VS Tarvos, The Avenger
En la residencia Hyoudo, los que se quedaron esperando a los que fueron tras Irina vuelvan, solo sabían que esperar era lo que les quedaba. Pero no era que les gustara.
Es cierto, se habían acostumbrado a tener que actuar al saber que algo malo estaba por pasar. Por lo que era más que obvio que estaban con sentimientos encontrados.
-¿Nada? – Venelana había bajado del piso superior, para preguntar a los presentes si... - No deben tener esas caras.
-No es eso mamá. Es que... es complicado estar sentado sin hacer nada. – Rias se sobó las cienes, sabiendo que... - Nuestra amiga debe estar muy confundida.
-Es algo que siempre pasa. – Celestia miró por la ventana cercana. – A veces... las emociones te juegan en contra. Pueden llevarte a hacer cosas que no habrías hecho en primer lugar.
-Pero... eso no hace que todo sea más fácil maestra. Irina siempre ha mostrado ser la alegre del grupo, luego de Pinkie. Y pensar que... - Twilight negó con la cabeza. No lo asimilaba bien del todo
-A veces... es mejor sacar todo lo que sientes. – Luna miró a los jóvenes, con algo de entendimiento. – Sentir es algo que no puedes negar en tu ser. Que... no importa lo que hagas... siempre habrá emociones en tu ser. La ira... la envidia... Pero... a veces, para ver lo que estabas haciendo, es sacarlo de tu sistema. Y podrás ver las cosas de nuevo con claridad.
-... Es como una neblina. – Sunset sabía de que hablaba. – Los celos... la ambición... te nublan el juicio. Te hacen pensar cosas que antes no habrías pensado. Que antes no habrías... hecho. – Y ella lo sabía. - ¿Cree que Irina pueda olvidar todo lo que siente si...?
-Olvidar... No. Se quedara con ella lo que sintió. Pero puede aprender de esta experiencia. Claro... siempre y cuando todo salga bien. – Celestia era realista. Irina no abandonara lo que siente sin...
Fue en eso, que todos los presentes sintieron una nueva y poderosa presencia. Una que era similar a la de...
-¡Esta presencia es de...! – Fay se puso de pie y fue a la ventana, para ver que... - Oh no...
Ella y los demás miembros de la Onda fueron a ver que...
-Parece que no pudieron evitarlo.
-Era de suponerse... es...
-Dios... ¿Ahora qué...?
Akeno, Ayane y Ray reconocían esta presencia. Porque era la misma que ellas tienes. Sunset miró el mismo lugar y... Sabía que Ise y el resto no la iban a tener fácil. Si desean salvar a Irina, deberán de pelear... y eso es algo que no estaban seguros como afrontar. Porque... era Irina. LA última persona con la que pensaron que pelearían.
-Solo espero que Xenovia pueda... - Asia sabía que su amiga quería mucho a Irina. No lo decía.. pero se veía como actuaban. Como... es que trataban entre ellas.
-Solo queda creer en ellos. – Rossweisse soltó un suspiro, al mismo tiempo que Kurama daba un ladrido. – Si... debemos quedarnos de reserva en caso... algo salga más.
Si... La dimensión de bolsillo que se creó, no afectará en nada a la ciudad. Pero... deben estar alertas, en caso deban moverse a defender el lugar. Era lo que debían de hacer. Era lo que les quedaba... lo que les había tocado esta vez.
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De vuelta con el Sekiryuutei, Xenovia y el equipo RWBY...
Ellos miraban al ente que estaba en frente de ellos. Tarvos parecía estar lista para atacar. No sólo ello... se sentía que su poder era increíble.
-Debe de ser una broma.... ¿¡Tiene acceso a casi todo su poder!? – Las palabras de Skeith hicieron que el Sekiryuutei sude frío. ¿Era broma...?
No... No lo era. Todo su ser podía sentir el enorme poder que Tarvos estaba emanando. Era tal... que sentía que su cuerpo se quería doblar por la presión. SI él estaba así... el resto... Notó como las demás trataban de no dejar que sus rodillas desistan. Solo Xenovia, quien ya tenía a Ex Durandal con ella, parecía no tan afectada. Pero era más por el aura de la espada, que por voluntad propia.
[¡Ahí viene!]
El grito de Ddraig hizo que todos alcen la vista. Tarvos agitó sus alas y de estos salieron como si fueran pequeños dardos, aunque de pequeños no tenían nada, de luz. Todos estos fueron hacia ellos. Ise activó su Balance Breaker, para luego alzar vuelo tomando a Weiss y Yang, las menos rápidas, para luego gritar.
-¡Muévanse!
El grito bastó para sacar a todos de su estupor. Ruby se movió con su velocidad, dejando solo pétalos de rosas en su camino, Blake creó clones cargados con magia eléctrica para poder moverse rápidamente de ahí. Con Xenovia aprovechando la velocidad de su Evil Piece.
Cuando los dardos de luz impactaron el suelo donde ellos habían estado, estos explotaron con fuerza, creando lo que parecía ser un cráter de mínimo 1 metro por dardo. Si había lanzado lo que parecían ser 30 dardos... Ok. Eso puede ser malo si les dan la mayoría de esas cosas.
-No me gusta como va esto.
-Ni a mi Yang... ¡Ya bájanos!
-Oh. Perdón... - El Sekiryuutei vio que ya estaban a salvo... Ok, quizás no. - ¡Oh vamos!
Ver de nuevo como Tarvos lanzaba los dardos de energía, solo le hizo entender que estaban en un embrollo grande. Le importó poco la incomodidad de sus amigas y cambió a Alfa Stardust Dragon para moverse con más velocidad mientras esquivaba los ataques de Tarvos.
En el suelo, tanto Ruby como Blake sabían que él las podía cuidar, hasta que pueda ver la apertura de atacar de nuevo. Ambas notaron como Xenovia parecía dudar en moverse... en atacar. Claro, es de esperarse. La chica que estaba ahí, dentro de Tarvos, es su amiga.
-¡Reacciona! – Blake le gritó al mismo tiempo que preparaba su arma. - ¡Debemos salvarla de ella misma!
Si... Es verdad. No era momento de ponerse a dudar. Xenovia sacó del compartimiento de Ex Durandal a Excalibur Rapidly, para ayudarla a moverse a una velocidad mayor. Y con eso...
-¡Al ataque! – Ruby dio la orden de atacar.
La chica se movió con velocidad por el suelo, disparando varias veces hacia Tarvos, quien sintió los impactos en su espalda. El ente miró con molestia a la enana esa... la iba a atacar de nuevo con sus dardos de luz. Pero en eso, sintió como otros impactos le daban en el costado. Notó que era Blake... esa Hanyou molesta. Estuvo a punto de atacarla como a la otra. Pero...
Alzó sus alas y bloqueó el ataque doble de Xenovia con ambas espadas. Si bien la onda de energía de Durandal era increíble... no movió ni centímetro de Tarvos, quien estaba firme gracias a sus alas.
-Que buen intento. Pero... Es inútil.
