Verdades nacidas del Espionaje
Caminar por la nieve no era tan difícil como lo creyó en un inicio. Debía de agradecer la ayuda de Magus para poder ver a través de esta maldita ventisca.
-No es un problema. Creo que he estado mucho tiempo en las sombras. – Magus le hablo a la chica, quien estaba ya viendo lo que sería su objetivo luego de una hora de caminar. – Con que esa es la casa de la Familia Tepes.
Este era el lugar que había estado buscando. Debía de agradecer que su poder le permitía marcar las energías de quien viera y la de Valerie era muy marcada, por lo que tuvo un trabajo más sencillo. La casa de la Tepes era lo que esperarías ver de una familia noble y de mucho poder, además de que se sentía una extraña acumulación de poder en esta casa. Y no le gusta nada.
Ver como unos vampiros cuidaban la entrada a la casa, la hizo camuflarse como pudo con el ambiente, gracias a que usa un abrigo blanco, es capaz de confundirse con la nieve y la tormenta. Se acercó lo más que pudo para oír que hablaban.
-Lord Marius parece muy interesado en lo que ese sujeto tiene que decir.
-Bueno, ese sujeto fue quien nos dio todo lo que necesitábamos para poder hacer nuestro movimiento.
Ayane alzó una ceja al oír eso. ¿De quien estaban hablando? Aunque al parecer, el sujeto ese que Elmenhilde mencionaba, tiene un apoyo. Eso puede ser muy útil de saber. Se acercó de modo silencioso a las paredes que servían como muro para la casa y lo escalo sin mucho problema para luego lanzarse al otro lado y caer de un modo suave, el cual no generó ninguna clase de ruido. Concentró poder en sus ojos y vio la zona, no había nada que sea peligroso o que la haga sentir que la vigilan. Era perfecto.
Alzó la vista y vio que una de las ventanas estaba abierta. De seguro es para refrescar el ambiente interno, no lo sabe ni le interesa. Solo le importaba llegar ahí y entrar. Y eso hizo, de un modo que solo los ninjas pueden. Silencioso.
Al estar dentro de la casa, pudo notar la diferencia del clima de afuera con el de aquí. Al parecer han usado algo para que el calor no abandone la casa. Oh bueno, lo mejor será seguir e investigar todo lo que pueda.
Camino lento y en silencio, no quería alertar a nadie. Oyó lo que pareció ser alguien acercándose por uno de los pasillos. Raídamente saltó hacia la esquina superior más cercana y se ocultó tras el pilar que había en esta.
-¿En serio Lord Marius hará eso? - una voz femenina se hizo presente, debe ser una de las mucamas por el tono tan formal que usa.
-Si. Escuché que desea seguir haciendo sus experimentos. Ya sabes cómo es él, son estos lo que les ha permitido lograr todo lo que ha hecho hasta la fecha.
-Incluido lo de expulsar al antiguo Lord y su hijo.
Oir el tono de burla de las mujeres, le hizo ver que estaban 100% de acuerdo con ese tipo. Afino de nuevo el oído, a ver si hallaba algo más.
-Por cierto, su recamara necesita limpiarse de nuevo.
-Ugh... Siempre deja sus malditos libros con apuntes en el suelo. Ya estoy harta de tener que seguir limpiando su desastre.
Ayane oyó lo que quería oír. Sonrió mientras activaba el poder de Magus en sus ojos. La Vista de Propagación era algo útil si quiere saber el lugar donde alguien estuvo. Y al captar el aura de ambas mujeres, rápidamente se fijó en el rastro que estas dejaron en el camino que ellas han recorrido hasta la fecha. Y eso le basta.
Verlas doblar la esquina del pasillo, hizo que se deje caer al suelo y así poder caminar hacia su objetivo. En verdad no estaba tan lejos. Ya que vio que una de las energías salía de unas de las puertas, la cual era bien grande. Hablando de dejar las pistas muy obvias. Tocó la manija para abrir la dichosa puerta, solo para ver que estaba cerrada. Claro...
-Lo mejor será usar tus trucos ninja.
-Eso pensaba.
