Último Deseo
Era el cumpleaños número dieciocho de Kohaku, y todos sabían lo que eso significaba...
Ella misma sabía cuál era el destino que le esperaba, y la verdad que no le gustaba nada... pero no podía elegir, todo estaba decidido desde su nacimiento.
Como su destino era inevitable, decidió aprovechar y cumplir todas sus tentaciones: comer las mejores comidas, los mejores postres, y beber las mejores bebidas.
Todo el día de su cumpleaños, todos sus caprichos le fueron concedidos, el pueblo entero la recompensó con todo lo que ella quisiera, hasta regalándole vestidos y collares, e incluso le tuvieron preparado un concierto de sus mejores músicos y un teatro con los mejores actores del pueblo.
La familia del Lord que gobernaba el pueblo fue a su casa a cenar con ellos, le regalaron el vestido más bello que Kohaku había visto en su vida, le recalcaron lo valiente y honrada que era, y la hija del lord la abrazó un largo rato, antes de preguntarle cuál era su último deseo.
—Sea lo que sea que desees, te lo concederemos, tienes mi palabra —aseguró la hija del lord, con una sonrisa de lástima en su rostro bellamente maquillado.
—Hoy tuve un día maravilloso, gracias, pero sí tengo un último deseo... quisiera dormir en el molino, a solas, con esa bella vista al lago. Quiero ver el amanecer desde allí una última vez.
La hija del lord intercambió una mirada preocupada con su padre.
—Querida, espero que entiendas que no podemos dejarte sola... hay antecedentes de muchachas como tú que quisieron escapar —murmuró el lord, muy serio.
—Le aseguró que no quiero eso, sé lo que es mejor para el pueblo. —Kohaku sonrió tristemente—. Supe toda mi vida cuál debía ser mi destino, y el molino es donde siempre he trabajado junto con mi familia, y es donde hay una mejor vista del amanecer. Pueden poner guardias afuera, pero me gustaría estar sola dentro. —Bajó la cabeza humildemente.
—No lo sé... —La hija del lord la miró con sospecha.
—Yo no veo el problema. —El Lord encogió los hombros—. Pondremos guardias afuera, puedes estar sola adentro.
Kohaku sonrió agradecida, asintiendo.
La vistieron con el vestido elegante y hermoso que le habían traído de regalo y luego la llevaron al molino al anochecer y Kohaku se quedó totalmente sola luego de cerrar la puerta...
Se sentó en la cama que había preparado de antemano allí y miró a un lado.
—Ya puedes salir —exclamó con fuerza, y una figura emergió desde la paja y el heno.
—Maldita sea, ya era hora. —Senku escupió algunas semillas que se colaron en su boca—. Tienes suerte que esta sea la última vez que nos veremos o no me habría quedado a esperarte tanto tiempo. —Comenzó a sacudir su ropa.
—Sí... es la última vez que nos veremos... así que esperaba que cumplieras mi último deseo. —Lo miró intensamente.
Él hizo una mueca, sentándose a su lado con rostro sombrío.
—Todos sabemos que deben entregarte al brujo oscuro fingiendo ser la hija del lord o destruirá el pueblo, y pensé que tú estabas resignada a ese destino, pero ahora me pides que haga algo que te han prohibido toda tu vida, algo que podría poner en peligro al pueblo... ¿eso significa que no aceptas el destino que te han impuesto por nacer el mismo mes que la hija del lord? Porque si no lo aceptas... podría usar mis propios trucos de brujo para sacarte de aquí. —Jugueteó con un poco de electricidad mágica entre sus dedos.
—Te dije que aceptó mi destino, pero no te pido demasiado... solo un beso. —Lo miró suplicante—. Dijeron que debo ser virgen y pura, no que no puedo besar a nadie.
—Según algunos libros, un beso también significa el fin de la pureza...
—Pero no estás seguro. —Infló una mejilla, frustrada.
—¿Arriesgaras al pueblo?
