Territorio de la federación, Sector 20, Órbita de Hera.

NFF Emont. Fecha Espacial 23.11.2348

El laboratorio asignado al equipo de Maryam estaba repleto de papeles, archivos, pantallas desordenadas, y vasos de café.

Valeshka, Fox y Alfonso yacían dormidos en un escritorio, en posiciones bastante incómodas, todos con batas puestas.

Mientras ellos descansaban, Maryam, Emily, Duscha y Dominique trabajaban, tratando de arreglar los parámetros de la simulación que corría en la computadora.

Intentaban recrear los eventos del ataque, basándose en sensores, satélites, cámaras y demás formas de recolección de datos, para poder emular las condiciones iniciales del proyectil, y descubrir por qué no había detonado.

Todos lucían exhaustos, ojerosos, con los ojos rojos y encorvados, sin embargo, eran el único equipo que había trabajado toda la noche, y los únicos que habían logrado correr al menos una simulación.

-Tengo sueño.- Dijo Emily, arrastrando las palabras.

-También yo. Pero al menos logramos correr la simulación.- Respondió Dominique, acomodando su pelo detrás de la oreja.

-¡Ahhhhhhhhhh!- Gritó Maryam al ver que ninguno de los resultados de la simulación coincidían con los hechos.

-Calma. Sólo hay que buscar más datos.-Dijo Tranquilamente Duscha, tratando de tranquilizarla.

-¡Es lo que hemos hecho toda la maldita noche!- Le espetó Maryam, visiblemente molesta.

-Y tendremos que seguir haciéndolo hasta obtener resultados favorables. Roma no se construyó en una noche.- Interrumpió Dominique.-Vamos, duerman un rato. Tu en especial Maryam, ni siquiera dormiste cuando te tocaba.-Continuó ella, acomodándole la bata, y dándole una palmadita en el hombro.

En el hombro de la bata se veían unas franjas plateadas, mientras que en el derecho había franjas rojas, azules o naranjas, dependiendo de la especialidad de los chicos.

-Si, creo que podría dormir un rato.- Dijo Maryam, frotándose la cara.

-Y despierta a los otros, por favor. Que desayunen algo, porque va a ser una jornada larga.- Dijo Dominique, pesadamente.

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-Entonces, ¿por qué Khöler está con ellos?- Preguntó Faubrón, confundida.

-Creo que por que nadie le puede decir que no lo haga... Sinceramente no lo sé, no está obligada, pero aún así dijo que los ayudaría.- Respondió Hale, levantando los hombros.

-¿Y sabes qué tan bien les fue?-

-Eso vamos a descubrirlo en unos momentos, Dafneé.-

Ambas oficiales siguieron por el pasillo, hasta llegar al laboratorio en el que se encontraban Khöler, Sókolov y Grant.

Los tres se veían concentrados en lo que hacía cada uno: Khöler revisaba las bases de datos proporcionadas por el gobierno colonial, Grant estaba ingresando los datos necesarios, y Sókolov mantenía las simulaciones supervisadas.

-¿Por qué corren tantas simulaciones al mismo tiempo?- Preguntó Hale a Aleksander.

Sókolov ni siquiera sacó la mirada de la pantalla.- Porque así optimizamos los recursos de computación. Nos ahorra unos minutos por cada ciclo.-

-¿Y cómo van?- Preguntó Faubrón.

-Bastante bien, aunque las simulaciones aún no cuadran con los datos reales.-Respondió Khöler, también sin dejar de mirar lo que hacía.

-¿Creen que falte más información?- Preguntó Hale.

-Si, aún faltan datos, pero, no es tan fácil agregarlos al algoritmo.-Dijo Sókolov.

-¿Cuanto falta para que el otro equipo los supla?-Preguntó Faubrón.

-Treintaicuatro segundos.- Respondió Grant.

Casi medio minuto después apareció el equipo que Mercerón había reunido.

-Vaya puntualidad.- Dijo Khöler, desabrochando su bata.

-No esperaba menos.- Respondió Grant, también quitando su bata.

-Muero de hambre.- Interrumpió Sókolov.

-También yo.- Dijeron Alessandra y Grant al unísono.

Hale soltó una risita.

-Es gracioso cuando les pasa.- Dijo ella.

-Bueno, podemos comer algo mientras discutimos la situación de los Trainees.- Dijo Dafneé.

-Claro. Además, se supone que me iban a enviar los resultados de los estudios de Toria.- Continuó Grant.-Alessandra, podrías...-

-Si.- Dijo ella, interrumpiéndolo. Acto seguido escribió un mensaje a Mercerón, para verlo en el comedor.

Minutos después, Khöler, Sókolov, Mercerón, Murakami, FAubrón y Grant estaban en el comedor, sentados en una mesa.

-No durmieron, ¿eh?- Exclamó Mercerón, divertido.

-Teníamos que simular, no había tiempo para dormir.- Respondió Sókolov.

-Sólo espero que algún equipo haya tenido mejores resultados.- Dijo Grant, esperanzado.

-Ahm. En realidad, sólo una de las tropas empezó con las simulaciones.-Respondió Faubrón

-No me sorprende. Tenemos un kinder a bordo.- Respondió el hombre, desganado.

-Vamos, no es tan malo. Tienen el resto del día para obtener algo.- Dijo Hale.

-Pues, espero que nos puedan dar algo. Stone me está presionando. En la noche me mandó un mensaje un tanto... ¿Desesperado?-

-¿No tienes las bolas para decirle a tu suegro que se calme?- Preguntó Khöler, divertida.

Una carcajada resonó en la mesa. Sókolov incluso expulsó el agua que había tomado por la nariz, tratando de aguantar la risa.

-No es eso, Alessandra. Alguien lo está presionando a él.- Dijo Grant, retomando la Compostura, después de la risa.

-¿En los archivos de P.A.D.I.A no hay nada que te ayude a saber quién?- Preguntó Khöler.

-Mierda, los había olvidado. En un rato les doy sus claves de acceso.- Respondió Grant.- Por cierto, Dafneé, ¿querías discutir algo sobre los chicos?

-Sí. El sistema de puntuación, ¿Que puntajes les vas a asignar?- Preguntó la mujer.

-Uhm, creí que tú te encargabas de eso.- Respondió él.

-Si, pero, técnicamente tu tienes que autorizar todo lo que yo diga.-

-¿Te parece darle a los primeros tres? Diez, cinco y tres puntos respectivamente.- Repsondió Grant.

-Me parece perfecto.-Dijo Dafneé.

-Por cierto, ¿quiénes encontraron el proyectil?- Preguntó Khöler.

-El equipo Azul, los lidera... Hedda Eyehartz.-

-¿Hija del Almirante Eyehartz?- Preguntó Grant.

-Sí, creo que sí.-

-Cierto, recuerdo su expediente. Cinco años en la Denford, Notas sobresalientes, siempre al margen de las reglas, como su padre. Un poco aburrida, pero, estoy seguro de que no será la única vez que sepamos de ella.- Respondió Grant, recordando los archivos.

-Eyehartz era tu capitán, ¿no?- Preguntó Murakami.

-No, mi capitán fue Frederic Moreau.- Dijo Grant.-¿Y quiénes son los que simularon?-

-Ese fue el equipo de Rithaller... Valeshka Rithaller.- Respondió Faubrón, revisando nuevamente sus notas.

-Oh. También la recuerdo, tuve que darle noticias sobre sus padres hace unos días.- Dijo el hombre, nostálgico.

-Rithaller es la líder de la plata, ¿no? Ahí está la recién graduada.- Interrumpió Khöler.

-Cierto, Montenegro.- Respondió Faubrón.

-Montero.- La corrigió Grant.

-Su expediente me sorprendió.- Dijo Khöler.

-¿Por qué? Creí que eras difícil de sorprender.- Dijo Murakami.

-Tiene diecinueve años.- Respondió Khöler.

-Un año menos que Aleksander cuando entró al programa de O.T..- Continuó Grant, robándole las palabras de la boca.