Ayane sacó de su bolsillo lo que parecía un trozo largo de metal muy delgado. Lo introdujo en la cerradura para hacer unos movimientos rápidos, pero muy precisos, lo que hicieron que la maldita puerta se abriera. Y Ayane sonrió a su buen trabajo. Eso si, debe entrar rápido.
Al hacerlo, se vio con lo que sería un desastre masivo. El orden no existía aquí. Le pareció increíble ver tantos libros, anotaciones y demás tirados en el suelo, como si no importara, pero se notaba que había algo de importancia en estos. Lo noto al tomar uno de estos papeles en el suelo y ver lo anotado. Era un pasaje de una entrada a un diario.
-Entrada 1. Fecha: 10 de agosto. El hallar este poder ha sido la mayor bendición de mi vida. Es algo que nunca pensé que tendría la oportunidad de estudiar. Es una dicha que mi inútil hermana menor haya nacido con eso. Con esto al fin podré avanzar en mis estudios.... Esto es...
-Un diario. Y no del tipo que tú escribes.
-¿Cómo...? Ugh, odio a veces esto de tenerte conmigo sabes. Ya no tengo privacidad.
-Hey, yo soy el que debe de soportar tus fantasías eróticas.
La cara de la chica no podía estar más roja. Ojalá no le diga nada a los demás... porque ahí si se muere de la vergüenza. Pero volvió a lo suyo. Tomó esta vez uno de los libros en los estantes para abrirlo en una página aleatoria.
-Entrada 50. Fecha: 15 de Octubre. Al fin he logrado hacer que esto funcione. La dicha de ver a un muerto volver al mundo de los vivos es algo que nunca pensé en ver o lograr. No sólo ello, hemos podido lograr poner algunas ideas en plano real. Hemos logrado lo impensable. El poder de este cáliz va más allá de este mundo. Y lo tengo a mi disposición. – Ayane pasó de página y los pasajes que vinieron, se hacían más cortos. Parecían de carecer de alguna cordura que en verdad se necesita ver... le daba algo de miedo. Si era sincera con ella misma. – Entrada 80. Fecha: 10 de Noviembre... Al fin, él ha decidido aceptar mi plan. Solo debo matarlos a todos y seré el dueño de todo. Tengo la inmortalidad al alcance de mi mano...
Ayane dejó el libro a un costado, algo asqueada por lo que vio. Para luego buscar en otros algo que le pareciera útil. Pero eran como el primero, anotaciones de pensamientos y algunas ideas. Todas tenían una cosa en común. El tipo era un verdadero narcisista. Al parecer quiere el control total de todos los vampiros. Y se ve que se cree la gran cosa. Pero, ¿De quien habla en estos pasajes? Nunca dice un nombre y eso la pone más ansiosa.
Fue en ello, que logró ver un libro que estaba relegado del resto. Se veía polvo en este, no lo habían tocado por un tiempo. Y eso le vino de gracia, porque puede ser importante. Al tomarlo y al abrirlo, pudo ver que así era. Era importante. Porque habían anotaciones, formulas, párrafos de ideas. Esto era lo que debía de ser tan importante y lo que este sujeto debió de descubrir tras experimentar con el cáliz. Ella, obviamente, no entiende nada de las malditas cosas escritas aquí. Pero está segura que Fay, Twilight y Sunset si. Y eso es más que perfecto para que ella...
-Vaya, vaya... - esa voz... - Una pequeña rata se metió de intrusa.
Ayane volteó rápidamente para ver que Cinder estaba en la entrada al cuarto, con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Cómo no la sintió acercarse?
-Esta mujer... uso su poder para hacerse invisible a mi capacidad de percepción. El poder de las Maidens es interesante... - No era el momento de asombrarse por el poder enemigo Magus...
-Tú...
-Veo que una de las que poseen esos seres tan raros nos vino a dar una visita. – ¿Cómo es que...? – Niña. Sabemos todo de ustedes. Sabemos que tienen seres que fueron una vez, parte del poder del humano más poderoso. No sólo ello. Sabemos de quien eres hija. Raidou ha sido un aliado interesante para nuestra causa.
