Antes de empezar: creo que el título lo dice todo jajajaja
Este capítulo contiene lenguaje subido de tono, lean bajó su propio riesgo.

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¿Por qué estaba triste?

Solo lo había dejado una chica de las tantas que conocería más adelante. El problema es, que él ya cuenta con veinticinco años y su más largo noviazgo ha sido de tres meses.

¿Acaso hay algo mal en él? No, él es perfecto. El chico ideal para cualquier chica, menos para su mejor amiga; pero bueno, él la ve de la misma manera.

Su cabello azabache y ojos rojizos hipnotizan a cualquiera que lo mire, pero tal vez su actitud es el problema

Es orgulloso – demasiado, diría su ex – arrogante, algo presumido e incluso bromista, pero en el fondo también es romántico y desea formar una familia

Entonces, ¿por qué Helena lo dejó? Él ya podía verse en el altar esperando a su castaña novia, pero las cosas terminaron de un día para otro.

¿Por qué se ilusiona con facilidad?

Tal vez, por qué quiere experimentar lo que es el amor en su máximo esplendor.

— Lucas

— ¿Qué quieres perro blanco?

— olvida a Helena. Solo anduvieron por un mes, tampoco es como para que le llores

Isekiel tenía razón.

¿Por qué se encontraba en un bar ahogando sus penas en el alcohol, cuando solo duraron un mes?

Bueno, tal vez es por qué así le hizo con Isekiel cuando Athanasia terminó con él, debido a que se fue a estudiar al extranjero.

¡Ah, pero al menos al peliblanco le va bien!. En cuanto terminó con la rubia, la prima de está, una chica castaña y de ojos verdes, se le declaró y anduvieron a la semana

Ahora que lo piensa. ¿Por qué lloró aquella vez, si iba a reemplazar a la ojiazul tan rápido?

— no tienes palabra aquí — tomó de un solo trago su amarga bebida y lo miró con fastidio — a ti te llueven las chicas

— a ti también

— si, pero al menos yo soy selectivo — sacó su cartera y de mala gana, dejó un billete sobre la mesa de madera — no acepto a cualquiera

— ¿y que hay de Athanasia?

Su mejor amiga, la chica de la que estuvo enamorado durante dos años. ¿Era necesario meterla a ella?

— es mi mejor amiga, la veo como tal

— mira — sintió la mano del ojimiel en su hombro derecho. Lo miró fijamente, dejando que hablará — toma — le entregó un papelito con un número en él

— ¿Qué mierda es esto? ¡Ya te dije que no quiero andar con tu estúpida prima!

— ¿conoces las llamadas hot?

Entrecerró sus ojos y lo miró con desaprobación

— jamás pensé que fueras de ese tipo

— no lo soy — se defendió al instante — tengo a jennette para eso. Esto me lo dio Cabel

— ¿y que se supone que haga?

— marcas al número, te contesta una chica y tienen una conversación caliente hasta que te sientas satisfecho

— ¿y como lo sabes si no lo has "probado"? — acentuó la ultima palabra con sus dedos en forma de comillas

Isekiel sonrió ladinamente — me lo dijo Cabel

— si — exclamó sin creerle — es más fácil creerte si dices que te lo dijo el idiota ese

— se que no has tenido ninguna experiencia sexual

— no soy como tú — se enderezó — por qué quiero llegar virgen al matrimonio

Su amigo no pudo resistirse a soltar una gran carcajada, cosa que molestó al ojirubí

— Lucas, amigo mío — limpió sus pequeñas lágrimas con la yema de sus dedos — ya nadie hace eso

— yo si

— te sugiero que llames. Según Cabel, no te vas a arrepentir

— si, claro — salió del local como alma que lleva el diablo — como si lo fuera a hacer... — susurró

..

Y ahí se encontraba, sentado a la orilla de su cama con la tarjeta en su mano izquierda y su celular en su mano derecha

¿Estaba tan necesitado como para hacer eso?

¡Al carajo todo! Solo estaba él y nadie se enteraría de ello

— cinco, cinco...— empezó a teclear el número. Llevó a la oreja su celular y espero a que el sonido molesto desapareciera

«lo sentimos, el número que usted marcó ya está ocupado»

Y al instante colgó.

Grande fue su sorpresa al enterarse de que no era el único que buscaba aquel raro servicio.

Su consciencia le pesaba. ¿Está bien adentrarse a ese raro mundo?, Según su puro pensamiento, aquello lo llegaría a experimentar con quién fuera su predestinada, no a través de su celular

Suspiró, enfrió su mente y volvió a marcar.

Esperó unos largos treinta segundos hasta que escucho una dulce y seductora voz

— gracias por llamar a la línea erótica, dónde ofrecemos servicios sexuales a través del altavoz. Dime cariño, ¿con que quieres empezar?

Soltó un suspiro al escuchar la suave voz de la persona que se encuentra al otro lado de aquella llamada. Una dulce y sensual entonación que le hace vibrar cada parte de su ser

¿Existe alguna persona así o solo es una vieja grabación?

— ¿bueno?

Las mejillas de Lucas se tiñeron de un adorable color carmín. ¿Como pudo hacerle caso a aquel idiota de cabello blanco?

— eh... Hola

Su palma izquierda impacto contra su frente en cuanto escuchó la seductora risa de aquella desconocida.

— dime, ¿En qué puedo ayudarte?

— eh... — no sabía que contestar. Tal vez si estuviera Cabel podría asesorarlo, pero no quería caer más bajo de lo que ya ha caído — ¿podrías decirme que se hace aquí?

'Por algo estoy pagando'. Fue su clara excusa para evadir su notable inocencia

— jajaja ¿Me estás diciendo que has llamado sin saber cómo usar la línea?

— bueno, por algo te estoy pagando — más avergonzado no podía estar

— jajaja si, tienes razón. Empezaré con lo que no debes de hacer

Él la escuchó atentamente

— no debes decirme tu nombre, ni pedir el mío. Eso es confidencial

— tranquila, ¿Para que te daría mi nombre?

— lo digo por qué ya me ha pasado — el azabache pudo escuchar una leve risa dulce y sensual como aquella voz. Ahora entiende por qué Cabel e Isekiel (aunque no lo acepte) han llamado a dicha línea — tampoco puedes darme algún dato personal y mucho menos pedirme una descripción de mi rostro

— ok, lo entiendo

— y bien, ¿de que quieres que te hable?

— no lo sé, elije un tema

— pff. No cariño, ¿de que región de mi cuerpo quieres que te hable?

— ¿Cómo que de que región? — lo único que podía pensar... ¡Era en nada! Aquella sensual voz lo mantenía atado a aquella rara llamada.

Trató de controlar los latidos de su corazón, los cuales parecían desbordarse al escuchar aquella adictiva entonación que usaba la chica para tratar con sus clientes

— ¿Quieres que te hable de mis senos?

Y su cara se tiñó de un rojo intenso

— ¿para que quiero saber eso?

— has llamado a una línea sexual, dónde hablamos hasta que logres acabar o estés satisfecho. Dime, ¿No te suena lógico?

— mejor hablemos de otra cosa — intentaba evadir el tema a toda costa — dime... ¿Que tal tu día?

— jajajaja ay cariño — la misteriosa mujer reía por la inocencia de Lucas, quien se sentía cada vez más avergonzado después de escuchar su gran carcajada — mis senos son bonitos, grandes y redondos con la areola rosada. También hay un lunar entre ambos y pequeñas pecas en mi pecho

El cuerpo del azabache se tensó ante aquella descripción, tragó saliva y bajó poco a poco su mirada.

¿Cómo es posible que aquellas simples palabras lo hayan calentado?

Posiblemente se deba a qué se lo imaginó, por qué bien sabía que no era del todo un santo, también tenía sus secretos y deseos ocultos en lo más profundo de su ser. Un ser cuya naturaleza le exige ser dominante y obsesivo en cuanto toca la piel femenina.

— mi cintura no es pequeña ni grande, pero si me encontrará sobre ti creo que podría marcar a la perfección la curvatura de mis pechos a mi cadera. Las yemas de tus dedos podrían recorrer a la perfección aquella imaginaria línea, pasando y memorizando mi cuerpo al recorrer mi tersa piel

El ojicarmín podía sentir como aquel bulto crecía más y más ante cada descripción que le daba aquella chica.

De manera inconsciente, bajó su mano libre y desabrochó su cinturón seguido del cierre de su pantalón; dejando ver el bóxer negro que contenía su hombría erguida y con una pequeña gota de agua

Cerró sus ojos y suspiró profundamente para poder bajar su notable erección, cosa que fue completamente inútil

— ¿sigues ahí?

