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[ 25 de Julio, 2021 ]  [New York, Torre de los Vengadores ]

2:37 a.m... Momento exacto de la ultima cinta grabada de Hadley Potter-Stark.

Fue cuando las cámaras de la habitación de la única adolescente del complejo fallaron por un estallido de magia, evitando que FRIDAY o alguien más accediera a las grabaciones a continuación por las próximas horas.

La pequeña Stark siempre había tenido pesadillas, pero desde la muerte de Sirius Black estas habían estado en aumento, no solo haciéndole revivir su muerte una y otra vez, sino trayéndole consigo peores recuerdos del pasado, dolorosos e insoportables que su alma ya no soportaba. Así que desde que volvió de vacaciones decidió silenciar su habitación para evitar que sus pseudo tíos y padres escucharan sus gritos al despertar.

Todos en la torre habían visto su deterioro, habían pasado casi dos años desde que la joven había llegado con ellos, los vengadores siempre vieron lo rota que estaba la joven de 15 años cuando llegó por primera vez, pero ahora...No parecía quedar nada de la chica que conocieron, ahora solo comía, lloraba y dormía, aunque sus ojeras estaban más pronunciadas y no parecía ser capaz de emitir más de dos frases al día, ya no sabían como ayudarla.

Esa noche Hadley Stark volvió a soñar con su tío, su asqueroso y horrible tío muggle, en su sueño recordaba vívidamente la primera vez que el hombre la mancillo, cuando solo tenía unos tiernos 9 años de edad. Pero luego el sueño se oscurecía y observada a su amado padrino caer en el velo de la muerte sin ella poder hacer nada, sus gritos parecían solo romper su garganta pues no podía moverse o hacer algo más que observar. 

Pero entonces su sueño cambiaba una vez más, estaba sola, en la oscuridad, y podía escuchar las palabras hirientes que toda su vida escucho. De padres, profesores, niños y sus tíos. Palabras grabadas como fuego en su piel.

"Engendro del demonio"

"Eres un fenómeno"

"Solo eres una puta, ¿Crees que alguien te querrá así?"

"Maldita niña"

"Loca"

"¡BRUJA! HIJA DEL DEMONIO"

"¿Como pudiste?"

"Niña del diablo"

"Estas usada niña, solo das asco"

"¡LO MATASTE!"

"Una mujerzuela, igual que su madre"

"Todo es tu culpa"

"Tu culpa"

"Monstruo"

"Tu lo hiciste"

"Monstruo"

"Culpa tuya"

"Monstruo"

"TODO FUE TU CULPA HADLEY"

"Monstruo"

"Monstruo"

"Monstruo"

"FUE TU CULPA, TU LO HICISTE"

"Maldito Fenómeno"

Y gritó, Ivy no lo soportaba más, escuchaban las palabras una y otra vez, cada vez más fuertes al punto de aturdirla, pero fueron cambiando y aquello que la hizo empezar a sollozar fue que todas las voces cambiaron y ahora, en gritos dirigidos a ella, esas malditas palabras provenían de todos aquellos a los que amaba, y de aquellos a quienes perdió.

Hagrid...La primer persona que le demostró un poco de aprecio.

Ron...Su primer amigo.

Hermione...Su mejor amiga.

Luna, Daphne y Susan...Sus queridas amigas, que le demostraron que una casa no lo era todo.

Neville, Dean y Blaise...Sus amigos, que siempre trataron de hacerla reír y la apoyaron en todo momento.

Cedric...Su primer amor, que no logró proteger a tiempo.

Thor y Pepper...Los padrinos que la amaron desde la primera vez que la vieron.

Clint, Bruce, Steve, Loki, Rhodes y Phil...Sus tíos, que no la dejaron sola cuando lo necesitaba.

Wanda, Pietro y Peter...Aquellos que no dudaron en actuar como sus hermanos mayores una vez la conocieron.

Fury...El hombre que no dudo en convertirse en su abuelo una vez la presentaron como una chiquilla de quince años.

Remus...El hombre que si bien no compartió mucho con él ya era su tío honorario en toda la palabra.

Sirius...El padrino que siempre deseo y una vez estuvo con ella no la abandono.

James y Lily...Aquellos que se sacrificaron para protegerla, para darle una nueva vida.

Pero más importante aún, Tony y Natasha...Sus padres, aquellos que una vez la conocieron la protegieron con cada parte de ellos, quienes siempre trataron de volver a juntar su roto corazón y sin duda las personas que la amaban más que nadie.

Luego más y más voces se mezclaban, personas que la apreciaban, personas con las que convivio, personas que pasaron por su vida sin dejar huella...Todos ellos repetían aquellas palabras una y otra vez, gritos, susurros, todo se mezclaba en su cabeza. 

Y escuchar a las personas que más amaba llamándola así dolía, dolía como los mil infiernos, porque en el fondo de su mente, de su corazón, una pequeña vocecita le decía que todas esas voces tenían razón, ella estaba rota, podrida por dentro y usada por fuera, nadie nunca iba a llegar a quererla así, ella estaba sola...

Cuando fue demasiado su cuerpo se forzó a despertar abruptamente con un grito desgarrador, las lagrimas salían sin parar de sus pequeños ojitos y los sollozos eran incontrolables cada vez más. 

Daella se acurruco en la esquina de su cama abrazada a las mantas mientras trataba de ahogar su llanto, con la esperanza de quedar dormida y callar las voces de su cabeza.

