Mi nombre es Jeon Jungkook, soy un chico común de 17 años, lleno de tatuajes y mucho optimismo. Mi vida ha sido buena, tengo unos padres que me adoran y mis leales amigos, solo que digamos que soy muy moderno. Digo muchas groserías como también mencione antes tengo tatuajes, obvio lindos no ofensivos. Me gusta ser yo mismo y eso nadie me lo quita. Soy muy liberal, tanto así que soy gay. Pero no lo parezco, aunque soy bajito se pelear muy bien.

Mis leales amigos, Yoongi y Jimin. Ellos también son gays y muy abiertos. Aunque a veces me da asquito tanta ternura que se dan. Es que ustedes entenderán que si ven a sus dos amigos así de enamorados y que se den cariño a cada puta hora del día, pues te sientes... ¿celoso?

A mis 17 años, aun no tengo mi primer novio. Es muy difícil encontrar chicos de mi gusto. Mi día común de preparatoria comienza con mis amigos y muchos insultos de parte de los celosos.

- Yoonie, Jiminie ya vino la potra. –dije mientras caminaba rumbo donde mis amigos.

- La perra, la diva... -dijo Jimin mientras miraba a Yoongi para que continuara con el acto.

- Y la loca. –dijo Yoongi casi tapándose con sus manos.

- Ay noooo, son muy gays. –dije todo afeminado. Me encantaba molestarlos así y ver las caras de los sufridores que no me soportan. Ojo, no soy afeminado y no digo que es malo pero me gusta ver como rompo con sus estereotipos.

- Vámonos, que parece que tendré que cuidar de dos locos el día de hoy. –dijo Yoongi cogiéndonos de los brazos y jalándonos hacia el salón de clases.

Pude pasar al lado de un chico alto, con lentes y demasiado gel, vi que estaba hablando con Baek, puta el Baek, ese chico se aprovecha de todo. Estoy seguro que el pobre chico estaba enamorado de él, y Baek de seguro le dice que haga sus deberes.

El chico se fue con sus mejillas todas rojas, era tierno de cierto modo...

2/10