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Algo más 2

Pasó toda una semana antes de que Kohaku volviera a ver a Ark en el restaurante, pero él no vino solo, sino que vino con su grupito de cinco.

—Bien~ —El chico de lentes verdes habló con una sonrisa de falsa dulzura—. Así que tú eres la linda chica de Ark-chan~, es un placer verte otra vez~.

—¿Su chica? —Kohaku miró mal a Ark.

—Tsk, ignóralo, solo le gusta molestarme.

—¡JA, JA! ¡No todos los días podemos molestarte a ti con chicas, Se-Ark! —El de pañuelo en la cabeza rio escandalosamente mientras chasqueaba los dedos.

—Ok... ¿Y qué desean ordenar? —preguntó ya que antes que nada era una maid y debía cumplir con su trabajo por el cual le pagaban bien.

Ellos volvieron a ordenar cosas bastante raras, aunque Ark también ordenó algo para ella, por lo que Kohaku no se sintió tan malhumorada al ir a preparar los pedidos y, como no había mucha gente a esa hora, Amaryllis la ayudó, también porque con los bombones, panecillos y cupcakes que ordenaron tomaría dos pares de manos llevar todo a la mesa 4.

El amigo rico había vuelto a pedir el café más caro del menú, pero esta vez Amaryllis estuvo muy contenta de darle las cucharadas en la boca y se fue feliz con su propina extra, prometiendo que se ocuparía de las otras mesas para que ella se siente con ellos un rato.

Kohaku se sentó juntó a Ark y sus amigos se empezaron a presentar.

—Puedes decirme Licenciado Coutta, o Lic., como quieras~ —El de lentes verdes le guiñó un ojo.

—¡Yo soy Drago, JA, JA! —El de pañuelo en la cabeza chasqueó la lengua.

—Soy... eh... Bing... —El chico de capucha rascó su nuca incómodamente.

—Yo soy Archer. —El chico amable de bufanda y ahora lentes de sol sonrió.

—Todos somos fans de los cinco generales~ y decidimos formar nuestro propio grupo de juego por el sueño de competir alguna vez contra ellos~ —dijo el Lic., con voz empalagosa.

A Kohaku le dio la impresión de que Ark rodó los ojos, pero era difícil de decir por los lentes oscuros.

—Normalmente jugamos por mucho dinero, pero esta vez será un juego por diversión. —Drago chasqueó los dedos—. Queremos medir tu habilidad, jugarías en equipo con ellos tres, contra mí y el licenciado. —Rio al decirlo.

—¿Cuatro contra dos? —Alzó una ceja—. Eso parece demasiado...

—Yo puedo jugar con ellos dos, mayormente hago de arbitro de todos modos. —Archer se pasó al otro lado.

—Bien, tres contra tres, entonces. —Ark asintió, comenzando a mezclar las cartas—. ¿Lista, leona?

—Sí, pero solo sí dejas de llamarme así. —Lo miró mal, antes de tomar un sorbo de su café.

Repartieron las cartas y Kohaku miró su mano, haciendo una mueca al ver que sus cartas eran muy malas.

Hizo una mueca, pero rápidamente enmascaró su expresión, notando que Drago y el Lic. la miraban muy atentamente.

Demonios, estos eran profesionales, no tenía ni media oportunidad contra ellos.

Sus labios se torcieron con nerviosismo inevitablemente, pero entonces sintió un pequeño toque en su rodilla, justo por debajo de su falda plisada, haciéndola estremecerse un poco.

Volteó a ver a Ark, pero él no la miraba, solo hizo una especie de movimiento raro con su dedo, cosa que ella claro que no entendió, pero entonces recordó algo que hizo Senku en el programa que lanzó a los generales a la fama, una seña para Chrome que no significaba nada, pero que él hizo porque Chrome se estaba poniendo nervioso y lo necesitaba concentrado.

Sin embargo, Chrome era habilidoso para los juegos, su ingenio y creatividad siempre eran útiles, pero Kohaku era una novata, ¿qué habilidad podría ella ofrecer?

"Obviamente... la habilidad por la que él me buscó en primer lugar... ¡la habilidad para descubrir las trampas!"

Con eso en mente, dejó de prestarle tanta atención a sus cartas y comenzó a prestarle atención a sus oponentes, viendo que se estaban enfrascando mucho en su juego.

—Vaya~... Ark-chan está más agresivo en su juego que de costumbre ¿eh?~ ¿Acaso quieres impresionar a tu noviecita?~ —canturreó el Lic.