Ayane afilo la mirada al oír el nombre de ese sujeto. Así que esta trabajando con estos tipos. Muy bien, eso le hace las cosas algo más simples. Más si... Ver como Cinder creaba una llamarada en la palma de su mano, la hizo ver que salir de aquí no sería tan sencillo como lo creyó.
-Supongo que no me dejarás salir. ¿Verdad?
-Lo siento linda. Pero lo que tienes en la mano, no debe salir de aquí. – Ayane sonrió al oír ello.
-Era lo que necesitaba oír.
La kunoichi lanzó un kunai a la mujer, la cual lanzó fuego hacia el proyectil. No espero que el kunai tuviera un dispositivo explosivo en este, lo que hizo que el lugar entero se vea en medio de una explosión de pequeña escala, pero que le bastó a Ayane para salir de ahí por medio de la ventana.
-¡PERRA! – Cinder vio con rabia ello, uso su poder para protegerse de la explosión, para luego hacia la ventana y saltar para iniciar su persecución.
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Afuera de la casa, Ayane rodó sobre la nieve, con algo de sangre saliendo de su frente. No espero que la explosión fuera tan fuerte y destruyera el cuarto. Oyó el movimiento que ahora se estaba generando. Vaya sigilo que ha hecho, ¿no?
-Ugh.... Debo de... - Oír el grito de Cinder, le hizo saber que se debe mover ya.
Tiro su abrigo a un lado, para que no la estorbe en la huida, para luego activar algo del poder de Magus y correr para saltar el muro de un solo impulso y empezar a correr bien piso tierra. Eso sí, sintió que algo iba tras ella.
Se detuvo en secó y bloqueó el ataque de Cinder con la kodachi que siempre llevaba. Ver el brazo izquierdo de la mujer, le dio algo de asco. Pero lo dejó a un lado, para luego patearla en el estómago, algo que a la mujer no le vino de mucha gracia, por lo que le dio a Ayane una patada de vuelta.
La kunoichi recibió el impacto en la cara, pero logró recuperarse para bloquear los ataques de la mujer, que ahora lanzaba rayos y fuego. Suerte que el escudo que crea gracias al poder de Magus es muy resistente. Eso hizo que Cinder sea más seria. Sacó su arco y sus flechas para empezar a disparar, algo que Ayane vio como un reto más que interesante. Creó varios kunais con el poder de Magus y los lanzó para contrarrestar los ataques enemigos. Los proyectiles impactaron en el aire, creando pequeñas explosiones. Todo mientras ellas corrían en medio de la nieve, una tratando de hallar el modo de huir, cuando la otra solo quería atrapar a su presa.
Ayane sabía que su meta no era pelear con esta mujer, pero dada la situación actual... Activó el Avatar Trigger para volverse la Kunoichi of Propagation, algo que le sacó una sorpresa a Cinder al ver el cambio en la apariencia de la chica, la cual saltó hacia la mujer y le dio un golpe en el estómago seguido de una patada en la cara, la cual la mandó hacia un lado del lugar.
-Eso debe bastar para poder... - Ver como del lugar donde Cinder cayó se generaba una explosión de fuego, le hizo saber que en verdad no estaba a salvo aún. – Rayos...
Cinder ahora mostraba indicios del poder que usó contra Evangeline, el brillo en los ojos era un indicativo más que claro. Y Ayane estaba segura que necesitara de todo lo que tiene para poder salir de esta. Ha alargado el tiempo que puede usar esta forma, pero de todos modos... no puede exagerar. Su meta es otra... no puede quedarse aquí mucho tiempo.
Por lo que saltó hacia un lado, lanzando kunais explosivos en esperanza de que la explosión le sirva cómo cortina de humo. Algo que le vendría de las mil maravillas si es que...
Maldijo al ver que Cinder aún la persigue, Demonios. Esa mujer es resistente y muy insistente. Bloqueó las flechas que fueron hacia ella con su arma, para luego lanzar una esfera verde hacia su enemiga. La cual se volvió una ráfaga de más pequeños de estos orbes.
Cinder canalizó poder en sus manos y creó un tornado en frente de ella, algo que mandó el ataque de la kunoichi hacia varias direcciones, menos su objetivo. Genial...
La mujer con el poder de la Fall Maiden sonrió al ver algo de desconcierto en los ojos de la chica, para luego saltar hacia ella mientras lanzaba ráfagas de hielo, gracias a la nieve en la zona.
Ayane esquivó los ataques, por los pelos, para luego lanzar ráfagas de energía verde como si fueran rayos. Estos tenían un gran poder, debido a que perforaban lo que se metiera en su camino. Y eso es lo que hace que esto sea más divertido para Cinder. Una buena oponente para probar su poder.
La mujer lanzó una gran llamarada a los rayos láser, logrando bloquear su avance unos segundos. Pero estos al final, ganaron la pequeña lucha interna. Eso hizo que Cinder maldiga un poco, para luego esquivar el ataque de la kunoichi. Quién sudaba un poco. Se notaba que esto se iba a alargar.
Creó varios orbes explosivos alrededor de ella y los puso en el suelo de modo aleatorio. Esto servirá un poco para alentar el paso de su enemiga mientras piensa como huir.
-Veo que no deseas pelear. ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo?
-Ya quisieras. – Ayane miraba a la mujer con suma cautela. – Lo que pasa es que mi meta es otra. Es más, dudo que tú puedas acabar este combate tan rápido.
-Cierto... Veo que la información de esos sujetos es más que acertada. Lástima que no quieras pelear a fondo. El Sekiryuutei mostró muchas agallas a pesar de lo que le hice.
-¿Ise? ¿¡De qué hablas!? – Cinder sonrió al ver que la chica había caído en su treta.
-Nada. Sólo lo lastimé un poco. Se veía tan mal cuando me fui. Pobre...
Ayane quiso ir hacia su oponente y sacarle lo que sabe a golpes. Pero el pulso en su cabeza, por parte de Magus, logró que tenga la mente fría y calmada. No puede dejar que esto le afecte. Conoce a Ise, él estará bien. Además, Ravel y el resto están con él. Tomó aire para calmarse, algo que Cinder vio y le sacó una clara molestia.
-Veo que tendré que ser más firme en mis palabras. En serio, no te dejaré ir con lo que tienes en la mano.
-Inténtalo, perra.
Ambas chicas estaban listas para lo que seguía. Cinder lanzó una gran llamarada hacia Ayane, está activo varias de las trampas explosivas en el suelo y generó una intensa explosión. Una qué puedo dejar ciego a uno, pero no a ellas. Quienes, en medio de la explosión, chocaron poder una vez más. Y el resultado fue claro...
Cinder recibió un golpe de algo que no era la mano de Ayane, sino algo que salía de su espalda. Era un brazo hecho de energía verde, mientras la kunoichi sostenía la espada de fuego que Cinder había clavado en su hombro izquierdo. Una explosión más hizo que ambas salieran volando en direcciones opuestas.
Cinder cayó al suelo, sosteniendo su abdomen y vomitaba sangre. Eso daño sus órganos internos de tal modo que, si no fuera por el poder de la Fall Maiden, estaría muerta.
Alzó la vista, para ver que Ayane no estaba. La muy maldita había huido en medio de la última explosión.
-¡Maldita sea! – Cinder golpeó el suelo con fuerza, no creyendo que se le haya escapado. – Esos poderes...
Pensar que existiera algo así. Ni el poder de las Maidens es así... tan moldeable y poderoso. Ahora mismo desearía ese poder... pero por ahora... ver como unos vampiros llegaban a la zona, se tomaron su tiempo, la hizo escupir sangre.
-Lady Cinder, está...
-¡No hables pedazo de inútil! – El vampiro retrocedió un poco ante la explosión de rabia de la mujer. – Preparen a sus vampiros. Iremos a atacar la resistencia... me importa poco si no sabemos dónde está. Ataquen a los civiles y ellos saldrán.
-Pero... Lady...
Cinder no quería seguir oyendo peros... lanzó una estaca de fuego al pobre idiota que quiso ir en contra de sus órdenes. Esto hizo que el vampiro se hiciera polvo ante la vista de los demás que estaban ahí. Muy asustados por lo que acaban de presenciar.
