
Ácido nítrico y sus variantes
Casi desde que nacieron, Senku, Taiju y Yuzuriha siempre fueron mejores amigos.
Otros niños varones de la aldea preferían correr, pescar y aprender todo sobre cazar, pero Senku nunca tuvo mucha energía para eso, en su lugar prefería experimentar con todo lo que tuviera al alcance para convertirse en un gran hechicero. Taiju era una excepción, puesto que a él no le molestaba que Senku no quisiera pescar o cazar, y lo ayudaba en toda su hechicería. Yuzuriha era la única hija del jefe de la aldea y la sacerdotisa, y todos los días ella tenía una nueva historia que contarles.
La madre de Yuzuriha murió cuando tenían doce años, así que asumió esa gran responsabilidad muy joven.
Poco después de asumir el cargo, Yuzuriha les contó la historia número cien.
Era la historia que le revelaba la verdad que Senku siempre había sospechado: ¡esas estatuas de piedra regadas por todos lados eran personas! La historia contaba cómo se hicieron estatuas, sobre una extraña luz verde y sobre los fundadores de la aldea, en especial sobre Ishigami Kokuyo y su esposa, los autores de las cien historias, que también les dejaron una pieza de información muy importante.
—El Dr. Xeno y yo siempre fuimos buenos amigos, compartíamos creencias de que el mundo necesitaba poner menos restricciones en la ciencia. Así tal vez mi hija Ruri no habría tenido que vivir enferma… Pocas horas antes del evento hablamos, como de costumbre, y me dijo que el ácido nítrico era la clave para descubrir la forma de volver esas aves a la normalidad. Intente recolectar oro y platino del río, pero nunca sabré si es suficiente o si algún día servirá de algo. Dejar descendencia y esperar que mis hijas se libren de su prisión de piedra es lo único que puedo hacer.
Según Yuzuriha, ese ácido ni-ti-algo podría salvar a las estatuas. El fundador Kokuyo les había dejado instrucciones de cómo conseguirlo, aunque era increíblemente complicado y la niña apenas había podido memorizarlo antes de que su madre muriera,
—¿Un ácido que salva a las estatuas? —Byakuya, padre de Senku, frotó su barbilla con interés cuando Senku, Taiju y Yuzuriha decidieron hablarle sobre la historia número cien—. Suena a una brujería muy extraña… ¡Pero también suena divertido! ¡Yo digo que lo intentemos!
Aunque era Yuzuriha la que tenía memorizada toda la información, era Taiju el que tenía más resistencia y Byakuya era el adulto, fue Senku el que más destacó en intentar cumplir esa misión de salvar a las estatuas y saber sí realmente eran personas. Él siempre proponía nuevos planes para buscar materiales y fue el que pensó en probar a esas golondrinas petrificadas para saber si el ácido funcionaba.
—¿Puedo ayudar? —Suika, hermana menor de Senku, se acercó a intentar ayudarlos mientras ellos examinaban piedras.
—No, siempre te tropiezas, te sacaras un ojo —murmuró Senku sin levantar la vista del ave petrificada a la que acababa de rociar con agua llena de polvo de piedras—. Hmm… No tengo idea de cómo funciona esto.
—Senku, no seas cruel con tu hermana. —Su madre Lillian se acercó a regañarlo luego de la contestación que le dio a Suika—. ¿Cuánto más buscarás ese plátano?
—Platino, mamá. —Hurgó en su oído con fastidio—. Y necesito seguir buscando, Yuzuriha dice que también se puede hacer con mierda, pero la verdad nadie entiende bien eso y suena repugnante. —Hizo una mueca, pero luego sonrió de forma maliciosa—. Puedes ayudar con ese método de conseguir popo, Suika.
—¡Eso jamás!
—Pues seguiremos buscando ese platino. —Se puso a examinar otras piedras.
Taiju traía pilas y pilas de rocas todos los días para que las revisarán. También buscaban polvo de platino en el río. Pero nada encajaba con las descripciones de Kokuyo.
Byakuya los acompañaba para explorar lejos de la Aldea, cada vez más y más lejos.
Siguieron buscando por años, hasta que se encontraron no con platino, sino con huellas de otra persona.
—¿Un exiliado? —se preguntó Byakuya un poco preocupado mientras acompañaba a los ahora adolescentes de 16 años.
—Estamos bastante lejos de la aldea, es poco probable… aunque más improbable son otras opciones… como que una estatua se haya despertado por su cuenta —masculló Senku.
—Bueno, el fundador siempre esperó que sus hijas revivan de alguna forma. Las amaba mucho, aunque fueran adoptadas. —La mirada de Yuzuriha se ablandó al pensar en el autor de las cien historias.
