Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19 - De shopping


Giré la ruedita del ratón, descorazonado. Me encontraba en la sala de computación, cotizando teléfonos móviles en los sitios web de todas las compañías. Esto iba a salirme un ojo de la cara. Una vez más me pateé mentalmente por rechazar la oferta de Adela.

—¿Buscando un upgrade, Villagra? —Cintia se asomó desde el computador que estaba a mis espaldas. No la había visto entrar.

—Más o menos. Es más bien un cambio forzado.

—¡No se diga más! ¡Se te cayó a un inodoro lleno de caca!

—Sería una forma de decirlo... —respondí sonriendo para mí mismo—. ¿Y tú en qué andas?

—Haciéndome un autorregalo de cumpleaños —dijo guiñándome el ojo, al tiempo que giraba su pantalla para mostrarme unos audífonos de color chillón.

Diablos. Había olvidado nuevamente su cumpleaños y no tenía idea de qué regalarle. Los audífonos que me mostraba hubiesen sido una opción, pero estaban fuera de mi presupuesto. Aún así, se me ocurrió una idea: podía extraer esa información observándola en el ambiente adecuado.

—No deberías comprar audífonos sin escuchar cómo suenan primero. Yo por mi parte también quiero ver estos teléfonos en vivo. ¿Vamos a una tienda a probarlos?

—¿Ahora?

—Yo puedo ahora ¿tú?

—¡Claro! —dijo poniéndose de pie de un salto y colgándose su mochila al hombro—. ¡Nos vamos de shoppingssss!

Caminó conmigo hasta el distrito comercial que quedaba a unas diez cuadras de nuestro campus, haciéndome reír con sus ocurrencias y tomándome del brazo ocasionalmente. A Cintia nunca le había costado el contacto físico, pero el haberme revelado su secreto parecía hacerla sentir aún más cómoda, sabiendo que no iba a malinterpretar sus gestos de cariño. Lo que me hizo recordar algo importante.

—Javi piensa declararse durante tu cumpleaños —le dije sin rodeos, mientras se probaba unos enormes audífonos profesionales que no tenía ningún interés en comprar.

—¿Qué? —dijo apuntando a los audífonos. Se los quité y repetí la información. Ella se quedó de piedra.

—¿En serio? ¿Cómo lo sabes?

—Me lo dijo él mismo. Y por cierto, anda preparando una sonrisa falsa para cuando veas su regalo.

—¡Ay no, no, no! ¡Potteeeeeer! ¡Peor momento!

—Tienes que hablar con él.

—Si sé. Lo llamaré esta noche.

Por un segundo contemplé la mierda que era salir del clóset y tener que informar a cada una de las personas de tu vida sobre algo tan íntimo, sin saber qué tipo de reacción ibas a encontrar.

—¿Tus papás ya saben?

—No... cuando vuelva a casa para las vacaciones de verano pienso decirles.

—Entiendo.

Su buen ánimo se había estropeado. Ahora recorría la selección de audífonos de prueba distraídamente con la mano, su mirada perdida en algún punto de su mente. Sentí un peso en mi pecho.

—¿Son estos los que te gustan? —pregunté apuntando al mismo modelo que había visto en la computadora, pero negros.

—¡Ah, sí! —Cintia se los probó, comenzando a sonreír otra vez—. ¡Me encantan!

—Pues te los regalo. ¡Feliz cumpleaños! —exclamé sonriendo.

—¡No, Gabriel! ¡Son demasiado caros!

—Shhh... shhh... —dije poniendo mi índice en mis labios y luego en los suyos, como en las películas cursis. Ella se rio, volviendo a ser la misma de siempre—. Veamos si los tienen en otros colores.

Pagué el aparato y se los entregué manteniendo siempre una sonrisa, aunque un intenso dolor de bolsillo comenzaba a afectarme. Ahora era absolutamente imposible comprarme un teléfono, al precio que fuera. Aún así, fingí probar varios equipos antes de declarar que todos me parecían iguales y que sería mejor revisar reseñas en internet para no meter las patas. Cintia aceptó mi explicación, aparentemente sin sospechar nada.

Aquello puso fin a nuestra sesión de consumismo. Caminamos juntos al metro y nos despedimos frente a las boleterías.

—¿Nos vemos el sábado? —preguntó.

—Por supuesto. No me lo perdería por nada del mundo.

—Obvio, es el evento del año —dijo sonriente—. ¿Gabriel?

—¿Sí?

Cintia puso sus brazos alrededor de mi cuello y me estrechó fuerte, quedándose así por largo rato— Gracias. —me dijo con voz quebrada al oído. Al desprenderse noté que tenía los ojos húmedos.


------------ 👻👻👻👻👻 ------------


¿Cuál es tu regalo de cumpleaños soñado?

¿Estuvo bien que Gabriel le contara, o no debió meterse?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro