sonata de medianoche
(continuación de bailarina de cristal)
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El astro nocturno se asomaba entre las nubes, siendo apenas visible su bello resplandor. La tenue luz que emanaba, era dirigida a un cuarto de hospital donde iluminaba un dorado cabello esparcido sobre las sábanas, el mismo que le pertenecía a Athanasia, la chica que seguía durmiendo con la intención de jamás despertar.
- Atthy
Lucas la tomo de la mano, acaricio su cachete y dejó caer su cabeza a un costado de ella. Su respiración se veía opacada por el aparato, cuyo constante ruido le hacían saber el ritmo del corazón de su novia.
Tick, dun, tick, dum, dum, tick
Era la única sonata que quería escuchar.
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Dentro de la mente de la bailarina, quien pensaba había logrado sus sueños y su madre seguía vida. Se encontraba ensayando sus pasos para dar su próxima presentación
Abrió el telón, la luz blanca se posó sobre ella y el violín empezó su triste entonación
Con delicadeza se paró de puntillas, caminó hacia el frente e hizo una reverencia. Dió dos pasos hacia atrás y giró sobre su mismo eje
- Pirouette - inclinó su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos, dejando que la música se acople a sus movimientos.
Movió sus manos hacia el frente, asimilando el vaivén de las olas al rozar la playa.
Sus pisadas apenas se escuchaban, puesto que el lugar fue inundado por la sonata que salía de cuatro cuerdas y un arco
- Grand jeté - se impulsó hacia enfrenté, y dio un salto, abriendo sus piernas hasta formar una línea recta y cayendo al escenario con elegancia y sutileza
Inclinó su cuerpo hacia atrás, y miró fijamente la luz que iluminaba su esbelta figura
- Atthy
Paró su danza y miró todo a su alrededor
- ¿Lucas? - su azulada mirada viajó por todos los asientos que había frente a ella, intentando encontrar una cabellera negra en combinación de unos hermosos ojos color carmesí
- Atthy, por favor despierta
La música que la acompañaba a practicar, dejó de entonar las notas calmadas y tristes que salían anteriormente, dando paso a una entonación más fuerte y sofocante para la bailarina
- ¿Lucas?
Esa sonata solo podía ser interpretada por el pelinegro, quién ha practicado años con el violín hasta ser nombrado el genio musical más joven del mundo
Su realidad empezó a distorsionarse, su cabeza empezó a doler y su pecho subió y bajó sin control alguno
- por favor despierta
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-¿Ha habido algún avance?
- ninguno por el cual notificarle - dijo el doctor
Claude frunció el seño, arrugando levemente sus cejas, mostrando libremente el disgusto y preocupación que ha tenido esos dos años desde el accidente de su hija.
A su memoria llega el día que perdió a su sol, y por instinto, toma ligeramente su cabeza y se apoya contra la pared. Suspira profundamente, intentando calmar sus pensamientos, negándose a la posibilidad de que a su hija le pase lo mismo que a su difunta esposa.
- ¡diana! - gritó corriendo hacia la puerta que dividía la sala de urgencias de las demás secciones
- señor, no puede correr en el pasillo - la enfermará gritó desde la puerta, intentando caminar rápidamente
Pero a él no le importaba, siguió corriendo hasta llegar al cristal del quirófano donde se encontraban los doctores extrayendo la bala que había impactado en el pecho de su esposa
- ¿signos vitales? - la fricción entre metales era el único sonido constante que hacía eco en aquella sala, dejando en claro la tensión entre los médicos, ya que la bala había impactado cercas del corazón, perforando levemente el pulmón izquierdo
- estables, doctor
Una mirada melancólica se apoderó de los fríos ojos que se mostraban firmes ante la sociedad. Una pequeña lágrima recorrió lentamente su mejilla hasta caer entre la punta de sus pies.
Le era suficiente con soñar aquel trágico recuerdo de noche, pero que se apoderará de él en el día era una completa tortura. Su hija había entrado en coma gracias a la acumulación de estrés que había sufrido debido a los constantes comentarios de la gente al saber que era hija de la famosa bailarina que revolucionó el sentido de la música y danza. Incluso si era la más bella de las artes, él había perdido a quien hacía bella su vida y ahorita su motivo para vivir se encontraba entre la vida y la muerte.
- ¿acabas de llegar?
- ¿Cómo está ella?
Lucas pasó su mano sobre su cabello, demostrando claramente su frustración al no poder oír la dulce voz de su novia.
Se sentó al lado del rubio y suspiró pesadamente.