—¡JA, JA, la ayuda de Archer nos viene bien, pero la bella maid parece algo nerviosa! Quizás los equipos de tres no fueron tan buena idea, podríamos probar algo de cuatro contra dos —comentó Drago terminando lo último de su café.

Sin embargo, mientras Drago hablaba, Kohaku notó un movimiento de dedos extraños de parte del Lic. y, sin pensarlo, estiró su brazo y capturó la manga de su traje, haciéndolo chillar agudamente.

—Se escondió una carta en la manga. —Tomó la carta y la sacó, viendo un AS.

—Eh... No tengo idea de cómo llegó eso ahí~ —se excusó de forma muy pobre, sudando.

—Nada mal, leona. —Ark rio entre dientes—. Aunque ese fue solo un pequeño truco, espero que estés atenta a más cosas.

—¡Ja, un tramposo no es rival para mi visión! —De repente se sintió más confiada.

El juego continuó y Kohaku descubrió varios intentos de trampa del Lic. y Drago, intentar pasarse cartas bajo la mesa, trucos al mezclar ellos el maso, intentar meter a Archer en las trampas (aunque el mismo Archer los delató cuando lo intentaron) e incluso usar un escarabajo para detectar las cartas que fueron marcadas con azúcar por más que el azúcar ya no estuviera allí.

—Wow... en verdad es un tramposo rastrero con muchos trucos... —Kohaku estaba impresionada y algo perturbada.

—Te lo dije. —Ark rio entre dientes, pareciendo estar divirtiéndose bastante.

El juego continuó y eventualmente perdieron, porque incluso sin trampas el equipo de tramposos y Archer era muy habilidosos y Kohaku no era buena compañera para Ark y Bing.

Volvieron a jugar otra partida y esta vez estaban más igualados, pero entonces Amaryllis llegó a tocar el hombro de Kohaku.

—Lamento interrumpirte, amiga, pero ya está llegando más gente y has pasado más de una hora de descanso y... pues necesito ayuda. —Rio con culpa.

—¡¿Más de una hora?! —Se levantó de inmediato—. Lo siento, debo trabajar —les dijo a los cinco mientras ajustaba rápidamente su delantal.

—¡Ow! —Los cinco parecieron decepcionados, incluso Ark hizo una mueca.

—Lo siento, pero mi lugar de trabajo no es el mejor para un casino. —Rio nerviosamente, antes de irse con Amaryllis a trabajar.

Al día siguiente, Ark volvió solo, a un horario poco concurrido, volviendo a ordenar algo para los dos para que se sentara un tiempo con él.

—Bien, claramente eres útil para mi equipo, y todos han estado de acuerdo en invitarte a nuestros juegos.

—¿Eh? Pero si perdimos porque yo no pude seguirles el ritmo...

—Solo necesitas algo de práctica, por eso traje esto. —Sacó un mazo—. ¿Crees que puedas darme una hora al día para jugar? —Sonrió ladinamente.

—Me gustaría, Ark, pero... si llegan clientes a mi sector, tendré que ponerme a trabajar, y no me siento cómoda con eso, y mi descanso para almorzar es más temprano...

—Entiendo... Yo tampoco puedo venir más temprano... y tampoco es que quiera molestarte durante tu trabajo.

—Podríamos... jugar luego de mi trabajo. —Al decir eso, sonrió, notando que de hecho la idea de pasar más tiempo con este cliente no le molestaba en lo absoluto.

Él la miró fijamente por un momento, antes de soltar una pequeña risa.

—Bien, si eso de verdad no te incomoda... Estoy libre después de las siete. Tú sales a las siete y media ¿verdad?

—Sí... ¿Cómo sabes eso? —Alzó una ceja.

—Eh... Escuché una conversación de otras camareras hace unos días cuando me iba...

—Ok... —Kohaku alzó una ceja, pero encogió los hombros—. Entonces, ¿quieres ir a algún lado a jugar? Aunque supongo que podemos ir a mi casa... —sugirió no muy convencida.

Vivía sola, pero no estaba segura de si estaba cómoda con él en su casa, y no sabía si eso era porque no le tenía la suficiente confianza o si era porque la idea la ponía nerviosa por razones... raras...

—Puedo pagar por un restaurante, así te invito la cena también.

—Ja, pues no rechazaré una cena gratis. —Sonrió felizmente, comiendo un bombón.

