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Redención

Éste cap está dedicado a elizabethnainory12, para que así dando nuestro apoyo pueda recuperarse de los momentos duros que está pasando.

¡TIENES NUESTRO APOYO ELIZABETH! ¡VUELVE PRONTO!

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Cuando Angel y Alastor se hicieron pareja realmente no se lo tomaron en serio.

Si, tenían pláticas largas y amenas, tenían el mismo humor negro, se sentían bien con la compañía del otro y no hay que olvidar las increíbles sesiones de sexo que tenían. Si, se gustaban, se sentían atraídos por el otro y se sentían bien con su compañía, pero no era más que una relación superficial del cuál disfrutarían del momento para después irse por caminos separados.

Hasta que Alastor salvó a Angel de ser abusado sexualmente en la calle.

El demonio rojo estaba furioso, porque Angel no se estaba defendiendo de sus agresores y lo molestó más que Angel no entendiera el por qué de su enojo. Fue entonces que la araña le confesó que éso era normal para él, era una reconocida estrella porno y obviamente muchos lo reconocerían en la calle, no era para nada raro que un grupo grande de demonios prefería abusarlo que contratar sus servicios.

Alastor seguía molesto, le siguió gritando que no podía permitir eso, que el ser una estrella porno no justificaba que lo podían abusar en contra de su voluntad. Angel lo miró confundido, como si de verdad no entendiera el significado de sus palabras y fue entonces cuando le preguntó el por qué estaba tan enojado ¿Por qué le importaba tanto lo que le pasara?

Fue cuando el Demonio de la Radio entró en cuenta de que no sabía por qué lo enojó tanto el hecho de que Angel fuera tocado así, por qué lo desesperó que Angel esté familiarizado con ésa situación, la impotencia que sentía de que Angel no entendía lo malo de la situación. Sin embargo, en contra de estos pensamientos, su boca se movió por sí sola.

— Porque me importas y no quiero que nadie te haga daño otra vez.

Ambos se quedaron callados mirando al contrario. Aquella frase hizo un antes y un después en su relación.

Alastor se volvió sobreprotector con Angel como nunca lo fue con alguien en vida ni en muerte y la reacción del arácnido ante ésa protección fue timidez, el joven demonio se sintió débil al sentirse tan importante para alguien, se sentía feliz entre los brazos de Alastor.

Fue en una tarde cuando ambos se encontraban abrazados sobre la cama del arácnido. Empezaron a profundizar sobre sus vidas.

Alastor le contó sobre la dura niñez que le tocó vivir, lo que lo impulsó a ser un asesino serial, cuando fue descubierto, su terrible y sangrienta muerte, su descenso al infierno y el gran poder que consiguió que lo hizo destruir medio infierno. Al tiempo que Angel le habló de cómo su vida se desmoronó con la muerte de su madre, los contables abusos de violencia que le hacía su padre, su intento de formar parte de la mafia italiana, su huida de aquélla deplorable vida, lo que lo hizo introducirse en las drogas, la sobredosis de droga que lo mató y envió al infierno, su ignorancia con los estatus infernales y el trato que hizo con Valentino.

Al escuchar lo último, Alastor le preguntó qué clase de trato hizo con Valentino. Angel le contó que su alma le pertenecería al proxeneta por al menos dos millones de años a cambio de protección. El venado le recriminó de cómo pudo ser tan tonto como para aceptar éso a lo que la araña se defendió con que en ésos tiempos no sabía nada del infierno.

El demonio rojizo lo observó fijamente antes de acercarlo a su cuerpo y estrecharlo en sus brazos. Le dijo que ya no debía preocuparse por Valentino, que lo tenía a él, que le daría su alma con tal de que fuera feliz. Angel se desarmó en sus brazos y lloró como nunca lo había hecho, mientras su novio acariciaba su espalda.

Dicho y hecho, Angel se deshizo de su celular y no volvió a ir a trabajar a los estudios pornográficos. Las primeras semanas el arácnido estaba paranoico pensando en que cualquier momento Valentino llegaría por las puertas del hotel y le daría la golpiza de su vida, sin embargo Alastor lo calmaba diciéndole que éso no iba a pasar y si pasara, él estaría ahí para enfrentarlo.

