Ahora que se podría decir que habían oficialmente restaurado la civilización y salvado a la humanidad, o al menos que estaban en proceso de hacerlo ya sin amenazas, para los aldeanos todo había cambiado.

La gran mayoría se habían mudado a casas modernas, donde tenían agua limpia, fría o caliente a su gusto, luz incluso de noche y un lugar donde conservar la comida fresca. Fue difícil que se adaptarán pero gracias a que Senku les había inculcado un amor por la ciencia y sus beneficios muchos se enfrentaron al desafío con entusiasmo.

Muchos de la era moderna, sin embargo, ahora vivían en esas cosas increíbles llamadas "departamentos", en altos edificios que en un principio dejaron a los aldeanos con las bocas abiertas.

Como Senku pasaba el 75% de su día a día en el laboratorio, no vio el punto en tener una casa propia y simplemente se mudo a uno de esos departamentos, en el edificio más cercano a su lugar de trabajo.

¿Cómo fue que Kohaku había terminado viviendo con él? La verdad no estaba del todo segura.

Ella era feliz en su nueva casa moderna con su familia, padre, hermana, cuñado y sobrino, pero de algún modo cada vez visitaba más y más a Senku y una vez él le preguntó qué cuando planeaba terminar de traer sus cosas al departamento para mudarse definitivamente y… aquí estaban ahora.

Ambos pasaban poco tiempo en el departamento, la verdad sea dicha. Los dos siempre tenían mucho trabajo que hacer. E incluso en su tiempo libre ella iba con su familia y él con sus amigos. Pero en el escaso tiempo que pasaban juntos, cuando realmente se dedicaban una hora o dos para divertirse solo ellos, era como si el resto del mundo no existiera fuera del departamento. Y mientras más pasaba el tiempo, esos momentos juntos empezaron a volverse menos y menos extraños.

Pero... hablando del resto del mundo… todos estaban sorprendidos de saber que esos dos estaban viviendo juntos. Y cuando sacaban el tema cada uno tenía opiniones distintas.

—¿Senku y Kohaku viviendo juntos? —Chrome encogió los hombros—. ¿Qué tiene de especial? Llevan meses y no me parece nada fuera de lo normal. Yo también vivía con Senku.

—Pero muchos piensan que ellos están enamorados…

Luego de reírse unos buenos diez minutos, Chrome finalmente respondió a eso.

—Senku no es así y Kohaku lo sabe, además de que es un gorila.

Sentada en su departamento comiendo lo que Senku había dejado preparado para ella, Kohaku sintió un repentino impulso de asesinar a su cuñado.

—¿Senku-chan y Kohaku-chan viviendo juntos? —Gen sonrió astutamente—. ¡No me extraña para nada!~ Dudo que sean más que amigos por el momento, pero estoy seguro de que pronto escucharemos campanas de bodas~...

—Yo lo dudo mucho. Creo que son solo amigos.

—¡Pero por supuesto! Por ahora. —Guiñó un ojo—. Dales un par de años. Senku-chan será un hueso duro de roer, ¡pero si alguien puede conquistarlo esa es Kohaku-chan!~ Incluso aunque ella no lo sepa aún~.

Sentados en su sala jugando videojuegos, Senku y Kohaku sintieron un escalofrío recorrer sus espaldas.

Ambos intercambiaron una mirada, antes de encoger los hombros y volver a lo suyo. ¡Esta era la partida para desempatar!

—¿Senku-kun y Kohaku-chan viviendo juntos? —Yuzuriha sonrió ante la idea—. Me alegra que se hagan compañía mutuamente. Siempre se han llevado de maravilla. No podría imaginar un mejor compañero de piso el uno para el otro.

—¿Y no creen que sean pareja? Todo el mundo está hablando de eso.

—Sería maravilloso que lo fueran. Pero no hay que presionar. Además no creo que les gusten los rumores… Aún así, no niego que amaría que se casaran. ¡Podría hacerle el mejor vestido de novia a Kohaku-chan!

Comprando ropa junto a Senku, Kohaku de repente se estremeció al ver el vestido blanco que estaba revisando y lo desechó.

—¿Pasa algo? —Él la miró con una ceja en alto.

Ella negó con la cabeza, sin estar segura de por qué de repente los vestidos blancos la ponían nerviosa.

Al verla inquieta, Senku eligió un vestido rojo y le dijo que ese parecía su tipo. Kohaku vio que era de su talla y encogió los hombros, decidiendo comprarlo.

—¡¿Senku y Kohaku-chan viviendo juntos?! —Ginro empezó a patalear—. ¡Eso no es justo, estoy muy celoso! ¡¿Por qué todo lo bueno le pasa a él?!

