Salí de casa, no me había atrevido estar fuera tanto tiempo, Seulgi y Yeri no aguantaron la ganas de abrazarse y llenarse de besos, pero Kang olvida que Kim puede ser muy traviesa, solo escuché los gritos de la Osa mientras sacudía su cabello, al parecer Yeri había colocado un pequeño reptil en su cabeza. Expliqué detalladamente a Yerim lo que era indispensable para el cuidado de mi madre, anotaba cada horario y le entregué comida que debe hacer. Creí que se quejaría, pero, todo fue contrario me mostró su bella sonrisa y prometió cumplir cada paso, cualquier cosa que suceda ella me lo hará saber.

–Disfruta tu viaje, antes del día mayor– Coloque mi dedo en mi boca, ella entendió el mensaje –Seul aún no sabe– Le susurré, por último la abracé ah crecido tanto, bese su mejilla y salí con mi maleta. En la entrada mi madre abrazada por Yeri, se despedía con una sonrisa.

–La traeré sana y salva. Cuídese mucho señora fue un gusto volver a verla– Seulgi vio en mi mamá angustia y la reconfortó con traerme de vuelta.

Entré a su auto y nuestra nueva aventura iniciaba.

–Olvide llenar el tanque– ¿Por que no me sorprendía?

–Hay uno cerca, antes de salir de la ciudad– Kang buscaba en su celular, se concentraba demasiado que cerraba sus párpados, parecía estar dormida, una risilla salió y ella me miró desconcertada. Moví mi mano indicando que no era nada.

–Yo te guío– Asintió y se puso en marcha. Mire mi otra mano, que descuidada fuí, quite el anillo de compromiso rápidamente sin que se diera cuenta. Lo guarde en el bolsillo de mi pantalón.

–¿Quieres helado?– Bajó del auto, pago por el tanque lleno; Asentí y me pidió que la esperará dentro del auto.

–Napolitano– Ambas respondimos al mismo tiempo.

Kang no me consentía demasiado, compró 4 botes y cada una tenía uno en sus piernas disfrutando de los sabores, compañía y un clima perfecto. Encendió la radio, "View" de SHINee era nuestra canción favorita, ella movía sus hombros sin cesar, mi risa delicada no tardó en despertar mientras me burlaba de sus expresiones. Para el baile ella era un máquina, sus movimientos son limpios y adaptables en las canciones, era tan sublime y a la vez tan fuerte en su pasión. Una libreta quedaba en medio de nuestros asientos, sus párpados volvían a cerrarse, estaba tan concentrada en la carretera. Mi curiosidad era mayor así que comencé a ojear la libreta, estaba llena de dibujos y coloreados muy bellos, tuve envidia en ese momento yo deseaba tener esa habilidad y compartir con papá él gusto del lienzo.

–¿Son tuyos?– Asintió mirando de reojo lo que tenía en mis manos. –¿Hace cuanto que descubriste otro talento Kang?

–Después de mudarme, estuve en un taller artístico, pensé que sería muy difícil pero admito que podía dibujar ya desde niña aunque mi técnica mejoró– Sonrió, mientras buscaba un dibujo en su libreta y me lo mostró.

–Te dibuje, con tu padre– Lo mantuve sin dejar de verlo. –¿Como conseguiste la fotografía?– Miraba con emoción. –Irene, cada día que te visitaba en tu hogar, era la cuadro que más resaltaba no pude evitarlo y tome una fotografía con mi celular, cuando lo cambie pensé que había perdido la imagen aunque un amigo me ayudó y logré plasmarla en un dibujo– No pude evitar besar el cuaderno.

–Es tuyo Bae... Conserva la libreta, ya que después de este viaje supongo que no volveremos a vernos como antes.– Me congelé, ¿Se percató del anillo?

–¿Por qué lo dices?–

–Me ofrecieron un empleo fuera del país, además mis padres se preocupan demasiado por mi vida personal, ya sabes una familia que formar– Continua comiendo su bote de helado. –Tu madre es muy paciente contigo, en realidad creí que estarías casada y con hijos. Pero me alegro que tu decidas lo que se te de en gana– Su comentario me bajo un poco el ánimo

–Si... Bueno hay algo en particular que me tiene muy mal emocionalmente– Estacionó el auto y quito las llaves. Me miro, su atención estaba concentrada en mí, necesitaba eso por mucho tiempo.

–¿Que sucede?– Hasta dejo de comer.

–Tengo un compromiso de matrimonio– Le mostré mi anillo. –Mi madre está enferma de su corazón, tuve que reducir horas en mi empleo, la cuido con extremo cuidado, perdí a papá no me perdonaría perderla.– Kang coloca su brazo alrededor de mis hombros. –Su único deseo antes de partir es verme dentro de un matrimonio, claro que accedí, quise hacerle ver que no era lo que quería, pero, no me escuchó las palabras le afectan más que las de su propia hija. No estoy enamorada de ese hombre. Y ahora mi madre teme que me escape y no cumpla con el compromiso– Kang no demoró más y me abrazo.

–Vamos Seul no llores– Corrió hasta mi casa, la lluvia era intensa, empapada y con los ojos tan rojos y húmedos me pedía consuelo.

–Bae, me iré de aquí, yo no quiero dejarte– Era una niña para entender que la distancia nunca es un impedimento. La abracé hasta que se tranquilizo y sus padres vinieran por ella.

–Yo no te dejaré Kang, buena suerte–

–Yo no te dejaré Bae– De nuevo volví a sentir el apoyo de alguien. –Te ayudaré no lo dudes, lo prometo– Continuamos el camino y recordamos los momentos que tuvimos y amigos que compartimos.

–Tuve una llamada de Wendy– Me entusiasmé, necesitaba una reunión.  –Al parecer su sueño de ser cantante será cumplido– Wen tiene una preciosa voz, era posible su meta con un talento como ese. –Además ella y Joy están listas para casarse– Casi me trago la cuchara al escuchar la noticia.

–Con sus peleas de pareja no imagine que llegarán al altar– Ambas coincidíamos que los celos mutuos las molestaba demasiado.

El atardecer era muy bello, no pude evitar tomar una fotografía, Seul bostezaba sin parar sentí una gran culpa nunca aprendí a conducir. Pero ella me calmaba con que ya muy cerca nos encontramos.
–¿Que tipo de pinturas te gustaría ver?– Sabía el punto fuerte del viaje pero no tenía nada en específico.
–Quizás algo similar al ídolo de mi papá– Seulgi, me mostró un folleto de la ciudad, su atracción turística era muy evidente.
–Hagamos planes no solo estaremos en esa exposición–

Comencé a juzgar los lugares y apunte los que me apetecerían visitar.