— ¿Cómo es que no te da vergüenza? — sus ojos seguían clavados en su miembro endurecido, cuyo grosor parecía seguir aumentando

— pff jajajaja, la verdad es que te acostumbras

— y... ¿Ahora que se hace?

— lo que tú quieras

Los ojos rubí se abrieron de par en par tras escuchar aquellas simples palabras.

Tal vez es el tono de su voz lo que le incita a seguir hablando con ella, pero debe poner los pies en la tierra antes de salirse de control

— hasta... Hasta aquí está bien... — susurró

— En ese caso, fue un placer hablar contigo

«Fin de la llamada»

Miró apenado su pene erecto, suspiró y se fue al baño. No podía simplemente dejarlo así

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— ¿Y bien?

Isekiel le sonrió descaradamente al ver la cara de satisfacción que se posaba sobre el ojicarmín. Su único pensamiento, era aquella sensual voz hablándole al oído a su amigo hasta tenerlo satisfecho

— ¿Qué quieres?

— ¿lo probaste?

Negó y extendió su mano derecha con la tarjeta entre sus dedos

— toma tus pendejadas — tiró la tarjeta sobre él — no las necesito

— ¡oh, vamos Lucas! Necesitabas a alguien que despertará el pito que tienes, por algo está ahí y solo lo tienes de adorno — negó con la cabeza — pobre pequeñín

— pequeñín el tuyo

Y una carcajada se escuchó por todo el centro comercial

— ¿Los medimos?

— ¿Qué mierda...?

— digo, para ver cuál es el pequeño

— mejor no digas pendejadas y apúrate — alargó sus pasos hasta separarse del peliblanco, quien lo alcanzó en cuanto llegaron a una heladería — ¿a qué hora llega?

Isekiel sacó su celular y abrió la conversación con Athanasia — en la madrugada — miró al ojicarmín y suspiró — ¿Crees que estaría bien si dejo a jennette por ella?

— no digas pendejadas

— no son pendejadas, pero...

— te enculaste

— yep

La mente de Lucas divagó entre sus recuerdos al pensar en su amiga rubia.

¿Y si lo intenta con ella? Ya tiene mucho desde que anduvo con Isekiel, aparte, llegó a gustarle por dos años o más y cabe la posibilidad de que ella también haya gustado de él

No pierde nada al intentarlo

— ah — exclamó él peliblanco — me tengo que ir, volvieron a meter a la cárcel a Cabel

— ¿Ahora que hizo?

— dice que nada

Ambos se miraron y negaron al instante. Cabel, su amigo castaño que también estuvo enamorado de la rubia, tiene un largo historial con los policías

«me pase un alto» si, claro. Aquella vez chocó contra el poste y casi atropella a una anciana

«solo caminaba por el parque» Incluso en aquella ocasión casi se lo llevan a él por defender al ojiazul

«fui a la tienda» ese día lo encontraron en un bar a punto de comenzar una pelea, afortunadamente se lo llevaron antes de que llegara la policía

«estaba durmiendo en un parque» bueno... Esa es la única ocasión donde había dicho la verdad, lamentablemente, se lo llevaron al pensar que estaba drogado

— ah, ese idiota

— si, es un dolor de cabeza

— pues vete, ¿Qué esperas?

— ¿seguro que no necesitas la tarjeta?

— ¡ya lárgate!

El Alfierce no espero más y partió rumbo a la fiscalía, dejando al pelinegro completamente solo

Lucas suspiró pesadamente, tomó las bolsas que había comprado y partió rumbo a su hogar.

Por su mente pasó aquella voz con la que soñó durante toda la noche, la misma que le ocasionó una gran erección en cuanto despertó. Posiblemente vuelva a llamar solo para ser atendido por ella

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Salió de la ducha con su cabello húmedo y una toalla sobre su cintura, dejando que las gotas de agua resbalaran por toda la longitud de su pecho hasta rozar la tela sobre su cadera, incluso, adentrándose más allá 

Se encamino hacia la mesita de noche y sacó su diario, dejando que las páginas avancen hasta llegar al final de aquel cuaderno

Agarró su celular y marcó el número que le había proporcionado su amigo. Él lo había anotado en la parte trasera de su libreta, dónde nadie pudiera sospechar

— ah, que estupidez...

