Encuéntrame En El Ocaso
Feudal, "fantasy" AU
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La batalla había sido demasiado ardua y comenzaba a sentir el cansancio apoderándose de su cuerpo.
Había usado toda su magia y el esfuerzo drenó sus energías, la sangre corría por los pasillos que si bien antes eran de reluciente mármol, ahora parecían rojos, baldíos y genocidas. La mitad de su especie había perecido en la pelea, y miles caían por segundo. Ellos habían sido los causantes de todo, pero fue su persona aquella que desató el desastre y acabó con los suyos.
Todo era su culpa y a pesar de desear irse junto a aquellos que dieron su último respiro aún debía tomar responsabilidad por sus acciones. Ella había causado todo esto y ahora era su obligación detenerlo. Llamó a su sangre maldita, pero su demonio interna estaba más que dispuesta a tomar el control sobre ella y ayudar al enemigo. Ahora sólo quedaban decenas de su especie si tenía suerte, y no pasó mucho tiempo antes de que el reino sucumbiera ante la sangre de sus habitantes.
Cuando solo quedaban tres personas en el campo de batalla, sintió a su madre tomarla por los brazos y obligarla a correr en contra de su voluntad. Azar se encargaría de entretener al enemigo, pues la Reina de esa nación de hechiceros era tan buena combatiente como el líder del antiguo ejército. Eran una nación pacífica, es cierto, pero cuando la guerra se cernía sobre ellos no dudaban ni un segundo en ir gritando al campo de batalla.
Su madre, la protegida de la Reina Azar y próxima al trono, era una de las mejores hechiceras del reino, y no dudó ni un segundo en utilizar sus dones para sacar a su hija del peligro en contra de su voluntad. Ella peleó, trató de escapar del hechizo, pero le fue imposible resistir. Arella era fuerte y ella no estaba en condiciones de luchar contra ella, había gastado demasiadas energías y estaba segura de que caería sobre sus pies en cualquier instante.
La mujer la acercó corriendo al centro del palacio, abriendo millones de pasadizos secretos y adentrándose en lugares, calabozos y habitaciones que la joven nunca había visto en su vida. Entraron al centro del lugar, a una especie de mazmorra o estudio oscuro y desalojado. El lugar estaba cubierto de polvo y en el centro del mismo se encontraba una especie de urna de cristal lo suficientemente grande como para contener a una persona, pero lo suficientemente pequeña como para que la estatura de su inquilino fuese específica.
Ella leyó los escritos marcados en la urna, y supo lo que hacían ahí.
Antes de poder reaccionar, su madre ya la había acostado allí dentro. Ella peleó con todas sus fuerzas, gritó y dio lo mejor de sí misma por volver al campo de batalla, no podía dejar a su pueblo solo, debía pagar por lo que había hecho, no huir de sus demonios. Arella trató de calmarla, le dijo que esta era la forma en la que debía ser y que ella era la única con la altura y complexión adecuada para entrar en esa urna de protección. Era un hechizo antiguo pero funcionaría , ella viviría.
Pero no quería vivir. Si su pueblo se extinguió en contra de lo que ella trajo al mundo entonces deseaba morir junto a los demás. Arella le dijo que siempre la amaría, limpió las lágrimas del rostro de su hija y cerró la urna con ella dentro. Ambas escucharon el grito de la Reina, y supieron que había perdido la batalla. Arella se apresuró en su tarea, calmada y seria como siempre. Realizó el ritual prohibido y dejó a los cánticos resbalar por su voz.
El sonido del enemigo aproximándose a ellas recorría los pasillos, pero la mujer no titubeaba, la hija golpeaba el cristal con la esperanza de romperlo.
La mujer dijo las últimas palabras del hechizo y le dedicó una sonrisa triste a la joven que gritaba entre llantos tratando de no sucumbir ante el extremo sueño que se apoderó de ella.
El demonio entró en la habitación, Arella usó todo su poder para proteger la urna y luchar contra el enemigo. Una luz la cegó, y las últimas palabras que pasaron por su mente fueron las mismas que su madre había usado para finalizar el hechizo.
azarath metrion zinthos azarath metrion zinthos azarath metrion zinthos azarath metrion zint-
Cayó en la inconsciencia.
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El caso apareció frente a sus ojos hace meses.