—¡Quizás sean ellas! —exclamó Taiju con entusiasmo.
—Las probabilidades de que sean ellas son tan pequeñas como tu cerebro…
—Senku, sabes que a tu madre no le gusta que le hagas esos comentarios a Taiju.
—Lo siento, viejo.
Decidieron seguir las huellas con cautela, pero en un punto las perdieron y siguieron merodeando el lugar aún con cautela hasta que Yuzuriha señaló algo a la distancia.
—¿Es la ira del volcán? —Byakuya fue el segundo en notar el humo negro a lo lejos.
—¡Puede ser gente pidiendo ayuda! —Taiju quiso correr al lugar pero Yuzuriha y Senku lo sujetaron con todas sus fuerzas para frenarlo.
—¡Espera, grandulón! ¡No te lances sin pensar! Vayamos, pero hay que ser precavidos, no sabemos quién pudo ser o si fue el volcán.
—Deberíamos responder con otra señal de humo —propuso Byakuya.
—Ni hablar. —Senku se opuso.
—¿Quiénes votan que sí? —Byakuya alzó la mano con una sonrisa triunfante, sin siquiera voltear para saber que Taiju y Yuzuriha obviamente también levantaron las manos.
Ignorando las protestas de Senku, hicieron otra señal de humo y las otras personas rápidamente hicieron otras tres que los imprudentes también respondieron.
Aún así al menos le hicieron caso en ir con precaución hacia el lugar donde estaban las otras personas.
Al acercarse más al volcán, pudieron ver figuras difusas, pero seguían muy lejos para distinguir bien cuántos eran o qué estaba pasando. ¡Pero definitivamente eran personas!
Desgraciadamente, pronto dejaron de ver las figuras y en cambio empezaron a escuchar gritos, gritos femeninos.
—¡Necesitan ayuda! —Taiju de nuevo quiso lanzarse pero esta vez hasta Byakuya se lo impidió.
—Parece que hay un conflicto, y no voy a ponerlos en peligro. Ya fue una tragedia lo suficientemente mala que el padre de Yuzuriha muriera el año pasado, ¡no perderemos a nadie más! —Ante la mirada angustiada de la sacerdotisa, Taiju finalmente se calmó.
Siguieron caminando, buscando con cautela alguna persona, listos para ayudar pero también listos para huir de ser necesario.
Finalmente, luego de un largo rato, se toparon con alguien.
Camino abajo, un hombre alto de cabello largo vestido con la piel de un león iba caminando tranquilamente, con una mirada de pesar en su rostro.
Yuzuriha le pidió a Taiju guardar silencio de antemano, antes de preguntar qué debían hacer.
—Ustedes quédense aquí —pidió Byakuya—. Yo lo seguiré.
—En eso sí que ni hablar, y no me importa sus absurdas votaciones esta vez. —Senku se acercó a su padre con mala cara—. Podría matarte, ¿qué edad crees que tienes?
—Pues tú no sabes defenderte y sabes que Taiju debe cuidar a Yuzuriha. Soy la mejor opción, porque no podemos ir todos juntos.
—Entonces al menos déjame ir contigo.
—Lillian me matará si te pasa algo…
—Lillian ME matará si te pasa algo a ti. —Sonrió ladinamente—. De todas formas moriremos, déjame ir o te seguiré.
Byakuya sonrió resignado.
—Bien, bien, mocoso testarudo…
Siguieron al tipo de cabello largo un buen rato, a una distancia considerable, hasta que Senku cometió la mayor idiotez de su vida y se tropezó con una rama, cayendo lejos de los árboles y arbustos que les servían de camuflaje.
El tipo detuvo su andar, pero no volteó de inmediato, así que Senku aprovechó para voltear hacia su padre y negar con la cabeza, suplicando con su mirada que permaneciera oculto.
Cuando el tipo volteó hacia él, pareció sorprendido.
—¿Quién eres tú?
Senku se puso de pie lentamente, sabiendo que el cuchillo pequeño que traía entre su ropa y el hacha colgando de su cintura no iba a servir contra la lanza del tipo sí es que era agresivo. Debía cuidar sus palabras.
—Senku. ¿Y tú? —Intentó relajarse y no mirar hacia la ubicación de Byakuya.
—Shishio Tsukasa. ¿No tienes apellido, Senku?
Senku asintió, recordando de las historias de Yuzuriha lo que era un apellido.
Entonces ese tipo definitivamente debía ser una estatua revivida.
—Un apellido no tiene mucha importancia, en mi opinión. —Rascó su oído con una sonrisa despreocupada—. ¿Tú fuiste el que envió señales de humo?
El tal Tsukasa entrecerró los ojos.
—Primero contestame algo, Senku… ¿de dónde vienes? —Se acercó un paso hacia él.
—Fui una estatua de piedra… tal como tú —contestó sonriendo, esperando que no se notara lo mucho que sudaba de los nervios.
—¿Solo tú? ¿O vienes con alguien más? —Se acercó otro paso.
—Solo yo. —Retrocedió un paso, viendo con nerviosismo como levantaba su lanza.
—Hmm. Es una pena que resultarás ser un mentiroso. —Apuntó la lanza a su cuello—. Dime con cuántos… —Calló cuando de repente otra lanza se interpuso, haciéndolo retroceder.
Senku cayó sentado al suelo, alzando la vista con pánico al creer que su padre se había metido en esto, pero resultó ser una chica rubia de coleta con un vestido de piel de venado.
Cuando volteó a verlo, pudo notar sus ojos azules y una cicatriz muy extraña en el rostro, empezando en su frente y atravesando su ojo, pasando por su mejilla hasta acabar muy cerca de su mejilla.
Ella rápidamente volteó a ver a Tsukasa, que la miraba con resignación.
—¡Esta vez no te dejaré salirte con la tuya! ¡Pagarás por lo que le hiciste a Chrome!
Senku vio anonadado como los dos peleaban, y aunque ella le daba mucha pelea el tipo claramente la superaba en fuerza.
Lo mejor sería aprovechar la oportunidad para huir…
Volteó para correr lejos de allí, pero se detuvo de pronto.
No podía ni quería dejarla a su suerte, ella lo había ayudado. No la abandonaría.
Volvió a darle la cara al tipo de cabello largo, aunque no tenía idea de qué hacer para ayudar a la chica rubia.
Nunca fue fuerte, ni un buen pescador ni cazador, era un brujo, pero tenía su ingenio.
Aunque más que una jugada ingeniosa lo que hizo fue un truco sucio: aventar tierra a los ojos de Tsukasa apenas comprobó que estaba muy concentrado en su pelea con la chica, demasiado para prestarle atención a un flacucho como él.
Al verlo cegado, la chica se lanzó a atacarlo con todas sus fuerzas, pero Tsukasa como último recurso hizo un barrido con su lanza, tan rápido y repentino que logró pegarle y empujarla colina abajo, directo hacia el río.
Senku no supo ni qué se le metió y de inmediato corrió a lanzarse al río tras ella.
Solo esperaba que su padre estuviera bien.
Estuvieron un buen rato en el agua, pero al final fue ella la que terminó salvándolo.
Los llevó a la orilla y lo ayudó a recuperar el aliento.
—Mi… mi padre. —Tosió roncamente—. Él estaba cerca, tengo que…
—Tranquilo, Chrome está con Byakuya-san, no dejará que nada le pase. —Le sonrió suavemente—. Soy Kohaku… ¿Tú eres Senku, verdad?
Él asintió con una mirada distante, un poco distraído por como la luz del atardecer iluminaba su rostro y su bonita sonrisa que lo… ¿esperen, qué?
—Eh, sí. —Carraspeó—. ¿Entonces tú y tu amigo ya se encontraron con mi padre?
Ella asintió.
—Así es. Debemos reunirnos con ellos ahora. —Lo ayudó a ponerse en pie—. Ja, Tsukasa es un tipo peligroso, aunque no es del todo despiadado, pero odio haber tenido que dejar a Ruri como espía. —Apretó los puños—. Maldigo su terquedad, pero cuando escuchó el plan de Chrome no quiso quedarse de brazos cruzados…
—¿De qué plan estás ha...? Espera. —La miró con la boca abierta—. ¿Ruri? ¿Dijiste Ruri?
—Sí…
—¿Y tu nombre es Kohaku?
—Ajá…
Senku casi se desmaya.
Al parecer el cerebro de Taiju era más grande de lo que pensaba, porque las hijas del fundador habían revivido.
Y al parecer eran tan increíbles como el padre de ambas decía, porque Senku ya se sentía embelesado con la menor de ellas… aunque eso era repugnante.
Vaya día.
Fin.
Holaaaaaaaaaaaaa :D
Aquí mi primer aporte para la Semana SenHaku 2021! *o*
Bueno, segunda semanita SenHaku, ya hubo otra en febrero xP
Tema: Cambio de roles!
Espero se preparen para muchos fics esta semana! Espero que puedan escribir algun fic y sino espero que puedan apoyar a los escritores para que se animen a seguir participando nwn
Muchas gracias por leer y espero que esto les haya gustado! Se les ama!~
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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