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Simples desconocidos

Llamada..

[¿Ya estás aquí?]

[Si, supongo que sí]

[Vale, entonces ¿que le dijiste a tu papá?]

[Le dije que me quedaría en casa de una amiga a estudiar]

[¿Se ofreció a llevarte?]

Ella sonrió tras escuchar el dulce eco de su firme voz.

[Si]

[Y ¿como lo convenciste?]

[¿Convencer de que?]

Su cuerpo temblaba por el roce del frío viento. Ella no traía mucho, con excepción de un ligero suéter y una pequeña mochila donde llevaba algunas de sus pertenencias.

[Para que te dejará venir a mi hogar]

Soltó un suspiro y en sus labios se formó una sonrisa.

[No lo hice]

[...]

Tras el silencio de su "amigo" ella entendió al instante que quería escuchar la explicación, pero ella solo rio y volvió a soltar un suspiro.

[Tengo que colgar. Según Google Maps, estoy a tres casas de la tuya]

[Me avisas cuando llegues]

[Claro...]

Fin de la llamada.

Era peligroso caminar de noche, sola y en una calle con poca iluminación.

— ¿Por qué vives por aquí?

Sus ojos azules recorrieron cada rincón de aquel vecindario hasta dar con una casa blanca, de tres pisos y con una ventana abierta.

Días antes habían quedado en pasar una noche juntos como cuando lo hacían de pequeños, pero era obvia la diferencia de altura y el cambio drástico que ambos sufrieron después de su adolescencia. Ya no eran niños y compartir la habitación estaba mal visto, sobretodo si no eran nada.

Athanasia lo sabía y lo aceptaba.

Una vez más, ajustó su mochila a su espalda y se quedó viendo el panorama frente a ella. De acuerdo con antiguas conversaciones acerca de ese plan, el chico de cabellos blancos le dijo que dejaría una ventana para que pudiera entrar. Ella, sin rectificar el lugar o mirar más allá, camino con pasos constantes pero suaves y se acercó a mirar por dentro del lugar.

La decoración había cambiado ligeramente a como ella lo recordaba, pero era obvio que eso pasaría, la mamá de Isekiel tenía la tendencia de decorar según la época del año.

— bien... No estoy entrando a robar, solo veré una película y me quedaré a dormir.

Sus manos tocaron el marcó de la ventana dispuesta y segura de entrar, miró hacia ambos lados y poco a poco fue metiendo su cuerpo.

Al caer del otro lado, se escuchó como las cosas en su mochila eran aplastadas y se reacomodaban según los movimientos de la chica.

Miró hacia ambos lados y caminó hacia las escaleras. Pero fue entonces donde entendió su gran error.

— maldita sea... — susurró y caminó hacia atrás, chocando con los vasos que estaban de su lado derecho sobre el lavabo, haciendo que unos cuantos de estos caigan.

— ¿Quién está ahí?

Una voz gruesa se escuchó en el siguiente cuarto. Ella se escondió a un lado del refrigerador, tapó su boca e intentó aminorar su respiración para evitar ser descubierta. Asomó ligeramente su cabeza para ver si iba hacia ella alguna sombra, pero ni siquiera el sonido de los pasos se escuchaba, por lo que dió por hecho que se había salvado.

Pero un ligero toque en su oído la volvió a alterar.

— ¿Qué se supone que vemos?

— ¡Ah!

Un pequeño pero fuerte grito se escuchó por todo el lugar. Giró su mirada hacia la voz que había escuchado detrás de ella y empezó a temblar.

Debió salir de ahí cuando se dió cuenta que había entrado a otra casa.

— De todas las malditas casas en este vecindario, tenía que meterme a está... — pensó

— ¿Que haces aquí?

La mano del pelinegro la acorraló contra el refrigerador. Su mirada fría y su voz fuerte la hicieron temblar del miedo.

— Lu-lucas... No, no fue mi intención

Era inútil evitar que su voz temblará, así que trago saliva e intentó calmarse.

