"Una selfie juntos"

Aquel tormento provoco la junta de mucha gente en el centro de Karmaland, Merlon sabía que pasaría y Sapo Peta tenía miedo de lo que pase a partir de ese encuentro con un dios puro. Los guerreros pasaban por todo: Unos trataban de calmar al pueblo, otros bromeaban y hacían deas suyas como de costumbre, mientras Luzu, como el alcalde que era, necesitaba las respuestas para el pueblo, Merlon solo asintió hacia Sapo Peta para luego unirse entre la multitud dejando en manos a aquellos chicos.

-Sapo Peta, ¿Se puede saber que cojones está pasando? Merlon ni quiere decir nada y toda la gente está esperando respuestas que yo desconozco—

Sapo Peta respiro con frustración antes de mirarlo a los ojos con la mirada neutral, ya que no sabía que expresar hacia el ingenuo alcalde.

-Estamos por presenciar la visita de un Dios...que dirigirá el pueblo como se debe—

-Pero Sapo Peta, no lo entiendo, eh intentado dar lo mejor a Karmaland, di mi fe y mi palabra, mira todo lo que eh logrado, gracias a mi, Karmaland es un mundo mejor, si esto se trata de lo que intenta hacer Quackity y sus revolucionarios, yo mismo me encargo de eso, puedo dar el arresto inmediato ahora que está aquí con nosotros, puedo...—

Sapo Peta alzó ligeramente su antebrazo mostrando su palma, indicando que pare de hablar, lo cual Luzu por pura cortesía, se cayó.

-El pueblo necesita ayuda, no solo porque la alcaldía a contagiado un mal poder al pueblo, si no que además, hay amenazas que Cerdu Gil pudo disminuir si dirigiera el pueblo como alcalde, como pidieron los dioses, pero al no aceptar a las buenas el cargo a su semidiós, decidieron dar por echo que serán protegidos y corregidos a las malas, por ende, necesitais dar el aviso al nuevo gobernador del pueblo de Karmaland, el es un Dios, así que necesito que le mantengan su debido respeto cada persona o esté corregirá de inmediato y no tomará con paciencia el pueblo—

Luzu estaba más que indignado, siendo alcalde, y ahora bajado de su papel por alguien superior a el, pero debía mantener la compostura, no podía atacar o amenazar ya que el también sería corregido probablemente. Con la pena y con el rendimiento, subió a lo que sería el lugar donde sucedería la invocación, en el centro de Karmaland, tomó su bastón para lanzar llamas al cielo alertando a todos y así, capten la mirada en el mismo alcalde.

-Ciudadanos de Karmaland, el día de hoy se que estais nerviosos por lo que el día de hoy pasa en el cielo, pero no os preocupeis, tenemos la noticia de un nuevo gobernador que se hará cargo, de mi puesto, de aquí, os presento a..—

En ello, Quackity pasó delante suya, empujándolo ligeramente.

-Asi es ciudadanos, por fin, luego de...mucha guerra, por fin se digno Luzu a decir la mera verdad, yo seré el nuevo gobernador de aquí mero—

Los guerreros comenzaron a felicitarlo y a la vez buchearlo, debido a esto, Luzu empujó a Quackity comenzando a pelearse con él al interrumpirlo ante su discurso, empezando así, una casi guerra de gritos por parte de todos, reanudando la situación de la alcaldía.

Sapo Peta estaba por tronar su bastón hasta que alguien se le adelantó, todos gritaron y apuntaron al cielo, ya que este tronaba en sus alrededores mientras comenzaba a despejarse un hueco que dio la luz del verdadero sol iluminando el centro de Karmaland, mientras los rayos lograban alejar a todos de ese lugar por el miedo. Todo se volvió de gritos a silencio completo, y desde silencio completo, comenzó nuevamente los gritos, todos chillaban por ver cómo una pequeña figura bajaba del cielo con rapidez, pasando de diminuto a una estatura de humano promedio, no era tan chiquito como Quackity, pero tampoco tan alto como Rubius. Aquel ser portaba atuendos blancos, finos, parecía un ángel completo, con la diferencia de que su rostro estaba cubierto por una manta blanca semi transparente, muchos pensaban que fácil podrían ver su rostro, pero por su textura, era complicado.

Aquel ser alzó ligeramente la vista encontrando con Luzu y Quackity aún agarrandose de la ropa mutuamente, por ende alzó los brazos logrando que ambos enemigos se separaran a su antojo, asombrando aún más a aquellos pueblerinos y guerreros.