No sabía cómo decirle que ella seguía sin reaccionar a los medicamentos que le suministraba el hospital, aunque era obvio, que ya lo sabía de ante mano
- igual... - susurró
Se quedaron en un profundo silencio, buscando con su mirada algo interesante en lo cual fijarse para evitar sentir esa incomodidad que poco a poco los iba consumiendo
Agudizaron su oído al percibir un leve tintineo provenir del pasillo dónde se encontraba la joven rubia
- ¡traigan la máquina de electroshock!
Sus miradas recorrieron todo el pasillo hasta dar con el médico que entraba a la puerta donde reposaba Athanasia.
El latido cardíaco de ambos empezó a acelerarse y un mal presentimiento se insertó en sus mentes.
Esta vez, Athanasia puede dejar el mundo o seguir durmiendo en el.
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Sus ojos recorrieron la pequeña grieta que adornaba la cajita que sostenía en sus manos
- ¿Cuándo pasó?
Suspira profundamente y mira más de cerca aquel objeto.
Abre lentamente la tapa del alhajero, dejando salir a la bailarina que danza al ritmo de la hermosa melodía
Su posición es la misma cada que abre y cierra dicho objeto, pero la expresión en el rostro de la pequeña muñeca suele variar
- ¿Por qué estás triste?
Su dedo índice acaricia levemente la fina cara de porcelana que tenía la figura que danzaba sin descanso alguno. Miró más de cercas aquellas facciones que identificaban a dicha muñeca, dándose cuenta que era ella
- ¿Por qué estaría triste?
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- logramos estabilizarla, pero no podemos afirmar que no sucederá de nuevo - el médico se encontraba frente al rubio, explicando lo que había ocurrido hace un par de minutos - esta vez pudimos salvarla, pero no podemos asegurar lo mismo en un futuro
- ¿Qué trata de decir?
Si bien, para todo el personal de salud es difícil anunciar una muerte, es más difícil dar la opción de desconectar a sus seres queridos para dejarlos dormir en paz
- existe la opción de desconectar a la señorita
Claude apretó su puño, intentando contener la tristeza e ira que se acumulaba en su pecho
- al final, usted tiene la última palabra - llevó sus manos hasta sus lentes y los limpió con un pequeño paño que guardaba en la bolsa derecha de su bata - solo es una sugerencia. Por favor, piense en ello
Cerró sus ojos y agudizó su oído, escuchando con claridad la lejanía de los pasos huecos que resonaban al final del pasillo. No quería aceptarlo, pero él ya había pensado en aquella opción
- ni se te ocurra - una amenazante voz se escuchó detrás de él - no dejaré que la desconectes
Lucas avanzó con pasos firmes hasta posarse frente a Claude
- esto no te incumbe mocoso
- ¡es mi novia! - en sus rojizos ojos se podía ver claramente la hostilidad y desaprobación que emanaba hacia el rubio - es tu hija, ¡¿cómo puedes ser tan cruel con ella?!
- no te incumbe
- no dejaré que lo hagas
Si el lugar donde están no fuera un hospital, bien podrían arreglar sus problemas con una pequeña pelea; para su desgracia, no era así
Ambos cuerpos masculinos parecían rígidos ante la mirada del contrario. Ninguno avanzaba ni retrocedía, se mantenían firmes ante la hostilidad del otro
- uhg...
Pero al escuchar aquel pequeño quejido ambos voltearon su mirada hacia Athanasia, quien parecía estar disgustada por el simple hecho de escucharlos
- es tu hija... - Lucas se acercó a ella y tomó su mano - piénsalo
- si la dejo vivir... - Claude enfrió su mente y relajó sus hombros. Tal y como dice el pelinegro, es su hija y haría de todo por ella, pero si mantenerla viva le causa dolor y sufrimiento, entonces...
Entonces...
La dejaría morir para que pueda descansar en paz.
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Athanasia cerró sus ojos y aspiró profundamente.
- ¿Por qué sigues aquí?
La voz de su madre le hizo volver en sí
- sigo practicando para ser como mamá
- no Athanasia. ¿Por qué sigues aquí?
La pequeña rubia no entendía el trasfondo de sus palabras. Ladeó la cabeza y la miró fijamente
Sabe que está mal practicar de más, pero eso es lo que a ella le apasiona. No puede simplemente dejarlo de la noche a la mañana
- mamá, se que está mal practicar de más pero...
- Atthy - en su mejilla pudo sentir un toque frío y delicado que se extendía por su cuerpo poco a poco - ¿Por qué sigues aquí?
- ma-mamá no te entiendo
Diana la miró sin expresión alguna. Suspiró y la abrazó
- sabes que estoy muerta, ¿verdad?