Las únicas pistas eran dos imágenes provenientes de una cámara de seguridad, un testigo que antes de morir dijo que no se trataba de un solo asesino, un pedazo de un libro de magia antiguo, un vistazo al rostro de un elfo durante una pelea, 15 cuerpos, 16 desapariciones y un muy mal presentimiento de parte de la clarividente de la familia.
Barbara sabía, o tenía la sensación de que habían varios culpables, y una investigación más profunda les demostró que se trataba nada más ni nada menos que de un culto antiguo y con intenciones de llevar a cabo un antiguo ritual, traer el mal al mundo, desatar el infierno y bla bla bla. Para ser honestos, la magia era algo que había desaparecido hace demasiado tiempo, pero aún habían ciertos grupos de idiotas dispuestos a hacer lo que sea por conseguir, al menos, un poco de ese poder.
Los antiguos hechiceros y brujos eran justamente eso: antiguos. Y todos ellos se extinguieron hace unos 500 años, pues el reino más vasto en cuanto a magia se refiere había sido completamente exterminado en un genocidio olvidado por la historia. Es una leyenda que casi nadie recuerda y que solo una familia sabe que fue una realidad. Azarath fue víctima de un enemigo desconocido hace exactamente 500 años, desapareciendo de la faz de la tierra y de la memoria del mundo.
Los Al Ghul eran los únicos que los recordaban, junto a su idioma y costumbres.
Volviendo a la actualidad...
Los murciélagos llevaban meses persiguiendo el rastro del tan llamado Culto de Sangre, rastro que los llevó al lugar en donde estaban ahora.
Las ruinas frente a ellos parecían abandonadas por siglos, un castillo que se había reducido a cenizas. Todd y Grayson estaban allí, aunque tanto Maya como Colin decidieron unirse también. Su hermana le dijo que llevaba buscando al culto desde hace un buen tiempo y el pelirrojo buscaba justicia para un chico de su orfanato, la decimocuarta víctima. Sabían que el líder de dicho culto era un elfo de nombre Sebastian Blood, un imbécil que no dudaba en derramar sangre cuando quería. El maldito era muy escurridizo, así que la mejor opción para atraparlo era un ataque sorpresa.
Tenían la ventaja de que nadie sabía que estaban allí, su padre decidió dirigir la operación desde la cueva —dado que sus nuevas fracturas no le permitían luchar o salir de la mansión , efecto secundario de su última misión con la Liga—, junto a Barbara que deseaba asegurarse de que todo saliera bien. Se acercaron lentamente al lugar, guiados por Ifrit, el cual rastreaba el olor tan particular de la sangre. Una de las tantas ventajas que le proporcionaba tener sangre de dragón corriendo por sus venas.
El rastro los dirigió al centro del lugar, donde una muy curiosa entrada se hacía notar apenas, escondida detrás de rocas caídas. La curiosidad se hizo instantánea, no se suponía que tal cosa estuviese allí y mucho menos que el pasillo secreto detrás de la misma pareciese levemente iluminado. Se miraron los unos a los otros con curiosidad y sin saber cómo actuar a continuación. Parecía que el culto había tomado ese camino oscuro, así que la única opción para ellos fue adentrarse a lo desconocido.
Un laberinto oscuro oculto en un antiguo castillo destruido, una vez perteneciente a una civilización de magos y hechiceros extintos por una guerra genocida.
Genial.
No tenían miedo, pero los pasillos que se hacían más y más largos a cada paso que daban transmitían una especie de sensación intimidante y peligrosa. Avanzaban lentamente, detrás de los pasos de un Ifrit más serio de lo común. De pronto el joven se detuvo sobre sus pasos, les dijo en un susurro que olía y escuchaba a varios elfos, humanos y una que otra gárgola u ogro más adelante. Las pisadas se volvieron más ligeras, y cuando fueron capaces de divisar las luces de varias antorchas y el sonido de cánticos antiguos vieron algo que no pensaron ver.
Seres con túnicas escarlata se juntaban en un círculo en el centro de una habitación antigua y a medio iluminar. Sus voces juntas entonaban lo que parecía ser un cántico antiguo en un idioma que no reconocían, mientras que aquellos fuera del círculo movían sus antorchas lentamente en un baile extraño. Pero lo que realmente les llamó la atención fue la figura de Sebastian Blood detrás de lo que parecía ser una urna de cristal llena de polvo y bañada en sangre, al igual que el líder del culto.
Nobody ahogó un grito de sorpresa e ira, pues sus ojos fueron los primeros en ver al cadáver de la última persona desaparecida, con su pecho abierto de par en par y la sangre cayendo sin control, la cual que fue utilizada para cubrir tanto a Blood como a la urna.
Habían llegado tarde.
Pero no demasiado.
Fue cuando el líder dijo que estaban dando el último paso para lograr su objetivo y llamar al Señor de los Infiernos a la Tierra, que decidieron decirle adiós a su escondite y comenzar la pelea.
Nightwing no dejaba a nadie escapar, haciendo uso de sus habilidades ( es bien sabido que la agilidad de los elfos es sobrenatural), Red Hood golpeaba con sus manos de piedra a los idiotas del culto, disparando de vez en cuando; Nobody y Abuse hacían equipo, el pelirrojo protegiendo a su " amiga" —pues se sospechaba que eran algo más que eso— y Maya evitando que el chico golpeara más fuerte de la cuenta.
Ifrit vio su oportunidad a través de la batalla, y se abrió camino hasta llegar al líder del desastre. El hombre sufría de delirios de grandeza, se creía un Dios y el joven lo usó a su favor. Pero los ojos del muchacho intimidaban más de la cuenta, y no gastó muchos esfuerzos antes de que el " Dios" tratara de huir en desesperación pues pensaba que el vigilante de rostro cubierto con excepción de sus ojos era una personificación del Diablo.
La pelea acabó y a pesar de haber ganado ellos no lo sentían como una victoria.
Un civil había muerto y entre todos le dedicaron un minuto de silencio.
Eso fue hasta que Nobody dijo lo obvio.
—Ellos hablaban acerca de " liberar al demonio" o algo así, pero parecía que lo que sea que estuviesen haciendo giraba alrededor de esa cosa —La morena señaló la urna en el centro de la habitación, y a la evidente cantidad de sangre que la cubría—. ¿Alguien tiene alguna idea de lo que estaban tratando de hacer?
Él lo sabía.
Lo sabía pero no deseaba admitirlo.
Ifrit se acercó a la urna bajo los ojos atentos de sus hermanos y amigos, se arrodilló frente a ella y limpió con sus ropas algo de la sangre sobre la superficie del objeto, dejando ver símbolos extraños y desconocidos ante los ojos de los demás. Sintió la presencia de sus compañeros a sus espaldas, murmurando y compartiendo teorías sobre el significado de todo eso.
—¿Qué coño significa eso?
—Hood, si Alf estuviera aquí ya te habría quitado el derecho al pan por el resto de la semana.
—Pero no lo está.
—Tú sabes que Al...
Una voz en el intercomunicador interrumpió la frase, y todos quedaron en silencio.
—En efecto, joven Jason, estoy considerando revocar su derecho a tan preciado alimento.
Alfred es adivino, sin duda.
—Mierda, me dejé el micrófono abierto. Lo siento, Al.
—Te lo dije.
—Cállate, niño de oro. Hice una pregunta, no desvíes la conversación.
—Lamento interrumpir la plática de hermanos, pero estoy de acuerdo con Caperucita roja.
—¿Oíste, nalwing? Ella sí sabe a lo que me refiero. Me caes bien, chica.
Ifrit ignoró la conversación a sus espaldas, concentrándose solamente en traducir los textos frente a él.
—" Et aperire portas inferni, excitare in una dormienda, protegere illo anathemate gemmam, nigrum alas aeternum manum tuam memento mori, ad recreandum animam, Thren electus..."
Susurró en silencio sin darse cuenta, pero fue escuchado sin intentarlo. El lenguaje , al igual que la historia de esa civilización había sido olvidado y solamente existía en las memorias de la última línea de Dragones del mundo: la familia Al Ghul.
—¿Qué significa eso? —inquirió Maya en un susurro, antes de ser corregida por Colin.
—O mejor dicho, ¿qué idioma es ese?
Damian no los escuchó, los ignoraba mientras intentaba comprender la situación. Parecía tratarse de una especie de hechizo de protección. (...) Protege a la gema maldita (...)... Dado que las urnas también solían usarse para guardar joyas entonces era lógico pensar que el hechizo tenía la intención de proteger algo valioso , ¿pero qué?
