Chanyeol fue quien se ofreció a colocar mi trabajo en el lugar asignado, mientras que Byun y yo tomábamos un tarro de cerveza y solo en cuestión de minutos Park se une; la elección del lugar fue a causa de que a través de la ventana del establecimiento podría ver la reacción facial de los espectadores, esperaba de todo tipo como niños, niñas, mujeres y hombres tanto jóvenes como de edad adulta.

Para ser el primer día la gente era en una buena cantidad, familias de este lugar parecía que les agradaba la visita a este tipo de eventos, para cuando era hora de que la concentración de las personas llegarán hasta mi obra el tiempo de espera era muy corto. No vi alguna reacción que me causará ir hasta esas personas y preguntar su interés.

Fue aproximadamente una hora cuando terminé con mi último trago y recordé que desde mi adolescencia el alcohol era algo que no podía tolerar, rara vez buscaba probarlo de nuevo. Poco a poco mi aburrimiento aparecía, el día que pensé ser emocionante como otros se perdió. Me levanté al igual que mis amigos, simplemente pagué la cuenta, pese a que Chanyeol insistía pagar fuí más hábil al entregarle al mesero la cuenta pagada agregada su propina.
Di mi último vistazo, pero para ser sincero no tome atención, entonces me di cuenta de mi error y vuelvo a mantener mi vista a el punto primordial. Era una chica con un conjunto colorido y un listón imitando unas peculiares orejas.

–Un conejo– Baekhyun golpea mi brazo con su codo, no me entusiasme tenía que existir el requisito para ir directamente a cuestionarla sin hostigar. Sus párpados pestañeaban en un gran lapso de segundos sus orbes estaban analizando el cuadro, su rostro era serio pero en sus labios existió una sonrisa sincera, la comisura era un leve movimiento pero muy significativo, pero primordialmente el tiempo era más de lo que considere. Sin duda salí de ahí de inmediato o ella podría irse, me coloque detrás suyo a una distancia considerable.

–¿Como definirías lo que ves?– Creo que la asusté o incomode porque sus hombros se habían elevado en cuanto escucho mi voz, dió media vuelta, era más bonita de cerca, entonces, sus cejas se elevaron levemente al verme lo que vi en sus labios hace unos minutos se había desvaneció.

–¿Me dirás?–  Dudaba en responderme y era comprensible.
–Autorretrato– Asentí, era una de las palabras que buscaba quizás la más acertada y popular.

–Soy Suho, un gusto– Olvidaba mis modales así que me presenté con mi nombre de artista es cuando le ofrecí mi mano, encogí un poco mis dedos al no obtener respuesta, incluso estuve a punto de quitarla pero ella la tomó con un poco más de confianza que hace un minuto.

–Soy Irene– "Aquella que trae la paz" Su aura me convencía de que era la reencarnación de la Diosa. Solté su mano e hice una reverencia.

–Disculpa el molestarte, no quise hacerte sentir incómoda– Ella solo negó

–No hay problema– Suspiró mientras colocaba su mechón de cabello detrás de su oreja.
–Es un placer conocer a un artista como usted, fanático de Vicent Van Gogh– Su leve sonreír aparece y continúa –Al tener una versión suya de 'Self-Portrait'– Mostró sus brillantes dientes provocando que sonriera de igual modo. Su atención hacia mí se disolvió entre la multitud, al parecer buscaba algo ó más bien ha alguien.
–Tengo que irme– Ambos agachamos la cabeza no deje de ver su listón entre toda la gente que circulaba hasta que se reunió con una chica.

Volví con Chanyeol y Baekhyun, sin dejar de verme en complicidad.  Involuntariamente giré detrás mío mientras caminaba en línea recta hasta mis amigos había perdido de vista a Irene, moví mis labios en un gesto de molestia.
–No has perdido el toque Jun– Baek se burla sujetando el brazo de su gigante.
–No es lo que imaginan par de enamorados– Nos sentamos en una banca dándole la espalda a la exposición.
–¿Estas satisfecho?– Park me pregunta esperando una respuesta que involucre a la chica.

–Si– Conspiraban contra mí.

–Vamos Kim, los tres sabemos que esa chica encendió la chispa de tu alma– Solo comencé a reír evitando sus miradas y sonidos molestandome con lo ocurrido.
–Desde tú última relación te volviste reservado en ese sentido– Asentí más serio sin prestar atención a su juego.

–Admito que ella es muy bonita, pero no puedo enamorarme en un par de minutos, además es improbable que la vuelva a encontrar– Baekhyun parecía un poco molesto.

–¿No le pediste su número de teléfono?– Chanyeol golpeó su frente y negó a Byun, respondiendo por mi.

–Soy un hombre de 30 años Byun quizás ella sea menor y no quiero tener compromisos; por ahora lo único que tengo en mente es hacer otras cosas– El gigante coloca su mano en mi hombro.

–Junmyeon, tu última relación no fue lo que en algún momento soñaste, así que no tiene que culparte por todo, estas cerrando oportunidades en las cuales podrías arrepentirte después– Ambos se levantan tomados de la mano.

–¿Cuál era su nombre?–

–Irene–

–Como la diosa– Asentí con un leve movimiento y mi sonrisa no se evitó.

–Vuelve cuando gustes Jun la cena estará lista en cuanto llegues– Chanyeol pasó su brazo sobre los hombros de Baekhyun y él lo rodeaba con su brazo en la cintura. Tomaron la ruta más larga, y entre la multitud se desvanecían.

-Yo necesito un futuro asegurado y no lo veo contigo Junmyeon- Se fué.

A mis 30 años perdí toda esperanza de volver en esos dominios, mi amabilidad no es signo de coqueteo, cuando realmente tenga interés y necesidad de estar al lado de alguien no me daré por vencido, no quiero marchitar mi tiempo y sentimientos en algo que no tendrá un buen rumbo y que toparía con un final.

–Irene...– Podría deducir que está en una relación y si es que me equivocó ¿que gran error tendrán sus pretendientes?

El atardecer culminaría, era hora de ir a cenar, de nuevo fijo mis ojos donde estaba mi obra, no había nadie más es cuando decidi irme en paz y continúe con un par de pasos pisando un listón que el viento había hecho llegar a mi zapato; lo tome y pensaba tirarlo en un contenedor de basura, pero antes de hacerlo me doy cuenta que era el mismo que utilizaba aquella chica, mire a mi alrededor, a la gente esperando encontrarla y devolverlo. Lamentablemente no estaba en el radio de visibilidad que tenía.

–Ya nos veremos– Lo guarde en mi bolsillo y me dispuse a seguir mi camino. Solo esperaba no equivocarme con devolverlo.