Se recostó en su cama y miró fijamente el techo. Está puede ser la mayor estupidez que haya cometido en su vida

— ha llamado a la línea erótica, lo atiende Gisselle

Frunció su ceño al escuchar una voz completamente diferente a la que escucho ayer.

Su cuerpo no reaccionó en cuanto escuchó la desagradable entonación que usaba aquella chica para atenderlo. Alejó su dispositivo y colgó

— cinco, cinco... — volvió a marcar, con la esperanza de ser atendido por la misma persona que lo atendió la noche pasada

— gracias por llamar a la línea erótica, dónde ofrecemos servicios sexuales a través del altavoz. Dime cariño, ¿con que quieres empezar?

Y sonrió de forma satisfactoria al escuchar aquella sensual entonación

— hola...

— ¿Con que quieres empezar cariño?

— ¿acaso no me recuerdas?

— he hablado con varias personas, hombres y mujeres de todas las edades, es imposible para mí recordar a mis clientes

— bien... Soy el sujeto que no sabía cómo usar esta línea

— ¿y ahora ya sabes? ¿O te hablo deliberadamente?

— hablemos de otra cosa — incluso si estaba solo, trataba de ocultar su sonrojo con la funda de su almohada

— ¿ayer te hablé de mis pechos, ahora quieres que te hable de mi trasero?

— no, no, no... Hablemos de otra cosa... — tragó saliva con dificultad, sintiendo el líquido bajar lentamente por su garganta

— no es grande, ni pequeño pero es firme y con lo que te describí ayer, creo que puedes entenderlo — aquella chica soltó una risa coqueta, provocando en el azabache una pequeña erección

¿Cómo sería si la tuviera debajo de él?

Su mente empezó a divagar mientras imaginaba su cuerpo rozar con el suyo, resbalando ante el sudor y dejándose llevar por el éxtasis del momento

— si estuvieras aquí... Te dejaría recorrer cada una de mis curvas

Su mano estrujó la almohada, marcando a la perfección las venas que sobresalían del dorso ante la erótica escena que aparecía en su mente

cerro sus ojos y dejo que su mente creara aquellas explícitas escenas.

por un momento, se vio envuelto entre sus brazos, escuchando atentamente como le susurraba  al oído mientras que él exploraba su desnuda espalda hasta llegar a su cadera, subiendo y bajando una y otra vez como si tratase de memorizar aquella desconocida piel. 

— ha! 

aquella espontánea risa fue como un suave y agradable roce que recorría su cuello hasta llegar a la parte de su nuca, causándole un pequeño escalofrió que abarco por completo su columna vertebral. 

"lucas"

Y la escucho susurrar en su oído su nombre de una forma sexi que pedía más que solo caricias, más que solo un simple toque cariñoso sobre la piel

"Ah, Lucas, Lucas"

Puede que sea un novato en estos temas, pero su mente parecía ser la de todo un experto que ponía en práctica sus más oscuro deseos sobre una desconocida

Soltó un leve gruñido al sentir su miembro tocar la toalla que poco a poco iba cayendo.

Su mano estrujó la almohada, enterrando sus uñas hasta dejar una pequeña marca del salvajismo desbocado que quería apoderarse de su ser. 

"Ah, Lucas"

la yema de sus dedos parecía recorrer sin prisa alguna el cuerpo desnudo que yacía sobre él. sus manos lo acariciaban delicadamente, como si de una pincelada audaz sobre una pintura al oleo se tratase. 

Aun con la poca conciencia que le quedaba, se reprendía una y otra vez al haber llamado y profanado un cuerpo - en pensamientos - que le era ajeno, cuyo rostro de aquel ser de voz seductora desconocía por completo. Pero la sensación de placer que inundaba su mente por primera vez, le convencía para seguir escuchándola. 

La saliva que se había acumulado en su cavidad bucal, descendió por su garganta de forma lenta hasta lograr desaparecer aquel húmedo roce que sentía dentro de su ser. Quiso dejar de pensar, dejar de imaginar y volver a la realidad, pero le era imposible puesto que ella había encontrado una cuerda secreta no tocada hasta entonces, donde la efímera voz que salía por las bocinas del aparato se insertaban en su oído hasta llegar a su mente, rozando la zona que el tenía prohibido tocar hasta después del matrimonio. 

lo cierto es que jamás le gusto esperar, pero temía por el cuerpo ajeno que pudiese encontrarse debajo de él  ya que se auto-consideraba una bestia en busca de complacer su deseo carnal. No fue hasta que el peliblanco le sugirió una estúpida idea con la que actualmente esta teniendo múltiples fantasías

"ah, lucas" 

si, le encantaba sentir aquella sensación latiente y vibrante que recorría su ser en extrañas pulsaciones 

"lucas"

Ciertamente todo era una simple fantasía que su mente había creado a base de las descripciones y su voz candente, pero...

