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one day I became a grandfather

Sus labios se abrieron levemente y sus ojos se ensancharon un poco al sentir el pequeño mana que se hospedaba en el vientre de Athanasia

Bajó lentamente su taza y se cruzó de brazos

«habré sentido mal?» pensó.

El viento soplo levemente, alzando los dorados cabellos de su hija y el azabache cabello de su yerno, aquel estúpido mago que se casó con ella hace tres años

Lucas bebía de su café con una pequeña sonrisa al ver la expresión de Claude. Quería reírse y vaya que se estaba conteniendo

— ¿papá, estás bien?

Claude prefirió ignorarlo y seguir como si nada

— ¿Por qué la pregunta?

— papá nunca se pone pensativo en las fiestas de té

Miró fijamente a su hija con la intención de preguntarle, pero Lucas se adelantó a responder al ver sus intenciones

— está embarazada — le sonrió de forma descarada — seré padre y usted será abuelo

— ¡Lucas, era un secreto!

El mana de Claude se alteró un poco, causando un leve temblor en toda obelia

Miró con odio al mago que lo miraba con una gran sonrisa y después, a su mente llegaron las últimas palabras que ese ser descarado había pronunciado

[Será abuelo]

Se detuvo a pensar en cómo sería aquel bebé que Athanasia resguarda en su vientre

La familia real siempre se ha caracterizado por poseer un cabello rubio brillante y ojos azules enjoyados, era más que obvio que está última característica la tendría si o si el bebé

— ¿papá, realmente estás bien?

Athanasia lo miraba algo preocupado al ver su semblante en blanco tras recibir de golpe aquella confesión.

— espero no se parezca al bastardo ese

Si bien, la noticia le tomo desprevenido, él ya estaba emocionado con recibir a un nuevo miembro en la familia real

— ¿y por qué no? No sé creo solo

— ¡Lucas!

Suspiró fuertemente y retomo su dulce bebida. Tenía que soportar al mago, no importa que tan descarado o engreído sea, es el esposo de su hija y padre de su futuro nieto o nieta

Suavizó su mirada y sonrió levemente. Cómo le hubiera gustado que su sol esté ahí para presenciar tan hermoso momento

..

— majestad, siento que está exagerando

— no lo estoy

Claude miró aquel bello cuarto que estaba cubierto con las más finas y hermosas joyas hechas juguete. En el medio había una cuna bañada en oro y a sus alrededores cientos de cojines y alfombras

Athanasia y Lucas llegaron a su lado y se quedaron estoicos al ver la cantidad exagerada de cosas puestas en el cuarto de su bebé. Si bien, la princesa rubia apenas había cumplido los tres meses de embarazo, el padre de la misma ya estaba preparado para recibirlo en cualquier momento

— ¿y todo esto?

— para el bebé — susurró Claude sin sentimiento alguno pero con un brillo especial en su mirada

Lucas frunció sus labios y chasqueo los dedos, haciendo desaparecer la mayoría de cosas que se encontraban en aquella habitación, dejando solamente la cuna, una cama, las alfombras, algunos cojines y uno que otro juguete — en especial si solo eran de felpa —.

— así está mejor

Al instante Claude le lanzó un rayo que Lucas fácilmente esquivó dando un pequeño salto mientras mostraba una sonrisa victoriosa en su rostro

— ¡maldito mago! — volvió a atacarlo

— solo quite el exceso

Athanasia a lo lejos negó al ver que su padre y esposo jamás lograran convivir en paz. Tocó su vientre y soltó una leve risa al imaginarse la bella imagen de su bebé en aquel dulce cuarto que su padre con tanto esmero había preparado, y que al final fue arruinado por el mago

Se adentro al mismo y recorrió con cuidado cada rincón de dicha habitación.

Paredes blancas con pequeños detalles en oro que figuraban formar una pequeña flor con un dulce colibrí tomar néctar del centro de la misma. El piso había sido cubierto por una alfombra especial de la cual se podía destacar su sorprendente suavidad al tacto; del techo colgaba un pequeño candelabro de cristal en forma de pequeñas aves que figuraban volar contra corriente.

Su decoración era hermosa, algo que jamás esperó al venir de su frívolo padre.

— me gusta — susurró hacia su progenitor — es muy bonito

Recorrió todo el cuarto y se sentó en un pequeño cojín, tocando levemente su vientre y admirando de mejor manera el hermoso cuarto de su futuro bebé.