- jajaja ¿Cómo puedes decir eso, mamá?
- hija mía - la abrazó un poco más - ¿Por qué sigues aquí?
La ojiazul se separó de su madre a no más de diez centímetros, espacio suficiente para mirarse cara a cara
- estoy aquí, por qué amo a mamá
- necesitas regresar
- pero si estoy contigo no me hace falta nada
- Atthy, querida - su pulgar bajó desde el rubio cabello de su hija hasta la curvatura de su cuello - si no regresas... Morirás
- Atthy, por favor despierta
- ¿Lucas?
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El tiempo era incierto en la mente de Athanasia, quien después de aquel accidente continúo durmiendo por cinco meses más, tiempo suficiente en el que su padre pudo al fin dar una respuesta
- si no despierta está noche - calmó sus sentimientos y emociones - pueden desconectarla mañana en la mañana
- ¡No! ¡Ella va a despertar, no pueden simplemente desconectarla!
- muchacho - el doctor le habló firmemente al ver la terquedad en su mirada - hay personas que solo sufren si siguen en este mundo. Es mejor dejarlas descansar en paz
- no puedo aceptarlo - sus sentimientos poco a poco empezaban a desbordarse - no dejaré que lo hagan
- la decisión es mía y ya fue tomada
La mirada de Lucas se cubrió de una fina capa transparente, que hizo resaltar más, el brillo de odio en su mirada
No podía aceptarlo, pero tampoco tenía el dinero suficiente para pagar todo el equipo médico que ha mantenido viva a su novia
Lo mejor sería dejarla ir...
- déjenme traer mi violín - le costó aceptarlo, pero le costará más dejarla ir - quiero despedirme de ella
Dio media vuelta sobre sus talones y se fue hacia su casa en busca de su instrumento musical
..
Jamás había sentido el frío viento de la noche tan desesperanzador como ahora.
Cerró la ventana y se sentó en la silla que estaba a un costado de la cama que ocupaba su novia. Sacó su instrumento y lo posó sobre la curvatura de su cuello, agarró el arco y cerró sus ojos
Él siempre fue un genio en ese ámbito, jamás le costó entonar correctamente alguna nota en particular por qué para él todo era fácil
Deslizó lentamente el arco sobre la primera cuerda, logrando la entonación de una nota grave y pasiva que reflejaba el dolor con el que despedía a su chica rubia
Poco a poco las roces entre las cuatro cuerdas y el objeto en su mano comenzaron a tomar forma, desplegando una triste sonata que salía de lo más profundo del corazón del azabache
«¿te irás así? ¿Sin decir adiós?»
Y la dulce voz de su novia hizo eco en su mente, llenando cada rincón con la juguetona risa que solía dedicarle cuando estaba despierta
Sus hábiles dedos recorrían de manera experta aquel violín blanco que le había regalado Athanasia cuando solo eran amigos
«quiero que algún día, des uno de tus conciertos solo para mi»
Jamás pensó que cumpliría aquella petición cuando ella este a punto de perder la vida. Para empezar, jamás pensó que llegaría a perder la vida, puesto que él creyó que viviría lo suficiente como para compartirla con ella.
Que absurdo deseo
El fino desliz del arco ante el mínimo roce de las cuerdas, inundó poco a poco el cuarto de la joven rubia, expandiéndose al pasillo y de ahí, a los demás pacientes quienes al escuchar la triste sonata, sabían que se trataba de una despedida
Lucas, se encontraba absorto en sus movimientos, intentando recrear cada uno de los sentimientos que tenía en ese momento
Dolor, tristeza y lamento, pero también un casto deseo de reencontrarla en otra vida o incluso en sueños
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Athanasia intentaba acoplarse a la música lejana de un violín que resonaba por cada rincón del escenario donde estaba
No había músicos y la sonata que ella estaba practican había parado hace tres minutos
Su rostro se llenó de un sutil sentimiento de dolor al entender el triste significado que salía con cada desliz del arco.
- ah - soltó un suspiro al notar que estaba volviendo a fallar en su rutina - ¿por qué ahora?
Volvió a levantarse y lo volvió a intentar, tratando de recrear una coreográfica trágica para acoplarla a aquella lamentable melodía
Era un reto, el mayor de los retos que se le había presentado
- Lucas - y de pronto, escuchó el fino toque que solo el azabache podía lograr al poner sus hábiles dedos sobre aquella cuerda - espera...
Pero su cuerpo parecía querer romperse al sentir un gran pinchazo en la parte izquierda de su cuerpo
Cayó estrepitosamente al frío suelo y miró hacia su izquierda, encontrando la bailarina que danzaba sin parar sobre aquel bello alhajero
- ah...