¿Cómo sería si aquella extraña pronunciará su nombre? ¿Podría decírselo aunque sea una vez?

Quería escucharla pronunciar su nombre en la más bella y sensual entonación que aquella chica podía ofrecerle

— ¿sigues ahí?

Pero entonces, volvió a la realidad

— ¿ah, que decías?

— pff jajaja, no, mejor sigue con lo tuyo 

— emm... — no sabia como extinguir aquel incómodo silencio que poco a poco se comenzaba a formar. 

— ¿puedo decirte algo?

— jamás te ha importado mi opinión, así que adelante 

— eres el cliente mas raro que he tenido 

y sus mejillas ardieron una vez más, antes de terminar aquella llamada y checar el dinero existente en su cuenta bancaria.

..

Los días pasaron sin prisa alguna, dejando espacios lo bastante largos para que el azabache pudiera seguir llamando a aquella desconocida. Poco a poco la fue introduciendo en su vida, olvidándose por completo de las personas que integraban su circulo social  

El no lo sabia, pero ella ya era su rutina de cada noche, una rutina que consistía en una llamada caliente y una pequeña platica de diez minutos 

— ¿seguro que no puedes?

— Athanasia, ya te dije que estaré ocupado en la tarde

— ok, ok, yo lo entiendo, pero en serio quiero verte — le rogaba a través de la pequeña llamada 

¿Cómo podría explicarle a su amiga que alguien más había ocupado el pequeño espacio donde la solía tener a ella? ah, simplemente no podía. 

Es cierto que estuvo enamorado de ella, es cierto que incluso quiso intentarlo con ella, pero simplemente un día marco a una extraña línea donde pudo conocer una dulce, sensual y exquisita voz que cambio su perspectiva de "mujer ideal"

rio ante su absurdo pensamiento

Ni la conocía en persona. Podía ser una señora de más de 50 o una jovencita de apenas 18, pero él ya había caído ante la melodiosa voz que solía contactar cada noche 

— atthy, realmente no puedo. deja de insistir 

— ah, esta bien

— ...

— oye

— ¿que?

— te extraño maldito gruñón 

No supo como responderle, simplemente alejo el aparato de su oído y colgó sin piedad alguna. 

..

La noche se poso sobre el cielo, coloreando lentamente las nubes de un azul profundo, dejando que las estrellas y la luna adornaran el bello manto nocturno. 

se recostó en su cama y saco la libreta que tenía oculta entre sus sabanas, pero el repentino llamado de su timbre, hizo que volviera a esconder la pequeña libreta 

— maldita sea, ¿Quién será?

arrastraba sus pies con la intención de jamás llegar a la puerta, pero si era el maldito de Cabel no lo dejaría en paz hasta que le fuera a abrir 

— ¿lucas, estas ahí?

— atthy...— susurro, abriendo al instante — ¿Qué haces aquí? 

— vine a ver a mi amigo — le sonrió — ¿me dejaras pasar o me dejaras afuera?

Resignado, la dejó pasar

— es muy tarde, ¿con quién vienes? 

— vine sola, por qué quería visitarte

— Atthy — quería dejar todo en claro, quería deshacerse de ella, pero los ojos cariñosos que se posaban frente a él no lo dejaban hablar — también te extrañé...

¿Que más podía hacer aparte de mentirle?

Ella sonrió ante su falso comentario — también te extrañé Lucas — lo abrazo, siendo correspondida al instante

— pero...

— ¿pero qué?

Y el repentino vibrar del celular de la rubia, hizo que se alejara de él para poder contestar la llamada

— ¿es papá, puedo usar tu balcón?

— claro

Se sentó en el sofá y la vió alejarse de él, prendió el televisor y vio la bolsa que traía su amiga.

Su amiga

Ahora le era más familiar aquel termino.