Agitó dichas alas y mandó a la chica al suelo, quien sintió como el mismo aire era pesado. ¿Tanto era su poder? Notó como Ruby saltó para atacarla con su guadaña, pero Tarvos se movió hacia abajo, dejando que la chica pase de largo. En eso, Blake saltó hacia ella con su katana para atacarla, pero Tarvos solo se volvió... una sombra en el suelo. ¿Qué demo...?
-¡Eso fue...!
Ruby miró el suelo con preocupación. Notó en eso algo que no le gustó nada. Ver como de la misma sombra, Tarvos mandó sus ataques hacia Blake. La chica se movió con velocidad y logró sacar a su amiga de ahí. Aunque las explosiones de los dardos si las alcanzaron.
Xenovia vio como ambas chicas cayeron al suelo con algunas quemaduras en sus cuerpos. ¿Tanto poder tienen esas cosas? Supo que debe moverse y atacar, pero Tarvos sigue escondida en su sombra y... Era absurdo. Puede usar luz y oscuridad... ¿Qué tan justo era eso?
Pero alzó la vista al ver como Yang daba un golpe al suelo, logrando agrietarlo y destrozarlo... la sombra de Tarvos se vio inestable en medio de los escombros, lo que la hizo salir de su escondite a toda velocidad. Dejando que esté lista para otro ataque hacia ella...
Y este vino como una ráfaga de varios hechizos por parte de Weiss, quien estaba sobre el dragón que puede crear con su magia. Los impactos hicieron que Tarvos use una de sus alas para poder cubrirse del daño. No sólo ello... Weiss hizo un movimiento de mano para hacer que los círculos cambien su diseño, dejando que...
-¡Ataca!
La chica sabía que era una buena oportunidad. En medio del aire, algo descendió con velocidad. El Sekiryuutei con su Modo Omega estaba volando a través de esos círculos, acumulando el poder en su puño derecho.
-Inteligente. – Tarvos lo admite. Estos niños son astutos.
[Beta Knuckles Online]
Los puños de la armadura cambiaron. La energía acumulada en el puño derecho y demás, fue lanzada hacia Tarvos. Quien usó su otra ala para defenderse de un ataque total.. Pero...
[PENETRATE]
La tercera técnica de Ddraig logró hacer que la fuerza del impacto fuera directo al cuerpo de su oponente, a pesar de que las alas escudo lograron bloquear el golpe. El ente sintió el poder... la fuerza del ataque la mandó hacia atrás. Ese momento fue aprovechado por la rubia y la espadachín.
Ambas saltaron al mismo tiempo, se posaron sobre Tarvos, quien aún no se había recuperado del daño del ataque, para recibir un corte cargado de luz de Xenovia y un golpe cargado con fuego de Yang. El impacto doble, bastó para que al fin caiga al suelo.
El Sekiryuutei sacó su rifle para atacarla, aprovechando que estaba en un momento de debilidad... pero al ver que esta se hundía en la tierra, volviéndose de nuevo una sombra. Ok... eso puede ser molesto.
-¡Oh vamos! ¡No es momento para que se ensombrezca!
-Dejando de lado la mala broma... - Xenovia preparó su arma. - ¿Dónde...?
-Veo que en verdad son tan hábiles como los recuerdos que tengo. – Tarvos habló desde las sombras. Haciendo que todos se pongan alertas.
-¿Por qué estas obligando a Irina a hacer esto? – Ruby tenía su arma lista, mirando a todos lados.
-¿Obligar? – La voz de Tarvos hizo que la chica agité su guadaña hacia atrás. Pero le dio a nada. – Entienden mal mis motivos.
-¿Cuáles motivos? – Blake sentía que con esa habilidad, Tarvos podía salir de donde sea y atacarlos. - ¿Qué ganas?
-En quitar la venda de los ojos de todos ustedes. ¿En verdad creen en la justicia? Por favor... ni ustedes se creen ese cuento. – la voz de Tarvos seguía presente... como un susurro. – Todos aquí tienen deseos de venganza. NO me mientan... lo puedo sentir.
-¿Así...? ¿Qué te hace creer eso? – Weiss retó al ente, pero al verlo en su cara. - ¡AH! – agitó su estoque, tratando de darle. No sirvió. No había nada...
-Jejeje. Tú eres un caso, pecho plano.
-¡Hey!
-Escondes tus deseos de venganza, en tus deseos de limpiar el nombre manchado de tu familia. Un nombre de tanto prestigio... dotados de magia única, magia de creación astral... Algo único. Pero... quien deseas destruir, es a tu padre. Si... el hombre que se casó con tu madre solo por el poder... no por amor. Hija de una relación sin amor. Que triste. No sólo eso... tus hermanos... quieres vengarte de ellos, porque heredaron lo que tú no. Talento y carisma... de tu madre... una alcohólica quien nunca te dio un beso de cariño. Que triste.
-¡Cállate! – La chica mandó una ráfaga de ataques mágicos, pero la sombra en el suelo solo... se movía. - ¡No huyas!
-¡Weiss, está jugando contigo! ¡Debes...! – Blake trató de calmar a su amiga, pero Tarvos apareció al lado de ella. - ¡Ah!
-Tú... eres un caso curiosito. Una Hanyou que buscaba igualdad. Pero al final... cometió crímenes.
-Yo...
-Je... Lo veo tan claro. Antes... querías venganza contra los humanos. Luego contra la organización a la que serviste con ese tipo. Luego querías venganza contra el hombre que creíste amar, pero que pisoteó tus sentimientos. Luego contra todo lo que haga maldad... Aun ahora, solo eres una vengadora que jamás logra sus metas, Blake.
-¡NO! – Blake le disparó a Tarvos, quien desapareció. Ella parecía divertirse con lo que estaba haciendo.
-Rayos... - Yang vio a Tarvos en su cara... viéndola con tal intensidad.
-Tu caso es... diverso, Yang. Se ve que... quieres saber porque tu madre de verdad se fue. Porque te dejo al ser solo una bebé. Pero... A su vez, quieres hacer que pague por lo que hizo. Quieres... vengarte de tu padre. – La rubia abrió los ojos con horror. – Por dejarte a ti y tu hermana... Por hacer que de niña... aprendas la responsabilidad de cuidar de otros... Por sentir que al verte... ve a la mujer que lo dejó... de que ve a tu hermana... y ve a la mujer que murió. Tanto fue eso... Que te acostaste con el primer idiota que te dio cariño.
-¡Cierra la boca..! – Yang lanzó un golpe al aire, uno que no dio a su objetivo. - ¡Maldita!
-Yang... - la chica vio como su hermana contenía las lágrimas... Este ser... - Nos está desconcentrando sacando lo que no...
-No quieren aceptar, ¿No? – Ruby se tensó al ver a Tarvos a su lado. – Je... ganar con fuerza bruta, no es lo mío. Me gusta ver como se ponen así... furiosas... de ver que su verdad es peor de lo que creen. Que todos desean venganza... ¿No Xenovia? – La pelizaul se detuvo, ¿Cómo supo...? – Era de esperarse... somos amigas.
-¡Tú no eres mi amiga! ¡No eres...!
