8:00 A.M. San Francisco, Tierra.

Fecha estelar 26.10.2348.

Grant se sentó en su lugar, la primera fila de butacas, junto a Alessandral. A su derecha estaba Jameson, junto a su primer oficial .

-Como sabrán, desde que la antigua colonia de Ares se independizó y se transformó en el Imperio Arénico, han tenido serios problemas diplomáticos con otras naciones- Dijo Stone. -Sin embargo, ahora esos problemas han escalado hasta niveles que no habíamos visto. Inteligencia reporta que Los Arénicos están desplegando Cruceros de Batalla y Destructores a lo largo de su frontera con los Tesleritas. Parece ser que sólo es una maniobra de disuasión, pero debemos estar alerta ante cualquier problema que se pueda suscitar entre ellos. Las medidas a tomar aún están siendo discutidas por el alto mando, pero les comunicaremos en un futuro.-

La almirante continuó durante algunos minutos, detallando los movimientos militares de ambas facciones, y asignando tareas a algunos capitanes.

-No creo que sea todo- Susurró Esdraz a Alessandra, riéndose un poco.

-Por supuesto que no- Respondió ella, también riendo un poco.

-¿Pasa algo?- Inquirió Stone, con un tono autoritario.

-Nada, señora- Respondió Khöler

-No quiero la misma respuesta de usted, Almirante Grant. ¿De qué se ríe?- Insistió la mujer.

Grant se acomodó en el asiento, y con un tono completamente normal respondió.-Me parece que esa información no es la que nos vienen a dar sus amigos de los secretos- Mientras señalaba a los agentes de la División 31.

-Usted siempre tan perceptivo, señor Grant.- Respondió Morgan, visiblemente molesta.

Con un ademán, hizo que los oficiales fueran hacia el podio. Uno de ellos tomó el micrófono, y con una voz casi robótica dijo.

-Hace 16 horas, la colonia de Nueva Alexandría reportó una serie de explosiones en complejos con sistemas de detección de largo alcance. 6 horas después, una fuerza de cerca de 40 naves atacó desde la órbita, destruyendo 4 poblaciones pequeñas y las 2 bases de la Flota Espacial en la superficie del planeta. El ataque duró menos de 30 minutos, y en cuanto las naves de la fuerza de Autodefensa estuvieron en condiciones para contraatacar, los hostiles desaparecieron, sin dejar rastro. Las colonias de Hera y Toria tuvieron situaciones muy similares, así que estamos seguros de que no es un evento aislado. Las bajas se estiman en cerca de 3100 muertos, y más de 8000 heridos en total.- El oficial bajó del podio y su compañero subió.

Mientras tanto, los oficiales de la Emont y la Winden se miraban extrañados. El otro oficial tomó un pequeño control, y proyectó una imagen en el holograma del centro de la habitación. La imagen era una placa de identificación. Tenía el lema "Semper Invisibilia".

Todos los oficiales en la habitación se miraron extrañados.

Jameson levantó la mano y preguntó.

-Esa no es una placa de la flota, ¿o sí?-

-Correcto. Estas placas no son de la flota. Fueron dejadas en las instalaciones atacadas por los terroristas.-

El bullicio invadió la sala.

-Perdone, ¿dijo terroristas?- Preguntó Grant.

-Así es. Hace 12 horas recibimos un mensaje encriptado. Tras el proceso de descifrado, nos dimos cuenta de que el mensaje habla de una organización, adjudicándose los ataques en nuestras colonias y amenazando con volverlo a hacer.- El oficial hizo una pausa.

-¿Nos está diciendo que los eventos de hace unas horas fueron ataques terroristas?-

-Si.-

Un silencio ensordecedor inundó la reunión mientras las caras de los presentes se ponían blancas.

-Se hacen llamar "liberatoris". Dicen buscar la paz, liberando a la humanidad de la República. Y amenazan atacar otras colonias si no accedemos a su demanda: disolver la República Federal Humana.-

El silencio se acrecentó, mientras todos los presentes intercambiaban miradas.

-El problema que tenemos, es que justo en el momento de las explosiones, perdimos video en los complejos. Así que no sabemos que rayos pasó.- Terminó.

-¿La prensa ya está enterada?- Preguntó Khöler.

-Efectivamente.- El oficial del podio miró su reloj. - En 10 minutos, a las 8:40, el podcast de la Flota dará a conocer la información, omitiendo los detalles que sugieran un ataque terrorista, obviamente.-

-¿Cree usted que tres ataques con el mismo modus operandi van a pasar desapercibidos para el público?- Preguntó Esdraz.

-Bueno, usted debería saber que tan fácil es encubrir la verdad,¿no es así, señor Grant?-

El almirante le lanzó una mirada amenazadora, sin decir una sola palabra.

-Bueno señores, como se darán cuenta, esto es una guerra. Una guerra desde las sombras. Y así queremos que continúe hasta que que sea prudente revelarlo. Queremos la máxima discreción con esta información, así que mientras más omitan, mejor.- Dijo el oficial que estaba sentado. -Pueden retirarse.-

-Todo está peor de lo que creí.- Soltó Alessandra una vez en el vestíbulo.

