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Capitulo 4: Artefacto Grado Especial "Prometeo"

Rías observo con sorpresa a la mujer, al punto que dudo ligeramente de haberlo oído correctamente, pero al ver como la pelinegra a su lado tenía el rostro serio, entendió que no había oído mal. Issei si había sido atacado por su familia pase a las advertencias de Sirzechs de verlo en el Torneo a Candidatos de Pacto.

- ¿Quienes lo atacaron? - Preguntó de manera seria Rías mientras la Mujer bebía tranquilamente su Te.

- Sus agresores fueron Yusei Hyoudou, Tomoya Gensai y Gorou Hyoudou - Dijo la mujer ante lo cual Rías se recargo en el sofá. - De no ser por mi intervención Issei habría muerto sin duda

- Así de grave fue... - Dijo Rías mientras soltaba un suspiro pesado. - Fue suerte que Susaku te informara.

- Si, aunque no se como se entero de la situación, su aviso nos permitió que no pasara a mayores - Dijo Akeno con una expresión similar a la de Rías. - Cuando me enteré, supe que debía de actuar lo más rápido posible, de lo contrario las cosas habrían sido terribles.

- Cierto... - Respondió Rías tratando de controlar la ira de su corazón. - No me queda duda de que los Hyoudou ya no son lo que fueron en el pasado.

- Pienso lo mismo, desde que Lord Juzo falleció y Lady Elena fue expulsada, las cosas dentro de la Familia Hyoudou no tardaron en cambiar bajo el mando de Gorou Hyoudou - Dijo la Maid ante las dos Demonios que fruncieron el ceño ante la mención del humano.

- Gorou Hyoudou... No cabe duda que ese hombre planea algo - Dijo Rías con seriedad antes de ver a la Maid. - ¿Qué buscaba al atacar a Issei? ¿Cuál era su objetivo con eso?.

- Lamento decirte que no tengo la más mínima idea de lo que buscaba, sea lo que sea, era lo suficientemente valioso como para dejar al borde de la muerte al chico - Dijo la Maid mientras se iba poniendo de pie. - Te advierto que sin las medidas adecuadas, Hyoudou Issei podría morir.

- Lo se, te agradezco la ayuda - Dijo Rías con honestidad mientras veía a la Maid preparar un círculo mágico a la vez que hacía una leve asentimiento. - Una cosa más.

Habló Rías interrumpiendo a la Maid, la cual observo a la pelirroja esperando su pregunta o duda.

- ¿Como te presentaste ante ellos? ¿Fue con tu verdadero nombre, o el nombre de Grayfia-One-sama? - Preguntó Rías a la Maid que sólo la observo.

Sabiendo lo que hubiera pasado si ella se hubiera presentado con su nombre, suspiro ligeramente en su lugar ante la posibilidad de haber usado su nombre y no el de Grayfia Lucifugue.

- No deberías preocuparte por eso, no fue necesario presentarme ante ellos, apenas aparecí ante ellos me llamaron Grayfia Lucifugue - Dijo la Maid con la misma calma. - Mi existencia dentro y fuera del Inframundo sigue siendo un completo secreto, de eso puedes estar segura... Rías Gremory.

Diciendo eso, desapareció a través del Círculo Mágico, dejando a Rías junto a Akeno en la sala. La cual después de la desaparición de la Maid, observo a su Rey, la cual tenía un rostro serio ante esas palabras aún si eran buenas.

- Akeno - Dijo Rías seriamente ante lo que la mencionada asintió. - Vamos, la noche apenas inicia así que haremos una visita nocturna.

- ¿Visita nocturna? - Preguntó Akeno a la pelirroja que se puso de pie.

- Si - Dijo Rías mientras un pequeño Círculo Mágico aparecía en su oído.

- ¿A quien visitaremos? - Preguntó con duda Akeno mientras caminaba hacia su Rey, parándose a su lado.

- Visitaremos la Familia Hyoudou, más específicamente a Miki Hyoudou - Dijo Rías seriamente mientras miraba a su Reina.

La cual sólo se sorprendió al oír que las dos irían a ver a la Matriaca Hyoudou, a quien seguramente no le gustaría en lo más mínimo lo ocurrido con su Hijo Hyoudou Issei.

A la mañana siguiente

El sol comenzaba a salir lentamente, lo que de forma gradual fue iluminando a la habitación de Issei. Quien al sentir el sol ligeramente entrar por su ventana, abrió los ojos lentamente, observando el techo de su cuarto, antes de sentir el ligero dolor de su cuerpo. Uno que sin duda debía de ser más intenso pero la pelinegra dormida a su lado uso parte de su magia para sanar sus heridas, lo cual ayudó a que durmiera esa noche con más tranquilidad.

- "Aún duele..." - Pensó Issei mientras se enfocaba en su pecho vendado.

Después de casi hacerlo con Susaku así como descubrir lo que contenían todos los pergaminos, la Himejima cambió su vendaje por otro más limpio, incluso se enfoco ligeramente en sanar partes de sus heridas. Normalmente se le podría curar con Magia, pero quien atacó así como lastimo su cuerpo había sido su padre, quien se especializaba en usar Magias de Maldiciónes.

Las cuales variaban dependiendo de la intención que tuviera, fue una suerte el que su intención en ese momento fuera la de hacerlo hablar. De haber sido otra intención, sin duda habría muerto en el momento que recibió el ataque oscuro, mismo que seguramente le dejaría una cicatriz en el cuerpo.

- "Las heridas en mi cuerpo son graves, normalmente necesitaría de tres o seis meses para recuperarme totalmente, y lamentablemente no tengo ese tiempo ahora" - Pensó Issei mientras veía con calma la cabellera negra sobre su el.

Específicamente su pecho, que subía y bajaba ante su respiración, algo que al parecer calmaba a la pelinegra que se encontraba dormida sobre el, aun si el le dijo que estaría bien. Susaku no dejó su lado aún después de que curará sus heridas en parte, por lo tanto se quedó con el en su habitación manteniendose únicamente con una camisa sobre ella así como sus bragas.

Después de casi hacerlo, no se molesto en ponerse de nuevo su sosten, esto al argumentar que dormía de esa forma, lo que llevo a que tampoco colocara la fila de botones de la camisa. Dejándola abierta en todo momento, incluso Issei en ese momento podía sentir a través de sus vendas los suaves pechos de la pelinegra, quien aún dormía sobre el.

- "Si no estuviera así de herido, habría sentido una gran felicidad e incluso le levantaría la camisa para ver una vez más sus pechos" - Pensó Issei viendo con calma a Susaku como a la sabana que los cubría. - "Parece que el dolor sobre mis piernas disminuyo, ahora puedo moverlas mejor que antes".

Tratando de no despertar a Susaku, el castaño se movió lentamente, saliendo del agarre de la chica que aún dormía tranquilamente. Una vez logro salirse del agarre, se sentó en el borde de la cama mientras observaba las vendas que cubrían casi totalmente su cuerpo.

No había duda que pudo morir antes, la impotencia de no poder defenderse no había desaparecido en Issei. Aún sentía la sensación de debilidad, no sólo física sino mental así como moral, sin duda el ataque de su padre le había afectado de gran manera al punto que una rabia en verdad siniestra se formó dentro de su ahora débil corazón.

- "Solo tengo un mes para prepararme, cuando el Torneo termine estaré solo, nadie vendrá a salvarme esta ves, por esa razón debo de estar listo" - Pensó Issei seriamente mientras su mirada viajaba al mueble de madera justo al lado de su cama.

Mismo donde estaba el rollo que tenía todas las instrucciones para así crear a "Prometeo", el Artefacto más poderoso que había visto en su vida. Sabía que a su abuelo se le llamaba genio, pero ver los planos la palabra genio se quedaba corta en lo absoluto.

Tanto que comprendía el por qué dejó oculto los planos, si sus hermanos o su mismo padre descubría los planos, sin duda se iba a desatar el caos. Sin duda su abuelo se había asegurado de que a nadie además de él se le revelará esto, era al único al que le había dado algún indicio de como obtenerlos, lo que solo dejaba claro una cosa, y eso era que su abuelo había anticipado que estaría en problemas en el futuro, por tanto creo un artefacto que podría ayudarlo.

Aún en contra de su familia, por lo que sabiendo todo eso, estiro su mano para tomar nuevamente el rollo. El cual sólo abrió lentamente después de soltar un breve suspiro, uno que lo preparo con seguridad ante lo que veía sobre aquel rollo que tenía varias figuras que iban moviendose de lugar constantemente.

Nadie además que Juzo Hyoudou o su Nieto Hyoudou Issei podría averiguar las cosas que significaban cada uno de los símbolos. Cualquier otro Mago sin duda tendría que trabajar arduamente para decodificar todo lo que decían los planos, mismos que después de uno o dos segundos se detuvieron, revelando ante Issei el motor de "Prometeo".

Mismo que giraba lentamente sobre el plano, no había duda de que el "motor" era en sí único, jamás había conocido o visto algo así de complejo en su vida al punto que dudaba poder crearlo. Todo el poder de "Prometeo" dependía de la Fórmula Mágica que giraba lentamente ante Issei, sin eso, no tendría el poder o el alcance que se detallaban ahí.

Este sería sin duda el más grande reto de su vida, ningún otro reto se podría igualar ante la creación del Artefacto "Prometeo". Uno que podría otorgarle la victoria contra cualquier mago o al menos eso se especificaba en todos los planos frente a Issei que cerro una vez más los planos antes de dejarlos sobre el mismo mueble.

- "No cabe duda de que fabricarlo será el más grande desafío de mi vida" - Pensó Issei mientras con algo de esfuerzo se agachaba para tomar los pantalones tirados en el suelo.

Los cuales se puso lentamente para así no despertar a Susaku, quien dormía a lado de Issei que se puso de pie con un poco de dificultad antes de mantenerse al fin en equilibrio. Caminando de una manera lenta, se dirigió a la puerta sin que la pelimegra en la cama despertará o se percatara de que ya no estaba ahí junto a ella.

Issei no quería despertarla debido a los cuidados que tuvo Susaku durante casi toda la noche, cuidando que alguna de sus heridas se abrieran o que su fiebre no regresara. Lo cuido de tal forma que dejarla dormir era lo menos que podía hacer, por esa razón abrió la puerta lo más silenciosamente posible para luego salir y cerrarla del mismo modo.

Una vez fuera camino por el pasillo de la Cabaña en dirección al baño, aun si tenía vendas limpias en sus heridas, el sudor de su cuerpo aún estaba ahí. No quería molestar a Susaku así que quiso intentar hacerlo solo, aun sabiendo que le sería realmente difícil hacerlo con su condición actual.

Queria estar ligeramente presentable y no preocupar más a sus amigos, esto al ser consciente de que Vincent y Akiza no tardarían en venir a verlo. Eran sus únicos amigos, así que la preocupación por el bienestar del otro era natural en ellos, se cuidaban de tal forma que sin la menor duda Issei los veía más como sus familia que a su verdadera familia.