-Soy Irina... ahora lo soy. No lo niegues... Oh Xenovia... tan llena de dudas. Tan llena de miedo. De envidia... No siendo capaz de saber que hacer con su vida. Tú... deseas venganza... Contra la misma organización que te engañó. Como mi otra yo. Deseas matar al que mató a Angelina... Eres una hipócrita en querer detenerme.
-¡Yo no...! ¡Eso...!
-Y tú Ruby... Tan dulce y tierna. Pero tan llena de rabia y deseos de venganza. Porque... Dejaste al que mató a tu mamá, lastimó a tu hermana y destruyó tu vida... en este mundo. Solo para que sufra como se lo merece. – La chica tembló... incapaz de... poder decir algo para refutarla. – Porque... deseabas hacerlo sufrir. La muerte hubiera sido tan... banal. Que sufra en vida... esa es la mejor de las venganzas.
-... No... Yo... ¿Acaso...? – Ruby sintió las lágrimas salir de sus ojos.
Xenovia agitó su espada, tratando de darle a Tarvos un golpe, pero ella salió del suelo y voló hacia el cielo. Poniéndose al frente del Sekiryuutei. Este la miraba con calma, sabiendo que el juego era...
-¿Qué hay de ti amor? ¿Deseas que te diga de quien deseas vengarte? – Tarvos habló con la voz de Irina, tratando de tocar los nervios de Ise. - ¿Debo decirte lo que ya sabes?
-Deja los juegos Tarvos. No te servirá de nada.
-¿No? Mira como quedaron todas ellas. Les dije sus verdades... y no lo han negado. Ese es mi talento... capaz de entender a las personas. Ver sus emociones que generaron su deseo de venganza interno. Es tan reconfortante verlo. Tanto.. que siento que no basta. ¿No lo ves? Al final... todo se basa en la venganza. ¿Deseas mejorar en algo? Lo haces en venganza por algo que salió mal o contra alguien, para no perder. Todo... siempre se genera por un interés personal. La venganza... es así. La justicia... solo es un modo bonito de aplicarla.
-¿Y qué...? – las palabras del Sekiryuutei sorprendieron a Tarvos y al resto. – Si. Yo también deseo venganza contra el ser que me quitó a mi familia. Pero no por eso estoy dejando que mi ira me domine. De algo sirve haberme hundido en la Ruina. Porque me enseño una cosa.
-¿Así..? ¿Qué...? – Sonó burlona, pensando que estaba diciendo tonterías.
-Que no importa las veces que toques el fondo... siempre hay un modo de salir de esta. Subir. – El Sekiryuutei apuntó con su rifle a Tarvos. – Irina... Sé que estas sufriendo. Que te duele... Pero no por eso debes dejar que te hundas en un camino que te destruirá.
La chica en el interior de Tarvos, no dijo nada. Estaba en silencio... estaba... Sin palabras. No esperó que Ise le diga esas cosas. No... No esperó que él, de entre todas las personas...
-Sientes que no te apoyo. Pero no es así. LO que hago... es evitar que te conviertas en lo que quieres destruir. – El Sekiryuutei se puso en guardia y... - Si tengo que usar la fuerza... ¡Que así sea!
-¿¡En serio te crees eso!? ¿¡Acaso sigues sin aceptar tu propia oscuridad!?
-... Aceptarla... es lo que nos hace mejores. Porque nos permite cambiar. A todos.
Esas simples palabras, parecieron mover algo en las que habían sido afectadas por Tarvos. Mientras que ella, se mostró molesta. Tarvos creó de su espalda, los que eran 9 estacas. Estas se separaron de ella y empezaron a volar alrededor.
El Sekiryuutei vio con cuidado lo que estaba por pasar. Lo que no esperó, fue ver como una de las estacas iba hacia él de una manera más que anormal. Esa trayectoria... ¿¡Que demonios!?
Ise esquivó el segundo, luego el tercero... Ver el cuarto ir hacia su pecho le hizo sacar sus espadas y destrozar la estaca con facilidad. Repitió el proceso con la quinta y la sexta. La Septima la esquivó para lanzar una onda de corte con Ascalon y la octava la hizo pedazos con una patada. La novena... la hizo pasar de largo.
-Nada mal... Pero... - Tarvos mostró que las 4 estacas que no destruyó, estaban flotando alrededor de ella. - ¡Debiste ser más listo! ¡Stake of Death!
Las 4 estacas se energía se juntaron en una más grande y se lanzó a toda velocidad contra el Sekiryuutei, quien al ver eso... supo que estaba... en problemas....
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Aumentó todo lo que pudo el factor defensa, alzó sus brazos en su forma, creó escudos de sus gemas y apretó los dientes. Y aun con todo eso, la estaca destrozó toda defensa. Ise sintió el daño en su cuerpo... cayó en picada al suelo, mientras sentía que su cuerpo trataba de mantener sus órganos funcionando.
-Es un ataque de luz... Tu afinidad con la oscuridad lo hace letal. – Gracias por la advertencia tardía Himmel.
En eso, Tarvos se preparó para seguir atacando. Pero... La onda de energía santa que le pasó cerca la detuvo. Vio a Xenovia agitando a Ex Durandal, su mirada denotaba que... no dudaba.
-Tú...
-Si... Quiero venganza... Pero... Yo... ¡No quiero perder a mi amiga por algo así!
Las palabras de Xenovia hicieron que Irina en el interior de Tarvos la vea de un modo... que no entendía. ¿Qué no lo ve...? ¡Quiere hacer justicia! ¡Quiere...!
-¡Quiero evitar que más gente sufra lo que ella!
-Pero... No significa que debas dejar que tu odio te consuma. – Weiss estaba sobre su dragón astral, el cual exhalo llamas del mismo tipo, haciendo que Tarvos retroceda. – Si... ¡Ya no me importa el pasado!
-¡Es el presente lo que vale y lo que debemos proteger! – Blake apareció al lado de Tarvos... ¿De donde...? Salió del dragón... ¡Lo había usado de transporte para acercarse a ella! - ¡SI, queremos desquitarnos por varias cosas!
La chica soltó toda su munición en la cara de Tarvos, quien sintió como cada bala que le impactaba creaba una explosión. Se liberó de las esposas que tenía sus manos sobre ella y selladas, para luego moverlas para tratar de atrapar a la chica. Pero ella sonrió y dejó en su lugar un clon de fuego. Uno que explotó bien el ente lo tomó con sus manos. Eso la hizo retroceder, mientras la chica iba hacia abajo.
Yang por su lado, corría en medio del destrozado suelo. Vio a su amiga caer, pero sacando de sus bolsillos algo. Vio a Yang y se lo lanzó. Ella supo que era. La rubia lo tomó y dio unos saltos, usando los sistemas de sus guantes para impulsarse hacia arriba varias veces, mientras esquivaba los dardos de energía.
La chica esquivó la mano de Tarvos, que la quería atrapar, con un disparo de su guante que la ayudó a último segundo. Luego dejó varias bombas pequeñas en todo el brazo mientras corría por el brazo de Tarvos.
-¡Tú!