Ese día se entretuvo bastante jugando con él y al día siguiente se vieron en un restaurante que era más elegante de lo que Kohaku había esperado... por lo que se sintió rara al entrar vestida con shorts y una blusa que no alcanzaba a cubrir su ombligo.

Ark, sin embargo, no estaba vestido mucho mejor que ella, tenía una camisa medio desabotonada y pantalones holgados, y Kohaku se sintió más cómoda, pero por un momento pensó que iban a echarlos del restaurante, hasta que Ark mostró una carta dorada a los empleados y estos empezaron a tratarlos como reyes de repente, llevándolos a una cabina privada y ofreciéndoles de cortesía café, jugos, helados y bombones finísimos solo por estar allí.

—Wow, este lugar es...

—Bastante privado y silencioso, pensé que estaríamos mejor solos, pero te veo incómoda. —Pareció algo preocupado.

—N-no estoy incómoda, solo sorprendida... —Tomó un bombón y de inmediato le brillaron los ojos—. ¡Mmm! ¡Esto es incluso mejor que en mi cafetería!

—Tal vez, pero no tienen tanta variedad, aunque espero que te gusten sus platos principales, son muy abundantes y he visto que tienes mucho apetito.

—¡Ja, entonces suena muy bien! —Tomó un helado y comenzó a comer sin pena alguna mientras Ark reía y sacaba el mazo para comenzar a mezclar.

Les trajeron el menú mientras jugaban y Ark pidió que se tomaran su tiempo, y siguieron jugando, con Kohaku siendo absolutamente destruida en cada partida, pero Ark se esforzaba en decirle algunos trucos, y ella sentía que esto tenía potencial.

La cena fue deliciosa, Kohaku quedó muy complacida, y Ark le propuso verse una hora al día de lunes a viernes si no era problema para ella.

—Puedo... pero ¿por qué no los fines de semana? —preguntó curiosa.

—Tengo algunos asuntos que atender... pero si prefieres los fines de semana puedo...

—No, no, suelo pasar esos días con mi hermana, solo me daba curiosidad. —Rio—. Aunque aparte de pasar tiempo con mi familia veo el programa de streaming de los cinco generales, ¿tú también los ves, no? —Lo miró con picardía—. Vamos, no seas tímido, sé que también eres su fan.

—Sí, sí, lo que digas. —Bufó, rascando su oído con el meñique, a lo que Kohaku rio.

Las siguientes semanas conoció más y más a Ark, él la llevó a distintos restaurantes y la hizo probar todo tipo de comida deliciosa, y ella se sentía bastante agradecida y además contenta de decir que tenía un nuevo amigo, pero también sentía algo más... algo que estaba comenzando a surgir en su pecho cada vez que pensaba en reunirse con Ark.

—¿Será que... te gusta? —preguntó Ruri con ojos brillantes al escuchar por otra semana lo mucho que Kohaku hablaba de Ark.

—¡¿Q-qué?! ¡Claro que n-no!

—De repente dejaste de hablar de Senku y empezaste a hablar de este joven. —Ruri rio tiernamente, acomodándose mejor en la camilla del hospital—. No hay nada de malo en que te interese alguien, me gustaría que conozcas a alguien que quieras y que te quiera... Yo misma estoy conociendo a alguien... —confesó, dejando a Kohaku boquiabierta.

—¡¿En serio?! ¡¿Y quién es?! —Casi brincó en su silla de la emoción, feliz de pensar en su hermana enamorada.

—Hemos estado hablando en línea por años, pero lo conocí en persona hace poco. —Suspiró largamente, haciendo a Kohaku soltar risitas—. Luego te contaré más, pero por ahora será un secreto. —Le guiñó un ojo.

—¡Ruri-neeee! —La miró con pucheros, pero Ruri no cayó.

Más tarde, miraron juntas el programa de streaming de los cinco generales, Kohaku notó que Ruri de repente estaba mucho más interesada en ellos, así que lo veían juntas.

Esta vez los generales estaban jugando un juego de cartas, no póker, pero algo parecido, y Ryusui y Gen pronto hicieron pucheros cuando Senku les ganó una partida él solo.

—Has mejorado mucho, Senku-chan~...

—¡JA, JA, se nota que tu nueva novia te tiene inspirado! —exclamó Ryusui, solo para luego congelarse, igual que los otros cuatro, que lo miraron con horror.

Kohaku se quedó boquiabierta.

