pequeño gran problema
— estoy embarazada
El rostro de Lucas no reaccionó ante las palabras que salieron con miedo de los labios de Athanasia, quien se encontraba sentada en la orilla de su cama mirando al azabache fijamente y temblando de nerviosismo al imaginarse la reacción que tendría su padre
Si cuando lucas pidió su mano, su papá hizo pedazos el palacio principal, no quiere ni saber que es lo que hará cuando aquellas palabras lleguen a sus oídos
— ¿Qué?
Fueron las únicas palabras que salieron del ojicarmín
Un silencio incómodo se hizo presente en ambos al no saber que decir o como tomar dicha noticia. Athanasia por su parte solo soltó un largo suspiró y se dejó caer en el colchón, ignorando por completo la mirada rojiza que la observaba de arriba a bajo inspeccionando su cuerpo para ver si podia notar algún leve cambio
El mago se sentó a un lado de ella y con su mano empezó a recorrer el cuerpo de la rubia hasta llegar a su vientre donde, efectivamente, podía sentir una muy leve combinación de su magia con la de ella
Al instante cubrió su rostro con sus manos y se dejó caer a la par de la princesa
Athanasia pudo sentir el peso extra que se posó de la nada a un lado de ella, pero lo que no esperaba era recibir un cálido abrazado acompañado de leves cuerpos de agua que caían hacia sus mejillas
— ¡gracias! — susurró Lucas intentando limpiar las múltiples lágrimas que amenazaban por descender de su lagrimal a su mentón para dar finalmente con las mejillas de la princesa. Tomó el mentón de la rubia y le empezó a dar múltiples besos por cualquier parte de su rostro para poder finalizar en sus labios y poder posar su mano en el aún plano vientre de la ojiazul
La de cabellera rubia se sonrojo al ver la dulce, tierna y sincera sonrisa que el azabache le dedicaba; tal parece que Lucas se lo tomó mejor de lo que realmente creia o llegó a imaginar durante el tiempo que estuvo practicando en cómo decírselo. Subió su mano izquierda a la mejilla del mago y limpio un pequeño rastro de agua que había dejado una de las tantas lágrimas que había descendido de aquellos bellos ojos color carmín
— estás feliz... — susurró de la nada la princesa
— ¿Cómo pensaste que estaría? — rodeó su cintura y la cubrió con su larga capa — sabes que siempre he querido una familia
Athanasia escondió su mirada en el pecho de Lucas y se aferró a él, devolviéndole el dulce abrazo.
Poco a poco se iba quedando dormida debido a la embriagante colonia que el azabache solía usar; una combinación de rosas y menta que suele ponerse con dos leves toques alrededor de su cuello. Ella estaba disfrutando aquella cercanía con su novio, ignorando por completo el gran problema que tendría con su padre si esté se llegará a enterar
— papá...— abrió sus ojos y se separó de manera brusca del azabache — ¿Cómo se lo diremos a papá?
Lucas la observó fijamente, notando aquel leve brillo de miedo que la rubia tenía en sus bellas joyas azules. Cerró sus ojos y se puso a pensar
— ¿Y si no le decimos?
— ¿Eres idiota? ¡Se enterará por alguien más!
Abrió sus ojos y los posó en la azulada mirada de Athanasia
— entonces te llevaré a mi torre — propuso sin complicación alguna
— ¿Tú torre? — vió como el azabache asentía sin problema alguno — ¿Y papá? ¡Sabrá que no estoy!
— haré un clon tuyo y lo dejaré aquí hasta que des a luz — buscó la mano de la femenina y la entrelazó con la de ella — podemos llevar a Lilly también
Ambos se quedaron en silencio por muy distintas razones. Athanasia por no poder creer que aquel plan funcionaria y Lucas por creer que su plan era simplemente genial y aceptaría a la primera, aparte de que por nueve meses y un poco más, la tendría junto a él todo el tiempo
Él no la dejaría ni por un segundo
— no creo que sea buena idea
— ¡es una gran idea! — reprochó el ojicarmín — es más, de una vez lo haremos
Chasqueo los dedos y en menos de un segundo, ya se encontraban adentro de una colorida torre cuyo techo figuraba ser una galaxia
Lucas si que era excéntrico y tal parece no se conforma con las cosas comunes o simples
— ¿Te gusta? — preguntó alegre al ver el brillo especial que la rubia tenía en sus pupilas
— es muy bonito... — susurró suavemente, observando cada pequeño detalle que tenía dicha torre — esto... ¿Realmente es tuyo?