-¡Si! ¡Lo que hice antes fue por despecho, pero ahora pienso las cosas mejor! ¡De eso se trata equivocarse! – La rubia le lanzó una granada de luz en la cara a su oponente. - ¡Y soy mejor ahora!
La explosión de la granada afecto tanto a Tarvos como Irina, ambas gritando por el fastidio en los ojos. Pero era la castaña la que estaba estallando en rabia. ¿¡Como...!? ¿¡Como es que...!?
-¿¡Por qué!? ¡NO ganan nada deteniéndome! ¿¡Por qué quieren evitar que traiga justicia a las víctimas de ese bastardo!? ¿¡POR QUÉ!?
-Porque... - La voz de Ruby hizo que Tarvos voltee. Los ojos de la chica brillaban de un modo que... - Eres nuestra amiga. – Desapareció de la vista de todos y reapareció de nuevo en el suelo. Agitó su arma y varios cortes aparecieron en el cuerpo de Tarvos. Quien se resintió. - ¡Y no vamos a dejar que te pierdas en tu oscuridad!
-... ¿Perderse? Tonterías... Ustedes... ¿¡Creen que sus palabras tienen algún peso!? – Tarvos expulsó energía. Los cortes en su cuerpo desaparecieron, se había curado. - ¿¡Creen que con decir cosas bonitas cambiaran lo que sienten y piensan!?
-No. ¡Pero al menos les haremos frente para ser mejores! – Ex Durandal brilló con intensidad. Estaba dejando salir todo el poder de la espada, al diablo la limitación. - ¡No para ser peores personas!
Xenovia agitó la espada y creó lo que era una onda de corte del tamaño de Tarvos, quien recibió el impacto en sus alas, las cuales ahora eran escudos... Se vio como Tarvos retrocedió un poco por la onda de corte. El enorme poder de Ex Durandal era más que increíble. Pero... no bastaba.
Agitó sus alas y la energía fue disipada en partículas de luz, las cuales se quedaron en el aire varios segundos. Se veían marcas en Tarvos del daño que le generó lo último. ¿Cómo...? ¿Cómo es que... se recuperan tan rápido? Las atacó donde sabe no pueden defenderse... Pero aun así... ¿Era esta la determinación que ganaron al ver la crueldad en este mundo?
... No. Que tontería. ¡No puede ser que se hagan más fuerte por algo así! ¡Es absurdo! No puede dejar que... ¡Que unos niños destrozados le digan que debe creer!
En medio de su cuerpo, creó una gran esfera de energía. Una que era de la mitad de su tamaño. Apuntó a las chicas, quienes se prepararon para lo que sea eso... Pero... Esquivarlo... Esa si sería una hazaña.
-¡Orb of Revenge!
El ataque salió disparado hacia ellas, pero en medio de su trayecto fue impactado y retenido por una ráfaga de energía de color carmesí con rastros de fuego. El impacto de ambos ataques duró segundos. Hasta que la explosión se generó. EL dragón de energía de Weiss actuó como escudo para que la explosión no las afecte.
Cuando esta acabó, las 5 chicas vieron como el Sekiryuutei caminaba a paso lento hacia ellas. Las llamas del Omega Burst y los Wyverns en su cuerpo, que mostraban que estaba usándolos para sacar más poder de este modo.
-¿Cómo...?
-Crees que sabes todo de nosotros Tarvos. Que la oscuridad que tenemos solo nos lleva a la Ruina. No... Puede servir como combustible para algo más... para ser más fuertes. Para ser... mejores. Ese modo de ver las cosas... ¡Es lo que hace que nos subestimes a pesar de tu gran poder!
EL Sekiryuutei estaba listo para seguir luchando. Las chicas... sus amigas sonrieron al verlo. Si... quieran admitirlo o no. Un poco de oscuridad, no es malo. Tampoco lo son sentimientos como la ira o la venganza. Si los sabes usar... pueden servir para mejorar. Para... no ser lo que Tarvos dice que todos son. Gente que deja que su oscuridad los destruya y los cambie para mal.
-¿¡Eso crees!? ¡Demuéstralo!
-Eso haremos Tarvos... ¡Y verás lo errada que estas! ¡Tu otra yo no debe ser víctima de tu mente cerrada! – Skeith le dio más poder a las llamas del Sekiryuutei, las cuales crecieron.
[OMEGA BURST] [X5]
Las llamas del Sekiryuutei crecieron al mismo tiempo que 5 de los Wyverns dejaron su cuerpo y se posaron al lado de las chicas. Listos para ayudar en darles más poder. Y así fue, las 5 chicas sintieron como los Wyverns les daban más poder a través del Transfer.
Eso bastó para que Tarvos reaccione y lance de nuevo los dardos de luz hacia ellos. Pero esta vez, estaban listos.
El Sekiryuutei apuntó con su rifle y se deshizo de la mayoría de los rastros del ataque, mientras que Ruby y Xenovia corrían hacia el ente a toda velocidad. Una usó el poder de Ex Durandal, mientras que la otra usó la versatilidad de su arma para atacar varias veces a los dardos para alejarlos o eliminarlo.
Al mismo tiempo, Weiss creó varios círculos mágicos, de los cuales lanzó ráfagas y ráfagas de magia hacia Tarvos, quien voló para esquivarlos. Pero lo que no esperó fue ver a Yang a su lado. La chica le dio un golpe en toda la cara con su mano mecánica y sumado al Penetrate que el Wyvern le dio, Tarvos sintió el impacto en todo su poder.
No sólo ello, sintió como algo de aferraba a su ala. Vio a Blake, quien clavó su katana en la superficie donde estaba aferrada para luego dejar adherido a las alas... bombas pequeñas. Eso puede doler.
La Hanyou saltó y se alejó del ente, mientras Yang le dio una patada final para usar la cara de impulso para que el Sekiryuutei la atrape y se vayan de ahí.
-¡Gracias guapo!
Antes que Ise pueda decir algo, se vio como las explosiones pequeñas en el ala derecha de Tarvos, la hicieron perder el equilibrio o el sentido del vuelo. Algo que Xenovia no desaprovechó en usar, así como Ruby.
Ambas chicas asintieron para luego correr hacia Tarvos, quien sintió como esas dos se les acercaban. Creó de nuevo las 9 estacas de energía para lanzarlos finalmente hacia ellas. Pero lo que no esperó, fue ver como el Dragón Astral que Weiss creaba se metiera y dejara que las estacas lo atraviesen.
-¡Ngh! – la peliblanca se arrodilló. Sintió el impacto, de modo astral... sangre salió de su boca por el dolor, más que el daño. Debía agradecer al Wyvern que la había apoyado en todo esto, para soportar esto. Pero... - ¡Corran!
No había duda... debían de seguir... no deben de perder la oportunidad que tienen. Es lo que... Deben de aprovechar. Y ambas chicas siguieron su camino hasta estar a unos pasos de Tarvos, quien estuvo a punto de atacar de nuevo. Solo que no esperó lo que vino. Sintió de nuevo el impacto en su abdomen... ¿¡Quien en su sano juicio lanza a una persona para dar más fuerza en un golpe!? Ellos por lo que ve...
-¡Sorpresa muy inesperada!
-¿¡No es una redundancia!?
