Dulce inocencia
Era común para ambos Reyes tomar el té entre las 4 y las 5 de la tarde. Solían reunirse para pasar tiempo en pareja, del cual ya casi no solían disfrutar debido a su trabajo y su hija a la cual amaban por ser el fruto del amor que se profesaban
— no — exclamó la Emperatriz mientras sorbía elegantemente su dulce té
— ya no hemos tenido tiempo, quiero disfrutar de mi bella esposa — el mago tomo un sorbo de su café mientras sus rojizos ojos se posaban sobre la rubia, cuyas mejillas estaban teñidas de un leve carmín
— ¿y que pasará con Atheia?
Athanasia sabía de ante mano que su hija solía buscarlos mucho, era consciente de su gran apegó hacia su esposo con el que solía pasar la mayoría del tiempo debido a su temprano despertar de magia
— olvidas que puedo solucionarlo con magia — Lucas sonrió al tomar una galleta y colocarla entre sus labios para después dar un leve mordisco apenas audible para la ojiazul
— ¡No! ¡No usarás magia en nuestra hija!
— jamás dije que usaría magia en ella — chasqueo sus dedos y al instante aparecieron dos muñecos idénticos a los reyes de obelia — ellos serán nuestro reemplazo
Era un plan perfecto que cuidadosamente había diseñado el mago una semana atrás, y según él, no podía fallar.
Después de tres segundos, los clones desaparecieron.
— que sea rápido — exclamó Athanasia, sacándole una gran carcajada al ahora emperador
— rápido es lo que quiero evitar — se acercó a su esposa, acomodó un ondulado mechón detrás de su oreja y mordió suavemente su lóbulo — esto nos tomara unas dos... Tres horas si tienes suerte
— ¡Lucas!
— ¿Que tiene? — sus labios se dirigían a su cuello, pero paró dos centímetros antes de llegar a su tersa piel — recuerda que Atheia quiere un hermano — susurró suavemente y sonrió al ver que había logrado su cometido
— ¡si mamá, quiero un hermanito!
Ambos adultos se asustaron al escuchar la dulce voz de su hija detrás de ellos. La rubia empujó bruscamente a su esposo, haciéndolo caer directo al pasto
Ella todavía no estaba lista para darle aquella plática, aparte no quería perturbar su inocencia o arruinarle su niñez
— hija, ¿que haces aquí? — le extendió sus brazos dulcemente y sonrió en cuanto sintió el pequeño cuerpo de la pelinegra rozar con sus delicadas manos — ¿Vienes por papá?
La pequeña princesa negó al instante
— extrañaba a mamá — abrazó el cuerpo de su progenitora
— aww y yo a ti cariño — besó su frente y la apego a su cuerpo.
El mago veía aquella dulce escena desde el suelo, dirigiendo su mirada seria en dirección a su pequeña hija
No la odia puesto que era todo lo contrario ya que solía tratarla como si de un santo se tratase, pero en ese instante lo único que quería era disfrutar del cuerpo de su mujer sin interrupciones, incluyendo a su niña
— Atheia — se levantó del césped y caminó hacia su esposa — ¿y tú abuelo?
— durmiendo en el sofá — la pequeña sonrió dulcemente a su padre al sentir la mirada molesta de su progenitor sobre ella. Bien sabía que el azabache estaba molesto con ella, pero no sabía la razón — papá te quiero — lo menos que quería era que su padre empezará a odiarla
El corazón de Lucas se tensó al escuchar aquella dulce frase a la que ya se había acostumbrado; los bordes de sus labios se levantaron hasta formar una pequeña sonrisa y al instante se dirigió hacia su esposa e hija, abrazando a ambas y cubriéndolas con su gran capa
— ¿Y a mamá? — Athanasia por alguna razón siempre solía competir con Lucas por el amor de su princesa — ¿También quieres a mamá?
— amo a mamá — se dirigió al cachete de la rubia y depósito tres pequeños besos que hicieron un poco de eco entre las tres personas
— Theia — levantó la vista hacia la mirada rojiza de su padre
— también amo a papá — se levantó de puntitas y con sus pequeñas manitas alcanzó el mentón de su padre, poco a poco lo fue bajando hasta lograr alcanzar su cachete para depositar un pequeño beso en el
Lucas soltó una leve risilla al sentir los pequeños labios de su hija hacerle cosquillas en su cachete izquierdo.