—No necesariamente es algo bueno. Kohaku tiene mucho carácter…

—¡Pero ella siempre lo trata bien a él! ¡Ahora que viven juntos seguro que ese bastardo con suerte se aprovecha de que ella seguro que está enamorada de él! —Lloriqueó.

Esa noche, Senku llegó tan cansado de trabajar que apenas entrar a la habitación que compartía con Kohaku no lo pensó dos veces y se lanzó a la cama más cercana, la de ella, sin importarle que ella ya estuviera allí.

Kohaku bostezó y lo cubrió con la manta, antes de darse la vuelta y volver a dormir.

—¿Senku y Kohaku viviendo juntos? —Ukyo pestañeó—. Vaya… no me lo esperaba. Bien por ellos. —Siguió trabajando.

—¿Crees que salgan en secreto? Muchos dicen que tienen un amorío clandestino…

—No deberías creer los rumores tan fácilmente. De todos modos no es asunto de nadie más que de ellos.

—C-claro…

Senku y Kohaku pasaron por allí cerca y saludaron al arquero, que les devolvió el saludo alegremente. Entonces todos volvieron a lo suyo.

—¿Senku y Kohaku-chan viviendo juntos? —Ryusui rió escandalosamente ante la idea—. ¡JA, JA! ¡Ya era hora! ¡Francois, prepara los preparativos para poner en marcha las apuestas para cuando vayan a admitir que están juntos!

—De inmediato, Ryusui-sama.

—P-pero ellos son solo amigos…

—Tienes razón… No lo admitirán tan fácilmente a menos que… ¡Francois, cambia la apuesta a cuándo van a darnos la noticia de que seré tío!

—De inmediato, Ryusui-sama.

Lavando los platos juntos, Senku y Kohaku de pronto fruncieron el ceño.

—¿No sientes…?...

—¿El repentino impulso de golpear a Ryusui? Sí.

—Aunque eso es diez billones por ciento ilógico. —Ambos rieron entre dientes y siguieron en lo suyo.

—¿Senku y Kohaku viviendo juntos? —Los ojos de Minami brillaron—. ¡Tengo que hacer todo un artículo sobre eso! ¡Necesito recopilar todos los rumores y aparte la información realmente verídica!

—¿Ellos no se enojaran por eso?...

—¡Estoy segura de que no leen mi revista! —Hizo pucheros.

Semanas después Suika le mostró la revista a Senku y Kohaku, que simplemente rodaron los ojos y volvieron a palmear el cabello de la adolescente, volviendo al tema de que querían que los visitara más.

—¿Senku y Kohaku-chan viviendo juntos? —Mozu rió divertido—. ¿Y eso qué? Él no es lo suficientemente hombre para ella. Si alguien la conquistará, ese seré yo.

—¿Y por qué no está viviendo contigo?

Mozu se quedó en silencio, y más tarde ese día cuando pasó junto a Senku chocó su hombro con el suyo.

—¡Oye! —protestó él, frotando su hombro.

—¿Estás bien? —Kohaku llegó con dos algodones de azúcar—. ¿Pasó algo?

—No, solo Mozu siendo un idiota.

—Ja, lo de siempre. —Le dio su algodón de azúcar y ambos se fueron a casa.

—¿Senku y Kohaku viviendo juntos? —El viejo Kaseki frotó su barba pensativamente—. Es bello que los jóvenes disfruten de su vida. Aunque Senku debería pedir la mano antes de meterse en problemas con Kokuyo. Los niños de hoy. —Negó con la cabeza y siguió trabajando.

—¡¿Tú crees que si están enamorados?!

—Oh, hay muchas formas de amar. Ya el tiempo dirá cuál es la forma en la que ellos se aman. Pero sabiendo esto que acabas de decirme, yo no tengo muchas más dudas. ¿Tú sí?

Su asistente se quedó pensativo el resto de la tarde.

En la noche, Senku y Kohaku se miraron con gesto pensativo mientras compartían una cama. Ya que él últimamente había tomado la costumbre de siempre irse directamente a la cama de ella, decidieron comprar una más grande y ya.

Ya llevaban un par de meses en esa nueva cama grande, pero teniendo en cuenta que esa mañana se habían despertado con las bocas juntas, y ninguno se había apartado de inmediato, de repente había cierta tensión en el aire.

Luego de unos minutos, Senku decidió que esa tensión era ridícula y simplemente bajó la cabeza y besó a Kohaku efusivamente en los labios, a lo que ella se sorprendió inmensamente en un principio, pero no pasó mucho tiempo antes de que se dejará llevar.

El próximo año, alguien ganó la apuesta de Ryusui.

Fin.