Faltaban solo seis días para su cumpleaños numero 17, cada día que se acercaba más, sus sueños, sus pesadillas, empeoraban. 

Y había llegado su punto de quiebre, ya no lo aguantaba.

La voces no se callaban, solo crecían.

El dolor no disminuía, solo aumentaba.

Su alma, su mente, su corazón, ella misma ya no lo soportaba, ya no resistía.

Así que a paso lento, tembloroso, horas después tomo la fuerza para levantarse de su cama en dirección a su escritorio, una vez que llegó y observó la fotografía de la navidad pasada en la que todos sus amigos y familia se reunieron en la torre y lucían felices, ella sollozo de nuevo, más fuerte que antes, su corazón se arrugo un poco más y no dudo en tomar la fotografía para apretarla contra su pecho soltando nuevos lamentos.

Tomo un bolígrafo y un pedazo de papel con manos temblorosas, la foto enmarcada yacía bajo su brazo y las lagrimas seguían cayendo a su regazo y posteriormente al papel.

Garabateo unas pocas palabras sin lograr controlar sus nervios, las ansias eran cada vez mayores, la llamaban, las voces, los gritos, los susurros.

Una vez termino dejó el bolígrafo sin importar como la tinta salpicaba sobre el escritorio y la corta carta. A pasos apresurados y dejando un camino de lagrimas detrás llegó al baño.

Una vez en el centro del lugar se detuvo, sus temblorosas manos soltaron la foto que se precipito al suelo,  al caer el vidrio que la protegía se rompía en varios pedazos, cortando un poco sus piernas dejando unas marcadas heridas de sangre.

No dolía, Hadley solo suspiro de alivio, se sentía más calmada, tranquila. Así que se agacho levemente y tomo uno de los cristales, volvió a enderezarse y a paso calmado camino a la tina, si los cristales que se clavaron en sus pies dejaron un recorrido de sangre poco le importo.

Había hecho eso muchas veces, sabía como hacerse cortes en lugares específicos que la calmaban pero eran fácil de ocultar, tenía experiencia, la única Potter viva sabía donde cortar más profundo sin hacer realmente daño, donde salía más sangre sin desangrase por completo, donde dolía más, como sentía más satisfacción, lo sabía todo, ya lo había hecho todo...Excepto eso. Hasta ahora nadie lo sabía, había sido bastante buena en ocultarlo.  

Así que sin dudarlo abrió la tina con agua caliente y se metió en ella con el pijama y las heridas sangrantes.

Se acomodo hasta hallar un lugar cómodo y una vez recostada pero sin ser ahogada se permitió continuar desahogándose por ultima vez.

En ese momento solo las cámaras deshabilitadas fueron testigos de los profundos gritos de la niña, sus suplicas y reclamos gritados con dolor hasta que su garganta se desgarro, los sollozos que soltó y las lagrimas que derramo con todo el dolor que había acumulado.

Cuando tomo el cristal que había mantenido firmemente en su mano no dudo antes de hace un profundo corte en diagonal en su muñeca izquierda, un sollozo de alivio y dolor fue soltado cuando observo como la sangre no tardaba en deslizarse por toda la extremidad.

Sin importarle el dolor, e incluso ignorándolo, tomo el cristal con la mano sangrante y realizo un corte gemelo en la muñeca derecha. 

Se sentía bien, tan bien, que no se pudo detener, no ahora que tenía el valor.

Repitió la acción tres veces más en cada muñeca, dejando cuatro cortes en cada mano, no siendo suficiente también paso el filo del arma en dos cortes por cada muslo, y  finalmente ya sin energía soltó el cristal dejándolo caer en el agua antes de recostar su cabeza suspirando.

Con cada corte se había sentido aliviada, feliz, libre...El dolor solo era un medio para obtener la paz que tanto ansiaba.

Los sollozos, el llanto, nunca se detuvieron, a diferencia de cuando despertó ahora eran suaves y calmados, las lágrimas de dolor y alivio se mezclaban en un torrente de emociones abrumadoras. Sus lamentos eran solo suaves murmullos que se perdían en la quietud de la habitación, como un eco lejano de la tormenta emocional que había sacudido su ser. Cada lágrima derramada era un recordatorio de todo lo que había experimentado, un testimonio silencioso de la fuerza que la había llevado a cometer aquel acto.

No le importo ver el agua desbordándose de la bañera, tampoco le importaba el ardor de los cortes al estar en contacto con el agua caliente, mucho menos se intereso en ver como con cada corte el agua se teñía de un rojo mucho más oscuro que el cristalino habitual.

Sabía que todo terminaría pronto, ansiaba que lo hiciera, estaba segura que todos estarían mejor sin ella, sus amigos, tíos y padrinos dejarían de cargar con un estorbo como era, su madre finalmente no tendría que cargar con una niña que no era suya y...Su padre era libre, igual que ella, podría volver a ser el famoso millonario divertido que era sin tener que estar al pendiente de una hija que nunca pidió.

Así, con una imagen de su familia en la que todos estaban felices y sonriendo Hadley Potter-Stark cerro sus ojos y dio su último suspiro, con las últimas lagrimas cayendo por sus mejillas blancas por la perdida de sangre, cortes abiertos descansaban por todo su cuerpo y solo un suave camisón blanco cubría el cuerpo empapado sin vida de la joven.

Una imagen tan etérea para una escena tan fúnebre...



















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CANARIO FUERA 💖

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