Pronto algo movió la maquinaria en su cabeza, las piezas comenzaban a moverse y formar la imagen del rompecabezas pero no parecía tener el más mínimo sentido.
Ifrit limpió otra parte del objeto tratando de leer las runas, al mismo tiempo que el pelirrojo a sus espaldas observaba con curiosidad los frescos que adornaban las oscuras paredes. Parecían relatar una historia, pues la figura de una reina adornaba con luz la parte superior de la pintura, a sus pies se encontraba el pueblo extinto, vestido en blancas túnicas; y bajo los suelos se mostraba la figura imponente de un hombre de roja piel sentado en un trono de cabeza. Pero lo que le llamó la atención fue la figura de lo que parecía ser una mujer al lado de la Reina. La joven era la única de toda la pintura que en lugar de vestir de blanco era cubierta por un manto negro, con un cuervo sobre los hombros.
—Eh, chicos, creo que deberían ver esto...
Llamó a los demás, inseguridad en su voz.
Pero antes de que fuesen capaces de responder a su llamado la voz del dragón cubrió sus oídos en un fuerte susurro...
—“ azarath metrion zinthos” ....
Las últimas palabras fueron el desencadenante.
La urna se movió lentamente, abriéndose con cuidado bajo la mirada sorprendida y alerta de todos los presentes. No sabían lo que ocurría, no tenían idea de lo que saldría de allí y debían estar preparados.
—¡¿Ifrit, qué demonios hiciste?! ¡¿ Por qué esa cosa se está abriendo?!
Él no respondió.
No podía hablar.
La urna se abrió completamente y nada ocurría aún, así que el Dragón decidió tomar el primer paso e intentar ver lo que se ocultaba allí dentro, la gema que intentaban proteger.
Pero nada los preparó para la sorpresa.
Allí, dentro de la urna, dormía apasiblemente una joven que parecía tener la misma edad de Damian. La chica era malditamente hermosa, tanto que dudaron por un instante en si ella existía en verdad o en si era causa de sus imaginaciones. La piel de Luna era revestida por ropajes antiguos y oscuros , que parecían pertenecer a una doncella de las altas cortes de hace 500 años. Los largos cabellos de amatista oscuro enmarcaban el rostro perfecto y la cubrían hasta la cintura.
—No está muerta, ¿verdad?
Como si hubiese escuchado la pregunta silenciosa de Nobody, la joven abrió los ojos, revelando dos gemas de imposibles amatistas que parecían brillar en la oscuridad. Se levantó con lentitud y tanto el nerviosismo como la inseguridad se hicieron cargo de su angelical figura. Sombras se arremolinaron entre sus finos dedos intentando protegerla de los desconocidos , y nadie podía reaccionar ante la vista.
Después de todo la magia ya no existía...¿No?
La chica gritaba, gritaba en un idioma que no conocían y parecía querer protegerse de aquellos que bien podrían ser emisarios de su enemigo . Ellos trataron de entender la situación, pero ella parecía querer una explicación de todo. ¿ Ellos serían sus enemigos? ¿ Por qué vestían ropas tan extrañas? ¿ Dónde estaba su madre? ¿ Qué fue de su pueblo?
Uno de ellos se le acercó con lentitud, y por algún motivo se sintió tranquila y a salvo ante la vista de dos esmeraldas que apagaban la oscuridad. Los demás pensaban que Ifrit se había vuelto loco,¿ por qué se acercaba a ella de esa forma? Podría estar en peligro.
—Relaxat, ut non hic te nocere —comenzó Damian.
—Quis es? Quid agis? Ubi est mater mea?
—Sociis Nos sumus in arce in perpetuum sub vetus collapsed. Cum autem hic non modo intra hanc urnam tibi proximus fuisse neminem
—Accidit meas? —La pregunta fue extraña, pero la voz dulce parecía preocupada en verdad. Nadie comprendía la conversación.
—oppidum tuum?
—Putabam nos ligare manipulos in bello mater mea et stans orbe terrarum vix ones. Quid alios?
—In ultima bellum, in hac fuit ille qui interfectus est a populo Azarath et accidit annos D ...
—Non, non debet iniuria fieri. Ne bello hostem, sed regina mater consummata opponebat. Et clausa protegas me in urnam missa ad me. Dico enim vobis quod non facit sensum. Ego dormivi sed quod Divinum tale alicubi ...
—dic mihi, quid in annos singulos sumus?
—Anno? MDXX. sumus in August non decurrunt, et dices ad quaestiones meam a me. Quæ est mater mea factum est?
—Quid ego dicam tibi esse difficile facere propriam, sed current annum MMXX est
—non intellego
—Oppidum translatum est gaudium tuum. Et abierunt cum mors necesse est mater olim
—Non es quod es ... iacebat ... ... Quod non potest esse verum,
—Paenitemus ... conservatus
Los demás observaban el intercambio en silencio, no comprendían lo que ocurría pero de pronto la chica comenzó a llorar desconsoladamente, con Damian hablando suavemente y con empatía. El llanto se volvió más arduo y con ello la infraestructura comenzó a colapsar, obligándolos a abandonar el lugar con prisas y llevarse los cuerpos inconscientes de los tontos del culto con ellos, junto a la joven que murmuraba cosas incomprensibles bajo su aliento.
—Maldigo haber nacido como una gárgola... Me dejan a la mayor cantidad de imbéciles a mí para cargar.
—Al menos tú tienes menos que yo, Hood ... Esta es otra de las cosas que no me gustan del Venom.... siempre me usan de mula de carga...
—Maldito sea Dickface, él solo tiene que cargar a tres...
—Nunca pensé que diría esto... pero estoy de acuerdo contigo...
Una vez que abandonaron el lugar decidieron llamar al avión que los había llevado hasta allí, habían perdido el contacto con Bruce debido a la falta de cobertura y recién volvían a escuchar su voz. Todos centraron su atención en la joven, la cual parecía más calmada, aunque las lágrimas no abandonaban sus ojos. Damian se acercó a ella, continuaron hablando acerca de no sé qué cosa y ellos trataban de deducir la naturaleza de la conversación.
Ifrit parecía hacer preguntas, probablemente acerca de la chica, la razón de que estuviese allí, qué demonios era esa urna, por qué motivo parecía poseer magia, qué cojones acaba de pasar, entre otras cosas...
El joven se acercó a ellos después de un rato, tratando de evadir el bombardeo de preguntas, respondiendo a lo más elemental.
—¿De qué hablaban? O mejor dicho ¿en qué hablaban? —Se apresuró a preguntar Dick.
—¿En serio, Discowing? ¿Esa es la mejor pregunta que tienes?
—Por favor Jason, sé serio por una vez en tu vida.
—El idioma no lo reconocen porque ha sido olvidado, es la lengua muerta más antigua —intervino un Damian pensativo, antes de que comenzara otra discusión.
—¿Y si nadie sabe hablarlo, entonces por qué tú si? —Maya hizo la pregunta del millón.
—Los Al Ghul somos los únicos que lo conocemos actualmente.
Colin fue el siguiente en interrogar.
—¿A qué te refieres con " actualmente"? Ella también hablaba en él, no?
—Exactamente.
—Disculpa, hermano, pero creo que deberás ser más claro —preguntó Ducard.
—Ella puede hablar en él porque es justamente su idioma natal... Parece ser que ella proviene del reino de Azarath...
—¿Azarath? ¿Pero, no fue destruido junto con todos sus habitantes hace unos 500 años?
—Precisamente... Cuando despertó me preguntó acerca de su pueblo, decía cosas acerca de un enemigo o su madre. Al parecer ella fue la única sobreviviente de la Gran Guerra que exterminó al pueblo de Azarath en el año 1520, pero según lo que me ha dicho su madre usó un hechizo antiguo junto con la urna para hacerla dormir. Al parecer el hechizo la protegió y la mantuvo viva durante 500 años, y si mi deducción no me falla entonces lo que intentaban los miembros del Culto de Sangre era justamente despertarla. Pero al no saber hablar el idioma entonces necesitaban llevar a cabo un ritual mucho más vasto y sangriento.
—¿Entonces, esa chica tiene 520 años de edad?
—518, pero para ella es como si no hubiese pasado ni siquiera un día desde que su madre la durmió allí dentro, es como si fueses a dormir una noche y te despertases 5 siglos después, y para ti sea la mañana del día siguiente.
—Pero Blood dijo que despertarían al señor de los infiernos o algo así... ¿Entonces por qué ella...?
Ifrit guardó silencio por un tiempo... Hasta que se decidió a hablar después de un suspiro.
—Ella me contó su historia... Su madre era la dama de compañía de la Reina Azar, estaba comprometida y todo parecía marchar bien. Pero al parecer su prometido se reveló como Trigon el Terrible después de la noche de bodas...
—¿Trigon el Terrible?... Pero...esa es una leyenda... Él no existe...
—Entonces ella no estaría aquí... —continuó Damian.
—Así que... ¿Ella es su hija?... ¿La hija del Rey de los Demonios?... —El silencio siguió a la pregunta de Ricard.
—Sí...Al parecer el demonio reclamaría su cuerpo como un portal para dominar la tierra el día de su cumpleaños número 18 , cosa que ocurrió un día como hoy del año 1520...
—¿Ella fue la que causó la guerra?....¿Fue debido a ella y a su sangre que una especie entera se extinguió?
—Ella no lo deseaba... Fue en contra de su voluntad y no tuvo la culpa de nada de lo que ocurrió... Al parecer usó todo su poder en contra del demonio e intentando proteger a su pueblo... Eso la hizo más susceptible al hechizo de su madre, que trató de protegerla... Es la última hechicera del mundo...
—Eso significa que lo que Blood intentaba era llamar a Trigon, ¿no? Por medio de ella...
—Exactamente, hermana.
El avión llegó a su lado y una pregunta quedó colgando en el aire...
—Entonces...¿ Qué haremos ahora con ella?
El Dragón rompió el silencio.
—No tiene lugar al que ir, este no es su siglo y será muy difícil para ella adaptarse a esta nueva realidad... No podemos dejarla por su cuenta...
—¿Qué sugieres, Damian?
Pregunta tonta, ya todos lo sabían.
—Llevémosla con nosotros.
—¿Estás seguro?
—Completamente. Yo podré enseñarle nuestro lenguaje, la ayudaremos a controlar sus emociones pues parece que son el desencadenante de sus poderes, la entrenaremos para que pueda defenderse y ella nos ayudará a comprender mejor tanto la magia como su mundo. Es la última descendiente de Azarath, la última hechicera. Está en peligro solo por poseer algo tan codiciado como la magia... Es nuestro deber protegerla...
—Supongo que la decisión ya está tomada, ¿no es así, Damian? — irrumpió una voz profunda en el intercomunicador.
—Si me lo permites, padre... Pero ya no hay marcha atrás...
—Bueno, rompiendo este momento tan emocional, quiero decir que esto debe tener su lado positivo. No todos los días se puede tomar la decisión de vivir bajo el mismo techo con una belleza tan exótica como la suya. Aunque el demonio no tomó eso en cuenta, ¿no?
—Vete al infierno, Todd
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Este one - shot ocurre dentro del universo alternativo de mi fic llamado Fantasía. Aunque la historia es diferente el entorno en el que se desarrolla es el mismo : un mundo de fantasía en el que conviven elfos, ogros, gárgolas, humanos y demás, pero en el mundo moderno. Este AU nació bajo una simple pregunta : ¿ cómo sería un mundo de la clásica fantasía en los días de hoy?
Se supone que al existir diferentes especies, los personajes también coexisten y tienen diferentes razas. Richard es un elfo. Jason es una gárgola. Alfred es inmortal. Barbara es clarividente. Timothy, Bruce, Stephanie, Maya y Colin son humanos ( aunque el Venom se mantiene en el caso de Colin ). Y Damian es mitad Dragón, dado que los Al Ghul son los últimos Dragones del mundo, los últimos de una raza casi extinta.
En cuanto a Rae, sus orígenes se mantienen, al igual que la premisa de Azarath como un antiguo reino destruido y el idioma que solo Damian y ella comprenden. La historia original tiene un plot completamente diferente, aunque aproveché la oportunidad que me dio este one-shot para aclarar algunos puntos de la historia y dar pistas del misterio que envuelve a Fantasía.
En cuanto a la conversación de ambos, no quería tener que pasar por inventar un idioma nuevo para al final no decir absolutamente nada de nada, así que me decidí por el latín. Lamento no poner la traducción, pero supongo que ayuda al misterio. Aunque Damian explica todo al final, incluyendo su conversación.
Una vez más, voten si lo desean y comenten si sienten que tienen algo que decir.
Gracias.
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