(continuación de 11 de marzo)

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Llegar a la parada de autobús era más fácil que viajar hasta el tren, pero era más aburrido que aquel vehículo subterráneo

Las líneas naranjas y verdes que tapizan el suelo son una guía a mi destino, pero por estarlas viendo me perdí

Llegué a un tren cuyo destino es desconocido para mí, pero vamos, ¿que puede pasar?

- ¡ah, perdón!

Sin mi consentimiento, fui arrojado dentro del vagón y cuando quise salir de el, el tren ya había avanzado. No me quedó de otra más que buscar algún lugar para sentarme en lo que llegábamos a la siguiente estación

La música del andén provenía de quienes tenían el volumen al máximo, ignorando a los demás. A veces ponían buena música y en otras ocasiones lo que ponían era tan malo que me daban ganas de arrojarles el celular por la ventana

- permiso

Cuando me levanté para salir, fui empujado de nuevo hacia mi asiento y al voltear ví que había perdido la oportunidad de bajarme

Me giré enojado hacia aquella persona, pero no pude decir mucho después de verla de frente

Ojos azules y cabello rubio. Eso no es común aquí

Decidí cerrar mis ojos y adaptarme al movimiento del tren, pero para ser sincero tenía curiosidad por ella, por saber quién era y el por qué suspiraba cada que me veía

Si de algo estoy seguro, es que está loca.

..

No sé en qué momento me dormí pero al abrir mis ojos la persona que me movía con temor era un trabajador del metro, al parecer hemos llegado a donde guardan los trenes

¡Ja! Vaya suerte

- uf, estás vivo - ¿Por qué no lo estaría? - sigue las luces y llegarás a la estación arlanta

- gracias

Me levanté y giré hacia donde se había sentado aquella chica. Probaré venir unas cuantas veces más, solo para verla...

... Y preguntarle el porque de sus suspiros

Casualmente, no viaje en entren durante una semana debido a un repentino malestar en la parte derecha de mi abdomen. Pero me asegure de estar ahí un viernes 13

Cómo siempre, llegué a la estación y espere el tren, me senté y ... La esperé a ella

No pasó mucho tiempo hasta que la ví cruzar aquella puerta y sentarse enfrente de mi. Su mirada parecía vacilar por todo el andén y las personas que estaban en el, pero hubo un momento en el que nuestras miradas se encontraron

Azul, tan azul como un manantial completamente cristalino cuyo reflejo del sol lo hace ver como si fueran pequeños cristales adornando la bella naturaleza, así eran sus ojos, unos bonitos ojos que tuvieron la casualidad de encontrarse con los míos

Preferí apartar la vista y cerrar mis ojos, pero para mí desgracia, me volvió a suceder el quedarme dormido y llegar hasta la parte donde guardan los trenes

Tiempo después, sin saber que esto se volvería adicto, iba sin falta antes de las 2:00 pm para poder tomar el metro y encontrarme con ella

No tuve la confianza de acercarme, y en su lugar escribía miles de cartas que iban a un destinatario cuyo nombre desconozco, pero cuya mirada puedo describir a la perfección

¿Es raro, no? Vernos diario en el tren, a un paso del otro y quedarnos mirando a la distancia... ¿O solo me pasa a mi?

Después de tantos viajes a su lado, al fin pude ver dónde era que bajaba. La estación obelia es una de las más concurridas y ella se levanta y se va cada que estamos en dicho estación

Hay veces dónde el impulso de querer seguirla surge del centro de mi ser hacia mi mente, pero cada que estoy a punto de levantarme las puertas se cierran y el tren avanza, y lo unico que pudo hacer es mirarla a la distancia hasta que el túnel nuble mi visión sobre ella

Decidí suspirar resignado a tomar el valor de acercarme y preguntarle lo que cualquiera - menos yo - haría en este tipo de situaciones

- ¿Cuál es tu nombre? - el idiota a mi lado derecho se me ha pegado como chicle las últimas dos semanas. La estúpida idea de viajar juntos surgió porque él quería ver a su novia, cuya escuela quedaba por el rumbo que yo tomaba - a ver Lucas, repite lo conmigo

- no jodas - me cruce de brazos y cerré mis ojos, ahora ya no me preocupa el quedarme dormido y terminar más allá de las estaciones, esa es la única razón por la que soportó a Cabel.

- si no lo intentas yo lo haré

- tienes novia imbécil

- ¿Quien dice que no puedo tener dos? - sonrió

Sentí el repentino cambio de velocidad en el tren, tomé mis cosas y juntó a cabel salimos de dicho vagón.

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Esperar por un extraño, sentarse frente a él y fingir ignorar su existencia durante todo el camino, se ha vuelto una rutina absurda.

Pero por alguna razón no puedo simplemente perderte de vista

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Hoy al parecer el sueño te ganó. recargaste tu rostro en tu mano y cerraste tus ojos. No voy a negar que aproveche ese momento pará tomarte una que otra foto, total, estabas dormida y no te darías cuenta.

