En qué momento se me había ocurrido subirme con Adrián a la moto y por qué había accedido a venderme los ojos. Lo único que nos unía era un cincho, el cual dudaba que fuera seguro, escuche como aceleraban las motos y como la gente gritaba.

- Trata de no gritar, así no pareces una cabra loca -. En serio se había atrevido a llamarme cabra loca.

- Mejor concéntrate en manejar bien para que no nos matemos.

Hablé molesta mientras Adrián solo se rio fuerte mientras gritó a todo pulmón "Cabra loca" tres veces, acelero a fondo y sentí que mi alma dejaba mi cuerpo, me fue imposible no gritar de pánico al saber que no era lo más inteligente que haya hecho. Solo podía escuchar como la arena salía disparada por las llantas y como nos salpicaba en las piernas, en ese momento agradecí a Sara por haberme entregado un traje especial llamado peto junto a unas botas. Los minutos se hicieron lentos, no sabía si íbamos en primer lugar, pero toda esa inyección de emociones que se movía en abdomen y recorría mi cuerpo era la adrenalina que se regaba por mis venas haciendo efecto.

Sentí el aire impactar mi nuca y despeinar mi cola de caballo, mis manos se afianzaron más al cinturón como si eso me diera más estabilidad para no caerme, lo único que me dio la seguridad de que todo había acabado fue sentir unas manos suaves tocar las mías y aflojar el cincho que nos unía a Adrián y a mí.

- Tranquila, ya todo acabo -. Me desató el pañuelo de los ojos y su mirada cayó directo a la mía «Eran verdes iguales a los míos» me sonrió amablemente -. Estás temblando, vamos, te daré un vaso con agua.

No me había percatado hasta que baje de la moto que mi cuerpo tenía pequeños espasmos. Los demás felicitaban a Adrián por ganar la carrera.

- Creo que fue mala idea subirme -. Me sentía mareada y con el estómago revuelto.

- Tranquila, ya pasará el efecto en unos minutos, apenas te estás acostumbrando a la normalidad. Te lo dije, pero veo que eres muy testaruda.

- ¿Efecto?

- Efecto sobrehumano, así lo llamo cuando te acostumbras a la velocidad y cuando termina una carrera y paras todo se siente extraño y lento.

Agarró mi mano por tercera vez esa noche y sentí esa sensación extraña de no saber cómo reaccionar, sin embargo, lo ignore. Llegamos a la combi donde me senté, me entregó una botella de agua, cerré mis ojos recostando mi espalda en la parte de atrás de un sillón, logré tranquilizarme un poco hasta que escuche una voz reconocida hablando muy alto y enojado.

- ¡¡¿Qué carajos hacías arriba de una moto?!! - Genial lo que faltaba Kato otra vez enojado y gritando como loco - Ya te viste en un espejo, estás pálida y lo peor es que fue con el desquiciado de Adrián, Seline que te pasa como dejaste que se subiera a esa moto que acaso la querías matar.

Kato ya no hablaba, gritaba del enojo y Seline quien antes tenía una actitud serena, se estaba alterando y su cara lo decía todo. Arrugó su entrecejo, sus hombros se pusieron rígidos y sus mejillas rojas como tómate del enojo.

- ¡¡Puedes callarte por un puto segundo!! Sabes que te amo y eres como mi hermano, pero necesito que entiendas que yo y solo yo soy dueña de mis acciones, entiendo que te preocupes, pero déjame vivir estos momentos tranquila -. Me volví a sentar para evitar que el mundo me diera vueltas.

Seline solo sonrió agachando la cara para disimular un poco su alegría. Kato se había tranquilizado dedicándome una cara de sorpresa mezclada con tristeza.

- Quiero hablar contigo... A solas -. Kato le dedico una mirada a Seline y está entendió.

- Te veo después -. Seline se alejó de nosotros.

Kato se arrodilló para estar a mi altura y hablar mejor.

- Entiendo que no soy el mejor amigo y que cometo demasiados errores, pero soy sobre protector porque eres como una hermana y no quiero que te pase nada malo.

- ¿Por qué no me hablaste de esto?

- No pensé que te fuera a interesar, además no es tu deporte favorito que digamos. Me sorprendió saber que Seline te haya traído aquí y más verte competir con el imbécil de Adrián.

- ¿Qué no me interesa? Siempre te cuento mis cosas y al menos esperaría lo mismo de mi mejor amigo.

- Solo mira a tu alrededor, estás personas no son de tu mismo círculo social -. Me vio a los ojos.

- Solo veo personas normales, estamos en pleno siglo XXI, solo por su vestimenta, no quiere decir que sean todos malas personas, deja de ser prejuicioso. Además, me viene bien nuevas amistades.

- Vaya que te asentó bastante bien -. Nos reímos porque estaba súper pálida y mareada aún -. No soy prejuicioso yo mismo pertenezco aquí, soy feliz y me siento cómodo, pero no pensé que fuera de esas chicas a las que les gusta esta clase de ambientes.

- Pues te equivocas, me agradan y hasta ahora he logrado hacer amigos y competir una carrera peligrosa e ilegal.

- si lo supiera tu mamá -. Soltó una carcajada - Prometo contarte todo desde ahora -. Me dio un beso en el cachete y se levantó.

Seline venía hacia nosotros.

- Si ya terminaste tu drama, quiero llevar a Génesis a la fiesta - Seline habló -. Te ayudaré a quitar el peto.

- Te veo en la fiesta - le dedicó a Seline una mirada de desagrado.

- ¿Ustedes no se llevan? - pregunté con cautela.

Seline me bajo la cremallera con cuidado de no mascar mi hermoso vestido que estaba enrollado hasta la cintura, se quitó su chaqueta y me tapo para que nadie viera más de lo debido. Su mirada fugaz me incomodo un poco, pero le resté importancia, me respondió mientras me colocaba mis tacones y arreglaba mi pelo en el reflejo de la ventana.

- Kato, mi hermano y yo éramos los mejores amigos, pero... Por problemas lo dejamos de ser. Mi hermano y él todavía hablan - ¿Qué clase de desacuerdos? No pregunte más si ella no quería contarme, estaba bien.

- ¿Entonces, se conocen desde hace tiempo?

- Desde los cinco años, mi abuelo y su papá trabajaron juntos - Me sentí extraña, saber algo nuevo de mi mejor amigo, algo que no conocía, ahora lo sentía un completo desconocido, pero ¿por qué no me contó sobre esto?

Me acaricié los brazos al sentir la brisa fría de la noche. Seline se dio cuenta entregándome su chaqueta y colocándola en mis hombros.

- Te va mejor a ti - me guiño un ojo - Vamos, mi hermano tocará hoy.

- ¿Tocar?

- Después de las carreras siempre hacen un after party y esta noche mi hermano mayor Patrick tocará con su banda, Sara y el son los vocalistas.

Nos acercamos a la multitud de gente bailando y cantando al ritmo de la música rock, no era mi tipo de música, pero tenía buen ritmo al escucharla bien. Visualice a Sara cantando junto a un chico con los mismos rasgos que Seline, alto, con pelo negro, largo y despeinado, vestido todo de negro, saltando y cantando a todo pulmón. Los demás estaban reunidos, charlando, alejados de la multitud, llegamos hasta ellos.

- ¡¡Felicidades!! - salto de emoción Anelisse hacia los brazos de Seline quien se quedó sorprendida y algo incómoda, mirando hacia donde estaba yo.

- Gracias - dijo secamente, se removió aún más incómoda para que se bajara la chica de su cuello-. Ella es Génesis, Génesis ella es Anelisse Harris hermana de Joshua.

- Hola - Dije amablemente. Ann, en cambio, se forzó a medio sonreír y decir un hola muy incómodo.

Seline me presento a su hermano, quien decidió cantarme el Happy Birthday. Metía si dijera que no fue muy vergonzoso por qué en realidad en ese momento quería que me tragara la tierra, ya que todas las personas voltearon a verme y otras me felicitaron. Adrián solo me dedicaba miradas extrañas que no supe interpretar, mientras que Ann me miraba mal.

Pude conocer más a Seline, platicamos a gusto, la verdad, nuestras conversaciones fluían de manera natural, lo cual agradecí. Todavía no sabía que pretendía Seline conmigo, era algo extraño para mí entender que me estaba coqueteando o solo quería ser mi amiga.

Eran muchas emociones en una sola noche y aunque agradecí enormemente que me sacará de mi fiesta para no ver a Diego, también me pregunté si en realidad había sido una buena idea. Me parecía una chica atractiva, pero no me visualizaba en una relación con ella, además por qué todo esto era muy nuevo y extraño para mí, sin embargo, no podía mentir y decir que Seline sí es una chica que me causa mucha curiosidad. Tendría que tener cuidado de dónde pisar porque no le quería dar falsas esperanzas ni mucho menos ilusiones.