— ... Quería ir con Isekiel.

— Él vive justo al lado...

— si, ya lo noté — pensó y solo sonrió.

No podía ser sarcástica con él, el bullying de la escuela, la persona famosa por ser amante de las peleas.

— ... Déjame ir...

Ante su suave súplica, el sonrió.

— ¿Y que gano si lo hago?

— ... Haré tu tarea por un mes.

Él levanto la ceja, no muy convencido por su propuesta.

— Do,dos meses

— ...

— ¿Un año?

Él seguía sin cambiar de parecer.

— ... ¿Qué quieres?

Fue entonces, cuando él sonrió.

— Yo...

— Lucas ¿Quién es ella?

La luz de la cocina fue prendida y ambas miradas se dirigieron hacia aquella tercera voz. Ahí, junto al lavabo se encontraba una mujer de cabellos y ojos castaños.

Ambos jóvenes se miraron y luego miraron hacia la tercera persona.

— ah, si. Ella es...

— Soy su novia.

Los tres se quedaron callados tras las palabras de la rubia, quién empezó a obtener un tono rojizo en su rostro debido a la vergüenza.

— si... Ella es mi novia, mamá.

— ¡Ah! ¿En serio? — ambos asintieron — ¿Por qué nunca me lo comentaste? ¿Sabes cuánto he esperado que dijeras eso? ¡Encantada de conocerte! — se acercó hacia ellos y le ofreció la mano a Athanasia con una sonrisa — ¡Soy la madre de Lucas, pero tú puedes decirme suegra! Lamento si estoy tan emocionada, pero él nunca ha tenido novia y es la primera vez que trae a una a la casa.

Ante sus rápidas palabras, Athanasia solo asintió levemente.

— Me llamo Athanasia, es... Un gusto conocer a la mamá de mi novio.

— ¿Por qué tenías que traerla a estas horas? — la castaña miro a Lucas — ¿Sabes lo peligroso que es la noche para una mujer?

— Queríamos ver una película

— ¿No podías traerla en la tarde?

Su mirada rojiza se encontró con los hermosos ojos azules de la rubia, pero a diferencia de sus bellas miradas, sus rostros se veían incómodos.

— Ella lo propuso

Lucas no estaba dispuesto a salir afectado por culpa de Athanasia.

— Como sea — la castaña soltó de la mano a la rubia y se dirigió a la sala — Espero se diviertan.

Ambos se quedaron viendo aquella dirección, escuchando atentamente sus pisadas.

— Gracias...

Él no dijo nada

— Mañana me dices que es lo que quieres a cambio. Necesito ir con Isekiel

Segura de sus palabras, caminó hacia la ventana, pero fue detenida por un ligero agarre en su muñeca

— ¿A dónde crees que vas?

— ¿A la casa de Isekiel?

Él sonrió de forma juguetona y la jaló hacia él

— No puedo dejar que mi "novia" vaya con otro bastardo

— ¡¿Qué?!

Manteniendo el firme agarre en su mano, la guío escaleras arriba.

— ¡No, espera!

No importaba cuánta oposición pusiera ante las acciones del pelinegro, él era más fuerte que ella y la jala sin ningún esfuerzo.

— ¡Lucas, déjame!

Justo cuando estaban llegando a las escaleras, él se detuvo y la miró.

Athanasia sintió como el agarre en su muñeca disminuía, pero muy al contrario de sus pensamientos, Lucas la cargó estilo princesa y subió las escaleras

— ¿Que crees que haces?

— Llevo a mi novia a la habitación para pasar la noche — se acercó a su oído y mordió su lóbulo — espero hayas traído condones — susurro, seguido de una leve risa.

— No es divertido, maldito demente — susurró

— ¿Maldito que?

Ambos habían llegado a la puerta de la habitación de Lucas, pero se quedaron parados unos cuantos segundos mirándose el uno con el otro

— lo que escuchaste

Ella inflo sus mejillas y dejó escapar un leve quejido cuando vio que era inútil huir de él.

— Tu boca necesita modales — dijo sin voltear a verla

Abrió la puerta de su habitación y entró junto con Athanasia en sus brazos.

— ¿Podemos dejar de fingir que somos pareja? — exclamó cuando sintió que el agarre en su cintura y sus piernas había disminuido — apreció que me hayas ayudado cuando nos vio tu mamá, lamento haber entrado así a tu casa, no es mi culpa que Isekiel sea tu vecino. Así que, por favor, déjame ir...

— ... Ella no es mi mamá

— ¿En, entonces?

— Mis padres fallecieron en un accidente. Ella es mi tía

Su corazón pareció ser aprisionado ante aquella fuerte declaración. ¿Quién diría que el chico rudo de la escuela es huérfano?

— Lamento lo de tus padres

— Si realmente lo lamentas, pasaras la noche conmigo

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Porque quiero y puedo — cerró la puerta con seguro y se dirigió a su cama, dejando de su lado izquierdo un ligero espacio para que ella se acostara — De una vez te aviso, tengo el sueño ligero así que no intentes escapar

— ¿Es necesario dormir contigo? Puedo dormir en el piso, solo pásame una cobija

El pelinegro la miró con fastidio y señaló el espacio que el había dejado. Athanasia suspiro cansada y a duras penas llegó hasta él.

— solo te aviso que pateó al dormir

— ¿En serio? Yo abrazo cuando duermo

Athanasia lo miró desconcertada por sus palabras, pero ya no pudo huir porque él la había tomado de la mano

— Así que solo por esta noche siéntete libre patearme — la jaló hacia él y acomodó su cabeza sobre su pecho — claro, si es que puedes hacerlo

— ... ¿Por qué haces esto?

— ¿Hacer que?

Alzó su mirada hacia Lucas y susurró

— Jamás hemos entablado una conversación, incluso llegué a odiarte. Se que pudiste llamar a la policía y hacer que me arresten por meterme en casa ajena, pero, ¿Por qué me ayudaste?

— ¿Acaso me crees un desalmado sin sentimientos?

— Tal vez. ¿Que pasa si digo que te considere un maldito egocéntrico?

— ¿Y que sucede si yo digo que te considere una nerd sin vida social?

— No sucede nada, porque seguimos siendo simples desconocidos

Lucas afligió su mirada y sonrió de forma tenue

— Si, tienes razón

Fue el primero en cerrar sus ojos, así que no supo lo que Athanasia haría poco después de que él cayera ante el mundo de los sueños.

La rubia lo miró fijamente como poseía por su hermoso rostro, las yemas de sus dedos se movieron hacia el rostro del chico y poco a poco fue recorriendo cada una de sus facciones.

— Se que te gustó... O al menos eso dicen los rumores

No tiene mucho que las personas en su salón la empezaron a emparejar con el matón de la clase.

[¿Tu y Lucas? Es lo mismo a decir que será el fin del mundo]

[¿Haz visto como la mira? Sin duda esa mirada demuestra cariño]

[Es imposible que andén. Ella no puede estar con alguien como él]

[Sería gracioso verlos tomados de la mano]

A modo de defensa, ella solo decía que eran simples desconocidos. Pero tales palabras no le sirvieron para evitar que sus compañeros siguieran hablando de ellos como pareja.

Era una situación completamente nueva para ella, quién jamás había estado envuelta en chismes

— Por tu culpa somos el centro de atención — soltó un ligero bostezo y poco a poco empezó a cerrar sus ojos — eres realmente un verdadero idiota.

Al final, ambos durmieron abrazados el uno con el otro, incluso si en sus mentes residía la frase "simples desconocidos"

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Espero este capítulo haya sido de su agrado ✨

Oficialmente, las votaciones se han cerrado y la novela ganadora fue (creo era un poco obvio): 


Su último recuerdo de otoño (parte final de "un último latido en invierno")

Sin más que decir, nos vemos!! 

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