-Vaya que sí, no pinta nada bien.- Respondió Grant

-Por cierto, quería preguntarte. ¿Jameson dará el discurso de la ceremonia?-

-¿Qué ceremonia?-Respondió Grant, confundido.

-La de graduación.-

-Ahhh, si, de la generación que egresa, creo que sí.- Dijo él, recordando.

-Vaya. Yo no lo haría, que flojera.- Respondió ella.

-¿Te parece si vamos a los vehículos y después te quejas de todo lo que quieras?-Preguntó Grant, sarcástico.

-Tu das las órdenes, ¿no?-

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10:00 A.M. San Francisco, Tierra.

Fecha estelar 26.10.2348.

El sonido de charolas y los cubiertos inundaba el ambiente. Decenas de estudiantes estaban en la cafetería, ordenando su primera comida del día. Montero, por su parte, iba a dejar su charola a la estación de limpieza, donde una serie de chorros a presión limpiaban las charolas para sanitizarlas después de cada uso.

Tras dejarla, Maryam salió de la cafetería en dirección a los dormitorios. Debía estar lista, pues quedaban escasas horas antes de la ceremonia.

Todos los cadetes prontos a graduarse, tenían la obligación de dejar sus habitaciones listas para desalojar tras su ceremonia, pues pasaban un día en algún parador, antes de ser asignados a sus naves entrenadoras.

Para ello, todos recibían una enorme mochila negra con el logo de la Flota Espacial en la parte delantera. Los tirantes estaban reforzados y termofusionados al cuerpo de la mochila, dándole el aspecto de ser una sola pieza.

Montero empezó a vaciar sus cajones, mientras acomodaba todos sus objetos personales en los múltiples compartimentos de la mochila. Después empezó con la ropa. Cada cadete tenía dos juegos de uniformes, cada uno con bandas a los lados del pantalón, ya fueran doradas o plateadas.

Sin embargo, ella ya estaba ataviada con su nuevo uniforme gris claro. Al terminar de guardar todo lo que debía, Maryam se enfiló hacia el auditorio. Tras mirar la hora, apresuró el paso un poco, aunque, por suerte, la fila de cadetes que estaban apostados fuera del edificio apenas empezaba a avanzar.

Mientras recuperaba el aliento, se puso a mirarla construcción. Las paredes color crema hacían ver el interior muy amplio, mientras que el frío piso de mármol hacía que el auditorio siempre estuviera fresco. Aunque, las bandas de colores de los uniformes de los demás cadetes contrastaban con el piso grisáceo.

A Maryam se le detuvo el corazón un momento. "¡Sus uniformes tienen bandas de colores!" se dijo a sí misma, mientras su respiración se entrecortaba. Mientras tanto, un instructor pasaba por la fila, contando a los estudiantes. Al llegar a Maryam, la miró con mirada desaprobatoria.

-Otro de los blanquitos.- Murmuró el oficial. -Usted, fuera de la fila, cadete.- le dijo con tono autoritario. Maryam, aún sin poder respirar bien, dio un paso al frente.

-Vaya al anexo 3 del auditorio. Ahí le esperan.-

Montero salió en dirección al anexo. Por su mente pasaban todo tipo de pensamientos mientras veía los uniformes con franjas azules, moradas, verdes, naranjas, etc. Decidió despejar su mente un momento, y se concentró en llegar al anexo. Cruzó por las puertas del auditorio, y siguió por la sala de espera. Atravesó la fila de estudiantes y se detuvo justo antes de entrar al anexo #3.

Los anexos eran pequeñas salas, dedicadas a pequeñas exposiciones o presentaciones.

Tras ingresar por uno de los accesos, Montero vió a aproximadamente cincuenta alumnos con un uniforme igual al que ella portaba. Se sentó en una de las butacas con forro rojo, al lado de otros cadetes.

-Hola.- Le dijo su vecina de asiento.

Maryam volteó a ver a la otra cadete. Era una chica bajita (aunque un tanto más alta que Montero), muy blanca y con pecas en las mejillas. Su cabello era de color rojizo, y rizado. Le sonrió a Maryam, mientras extendía su mano.-Mi nombre es Michelle Rotfet.-

-Lo sé, tu uniforme lo dice.- Respondió señalando a la inscripción en su uniforme. -Por cierto, soy Maryam Montero.- Respondió, un tanto preocupada por no parecer pedante, mientras estrechaba su mano.

Rotfet se rió.

-¿Tienes idea de qué significa esto?-. Preguntó Montero.

-Ni la más mínima.- Respondió Michelle, encogiendo los hombros. -Pero, oye, los uniformes son geniales.-

Maryam levantó una ceja, mirándola extrañada.

-¿O me equivoco?- Se apresuró a decir Rotfet.

-En realidad,coincido contigo.-

-Bueno, ya veremos que pasa.- dijo Michelle, riendo por lo bajo.