Luego de éso, la existencia de Angel se volvió llevadera... No ¡Más que eso! Es mejor de lo que vivió en el mundo terrenal. Despertaba en una cómoda cama sin pensar en que debía vender su trasero para pagar el alquiler, encontraba a su novio acostado a un lado de él sonriéndole, bajaban a desayunar con los demás hospedantes del hotel, comía bien, tenía pláticas amenas, salía con su novio o su amiga para dar largas caminatas para después volver, comer un poco e irse a acostar con su novio para iniciar un nuevo día.

Se sentía verdaderamente tranquilo, ya no sentía ansiedad ni desolación, tampoco tenía la necesidad de drogarse y solamente mantenía relaciones sexuales con su novio que era la persona que más amaba en su existencia. Simplemente todo era perfecto y no quería que nada cambie.

Sus relaciones con los demás del hotel también mejoraron y tanto Charlie cómo Vaggie estaban orgullosas de él al estar cumpliendo con los temas de redención. Todo estaba saliendo bien...

Hasta que en una tarde Charlie hizo un comentario que formó el silencio en la pareja.

— ¡Bien Angel! ¡Has estado limpió por dos meses! ¡Si sigues así es muy probable que vayas al cielo!— dijo con alegría.

Tanto Alastor como Angel no respondieron, sólo se quedaron en silencio mirando a la demonio rubia, ni siquiera tuvieron el valor para mirar a su pareja. Lo único en lo que pensaban era en el arácnido siendo purificado.

Ambos trataron de seguir su rutina cómo si nada y aunque para los demás ellos actuaban normal, la verdad es que había una constante tensión entre la pareja.

No fue hasta varias horas después cuando ambos se estaban preparando para dormir, cuando Alastor fue el primero en hablar.

— Angel— lo llamó suavemente mirando cómo su novio se colocaba el pijama.

— ¿Mm?

— Sobre lo que dijo Charlie esta mañana...— la araña subió la mirada solamente para toparse con la nerviosa mirada del venado— ¿Tú realmente te quieres redimir?— Angel abrió los ojos cómo nunca y se quedó callado por unos segundos antes de soltar un bufido y desviar la mirada.

— Creí que tú eras el que había dicho que esta idea de redención era una tontería sin sentido y tienes razones para pensarlo. Si los demonios pudieran realmente purificarse, al menos hubiera habido un caso en todos estos siglos. Pero no las hay, así que no hay razones para creer en ésta causa.

— Eso no fue lo que pregunté— arrebató Alastor volviendo a ganarse una mirada sorprendida de Angel— ¿Tú quieres la redención?

Volvieron a quedarse en silencio, uno esperando una respuesta y el otro no sabiendo qué contestar. Hasta que el demonio de mayor estatura soltó un suspiro y se sentó en el borde de la cama.

— Bueno...— empezó con la voz un poco temblorosa mientras su cara se teñía de rosa y apretaba sus dedos de forma nerviosa— En el caso hipotético de que sea posible... Creo que sería un alivio poder al fin alejarse de todo éste caos que es el infierno.

Para Alastor eso fue suficiente. Angel realmente quería irse al cielo, él quería irse... Quería irse a un lugar... Dónde él nunca podría entrar. Aquel pensamiento lo deprimió, su mente empezó a imaginar que algún día Angel se vaya y ya nunca volviera. Ya nunca podría escuchar sus pláticas que siempre se desviaban del tema principal, observar su encantadora sonrisa que podía alegrarle la mañana, la forma en que bajaba la cabeza cuando se sentía avergonzado, sus ojos cuando brillan al preparar sus comidas favoritas... El calor que emana su cuerpo cuando se estrechaba a abrazarlo... La idea de que todas esas pequeñas cosas que amaba de él se esfumaran de un momento al otro... Lo hacía sentir un enorme vacío.

Al no tener una respuesta por lo que dijo, Angel volvió a subir la mirada para ver a su novio y la sorpresa lo invadió cuando miró la desolación en el rostro de su amado.