-.... OH. – Yang no supo que decir ante lo dicho por su oponente. Tenía razón...
-No es el momento. – Blake apareció al lado de Tarvos, sobre la parte que sostiene sus brazos. – Pero... Vale como distracción. – La Hanyou sacó de su bolsillo algo que no le gustaba... - ¿Te imaginas lo que es tener un dispositivo eléctrico hecho para matar seres sobrenaturales de tu tamaño? – Lo puso en medio de las esposas y...- Espero que te guste. Fue repotenciado por el poder de Ise.
-¡Esto no va...! – Tarvos sintió como la electricidad la recorría a una velocidad y fuerza que... - ¿¡Que demo...!?
El Sekiryuutei atrapó tanto a Blake como a Yang, impidiendo que caigan al suelo. Se alejó un poco en el aire para ver como Tarvos parecía quejarse del dolor. Como... Se retorcía. Debe de admitir que es interesante.
-Se ve que tu amiga no será la más fuerte... pero sabe aprovechar sus recursos. Una asesina de verdad... - Himmel se mostraba impresionado. – Prepárate. Tarvos ya debe de estar por perder la paciencia.
Y así fue... Tarvos dejó salir una onda de energía que la liberó del ataque eléctrico, pero... Sintió el corte en su espalda por parte de Xenovia y luego como Ruby cortaba una de sus alas, dejando una enorme marca. Ambas se quedaron cerca de ella, mostrando que no le temen. Tarvos estaba harta de esto.
-¡No sirve! ¡No pueden derrotarme! – Cargó poder, lista para hacer otro Orb of Revenge. - ¡Todo es inútil!
-No... No lo es. – Xenovia puso su mano en el compartimiento donde estaban las 7 Excaliburs. - ¡Porque es para salvar a mi amiga de su oscuridad!
Tarvos ignoró el brillo del compartimiento y lanzó de nuevo su Orb of Revenge hacia ambas chicas, sin importar lo que pase. Pero lo que no esperó ella ni nadie, es ver como Xenovia tomaba los 7 destellos de las espadas en su mano izquierda y estos se juntaban en su mano para... crear algo.
Xenovia dio un corte con la nueva espada, el cual desvió el ataque de Tarvos, ante la sorpresa de todos. A un lado dejaron la explosión del ataque... a un lado quedó que lograron sobrevivir. Lo que importaba era... la espada en la mano de Xenovia.
Era un arma bella... muy bella. Su metal era de un dorado tan intenso que brillaba por su cuenta. Además de que su mango estaba conformado por tonos celestes y plata. Esa espada... ¿Era posible...?
-Me quitaría el sombrero, si lo tuviera... ¡Recreó a Excalibur!
Himmel no lo podía creer. Era el arma legendaria que Elohim creó con ayuda de varios alquimistas... el arma, que fue justamente, la única de todas las espadas santas, que estaba al nivel de Oathkeeper en poder sagrado. Pensar que la chica... Debió ser su deseo de salvar a Irina de la oscuridad que... sumado a que las espadas han estado tanto tiempo juntas en ese compartimiento, que esto ha pasado.
-Woah... Que genial... - Ruby miraba la espada con un brillo intenso. Ya se imaginaba de lo que estaba hecha. Lo que podía hacer... lo que...
-¡Céntrate Rubes! ¡Luego te la presto!
-¡Oh, si!
Xenovia lanzó una onda de corte combinada con Ex Durandal, haciendo que el poder del ataque sea mayor. Tarvos uso sus alas para protegerse, solo que esta vez si le costó resistirlo. Por lo que esta vez si fue mandada hacia atrás, algo que Ruby no perdió la oportunidad de usar. Los ojos de la chica brillaron, lo que le hizo ver el lugar donde... sabe puede dar más daño.
Saltó y agitó su guadaña hacia el abdomen de Tarvos, quien sintió como el filo del arma si la lastimó. La chica usó su velocidad para irse de ahí, dejándole a Weiss la oportunidad... atacar con magia.
La peliblanca creó una gran variedad de círculos mágicos. Todos con el símbolo de su familia... no sólo ello. Le dio un toque personal. En medio de estos, aparecieron marcas de runas y otros lenguajes de tipo mágico, mostrando que ella no se estaba centrando en solo una cosa... Sonrió al saber que su padre y hermana lo pueden considerar sacrilegio a las enseñanzas de su familia... pero... Esto es lo que le gusta. Innovar.
Comandó el ataque con un grito y cientos de ataque mágicos dieron en el cuerpo entero de Tarvos, quien retrocedió por la fuerza de los ataques. Lo que si era la cereza del pastel, era ver como el Sekiryuutei volaba hacia ella y cargaba poder en su puño derecho.
Trató de atacar con una de las estacas de energía, pero no pudo crear ni una. Y recibió de nuevo el golpe del Sekiryuutei, haciendo que al fin vaya al suelo. Tarvos no lo podía creer... ella... en el suelo. A manos de unos humanos... unos mortales. Solo uno la había hecho estar así. Y era distinto... Porque su poder venía de sus iguales. Pero estos chicos...
-¿No lo ves Tarvos? ¿Crees que solo la oscuridad hace a uno peor? – Era la voz de Skeith... - Puede que sea así la mayoría de las veces. Lo he visto. Pero a veces, la oscuridad puede servir como un catalizador para sacar lo mejor de uno. Sacar eso... que creías que no tenías. Si... lo negativo te hunde. Pero a su vez... te hace mejorar.
... ¿Mejorar? ¿Se puede mejorar de la negatividad? ¿Cómo es posible algo así? ¿Desde cuando los humanos pueden mejorar de algo tan malo? ¿Qué incentivo es ese...? No... NO quería creer que eso era posible. Porque de serlo... Sería admitir que... todo lo que creyó... Es mentira. NO.
Ese pensamiento, logró hacer que algo dentro de ella se rompa... Al diablo las consecuencias... NO puede admitir que esta equivocada. Porque si es así... entonces... ¿Lastimo a su otra yo para nada?
La energía alrededor de Tarvos pareció perder su estabilidad. La energía rosa parecía estar distorsionada. Al mismo tiempo que ella se alzaba al aire dando un grito de rabia... Algo que llamó la atención de todos. El Sekiryuutei pudo ver que...
-OH no... perdió el control.
-¿A que te refieres?
[Es algo que puede pasar con los miembros de la Onda. Si bien el estado Avatar es el poder del ente liberado, tiene un control. Y ahora... Tarvos lo perdió] – La explicación de Ddraig solo sirvió para subir el nivel de nerviosismo en todos. Debía de ser una broma.
En medio del aire, Tarvos estaba en un frenesí total. Una lucha de sus ideas con las pruebas... ¿Qué estaba mal?
-¡Tarvos! ¡Tarvos, cálmate!
-¡No digas que me calme! ¿¡Es verdad!? ¿¡Todo lo que he hecho ha estado errado!? ¿¡Lo que he creído!? ¿¡De que sirve la negatividad y la oscuridad si no es para hundir a las personas en la miseria!? ¿¡Hice mal!? ¿¡Te herí por nada!?