La pequeña caja parecía querer romperse, puesto que en ella se empezaron a impregnar pequeñas y largas grietas que adornaban espontáneamente la caja música que tanto amaba
Como pudo, se levantó y corrió hacia ella. Tomó el objeto entre sus brazos y lo abrazo, encerrando momentáneamente a la bailarina que asemejaba ser ella
- ¿Qué sucede?
Giró su vista hacia la persona que había estado para ella en todo momento. Su maestra de ballet
- lo lamento, no volverá a suceder
- se que no volverá a suceder - soltó una risa burlona hacia la ojiazul - por qué no tienes talento. No hace falta que te presentes está noche
- ¿Qué?
- lo que escuchaste, después de todo, no eres la señorita Diana
- p-por favor ¡deme otra oportunidad!
- ¿a quien? ¿A un desastre como tú?
Athanasia no lograba entender que estaba pasando, de pronto la persona que más la había ayudado a superarse, se había vuelto descortés con ella
- ¿sigues aquí?
- papá
Sonrió hacia la figura masculina que se encontraba en un rincón del escenario
- eres una perdida de tiempo
Y sus pupilas se ensancharon al escuchar las frías palabras salir de sus labios
- ¿Papá? - apretó más la pequeña caja hacia ella
- ah, una completa perdida de tiempo
- ¿Lucas? - el azabache la miraba con superioridad. Tomó el violín que le había regalado y lo destrozó enfrente de ella - tus absurdos regalos me dan vergüenza
Y de pronto, el ciclo que ya había olvidado, empezó a regresar conforme aquellas finas cuerdas entonaban más alto la triste melodía que resonaba en aquel teatro
- ¡por favor!
Sus ojos se llenaron de lágrimas y sus labios empezaron a temblar al ver la mirada burlona de las personas que la rodeaban
- ¡por favor, paren!
Soltó la cajita y tomó fuertemente su cabeza, tratando de esconder su mirada de los demás
Aquel alhajero, cayó e impacto en el duro suelo donde ella solía practicar, dejando miles de pedazos esparcidos por todo el escenario
Una luz blanca envolvió a Athanasia y la traslado al teatro donde solía practicar su madre
Un piso de cristal cuyo color azulado daba la impresión de estar bailando sobre el agua
- mi niña, tienes que regresar - Diana apareció, con un traje hecho de plumas que la hacían parecerse a un bello ángel
- mamá
La rubia mayor se acercó a ella y la empujó
Athanasia cerró sus ojos al perder el equilibrio, esperando chocar contra el duro suelo que estaba debajo de ella
- sigue tus sueños, cariño mío
Pero grande fue su sorpresa al sentir un gran manantial envolver su delicada figura
Fue entonces, que recordó aquel trágico accidente que tuvo un lluvioso día mientras practicaba sin parar.
- la caja musical - sus ojos se abrieron de par en par al ver la pequeña bailarina que estaba atada a danzar por la eternidad, salir de aquel alhajero y sonreírle dulcemente
Frente a ella se posó la Athanasia que estaba oculta en su subconsciente, la misma Athanasia que era ella antes de haber entrado a un sueño profundo
- al fin despiertas
La mirada cansada y su cuerpo delgado seguían siendo el mismo, con la diferencia de él brillo peculiar en sus ojos
- haz realidad nuestros sueños
La mente de Athanasia había sido tomada por los anhelados deseos que ocultaba en el fondo de su ser, ignorando por completo el largo camino que había recorrido para hacerlos realidad, encerrando a aquella Athanasia (su yo en la realidad) en una caja musical donde estaba destinada a bailar eternamente al haber fracasado cuando aún estaba despierta
Ella misma se había encadenado a un eterno sueño
Un eterno sueño del que la fin había despertado
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Lucas abrió sus ojos y miró el cuerpo inmóvil de su novia. Giró su mirada hacia la ventana, admirando con tristeza los pequeños rayos solares que hacían acto de presencia por sobre el cristal.
- ¿Lucas?
Su cuerpo se tensó al escuchar aquella voz que tanto había extrañado
- Lucas, al fin desperté
Y la encontró, abrazando sus piernas con su cabeza recargada en sus rodillas, sonriéndole como si no hubiera pasado nada
Tragó saliva y caminó hacia ella, temblando al pensar que solo se tratase de un sueño
- si Lucas, al fin desperté
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Nos vemos!!!
Por cierto, pienso hacer una tercera y última parte de este mini one-shot (no me creerán pero soñé con eso XD) espero sea de su agrado :)
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