11:30pm

— ¿ah, cuánto piensa tardar? — sus dedos subían y bajaban uno tras otro para después golpear suavemente la mesa donde apoyaba su mano. Athanasia llevaba más de una hora hablando con su padre

Él se levantó y caminó hacia su cuarto, tomó su celular y busco el número al que ha llamado cada noche

— cinco, cinco... — y espero a que le contestaran

«lo sentimos, el número que usted marcó ya está ocupado»

Colgó y volvió a marcar, pero fue lo mismo una y otra vez

— ah, maldita Athanasia — maldijo a la rubia por interferir en su rutina nocturna — una última vez...

Tragó saliva y esperó unos largos treinta segundos hasta que logró escuchar la voz que tanto había anhelado

— ¿otra vez tu?

— ¿acaso te molesta?

— no, para nada. A decir verdad, estuve esperando tu llamada

Ah, esa voz tan sensual le exita más que las descripciones eróticas que suele darle

— ¿acaso te estás exhibiendo en el balcón? ¿O por qué hay tanto ruido?

— cariño, no debe interesarte lo que involucre mi vida personal

— ¿Por qué no?

— Eres mi cliente, hablamos hasta que ambos terminemos felices. Tu con un orgasmo y yo con más dinero en mi billetera

Lucas soltó una gran carcajada — ah, eres tan desvergonzada

Su mente olvidó por completo la compañía de la rubia y prefirió centrarse en quién ha sido su rutina cada noche.

— y ahora, puedo asegurar que si estuvieras dentro mío acabarás a la primera

Se levantó de su cama y caminó a la cocina, ignorando la presencia de Athanasia en su casa

Llego al frigorífico y sacó una bebida fría para calmar el notable calor que impregnaba todo su ser

— ¿y después?

— te correrías a chorros si mi piel tocará la tuya

Detuvo sus acciones y giró su vista hacia el balcón, podía jurar que escucho aquella voz demaciado cercas de él

— ¿cariño, sigues ahí?

Alejó la bocina de él y caminó hacia donde debía estar la rubia, asomó su cabeza y suspiró aliviado

Ella ya se había ido

— te sigo escuchando

Regresó a su habitación, deteniendo su andar frente al living que quedaba al otro extremo de la cocina

— ha! Pareces más ansioso que antes

Giró su vista al notar una conocida cabellera rubia y caminó hacia su sofá

— ¿por qué lo dices?

— jamás has hablado tanto tiempo conmigo

Y su celular cayó en cuanto escuchó a la ojiazul decir lo mismo que aquella desconocida

Ella seguía ahí, siempre estuvo ahí pero...

— ¿cariño, sigues ahí?

Athanasia no se había dado cuenta de la silueta masculina que estaba detrás de ella

— ath... — su mente estaba en shock

Su cuerpo femenino se tensó al escuchar la voz del dueño del departamento justo detrás de ella

Sus ojos azules viajaron hasta la mirada rojiza del azabache

— Lucas — y su celular cayó al igual que el del pelinegro

— Lucas — se escuchó a través del altavoz del ojicarmín

¿Cómo sería si aquella extraña pronunciará su nombre?

Bueno, ahora lo sabía...

[Fin]

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Hola!!!! Perdón por lo de ayer :'c pero como pueden ver, al fin pude terminarlo :D

Se que algunas personalidades están muy fuera del como realmente son los personajes, pero sentía que está parte realmente lo necesitaba

Para serles sincera, al principio pensé en hacerlo historia pero no soy muy buena redactando este tipo de escenas, así que hasta aquí lo deje :D
Espero haya sido de su agrado.

A quienes no entendieron muy bien el final, se los explicaré en una simple oración "Athanasia era con quién hablaba cada noche"

Al principio (se que me llamarán loca pero estoy en un grupo de P.E en facebook y ví una chava que edito una imagen de diana y Lucas) y si, al principio pensé hacer esta parte para ellos pero después me dije, "de por si estás loca y ahora escribes algo realmente loco" así que como verán, fue un one-shot lucathy :D

Espero haya sido de su agrado, la verdad es que ya quería publicar está parte pero simplemente no lograba terminarla

Por cierto, ya estoy terminando sus pedidos :D no se desesperen que muy pronto los tendrán ✨

Pequeño extra: saque la idea de un episodio del programa "familia peluche" (quienes viven en México me entenderán" 😂)

Ahora sí, sin más que decir, nos vemos!!!!