Capítulo 2
Es de día, y ahora, en lo que parece ser un bosque, todo parece normal.
Hasta que...en el cielo, se abre lo que parece ser un portal, y de el, una luz roja sale disparada hacia el suelo, aunque...esta "luz" parece emitir un grito.
Por unos cuántos segundos, y con el aspecto de una estrella fugaz roja, esa luz fue descendiendo hasta que impactó en el suelo, y generó algunas grietas y un pequeño cráter, aparte de asustar a algunas aves que habían estado en los árboles alrededor de dónde esa luz había caído.
Pasaron algunos segundos, en los que la nube de polvo causada por el impacto de esa luz roja se fue disipando, hasta que se permitió ver a alguien en medio del cráter.
Pov ???
Ok, no sé que pasó, pero ahora siento un leve dolor, es como...si me hubiera golpeado con el frío suelo o algo así...ouch...bueno, después de lo que me pasó en el bosque...esto no es tan malo como parece.
Aunque...de alguna manera...me siento diferente...más diferente de lo usual.
Rayos, aún así duele un poco, creo que no debí aterrizar de cabeza...espera...¿Qué está pasando?...¿P-pero qué...?...¡AHHHHHH!
¿Q-Qué es lo que me pasó? ¿Q-Qué soy?...Esperen...antes de todo quiero probar algo...
Pov Narrador
-¡Boosted Gear!- fue lo que dijo una voz masculina.
-¡Weish Dragon, Balance Breaker!- exclamó otra voz un tanto más profunda que la anterior.
Después de esas palabras, una pequeña luz roja iluminó parte del bosque, hasta que un par de segundos bastaron, para que esta se desvaneciera.
En el lugar en dónde esa luz se había emitido, ahora se permitía ver una silueta, de lo que parecía ser una especie de equino, específicamente un unicornio, de piel roja clara, y melena de un color castaño, además de un par de ojos de un color parecido a la miel. Otro detalle que tenía, era una especie de armadura cubriendo parte de su cuerpo, a excepción del cuello y de ciertas partes de enfrente de su cabeza y rostro, dicha armadura era de un tono rojo más brillante y colorido, esta también tenía unos pocos detalles amarillos que parecían picos, también habían otros 2 detalles que parecían puntos los cuáles estaban en sus "hombros", otro detalle era su cola, la cuál era alargada y terminaba en una punta, con otras 2 un poco más pequeñas que estaban apuntando al lado opuesto.
Y como detalle final, era que cerca de su cola, en la parte superior de su pierna trasera, tenía una especie de marca con un diseño peculiar.
-Ok...parece que aún puedo con esto- fue lo que dijo el equino examinándose a sí mismo.
-No tes has oxidado compañero, pero te recomiendo que entrenes, no sabemos en dónde estamos- fue lo que dijo una voz profunda proveniente de uno de los 2 "guanteletes" que el equino tenía.
-Sí...aunque, parece que solo es un bosque...aunque no me trae buenos recuerdos después de lo que me pasó- fue lo que dijo el equino.
-Ya pasó...ahora busca la manera de salir de aquí y averiguar en dónde estamos- fue lo que dijo la voz profunda.
-Sí, sí, ya lo sé...- fue lo que dijo el equino antes de mirar para todos lados- Ok...ahora a encontrar la salida de este lugar.
-Oye ¿Quién eres?- fue lo que preguntó una voz femenina.
Así que, el equino se dió la vuelta, encontrándose con una yegua, una pegaso específicamente, su melena y su cola eran negras, sus ojos eran violetas, y su piel era blanca.
-Ok...un caballo que habla...espera...yo también soy uno, no sé porque estoy criticando- fue lo que dijo el equino en su mente- Emmm...¿Hola?
-¿Quién eres? Y...¿Por qué te me haces familiar?- preguntó la pegaso dando un par de pasos para acercarse a el.
-Pues...no lo sé...aunque...tu también te me haces familiar- fue lo que dijo el equino, antes de acercarse mucho a la pegaso, y entrecerrar los ojos mientras acercaba su rostro al de ella.
-Emmm...¿Qué estás haciendo?- preguntó la pegaso, sin obtener respuesta.
