-Deberías verlo, es tan guapo, amable, gentil, inteligente- Kang puede ver a todos los chicos de su colegio y encontrar cualidades favorables para las chicas. Aunque ella habla con esmeró de solo un chico, a decir verdad jamás lo he conocido por vista, la tiene de esa forma desde que él joven fue nuevo estudiante a mitad de curso.

-Será mejor que hables con él, antes de que otra chica se atreva- Estaba tan entusiasmada y aterrada a la vez. Yo solo me ocupaba de terminar la Universidad, mientras ese tiempo la escuché delirando por su misterioso amor complicado.

-Realmente me gusta Irene- Terminamos de comer el helado Napolitano que tanto armábamos. -Si quieres algo, de verdad tienes que dar tu mejor esfuerzo pero no te sobrepases- Ella sabía perfectamente a lo que me refería estas chicas con la experiencia al límite quieren obtener todo en un instante, más aún con los hombres.

-Que aburrida Bae-

Fuimos vecinas por más de 15 años aunque Kang se tuvo que mudar con sus padres a otra ciudad aún recuerdo la última noche de confidencialidad, tenía lágrimas por dejarme y dejar al chico, sin obtener su interés amoroso, se fue derrotada.

-¿Pinturas?- Jamás vi en ella ese gusto como en mi padre.

-Un amigo me recomendó una exposición callejera, será en otra ciudad y por supuesto que pensé en tí de inmediato, un bello recuerdo.- Aún sostenía la pintura, acariciando la firma.

-Estoy en un momento complicado...- Interrumpe mi desgastado comentario.

-Vamos, Bae ha pasado un tiempo en que no hablamos, vernos en persona por ciertas circunstancias no fue lo ideal- Lo último fue triste lo sigue siendo, fue un gran apoyo en la muerte de mi padre aunque fuesen tres días de su compañía. -No tengo noticias de tí, no quiero enterarme por otras bocas- Asentí, tenía razón cuando estuve en mi peor momento ella no dudo en venir.

-Discúlpame, Kang no volverá a suceder, ahora más que nunca te necesito- Comenzamos a ponernos al día, ella término exitosamente sus estudios, cuida de sus padres y para mi sorpresa sigue soltera.

-No olvidaste a ese chico ¿verdad?- Suspiró, tardó en contestarme quizás imagino que la molestaría. Pero finalmente aceptó. -Espero aún este soltero- Quise reír por su esperanza pero quizás sea verdad. -Entonces Irene, ¿tendremos ese pequeño viaje? Yo te cuidaré lo prometo- No pude contarle a Seulgi lo que me ha pasado todo este tiempo, mi madre estará sola, y quizás mi prometido pregunté por mí en dos semanas, la fiesta oficial de compromiso se celebrará en 20 días. -Te confirmaré mi respuesta está noche- Colgué sin siquiera despedirme, ella sabe como soy.

La posibilidad de ir es grande, imaginé estar divirtiéndome como adolescente, sin recordar que tengo tres décadas de vida. El único impedimento que tengo es quien podría cuidar de mamá en dos semanas.

El resto de la pequeña reunión solo pensé en algunas opciones, podría pedírselo a una de sus amigas, aunque, si ellas fueron las que metían ideas a mamá, saber de mí viaje la angustiarán de más.
Mamá y mi suegra, solo hablaban de que hacer en la boda, la preparación de la celebración religiosa y el evento social, pero en ningún momento me preguntaron ¿Que es lo que quería?
Por fin había terminado, él se acerco me abrazo y deseo buenas noches, su sonrisa era muy encantadora tenía que admitirlo. Desde niña escuchaba que la novia siempre era la entusiasmada en este tipo de situaciones, ¿Que tipo de novia soy? Olvidé aquello hasta que llegó a mi el rostro más fiel, a mamá no le faltara nada.

Fui a su habitación, seguía en reposo mientras se distrae leyendo un libro, "Kingdom Come" fue de mis mayores recomendaciones. Aliste sus medicamentos en la palma de mi mano, y acercando un vaso de agua esperé a que los tragará.

-¿Como estás?- Su salud estaba estable pero en cualquier momento podría decaer.
-Estoy mejor hija- Ambas sonreímos y cuando lo hacíamos frente a papá él era el hombre más feliz de la tierra. Quizás esta en este momento sonriendo para nosotras.
-Madre, tendré un pequeño viaje a otra ciudad en un lapso de dos semanas- Ella deja el libro y pone toda su atención en mí, su rostro poco a poco se ilumina. -¿Podría Yerim cuidarte ese tiempo?- Asintió, después de todo lo resolví Kim esa un dulce chica muy hermosa, esta en sus 22 años, la conocí desde niña prácticamente la crié, su personalidad me atrapó, vive muy cerca de mi hogar así que no habría problema alguno ella con gusto vendrá a tomar mi lugar un par de semanas.

-Que lindo detalle de tu prometido Irene- Me detuve antes de salir de la habitación, mi sonrisa se borró y ella lo noto ya que copio mi gesto. Ahora papá no está sonriendo para nosotras.
-Iré solamente con Kang Seulgi, madre- Asintió y regrese a mi habitación, empacaría lo necesario y llamaría a Seul para confirmar el viaje.

En la comida mamá estaba tan callada me preocupe por su salud pero su presión era estable al igual que su temperatura, probé la comida quizás no cocine muy bien, pero no era ese el problema.

-Prométeme que volverás Irene- Entonces comprendí que tenía una angustia de que aprovechará dicho viaje para escapar del compromiso y de ella. -No tengo planes de escapar- Su mirada era de molestia no era la respuesta que ella necesitaba -Lo haré, lo prometo yo volveré contigo- Su angustia se esfumó y terminó sus alimentos.

Terminé de empacar y la llamada con Seulgi; estaba tan agotada que me recosté en la cama, mi entusiasmo no se compara al de una niña esperando a que sea mañana para su presentación de primavera. No pasaron ni cinco minutos de terminar una llamada y mi celular vuelve a tener el tono de llamada. Supuse que era Kang.

-Osa, ya duérmete- Lo dije tan divertida y llena de emoción.

-No soy esa persona- Su voz me bajo de mi tono de felicidad.
-Lo siento- Pese a ser mi futuro esposo no tengo una manera cómoda de hablarle.
-Cuando pensabas decirme lo de tu viaje- Mi madre es aliada de este hombre.
-Supuse que mi mamá te lo diría, no hay ningún problema, ahora lo sabes- Él es el único que se toma encerio su papel.
-Cuídate mucho y no olvides la fiesta de compromiso- Me senté en la cama un poco irritada de que me recuerden la fiesta.
-Para ser honesta, ya tienes mi respuesta de la última pequeña reunión, no tiene caso hacerlo más grande- Suspiró molesto, realmente no entiendo como es que él quiere continuar con esta situación.
-Quiero compartir mi felicidad con más personas, Bae-
-¿Tu felicidad?-
-Tu eres mi felicidad- Asentí sin tener nada en la cabeza en que contestar.
-Descansa hermosa, bueno yo...- Esperé a que terminará
-Te Amo- Y colgué, miré de nuevo mi mano ese pequeño anillo me incomodaba. ¿Me ama? Pero yo a él no.

-Perdón-