- "Akiza seguramente gritara apenas me vea, así que tendré que verme mejor, no quiero que llore en el momento que vea mi estado actual" - Penso Issei mientras llegaba a la puerta del baño.

Jamás había recordado el camino así de largo para llegar a su baño, pero con su estado actual era bastante normal. Por lo que tratando de continuar abrio con ligera prisa la puerta, esto al sentir que sus piernas perdían su fuerza, de modo que necesitaba descansar rápidamente o terminaría en el suelo.

Pero apenas la puerta se abrió, todo su cuerpo se congelo en el lugar, incluso la sensación de cansancio desapareció un instante al ver lo que había adentro del baño, uno que usualmente estaba vacío todas las mañanas.

Pero diferente de todos los días, Lilia se encontraba adentro a medio vestir, algo que ni en sus más raros pensamientos o imaginaciones llegó a ver. Incluso verlo ahí parado sorprendió a la Maid que se mantenía incrédula al verlo ahí frente a ella. Era bastante claro que ninguno de los dos se espero encontrarse en este tipo de situación, tanto que ninguno de los dos dio una reacción o respuesta en ese momento, simplemente se vieron a los ojos estupefactos del otro por unos segundos más.

Tratando de comprender lo que pasaba en ese momento, uno que pasó, cuando la mirada de Issei sin poder evitarlo fue a parar sobre la figura de Lilia. El jamás la había visto como una mujer antes, al punto que había ignorado los atributos femeninos de la Maid durante todos los años que estuvo en la Mansión.

Algo similar sobre Lilia que estimaba a Issei como a un hermano menor al que cuido y vio crecer, sin embargo ante su mirada estupefacta e incrédula. Vio por primera vez el físico juvenil del castaño en su maximo esplendor, uno que pase no poseer grandes cantidades de Magia poseía una gran fuerza, y la prueba era el físico marcado del chico, uno que se obtuvo durante los entrenamientos en verdad intensos de Kagura.

Pero cada uno de esos pensamientos al instante desaparecieron, apenas vio las vendas sobre el cuerpo del castaño. Sin duda eran una clara señal de que tenía varias heridas, tantas que fue necesario el uso de ungüentos sobre las heridas y eso lo supo al identificar el aroma de la medicina que desprendía ligeramente el cuerpo de Issei.

- ¡Joven Issei! ¡¿Que fue lo que le pasó a su cuerpo?! ¡¿Se encuentra bien?! - Dijo Lilia exaltada y preocupada mientras se acercaba al castaño.

Algo que tomo por sorpresa a Issei, no por la sorpresa de Lilia, sino por que la mujer había olvidado su apariencia en este momento. Y al haberse acercado a él, había dejado caer su falda al suelo, dejándola vestida únicamente con su camisa negra, una que le daba a Lilia una apariencia erotica al que Issei no estaba preparado, y por si eso no fuera suficiente, ver como su ropa interior se ajustaba a su cuerpo maduro le daba al chico demasiadas razones para que no pudiera reaccionar.

Tanto que no pudo reaccionar ante las preguntas de Lilia, quien ignorando la apariencia que tenia, así como aquella reacción de Issei. Se paro, justo frente al castaño, observando las vendas así como las ligeras marcas de sangre en ellas, mismas que estaban ligeramente secas o aún húmedas.

- ¡Sus heridas son graves! ¡¿Quien pudo hacerle algo tan cruel?! ¡Hay que tratar las heridas antes de que se infecten! ¡Si muere nunca se lo perdonaré! - Grito al instante Lilia mientras acomodaba toda venda que estuviera ligeramente suelta.

Mientras trataba que las heridas no se volvieran a abrir, algo que sería difícil gracias a la medicina que Susaku unto en sus heridas. La cual ante los gritos de Lilia se había levantado de la cama, y salido al pasillo, encontrando a Issei estupefacto frente a una Lilia aún semi vestida como ella, que únicamente se encontraba vistiendo una camisa, que diferente de Lilia tenia los puestos los botones.

- ¡Joven Issei! ¡Venga conmigo a la sala para tratar sus heridas! - Grito Lilia en el momento que trataba de tomar uno de los brazos de Issei.

- Lilia - Llamó Susaku con calma a la ya aterrada Maid, que giro su mirada a la tranquila pelinegra. - Entiendo toda tu preocupación por Issei, pero antes de que hagas algo, ¿No deberías arreglar primero tu apariencia?.

Lilia pase a estar algo sorprendida por la presencia de Susaku, giro su mirada hacia su cuerpo, recordando así que la apariencia que tenía no era adecuada, incluso podría llamarse vulgar. Algo de lo que se asusto al notar que Issei, aún estaba observandola con sorpresa, sin pensarlo dos veces Lilia uso su camisa para tapar sus pechos como sus bragas tratando de ocultar su vergüenza.

- ¡Kyaaaa! ¡Joven Issei! ¡Perdoneme por mi indecencia! - Grito Lilia mientras su voz resonaba por toda la casa.

Algo que incluso logró oírse fuera de la Cabaña, causando que todas las aves se asustaran ante el grito de la Maid. Uno que llegó a sorprender como extrañar al otro miembro de la Servidumbre de los Hyoudou que no llegó a despreciar al cuarto hijo de los Hyoudou.

- ¿Eh? ¿Indecencia? - Dijo la mujer que había estado levantando algunas de las plantas del Jardín.

La cual giro su mirada hacia la cabaña donde a partir de ese día, viviria junto con Lilia y su Joven amo favorito entre los cuatro hermanos, Hyoudou Issei.

- Ufufu~ parece que algo interesante a pasado adentro - Dijo la Mujer con un tono ligeramente juguetón. - Sin duda nuestra estadía aquí será interesante.

Está mujer es Zenith Latreia, alguien a quien la Familia Hyoudou recibió hace un par de años. Fue contratada al igual que Lilia para cuidar a los pequeños de la Familia, algo que hicieron conforme pasaba el tiempo, sin embargo ninguna de las dos mujeres tuvo un sentimiento demasiado afectuosos por los primeros tres hijos de los Hyoudou, no hasta que conocieron al menor de todos.

- Debería darme prisa y ver que acaba de pasar - Dijo Zenith mientras veía al cesto a su lado.

El cual tenía plantas medicinales, unas que usualmente valdrían mucho en las herbolarias. Sin embargo este se había convertido en el pasado en el Jardín de Juzo Hyoudou, por lo que toda planta o vegetal ahí era todo menos común, por lo que una vez se aseguró que tenía los ingredientes suficientes, camino hacia el que sería su nuevo hogar junto con Lilia y Hyoudou Issei.

En la Mansión Hyoudou

Actualmente en la Mansión Hyoudou la primogénita de los Líderes Hyoudou, se encontraba leyendo algunos resultados del proyecto que debían mostrar en los finales del Mes además de mostrar cuan efectivo era en combate o en su uso. Lo cual la había tenido ocupada desde toda la noche, ignorando por completo todos los sucesos con su hermano menor que estaba aún herido.

- Supongo que sería útil - Dijo Isabelle mientras trazaba algunas líneas más sobre la Fórmula Mágica en el papel sobre su escritorio.

Mismo en el que había trabajado por lo menos cuatro meses, la complejidad de esta Fórmula Mágica era enorme por el simple hecho de que era algo para ella misma. Una Fórmula Mágica hecha que únicamente le beneficiaba a ella, nadie además de ella podría usarla a menos que fuera poseedor de "Titanomaquia".

- Si sigo así podre probarla antes de ese Torneo Mágico - Dijo Isabelle antes que su mirada se endureciera.

Una acción que sólo hizo que moviera su mano suavemente provocando que la Fórmula Mágica desapareciera, algo que no le molesto mientras alguien se sentaba justo a su lado. Solo que no se limito a usar la silla, sino que se sentó sobre el escritorio de Isabelle que solo miro seriamente al sujeto frente a ella.

- Oh~ querida~ veo que sigues siendo una desconfiada - Dijo el hombre con una sonrisa juguetona que Isabelle no correspondió.

Al contrario suspiro pesadamente ante la llegada de ese hombre, que sólo reía ligeramente al ver su rostro molesto.

- ¿Desconfiada? Cualquiera lo sería si eres tu quien está a su lado - Dijo con veneno Isabelle causando una sonrisa sobre el joven.

- Vamos querída~ sabes que tu puedes confiar en mi - Dijo el hombre ante la mirada sería de Isabelle. - Después de todo, estamos comprometidos.

El oír su compromiso solo hizo que los ojos de Isabelle rodarán con desagrado hacia eso, algo que sólo causaba que la sonrisa de ese hombre aumentará ante el desagrado de la mujer.

- ¿Sabes? Me rompes el corazón con tu frialdad mi amada, si continuas así, yo podría morir - Dijo con dolor fingido y sobre actuado el hombre ante lo cual Isabelle se levantó de su silla.

- Me harías una mujer realmente feliz si en verdad te mueres - Dijo Isabelle con frialdad mientras se alejaba del sujeto que solo la observo burlonamente.

- Auch~ debo admitir que casi me duele oir eso - Dijo el sujeto calmadamente en su lugar mientras sin moderación o una pizca de vergüenza veía directamente al trasero de Isabelle.

- Dime que es lo que quieres Sebastian, dudo que sea únicamente mi trasero al que hayas venido a ver - Dijo Isabelle a su odioso prometido.

El cual ante sus palabras solo se puso de pie mientras se acercaba buscando algo entre sus ropas, el cual encontró para al fin extenderselo a Isabelle una vez llegó a estar frente a ella.

- La última vez que hablamos, fue en la Fiesta de Otoño - Dijo Sebastian ante lo cual Isabelle pareció recordarlo.

- Cierto, esa vez te empuje para ver si te morías al caer de las escaleras - Dijo un poco pensativa Isabelle. - Pero no pasó, fue una lástima.

- Hierba mala nunca muere - Dijo con orgullo Sebastian mientras Isabelle se limitaba a tomar la carta. - Pero no es momento para eso, ¿Recuerdas lo que oímos en ese entonces?.

Ante esa pregunta Isabelle quedo algo sorprendida, tanto que movió con la mayor rapidez su mano, sellando toda la habitación. Algo que no sorprendio en lo absoluto a Sebastian, que solo se recargo en la mesa a su lado.

- ¿Qué fue lo que descubriste? - Dijo Isabelle antes de leer la carta que le habían dado. - Esto es...

- Así es, tal parece que no fue tan solo una broma como nosotros creíamos al principio... - Dijo Sebastian mientras se cruzaba de brazos. - Lo que oímos... Es básicamente lo que planean los Altos Mandos del Consejo Mágico.

Ante esa confirmación Isabelle estrelló su mano sobre la mesa, mientras con la otra apretaba la carta hasta deformarla completamente.