Casualmente me pegaste el sueño y los dos viajamos hasta llegar más allá de la parada que sueles frecuentar

Al despertar solo éramos tu y yo, nadie más, pero aún así, con toda la indiferencia del mundo me baje y caminé lejos de ahí

¿Llegaste bien a tu hogar?

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Juré que ya no me iba a pasar, prometí dejar aquel raro hábito, pero mírame, estoy otra vez aquí sentado frente a ti

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Toda una semana no te ví en el tren, pensé que habías decidido viajar en otro vagón pero tampoco te ví

Ja, estoy loco, en definitiva he enloquecido

¿Cómo puedo extrañar a alguien ajeno a mi?

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Casualmente hoy tengo ga...

- bien clase, eso es todo por hoy

Mire el pequeño escrito que había sobre aquel blanquecino papel, fruncí mis labios al notar que hoy realmente estaba inspirado. Solté un soplido y continúe escribiendo

- recuerden que hoy, 11 de marzo, tendremos una visita guiada a una empresa farmacéutica dónde los pondrán a prueba y posiblemente ganen un lugar de trabajo - levanté mi vista sin interés alguno. Él maestro giró hacia mi, se acomodó los lentes y prosiguió con su largo discurso - vayan a casa, tomen una ducha y arreglense, los quiero presentables. Pueden irse

Tomé mis cosas y salí rumbo a la estación del metro

La carta que anteriormente estaba escribiendo, ahora se encontraba resguardada en mi bolsillo derecho. El día de hoy es particularmente especial, sobretodo porque al fin me siento seguro de hablarle

Sonreí

Eso es raro en mi, una persona egocéntrica cuyo único interés era yo.
Jamás en mi vida me había llamado la atención una chica y menos alguien cuyo nombre aún desconozco.

Los últimos días me porté como todo un niño iluso mientras la esperaba sentado frente al lugar que suele ocupar.

Nunca hemos intercambiado palabras, por lo que no había razón para sentirse solo... No, de hecho no había ninguna razón.

Detuve mis pasos y mire mi reloj. Posiblemente hoy no esté en el metro, por lo que no hay razón para ir

Si... Será lo mejor

Di media vuelta sobre mis talones y antes emprender mi caminata, choque con cierto idiota de cabello castaño

- ¿estás huyendo?

- quítate cabel

Sonrió - eres un maldito cobarde - me tomo del brazo y me arrastró hasta la estación - ¡quiero que entres a ese vagón y le preguntes si se quiere casar contigo!

- ¡estás loco!

Por alguna extraña razón, no me estaba resistiendo. De hecho me estaba dejando llevar

- Lucas, si sigues así solo perderás tu oportunidad

- ¿me acompañaras

Negó

- hoy no, tal vez mañana - espero a que estuviera dentro del vagón, se despidió y el metro empezó a avanzar

Resignado, me dirigí a mi habitual asiento y recargue mi cabeza contra el cristal.

Mantuve mis ojos cerrados la mayoría del camino de mi estación a donde ella solía subirse.

La mire pasar por mi lado derecho y sentarse tímidamente frente a mi.

Regrese mi mirada hacia la ventana y volví a cerrar mis ojos al sentir el andar del metro.

Los susurros a mi alrededor me hicieron abrir levemente mis ojos para buscar quien era aquella persona molesta que no me dejaba descansar. Para mí sorpresa, frente a mi está ella con su mano extendida y su celular apuntando hacia mi, poco después de eso se escuchó un "click" por lo cual, supuse que me había tomado una foto

Sonreí al ver su rostro de felicidad cambiar a uno de pánico en cuestión de segundos.

- oye, tu

La mire fijamente, observando a detalle cada pequeño temblor y titubeó que surgía por sobre su piel y hacia que se pusiera más nerviosa.

Pocos minutos después, su azulada mirada ya se encontraba de frente con la mia, y fue ahí donde pude afirmar uno de mis tantos pensamientos acerca de ella.

«es interesante»

- ¿s-si? - necesitaba observar más de ella, por lo que le sostuve mi mirada esperando una respuesta más completa - ¿N-nec-necesitas a-al-algo, l-lucas?

Una vez más, tembló y ocultó su rostro entre su mochila, dejando caer el pequeño cuadernillo que reposaba en sus piernas. Lo tomé y empecé a leer lo que anteriormente había escrito.

Me alegra saber que no soy el único que le escribe a un desconocido.

- pff - los susurros a mi alrededor no se hicieron esperar al ver mi repentina reacción. No me sorprendía que supiera mi nombre, ya que ese idiota de Cabel lo había revelado tiempo atrás, pero no era justo porque yo no sabía el de ella - así que... ¿Teníamos el mismo interés?

Lentamente alzó rostro, me arrodille frente a ella y le extendí el cuaderno que se le había caído anteriormente

- yo no te conozco y ya te echaba de menos - me senté a la par suya, rozando ligeramente las yemas de mis dedos con su mejilla - cada mañana rechazó el directo y elijo este tren

Le sonreí y por inercia, ella a mí

- ¿Qué?