— Bebé— lo llamó preocupado mientras se acercaba hasta quedar frente a él y abrazarlo— Amor, solo es un caso hipotético, realmente no creo que la redención sea posible. Así que no lo pienses tanto, estoy aquí ¿Si? Estoy aquí a tu lado— le susurró mientras Alastor correspondía el abrazo, no pudiendo decir nada y sólo se limitó a escuchar el consuelo del arácnido.

Estuvieron así unos minutos antes de acostarse y abrazarse con fuerza. Nunca dejó de abrazar a Angel ésa noche, lo mantuvo en sus brazos recorriendo su dormido rostro con la mirada, perdiéndose en sus perfectas imperfecciones hasta que fue un nuevo día.

Pasaron los días, las semanas y esa amarga conversación se fue olvidando de a poco de los recuerdos de la pareja, quienes siguieron con su existencia en el infierno cómo podían. Siendo felices en medio de un constante caos, pero felices al fin y al cabo.

No pasó más de un mes cuando todos notaron el cambio de Angel. Si bien físicamente no se veía diferente, su personalidad cambió a una más risueña y calmada, dando una paz a cualquiera que estuviera cerca a él. Tenía una extraña forma de siempre hacer sonreír a los demás.

Y Alastor estaba seguro que lo amaba aún más.

Aquella tranquila aura que rodeaba a su novio, lo hacía sentirse más atraído hacia él. De verdad se sentía como estar saliendo con un verdadero ángel. Y quería tener ése pedacito de cielo junto a él para protegerlo de todo y poder quedarse a su lado...

Hasta que ocurrió lo inesperado.

Cuando todos los hospedantes estaban en una plática amena en el vestíbulo, las puertas fueron derribadas con un fuerte estruendo que azotó cada parte del hotel. Todos se aturdieron por un momento, sólo pudieron divisar una grande criatura ir rápidamente hacia la ex estrella porno y cuando lo tuvo frente a él, Angel sintió que se paralizó del puro terror al ver a Valentino furioso frente a él.

— Va-Valenti-.

— ¡MALDITA PERRA RASTRERA CON QUE AQUÍ TE ESTABAS ESCONDIENDO!— gritó enfurecido agarrando del cuello a la araña y  alzarlo en el aire. Angel sentía que si apretaba más fuerte le rompería el cuello— ¡TENEMOS UN MALDITO TRATO PUTA DE CUARTA! ¡¿CREES QUE REALMENTE PODRÍAS DESAPARECER SIN QUE YO ME-?!— no pudo seguir pues unos tentáculos lo tomaron y lo arrojaron al otro extremo de la habitación, obligando a soltar al arácnido que cayó al suelo.

Angel empezó a toser violentamente mientras agarraba su cuerpo aún no pudiendo salir del shock. Su cuerpo estaba temblando cómo hace tiempo no lo hacía cuando fue envuelto por los brazos de su novio, el cual estaba hecho una furia, sus astas habían crecido, la habitación estaba completamente distorsionada y ya ni siquiera estaba sonriendo, pues no le hacía ni una pisca de gracia y sus rojizos ojos no se despegaban del proxeneta.

Con la mandíbula apretada y sosteniéndose la cabeza por el golpe, Valentino se levantó de entre los escombros mirando furioso al Demonio de la Radio, el cuál nuevamente trató que sus tentáculos lo agarraran, sin embargo la polilla despidió un humo rojizo que hizo que los tentáculos se derritiera ante su toque. Entonces el proxeneta trató de acercarse nuevamente pero Charlie se puso en medio igualmente con su forma demoníaca.

— Valentino, debo pedirle que se retire, está dentro de las propiedades Magne. No puede-.

— ¡ TIENES ALGO DE MI PROPIEDAD PRINCESA!— respondió hecho una rabia.