Al escuchar eso, Kohaku bajó la mirada tristemente.
—No... supongo que realmente no es seguro... —Sus ojos comenzaron a aguarse.
Senku tomó una gran bocanada de aire.
—Si me lo pidieras... yo te sacaría de aquí. Puedo sacar a nuestras familias también, que el resto del pueblo se vaya al diablo por permitir que te entreguen. —Tensó la mandíbula.
—Hay niños aquí, Senku. —Kohaku se abrazó a sí misma.
—Tú también eras una niña cuando sellaron tu destino, eras una bebé que no tuvo voz ni voto, ¿por qué tú no puedes ser protegida? O más bien... ¿por qué no entregar a la verdadera hija del lord? —Kohaku volteó a verlo con los ojos muy abiertos.
—Somos campesinos, ella es una noble, por supuesto que no la van a entregar.
—¿Y por qué no delatarla? ¿Qué ha hecho esa maldita familia por nosotros aparte de cobrarnos impuestos y apropiarse de las cosechas? —Arrugó el rostro amargamente.
—Si hubiera una guerra, ellos le pueden decir al rey que nos proteja con su ejército —dijo Kohaku, aunque no muy convencida.
—Estamos a mitad del reino, no en las malditas fronteras, no entraremos en guerra antes que los pueblos más grandes cerca de la frontera. —Senku se llevó una mano a la barbilla—. Además, los brujos oscuros normalmente no se interesan en pequeños pueblos como este... estoy seguro de que un antepasado idiota del Lord tuvo que haber hecho alguna especie de trato que luego incumplió con el brujo, y se supone que deben pagar una hija por generación, así que yo no creo que sea problema del pueblo, creo que más bien es problema de esos bastardos y nos están usando como carne de cañón.
—Aun así, ¿qué se supone que haga? Si yo me salvó, simplemente irán tras otra chica, y si delató a la hija del lord, entonces me van a castigar luego de que se la lleven, a mí y a mi familia, entonces ¿qué caso tiene pensar así? —Lo miró con cansancio, porque Senku siempre era así, siempre quería arreglar todo lo malo, pero esta vez no podía.
—Hablas así porque toda tu vida te han dicho que al amanecer luego de tu cumpleaños dieciocho serías entregada, pero no tiene por qué ser así, Kohaku...
—Sí debe ser así. —Le dio la espalda, sin querer que viera sus lágrimas a punto de salir.
Senku estuvo en silencio largo rato, pero luego lo oyó suspirar fuertemente.
—Bien, si estás tan dispuesta a entregarte por esos nobles sin valor, que así sea... entonces supongo que esta realmente es nuestra despedida. Y entonces... no quisiera ser el único que no cumple tus deseos hoy.
Ella volteó a verlo de inmediato, sus ojos llenos de una nueva pizca de esperanza, esperanza de que al menos iba a obtener un beso del hombre que amaba antes de su final.
—¿Me besarás?
Senku no dijo nada, simplemente tomó su barbilla e inclinó su rostro hasta posar sus labios contra los suyos, besándola suavemente, acelerando su corazón y haciendo que su cuerpo prácticamente se moviera solo para rodear su nuca con sus brazos.
Luego de unos minutos, él finalmente se apartó, mirándola muy serio mientras ella lo veía con el rostro completamente enrojecido.
Se miraron en silencio un largo rato, antes de volver a besarse, esta vez con más devoción, más hambre, compartiendo varios besos un largo, largo rato, hasta que volvieron a apartarse, jadeando pesadamente.
—Deberíamos parar... —dijo ella suavemente, con evidente tristeza.
Senku la miró en silencio, antes de inclinarse hacia ella otra vez y bajar el rostro para besar su cuello con toques breves y suaves de sus labios, haciéndola estremecerse.
—¿Q-qué haces?...
—Si no quieres que te besé en los labios, te besaré en el cuello —murmuró tranquilamente, recostándola en la cama mientras ella jadeaba, incrédula.