-ES UN ÁNGEL!— Grito Vegetta con aquel tono tan agudo—

Ante eso, Sapo Peta miró a todo el pueblo colocándose a lado del dios.

-Ciudadanos de Karmaland! Inclinaos ante el nuevo gobernador, el Dios Missael, hijo de nuestros superiores, hijo de la vida y la muerte, postrense ante el!—

Todos estaban shockeados, hasta ver a Luzu dar un paso al frente e inclinarse ante el; desde ese momento todos se inclinaron, a excepción de Quackity y Rubius, cosa que hizo molestar a Sapo Peta, pero claro...ellos no iban a aceptar el papel o la indicación. Por lo cual, Missael ya estaba listo para alzar sus manos, logrando así un click en el cerebro de ambos chicos, que los angustió eh hizo que al final se inclinaran inmediatamente.

-Me es un honor que se eh.."postren" ante mi, pero pediré que lo dejen de lado, para eso están los dioses que me enviaron, den sus alabanzas a ellos, bueno, el caso es que...por situaciones que tengo entendidas, ustedes quieren recuperar a Titi, pero..aparte de eso, se están metiendo en broncas varios de los héroes...los estoy mirando a ustedes cabrones—

Apuntó a los chicos que fueron inmovilizados casi al instante por el miedo a ser señalados, pero lo que más asustó a muchos es que aquel Dios no tratara todo con acento español o aquella cortesía que evite las malas palabras. Sapo Peta era consciente de que era un Dios igual de imperfecto que un humano, no tomaría papel para cosas formales, pero el acento que tiene parece apegarse más al mexicano, así qué tal vez sea complicado tratar con él así como fue y es tratar a Quackity.

-Pero tranquilos eh, tampoco vengo a tratar sus tarugadas a palazos, yo fui enviado para tratar con todos los guerreros y además tomar la alcaldía por un rato, hasta que les bajen los humos; pueden permanecer tranquilos siguiendo con su vida, eso si, el gobierno que ahora controlo yo, será alterado con tal de darle más vida al lugar, empezando la decoración, no mames, parece funeral aquí—

Dio un ligero golpe al suelo con el pie comenzando de un ladrillo obscuro a un trozo de madera natura dejando que este tipo de material se expanda en todo el centro de Karmaland donde hubo ladrillo, dejando además que el cielo se despeje conforme cada cosa se transformaba en lo que fue antes del gobierno de Luzu, todos estaban asombrados, en cuanto al ahora ex alcalde estaba apretando los puños con brutalidad, podría jurar aquel que lo viera, que sangrarían esas manos por la presión.

-Wow!...Espectacular y encima simétrico! Grande Dios Missael!—

Grito con entusiasmo el guerrero Vegetta.

-Ay! No me digan así, hasta yo me cansaría de decir a cada rato eso, para más corto llámenme Missa, nada de Alcalde Missa, Dios Missael, solo Missa para que sea más fácil para todos, porque aparte, no vine a dar aquí ordenes como dictador, vine a buscar la felicidad del pueblo y eso incluye a que no seré solo el alcalde, si no que espero que seamos amigos todos aquí—

Todos gritaron emocionados empezando a aplaudir y gritar su nombre que ahora fue confiado ante el, claro que no muchos estaban felices por su presencia, y esos eran Luzu y Quackity, ambos tuvieron tantas cosas que hacer para que al final ese Dios tuviera el poder y la confianza del pueblo y los guerreros de inmediato. No sería fácil pasar de largo aquello.

-Muy bien, comenzaré a ver los papeles de función y aclarar cambios de gobierno, impuestos y esas cosas, Señor Luzu, acompáñeme porfavor..¡Todos sigan con lo suyo, el show acabo!—

-Espera! Espera! Espera! Una foto antes no? Porfin nos juntamos todos y en nombre a ti, merecemos un recuerdo de este gran cambio no? Todos vamos! —

Grito nuevamente Vegetta acercándose con un Rubius siendo jalado; ahora de quien se llama Missa, solo alzo los hombros sin cuestionar o negar, elevo su cuerpo ligeramente para ser la cabeza de aquel grupo que comenzaba a acomodarse para una foto de todos juntos mostrando caras o solo sonriendo.

-Todos juntos digan: Pa-ta-ta!—

Y como indicó aquel jefe de guerreros: todos repitieron la dichosa frase dejando así captado el momento mostrando a aquellos chicos con el fondo del nuevo alcalde y su más grande cambio en el pueblo dejando una sonrisa en todos a excepción de Quackity y Luzu, que solo intentaban sonreír pero era más una mueca sin emociones.