-¿O sea que ella se graduó un año antes?- Preguntó Sókolov.

-Si, eso dice en su expediente.- Dijeron al unísono Khöler y Grant.

Hale soltó una ligera carcajada. De pronto, un chirrido discreto interrumpió la conversación.

"Mensaje para el Capitán Grant, remitente: Jorge Rosales, jefe del Departamento de Investigación del Instituto Científico de Toria."

-Espero que sea el informe que me prometieron. Bueno, los veo en el puente.- Dijo el hombre, levantándose de su asiento.

Cerca de tres cuartos de hora después, Grant entró a la sala de mando, un tanto apresurado.

-Hale, comunícame con la oficina del almirante Marcus Stone, pregunta si está disponible. Diles que es urgente.-

-Si señor.- Dijo ella.

-Chicos, les envié los códigos de acceso para los archivos de P.A.D.I.A., si pueden revísenlos en su tiempo libre, por que los necesitaremos.-Dijo Grant a todos.

-Señor, el almirante Stone está disponible, ¿inicio la comunicación?- Lo interrumpió Hale.

-Claro, en la pantalla, por favor.-

Los patrones hexagonales de la pantalla se iluminaron un momento, para después construir la figura de Stone poc a poco.

-Capitán.- Saludó Stone.

-Almirante, que gusto verlo.- Dijo Grant, sentándose.

-Me dijeron que esta conversación era urgente , ¿Puedo preguntar por qué?-

-Todos los proyectiles fueron fabricados por VANIR, señor.-

-Tenías razón. Excelente, pero, ¿ahora qué?.-

-Iremos a Camaxtli, señor.-

-Tiene años que no le compramos nada a VANIR, ¿por qué nos darían información sin una orden federal?-

-Déjemelo a mí, tengo algunos favores por cobrar.-

-Espero que obtengas lo que necesitamos.-

-Señor, ¿cuándo le he fallado?- Respondió Grant, irónico.

-Tienes un buen punto, hijo. Por cierto, al parecer Morgan se está recuperando. Su actividad cerebral está rozando niveles normales, y todo parece ir mejorando.-

-Gracias por informarme, señor. Por cierto, creo que no es necesario mencionarlo, pero, por favor, mantenga en privado la visita a Camaxtli. Preferiría el factor sorpresa de nuestra parte.-

-Claro, sabes que sí. Bueno, te mantendré informado de Morgan, tu avísame cualquier cosa sobre VANIR.-

-Claro que sí señor, gracias.-

-A tí, Grant.- Dijo Stone, terminando la comunicación

El puente quedó en silencio un momento, hasta que Khöler lo rompió.

-Grant...-

-Lo sé. A mi oficina, ahora.- Ordenó él, interrumpiéndola.

Ambos oficiales salieron en dirección al despacho del capitán. Al llegar, Grant selló la puerta, estableciendo el protocolo de privacidad total.

-Alguien estaba ahí.- Dijo Khöler.

-Y ese alguien es quien lo está presionando.- Continuó Grant, pensativo.

-¿Quieres intervenir las comunicaciones de VANIR? Por si a ese alguien se le escapa la sopa.- Preguntó Khöler.

-Si, y también quiero un reporte completo de todo lo que salga de los cuarteles de la flota, y de la 31. No sé por qué, pero me huele a que tienen algo que ver.-

-Le diré a Aleksander.-Dijo ella

-Diles a todos que revisen los archivos de P.A.D.I.A., los necesito listos.-

-Sí señor.-

-Sé que lo sabes, pero, aún así..- Empezó Grant.

-Compartimentación, claro.-

Grant asintió levemente, a lo que Khöler respondió con una sonrisa. Momentos después la mujer salió de la oficina, evitando a alguien a la salida.

Esto extrañó al capitán, quien se dirigió hacia la salida para ver quién estaba fuera. Ahí encontró a Faubrón, acompañada de Maryam y Valeshka.

-Teniente, ¿todo bien?- Preguntó el hombre.

-Las chicas tienen algo que reportar.- Dijo ella, un tanto preocupada.