Giró a verlo y lo vio sonreírle. Él no ha dejado de hacerlo desde que se enteró que sería padre
— nuestro — corrigió a la rubia — esto es nuestro
El ojicarmín le extendió su mano, la cual fue tomada al instante por Athanasia; la entrelazó con ella y empezó a enseñarle cada pequeño detalle del que fue su anterior hogar y sería el lugar de nacimiento de su hijo o hija
Visitaron cada rincón de dicho edificio, pasando por los distintos niveles que esté tenía hasta llegar al último piso
La princesa, curiosa e insegura abrió una puerta ya vieja y se topo con una gran ventana que daba al exterior.
Caminó por aquel cuarto, teniendo cuidado de pisar o tirar alguno de los miles de libros que se encontraban ahí. Sus pasos fueron pausados debido a que quería ver por completo lo que había en dicha habitación, y poco a poco se fue acercando hacia el gran ventanal que vió desde que abrió la puerta
— Atthy — Lucas la llamó con algo de miedo en su mirada — vuelve
A la princesa no le quedó de otra más que hacerle caso, tal vez él no quería que ella se acercará asomarse a dicha abertura debido a que se veía algo vieja e inestable, pero por alguna razón siente que es por otra cosa
El gran mago tomo su mano y la alejó de aquel cuarto. Ambos caminaron dos pisos abajo y se detuvieron en una gran puerta negra
— aquí dormiremos — Lucas se adentro a la habitación y se acostó en la gran cama — ven
Athanasia sonrió y caminó en dirección a él, se recostó sobre el edredón y cerró sus ojos al mismo tiempo que Lucas lo hacía
Tal vez, después de todo no era un mal plan
.
.
.
Athanasia se encontraba en su habitación leyendo uno de los tantos libros que había en su biblioteca privada
— princesa, su majestad desea verla — lillian entro a su alcoba con una bandeja de galletas, la dejó sobre la mesa y se sentó en el sofá a tejer un pequeño gorrito para su querido hijo quien ya cumplía sus siete meses
— ahorita vuelvo lillian
La falsa princesa caminó por el jardín hasta llegar a su padre, quien ya la esperaba sentado en la mesa
— llegas tarde
— papá siempre es muy puntual
— toma asiento
Athanasia lo hizo
— te ves diferente — Claude sintió una rara energía desprenderse de la princesa. La miró de arriba a abajo y de manera sutil la empezó a examinar con magia
— papá debe estar soñando
Si no la conociera, bien podría decir que se trata de una copia de ella
— Félix
El nombrado asintio y llamo a las sirvientas quienes pusieron todo un festín para ambos integrantes de la familia real
Él emperador observo más a detalle a su hija, quien solo le sonreía y no había tocado su comida
— ¿No comerás?
Athanasia le sonrió, tomó el tenedor y lo clavó en el pastel de chocolate que se encontraba frente a ella
— esperaba a que papá empezará a comer
Claude con cierta duda empezó a tomar el té que su amada le había enseñado a amar; no importa cuántos años hayan pasado, él sigue tomando dicha bebida con la idea de que es la primera vez que lo prueba, imaginando de igual manera, a su sol frente a él
⟨cuando ella vivía⟩
El rubio prefirió dejar de lado el tema de su hija y se centro en disfrutar de aquella dulce bebida
..
Al cuarto de la princesa llegó Lucas buscando a su fiel criada
Un mes había pasado desde entonces y Athanasia le había pedido traer a Lilly para que está la cuidara, ya que, de cierta manera la extrañaba
— ¡joven mago! — sacudió su cabeza al recordar que era todo menos joven — no, perdón...
— eso no importa — exclamó Lucas y caminó hacia ella — la princesa quiere verla
La castaña dudo de las palabras del mago, ladeó su cabeza y pasó su tejido
— la princesa está con su majestad — parpadeó dos veces y miró algo confundido al azabache
El ojicarmín miró a la criada y después observo el pequeño gorro que estaba casi finalizado
— la princesa no está con el emperador
— ¿Cómo?
Lucas no esperó más y se teletransportaron a la torre donde anteriormente vivía de pequeño
Lillian miró asombrada lo que estaba presenciando, era demaciado bonito para creer que realmente existía
— Lilly
Athanasia salió a su encuentro con la ojiazul, la abrazó y se quedó junto a ella por más de diez minutos
— ¿Pr-princesa?
— Lilly — tres pequeñas gotas cayeron de sus ojos hacia sus mejillas — ¡te extrañe!
Pero la York aún no entendía el por qué de su repentino comportamiento y menos el de sus raras palabras
— ¿Que es este lugar?
— nuestra torre
El azabache se acercó a Athanasia y la separo de la criada
— ¿Suya?