Por casi 15 segundos el equino se la quedó mirando de cerca, causándole algo de incomodidad, pero también confusión, ya que, según ella no lo reconocía.
Hasta que el equino abrió los ojos en grande, y retrocedió un par de pasos, para entonces decir algo:
-Y-Yuuma-chan- eso fue lo que dijo el equino.
Cabe decir que la pegaso se sorprendió, pero estaba con una de sus cejas arqueada, pues no se esperaba, que el supiera su nombre.
-¿Cómo sabes m...? ¿Te conozco?- preguntó la pegaso.
-Por supuesto...yo soy Issei- respondió el equino señalándose a si mismo.
-¿Issei?- fue lo que se preguntó la pegaso, tratando de "recordar" ese nombre, hasta que por fin ya lo reconoció, y también reconoció ciertas cosas en el equino, específicamente su melena, y el color de sus ojos, además de la armadura roja que este traía- ¿I-Issei-kun?
-¡Yuuma-chan! De verdad que me alegro de verte- fue lo que dijo el equino dándole un abrazo a la pegaso de ojos violetas, aunque ella aún no salía de la sorpresa de encontrarse con este chico.
-¿P-Pero có...? ¿Q-Qué eres? ¿Qué soy? ¿Dónde estamos?- fue lo que preguntó la pegaso.
-Ok, primero...cálmate, aunque no debería decirlo ya que al verme de esta forma hace unos segundos grité mentalmente- fue lo que dijo el equino, aparentemente llamado Issei, antes de que un recuerdo se le viniera a la mente, y entonces, sus ojos se abrieron nuevamente, mientras una gota de sudor caía por su nuca, acompañada de una sonrisa nerviosa en su rostro- Emmm..te voy a decir algo, pero, no te enojes conmigo de acuerdo.
-¿Deeee acuerdo?- fue lo que preguntó la pegaso.
Unos minutos después
El equino de melena castaña se encontraba con los ojos cerrados, esperando que ella lpeara tras escuchar lo que tenía que decirle, pero este no fue el caso.
-Yo...no lo entiendo...- fue lo que dijo la pegaso, aparentemente llamada Yuuma.
-¿Entender? ¿Entender qué?- fue lo que preguntó Issei, abriendo uno de sus ojos.
-Porque...porque me elegiste a mí...yo ¿Por que no a otra de las chicas?...Tenías muchas opciones...muchas la verdad- dijo Yuuma mirando a otro lado.
-Pues...lo que dices es verdad...podía elegir a cualquiera, Rias, o Akeno-san, o incluso Kuroka, o a Koneko-chan- fue lo que dijo el equino- Pero...decidí elegirte a tí.
-¿Por qué? Yo...no tengo nada de especial, y es la verdad- fue lo que dijo Yuuma.
-Yuuma-chan, sé que...apenas hemos hablado o encontrado después de lo que pasó esa vez...pero, te dije que ya no pasaba nada, de todas maneras, solo fuiste obligada a hacer eso- fue lo que dijo el equino castaño.
-Aún así, me siento mal, te hice daño, y...ni siquiera me atreví a ayudarte, tu solo tuviste que arriesgarte para salvar a Asia-chan, y yo solo me quedaba ahí, sin hacer nada, viendo como le arrebataron la vida- dijo la pegaso mientras daba un par de pasos a la derecha.
-No es tu culpa, tu no querías que eso le pase, Asia me lo contó, me dijo que tratabas de protegerla, pero tus compañeros no tenían las mismas intenciones, también me dijo que dejaban que algunos de esos sacerdotes pudieran abusar de tí- dijo el equino con una mirada seria.
-Podré haber cometido errores, pero no iba a dejar que me trataran como una cualquiera, tuve que dejarles bien en claro eso- añadió la pegaso.
-Sí, ella me dijo que llegaste a matarlos a algunos de ellos por eso, y también porque algunos trataron de aprovecharse de Asia, la protegiste a pesar de que tus compañeros o incluso Kokabiel podría darse cuenta y hacerte algo- señaló el equino acercándose hacia ella.
