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Capitulo 5, Dia 5

Gritos con fuerza se escuchaban desde el hospital, todos estaban asustados ya que la persona insistía en gritar lo cual era algo que probablemente le haga daño a la persona o al bebe que estaba por nacer.

Tras unas largas horas se relajaron los sonidos lo cual hizo que el ambiente dejara de estar incómodo entre la gente que estaba en la sala de espera y entre los pacientes, entonces se escuchó solo en cierta habitación los pequeños chillidos de un recién nacido y era algo común, ya que un recién nacido no sabe cómo manipular la nueva atmósfera fría y asfixiante para él o ella. Estuvo un poco mejor al saber cómo conseguir aire y luego sentir la calidez de algún objeto rodearlo, después no pude saber nada más debido a que el cansancio le provocó sueño.

Desde otra perspectiva, estaba México mucho más cansado que aquel niño por dar mucho más esfuerzo, pero luego de unos minutos se relajó por lo que los enfermeros le entregaron al niño ya limpio y tapado. Rusia al estar ahí como apoyo moral para México, no pudo evitar soltar las lágrimas al igual que México al ver un lindo niño de colores representativos de México y representativos a Rusia. Ambos no podían expresar lo hermoso que fue aquel momento en que vieron una cría hecha por ambos que nació en buen estado y esto es gracias al apoyo que muchos de sus familiares cercanos dieron, sobretodo los (ahora) abuelos del niño ya que tienen experiencia en esto. Finalmente una bendición salió dando inicio a la noticia de nuevas relaciones entre Rusia y México.

Toda la familia quería ver al niño, Rusia trataba de alejarlos lo más posible.

-España, Papá, Abuelo, Cuauhtémoc, ¿Qué no recuerdan que siendo niño recién nacido aún no está acostumbrado al aire de la calle? Esperen a que se relaje un poco el aire que sacaron y ya podrán verlo—

Los adultos miraron molestos a Rusia, pero solo suspiraron y se sentaron por unos minutos, Rusia suspiro más relajado mientras se sentaba junto con ellos.

-En mi época ni hacíamos eso, todos llegaban para el convivio—

-Sigo sin entender tu manera de hacer cuidado al niño Cuauhtémoc—

-Mira quien lo dice, el que decidió llevarlo con una pésima partera, me lo hubieran dejado para darle un mejor cuidado, ademas, también deberían agradecerme por lo que hice—

-Pues vaya maneras raras de hacerlo, ¿¡Quién te pidió que estuviera ahora con muchas hierbas?! —

-Aver ignorante, es para que México produzca más leche para el niño— miro a España con enojo.

-¡Pero es un hombre coño!—

Imperio Ruso junto a URSS simplemente se cruzaron de brazos tratando de calmar su paciencia por lo que hacían los padres de quien es esposo de su hijo/ nieto.

-¡Es un hombre y aún así pudo parir a un niño! —

-Esperen es cierto....como le está dando de comer al niño con saber que deben empezar con leche materna....— Rusia lo miro nervioso.

-¿De verdad quieres saberlo?—

-Creo que mejor no...—

-De cualquier forma, Rusia, ¿Tienes por ahí en cordón que te encargue que guardaras?— Rusia lo miro confundido.

-Me refiero al cordón umbilical niño— Rusia asintió para luego ir hacia la bolsa y entregársela en un pequeño bote.

Cuauhtémoc miro raro el que se lo entregaron en el bote con tanta higiene, pero le dio menor importancia y solo lo reviso.

-Dices que es varón ¿no? — Rusia asintió.

-¿Y ahora que coño harás?—

-Tu cállate, mira... ¿Puedes entregarle esto a América? — le sonríe para luego dárselo.

España miro raro eso, pero luego recordó lo que una vez le comento y lo miro con una ceja alzada.

-¿Estás seguro de entregárselo a el? Existen más países que podemos darle este pedazo de.... regalo—

-Solo dáselo a América ¿Si?— pensaba sentarse hasta que se dio cuenta de los minutos que pasaron luego de todo eso qué pasó, miro a Rusia para decirse con la mirada que ya era hora de que pudieran entrar para ver a México y al nuevo niño.

-Ya pueden ir a verlo, pero oigan, con tranquilidad, el niño aún no sabe nada y probablemente se asuste ¿si?— solo suspiraron pesadamente y asintieron, Rusia se hizo a un lado para dejarlos entrar.

México se encontraba arrullando al niño en sus brazos mientras tarareaba una cuna que Cuauhtémoc le cantaba en su época, el niño estaba más que tranquilo, dormido mejor dicho.

Todos los presentes estaban admirando aquello, la criatura que tenían en brazo hacia la atmósfera de alguna forma bella, tierna, relajante. Se acercaron un poco para admirar al recién nacido. Nadie hablaba, simplemente se quedaban viendo  aquel bebé.

-Estoy muy orgulloso de ti México— Cuauhtémoc lo miro para luego darle un beso en la frente.

Imperio Ruso y URSS simplemente miraban al niño para luego ver a Rusia y darle una palmada en la espalda como una manera de decirle felicidades. España solo miro al niño y no pudo contener las lágrimas, estaba como la primera vez que tuvo a Nueva España que ahora se llama México.

-¿Ya escogieron el nombre?— luego de decir eso tomó un sorbo de su café.

-Bueno, pensábamos ponerle Re...— fue interrumpido por un golpe de puño en la mesa de aquella sala.

-Me..México, ¿No recuerdas nuestra tradición? Necesitamos ver el calendario para escoger un buen nombre, el niño tiene que tener un nombre digno—

-Joder, que estresante y terco te pones —

-Cállate que tú eres peor—

Estaban por empezar a pelear hasta que sintieron la mirada amenazante de México. Él había tardado bastante tiempo para poder dormir al niño y no pensaba dejar que los demás hicieran más difícil el trabajo.

Rusia simplemente sintió la mirada de su padre y abuelo y cuando los miro ellos técnicamente lo quitaban la mirada o la desviaban, simplemente lo miraban serios y directos. La penetrante mirada que no le ayudaba a saber que querían lo hizo estresarse, simplemente suspiro y los miro igual de serios.

-¿Qué pasa?—

-Nada hijo—

-Yo solo dire que te felicito por el hijo que tuviste, tu padre es muy cobarde para si quiera pedir matrimonio al tiburón que lo espera en la cama de seguro— URSS carraspeo la garganta al escuchar eso.

-No te creas la gran cosa papá, la otra vez yo te vi muy apegado a Imperio Alemán—

-Pues yo lo pienso aceptar y no estar de cobarde besándome con el a escondidas— y así es como ambos comenzaron a pelear mientras que Cuauhtémoc ya estaba por sacrificarlo.

México miro a Rusia y ambos suspiraron, ambos sabían que lo que menos uno debe hacer es invitar a padre junto al abuelo o padre biológico con adoptivo. Simplemente tuvieron que aguantar aquellas discusiones.

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