Ą̸̗̲̮̈̈́̇̈́̈̄͒̓̔n̶̯̣̱̟̝̩͈͉̝̬̦͚͋ͅg̴̨̛̛͇̤̮͇̩͓̐͠e̸̡̙̿͊̽̓̌̏́͝ľ̴̻͊͗̒̈́̃̈́̓̿͛͒͐͘ n̴͎͕̬͚̗͕͇͍̠̓͂̒̒̍̆̚̚͝ͅǫ̴̡̛͓͓͓͎͊̽̒̒̀̚͟  e̵̢̧̮͚̙͓̤̝̗̲̊͆̔͘̕͜͡͡ş̴͇̲͓̞̝̪̞͍̞͚̈́̋̃̕͜͝  d̸̞̄͌̈̀̔́̇̃͐̌͝es̶͚̲̼̫̰͈̟̜̲̺̝͓̹̉͊̀̉̄̈́̑͘ t̴̛̠͕̟̟̬̪̪̂̑̃̀̾̏̕ų̴̞̹̗̮̠͑͊͗̋̃̎͘ p̵̲͍̼̱̙̹͙̳̺̈͂̂͗͑̐͋̅̕͘͝r̴̳̹̺̪͚̖̖̰̳͆̀̄̈́̈̀̕̕͝o̸̢͌͡p̸̡̻̳͔̠̰̠̺̯̯̱̫̼̌̆̑̄̿̌͝ǐ̷̖͎̫̜͈̇͡ȩ̷̛̯͓̖̣̘͈̩͎̪̏͗͊̍͗̆̌̽̇̿̚̚͟d̴͈̪̈́̽a̴͈̠͉̲̩͉̐̓̉̀͟͠d̸̨̳͓̬̠̩͔͔͍́̂̓̓̓̆̒͝.

Respondió entre dientes Alastor con la voz distorsionada y con su mirada oscurecida.

— Esa perra que tienes ahí ES de mi propiedad— volvió a decir enojado entre dientes— Hicimos un trato, su alma me pertenecerá por al menos dos millones de años— todos abrieron los ojos sorprendidos y se giraron para ver a Angel quién trataba de esconderse entre los brazos de su novio.

N̸̩̱͉̝̺̹̯͇͗̇̄͟͝ͅǫ̷̭̠̹̅̅͋̓̄̃̀̆̂̿ m̸̧͇̲̫̳͕̓͊̊̿̽̐́͒͊̕e̶̫̺̳͓̹̻̎̎̊̈́̌̑̈̿̄̕͘͟͟͠͝  ĩ̸̛̬́̉͘m̷̖͚̳̯̝̽͟͟͟p̶̪͚̈̈̊̽̿̃̎̃͡ơ̶̢̲̱̇̅͛͆̉̈́̈͒́̅̕r̴̖̩̠̠͖̯͊͌͋̐̀̓͘̚t̴̡̡̝̼͎͖̮̤̄͐̄͒͆̌́̑̕̕͡͠a̷̛̦̩̮̦͚͇̞̒͊͛̐̈̽͗̊͘͜,̴͓̦̗̐̿͐ n̸̢͓̥̼̹̺̲̪͐ǫ̵̮͉̝̥͍̹͖͂̏͌͐̚͟͟  d̷͈̮̗̼͎̫̐̆̈́͂̀̾̑͒̓͛͠͠ë̷̢̢̲͖͚̰̟̖́̄j̵̢̬̩͍̫̲͌̉̓̀̑͑̉̈̇̆̚ͅa̷̧̢͙̱̝͈̒̏̕͡r̸̨̡͔̹̗̱̫̝͙̯̿̃͗̀́̍͛͐͘̚̕͝͝é̴̻̯̻̹̤̔́̈́͆̎  q̶̛̪͇̫͖͚̗̗̬̓̃̇̒̅̏̋͌̀̕ù̷̙̽̽͋̓̈́e̵͉̯̞̲͂̇ͅ-̴̖̹̘͍̼̹͙̲̉̐́̄̒̓̉͐̾̎̀͌͟

— Al— la voz de Angel lo interrumpió, ganándose la atención de su novio— Esto es algo mío y de Val... Déjamelo a mí— le dijo firmemente aunque en el fondo hacía lo posible para no volver a temblar.

Alastor lo vio inseguro por un momento antes de aflojar su abrazo para dejar que el arácnido se alejara un poco de él y poder incorporarse para acercarse a su ex proxeneta, quedándo frente a frente. Angel hacía lo imposible para que sus piernas no delataran el miedo que sentía. La expresión furiosa de Valentino y su imponente altura lo hacía querer encogerse del miedo.