- ¡Que estupidez! - Grito Isabelle ante lo cual Sebastian la observo con calma.

- Opino igual, se que los Ancianos son unos eruditos de mierda pero llegar a tal punto solo por sus avaricia es algo realmente estúpido... - Dijo Sebastian mientras miraba el rostro furioso de Isabelle que seguía sin moverse de su lugar.

- ¡¿Estupido?! ¡Lo que ellos quieren es una verdadera porquería! - Grito con rabia Isabelle mientras quemaba sin pensarlo la carta en sus manos.

- Porquería o no, ellos planean eso, sus intentos anteriores fracasaron, pero al no estar Lord Juzo para detenerlos, es claro lo que pasará - Dijo Sebastian de forma sería ante lo cual Isabelle solo suspiro. - El ya los detuvo más de una vez, ahora que no está saben que sus planes funcionarán.

- Hay que informar sobre esto - Dijo de forma sería Isabelle. - Si "El" se entera de lo que planean los matará sin...

- También lo pense, pero tal parece que ellos ya han pensado en que hacer, sigo sin saber cuál es el plan pero movernos ahora causaría incontables bajas - Dijo Sebastian mientras miraba a Isabelle a los ojos. - Ese hombre no perdonara de ninguna manera a nadie, lo único que se me ocurre es que usemos el Torneo de Magia para advertirle a alguien de ese Dominio.

- ¿Pero a quien de todos? Es obvio que nos estarán vigilando a ambos... Puede que incluso ya sepan que nosotros nos enteramos de sus planes - Dijo Isabelle ante lo cual Sebastian asintió.

- Eso es correcto, hace unos días me di cuenta de que me vigilaban, ahora que vine aquí, es probable que también se fijen en ti y comiencen a vigilarte con discreción - Dijo Sebastian ante lo cual Isabelle suspiro.

Después de todo lo que descubrieron no era algo simple o fácil de explicar, todos los que sabían esto eran únicamente los altos mandos del Consejo Mágico. Por lo que serían demasiado cuidadosos ante cualquier filtración de información, así que si sospechaban de eso los tendrían en constante vigilancia.

- Si logran descubrir algo nos acusarán a ambos de Traición - Dijo Sebastian al suspirar. - Por el momento es mejor si nos mantenemos al margen.

- Será lo mejor, no me gusta a donde se dirige esto, pero ahora entiendo el por que mi padre quiere que participemos en el Torneo - Dijo Isabelle mientras se dirigía a su escritorio donde Sebastian solo la observo en silencio. - Por ahora nos mantendremos al margen, tratare de pensar en una solución.

- Sea cual sea tu plan piénsalo rápido, los del Consejo planean moverse con cautela por tanto comenzarán su plan en el Torneo sin que nadie lo note, lo que nos lleva a esto - Dijo Sebastian al momento de mirar a Isabel. - Tendrás que ganar en el Torneo, en palabras simples...

- Tengo que vencer a Yusei... - Dijo con seriedad Isabelle mientras respondía a la mirada de Sebastian.

Quien solo asintió ante esa respuesta, a la que muy pocos aspiraban a hacer en algún momento, esto por el talento del Hyoudou qué solo podía llamarse como aterrador.

Mientras tanto en la cabaña, Issei justo ahora se encontraba en la Sala junto al resto de sus amigos así como las Maids, qué en ese momento, estaban tratando las heridas de Issei al cambiar casi todo el vendaje de su cuerpo.

- ¿Quien pudo ser tan cruel como para hacerle esto? - Dijo Lilia ahora vestida con su usual traje de Maid.

Qué a diferencia del pasado que podía estar tranquila y actuar de forma ante el castaño había cambiado, ya que con lo sucedido anteriormente dentro del baño, su perspectiva sobre Issei había dado un gran cambio relacionado con el ligero sonrojo sobre sus mejillas.

- Muchas de sus heridas son bastante profundas, por lo que será inevitable qué le queden unas cicatrices... - Dijo Zenith mientras remojaba algunas de las vendas, antes de ponérselas sobre las heridas de Issei.

Quien solo suspiro mientras miraba a sus dos amigos recién llegados, Akiza apretaba sus manos angustiada como furiosa al ver como cambian todas las vendas de su cuerpo. En las cuales se podían ver rastros de sangre fresca o seca, demostrando lo grave qué había sido la situación, algo que Vincent sin decir nada de limitaba a observar con seriedad, como si se culpara así mismo por no poder hacer nada antes.

- Saben que verme con lastima no me va a ayudar, así que dejen de hacerlo, ¿Quieren? - Dijo Issei mientras veía a sus dos amigos que se sorprendieron.

- Si eso quieres lo intentaré - Dijo con cierto pesar Vincent mientras veía al castaño.

- Bien... Dejaré de verte así pero eso no significa que no esté molesta - Dijo con rencor Akiza mientras se cruzaba de brazos.

- Gracias, ahora que ya dejamos eso de lado es momento de comenzar - Dijo el castaño extrañando a los presentes.

Algo en lo que Susaku fue la única en entender lo que significaba eso, tanto que simplemente miro al castaño con calma antes de preguntar.

- ¿Qué necesitas? - Pregunto Susaku al castaño qué sonrió ligeramente.

- Primero necesitare tinta mágica de un alto nivel, entre más rara sea mejor, en cuanto a su cantidad necesitare un total de catorce litros - Dijo Issei mientras los presentes se quedaban en shock por la petición del castaño.