— bueno... — la princesa aún no sabía cómo darle la noticia de su embarazo, por lo que se armó de valor y decidió confesarle todo lo que ha ocurrido desde que ella dejo el palacio — he estado viviendo aquí durante un mes
Lillian agarro la parte baja de su vestido y abrió sus ojos de sorpresa ante las palabras de la joven rubia
— ¿un mes? — le era imposible creerlo, así que pellizco varias veces su brazo derecho para poder despertar.
Le parecía un muy absurdo sueño
— Lilly — Athanasia tomó sus manos y bajo la mirada algo apenada por su pronta declaración. ¿Que diría si le confiesa que estaba embarazada? — vamos a tener un bebé
La castaña se desmayo tan rápido escucho dicha frase.
..
La York se encontraba sentada a la orilla de la gran cama que compartía la princesa con el mago. Su mano temblaba y por lo mismo, no podía agarrar bien aquel delicioso pedazo de pastel
¿Embarazada?
Con su azulada mirada recorrió el cuerpo de la rubia hasta notar un leve bulto en la parte de su vientre
Al instante, su rostro palideció
¡¿Embarazada?!
Su princesa, la misma a la que consideró su propia hija y cuido en nombre de su madre biológica, ahora estaba esperando un bebé
La miró a los ojos y pudo ver claramente como aquel pequeño ser que algún día protegió con su propia vida, iba creciendo hasta convertirse en una mujer
Ella tiene todo el derecho de querer formar una familia si así lo desea, ¡pero no se ha casado!. Claro, que ella no tiene mucho que opinar al haber pasado por una situación parecida
— ¡Embarazada! — susurra aún asombrada y con un toque de alegría ante sus palabras — debí cerrar su puerta con seguro
Athanasia agachó la mirada y Lucas soltó una gran carcajada. No importa cuántas cerraduras hubiera puesto la doncella en la alcoba de la princesa, por qué el mago se las arreglaba para llegar a ella de una o mil maneras
Para él no existían los imposibles al tratarse de la rubia.
— Lilly — la princesa llamó dulcemente a su niñera, le extendió sus brazos y la acercó a ella — lamento haberte decepcionado
Porque ella muy en el fondo sabía que su doncella desaprobaba aquella espontánea noticia y más al saber que no se había casado
— no estoy decepcionada — la castaña tomó su rostro y le sonrió — solo un poco sorprendida
La York respiró varias veces antes de aceptar por completo aquel hecho. Estaba feliz, su niña tendría una familia pero estaba nerviosa por la reacción del emperador
— ¿su majestad ya lo...
Athanasia negó
— queremos que sea secreto
— necesito volver — se levantó e intento buscar la salida — la cubrirse el tiempo que sea necesario, mi niña
— no hace falta — Lucas habló — ya arregle ese asunto
— Lilly, quiero que te quedes a cuidarme lo que resta de mi embarazo
— pe-pero... — ella aún no entendía como podía pedirle eso con tanta confianza de que no los descubrirían
— por favor Lilly
La castaña miró fijamente a la princesa y sonrió.
— lo haré princesa.
..
El tiempo pasó de forma espontánea. En el palacio las dudas que tenía Claude acerca de la actitud de su hija desapareción después de ver qué aquel mago ya no se acercaba a él para pedir la mano de la princesa. Según lo que el emperador entendía, era que su hija estaba pasando por su primera desilución amorosa, ya que al parecer aquel mago solo buscaba un lugar dentro de la familia real.
Ah, quería matarlo pero desde hace ocho meses no sabe nada de él, tal ves huyó al ver que su plan no funcionó o simplemente decidió dejar de intertarlo.
Esos ocho meses fueron los meses más felices para el emperador. Un total sueño al creer que se había desecho de ese maldito mago y al fin podría descansar sin la preocupación de que su hija este saliendo con un "inútil" como él lo describe.
Esos últimos meses sintió que la paz que había perdido regresaba poco a poco a su cuerpo. Miró a su hija quien se encontraba en el sillón leyendo y sonrió.
Tendría a su hija por un poco más de tiempo antes de entregarla al hombre que realmente llegué a amar, aunque para ser sincero, ninguno es digno de ella.
Por otra parte, las cosas eran muy distintas en una torre cuya existencia era ignorada por los pobladores de aquel lugar.
La princesa y el mago disfrutaron del embarazo tanto como pudieron hasta que llegó la hora del parto.
Si Athanasia hubiera sabido que dar a luz dolía tanto, habría corrido a Lucas ese día donde consumaron su amor. Aun así, sabe que aquello debía ocurrir algún día pero hubiera preferido que ocurriera cuando ella estuviera más preparada, no cuando por derramar una pequeña gotita tuvo que soportar eso sin preparación alguna
Fue su culpa y lo acepta, no se arrepiente y tampoco lo lamenta, porque después de todo ella siempre quiso una familia
— ¡Ah! — inhaló repetidas veces hasta recobrar un poco de aire — ¡Maldita sea, ya sal!