—¡JAJAJA! ¡Qué gracioso, Ryusui-chan! —Gen le dio una palmada demasiado sonora en el brazo—. ¡Tú y tus bromas! ¡Como si Senku-chan, el más asexual de todo Japón, fuera a tener novia! ¡JAJAJA! —Rio muy forzadamente.

Todos los generales se rieron incómodamente, y Senku chasqueó la lengua y exigió seguir jugando.

Kohaku hizo una mueca.

Algo le decía que eso no fue del todo una broma... y eso por alguna razón la molestaba un poco... pero eso era ridículo, porque él era una celebridad, y debería alegrarse de que encontrara a una chica que lo hiciera feliz, porque no es como si nunca lo fuera a conocer...

Al día siguiente los generales anunciaron que iban a tener un programa en vivo con espectadores en su ciudad y que las entradas estaban a la venta, y Kohaku pensó en comprar una, pero luego desistió de la idea.

Por alguna razón, sentía que era un truco para desviar la atención de la novia de Senku...

El lunes se reunió con Ark y él la notó inusualmente callada.

—¿Todo en orden?

—Claro... —Suspiró.

—¿Segura? Apenas has comido, y a veces hasta te comes mi comida... ¿te sientes mal?

—Estoy bien. —Bufó, cruzando los brazos y mirando a una pared.

—Mmm... Por cierto... —Suspiró, como si se hubiera decidido a hacer algo que realmente no quería hacer—. Tengo entradas para el programa de los cinco generales...

—¿En serio? —No pudo evitar voltear a verlo con sumo interés.

—Sí, sí. —Bufó—. Tengo dos boletos...

Kohaku se sonrojó un poco.

—¿Y... vamos a ir juntos... como en una cita?

Él la miró en silencio un largo rato.

—De hecho, ese día estoy ocupado, así que... pensé que podías ir con una amiga tuya o tu hermana...

Kohaku se congeló.

—Oh...

Bajó la mirada y se sintió más deprimida, hundiéndose en su silla, a lo que repentinamente escuchó a Ark suspirar aún más audiblemente.

—Mira, la verdad es que... Mi grupo y yo logramos jugar con los cinco generales... sin fila.

—¡¿Qué?! —De nuevo, él logró llamar su atención diciendo algo increíble.

—Sí, sí, y nos invitaron a trabajar en su equipo de producción, así que estaremos ahí, por eso tengo las entradas, así que... quizás podamos ir juntos... pero luego tengo que irme porque voy a estar trabajando, aunque sé que yo te he molestado mucho en tu trabajo, así que... me gustaría dedicarte al menos un tiempo, supongo. —Bufó, rascando su oído y apartando la mirada mientras dejaba las dos entradas sobre la mesa.

Kohaku lo miró en silencio, sintiendo su corazón latir rápidamente.

—Quiero ir contigo —dijo sin pensar, sus ojos brillantes mientras tomaba los boletos.

Él hizo una mueca.

—¿Y... quieres que sea una cita?

—¡N-no, eso no hace falta! Fu-fue una locura, fue... nada, ignórame, fue un chiste, ¡JAJAJA! —Rio tan forzadamente como Gen en el stream del sábado.

—Si fuera una cita... podríamos... ir por un helado o algo... antes del programa...

Ella lo miró boquiabierta.

—¿Tú... quieres que sea una cita?... —Esta vez ella le hizo la pregunta.

Él tomó aire.

—Tal vez.

Sin pensarlo dos veces, ella se le tiró encima, uniendo su boca con la suya, en un impulso que la hizo sentir con la cabeza en las nubes... y luego estrellarse duramente contra el piso al notar que él no le correspondía.

Se apartó rápidamente, con sus ojos muy abiertos.

—Eh... ¡Tengo que irme! —Tomó sus cosas y corrió fuera.

Ark rápidamente la llamó (recientemente le había dado su número), pero ella no hizo caso y tomó un taxi para irse a su casa.

Al día siguiente, él se apareció en su cafetería y ella le pidió a Amaryllis que lo atendiera, corriendo a la cocina.

A los pocos minutos Amaryllis llegó con una mueca.

—Pidió un café simple para llevar y se fue, dijo que le contestes las llamadas... ¿Rompieron o algo así?

—Nunca fuimos novios. —Suspiró.

—¿Te hizo algo? ¿Debí echarle el café a la cara?

Kohaku rio.

—No, más bien yo fui una tonta... —Bufó—. Como sea... Me dio dos boletos para ir a ver el programa de los Cinco Generales el miércoles sin fila y...

—¡AAAAAAAAH! ¡Yo quiero ir! —Amaryllis la abrazó efusivamente—. ¡Olvídate de él, vamos juntas, vamos!

—Bueno, es una suerte, porque de todos modos tiene que trabajar...

—¡Bien, llevaré mi mejor atuendo! ¡Ojalá podamos verlos! ¿Crees que le guste a Ryusui?

Kohaku rio, recuperando un poco el buen humor.

El martes Ark no se apareció, pero el miércoles le mandó un mensaje...

Kohaku dudó en abrirlo, pero finalmente cedió a la tentación y leyó:

Hola, leona...

Mira, no soy bueno para estas cosas, pero debes saber que me gustó el beso... y no pienso decir nada más al respecto.

Si vas al programa en vivo, espero poder verte antes de que empiece... ¿Podrías ir un poco antes? Estaré esperando junto a los camerinos, que están pasando la barra de bar.

Si vas, diles a la seguridad que vienes de parte de Ark, te dejaran pasar.

De verdad espero poder verte, y espero volver a jugar contigo... y tener esa cita algún día de estos.

Para Kohaku fue inevitable sonreír luego de leer eso.

Quizás Ark realmente podría llegar a ser algo más que un amigo para ella... y la verdad que deseaba muchísimo ser algo más, para poder besarlo otra vez.

El miércoles llegó y Kohaku fue al estudio donde se haría el programa por streaming de los cinco generales diez minutos antes de la hora, por lo que Amaryllis aún no había llegado.

Decidió entrar directamente y pasó a los de seguridad diciendo que iba de parte de Ark.

Llegó al área de los camerinos y se extrañó al no ver a Ark, pero... entonces escuchó su voz... y una voz femenina... dentro de uno de los camerinos.

Asomó la cabeza por la puerta, viendo no a Ark, sino a Ishigami Senku, nariz con nariz con una extranjera muy bella... ¿la novia que mencionó Gen? ¿Era ella?

—Por última vez, Luna, no, no importa lo que diga Chrome y su bocota, no es cierto —habló Senku, y Kohaku parpadeó aturdida al escuchar su voz tan claramente en la vida real.

Por televisión y streaming se escuchaba levemente diferente... pero esta voz...

—¿Entonces me prometes que esa Kohaku no es tu novia? ¿Me lo juras?

—La única razón por la cual me acerqué a Kohaku al principio fue por el juego de póker, ninguna otra razón.

—¡Ay, sabía que no podía ser cierto, Darling! —Lo abrazó efusivamente y Kohaku rápidamente retrocedió, chocando contra una columna y luego escondiéndose detrás de esta, llevando una mano temblorosa a cubrir su boca.

Escuchó una especie de sonido de forcejeo, o quizás de más abrazos empalagosos de la feliz pareja, y entonces la tal Luna se fue en la otra dirección y Kohaku vio a Senku peinar su cabello hacia atrás y amarrarlo en una media coleta, para luego colocarse esos lentes de sol que la habían engañado como a una tonta, quitándose también la chaqueta formal y desabotonando un poco la camisa para verse más como Ark y menos como Senku... pero fue entonces que él la vio asomando la cabeza, y se quedó helado.

Se quitó los lentes, dando un paso en su dirección.

—Kohaku...

—Ya veo porque te incomodó tanto mi beso... pero no deberías aprovechar una identidad falsa para engañar a tu novia... —Lo miró con decepción—. Realmente no eres la persona que yo creí... ni como Senku... ni como Ark...

—¿Pero qué demonios estás...?

—Tendrás que buscar otra forma de ganar en el póker —murmuró amargamente, abrazándose a sí misma y caminando rápidamente lejos de esa área.

—¡E-espera...! —Lo escuchó dar un par de pasos, pero finalmente no la siguió.

Ja, quizás si le quedaba aunque sea el más mínimo gramo de consciencia, o quizás ya no quería desperdiciar su tiempo en ella.

"Al final... no fui algo más para él... solo fui una tonta más".

Fin.

¿O no?

No lo sé, podría seguir, pero depende de si les gusta ;D

Muchas gracias a mi querida Maryfer por comisionar esta continuación! Todas las gracias a ella! *o*

Espero q te haya gustado :'D gracias por tu apoyo!

Gracias a todos por leer y me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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