Ese día vestía un hermoso vestido en tonos rosados que iban desde el más fuerte hasta el más claro, las ondas de su hermosa vestimenta se alzaban como si de una bella ola de mar se tratase, formando un patrón peculiar en su vestido muy parecido al de su madre

Lucas no podía dejar de admirarla al ver claramente la dulce imagen materna a la que Athanasia ya estaba acostumbrada. Su piel blanquecina y hermoso cabello dorado en contacto con los tenues rayos de sol, le daban un toque especial para confundirla con una diosa

Era bonita y bien lo sabía, pero la imagen materna la hacia verse hermosa

Por otra parte, Claude no pudo evitar el pensar en su amada diana. Sabe que su hija es muy parecida a ella, pero al verla pasear por la habitación con un vestido casi idéntico al de su amada, le hizo revivir viejos recuerdos que parecían ya olvidados

[Majestad, deseo que ame a este bebé tanto como me amó a mi]

— papá — Athanasia se encontraba frente a él, tomándolo de la mano para traerlo de regreso a la realidad — ¿Amarás a mi hijo tanto como me has amado a mi y a mamá?

— no hace falta decirlo — la abrazó — aunque se parezca al bastardo ese

La querida princesa solo se apego más a su padre mientras su mano daba con la del mago en un intento desesperado por callar a Lucas.

.

.

.

— ¿Eso es todo?

— si majestad

— puede retirarse

Alzó la vista y vio como el jefe de la torre daba media vuelta y se iba feliz, dando leves saltos en cada paso que daba

«¿Por qué será?» pensó

Su cabeza giró hacia la ventana, dirigiendo su vista hacia la cabellera azabache que se encontraba debajo de un árbol

Suspiró feliz y enojado a la vez.

Lucas, el mago ancestral llegó ante él cuando Athanasia había cumplido los seis meses de embarazo, el azabache le pidió unas cuantas vacaciones que durarán lo que duraría el embarazo de la joven princesa para así cuidarla hasta que ella de a luz.

Ese día él iba acompañado del jefe de la torre quien se postro ante los pies del emperador mientras suplicaba que cumpliera el pedido del principe; en ese momento era más que obvio que los magos también necesitaban un poco de vacaciones ¿y que mejor que apoyar al mago que hacía cruel su vida?

— Félix

El nombrado abrió la puerta y caminó hacia el emperador

— ¿necesita algo su majestad?

— manda a preparar té, galletas y pastel, en especial si es de chocolate

..

Debajo de un gran árbol de manzanas se encontraba recostado el principe de obelia cuidando de su esposa que estaba casi dormida.

Bajo su mirada hacia el abultado vientre y sonrió, fue buena idea dejar de trabajar para dedicarse a ella y solo a ella; aunque, como tal su único trabajo era molestar y hacerles la vida difícil a los magos de la torre

— Lucas...

Athanasia susurró su nombre y acomodo su cabeza en el pecho del mago quien sonrió y la cubrió con su larga túnica mientras su mano izquierda le rodeaba la cintura

Cerró sus ojos y acercó su nariz al rubio cabello de la princesa, aspirando una y otra vez el dulce aroma a chocolate que emanaban las hebras doradas de su esposa.

— su majestad los espera para la hora del té — exclamó Lilian, haciendo una leve reverencia ante la realeza

— no iremos — el gran hechicero se apego más a su esposa

— su majestad ha mandado a pedir galletas y pastel de chocolate

— ¿Quien? — Athanasia había despertado del que parecía ser su sexto profundo sueño — ¿Papá?

La castaña asintio divertida al ver los mechones rubios alborotados con una que otra hoja pegados en ellos, tal parece que algunas costumbres se niegan a desaparecer del cuerpo de la princesa

— iremos

Lucas la miró algo enfadado. Él estaba disfrutando ese bello momento de tranquilidad junto a su linda esposa, tanta era la paz que los rodeaba que por poco le gana el sueño

Él quería distraerse y tomar su día en paz como en otras ocasiones, pero ahora tendría que reunirse con el emperador porque Athanasia ya había decidido por ambos.

Necesitaba dormir para compensar lo que no durmió la noche pasada por culpa de cierta princesa que a cada rato se movía en busca de una mejor posición para dormir, gracias a ella tuvo que irse al sofá — por decisión propia — para poder conciliar el sueño, pero no fue mucho lo que durmió ya que tiempo después pudo sentir como los ligeros rayos de sol rozaban su rostro, haciéndolo despertar de su muy ligero sueño

No le quedó de otra que levantarse y salir a pasear junto a su esposa, quien a pesar de haber dormido incómoda por su abultado vientre, se veía con más energía que el gran mago quien tenía cara de pocos amigos y bostezaba a cada rato

Al estar bajo aquel gran manzano pensó que por fin podría compensar sus horas de sueño, pero eso parece no querer ocurrir

Tenía ganas de desquitarse con alguien, tenía ganas de visitar la torre mágica

..

Un apacible silencio era quien rodeaba a aquellas tres personas que se encontraban bien distribuidas por aquella redonda mesa

Los roces entre el vidrio y el metal no se hicieron esperar, puesto que la princesa rubia devoraba sus postres sin ser consciente del rítmico sonido que provocaban sus grandes cucharadas

Ella disfrutaba comer en compañía de sus dos personas favoritas, claro que lo disfrutaría más si supieran convivir

— papá, gracias por la merienda

Claude asintio

— ¿Cuánto falta? — preguntó el emperador algo temeroso por la respuesta

— estoy en el octavo mes, así que lo más seguro es que sea por estas semanas

[¿Majestad, ha pensado en algún nombre para nuestra hija?]

¿En qué nombre han pensado?

Lucas no pudo evitar toser al casi ahogarse con su café debido a la pregunta de su suegro. Era raro que lo incluyeran a su conversación sin algún insultó de por medio

— Atheia — exclamó el pelinegro — Atheia Day Alger Obelia

De la mirada azulada destelló un brillo especial que no fue perceptible para ninguno de los otros dos presentes; en su lugar, solo vieron como el emperador asentía levemente, se levantaba y se alejaba de aquel comedor

La intención de Claude nunca fue mala al alejarse de ahí, al contrario, él se dirigió hacia un bello campo de rosas cuya existencia todavía era desconocida para Athanasia. Caminó colina arriba y después bajó a paso lento hasta llegar a la gran sombra de un árbol de gran altura cuya escencia suele recordarle al famoso té que cada mañana sin falta toma

Detuvo sus pasos al estar frente a un pequeño grabado en oro cuya palabra principal era el nombre de su amada

— se llamará Atheia — una leve brisa primaveral alboroto sus cabellos

Se sentó a la par del árbol y suspiró una y otra vez el agradable aroma que desprende aquel campo

Cuando su hija nació, él estaba tan decaído por la muerte de su sol que no se atrevió a darle una sepultura digna y en cambio le dejo aquel trabajo a quien fue la niñera de su hija.

Tiempo después, cuando aquella maldita nube de humo negro se había esfumado de su cabeza y le hacía ver la realidad de las cosas; se enteró por una tercera persona, del lugar donde fue sepultado el cuerpo de quién algún día amó

Al llegar solo pudo ver múltiples rosas florecer por todo el campo, así que desde ese día empezó a cuidarlo por ser el lugar donde se encuentra su amada Diana.

En secreto mando a crear una bella pero simple placa que le haga honor a su nombre

El nombre de la persona que arriesgo su propia vida por amor

— cuidala a la hora del parto

Pero teme que su hija haga lo mismo por su bebé

.

.

.

Las manecillas del reloj parecían querer detenerse en aquella cálida y templada noche. La habitación de la princesa y el mago estaba tenuemente iluminada gracias a los múltiples focos que se encontraban alrededor del cuarto y procuraban iluminar la cama dónde la princesa se encontraba en trabajo de parto

Los múltiples médicos y magos se encontraban alrededor de ella y su esposo se encontraba a lado de la misma, sosteniendo fuertemente su mano y dedicándole palabras de apoyo

— ¡una última vez!

Lucas giró la cabeza hacia su esposa al sentir un fuerte rasguño en la mano que mantenía su unión con la princesa. Athanasia estaba completamente sudada y en sus ojos bien se podía leer el gran dolor y cansancio por el que estaba pasado, cosa que trataba de aminorar al estrujar la mano del pelinegro

La joven rubia gritó una última vez y segundos después se pudo escuchar un tenue llanto seguido de un largo suspiró de alivio

Su bebé había nacido

— oh mi... — lillian estaba limpiando las gotas saladas que caían de la frente de la princesa, pero no pudo resistirse a estallar en llanto cuando vio como el médico alzaba a un bebé de cabellos azabache en brazos; cubrió sus labios con ambas manos e intento aminorar el sutil llanto que salía de ella. De sus bellos ojos azules salieron pequeñas lágrimas que se posaban en su mejilla y resbalaban por sus dedos

Estaba feliz, pero no podía evitar recordar aquella noche del nacimiento de su princesa, la hija de la persona por la que abandono su título de noble y decidió trabajar como criada

Sin duda, la felicidad que siente sigue siendo la misma pero el ambiente que la rodea es totalmente distinto

Sonríe plenamente al ya pensar en eso como un terrible sueño

— ¡felicidades alteza! — el médico imperial se acercó al príncipe y delicadamente dejó al bebé en sus brazos — es una niña

Lucas dejó escapar un notable suspiró de asombro al ver a su pequeña hija buscar los ojos de sus progenitores. La pequeña bebé que anteriormente había estado muy activa, ahora se encontraba totalmente quieta al ver la mirada rojiza que la veía a ella; las pequeñas comisuras de sus labios se alzaron hasta formar una pequeña sonrisa la cual era dedicada de manera inconsciente al mago, esté último sonrió y llevó su pequeña cabecita a la altura de sus labios, dónde besó a su hija y dejo escapar una que otra lágrima mientras daba las gracias de tenerla ya con él

Al cuarto entró Claude, buscando con la mirada a su hija quien se encontraba descansando en la gran cama

Caminó hacia ella y se detuvo al ver un pequeño ser en los brazos del ojicarmín

— ... — no supo que pronunciar al sentir la pequeña mirada azulada observarlo fijamente.

Solo pudo sonreir y acercar levemente su mano hacia ella, acariciando delicadamente las hebras azabache que sobresalían de la blanca manta

Lillian se acercó a ellos y con algo de pena les interrumpió su hermoso encuentro nieta-abuelo

— necesito bañarla

Lucas le entrego a su bebé y la vio irse en brazos de la castaña

Claude, por otra parte solo posó sus ojos en su hija quien se encontraba tendida en la cama con los ojos cerrados y la respiración pausada

— hiciste un gran trabajo

— gracias papá — la rubia princesa abrió sus ojos y le dedicó una gran sonrisa a su padre — ¿Cómo es ella?

Él emperador meditó sus palabras unos largos diez minutos. Si bien aquella bebé había sacado la mayoría de los rasgos del mago, también había una que otra cosa que le hacía recordar a su hija y a su sol

— es muy linda — fue lo único que pudo decir en un intento desesperado por guardar sus insultos hacia el mago para después.

La York entró al cuarto con un bebé ya limpio y vistiendo un mameluco amarillo, pero el mismo pequeño ser se agitaba mucho en sus brazos debido al fuerte llanto del mismo

Lucas al instante se dirigió a ella y tomó a su hija en brazos, tratando torpemente de arrullarla para detener su llamado, pero el resultado seguía siendo el mismo.

El padre primerizo le puso mil cosas enfrente a su hija, pero la pequeña bebé rechazaba cada uno de los objetos que el azabache le mostraba. Claude, por otra parte, solo acercó su mano hacia la pequeña bebé bajo la atenta mirada del mago, quien pudo notar como de los dedos del emperador desprendían pequeñas chispas que iban direccionadas a su hija

Aquellos pequeños e inusuales destellos se adentraron a la mente de la bebé y poco a poco la pequeña dejó de llorar y empezó a cabecear a causa del repentino sueño que tenía

— ve a dormir

Lucas no dijo nada al saber que su suegro le transmitió un par de sus memorias dónde bien se podía ver a un hada desfilar con elegancia por uno de los verdes pastizales de la ciudad imperial

Sonrió levemente al notar que la unica persona que faltaba por conocer a su hija, era la madre de Athanasia

[Diana]

.

.

.

La brisa nocturna chocó suavemente con sus dorados cabellos, levantandolos en pequeñas ondas de acuerdo a la dirección del viento

— se parece a ese estúpido mago

Susurró hacia la placa de oro y sonrió una última vez al sentir un ligero abrazo por detrás de él

— oficialmente, somos abuelos

[ — ... — Claude dejó caer su taza de té al escuchar aquellas bellas palabras provenir de su amado sol

Tanta era su impresión que no tenía palabras para describir aquel cálido sentimiento que emergía de su pecho hacia el rostro anteriormente inexpresivo del ahora emperador

— majestad, seremos padres

Diana sonrió y acaricio su vientre antes de sentir un repentino abrazó por parte del rubio

— seremos padres — susurró dulcemente y correspondió aquella muestra de afecto que el rubio con tanto amor, le daba]

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Hola!!!! Lamento no haber actualizado antes, salí a una competencia y no me dió tiempo UuU pero espero haya sido de su agrado este pequeño one-shot

En compensación por eso, haré una parte más de algún one-shot o capitulo que haya publicado en la semana feliz y quieran una continuación XD (déjenme su sugerencia en los comentarios U.u)

Por cierto, ya ni recuerdo cuando comenzó la semana feliz XD por lo que su finalización será el miércoles

Sin más que decir, nos vemos!!!!

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