— ¿Por qué no puedo estar con ellos?

Detrás de la ventana, un niño de cabellos negros observaba dentro de la mansión principal a los integrantes de su familia tener una rica cena navideña.

Su estómago gruñía al mínimo roce del rico aroma a pavo chocar con su nariz.

— joven amo ya sabe que no debe salir del anexo

— pero hoy es mi cumpleaños... ¿Por qué no puedo estar con ellos?

Era una pregunta difícil de responder, incluso si se trataba de solo dar una dulce mentira.

— será mejor que regrese al anexo, las criadas y yo le hemos preparado un rico pastel y una rica cena navideña

— pero ya no quiero seguir comiendo solo...

La criada no pudo responder y en su lugar, lo tomó del brazo y lo arrastró de nuevo a aquella fría mansión.

..

— ¡Hey, anciano! ¿Que se supone que festejamos?

— Es tu cumpleaños y es navidad

— ¿hay algo de especial en esa fecha?

Incluso si han pasado unos cuantos años desde que dejó su hogar, aquel recuerdo sigue presente en él cada 25 de diciembre.

— no te esfuerces, no planeo festejar mi cumpleaños

— Es importante para mí

— ¿Por qué?

— ... Desde tu llegada, ya no me he sentido solo

— parecidas feliz antes de que yo llegara

— Realmente seguía vivo porque quería encontrar alguna razón para vivir. Supongo que cuando llegaste le diste una nueva dirección a mi vida

— ...

— Y no solo para mí... — El mago de cabellos blancos le sonrió — Lucas, algún día tendrás a tu lado a una persona que esté agradecida porque hayas nacido.

— Deja de decir tonterías

— Así como tú agradecerás haberla conocido...

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— Feliz cumpleaños

Él realmente no se lo esperaba.

— Felíz cumpleaños, Lucas.

Ni ese año, ni el siguiente, pero poco a poco aquella simple palabra empezó a ser indispensable en su vida.

Trece años después de conocer a la princesa, dos años después de haberse casado con ella y tres meses después del nacimiento de su primera hija, él cada 25 de diciembre seguía esperando secretamente a qué su esposa lo felicitara cómo de costumbre.

— ¿Sabes qué día es hoy?

No quería admitirlo, realmente no quería darle mucha importancia a aquel día

— hoy es 25, ¿Por qué?

Pero sabia que si ella llegaba a olvidar lo que se celebraba en aquella fecha, él se pondría realmente triste.

— ¿Lucas?

La observó sentada en su escritorio con pequeñas ojeras y una pluma en su mano. De forma forzada alzó las comisuras de sus labios

— Hoy Atheia tiene cita con el doctor.

— ¿podrías llevarla? Los documentos siguen llegando a mi escritorio, incluso dudo dormir en nuestra recamara.

— No deberías esforzarte tanto, esos idiotas pueden esperar ¿Por qué no mejor paseamos en bote? Atheia casi no ha salido desde que nació

— ¿Podemos dejarlo para el 12 de enero?

— ¿Por qué tanto tiempo...?

— El imperio necesita estabilidad económica ahora que los traidores fueron ejecutados y se les devolvió la tierra a los pobres. Necesito trabajar para mantener a mi gente tranquila

— ... Puedo ayudarte

— podrías ayudarme llevando a Atheia a su revisión — se levantó de su asiento y estiró su cuerpo hasta que sus labios rozaron los de Lucas — por favor...

— Ah, de acuerdo — la besó y desapareció de aquella habitación.

Su día continúo de forma tranquila con un ligero sentimiento de tristeza en su corazón. Jamás en su vida le había pasado incluso si su familia no celebraba aquella fecha con él, pero con ella todo era distinto. Cada pequeña acción de su ahora esposa tenía un gran impacto en él.

Su pequeña bebe empezó a llorar dentro de su cuna, él se levantó de su cama y caminó hacia ella, la cargo y buscó algún vieron en la recámara, pero al abrir el cajón de su derecha, lo que encontró fue totalmente distinto a lo que buscaba.

"Feliz cumpleaños, Lucas"

Su nombre escrito en letras cursivas de color dorado, en compañía de una capa larga y de color blanco, eran el regalo que Athanasia había preparado para él.

Sonrió y besó la pequeña cabecita de su hija, quién seguía llorando. Se recostó sobre la cama y a su lado colocó a la pequeña bebé para poder darle el biberón que había invocado.

Por alguna razón, su tristeza desapareció en cuánto vio aquel bonito obsequio.

— gracias

Susurró al sentir como sus ojos empezaban a cerrarse. Dejó el biberón en su mesita de noche, cargó a su bebé y le dió pequeñas palmaditas en su espalda para que pudiera digerir su comida de mejor manera, y finalmente, durmió con su bebé acostada a su lado izquierdo.

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Athanasia llegó a su recamara a las 3:00 am, entró silenciando sus pisadas con magia para evitar despertar a su hija o a su esposo. Se acercó al pelinegro y lo cubrió con una pequeña manta.

— Feliz cumpleaños atrasado, cariño — besó su mejilla y se recostó a la derecha de éste, quedando Lucas enmedio de ellas dos.

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Espero haya sido de su agrado!! Tenía planeado publicarlo ayer, pero se me olvidó :'c

En fin, feliz navidad y también felíz año nuevo (no es el día pero se que ese día no publicaré nada, así que de una vez lo digo)

Nos vemos!!!