Pude encontrar a Seulgi, la sorprendí por detrás, ella estaba ya asustada por no encontrarme es entonces que remate una buena dosis de temor en ella picando su espalda causando un grito seguido de un golpe en mi hombro al ver mis carcajadas.
–¿Donde te metiste Bae?– Tomaba todo el contenido de su botella de agua como si su búsqueda la dejó tan sedienta.
–Por curiosidad me desvíe de la ruta que seguiríamos, por ver una pintura– Me justifique.

–Debiste llevarme, aunque, en este momento muero de hambre– Fuimos a comer en un local cerca, negué en cuanto el mesero me ofreció pollo. Pero Kang se encargó de pedir una gran pizza.

–¿Te gusta este tipo de eventos?– Seul manchaba su triángulo de pequeñas gotas de catsup, asentí solo mi boca se dispondrá a comer y para ser sincera también tenía hambre.

–¿Fue muy buena la obra que fuiste a curiosear?– Detuve el masticar creo que era suficiente, tragué y tome de mi bebida.

–Si, además conocí al autor– Kang también detuvo su bocado, me miró sorprendida y alegre a la vez. –Suho– Lo dije en un tono suave, mirando mi mano recordando el contacto que tuve con él. –Bae, que suerte tuviste– Limpiaba su boca.

–Hablamos por un momento, solamente, Kang no pienses cosas demás– Al parecer la conversación había terminado y continuamos en saciar nuestra hambre.

Salimos del establecimiento, la gente aún circulaba en gran cantidad pese a ya casi ser un bello atardecer, Seulgi toma mi mano, comenzamos a correr pero minutos después se detiene, toma ambas manos y giramos en gran velocidad haciendo que mi listón cayera, paramos el juego para buscarlo pero al parecer el viento lo había arrebatado de mi visión, era un buen accesorio, me sentí un poco triste por perderlo, al verme mi osa me prometió comprar otro mañana.

Volvimos al hotel estaba tan exhausta, me di un baño antes de dormir.
Seulgi estaba tan atenta de su celular parecía buscar algo.
–¿Que haces?– Oculto su celular fingiendo que no escuchó lo que le pregunté. -Vamos dímelo, prometo no molestarme- Secaba mi cabello mientras esperaba su respuesta, lo pensó y terminó por ceder.
–Estoy buscando a ese autor, Suho pero aún no lo encuentro– Suspiré sin importarme lo que hacía, me puse mi pijama en silencio, ella continuaba en su búsqueda mientras que yo secaba mi cabello.

–Bae– Alcé mi cejas sin levantar la vista, en señal de que me dijera lo que sucedía.
–¿Volveremos a la plaza mañana?– Kang también quería ver lo que yo había visto, no había nada de malo añadiendo que no terminamos nuestro recorrido. –¿Tanta curiosidad tienes?– Asintió entusiasmada al parecer no encontró nada en su celular.

–Iremos– Nos recostamos listas para dormir.

–Es aquella– Señale en cuanto habíamos llegado y ese día el viento era más intenso que ayer, lleve un suéter liviano solo podía arrepentirme, sabía que si le decía a Kang que tenía frío se quitaría la chaqueta inmediatamente.
Ella se adelanta corriendo hasta la pintura, su expresión fue sorpresa quizás tuve la misma cara, cerraba sus párpados como si estuviese dormida pero en realidad analizaba más a detalle camine para estar a su lado, tardamos varios minutos.
-Es un autorretrato- Seulgi alzó las cejas sin dejar de verlo.
-Wow, quedé maravillada, estéticamente escogió su mejor ángulo- Asentí compartía la misma idea que ella.

Después de un rato, decidimos volver teníamos planeado ir a el pequeño relieve más cercano para escalarlo y después bajar. Pero en la caminata fuera de la plaza, a lo lejos pude reconocer al autor SUHO caminaba hacia la exposición, golpee el codo de Seul y en un murmuró le indique que el hombre que se aproximaba era la imagen del autorretrato. Al parecer le divertía lo que es una simple coincidencia, del el hombre y yo. Para ser sincera no se como reaccionar estando a unos segundos cerca ¿saludarlo? o ¿ignorarlo?

Ninguna de las dos opciones tuve que elegir pues él se paró frente a nosotras obstruyendo nuestro andar.
-Hola- Saludo con una reverencia, mostrando sus dientes al sonreir para nosotras.
Osa y yo saludamos de igual forma, había entusiasmo en Seulgi por conocerlo como si fuese una fan.
–No quiero incomodar o molestarlas, simplemente quería devolver esto– Saco del bolso de su gabardina el listón que extravíe eran mis orejas de conejo. Tomé el listón con delizadeza, lo tengo desde que era niña mi padre solía hacer unas orejas para mí, es por eso que es tan valioso. Tomé la mano de Suho e hice una reverencia conmovida por el hecho de que devolviera un tesoro para mí.
–¿Como puedo agradecerte?– Al volver a levantar mi cara junto con mi mano, está se desliza en mi mejilla, hice un rasguño pequeño, después de quejarme un poco del ardor pude ver preocupación en sus ojos.

–Irene ¿Estas bien?– Seulgi se alarma corre hasta un establecimiento dejándome sola con él, no era necesario que hiciera eso.
–No hay que agradecer solo quería devolverlo al parecer es muy valioso– Deje de tomar su mano y me coloque el listón frente a Suho, él se mantenía neutro. Es entonces que el viento aumento un poco y notó que mi quijada se movió en reacción a la temperatura.

–Podrías resfriar– Él se quitó la gabardina y la colocó sobre mis hombros pese a mis negaciones, quise quitárla y entregárla, no podría quedarme con eso. –No puedo aceptar esto– A lo lejos Kang se acercaba con una bolsa y antes de que se aproximará, él me entrego una tarjeta.
–Me la puedes devolver cuando puedas, tengo que irme– Intente detenerlo, pero sus pasos eran largos y apresuró el paso. Seulgi al llegar hasta mí cubre el área de mi mejilla que ardía levemente y me ofrece té caliente eso ayudará a bajar el frío de mi cuerpo aunque la prenda que me cubría, ya lo hacía.

–¿Que sucedió?– La mire de reojo y centre mi vista en el té. –Este listón lo tengo desde que era una niña, fue mi padre quien me lo ataba, hace años que no lo tenía sobre mí cabeza- Tome de mi té sin mirarla aún. –¿Por que no me dijiste lo valioso que era?– Ella estaba algo molesta. –Cuando lo perdí de vista no quería que te sintieras mal por ese accidente, lo deje pasar aunque me alegro por tenerlo de vuelta– Caminamos de vuelta a donde nos hospedamos.

–¿Por que te dio su gabardina?– Esperaba a estar a solas conmigo para saber lo que pasó y como es que pareció eso en mi espalda.

–A decir verdad, tenía frío él lo noto y enseguida se quitó su gabardina para cubrirme, intenté devolverla pero él se fue en cuanto te acercabas, me dio su tarjeta para que pueda entregársela después- Coloque la prenda sobre la cama, agradeciendo en mi mente a ese hombre por su ayuda.

–¿Cuando lo verás?– Examinaba su tarjeta de presentación.
–No lo sé, solo tengo su número telefónico, al parecer Suho es su nombre artístico· Le entregué la tarjeta mientras guardaba la gabardina.

–Kim Junmyeon– Pronuncia y yo solo asentí.