- también tenía el mismo interés sobre tí

- ah - su mirada confundida me dió a entender que aún le costaba creerlo

- ¿no me crees? - saque mi celular y lo desbloqueé. La he tenido como fondo de pantalla desde hace unas semanas gracias a una foto que le tomó Cabel, pero solo eso bastó para que dejara de mirarme con sorpresa y cambiará la expresión de su cara por una de emoción.

- ¿Puedo saber tu nombre?

un día especial este 11 de marzo, puedo jurar que conocí al amor de mi vida

- Athanasia - me sonrió

- un gusto, Athanasia - cerré mis ojos y le dedique una pequeña sonrisa

Ahora por fin, mis cartas ya tendrían un destino fijo al cual llegar.

- ¿Esto es real?

- tan real como tú quieras.

Avanzamos un par de estaciones mientras que en mi mente contaba las que faltaban para llegar a su parada

- ¿Puedo acompañarte hoy?

- claro - después de su bella sonrisa, el vagón dónde estabamos tembló

miré por el cristal detrás de mi. Los andenes estaban al tope de personas queriendo salir de las diferentes estaciones

- un atentado... - susurró alguien a mi izquierda

Las luces del tren empezaron a parpadear y unos pocos instantes después, el tren se detuvo en el túnel después de la estación 'arlanta'

Mis ojos bajaron hasta ella y al instante tome su mano

- todo estará bien - susurré y en respuesta, me sonrió

Las personas se levantaron asustadas y empezaron a golpear la puerta hasta lograr abrirla, pero a mí opinión, son unos completos inútiles así que empecé a golpear las ventanas hasta lograr romper una

Salté y me le extendi la mano a Athanasia, para después empezar a ayudar a los demás pasajeros

La mayoría ya estaba caminando rumbo a las salidas del túnel. Yo la tomé un poco más fuerte después de notar el pánico en su mirada, por lo que empecé a caminar un poco más rapido hasta notar una tenue luz

Pero la siguiente detonacion hizo que mi vista se nublara por breves minutos

Mis oídos retenían aquel molesto zumbido que se presentó justo después de aquel segundo ataque.

La busqué con la mirada y la encontre unos cuantos centímetros alejada de mi.

Tome su mano y me acerque a ella, quien apenas empezaba a recobrar la conciencia

- Lucas - me miró y instante la abracé.- tienes que irte - susurró

- ¡estoy atrapado al igual que tú!

- pero tienes más posibilidades de salir con vida

- no pienso dejarte - junté su cuerpo al mío, y al instante, se aferró a mí.

Desde donde estábamos, se podían escuchar tres detonación pasando la estación dónde ella solía bajarse.

Con cada una de ellas, el techo que nos privaba de la luz solar empezaba a desmoronarse y en cualquier momento podía caer.

En cualquier momento, nuestro corazón podía dejar de latir.

- Atthy...

- Lucas...

Juntamos nuestras frentes y dejamos que nuestras alteradas respiraciones sean el unico sonido existente en el lugar.

Escuché que de sus labios salieron pequeños sollozos y entre lágrimas, me preguntó

- ¿puedo besarte?

Sonreí y me acerque hasta juntar sus labios con los míos.

Es un mal momento para dar nuestro primer y último beso.

- es la relación más corta que he tenido

- igual yo

Me volvió a besar y segundos después, se escuchó una detonacion más cercana a nosotros.

El techo se desmoronó y poco a poco mi visión se tornó nublosa.

Con una de mis manos acaricie su fría mejilla y la junte más a mi

Su corazón había dejado de latir segundos después de aquella fuerte explosión. Yo bien sabía que de igual forma moriría, pero se que no puedo llevarme al más allá este sentimiento que he guardado por ella durante unas semanas

Con la poca fuerza que me quedaba, me acerque a ella y desopite un casto beso en su frente

- me gustas...

Mi corazón dejo de latir minutos después de haberme declarado.

El último soplo de mi corazón se lo dedique a ella

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A la distancia, escondida entre los escombros resaltaba una carta teñida de leves manchas color carmín. Uno de los trabajadores que había sobrevivido a dicho atentado se percató del objeto oculto, caminó hasta el y tomó delicadamente el sobre. Sacudió el polvo y la abrió.

Casualmente hoy tengo ganas de acercarme y por fin preguntar tu nombre, pero si se puede soñar a más. ¿Podría acompañarte a partir de hoy?

- Lucas

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Entonces... ¿Cómo vamos con la depresión? XD

No pensaba hacer una segunda parte de esta historia, pero al ver que alguien quería una continuación pues se me ocurrió contar todo desde la perspectiva de Lucas

Espero les haya gustado ✨

Por cierto, ¿les gustaría un one-shot turbio? 👀 Es una vaga idea que he tenido estos últimos días y la verdad me emociona ya que casi no he escrito con esa temática, pero quería saber su opinión

Sin más que decir, nos vemos!!!!