— un poco más princesa
Lillian se encontraba al otro extremo de ella con una toalla en las manos y a lado un balde agua esperando recibir al bebé. A Lucas lo habían dejado afuera porque no supo comportarse en una situación sería dónde lo único que hacía era decirle a la princesa que ambos estuvieron de acuerdo así que no había razones para quebrarle todos los huesos de su mano derecha
— ¡ya está coronando!
— ¿Apenas? — gritó con miedo. Según ella, ya habían pasado más de dos horas desde que entró en labor de parto
Miró a los ojos de su nana y asintio levemente; ya habrá otro momento para maldecir a diestra y siniestra, porque en ese instante lo único que le importaba era traer al mundo a su pequeño bebé
Dió un último grito más fuerte que el anterior y segundos después se pudo escuchar un leve llanto provenir del otro extremo
El mago entró azotando la puerta al escuchar el pequeño chillido
— ¿Ya...nació... — sus ojos rubíes se posaron sobre la pequeña personita que sostenía la castaña en brazos. Caminó hacia ella y se asomó curioso por ver la faceta de su bebé
— es una niña — susurró la York, entregándole al mago a su pequeña hija
Lucas solo extendió sus brazos algo nervioso por ser la primera vez que carga a un bebé. En su iris rojiza aparecieron pequeños matices de felicidad que abarcaban la mayor parte de su mirada; la acercó a su pecho y le acercó su meñique para acariciar sus blanquecinas mejillas levemente sonrojadas por tanto llorar, pero la pequeña alzó su diminuta mano y envolvió su dedo hasta mostrarle una juguetona sonrisa
El mago suavizó su mirada y sonrió. Acercó su rostro y rozó levemente su nariz con la de su hija, haciendo que la pequeña cerrará sus ojos por reflejo.
— oye hombre loco, yo también quiero verla
Athanasia se había dejado caer segundos después de sentir que su angelito ya había nacido, cuando entro el mago se le quedó viendo esperando algún abrazo por todo el esfuerzo, pero toda su atención la acaparó su pequeña niña. No puede quejarse ni ponerse celosa, porque después de todo, es la primera vez que ve en Lucas una sonrisa más que sincera
— es hermosa — susurró suavemente mientras acariciaba su pequeña carita
— tengamos otro — exclamó Lucas
Con la poca fuerza que tenía la princesa, alzó su mano y le dió un leve golpe en su hombro
Lillian salió del cuarto rumbo a la cocina, dejando a la parejita disfrutar de su pequeño angelito, pero así como abrió la puerta del comedor, la azotó y regreso asustada hacia donde se encontraba la princesa
— ¡su majestad está aquí!
Lucas parpadeó una, dos veces y caminó hacia el comedor
Debido a la emoción del momento, el dejó de controlar la muñeca sin estar atento de dónde se encontraba ni de qué personas estaban a su alrededor, por lo que supone que el emperador logro dar con ellos al ver que quien controlaba a esa falsa Athanasia, era él.
Por otro lado, Claude disfrutada de un pacífico viaje en bote junto a su hija, pero de un momento a otro la princesa se esfumó, dejando pequeños destellos carmín volar hacia él y rozar su suave piel.
Cerró sus ojos y se teletransportó hasta donde había rastreado aquel maná que controlaba a aquella muñeca, pero grande fue su sorpresa al aparecer en un lugar donde lo infinito y la nada parecen realmente existir. Aun así, el no se dejó influenciar por lo bello de aquel sitio y recorrió toda la torre hasta ver a la doncella de su hija azotarle la puerta en la cara.
Rastreo el mana de su hija y al instante viajo hasta donde ella estaba, quedando estupefacto al verla postrada en una cama mientras sostenía un pequeño bebé de cabellos azabaches
Su cabeza empezó a dolerle y por unos muy pocos minutos creyó estar en una pesadilla, hasta que frente a él apareció aquel bastardo que había estado desaparecido por ocho largos meses
— ¿Athanasia, que significa esto?
Ya tenía especulaciones acerca de la situación, pero prefería que su hija se lo dijera o al menos tuviera el valor de decírselo después de nueve meses
— es tu nieta
— y yo soy el padre
El emperador se desmayó
Lucas sonrió divertido de la situación pero un golpe por parte de Athanasia le hizo recordar que no tenía porque hablar sin su consentimiento.
— no quería mentirle a mi suegro — fue lo único que se le ocurrió para usar como excusa.
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Jsjajaja perdón, pero juró que asi me imaginé a Lucas mientras lo escribía XD
Espero les haya gustado el capitulo
Sin más que decir, nos vemos!!!
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