- Catorce litros... No será fácil pero voy a conseguirlo lo más pronto posible en esta semana - Dijo Susaku mientras iba poniéndose de pie.

- Bien, ahora... Vincent - Dijo Issei ante lo cual su amigo lo miro estupefacto y extrañado. - Necesito que compres los mejores materiales conductores en el Mercado Mágico, no importa el precio que tenga el material consiguelo, aquí tienes la tarjeta y la lista de otro de los materiales que necesito.

Sin darle tiempo para procesar, Issei le lanzó sin problema la Tarjeta Negra de Fondos qué su madre le había dado, lo cual iba envuelto en una hoja con más materiales que eran realmente caros y raros aun en el Marcado Mágico.

- Akiza, necesito que vayas a la reserva Mágica Arton y me traigas Cristales del Mana Negros, si son Morados también me sirven... - Dijo Issei antes de parar de hablar a causa de su mejor amigo.

- ¡Espera un segundo! - Grito Vincent a Issei que lo observo con calma. - ¡¿Para que quieres todo esto?! ¡La mayoría de los Materiales son realmente raros! ¡El mineral plateado vale demasiado y tu pides que compre 20 kilos!.

- ¡¿20 kilos?! ¡Eso es igual que comprar siete castillos de lujo! - Grito Akiza con gran sorpresa. - ¡¿Para que necesitas eso?! ¡¿Sabes timbien lo complicado que es encontrar Cristales de Mana Negros y Morados?!.

- Lo se, por eso iba a darte el Artefacto para rastrear mineral qué fabrique el año pasado - Dijo Issei sin perder esa calma qué extrañaba más a sus dos amigos. - Esta dentro de esas caja.

Señalando el lugar donde estaba aquel Artefacto, Akiza suspiro aun sin tener una idea de lo que Issei planeaba ante lo cual Vincent suspiro ligeramente al ver que Susaku no había dudado en la petición de Issei.

- ¿Cuál es tu plan? - Pregunto Vincent de manera sería al castaño.

- Participar en el Torneo a Candidatos de Pacto - Dijo Issei sorprendiendo no solo a sus amigos, sino a las dos Maids también al oírlo. - Gorou ya me a dejado claro que vendrá a buscarme cuando todo esto termine, y si cree que no me defenderé esta vez esta equivocado.

Ante esas palabras, Issei tomo en sus manos los planos de "Prometeo" y sin mostrar duda o temor los coloco en la mesa de centro.

- "Prometeo" - Dijo Issei mientras veía a todos sus amigos y seres queridos más cercanos a él. - Ese es el Artefacto en el que mi abuelo deposito su confianza al entregármelo, y será este mismo el que me otorgue la victoria sobre todos mis hermanos así como de mi padre, como hizo el verdadero Prometeo, robare el fuego qué ellos quieren conservar sin importar cual sea el castigo.

La seriedad de sus palabras le dejaron claro a los presentes que Issei no decía eso de broma o por la rabia que sentía en este momento, sus palabras eran en verdad sinceras al decir que pensaba ir al Torneo solo para derrotar a sus Tres Hermanos para así humillar al Padre al qué Issei lamentaba tener.

Era por esa razón que el ya no pensaba dejar que nadie lo humillara más, si su deseo de vivir en paz no era posible en este momento por ellos, entonces haría qué se arrepintieran de molestarlo así como de casi matarlo. No importaba el desenlace, Issei lucharía con todo, aun si eso significaba ser visto como algún cobarde por usar Artefactos, algo que para Issei era una estupidez y pensaba demostrarlo en el Torneo.

- ¿Estas seguro de eso? Sabes que una vez te presentes no había marcha... - Dijo Vincent antes de ver el Motor de "Prometeo" justo cuando Issei abrió el plano una segunda vez.

Dejando sin palabras no solo a Vincent sino a Akiza qué tenía varias dudas, las cuales se esfumaron con eso, incluso la Himejima presente comprendió qué los presentes se quedarán estupefactos con ver el motor del Artefacto. Ya que pase no tener grandes talentos, Zenith junto con Lilia comprendieron qué este tipo de motor era realmente único, por lo que toda duda sobre las decisiones de Issei desaparecieron rápidamente.

- ¿Tienes alguna duda más? - Pregunto Issei con una leve sonrisa a Vincent, el cual suspiro mientras respondía.

- Además de esto, ¿Que más necesitas para fabricarlo? - Dijo Vincent ante lo cual Issei sonrió.

- Todo lo que puedas conseguirme, sin duda sera el mayor trabajo que haré y posiblemente nada lo supere, pero no hay duda de que esto no se lo esperan de ninguna manera - Dijo Issei ante lo que Vincent sonrió.

- Nadie se lo espera - Dijo Vincent ante lo cual Akiza suspiro.

- No cabe duda de que los Hyoudou son un dolor de cabeza - Dijo Akiza al ver la sonrisa de Issei, quien solo río ante sus palabras. - ¿Cuantos cristales necesitas para "Prometeo"?.

- Todos los que puedas conseguir - Dijo Issei mientras Akiza asentía antes de ir a la caja por el Artefacto Rastreador.

- La compra de estos Materiales dejara claro que participaras, así tratare todo lo que pueda en ser discreto - Dijo con seriedad Vincent mientras un Circulo Mágico aparecía bajo sus pies. - Te los traeré antes de que termine el día.

- Digo lo mismo - Dijo Akiza qué al igual que Vincent tenía un Circulo Mágico en sus pies. - Conseguiré los Cristales qué pueda.

- La tinta mágica no será fácil pero no tardaré mucho en conseguirlo... - Dijo Susaku mientras aparecia un Criculo Mágico bajo sus pies. - Hasta entonces prepárate.

Con esas palabras los tres jóvenes por fin desaparecieron de la sala, dejando al duo de Maids con el que castaño, el cual cerro los planos antes de ver con calma a ambas.

- Lilia, Zenith... Necesito de sus ayuda - Dijo Issei mientras ambas asentian en silencio.

Ayudando a Issei para ponerse de pie, dado que la debilidad de su cuerpo se había manifestado una vez más. Algo que obligó a Issei a ser asistido por las dos Maids qué lo ayudaron a llegar al lugar donde casi lo matan anoche, la Oficina de su abuelo, donde bajo las órdenes de Issei las Maids ajustaron algunas de las pertenecías de Juzo en un orden específico.

Activando así un mecanismo qué hizo qué una parte del suelo se abriera y se vieran unas escaleras a un sótano del qué Gorou no tenía conocimiento, en donde Juzo Hyoudou tenía todos sus objetos más preciados. Algo que tenía incluso los materiales suficientes para fabricar las bases de "Prometeo", algo que era fundamental para su creación en este único mes que tenía.

Uno que debía de aprobechar todo lo que podía, de lo contrario no podría participar en el Torneo en el que iba sin duda a demostrar que incluso el más débil podía llegar a ser el más fuerte con el equipo adecuado, más cuando se tomaba en cuenta lo que estaba por crear.

"Prometeo"

El nombre de un Titán en la Mitología Griega, se hacía llamar el amigo de los mortales, conocido principalmente en el mundo por desafiar a los Dioses con quienes estaba, mismos a los que sin la menor consideración les robo el fuego usando el tallo de una cañaheja, para así dárselo a los hombres para su uso, una acción qué lo llevo a ser castigado por Zeus. Quien hizo que lo llevaran al Cáucaso, lugar donde fue encadenado por el Dios Hefesto con la ayuda de Bía y Cratos, una vez encadenado, Zeus se encargo de enviar un águila para que se comiera el hígado de Prometeo.

Siendo Prometeo inmortal, su hígado volvía a crecer cada noche, y el águila volvía a comérselo cada día. Este tipo de castigo había de durar para toda la eternidad, pero gracias a Heracles eso no paso, al pasar por el lugar lo liberó disparandole una flecha al águila, algo que lo llevo a romper las cadenas que lo sujetaban. Agradecido por su ayuda, Prometeo le reveló a Heracles el modo de obtener las Manzanas Doradas de las Hespérides.

Esa era una de las historias que iban al lado del nombre de "Prometeo", qué su abuelo bautizara este Artefacto con ese nombre solo le daba a entender a Issei que este Artefacto portaba el fuego qué le otorgaría su libertad. La libertad del imbécil de su padre, de sus hermanos, de todos, si quería ser libre debía usar el fuego qué el Artefacto "Prometeo" le podía dar, esto por que dentro de toda categoría existente para los Artefactos.

"Prometeo" sería catalogado dentro del "Grado Especial" gracias a su poder, un Poder qué dejaba a todos los Magos en desventaja al robarles lo único que los Magos podían utilizar, su Magia. Cada uno de los componentes de "Prometeo" estaba diseñado para tomar el poder y duplicarlo, no solo en poder sino en la defensa, ayudando no solo a defender sino a aumentar el poder mágico de su usuario.

En términos simples, entre mas usará a "Prometeo" más fuerte se haría Issei, su bajo poder Mágico iría creciendo con el tiempo, en cada enfrentamiento qué se disputará Issei se haría más fuerte. Esto gracias al poder tomar el poder mágico de sus adversarios, sin embargo esto no era lo único que podia hacer, existían a lo mucho cuatro habilidades qué tenían un amplia ventaja contra los Magos qué se especializaban diferentes áreas.

Ya fuera un Lanzador a larga distancia o uno de corta distancia, "Prometeo" se podía enfrentar a eso y ganar, golpes o magia "Prometeo" podia enfrentarlo al ser el mismo método, depender de sus Poder Mágico para atacar. Ya fuera un tipo de invocación o Magia Especial, el Artefacto podía enfrentarlo y ganar al paso del tiempo, aunque lograrlo como todo Artefacto dependía de su usuario, en las manos equivocadas no podría ni siquiera mostrar todos sus poderes, sin embargo estando en las correctas nada podría detener a "Prometeo" junto con su usuario, ningún mago tendría una oportunidad contra ambos juntos.

Dandole así al Artefacto "Prometeo" no solo el "Grado Especial" qué estaba por mucho en la cima del poder dentro del Rango De Artefactos. Ya que al tener la absoluta ventaja contra los Magos, solo le daba a "Prometeo" un nombre más, uno que podía aterrar a cualquier tipo de Mago cuando lo oyera, un Artefacto Especializado para una cosa, el poder Cazar Magos, dicho de otra forma... Un Wizards Slayer.

El por que Juzo oculto los planos no se debía solo para que Issei lo usará, sino para ocultar el hecho de que creo algo que no debió ser creado, un Artefacto capaz de cazar magos, "Prometeo" era un Artefacto realmente peligroso. Uno que podía desmoronar el actual poder del Mundo Mágico, cualquier Mago se daría cuenta tarde o temprano que su poder podía significar el fin de todo lo que conocían. Que su abuelo tuviera el plano para crear algo así, solo le decía que su abuelo en algún momento llego a pensar en destruir el Mundo Mágico, aun si eso significaba ser catalogado y emparejado con un Monstruo.

