Kohaku preparó todo para hacer chocolate casero para ese catorce de febrero, ya que se celebraba el día de San Valentín.

Después de tantos años, finalmente había entendido bien de qué iba la celebración aunque fuera tan distinta a las de la aldea. Aunque aún así no tenía mucho interés en ella.

Pero este año sorprendentemente su hija le había pedido hacer chocolate para regalarle a sus amigos.

Ella llegó brincando a la cocina, y de inmediato se pusieron manos a la obra.

Kohaku no era una experta cocinera, pero con los años había aprendido mucho, así que ayudó en todo a su pequeña Tsukiku de once años, que tampoco era muy entusiasta con la cocina.

—Así que… ¿se van a divorciar?

Cuando su hija repentinamente le preguntó eso, Kohaku apretó demasiado el envase con chocolate derretido, haciendo un completo desastre.

—¡¿P-pero qué dices?!... ¿De dónde sacaste eso? —Empezó a limpiar todo nerviosamente.

—Los escuché discutir anoche… Bueno, no escuché mucho pero si oí que le gritaste que querías el divorcio… —Ató una de sus bolsitas de chocolate con gesto pensativo y un poco triste.

—¿Estabas despierta…?... E-eran como la una de la madrugada…

—Bajé por un vaso de agua… Ese no es el punto. ¿Si se van a separar? —La miró preocupada.

—Tsukiku… —Hizo una mueca—. Papá y yo tenemos algunos problemas. Pero incluso si nos fuéramos a divorciar, los dos te amaremos más que a nada siempre. —Sonrió suavemente.

—Si se divorcian me voy con mi tía Ruri.

—¡Tsukiku!

—¡Pero es que no es justo! —Infló las mejillas—. Papá viaja mucho y ahora finalmente está en casa y quiero estar con ambos. Las relaciones amorosas si que son problemáticas. —Guardó otros chocolates en una bolsita.

—Ese es el problema. —Suspiró profundamente—. Tu padre tiene que volver a viajar otro año…

—Ah… —Frunció el ceño—. Bueno, entonces sí, déjalo. —Kohaku casi se va de espaldas.

—¿Te molesta o no la idea?...

—Sí… Pero siempre que se ponen a pelear así por un viaje al final él te convence de que viajemos juntos. —Hizo pucheros—. ¡No quiero eso! Quiero estar con mis amigos aquí. Además si tú lo dejas, tiene diez billones por ciento de probabilidades de que vuelva del viaje rogándote volver a casarse y tú tienes otras diez billones de probabilidades de que lo perdones y el próximo año ya no quiera viajar. —Sonrió astutamente.

—¿Qué clase de niña de once años eres tú…?... —Aún con lo bien que conocía a su hija, igual muchas veces acababa sorprendiéndola.

—Una que eligió hacer chocolate casero solo para molestar a su amigo. —Llenó una bolsa de chocolates con forma de corazones—. Dice que odia el chocolate, pero lo he visto comer a escondidas. Así que le daré esto para que se confíe y lo filmaré y así tendré mi venganza porque me dijo mimada. ¡JA! Mimada yo… Ya verá. —Sonrió vengativa al imaginar cómo resultaría su brillante plan malvado.

—Eh… Aún así es lindo que hayas aprovechado para hacerle chocolate a todos tus amigos. —Le palmeó la cabeza.

—Es solo para disimular…

—Ajá. —Rió.

Esta niña era igual a su padre.

Hablando del padre, Senku se encontraba en ese momento detrás de la pared, escuchando todo lo que decían.

No había ido a trabajar, solo se quedó en su oficina y aparentemente Kohaku asumió que se fue porque tampoco había revisado el garaje.

Y ahora escuchando lo que las dos personas más importantes para él acababan de decir… se dio cuenta de que probablemente debería cambiar su plan malvado de convencer a Kohaku una vez más de irse del país con él.

Ella había cedido muchas veces a sus peticiones, y aunque el trabajo de Senku era importante, era verdad que a estas alturas podían contratar a otro para hacerlo. Muchos lo contrataban solo porque era el "tipo que salvó al mundo" o algo así.

Además aún le quedaba mucho trabajo importante que hacer allí en Japón así que… por una vez, él sería el que cedería al plan "malvado" aunque indirecto de su mujer.

Una vez su hija se fue con sus chocolates ya listos para regalar, Senku salió de su escondite mientras Kohaku limpiaba todo y la abrazó por la cintura, haciéndola jadear y voltear a verlo sorprendida.

—¿S-Senku?... ¿No fuiste a trabajar hoy?...

—No. Y no tengo pensado ir… —Apoyó la barbilla en su hombro—. Ni tengo pensado irme de Japón. No quiero perder mi dignidad rogándote que vuelvas conmigo. Porque si me voy y me dejas, volveré al continente de rodillas arrastrándome si es necesario. —Rió entre dientes.

—¿Estuviste escuchándonos? —Lo miró con desaprobación.

—Fue para comprobar una hipótesis. —Sonrió, con la cara enterrada en su cuello—. Y encontré bastante rápido los resultados.

—Ja. ¿Y cuáles serían?

—Pues que no es completamente necesario que vaya a ese viaje. Pero si es completamente necesario quedarme. —Comenzó a besar su cuello—. Para que nuestra mocosa no se vaya con su tía ni tengamos que divorciarnos y volver a casarnos porque definitivamente me arrepentiría diez segundos después de firmar. —Rió mientras deslizaba sus manos por su cintura—. Tal vez menos. De hecho… no tengo porque pensar en eso. Porque no me voy a ir a ningún lado que no sea nuestra habitación.

Kohaku jadeó al sentir sus manos meterse bajo su vestido. Y de repente un plan malvado y travieso se le ocurrió, haciéndola sonreír.

—Muy bien, Senku… Ya que no te irás a ningún lado hoy… ¿te parece aprovechar todo este chocolate de San Valentín que sobró? —Secó sus manos rápidamente y señaló con la cabeza el envase de chocolate derretido.

Él sonrió diabólicamente, emocionado.

Definitivamente no dejaría ir a esta mujer, ni en diez billones de años.

Ella era tan maravillosa que incluso un mes después en Día Blanco le dijo que sería ella la que le daría un regalo especial. Aunque… no esperaba que ese regalo fuera una prueba de embarazo positiva.

Bien… otra razón para no irse.

Eso y que un maldito mocoso le regaló un peluche a su Tsukiku por el Día Blanco en vez de chocolate como todos los otros. Debía tener a ese mocoso bien vigilado.

Y preparar un poco de hidróxido de sodio con la ayuda del ácido sulfúrico como los Yakuza pero para propósitos estrictamente "científicos", por supuesto… solo por las dudas.

Fin.

Holaaaaaa :D

Espero que este fic para la Semana SenHaku les haya gustado!

Tema: San Valentín!

Ay... mañana ya se acaba la Semanita TTwTT

Bueno, gracias por todo su apoyo!

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!