-¿Algún otro genio que quiera cuestionarme? ¿no? ¡Entonces muévanse y hagan lo que dije! ¡Maten a todo lo que se mueva! ¡Todo! ¡Y lleven Grimms con ustedes! ¡Ya!
No tardaron en obedecer la orden de la furiosa mujer, quién no creía haber sido repetida por una mocosa insignificante. Jura que se vengará cuando la vuelva a ver. Y esta vez no habrá más juegos. De ser posible, matará al Sekiryuutei frente a ella para que sufra el doble o el triple.
Caminó para irse de regreso a la casa Tepes, sabía que, a ese viejo y el vampiro, no gustarán de las noticias.
...
Ya a varios metros de ahí, en medio de las rocas que habían cubiertas por la nieve, Ayane caminaba mientras se apoyaba en unas cuentas. Al hacerlo, dejaba rastros de sangre en la nieve, producto de la herida en su hombro, el cual ya estaba curándose. Pero de todos modos, esto no era algo que ella hubiera querido.
-Rayos... esa maldita... ahora entiendo porque temen el poder de las Maiden. No fue con todo y mira como quedé.
-Lo mismo podemos decir de nosotros. Estábamos más centrados en huir que en pelear. Pero no lo niego, el poder de una Maiden es de temer. Mucho...
Ayane asintió a las palabras de Magus, quién no estaba tan feliz por como se desarrollaron las cosas. Pero al menos siguen con vida y eso le basta. Vio la sangre salir de su herida, ya estaba cerrando, gracias al poder curativo que tienen los miembros de la Onda. No es nada si lo compara con el de Ray y Gorre, quién le devolvió a la chica sus alas gracias a su alto poder regenerativo... pero aún así, le viene de gracia.
Sacó de entre sus pechos el libro que casi le cuesta el cuello. Esperaba que el riesgo haya sido más que bueno y la recompensa sea maravillosa. Porque de no ser así, jura que alguien pagará...
Ahora, lo que necesita es... hallar el modo de seguir su camino sin muchos problemas. Tomó aire mientras esperaba que...
-No quiero ser el portador de malas noticias niña. Pero recuerda que estamos contra el tiempo. Y no creo que esa mujer Cinder deje este altercado como algo que escribirá en un diario.
-¿Nunca vas a dejar eso...?
-Mientras sea divertido. No. Mi punto, esa mujer no dejará esto como algo simple. Querrá desquitarse. Mejor dicho, dar una razón para que ustedes salgan y peleen. ¿Cuál crees que sea el modo en que pueda hacer eso?
Ayane caminó unos cuantos pasos más. Lo que le vino a la mente, era la idea más loca y cruel que debía de tener. Pero al mismo tiempo, viendo la clase de mujer que era y lo que puede hacer. Le hizo entender que la idea no era tan loca. No, era una posibilidad más que probable. Por más horrible que sea.
-No... los civiles. – Ayane apresuró el paso. Si bien no le agradan los vampiros. No puede dejar que gente inocente muera. No así.
La chica apresuró sus pasos, sin importar la herida que debe de tener. Rayos, le tomará mucho llegar con el resto si es que va a este ritmo y una vez lo haga, será muy bien tarde. Debe de...
-¡Magus, ve y avísales a todos de nuestra situación!
-¿Segura? Si me desconecto de ti para enlazarme con los demás, hará que tus heridas sanen a un paso más lento que el esperado.
-Ya me las arreglo. Una herida de esta clase no me matará. Ve. Dile a Akeno y las demás que avisen a Rias, Twilight, Azazel y demás que va a pasar. Y que llevo información importante. Qué hagan lo que hagan... no dejen que esos bastardos se acerquen a los poblados que no tienen nada que ver.
Magus podía ver la determinación de la chica. Vaya que le tocó alguien muy sentimental. Pero no se queja. A fin de cuentas, demuestra lo mucho que Ayane ha mejorado este tiempo en el campo sentimental. Se desconectó de ella, dejando el poder necesario para que su herida siga sanando y ya no se desangre, para ir con el resto e informar de lo que puede suceder y que es, casi, una certeza.