En definitiva, su hija era un ángel.
— Theia — pero aquel ángel no arruinaría sus planes de disfrutar de su esposa — mamá y yo queremos jugar
El cuerpo de la Emperatriz se tensó al escuchar dicha "inocente" frase que le fue dirigida a su tierna niña
Ella pensó que se había librado del mago gracias a su hija
— ¡yo también quiero jugar! — exclamó con inocencia la pequeña princesa
— no puedes
El joven rostro de la pequeña ojiazul hizo un puchero dirigido hacia su progenitor, quien se agachó hasta quedar a su altura
— es un juego que solo mamá y yo podemos hacer
— ¡Yo también quiero jugar!
— Theia
— ¡también quiero jugar!
El mago miró a su primogénita por diez largos segundos, luego chasqueo los dedos y volvió a hablar
— estos son muñecos así que juega con ellos
Atheia miró asombrada a las réplicas exactas de sus padres y por un segundo, estuvo a punto de ceder
— no — se cruzó de brazos y caminó hacia su madre — ¿mamá, puedo jugar con ustedes?
Athanasia miró a su hija y después a su esposo, repitiendo el proceso tres veces seguidas
Lucas negó al sospechar lo que su esposa diría
— Theia, cariño
Procesó una y otra vez lo que iba decir hasta lograr obtener las palabras correctas para convencer a su necia hija
«ah maldito Lucas, le heredó lo terco» pensó
— es un juego donde solo mamá y papá pueden jugar
— ¿Por qué yo no?
— por qué ... — miró el árbol, el césped, el cielo y la ventana que daba a su oficina — oh cierto, tengo que regresar a trabajar — se levantó de su asiento y caminó rumbo a la oficina — papá te lo explicara
Lucas suspiró pesadamente mientras veía como su querida esposa lo abandonaba, dejandolo solo junto a su hija. Ya resignado giró a ver a la pequeña, la tomó en brazos y caminó con ella hasta la sombra de un árbol dónde la arropó con su gran capa y acaricio sus hebras azabaches en un intento desesperado por hacerla dormir
— ¿papá, cuál era el juego?
Su mirada rojiza topó con la mirada enjoyada de su pequeña y sonrió al ver lo parecidos que eran
— no puedes saberlo
— ¿Y porque no puedo jugar?
— porque hay veces dónde mamá y papá necesitan tiempo a solas
— ¿Pelearon?
El mayor negó
— ¿Cuando nos has visto pelear?
Atheia sonrió dulcemente y enrolló uno de los largos mechones de su padre en su pequeño dedo
— no recuerdo, pero dijiste que el perro blanco era un gran hijo de p...
— no lo vuelvas a repetir — con su ágil mano lanzo un pequeño hechizo para borrar aquellas malas palabras que había aprendido de él.
Se alegraba al saber que athanasia no lo había escuchado, pero aún así solo tenía dos opciones para evitar que sucediera otra vez
1. Abstenerse de decir groserías
2. Borrarle la memoria cada que lo llegué a escuchar.
La segunda opción se escuchaba menos difícil a comparación de la primera.
— papá — su tono de voz empezó a decaer poco a poco, dándole a entender que estaba a punto de quedarse dormida
— ...
— te quiero... — bostezó, talló sus ojos y se acomodó en el pecho de su padre para poder dormir
Lucas cerró sus ojos y suspiró con pesadez. Tal parece que el disfrutar de su esposa tendrá que ser otro día.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Extra
— ¿Puedes repetirlo?
Atheia asintio levemente
— no debo dejar a papá jugar con mamá
Claude sonrió con satisfacción y acarició las hebras azabache de su nieta
— aprendes rápido, Theia
La pequeña solo asintió y se marchó de la habitación de su abuelo
••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~••~
Hola!!!! Espero haya sido de su agrado este one-shot :')
Ah, extrañaré publicar historias sad XD (no se crean, amo todo tipo de trama y creo que este capítulo ha sido uno que particularmente me ha gustado)
En fin, sin más que decir, nos vemos!!!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro