Dia 2
"Compartiendo una bebida"
Tras llegar a la alcaldía, los secuaces atendieron con voluntad la orden de aclamar al nuevo alcalde, cosa que Missa, le incomodó.
-Haber, vamos a calmarnos, como dije, no es necesario que me tomen de una forma superior, así que porfavor levántense y vayan a descansar porque los veo muy exhaustos a todos, en lo que yo me ventilo con lo qué pasa ya que habrá modificaciones aquí—
Los secuaces al tener el cerebro lavado, no lograban entender el porqué y qué pasaría ahora que los retiraron del lugar, pero la asistente aportó con llevar a todos a prepararse y entender lo que significa "descanso".
-Ellos respetan su decisión alcalde Missa, pero no veo razón para darles el descanso ahora que puede estar en peligro—
Reclamo Luzu mientras caminaba para guiar al dios a su oficina principal.
-Primero que nada, solo dime Missa, deja la cortesía, segundo, no seré un ingenuo ante acciones como las tuyas, se que has hecho muchas cosas en este pueblo—
-Si tanto sabe ¿Para que me pidió los papeles?—
-No por ser dios me voy a saltar las leyes del pueblo, tenemos que firmar y cambiar ahora derechos para esta situación y nadie se confunda, además que necesito que firmes unos retiros de cargos—
Luzu tembló entonces.
-¿Que tipo...de cargos?—
Missa se acercó a la librería para sacar el escondite de las armas.
-Cargos de armas por ejemplo—-
Mostró una de estas para después comenzar a jugar con ella, mientras sacaba sus balas.
-Yo no vine a imponerme y amenazar con ilegalidades, mucho menos jugando con la vida de los ciudadanos de Karmaland, ósea, ni que fuera un humano completamente—
-¿Acaso me está ofendiendo?—
-Estoy describiendo todo lo que hiciste para que recapitules y me respondas...¿De verdad vale la pena imponerse así?—
-Por el bien de Karmaland, si, además que fue un asunto de protección contra las amenazas de Quackity porque..—
-Porque tienes que involucrar tus problemas a todos para revolverlos...—
-¿Perdón?—
-Tuviste problemas con Quackity...y aún así, en lugar de tomar cartas por tu propia cuenta, tomaste a tus secuaces y a pueblerinos a ir a por él y su respuesta obviamente sería negativa, sobre todo porque sin darte cuenta, hiciste un teléfono descompuesto—
-Teléfono...¿Descompuesto?—
-O bueno, para que se entienda, que por tu poca comunicación directa provocaste la muerte de una parte del pueblo, y mira, te cometaria más cosas que pensaba el, pero por recomendación mía, hablas con él directamente, eso si, tus actos no podrán lavarse fácilmente—
-¿Que me está queriendo decir señor?—
Missa suspiró fastidiado y lo miro.
-Es imposible que trates a todos de "usted" al principio no?—
-Joder, claro, no le conozco de nada, es un ser poderoso, obviamente estaré de necio con eso—
-Ta' bien...ya te dejo eso a tu propia cuenta, el caso es que..eh...si no quieres que manche...esta cosita de aquí—
Sin más, saco todas las armas de un tirón mostrándolas todas alrededor de Luzu, dejándolo con los nervios por arriba provocando espasmos cada vez que se acercaban más a él, no sabía cómo responder ahora.
-Será mejor que comiences a redimirte y a reparar tus propios daños—
Luzu se quedó en silencio por un par de segundos, que fueron segundos para él tras ver su vida completa pasar en su cabeza hasta que Missa apartó las armas dejándolas en un cofre afuera del escondite y sin que se muestren señales: quemo la caja desde abajo con su habilidad dejando que se aumente más rápido de lo que puede accionar una llama con gasolina.
-Alcalde que hace?!—
-Lo qué siempre quise hacer...eliminar pendejadas, dentro de poco las armas del pueblo estarán igual, solo se trabaja con esto primero y listo..en fin, comencemos a ver los papeles en lo que acaba—
Luzu definitivamente odiaba todo el trato que daba el nuevo alcalde creyendo que puede con todo, ya desearía ver su cara cuando comience el caos con su nuevo enemigo.
-Hey, no me mires así que ya parece que en un minuto me mandaste cien maldiciones, no seas tan gacho—
Lo malo es que al parecer, este chico es razonable...y tiene un apego al carácter de Quackity, ¿Cómo lo habrá conseguido?
-Hey...HEY! Me escuchas?—
Reaccionó luego de aquellos gritos junto al chasquido estruendoso que provocó grandes ecos en la habitación.
-Lo siento señor alcalde, creo que necesitaré unos minutos solo porque sigo razonando todo lo que acaba de pasar—
-No te preocupes, entiendo que será fastidioso razonar todo, solo aclaremos unas cosas del papeleo...te parece bien tomar algo?—
-No está mal eso?—
-Ni que fuéramos dioses estrictos con lo que tragan, si de por si comer carne cruda alguno de ustedes..—
-Me apetece en este caso un trago de licor si no es mucha molestia—
-Muy bien, en lo que los sirvo ayúdame a sacar todo lo que se necesite revisar—
-Usted también tomará?—
-Nah, soy más fanático del café, tienes una estantería de eso no?—
-Eh...así es Alcalde—
-Bueno, no tardo así que también apúrate—
Sin más aquel chico se fue a la estantería que permanecía a lado de los sillones de aquella sala principal de dicha oficina. Luzu ignoró sus hechos, como dijo, lo principal es enfocarse en todo ahora para no dejar baches mañana y pueda tomarse un rato pensando todo lo que acaba de pasar junto con todo su grupo, ahora que tenía que tener a su lado nuevamente a su vecino, era un miedo que vuelva a intentar hacerle daño a todo lo que le quedó. Necesitaba acabar con todo rápidamente para estar preparado ante todo.