— Tú, pequeña puta, vendrás conmigo al estudio. Ahora— Angel apretó sus temblorosos labios antes de abrir la boca.

— No. Yo no volveré al estudio— la mandíbula del proxeneta tembló de la rabia, soportando las ganas de romper todas las extremidades de la araña, porque sabía que si lo tocaba, tanto Alastor como Charlie se le arrojarían encima.

— Escuchame bien zorra, no estoy para tus mierdas rebeldes. No te estoy preguntando, es una orden. Yo soy tu dueño, tu no tienes voluntad porque tu alma y tu maldito cuerpo me pertenece porque lo decidiste, porque quisiste darme tu alma voluntariamente y debes cumplir con el trato— Angel desvió la mirada inseguro mientras se encogía.

— El contrato no puede ser efectuado— murmuró por lo bajo.

— ¿Ah sí?— preguntó controlando la ganas de romperle la boca al menor.

— El contrato está firmado por Angel Dust... Y ése no es mi verdadero nombre— un breve silencio se mantuvo por unos segundos.

— ¿... Qué?— musitó de manera casi inaudible la polilla y justo cuando Angel le iba a  volver a repetir, Valentino dio un pasó más hacia él para poder así intimidarlo con su altura— Escúchame bien pequeña zorra, no estoy de humor para tus PUTOS juegos— le gruñó aguantando las ganas de agarrar al menos a golpes— Tu te irás conmigo pequeña zorra ¡Lo quieras o no!

— ¡No lo haré!— le gritó asustado— ¡No quiero ir contigo y no tienes al derecho de tratarme así porque los dos estamos igual de podridos!

— ¡Te doy el trato que te mereces por qué TÚ fuiste el que lo eligió!— le arrebató dando un paso hacia él, provocando que Angel retrocediera asustado— ¡TÚ quisiste tomar este camino! ¡TÚ quisiste ser sometido a mí disposición ¡TÚ quisiste ser una puta de esquina dispuesto a abrirle las piernas al mejor impostor! ¡¿Y sabes por qué lo hiciste?! ¡Por que a ti te gusta que te estén cogiéndo las veinticuatro horas del día!— gritó enfurecido a lo que Angel abrió los ojos horrorizado— A ti te gusta que los malditos degenerados del infierno te deboren con la mirada, te gusta que te escupan y te maltraten, te gusta sufrir, te gusta ser denigrando. Te gusta sobrexplotar tu cuerpo y llegar hasta el límite— el arácnido cerró los ojos dolido por todo lo dicho, pues realmente se obligó a creer en todo éso para sobrellevar la presión sobre sus hombros— Te gusta que YO te domine, te gusta que te maneje cómo una pequeña muñeca de trapo sin voluntad ¿Y sabes por qué? Porque tu sabes muy en el fondo que te lo mereces, sabes que es el mínimo trato que debes recibir. Porque sabes que tú siempre serás mío. Tú siempre serás mi bebé, mi querido Angel Dust— las manos del nombrado temblaron por la fuerza con la que los estaba apretando hasta que simplemente alzó furioso la mirada hacia su proxeneta.