—N-no, para...
—Entonces te besaré en otro sitio, de acuerdo. —Aflojó las ataduras de su vestido de golpe, exponiendo su escote, comenzando a repartir besos por toda la zona, arrancándole un pequeño gemido.
—D-detente... —suplicó, jadeando desesperadamente.
—Bien, entonces... —Bajó más su vestido y fue ahí que Kohaku no pudo pensar en lo absoluto.
Llevó las manos a su cabello, gimoteando su nombre mientras intentaba luchar por la fuerza de voluntad para empujarlo, pero... era tan tentador... el simplemente dejarlo seguir...
Nunca habría creído que podría estar así con él, siempre estaba tan enfocado en estudiar la magia y los conocimientos escritos, que pensó que iba a morir sin nunca poder robarle siquiera un beso, pero ahora... ¿acaso podría obtener mucho más de él?
Las cosas que le estaba haciendo con su boca y sus manos no la dejaban pensar correctamente, y pronto decidió simplemente ceder a esta última tentación, ya sin importarle nada más, mientras Senku le cubría la boca para que los guardias fuera no escucharan sus gritos desesperados clamando su nombre.
Poco antes del amanecer, Senku la despertó y ella lo miró confundida por un momento, antes de jadear y darle una bofetada.
—¡No puedo creer que me hayas hecho esto! —le gritó en un susurro, mirando nerviosa a la puerta, temiendo que un guardia entrara en cualquier momento a ver si seguía allí.
—Shh, escuché la voz del Lord y su hija fuera, ya deben estar preparando todo para la llegada del brujo oscuro. —La miró con evidentes nervios, antes de comenzar a acomodar su vestido con el rostro lleno de angustia—. Este es el plan, vas a salir y encontrarte con ellos como si nada, siempre hacen las entregas en el medio de la plaza, y según escuché el mago oscuro se lleva a las chicas tomando su mano y subiéndolas a su caballo —masculló mientras terminaba de ordenar todo con su vestido regalo de esos nobles, para luego pasar a peinar un poco su cabello que estaba más desastroso de lo normal—. Lo que te pido es que por nada del mundo tomes su mano, que me esperes.
—¿Estás loco? ¿Qué es lo que piensas hacer? —Negó con la cabeza.
—Solo hazme caso, tengo un... —Calló cuando escucharon pasos acercarse.
Senku maldijo y se alejó de ella para esconderse, a lo que Kohaku rápidamente arregló más su vestido y su cabello, sonriendo nerviosamente cuando el Lord y su hija abrieron la puerta del molino.
Ambos se vieron aliviados de ver que estaba allí.
—Ya es hora.
Kohaku asintió, viendo con tristeza al sol comenzando a salir, aunque era cierto que desde el lago se veía mucho más bonito.
La llevaron a la plaza donde ya estaba todo el pueblo esperando, excepto su familia que estaba encerrada en su casa para que no se les ocurriera intervenir.
La hija del Lord estaba vestida como campesina y se mezcló entre todos los pueblerinos.
Pronto, vieron el caballo del mago oscuro comenzar a acercarse y Kohaku tragó saliva, viendo que era un hombre con una armadura de huesos humanos y un aura demasiado lúgubre y oscura rodeándolo.
Kohaku apretó los labios, mirando al Lord que tenía una mano en su hombro.
—Como mi padre ofreció a mi hermana para que hagas con ella lo que desees, yo te ofrezco a mi única hija —exclamó el lord apenas el brujo oscuro se acercó lo suficiente, y empujó a Kohaku levemente hacia adelante.
Kohaku mantuvo la cabeza gacha, preguntándose si este realmente era su fin o si acaso Senku haría algo... aunque, si él planeaba alguna locura que iba a hacer que lo maten, esperaba que mejor se quedara en el molino.
El mago se bajó de su caballo y le tendió su mano.
Kohaku lo miró algo dudosa, y luego echó un vistazo a su alrededor, pero no parecía ser que Senku estuviera cerca...