Aún que su plan terminó con permanecer en aquella fría oficina junto al semidiós tratando de acabar con acuerdo políticos, alterando la ley y confirmando como autoridad al nuevo alcalde en los distintos aspectos del pueblo y sus distintos campos que lo componen, incluyendo una alteración a impuestos, alteraciones a construcciones, impartir apoyo al pueblo, entre muchas otras cosas que dejó con una conciencia mucho más libre a Luzu; al principio creyó que daría total libertad al mundo, pero en realidad, permanecerá lo estricto agregando el equilibrio, con tal de dar un respiro al pueblo sin hacerles olvidar aspectos como el cuidado entre todos y apoyo dejando una capacidad de posibles nuevas construcciones como escuelas, hospitales para que el pueblo prospere a mejoras para La Paz absoluta. Sin duda alguna, ese dios sabía lo que llegaría a hacer, dejando una gran admiración hacia él por hacer lo que él siempre quiso sin miedo al daño de lo que puedan hacer los enemigos.
-Oye...no estás bebiendo de más?—
Ups..sin darse cuenta, tomo sus tragos como si se tratara de agua, olvidó que tenía algo en la mano que debía tomar con precaución.
-Eh...creo que será mejor que me vaya a mi casa, quizás mañana se puede ejecutar vuestro trabajo, tenga linda noche señor Alcalde—
Estaba por retirarse con espada en manos cuando algo tocó su hombro, volteó ligeramente para encontrarse con Missa deteniéndolo ligeramente.
-Te acompañó, así de borracho será imposible que te cuides y llegues bien a tu casa—
Lo jalo ligeramente para sentarlo en el sofá en lo que guarda aquellos papeles en una nueva caja fuerte, cambió la tipo de tarjeta para entrar, evitando que ahora Luzu pueda recopilar la información que recién organizaron. Un minuto después salió de esta puerta y caminar hacia el con tal de poner un brazo por sus hombros y así poder apoyarse mejor en el camino sin problemas de caídas borrachas.
Luzu aún con su poca conciencia volteó a verlo siendo este con una mirada concentrada, alerta, pero a la vez muy neutral, sus reacciones eran distintas a cómo su mirada era, o quizás la borrachera lo hacía pensar que ya conocía a aquel tipo, sin embargo, no era así; por lo que decidió mejor concentrar su mirada en llegar a su casa y....
-Listo, llegamos, camina con cuidado en las escaleras—
Oh vaya, parece que su mirada estuvo perdida en la del alcalde por un buen tiempo...optó por solo mover su cabeza de un lado a otro rápidamente en un segundo para voltear su tema a tomar el barandal de sus escaleras con el cuidado indicado.
-Agradezco vuestra ayuda Alcalde, espero devolvérsela pronto—
-Aww...no te preocupes, me ayudaste bastante con los papeles a pesar de las horas, es lo menos que puedo hacer, bueno, es hora de que me vaya, recuerda que si mañana tienes cruda, toma un ligero shot de alcohol y se te quita de volada—
-Eh....entiendo, te agradezco Missa—
Missa sonrió aún más y se acercó saltando de emoción.
-Hasta que por fin me hablas de tu a tu, ya estamos avanzando eh—
Hablo con emoción mientras Luzu se dio cuenta y comenzó a ponerse nervioso.
-Yo..lo-lo siento, no pensaba y estaba creyendo que podríamos hablar así y..—
Missa cayó su boca acercando su dedo ligeramente.
-No te preocupes...todo está bien, desde hace un buen rato te decía que podíamos hablarnos así, no te asustes, ni que te cortara la lengua o que—
Río ligeramente dejando que esa risa se contagie en Luzu.
-Claro...entiendo—
-Bueno, ya me voy, ahí nos vemos, chau—
Sin más salió volando de ahí dejando a un Luzu que sin darse cuenta, su mirada se perdió en el cielo con un ligero suspiro, hasta que un minuto después se dio cuenta de eso y volvió a sacudir su cabeza mientras iba entrando a su casa. Quizás aquella situación se vio tan nostálgica para aquel chico, en aquella época donde su patito iba a su lado claro que tiene un toque muy distinto y es que ahora era alguien más atento a lo que dice, es más educado y lo único que quiere es la paz aún que sea una que a muchos probablemente no les agrade o tal vez, solo tal vez, Missa sepa lo que hace para hacer que todos cambien de parecer por fin.
🔆Y antes de terminar🔆
Un dibujo sobre un Au de Missa siendo hijo Rubegetta y el hermano menor de Spreen.
Tratare de seguir publicando dibujos así de distintos universos dando créditos de los respectivos creadores claro.
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