— ¡NO!— grito enfurecido y tan fuerte que hizo retroceder a la polilla mayor— ¡YO NO ELEGÍ ÉSTE CAMINO PORQUE REALMENTE LO QUISE! ¡NO QUISE SER PUTA PORQUE ME GUSTABA NO TENER RELACIONES ESTABLES PORQUE TODOS ME VEÍAN COMO UN FILETE ANDANTE! ¡NO QUISE ABRIRLE LAS PIERNAS A ÉSOS MALDITOS ENFERMOS QUE CREÍAN QUE PODÍAN HACERME LO QUE QUISIERA SÓLO PORQUE PODÍAN COMPRARME! ¡SI HUBIERA TENIDO MÁS ALTERNATIVAS HUBIERA DESEADO SER TODO MENOS UNA PROSTITUTA! ¡YO NO QUISE SER ESTO! ¡YO NO QUISE ESTAR AQUÍ! ¡NO QUISE LLEGAR AL INFIERNO! ¡NO QUISE VOLVERME DROGADICTO! ¡NO QUISE MATAR A TODAS ESAS PERSONAS INOCENTES! ¡NI TAMPOCO QUISE NACER EN UNA FAMILIA MAFIOSA TODO PARA DESPUÉS QUEDARME ADOLORIDO HASTA MORIR EN ALGÚN CALLEJÓN DEL JODIDO INFIERNO! ¡PARA SER HUMILLADO Y MALTRATADO CON DEMONIOS CÓMO TÚ QUE ES LA ESCORIA DE LA ESCORIA! ¡ODIO CUANDO ME TOCAS! ¡ODIO CUANDO ME HACES MENOS! ¡PORQUE YO NO MERECÍA EL MALDITO TRATO QUE ME HICISTE PASAR POR DÉCADAS PORQUE YO NO SOY TUYO! ¡NO SOY DE TU PROPIEDAD! ¡NO SOY TU BEBÉ! ¡Y NO SOY EL MALDITO ANGEL DUST LA ESTRELLA PORNO! ¡YO SOY ANTHONY  NDRANGHETA! ¡HIJO MENOS DEL LÍDER MAFIOSO DE ITALIA! ¡Y YA JAMÁS CONTESTARÉ AL NOMBRE DE ANGEL DUST! ¡NO SERÉ MÁS TÚ BEBÉ! ¡NO SOY TU PUTA! ¡NO ME PROSTITUIRÉ! ¡NI VOLVERÉ A ÉSA DENIGRANTE VIDA! ¡PORQUE NACÍ PARA SER YO MISMO! ¡NACÍ PARA SER FELIZ! ¡Y NACÍ PARA SER LIBRE!— gritó con todas sus fuerzas dando un fuerte golpe al suelo con su pie.

Y en cuanto terminó un brillo segador iluminó por completo la habitación y en cuanto todos los presentes volvieron a ver, lo primero que notaron fueron blancas plumas revoloteando al rededor. Y un joven humano de blanco traje, piel pálida, rubia cabellera y unas grandes alas blancas en su espalda que se encontraba frente a un sorprendido Valentino.

El ángel parpadeó incrédulo, miró sus manos anonadado, su blanca e impecable ropa, su cabellera y al final, apreció ésas grandes alas que se alzaban tras suyo.

— ¿Q-qué?

— No, imposible. Esto no...— empezó a murmurar Valentino quien retrocedía incrédulo a lo que veía.

— ¡ANGEL!— gritó Charlie al borde del llanto por la emoción— ¡NO PUEDE SER! ¡LO HICISTE! ¡REALMENTE TE PURIFICASTE!— la joven saltó emocionada y se lanzó a abrazar al joven quién empezó a reírse de los nervios.

— ¿L-lo hice?— se preguntó en voz alta sintiendo cómo varias lágrimas empezaron a deslizarse por la emoción.

— ¡Angel!— todos los presentes se acercaron a él y lo rodearon igualmente emocionados.

— Maldito bastardo, realmente lo hiciste— le sonrió Husk a su lado.

— Ya era hora— dijo Vaggie que también estaba al borde de las lágrimas sin dejar de sonreír.

— ¡Angel! ¡Realmente eres hermoso!— lo halagó Niffty quién tomó las alas emocionada y las comenzaba a revisar.

— Gracias chicos, no-no se ni qué pensar— río Angel mientras se limpiaba un par de lágrimas.

El proxeneta que había quedado en shock, reaccionó de golpe y una rabia empezó a dominarlo. Se acercó rápidamente a la multitud y los apartó a todos de golpe hasta quedar nuevamente frente al ángel.

— ¡Tú no te irás a ninguna parte pequeña perra!— trató de agarrar al joven del cuello, pero en cuanto su pieles hicieron contacto, una corriente eléctrica le llegó a su mano tan fuerte que lo hizo retroceder confundido.

— Los demonios no pueden herir a las almas puras— sentenció Charlie sonriendo hacia Valentino con una gran satisfacción— Ahora mismo Angel es más fuerte que todos los overlords del infierno— la polilla empezó a temblar de la rabia y sacó de su abrigo varías hojas.

— ¡No me importa! ¡Su alma me sigue pertenecien-!— sin embargo a los pocos segundos de estar a la vista, Angel alzó su mano hacia al papel y se evaporó en el aire a la vista todos.

— Ya no hay nada que nos une— le sonrió feliz Angel a su ex jefe quién no podía caer en la impresión.

— Ya no tienes asuntos que atender aquí Valentino, será mejor que te retires— le advirtió la princesa del infierno a lo que el contrario se quedó estático tratando de que se le ocurra algo, pero al no conseguirlo, apretó los dientes con fuerza y se retiró sin decir una palabra.

Un pequeño silencio pasó antes de que tanto Charlie como Angel empezaran a chillar de la emoción. Y es que ésa situación era casi irreal.

— ¡Oh claro!— recordó de la nada la joven quién se llevó la mano a la frente— ¡Debes irte! ¡Si pasas mucho tiempo en el infierno te empezará a afectar!— informó la princesa antes de empezar a empujar a Angel fuera del hotel.

— ¿E-eh? ¿Tan rápido? ¿N-no sería mejor esperar?— preguntó nervioso mientras salía del hotel para ser llevado al centro de la ciudad pentagrama— ¿M-me dejarán pasar?¿N-no me van a echar?— preguntó nervioso. Porque una cosa era purificarse y otra cosa que lo acepten.

— ¡Tranquilo! ¡Deben hacerlo! Eres uno de ellos, no tienes que tener miedo— le sonrió Charlie para aliviar al temeroso ángel, a lo que él le sonrió de la misma forma un poco más temeroso.

Todos los hospitales de dirigieron en conjunto hacía el centro, siendo merecedores de muchas miradas impresionadas que no podían creer en verdad lo que estaba pasando.

Al llegar al centro, el ángel miró hacia el cielo temeroso y deseoso. Observó la lejana nube en el cielo que tenía luz celestial y se preguntó si realmente podrá volver a ver a su madre y a su querida hermana, realmente quería ver sus rostros. Fue entonces que una calidez invadió su pecho como una ola de calor y ante los ojos de los pecadores, las puertas del paraíso se abrieron y un rayo de luz celestial iluminó a Angel como si se tratara de algún foco de un escenario.

Entonces gritos de emoción resonaron por parte de los hospedantes al ver que Angel había sido aceptado, a lo que éste se giró para ver a sus conocidos con una sonrisa.

Pero la sonrisa se desvaneció en cuanto sus ojos chocaron con los ojos tristes de Alastor, quien fue el único que no dijo nada en toda ésa situación. Y las promesas, los recuerdos y el amor golpearon su cabeza con fuerza, haciéndose sentir culpable. De sólo ver que casi se había ido sin siquiera haberse acordado de su novio y que estuvo tan envuelto en su felicidad que ni siquiera pensó en él después de prometerle que se quedaría con él...

— No...— murmuró dándose la vuelta hacia Alastor— No puedo hacerlo...— la pena lo empezó a dominar y la realidad lo golpeó. Si se iba no volvería a ver a Alastor, a su mayor motivación para ser lo que es— No, no puedo, esto-.

— Hazlo— respondió cortante Alastor sin sonreír y con la mirada ensombrecida— Ya no perteneces al infierno, debes irte.

— No, no puedo— dijo empezando a llorar y alejándose del haz de luz para acercarse a su novio— No podré estar tranquilo sabiendo qué-.

— No Angel. Esto no es una sugerencia, tú debes irte— volvió a rematar.

— Pe-pero yo-.

— No. Vete— demandó provocando que Angel se escogiera.

La frialdad con la que le habló y lo miró, lo hizo sentir realmente mal, sentía que su corazón se rompería en miles ¿Acaso Alastor se había enojado con él y sólo quería que se fuera? Si es así, lo entendía. También estaría furioso si alguien le prometiera quedarse a su lado para siempre y a la más mínima oportunidad se iba. Pero ¿Así es como terminaría? ¿Así terminarían todos esos maravillosos meses que pasaron juntos? ¿Con una despedida fría?

Cerró los ojos con el pecho adolorido sintiendo como sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Le dio la espalda a su novio y volvió a pararse bajo la luz. Miró hacia el cielo y casi como si fuera un instinto, empezó a mover sus alas, cada vez con más fuerza hasta que pudo despegar sus pies del piso y antes de que se diera cuenta, ya estaba a varios metros del suelo. Hubo un par de veces que casi se calló, pero podía sostenerse bien. Mientras más se alejaba del piso, más podía ver por arriba de los edificios y el resto de círculos del infierno. Los miraba por última vez, despidiéndose de todo ése desastre que muy seguro no extrañará.

Bajó por última vez la mirada y pudo divisar a Alastor entre la multitud de demonios. Más lágrimas se deslizaron por sus ojos ante de cerrarlos y volver a mirar al cielo.

Adiós Alastor.

— ¡ANGEL!— el nombrado se detuvo abruptamente y miró hacia abajo sólo para fijarse como Alastor, con la ayuda de sus poderes, se impulsó hasta llegar dónde él.

El ángel alzó los brazos hacia él y el demonio se lanzó para abrazarlo con fuerza.

Al sentir a Alastor entre sus brazos, se le hizo imposible no llorar.

— No quiero que te vayas— le susurró Alastor teniendo su rostro escondido en el cuello del más alto— Quiero que te quedes a mi lado por la eternidad, que vivamos juntos y casarnos por muy cursi que suene— Angel se le escapó una risa nerviosa mientras más lágrimas se deslizaban por sus mejillas— Nunca voy a conocer a alguien como tú Anthony— los labios del joven temblaron.

— Entonces me quedaré. Me quedaré y podremos hacer todo lo que tú dices— Alastor negó con la cabeza antes de separarse para mirarlo con sus mejillas llenas de lágrimas negras.

— No... Aunque te amo y mi lado egoísta quiere convencerte para que no te vayas... Nunca podría arrebatarte algo que deseaste por tanto tiempo...— si, en cuánto las lágrimas de felicidad que Angel se deslizaron, lo supo. Nunca podría arrebatarle ésa felicidad a Angel.

Porque amar también significa dejar ir.

Anthony bajó la mirada, sintiéndose terriblemente triste por toda esa situación.

— Debes irte mi amor— le susurró alzando la mirada de su novio para que pudiera ver esos hermosos ojos azules— Nunca voy a enojarme porque prefieras seguir tus sueños— Angel sollozó antes de volver a abrazar a su novio con fuerza.

— Nunca voy a conocer a alguien tan bueno como tú Alastor. No me importa que todo el infierno te tema, a mis ojos siempre serás el mejor hombre con el que me a tocado pasar mis últimos días en el infierno. Tu me hiciste cumplir mis sueños porque gracias a ti soy una mejor alma— se separó nuevamente para mirarlo con una sonrisa.

El demonio se río.

— No, yo no hice nada.

— Si, si lo hiciste— le aseguro Angel con una sonrisa— Es cómo dijo Charlie— le susurró mientras acercaba su rostro— Hay algo bueno en todos nosotros— cortó la distancia con un beso que fue correspondido.

Entonces Alastor pudo sentir algo nuevo en ése beso de despedida. Sintió paz y felicidad en aquel beso, una extraña fuerza que purificaba una parte de él. Se sentía tan bien como el volver a respirar después de sostener el aliento por mucho tiempo.

Esto es el beso de un ángel.

Al separarse lentamente se miraron fijamente antes de empezar a soltarse lentamente. Angel se alzaba en su vuelo sin dejar de sostener las manos de su novio.

— Siempre te tendré conmigo— le prometió el ángel sintiendo como la mano contraria se deslizaba de la suya— Adiós... Vita mia.

— Hasta siempre... Mon amour— susurró viendo cómo su bello ángel se alejaba hasta perderse en el basto cielo— Te prometo que nos volvemos a ver— aseguró haciéndose una promesa para estar con él.

Porque ahora tenía una motivación para ser alguien mejor.

꧁༺༻°•✮•°༺༻꧂

¡POR FIN PUDE TERMINAR ÉSTE LIBRO! ¡AAAH!

Que emoción QwQ perdón por la demora, pero les aseguro que se los recompensaré éste día.

Agárrense bien por que este día será intenso.

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