Era por eso que lo oculto con la única persona en quien verdad confiaba, su Esposa, la cual resguardo los Planos y entrego después a su Nieto. Cualquier otro que hubiera obtenido los planos, habría visto perfectamente cual era el potencial de "Prometeo", uno solo era peligroso, dos sería alarmante, tener todo un ejército con "Prometeo" sería aterrador, el alcance del Artefacto no podía ser medido aun por Issei.

Quien entendía lo que pasaría si estos Planos escapaban de sus manos, antes les mostró el Motor de Prometeo a sus amigos. Pero no les mostró todo lo que era realmente, habían cosas que tenía que mantener en secreto, no por que desconfiara de todos ellos, sino por sus propia seguridad, cuando mostrará el poder de "Prometeo" en el Torneo, no habria duda de que todos querrían el obetener su poder.

Si se enteraban qué existían Planos en los que se describía a detalle como iba construido se desataria una batalla sin duda por tener posesión de ellos. Acto qué volvería objetivo a sus amigos por haber estado con el en ese tiempo, era por eso que no podía darle a nadie los detalles de "Prometeo" solo el lo podía saber, nadie más que el debía saberlo.

Era por esa razón que había ido bajo la Cabaña al Taller de su abuelo, tenía un objetivo en ese lugar, memorizar todos los planos y luego destruirlos. Nadie lo debía saber, era por eso que envió a su grupo de amigos a buscar los objetos y a ambas a preparar varias cosas, dando el resultado a que estuviera solo ahí en ese Taller observando los planos sobre la mesa central.

- "Abuelo... No pensaré en la razón del por que tuviste que crear esto, pero te agradezco que me dejes usarlo por un tiempo, una vez tenga lo que quiero lo destruiré del mismo modo que lo haré con los Planos, nadie debe obtenerlos, eso lo tengo claro" - Pensó Issei antes del sonar de la campana del reloj.

Mismo que sonaba cada hora, y hasta el momento había sonado doce veces, algo que dejaba claro el tiempo que el había estado ahí, diciendo también así que su tiempo había terminado. Por lo que dio un paso atrás y observo la forja mágica debajo de la Cabaña, la cual tenía en el interior su fuego encendido, ardiendo de un color dorado tranquilo, uno que se avivó rápidamente cuando Issei sin dudarlo arrojo los Planos del Artefacto Grado Especial "Prometeo" dentro.

En donde de forma tranquila observo como las llamas consumían los Planos de "Prometeo" lentamente sin dejar el más mínimo residuo o ceniza de este, dando a entender que nunca llegarían a recuperarse aun si lo intentaban. Lo cual sus amigos entendieron al bajar, viendo como las llamas consumían en su totalidad los planos de "Prometeo", entendiendo así que ahora Issei era el único que podría crear el Artefacto.

- No hay vuelta atrás - Dijo Issei ante lo cual sus tres amigos lo miraron.

Algo que incluyo a las maids detrás del trío qué estaban en silencio, viendo sin pestañear la espalda vendada de Issei, quien se giro para verlos.

- Participaré en el Torneo dentro de un mes, y les demostraré que molestarme o amenazarme ya no les será posible, y para lograr eso necesitare... - Dijo Issei antes de detenerse.

- Cuentas con mi ayuda - Dijo Vincent con seriedad. - Como tu Issei, soy uno de los candidatos a pacto gracias a mi hermana, así que puedes estar seguro que estaré ahí para ayudarte.

- También yo, hable con mi Maestra y me dijo que soy Candidata a Pacto, es por eso que estaré ahí apoyándote en todo lo que necesites - Dijo Akiza ante lo cual Issei sonrió.

- Al ser miembro de una de los Cuatro Familias que protegen Japón, no seré capaz de participar, sin embargo iré a ese Torneo como una espectadora, así que espero ver la victoria de Hyoudou Issei con mis propios ojos - Dijo Susaku mientras veía a su amado castaño.

- Haré todo en mi alcance para servirle Joven Issei, cualquier cosa que necesite solo tiene que pedirlo - Dijo Lilia antes de hacer una reverencia.

- Digo lo mismo Joven Issei, solo tiene que pedirlo y se lo obedeceremos sin dudar - Dijo Zenith mientras imitaba igualmente la reverencia de Lilia.

Issei sonrió mientras se giraba hacia la forja donde los planos de Prometeo ya habian sido consumidos, dejandolo de esa forma como el único conocedor de su fabricación.

- Se los agradezco, es por eso que en el momento haya terminado, volveremos aquí y destruiremos "Prometeo" - Dijo Issei causando una leve sonrisa sobre sus amigos y una sorpresa sobre las maids.

Qué comprendieron el cariño como la confianza que Issei les tenía, aun si no le habían dicho el por que estaban ahí cuidándolo. Demostrandoles qué tanto las valaraba, por lo que sin importar si le mentían a Miki Hyoudou iban a dar todo de si para cuidar a Hyoudou Issei quien jamás las había hecho aun lado.

El mismo joven que ahora estaba por dar inicio, a la creación del Artefacto más poderoso qué pudiera crear. Sin saber que esto cambiaria el rumbo y control de su vida, la cual tendría un gran impacto en el Torneo, en donde las cosas se saldrían de control.

Tiempo restante para el Torneo a Candidato a Pacato - Veintinueve días.

Continuara...

Próximo Capitulo.

Preparaciones Para El Torneo

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