Irina, en el interior de Tarvos, solo se quedó en silencio... ¿Acaso...? ¿Era esto lo que trataban de decirle? Si... Tarvos siempre ha tratado de hacer que se rinda a sus sentimientos de venganza. Pero... a su vez... se preocupaba por ella. ¿Creía que estaba haciéndole un bien en decirle que esto estaba bien? ¿Qué la venganza estaba bien? Quería... que dejara de dudar y de sufrir. Y por eso le dijo todo eso... ¿Para que deje de sufrir? ¿Qué lo mejor era aceptar la oscuridad y hundirte en ella en vez de afrontarla?
-Tarvos...
-¿¡Esto es lo que ellos entienden!? ¿¡Lo que tú entiendes, pero te quite con mis palabras!? ¡Yo no...! – la energía en el cuerpo de Tarvos se salió de control.
-¡Tarvos! ¡No! - ¿Qué podía hacer...? No puede dejar que se pierda en... su oscuridad. – Oh Dios... ¿Qué he hecho...? – Se dio cuenta que... Tarvos estaba pasando lo que ella. Una crisis de existencia. Lo que creía se había destruido... y eso la hizo estallar. En perder el control.
Ella... desde niña creyó siempre en la ley de Dios. En la justicia de sus palabras. Que... no importaba lo mal que estaba todo. Si dabas algo, la vida de lo devolvería con la mejor de las intenciones, si es que lo hacías de corazón. Y ella... ¿Cómo es que dejó que esto escalara a este punto? ¿Cómo pudo dejar que su ira la nublara tanto como para atacar a sus amigas y a quien ama? ¿¡Cómo pudo caer tan bajo!? ¿¡Cómo no pudo actuar como siempre lo ha hecho!? ¡Debió tratar de entender a Tarvos y de ayudarla a cambiar! ¡Ahora ambas estaban hundidas en este embrollo!
-No... No merezco ser un ángel... ¡Soy una estúpida! – Sabía que lo era... Tarvos tuvo su influencia, pero ella fue la que actuó al final. Debió ser más firme... ¿Cómo pudo dejar que lo que dijo que jamás haría, la nuble? Ella no... - ¡Tarvos, escúchame! ¡No tiene nada de malo lo que has hecho, solo creías en lo que siempre fue lo que te dictó! ¡No es tu culpa! ¡Es mía por ser tan débil!
Pero Tarvos ya no la oía. Dio un grito de rabia y que demostraba que había perdido el control. Su cuerpo se movió y mostraba que estaba atacando de modo automático. Eso hizo que los jóvenes salten para esquivar el ataque de las estacas que uso, pero estas al impactar el suelo, explotaron, haciendo que todos salgan volando hacia distintas direcciones.
-¿¡Que pasó!? – Yang se tomó la cara al sentir sangre salir de esta. - ¡Sus ataques son más poderosos ahora!
-Esto es malo. Tarvos entró en un modo Berserker... Le permite usar más poder, pero a este paso... tanto ella como la chica serán destruidas. Jamás pensé que eso le pasaría. Ver la determinación de ustedes en medio de todo lo que dijo... La hizo perder la cabeza. ¡Hay que detenerla!
Al oír eso, el Sekiryuutei gritó lo que pasaba. El resto al oír eso, les hizo entender que ahora estaban en una batalla contra el tiempo. Deben de ser precisos y veloces. No pueden perder un solo segundo. Por lo que Ise hizo lo que debía. Llamar de nuevo a los Wyverns a su cuerpo y...
[OMEGA BURST] [X10]
Las llamas salieron de su cuerpo con mayor intensidad. Haciendo que el resto se cubra la cara. Alzó la cara, vio a Tarvos lanzando los ataques a todas las direcciones habidas y por haber. En verdad había perdido el control. Tenía un plan... Pero le va a doler como los mil demonios.
[¡No te preocupes por eso! ¡Es nuestra única oportunidad! ¡Nos aseguraremos de que la parte que importa de la armadura quede ilesa para que ataques!] – Ok Omega... le dejara eso a él. Ahora debe de...
-¡Weiss, usa tu dragón para acercarse a Tarvos y que puedan atacar!
-¿¡Que estas pensando!? – La chica hizo caso sin rechistar, pero... - ¿¡Ise!?
-¡Síganme!
Alzando vuelo, el Sekiryuutei voló hacia donde estaba Tarvos, atacando, mientras era seguido por las demás en el dragón. Al ver eso, Tarvos atacó de nuevo con sus estacas y los dardos en lo que puedes llamar una lluvia de energía. E Ise sabía que eso no sería fácil. Sacó a Oblivion y Oathkeeper para bloquear y eliminar los ataques de Tarvos. Pero esa era lo que debía de hacer... Hacer que Tarvos ataque hasta el punto en que una apertura quede a la vista de todos ellos.
El Sekiryuutei siguió su avance, con sus amigas atrás suyo, aunque lograba darle a la mayoría de los ataques, algunos le daban. Y en su armadura se mostraba el daño del que era víctima. No sólo ello, se veía que estaba dando lo mejor de sí para evitar que algo las lastime. Y al ver que Tarvos creó de nuevo ese orbe de energía... Supo que era el momento.
Miró rápidamente a las chicas, quienes notaron lo que trataba de decir con la mirada.... Con que eso era. Vaya... era una locura. Un suicidio. Pero... Sabían que era lo único que les quedaba. Y de mala gana... aceptaron.
Tarvos lanzó su ataque, el Orb de Revenge, contra ellos. El Sekiryuutei voló más rápido para hacer un encuentro con el ataque... uno que no tardó en hacer su trabajo. La explosión creó una onda de energía, una que el dragón de energía pasó con sus ocupantes en su lomo. Pero ellas vieron como algo caía al suelo. El Sekiryuutei cayó al suelo con gran parte de su armadura hecha pedazos. Pero la oportunidad estaba dada...
El dragón siguió su camino, mientras que Skeith trataba de curar al muchacho. Aun le faltaba dar el paso final... morir aquí no era factible.
-¡Ataca! – Weiss ordenó a su dragón en atacar con una ráfaga de energía de su boca, una que dio en el pecho de Tarvos, quien se retorció del dolor. - ¡Es más susceptible en este estado! ¡No duden!
Con eso dicho, Yang y Blake saltaron sobre las alas del ente, luego de que el dragón pasó cerca de este. Ambas chicas sabían que deben de dar el mayor daño posible... y solo había un modo. La Hanyou sacó la última de las bombas personalizadas que tiene y la lanzó hacia Yang, quien medio de todo... saltó para tomarla. Giró y se la lanzó a Tarvos en la cara. La explosión hizo que el cuerpo superior de ella se vaya hacia atrás. Momento que ambas chicas no dudaron en atacar.
Blake saltó y luego Yang, la última tomando la mano de su amiga, quien la hizo girar varias veces en el aire con todo lo que tenía para lanzarla con fuerza en la cara. La parte dañada. El impacto del golpe de Yang bastó para rajar la cara de Tarvos.... La rubia empezó a caer al suelo, solo para que Blake aumente el tamaño de la rajadura en su cara con su katana. Para luego seguir a su amiga.