Suspirando, negó con la cabeza y tomó la mano del brujo.
—Tú... —Todos se congelaron cuando el brujo repentinamente habló.
¡Se suponía que nunca hablaba!
—Tú... —El brujo se inclinó hacia ella, que retrocedió, espantada—. Tú hueles a otro hombre.
—¡¿Qué dices?! —El Lord la tomó del cuello—. ¡Zorra! ¡¿Cómo te atreves a entregarte a alguien?!
—¿Así trata a su hija, mi lord? —En ese momento Senku llegó, con su propio caballo, sonriendo desafiante—. ¿O es que vas a confesar que ella nunca fue tu hija?
Antes de que el lord pudiera sacar su espada para matarlo, Senku alzó un diamante rojo en su mano, murmuró unas palabras en un idioma antiguo y lo arrojó hacia el rey.
El diamante se incrustó en su pecho, arrancándole un gemido dolorido, y luego se partió en dos y la otra mitad voló a la verdadera hija del lord.
El mago oscuro se alejó de Kohaku de inmediato.
—Me imagino que conoces ese hechizo. —Senku sonrió con sequedad—. Te han estado engañando todas estas generaciones... siempre te entregaron plebeyas, pero Kohaku es mía, así que toma lo que es tuyo y deja lo que es mío, como un favor de brujo a brujo. —Sonrió con total descaro.
—Incumplimiento del contrato. —El mago oscuro sacó su espada y el Lord de inmediato retrocedió, horrorizado—. Ahora toda tu familia pagará las consecuencias.
Senku se acercó a Kohaku y tomó su mano para subirla al caballo, observando como el mago oscuro decapitaba al lord, para luego tomar del cuello a su hija y echarla como costal de papas a su caballo, dirigiéndose luego al castillo donde toda la familia del lord se escondía, probablemente para matarlos a todos.
—Parece que no era el pueblo el que sufriría las consecuencias, sino su maldita familia. —Senku chasqueó la lengua, antes de alejarse de allí con Kohaku muy confundida y horrorizada.
—¿Qué fue lo que pasó? ¿N-no va a destruir el pueblo?
—No lo creo, pero de todos modos mejor irnos de aquí, nuestras familias ya nos esperan a las afueras, también Chrome, Taiju y Yuzuriha —dijo Senku tranquilamente, apresurando el paso del caballo.
—¿Tu plan era fugarnos mientras el pueblo ardía? —Lo miró mal.
—Sí, pero el pueblo no ardió, así que no veo porqué deberías estar molesta. Todos ganamos.
Kohaku lo miró incrédula, antes de relajarse, apoyándose sobre su espalda.
—¿Lo de anoche fue apropósito, verdad? Lo hiciste porque sabías que no me llevaría así.
—Por eso y porque me gustas, pero sí, porque temía no llegar antes de que te subiera a su caballo, aunque luego temí que fuera a matarte, así que me apresuré y llegué justo a tiempo.
—Senku, esto pudo salir muy mal.
—Sí, pero salió bien, así que ¿sin quejas, no? Además, ya le pedí tu mano a tu padre.
Ella rio suavemente, negando con la cabeza.
—Estás loco, Ishigami Senku.
—Pero estoy contigo, no me importa nada más. —Lo notó sonreír.
Kohaku lo miró con ojos brillantes, antes de abrazarse más a él y dejar que la siguiera llevando en su caballo lejos de ese pueblo que casi la entrega.
Al final, realmente todos sus deseos se volvieron realidad. No podía pedir más.
Fin.
Empiezo la nueva semana SenHaku :D Tarde, pero seguro xP
Mañana intentaré subir dos fanfics seguidos x'D
Tenía q hacer algo por el cumple de Kohaku owo Y además el primer tema era tentaciones, y fue muy tentador hacerlo XD
Ok, ok, mal chiste, me callare :P
Espero q no haya estado tan raro y q les haya gustado!
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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