro, pero tres impactos de bala detuvieron su andar.

- ¡Necesitamos una ambulancia! Me quedaré para asistirlo, tu ve tras ellos - gritó un policía que se había bajado a auxiliarlo

Su visión se torno borrosa y sus oídos le empezaban a fallar. Justo antes de cerrar los ojos pudo sentir como su cuerpo se esforzaba por bombear más sangre de lo normal para evitar que él muriera, pero su respiración era tan forzada que poco a poco empezó a sentir como se quedaba sin aire. Ahí, con un único pensamiento en su mente, Lucas cerro sus ojos.

- Atthy...

..

Los días pasaron rápidamente convirtiéndose en meses y poco después, en años. Exactamente, habían pasado dos años desde el incidente que Lucas había tenido y desde que Athanasia fue dada de alta del hospital.

El pelinegro había entrado en coma debido a la bala que había impactado en su cabeza, su tórax y parte de su abdomen. Fueron seis largos meses que pasó en plena oscuridad mientras escuchaba cada uno de los registros que iba teniendo conforme se recuperaba, después de eso, cuando por fin pudo ver la luz, lo primero que vio fue a su amigo castaño.

- ¡Lucas!

Cabel corrió hacia la sala de descanso para alertar a los doctores de su repentino despertar.

Mientras eso pasaba, el pelinegro levantó su mano y tocó la zona en su frente que le punzaba. Ahí tenía unas cuantas vendas y sobre de ellas se podía sentir una leve costura en su cabeza.

Es un milagro que aún siga con vida.

A los diez minutos llegó un equipo de doctores quienes lo empezaron a checar para actualizar su seguimiento. Lucas, solo respondía lo que se le preguntaba y hacia todo lo que se le pedía.

- Es sorprendente que no hayas tenido secuelas

- ¿Cuando podré salir?

- Eso dependerá de ti. El hospital te brindará el apoyo para que puedas salir antes de los tres meses, pero dependerá de que tan comprometido estés con nuestro equipo médico.

- Entiendo...

- Por ahora nuestro enfermero te asistirá, ante cualquier emergencia preciosa el botón rojo y el vendrá a verte.

Lucas solo asintió, esperando pacientemente a que los doctores salgan de su habitación.

Dos minutos después de haber escuchado las indicaciones, ellos salieron a excepción de Cabel quién sabía la razón de su mirada.

- ¿Sabes algo de...

- Ella estuvo aquí antes, tuvo un accidente automovilístico y fue internada aquí

- ¿Por qué no me dijiste?

- Por que el estado de los pacientes no es algo que se le pueda decir a cualquiera sin el consentimiento del paciente o su familia

- Es sorprendente que digas eso cuando en la escuela eras un chismoso.

El castaño solo sonrió

- Gracias a mi supiste que Helena no tenía novio y que no estaba interesada en nadie.

Ante el nombre de aquella castaña, Lucas frunció el seño

- Athanasia - la persona que incluso buscaba mientras estaba en coma - ¿Sabes algo de ella? ¿A dónde fue?

- Si se, pero no es algo que pueda decir a la ligera

- ¿Por?

- ... Me enamore de ella y ella de mi.

Hubo un largo silencio en aquel blanco cuarto dónde solo se podía escuchar la máquina a la que Lucas estaba conectado y la cual monitoreaba los signos del pelinegro.

Isekiel se lo dijo, pero el no quiso creerlo. Jamás llego a pensar que sus palabras podrían hacerse realidad.

- Tal vez regresé para extrañarla y admirarla de lejos al verla de la mano de alguien más - Pensó mientras apretaba su puño y entrecerraba sus ojos 

- Es divertido molestarte - Cabel habló con una sonrisa juguetona en su rostro - ahora entiendo a lo que se refería Isekiel

- ¿Que tiene que ver ese perro en nuestra conversación?

- Se enteró de lo que te había pasado porque salió en las noticias. Me contó que venías a verme pero supuse que venías por Athanasia, lamento decirte que ella ya no está aquí

- Pero es tu novia...

- Claro que no, solo menti porque quería ver tu reacción. Es realmente divertida porque pones una cara como si el mundo se estuviera acabando.

Lucas tomo la lámpara de su derecha y se la arrojo a un sonriente Cabel, quién apenas pudo esquivar el objeto.

- ¿Es así como agradeces mi ayuda?

- Idiota

Su cabeza empezó a doler, por lo que decidió recostarse y cubrirse con la manta sobre él

- En cuánto te recuperes, te llevaré hacia ella ¿Te parece?

Era una tentativa oferta y porsupuesto que él acepto.

Después de ese día y gracias al apoyo por parte de los médicos, Lucas pudo ser dado de alta después de tres largos meses.

.

.

.

Las olas del mar llegaron a la orilla de la playa, cubriendo sus pies descalzos y enterrandolos un poco sobre la arena.

Cabel le dijo que esperara ahí, que ella cada domingo a las 3:30 de la tarde sale a pasear junto a su perro.

Miró su reloj, notando que ya eran más de las 4:30 y ella aún no llegaba. Lucas miró una última vez hacia el mar y luego empezó a caminar de regreso al lugar donde se estaba quedando.

Cabel no le quiso decir dónde vivía, pero en cambio le dijo a qué lugar solía recurrir más seguido, no sabe si lo ha engañado o ella simplemente decidió no salir aquel domingo.

Con su mirada sobre la arena y sus manos metidas en los bolsillos de su short, empezó a caminar sin importarle la fría agua que a veces lo rozaba o el cálido viento que acunada su cabello.

Una sombra pasó a su lado, pero el prefirió ignorarla y seguir observando la arena como si fuera lo más interesante del mundo. Poco después le llegó un dulce aroma a rosas, por lo que fue imposible no levantar la cabeza y voltear hacia aquella persona.

En cuanto detuvo sus pasos, se escuchó como los pasos de la otra persona también se detenían. Lucas giro su cuerpo y su iris se agrando por la deslumbrante imagen frente a él.

Ahí, de pie y con un lindo cachorro a su derecha, se encontraba Athanasia observándolo en silencio.

Los pies del pelinegro estuvieron a nada de correr hacia ella, pero las palabras de Cabel lo detuvieron.

- A ella le cuesta recordar e incluso suele titubear debido al fuerte golpe que recibió en aquel accidente. Conformate con solo verla

La observó y analizó de pies a cabeza. Sus ojos ya no brillaban en cuanto lo veía, las comisuras de sus labios ya no se alzaban cuando le quería hablar y su cuerpo ya no temblaba de nerviosismo cuando él estaba frente a ella.

En ese instante pudo entenderlo con solo mirarla fijamente.

Ella lo había olvidado.

Dejó escapar un pequeño suspiro de frustración y dió la vuelta para seguir avanzando, pero el dulce llamado de su voz lo detuvo.

- Y-yo

Volteó hacia ella

El viento acunó sus cabellos, haciendo que danzarán de acuerdo a su dirección, pero sus miradas estaban tan fijas que no se dieron cuenta del bello atardecer que estaba frente a ellos.

- yo... - la boca de Athanasia se abrió lentamente y sin importar que tan absurda sea su pregunta,  prosiguió - ¿T-te conozco de alguna pa-parte?

Tal vez sea por la luz del sol o posiblemente su mente quiso jugar con los sentimientos del azabache, pero en las pálidas mejillas de Athanasia pudo ver un muy ligero sonrojo.

[Fin]

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Hola!! Lamento la tardanza, jamás pensé que la fiesta de año nuevo duraría casi dos días!! En serio lamento eso, pero apenas tuve tiempo para darle los últimos detalles y poder publicarla.

Espero haya sido de su agrado ✨ y como pueden ver, éste es el fin de aquel pequeño one-shot que jamás creí les llegará a gustar como para hacer dos partes más (≧▽≦)

Sin más que decir, nos vemos!!!!

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