-Era lo menos que podía hacer, después de dejar que la trataran de esa manera, tenía que redimirme de alguna forma- señaló la pegaso- Aunque no puedo decir lo mismo de lo que me pasó contigo, te engañé, y te arrebaté la vida...
-Estabas siguiendo órdenes y no podías hacer nada- señaló el equino- Ya te dije que no hay rencores.
-Pero no he podido redimirme contigo- dijo Yuuma mirándolo fijamente- Se que no parece que me odies, pero estoy segura de que por dentro me tienes rencor por lo que te hice...y...y no he podido hacer nada para que me perdones, ni siquiera te pedí disculpas.
-De hecho...yo ya te había perdonado- dijo el equino con la mirada tapada.
-¿Q-Qué?- fue lo que dijo la pegaso mostrándose un poco sorprendida.
-Y...la razón por la que te elegí...fue para darnos la oportunidad de que olvidemos todo lo que pasó, y que podamos ser amigos...olvidar los rencores, las penas, todo eso, tómalo como una oportunidad para redimirte, a pesar de que yo ya te he perdonado desde siempre- fue lo que dijo Issei acercándose y posicionándose enfrente de ella.
Ante las palabras del equino castaño, la pegaso pelinegra se quedó callada, antes de recibir un abrazo por parte de el. Entonces, simplemente correspondió al gesto, mientras su mirada era tapada por su cabello.
Pasaron casi 2 minutos en los que ambos se encontraban unidos por ese abrazo, hasta que el equino decidió romper el contacto separándose de ella.
-¿Todo bien?- preguntó Issei.
-Sí...todo bien- fue lo que respondió Yuuma- Ahora, si lo que me dices es cierto, y ya lo estamos viendo por nosotros mismos...hay que averiguar ciertas cosas.
-Sí, como la razón del porque nos convertimos en esto- fue lo que dijo Issei- Y también saber que clase de mundo es este.
-Pues...creo que lo primero que debemos hacer, es salir de este bosque- fue lo que dijo la pegaso- Es...un tanto inquietante.
-Y que lo digas...tampoco tengo buenos recuerdos de todos los bosques a los que he ido- añadió el equino.
-Asia-chan me dijo que una vez encontraste un familiar que se deshacía de las ropas de las mujeres, y que deseabas quedarte con esa cosa- dijo Yuuma con una ceja arqueada.
-Pues ahora las cosas son diferentes, sí, tal vez me seguían atrayendo la mujeres, especialmente las que son hermosas y que tienen buen cuerpo, y llegué a tener mi propio harém como quería desde que entré a la academia, pero...ahora que ya no puedo recuperar lo que tenía, y mucho menos regresar en el tiempo para evitarlo, entonces tengo que enfocarme en la otra cosa que me hacía destacar, y esa es proteger a todos los que me importan, de cualquiera que les intente hacer daño- fue lo que dijo el equino, antes de empezar a caminar, esperando encontrar la salida del bosque, mientras la yegua lo seguía.
-Vaya, Asia-chan me había hablado de esa actitud tuya, y que es por eso que algunas de las chicas se fijaron en tí- fue lo que dijo la pegaso siguiéndole los pasos a sus compañeros.
-¿De verdad?-fue lo que preguntó Issei.
-Sí, eso es lo que ella decía- respondió la pegaso.
-Oye, y...¿Cómo te había estado yendo después de lo que pasó?- preguntó el equino.
-Pues...primero que nada fui a pedir disculpas a Grigory por mis acciones- respondió Yuuma- Y...Azazel-sama me permitió volver a sus filas.
-Por suerte no pasó nada malo, o si no yo mismo le haría algo a Azazel-sensei- fue lo que dijo Issei.
-No hay problema, Penemue-sama me tiene bajo su protección, así que de todas maneras no me podían hacer nada- fue lo que dijo Yuuma con una leve sonrisa.
-Je, ser la protegida de una de los líderes de los ángeles caídos, eso es tener mucha suerte- fue lo que dijo el equino.
-Sí, tiene sus ventajas, pero también sus desventajas- fue lo que dijo la pegaso.
-¿Ah sí? ¿Qué clase de desventajas?- preguntó el equino castaño.
-Pues...empecé a pasar tiempo con ella, y también nos reuníamos en lugares con mucha gente, y...gracias a eso, me llevé la atención de algunos caídos- respondió la pegaso pelinegra.
-Oh...creo que ya sé a dónde va esto- añadió Issei.
-Sí, osea, había algunos que simplemente me trataban como una amiga, pero pasé a tener unos cuántos pretendientes, y algunos de ellos muy molestos por cierto- señaló Yuuma.
-Te entiendo, últimamente me había llevado la atención de algunas chicas en los lugares a los que asistía, incluso llegué a toparme con 3 mujeres casadas, ¡Casadas! Una de ellas trató de sedarme para luego llevarme a un hotel y...bueno, creo que ya sabes el resto- dijo el equino saltando un tronco algo grande que había ahí.
-Wow...eso no lo sabía- fue lo que dijo la pegaso imitando la acción de su compañero.
-Oye...tu tienes alas...¿Acaso no sabes volar?- preguntó Issei.
-Mmm...lo intentaré- fue lo que respondió Yuuma.
Dicho eso, abrió sus alas, y dió un pequeño salto para impulsarse, antes de mover las alas, y luego estabilizarse, cosa que no le costó mucho.
-Mira, lo hice- fue lo que dijo la pegaso estando a un poco más de un metro del suelo.
-Bien por tí- señaló el equino con una sonrisa- Ahora...continuemos.
Ambos se internaron nuevamente en el bosque, aunque solo el equino de melena castaña tenía problemas debido a que tenía que, hasta que se acordó de algo, y entonces se golpeó con su casco en el rostro.
-¿Qué pasó?- fue lo que preguntó Yuuma.
-Lo olvidé...yo también tengo alas- respondió Issei, antes de desplegar sus alas, aunque...las de el tenían más el aspecto de alas de un dragón- Ok...para la próxima estaré más atento.
Tras decir eso, ambos volvieron a retomar su camino, hasta que llegaron a un área, medianamente abierta, así que decidieron descansar, y seguir a pie, hasta que ambos detectaron algo.
-¿Qué es ese olor?- fue lo que preguntó la pegaso.
-No lo sé, pero no puede ser bueno- respondió el equino.
Hasta que oyeron gruñidos, y de unos arbustos, salió una especie de animal, parecía un lobo, pero su cuerpo estaba totalmente hecho de madera.
-¿Qué es esa cosa?- fue lo que preguntó Yuuma señalándolo.
-Pues parece un perro grande, incluso es un poco más grande que nosotros- fue lo que respondió Issei- Mmm...tal vez sea amable.
-Pues, no sé si sea amable, y ya no está solo- señaló la pegaso, notando como otros 2 aparecían y se le unían, antes de lanzar un par de rugidos.
-Sí, esto no parece ser bueno- fue lo que dijo Issei- Bien, parece que tendremos que ponernos rudos...¡Vamos Ddraig!
-¡Ya esperaba un poco de acción! ¡Boost!- exclamó la voz del dragón galés en el interior, mientras que la gema del "guantelete" izquierdo brillaba un poco.
-No me quedaré atrás- fue lo que dijo Yuuma.
-Espera...¿Aún puedes usar tu poder de ángel caído?- preguntó el equino de melena castaña.
-Lo...intentaré- fue lo que dijo Yuuma, antes de cerrar los ojos.
Bastaron algunos segundos, para que una luz morada apareciera, y esta adquirió la forma de una lanza.
-¡Lo hice!- exclamó la pegaso.
-¿Y...cómo la usarás si no tienes manos?- preguntó el equino.
Ante esa pregunta, la pegaso lo pensó durante unos segundos, antes de tomar la lanza con su boca.
-Ceo que agí- fue lo que dijo Yuuma, o al menos era lo que se le escuchó decir.
-Ok...- dijo Issei antes de ponerse en guardia cuándo los lobos se les acercaron un poco- Uf...esperemos que esto salga bien.
Y bueno, hasta aquí el nuevo capítulo.
Espero que les hay gustado, les mando un abrazo psicológico y nos vemos...hasta la próxima.
Cuídense mucho.
Chau, chau.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro