El auditorio del Campus #1 de la Academia de la Flota Espacial estaba lleno con los alumnos recién graduados. Cerca de 1200 alumnos egresaban ese año. De ellos, la gran mayoría había sido asignado a las ramas que habían solicitado, portando uniformes con bandas de múltiples colores:

Los de ingeniería llevaban los lados de los pantalones y los hombros de color Verde Porráceo. Los médicos portaban adornos de color blanco, mientras que los asignados a seguridad llevaban ornamentos naranjas.

Los de ciencias utilizaban bandas Azul naval, y los diplomáticos llevaban decoraciones color morado índigo. Finalmente, los destinados a operaciones logísticas usaban un amarillo ocre. Sin embargo, todos los uniformes compartían un cuello y muñequeras de color negro.

Maryam miraba de reojo a todos los demás cadetes. Se sentía aterrada por llevar su uniforme gris claro, pues no sabía lo que significaba, aunque, en el fondo, se llegaba a imaginar el mejor escenario posible, con esperanza.

Todos los alumnos estaban separados por secciones, estando Ciencias en la parte posterior del auditorio, pues eran los más numerosos. Al frente estaban los de Ingeniería y Logística, ocupando mitad y mitad del espacio disponible, siendo segundos y terceros en número respectivamente.

Diplomacia, Seguridad y medicina eran la tercera franja, ocupando cerca de un tercio del ancho cada una. Y al frente de todos estaba la sección de Maryam, con cerca de cincuenta alumnos con uniformes claros. De pronto, una mujer de estatura mediana subió al podio que tenía el escudo de la Academia grabado en el frente. La mujer llevaba el pelo hasta los hombros y tenía las puntas azules.

-Alumnos de la generación 2348. El día de hoy, es un día de júbilo para ustedes. Tras 3 años de arduas jornadas de aprendizaje, al fin lograrán ser oficiales en la Flota Espacial del Gobierno de la República Federal Humana. Hoy, se darán cuenta de que ese esfuerzo, los ha traído hasta uno de los momentos decisivos en sus vidas: su graduación.- La mujer hizo una pausa y tras hacer un ligero ademán con la mano, prosiguió.

-En este día tan especial, una de las ex-alumnas más distinguidas de este campus ha venido a darles un discurso, sobre lo que realmente significa ser parte de la Flota Espacial. Alumnos, con ustedes, Vicealmirante Lylus Jameson.-

Jameson subió al podio. Inmediatamente todos los alumnos adoptaron una postura completamente erguida, con los brazos a los lados y las piernas ligeramente separadas. Este cambio de posición resonó al unísono en el auditorio.

-Buenos días a todos. Es un honor estar aquí en este momento, y poder ver las caras de los que, en unos días, serán tripulantes de una Nave de la Flota Espacial.- Lylus hizo una pausa.

-Entiendo lo que sienten en este momento. Angustia, miedo, nerviosismo. Es normal, créanme. Pero, recuerden que si llegaron hasta aquí, es porque se lo merecen, y porque son capaces de lograr algo con lo que muchos antes de ustedes soñaron. Pero, chicos, no se equivoquen: lo difícil apenas empieza. Durante los próximos meses serán puestos a prueba, y aprenderán lo que significa ser un oficial de la Flota. En esos meses, habrá días donde dudarán si pueden seguir, donde sentirán que no están a la altura. Sin embargo, confío en que sabrán superar sus inseguridades, y darán lo mejor de ustedes mismos.-

Maryam estaba atenta al discurso de la Vicealmirante, mientras sus nervios eran lentamente sustituidos por inspiración, energía y seguridad.

-Cadetes de ciencias, por favor, de pié.- Ordenó Jameson.

Todos los alumnos con uniformes azules se pararon, siguiendo su mandato.

-Señores, recuerden que el principal objetivo de esta institución es la exploración del cosmos. Por tanto, la mayor carga de trabajo recae sobre la rama científica. Es por esto, que espero que esta generación se desempeñe de una forma magnífica en el cumplimiento de las labores de ciencias.- Jameson pausó un momento, para después continuar. -Cadetes de Ingeniería y Logística, de pié, por favor.-

Ambas secciones se levantaron de sus asientos, dejando relucir sus bandas amarillas y verdes.