Aun no habiéndose recuperada... Tarvos fue víctima de lo que fueron cortes hechos a alta velocidad por parte de tanto Ex Durandal como Excalibur. Xenovia era ayudada por Ruby a moverse a esa velocidad. La más joven de las dos, sentía sus ojos sangrar, así como su nariz. Los impactos... los cortes de las espadas estaban dejando marcas en todo su cuerpo. Lo que la estaba haciendo gritar del dolor.
Ruby supo que no podía seguir más... y dándole a Xenovia el impulso final, la lanzó hacia Tarvos antes de caer al suelo. La ex exorcista sabía que su amiga sería atrapada por las que estaban abajo. Y eso le dio la oportunidad de no sólo volver al aire, sino de juntar sus armas para dar un corte final.
Y el ente no la iba a dejar. Alzó su mano para poder atraparla y poder evitar lo que estaba por hacer. Pero lo que no esperó, fue ver como el dragón se lanzaba hacia ella de un modo kamikaze. El impacto de la bestia hecha de energía la detuvo de su intento.
-¡Ahora Xenovia!
En el aire, Weiss le dio la orden a la chica, quien agitó ambas armas para dar un tajo en toda la cabeza de Tarvos, destrozando su máscara, además que la energía siguió su trabajo. Todo el cuerpo de ella ganó una marca vertical en medio de este, muestra del poder cortante de ambas espadas.
La demonio sacó sus alas y tomó a Weiss, quien caía para luego alejarse de Tarvos, quien trataba de moverse de nuevo. De obligar su cuerpo a hacerlo. Pero... Sintió de nuevo que algo más venía.
Volteó como pudo al lugar donde el Sekiryuutei había terminado. Lo vio. Ahí... parado. Pero cargando energía para un ataque final... ¿Ese era el plan? ¿Se dejó herir para que las otras la dañen de este modo? El cristal en el pecho de su armadura brillaba con tal intensidad, además de que estaba tomando las llamas que lo envolvían. Eso era...
-¿Esto es...? ¿Acaso uno puede ser más fuerte si supera la negatividad que lo consume?
-... Si... Es posible. Solo que fui una tonta en no verlo. Una que... huyó de su habilidad natural por la culpa... Tienes razón en una cosa Tarvos. No soy un ángel de Paz... Porque al final. Siempre quise ser uno que traiga justicia. Uno que... pueda darle justicia a esos que no pueden tenerla... Quiero... traer una igualdad a todos. Y si la venganza justa es un modo de hacerlo, con gusto abrazaré ese lado mío. Por más horrible que sea... Por lo que... No temas... no está mal ver, que hay más de lo que creíste en un inicio. Podemos verlo y aprenderlo... juntas.
-Irina... - No supo que decir a esas palabras. Aun tras todo la que la hizo pasar. Ella la quiere aceptar como... Es una buena chica... no la merece como su otro yo... Ella es la que debe mejorar... la que debe... cambiar... Y por ello... - Un... Ángel de Justicia... No suena mal. - Tarvos sabía que nada podía hacer... perdió.
[LONGINUS SMASHER]
El ataque final del Boosted Gear, salió del pecho del Sekiryuutei en un destello de energía que voló hacia el cielo, donde Tarvos estaba. Las chicas se cubrieron del enorme poder del ataque, mientras que este envolvía a Tarvos en un segundo. De paso, tornando el cielo del lugar en un intenso carmesí.
Tarvos no pudo hacer nada más que recibir el poderoso ataque... cuando este acabó... el Protect Break se creó, el domo verde se creó alrededor de ella y se rompió de una manera que el Sekiryuutei sabía, que era su oportunidad. La única que va a tener.
Alzó su mano derecha a pesar del dolor y el ojo rojo con las hojas de energía del mismo color se crearon. Apuntó y no perdió el tiempo en lanzar las ondas de energía hacia Tarvos. Los rayos multicolores impactaron a The Avenger, quien no dijo nada. Ni gritó.... Solo aceptó su derrota. Y con un movimiento final, el Sekiryuutei extrajo de ella esa parte que estaba afectada por la energía y la absorbió. Skeith la tomó y la guardó con las demás. Solo faltaba hacerse de una...
Y tras ello... se vio como Tarvos brilló y al hacerlo, todo el lugar hizo lo mismo.
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Cuando el brillo murió, todos vieron que estaban de vuelta en la abandonada Iglesia. Ruby y Xenovia vieron que Irina estaba en el suelo, fuera de combate. No tenía heridas visibles, pero igual fueron tras ella, para ayudarla. Al mismo tiempo que Blake, Yang y Weiss fueron por Ise, quien estaba de rodillas en el suelo, tosiendo sangre.
[Te dije que no estabas bien del todo. Tienes suerte de que pudiste sacar el 40% del ataque y que eso bastó]
-Je... Ya me conoces... *Cough*.
-Woah... calma. Deja que te ayude. – Yang ayudó al muchacho a ponerse de pie y darle un apoyo. – Lo logramos...
-Si... Que batalla. Es oficial... luego de esto. Puedo creer lo que sea. – Weiss se tomó el abdomen, aun con el fastidio de lo que pasó.
Antes que alguien más pueda decir algo, vieron a Irina recuperar el sentido. La chica, al abrir los ojos, pudo sentarse con una jaqueca de los mil demonios. Pero al alzar la vista y ver a sus amigas... a su novio. Con esas heridas... la culpa fue tanta... que se quebró en llanto.
-Irina... No es tu culpa.
-¡Lo es! ¡Yo...! – La castaña miró a Ruby con rabia y culpa, notando la sangre en su nariz y la que salió de sus ojos. - ¡Tarvos...! ¡Ella supo como seducirme para esto! ¡Pero...! ¡Pero yo fui la que cayó! ¡La que fue débil!
-No es cierto. Irina... Es entendible que eso pasara. Angelina era... una amiga tan cercana que... Dios... es un milagro que hayas sido capaz de ser tan alegre como nos mostrabas. Y saber la verdad... te debió destrozar. – Blake se agachó para verla y sonreírle. – SI algo así le hubiera pasado a mis amigas... no dudes que habría hecho lo que tú.
-Yo...
-Oye... Somos amigas, ¿No? – Xenovia le dio un empujón a la chica. – Ya deja de sentirte así. Ya pasó. Logramos evitarlo. ¿No?
-Yo... Si... se los agradezco... a todos... - Irina miró a todos los presentes con agradecimiento. – Ise-kun... Yo... entendería si es que...
-Irina... Solo deja de hablar y acepta que no te culpamos de nada. Esto fue... un modo de sacar tu rabia. ¿Cómo una terapia? Si... eso podemos decir que fue. Nadie salió... tan herido...
[Habla por ti... Me duele todo] – Confía en Ddraig para desprestigiarlo.
Todos rieron un poco. Hasta Irina... la castaña nunca antes se había sentido tan... bien. Tan lucida. Tan libre de ese sentimiento que... la había aterrado todo este tiempo. Hace años... ya puede... decirle adiós a su amiga como se debe.... Al fin.
-Oigan... ¿Y el hijo de puta ese? – Weiss notó que el bastardo ese no estaba... debió de huir mientras ellos estaban en esa dimensión de bolsillo. Maldita sea... las cucarachas si que saben huir.
-Weiss...
-¡Sabes que se lo merece Ruby! – la chica asintió como sabiendo que era verdad. No puede negar lo innegable.
-... No importa. Ya luego lo buscamos. – el Sekiryuutei se separó de Yang, para pararse por su cuenta. – Lleven a Irina a la casa... deben estar preocupados por ella. Sumado a que ya es de noche.
-¿Cuánto hemos peleado...? – Yang alzó una ceja al ver que si... era de noche. – Pero es verdad... quiero darme un baño caliente y demás.
-Luego hermana... hay que salir de aquí. – Ruby, junto a Xenovia, ayudó a Irina a pararse, quien no se había recuperado del todo. Pero a medio camino... - ¿No vienes Ise?
-Si... Iré en un rato. Quiero sentarme... no creo poder caminar un rato. Ya los alcanzo.
-¿Seguro...? Podemos...
-Si Xenovia... Vayan. El resto debe de saber que Irina está bien. – el Sekiryuutei alzó la mano, como diciendo que no deben de preocuparse.
-Yo me haré cargo de que pueda moverse. Vayan... - Blake se detuvo en la puerta, ganándose la mirada confusa de todos. - ¿Creen que pueda caminar solo como está? Vayan... Les aviso si necesito ayuda para moverlo.
-No soy una caja... - El Sekiryuutei se mostró molesto por lo dicho. Pero... Sus palabras bastaron para que todas salgan, solo con Blake en la puerta, la cual ella cerró. – En serio... no necesitas...
-¿Vamos? Sé que deseas hacer Ise. – él se mostró sorprendido al oírla... ¿Acaso? – Sé que te puedes parar. Tus habilidades regenerativas son más que buenas. – Es verdad... - Sabes donde está... ¿No?
-... Si.
-Muy bien. Hay que alcanzarlo antes que lo perdamos de vista. La oscuridad nos ayudará. – Blake ya había matado de este modo... por lo que... esto no era nuevo para ella. – Sé porque lo haces... y porque no querías que lo sepan... Yo pensaba hacerlo de todos modos. Me ganaste en la idea.
El Sekiryuutei pesó en lo que ella le decía... fueron 5 segundos, pero parecieron eternos. Hasta que dijo una palabra.
-Ok.
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Por la zona que rodeaba Kuoh con los bosques, el hombre que Irina trató de matar, caminaba con gran pesar y dolor. Las heridas que ella le hizo, alentaban su caminar, pero seguía con vida. Y eso bastaba para él. Podía huir, para así... volver un día. Solo tiene que advertirles a sus aliados en el Vaticano que...
-¿Vas a algún lado?
Una voz femenina lo hizo detenerse. La densidad de los árboles en el lugar no ayudaba en su visión, al mismo tiempo que las nubes tapaban la luna, lo único que daba luz en estos segundos. Volteó... para ver que... esa chica que apareció con los otros cuando esa maldita lo iba a...
-¿Quién...? – Retrocedió un paso, solo para sentir su espalda chocar con lo que parecía ser un muro. Pero no era eso...
Al voltear, se vio con un par de ojos rojos como la sangre, que parecían brillar. Al mismo tiempo que la asesina, porque eso demostraba ser con sus pasos, se acercaba. Quiso decir algo, pero el dueño de esos ojos rojos lo tomó del cuello.
-Veo que... la mierda, al final solo trata de huir. – la luz de la luna volvió, cuando la nube que la tapaba se fue. Vio que era... - Pensar que por ti... Irina sufrió tanto.
-Tú... - Era el Sekiryuutei. El dragón maldito que...
-Solo te haré una pregunta... Una. ¿Por qué? – Los ojos del dragón mostraban que no estaba jugando. - ¿Por qué lo hiciste?
-¿Por qué...? ¿Qué clase de pregunta tan tonta es esa? – Sabía que este chico, era el líder de DxD. No lo iba a matar... solo lo iba a arrestar. - ¿Quién no desea tomar a chicas tan lindas para si? ¿Crees que debe de haber una razón? Esas niñas... estaban bajo nuestro mando. Nuestra institución. Solo era justo un pago por... lo que les dimos.
-¿Pago? ¡Abusaron de ellas! ¿¡Justificas eso!?
-Como si una mujer como tú supi... ¡Gah! – el tipo sintió su cuello casi romperse por la fuerza del Sekiryuutei.
-No... le hables así... Ninguna mujer... debe ser tratada de ese modo. ¿Justificas tu acción? ¿En serio? He visto seres horribles en mi vida. Pero... tú estás entre los más altos de mi lista.
-Je... ¿Y que harás? No me matarás... eres un héroe... No puedes...
-¿Quién dice que no? – sus palabras, su voz fría... bastaron para que él... - Tal vez no lo sepas... pero antes, yo no dudaba. Mataba... porque no sentía culpa. Ahora... por mis amigos, ya no lo hago tanto. Pero... gente como tú... No merece vivir.
-¿De qué...? – vio como de la mano derecha del Sekiryuutei se creaba una espada oscura como la noche. - ¡No! ¡Puedo decirte lo que sé! ¡De Salem y...!
-... Tus amigos cantaran por ti. – los ojos del muchacho decían todo. – Tu muerte... es por un solo crimen. Hiciste llorar a mi amiga de la infancia, hijo de puta.
-¡NO! ¡Por favor! – No pudo gritar más, Ise le apretó con más fuerza el cuello... para que su voz no salga. Solo salieron... sonidos sin sentido.
-Blake...
-No quitaré la vista Ise. Lo que harás... no lo cargarás solo. - Las palabras de la chica bastaron.
-Puedes usar a Oblivion... Puede que no tenga el poder original, pero puedes mandarlo al limbo... eso debe de bastar. Yo me haré cargo de eso. – Himmel le dijo lo que quería oír y con eso dicho...
En un movimiento final... la espada del Sekiryuutei atravesó el pecho del tipo, quien... quedó muerto en medio del agarre del muchacho. La espada soltó un pulso oscuro, mientras atravesaba su víctima. La cual... se hizo polvo.
Blake no ocultó su sorpresa... ¿Qué acaba...?
-Ahora.... Entiendo más a Himmel... sé que era necesario. Pero hacer esto... no te deja nada... solo hay... un vacío. – Ise miraba a la nada. – Solo... Solo lo hice por Irina. Solo por ella. Yo...
Blake lo entendía... lo hizo por ira. ¿Era esto a lo que se refería? Sabe que... él jamás le mostraría esto a nadie. Ese lado tan oscuro de él... Porque no quiere que lo vean así. Una parte de ella, se alegraba de saber que tenía esa confianza en ella. Pero a su vez... le duele ver que, a pesar de haber matado a un hombre cruel, maligno... le duele.
Se acercó a él... tomó la mano que aún sostenía a Oblivion y se quedó a su lado... hasta que pueda moverse de nuevo. Quizás... este sea su lugar. Estar para él... con su oscuridad. Porque al final... esta siempre está presente.
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