-El cumplimiento de las tareas de la Flota Espacial sería imposible sin el titánico esfuerzo de la rama de Ingeniería por mantener todos los equipos en condiciones óptimas, así como la impresionante labor de los servicios logísticos, al proveer a la flota con los materiales y equipos necesarios para mantenerse en operaciones. Por ello, quiero que sepan que sus labores son esenciales para permitir que todo esto funcione de manera correcta. Espero que estén a la altura de los desafíos que enfrentarán y logren superarlos de manera satisfactoria- Jameson hizo una pausa, y después de unos segundos, prosiguió.

-Ramas de Diplomacia, Medicina y Seguridad.-

La siguiente franja de alumnos se levantó de sus asientos.

-Los oficiales de diplomacia cumplen una de las labores esenciales de la Flota Espacial: preservar la paz y propiciar las buenas relaciones con otras naciones. Es por eso que ustedes son un área primordial en las operaciones que debemos realizar. Espero que sus instructores hayan sido capaces de transmitirles la importancia de las tareas que deben desempeñar.-

-Cadetes de Medicina. La tecnología médica ha avanzado tanto en los últimos siglos que ahora somos capaces de diagnosticar enfermedades antes de que empiecen a presentar complicaciones, al igual que curar padecimientos que hace sólo doscientos años eran consideradas terminales. Sin embargo, aún requerimos de la experiencia y el instinto de los oficiales médicos para discernir en situaciones donde nuestra tecnología se ve superada. Es por eso que ustedes siguen algunos de los entrenamientos más exigentes, pues la vida de ciudadanos de la república recae en sus manos, y se espera que ustedes cumplan con su deber: Mantener la salud cuando sea posible, y la dignidad cuando no hay otra opción.-

Jameson tomó un trago del vaso con agua que tenía enfrente y continuó.

-La rama de seguridad es la encargada de mantener la disciplina y el orden dentro de las instalaciones de la flota, así como lidiar con amenazas para el personal. Recuerden que la Flota Espacial opera en el entorno más hostil que el humano haya conocido, por lo que es posible que enfrenten amenazas que ni siquiera son capaces de concebir, así que los exhorto a ser valientes y dar lo mejor en el cumplimiento de sus tareas.-

Jameson se retiró del podio y la mujer con cabello azul la sustituyó

-Ahora, le pediré a los alumnos con uniformes grises que se pongan de pié, por favor.-

Todos los alumnos estaban de pie en ese momento, mientras Maryam sentía su corazón latir extremadamente rápido. A pesar de mirar al frente, seguía analizando a sus compañeros en su mente.

"Todos los uniformes son más oscuros que el de nosotros. Pero, todos tienen bandas de colores, excepto los nuestros." Pensó Maryam.

-¿Crees que sea malo?- le susurró Michelle a Montero.

Maryam, que no esperaba la interrupción a su pensamiento, se sobresaltó.

-¿El qué?- Respondió educadamente.

-Nuestros uniformes. Son raros y son diferentes, me preocupa,-

-Sinceramente no lo sé, pero, igual me preocupa.-

La mujer con pelo azul retomó la palabra.

-Los cadetes con uniformes claros. Debajo de sus asientos hay una caja. Por favor tómenla, sin abrirla.- Dijo, acercándose al micrófono.

Los cincuenta y cinco alumnos obedecieron, tomando sus respectivas cajas.

-Alumnos, bienvenidos a la rama de operaciones tácticas. Abran sus cajas, por favor.-

Un cuchicheo inundó el ambiente del auditorio, mientras los alumnos abrían los pequeños empaques.

Maryam, titubeó en abrir el suyo, así que lo revisó antes.

La caja se sentía rígida, sin embargo tenía una textura similar a la piel. Era de color negro, y en la parte superior tenía inscrita en color Plateado la leyenda

"Cte. Maryam. Mro. 2348"

Maryam Intentó abrirla, pero sus dedos resbalaron. Levantó una ceja, confundida, mientras palpaba la caja. Al pasar sus dedos por la inscripción en la parte superior, sintió un tanto más dura esa zona, a diferencia del acolchado del resto de la caja. Instintivamente puso su dedo sobre la inscripción, y la caja se abrió, liberando el sello hermético que tenía y permitiendo oír la normalización de presión con pequeño "psst".

Del interior salió una especie de vapor, debido a la condensación de la humedad del aire por la caída de presión. Al interior de la caja yacía una insignia ovalada de color bronce; era un punto de mira sobre un fondo blanco. La insignia no tenía ninguna leyenda, pero aún así era hermosa a la vista Maryam

.

Una vez que todos los cadetes lograron abrir sus cajas, la mujer con pelo azul ordenó.

-Ahora, por favor, tomen su insignia de estudiante y retírenla de su uniforme.-

Maryam lo hizo inmediatamente.

-Señores, el uniforme que portan es el uniforme más moderno de la Flota Espacial, así que, no se sorprendan con lo que va a pasar. Pongan su nueva insignia en el lugar de la antigua.-

Montero miró la nueva insignia, preguntándose el porqué de la advertencia, así que puso la insignia nueva en su lugar.

Inmediatamente el uniforme mostró bandas Rojas y Plateadas a los lados del pantalón, mientras tomaba el tono gris oscuro de los demás uniformes. Los cadetes maravillados se miraban el uno al otro, incrédulos.

El resto de estudiantes aplaudieron estruendosamente, mientras los cadetes de Operaciones Tácticas recuperaban la compostura. Mientras tanto, Montero sentía como si el corazón se le saliera del pecho, y sus manos le dolían por la emoción.

-Cadetes, atención. Ahora procederemos con los ritos cívicos propios de esta ceremonia.-

-¡¡ATENCIÓOON!!- gritó una voz masculina a lo lejos

Al fondo del escenario se proyectó el Logo de la Flota Espacial: Un círculo con la Vía Láctea al centro, de color blanco, rodeada por unas ramas de olivo y a cada lado, un escudo y una estrella pentagrama, respectivamente. Además, alrededor del círculo se leía la inscripción "Progressus, pax et securitas"

"Soy parte de la Flota Espacial" Repetía Maryam en su cabeza, conteniendo las lágrimas de emoción.

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Sistema Vishnu, Ex-colonia de Rama Sector 5.

Fecha Espacial 26.10.2348.

Un par de vehículos atravesaban el vasto desierto de Lakshimi, que cubría cerca del 65% de la superficie del planeta.

La antigua colonia se había fundado en cuerpo con 1.05 veces la masa terrestre y días de 32 horas. Sin embargo llevaba cerca de un cuarto de siglo abandonada debido al inexistente campo magnético del planeta, sometiéndolo a un constante bombardeo de radiación espacial y provocando la paulatina pérdida de su atmósfera.

El par de vehículos de pronto comenzó a desacelerar, hasta parar súbitamente, en medio de la nada. Ambos transportes estaban blindados para proteger a sus ocupantes de los altos niveles de radiación ionizante que azotaba la superficie.

Aún se veían los logos de la Flota Espacial a ambos lados de los vehículos, a pesar de que claramente se habían intentado remover.

Repetinamente, entre las dunas, la arena comenzó a levantarse y, segundos después, se podía ver claramente la entrada a una especie de base subterránea. Un largo túnel permitía profundizar en las capas de roca sobre las que el desierto se encontraba

Esas capas sólidas de aproximadamente setenta metros de espesor eran suficientes para proteger de los dañinos rayos cósmicos que incesantemente castigaban la superficie del planeta, permitiendo que la vida florezca debajo.

Sin embargo, la fauna y la flora de Rama llevaba ya poco más de 2 siglos completamente desaparecida. En su lugar, en la caverna que se extendía debajo del desierto había cientos de pequeños habitáculos con forma cilíndrica, apostados uno encima de otro.

La iluminación era proporcionada por enormes farolas que se mantenían apuntando al alto techo de la formación rocosa, para intentar distribuir uniformemente la luz, de por sí escasa.

Los dos blindados se acercaban al fondo de la caverna por el sinuoso camino que permitía bajar, haciendo eses en su trayecto. Mientras tanto, en el complejo se veía a cientos de personas llevando cientos de suministros, trabajando como pequeñas hormigas en una colonia.

Movían desde compactos kits médicos de emergencia hasta enormes cajas con armamento de última generación, todo esto robado a naves de transporte de la Flota Espacial.

Los vehículos se detuvieron, e inmediatamente dos figuras encapuchadas salieron, uno de cada vehículo. Ambos seres llevaban una túnica larga, además de portar máscaras que impedían ver sus rostros.

-Como entenderá, el usar estas máscaras es vital si se está en constante contacto con...Fuerzas Republicanas, señor Ducar, en especial cuando se lidera un movimiento como éste.- Dijo lentamente una voz metálica, claramente distorsionada, sin embargo, se alcanzaba a distinguir un tono femenino en ella.

Su máscara, color verde olivo con algunas motas blancas ,junto a su visor de color naranja, que impedía mirar sus ojos le daban un aspecto robótico, y un tanto sobrecogedor.

-No se preocupe, madame Onlíhtend.- Respondió Ducar, que llevaba una máscara completamente negra, incluyendo las lentillas de los ojos, dándole una apariencia similar a la de un tiburón.

-Veo que es de reciente adquisición el complejo, ¿no?- Continuó Ducar, mientras ambos empezaban a caminar por la explanada principal de la instalación.

-Así es, recién obtuvimos la ubicación de la entrada, en el último asalto a las naves Republicanas. Sabíamos que había una base abandonada, aquí en Rama, pero, como la abandonaron hace cuarenta años, no había ni rastro de donde estaba. Además, esa roca, es excelente evitando que los sensores detecten cualquier cosa por debajo, y lamentablemente el lecho del planeta es casi un noventa y seis por ciento de ella. Por suerte, pudimos romper la encriptación del carguero, y tenían acceso a datos militares sensibles, así que, nos estamos instalando.- Dijo orgullosamente Onlítehend.

-¿Cuántas instalaciones así tienen?- Inquirió Ducar, con el tono áspero que el filtro de voz le otorgaba.

-¿Así? Ninguna, todas son considerablemente más cómodas. Además suele haber "Regalos" escondidos en los complejos. Como sabrá, generalmente la República no es muy buena en la retirada y a menudo dejan bastante detrás.- Respondió Onlíhtend.

-Lo cual, me imagino que es bien aprovechado por la rebelión...-

-A falta de proveedores legítimos, nos vemos obligados a luchar con las sobras que dejan esos bastardos.-

-Créame, lo entiendo. Por cierto, ¿Cómo salió su incursión en Nueva Alexandría?- Preguntó Ducar.

-Justo eso es lo que me iban a informar. ¿Quiere acompañarme?-

-Claro que sí. La sigo, Madame.-

Minutos después estaban en una pequeña sala de reuniones, junto con los capitanes de las naves que habían atacado Nueva Alexandría unas horas antes.

-Lo que me está diciendo, comandante Askar, ¿es que falló en su misión?-

-Señora, antes de lograr corromper su sistema de transmisión, las naves de autodefensa, la guardia colonial, no sé como, pero despegaron, así que nos tuvimos que retirar.-

Madame Onlíhtend permanecía inmóvil, mientras el comandante Askar se empapaba en sudor. El hombre era alto y corpulento. Su tez afilada lo hacía lucir más delgado de lo que era, sin embargo, gracias a su complexión y estatura, se veía imponente. A pesar de ello, el terror que Onlíhtend parecía despertar en él era sobrecogedor.

-Madame, me doy cuenta de que sus adeptos no son tan capaces como creí...- Dijo Ducar, sin embargo, Askar lo interrumpió abruptamente.

-Ya estamos trabajando en una forma de arreglarlo, señor-

-¿Ah, sí? Espero que esta vez no se vean forzados a retirarse, comandante.- Respondió fríamente Onlíhtend

-Señora, le aseguro que fue una medida precautoria. Quise evitar bajas amigas, no quería ver a mis compañeros como prisioneros de esos monstruos.- Respondió Askar, nervioso

Madame Onlíhtend respiró pesadamente y puso sus brazos en su nuca, también cubierta por la máscara. Acto seguido, dejó caer el respaldo de su asiento.

-Muéstreme, comandante.- Dijo autoritariamente la Dux