-Muy bien... sigamos... - Ayane por su lado, siguió caminando a un paso lento y cansado. Pero firme. Iba a llegar, sin importar que.
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En otro lado, Evangeline estaba sentada al frente del que era el actual líder de la casa Vladi. El vampiro enfrente de ella, era como una copia exacta de Gasper, sin ningún toque femenino claro está. Este tomaba una copa de vino, mientras la vampiresa solo seguía seria.
Irina trataba, de algún modo, de simplemente estar lo más calmada de los que su mente le puede permitir. Cuando llegaron a este lugar, no fue algo tan bonito. Evangeline literalmente mandó a todos a volar como su de tratarán de muñecos de trapos. Fue algo gracioso de ver, para ella.
Pero al ver al padre de Gasper, le hizo sentir cosas algo complicadas. Más al oír que el tipo no tenía mucho aprecio por el que sería su hijo varón. Y Evangeline lo mostraba en su calmada cara.
-Dejame ver si entiendo lo que estás diciendo. Dices que el chico es un peligro. – Evangeline se cruzó de brazos y piernas. – Esperaba muchas cosas de ti Lord Vladi. Pero nunca como un padre desnaturalizado.
-Usted no sabe los que vi ese día. El día en que él nació. – el vampiro bebió otro poco del vino para luego mirar el fuego que había en la chimenea. – La madre de Gasper era una humana, eso ya lo saben. Pero jamás pensé que su nacimiento traería tantas desgracias.
-Óigame... - Evangeline detuvo a la chica, que no estaba dudando en irse contra el vampiro. - ¿Cómo puede hablar así de su propio hijo? ¿¡Qué no siente nada por él!?
-... Si. Miedo. – las palabras del vampiro sorprendieron a ambas mujeres. – El día en que Gasper nació, no tenía la apariencia de algo normal. Era una masa de oscuridad... una que tenía la cabeza de una bestia deforme y horrible. El shock de ver algo así mató a la madre de Gasper...
El silencio fue algo que se quedó en el lugar varios segundos. Irina recordó en eso el poder que el chico usó contra George y cómo lo derrotó sin problema alguno. Además de que... se sentía un aire maligno en él. ¿Será eso...?
-Por eso le temíamos. No por su Sacred Gear. Esa fue la excusa que usamos para ocultar la verdadera naturaleza de Gasper. Era lo mejor...
-Y de paso, lo dejaste a un lado. Nunca trataste con él. Nunca quisiste siquiera hablar con él. Siempre has sido un cobarde.
-Usted no...
-No. No lo sé. No tengo hijos por cuenta propia. Pero aún con todo lo que tenga, sea un ser deforme o un monstruo o similar, un padre nunca abandonaría a su hijo por miedo. Eso demuestra que los vampiros somos una raza que no aprecia ni a los suyos. Por ello me fui... y es ese pensamiento lo que llevó a esta guerra civil. Años y años de un pensamiento anticuado y nocivo llevo a esta situación.
-Es cierto. – Irina optó por hablar, está vez con algo más de firmeza, pero a su vez con sentimiento. – Cuando vimos el poder de Gasper, tuvimos miedo. No por este. Sino por Gasper, vimos como el amigo que teníamos se volvía algo horrible por algo que no es su culpa. Y usted tiene el descaro de decir que él es un monstruo. Los que lo abandonaron y marginaron por ese poder, sin siquiera tratar de conocerlo, son los monstruos. – Irina detestaba el semblante serio del sujeto ahí presente. – Le diré a Rias-san lo que dijo. Ella no debe ni molestarse en verlo, no merece perder el tiempo.
Evangeline mostró una ligera sorpresa al oír el tono de la chica. Quién siempre se mostraba como alguien amigable ante todos. Pero al parecer, ella también tiene sus cosas que no puede perdonar.
-Mi segunda razón para venir aquí... la resistencia. ¿Por qué crearon algo así? Algo que fácilmente puede hacer que todo se desestabilice en la facción de vampiros. ¿qué pensaron al crear algo así? Y no me vengas con esas cosas de igualdad. Qué no creo tal cosa de sus bocas.
Lord Vladi sonrió un poco al oír ello. Se notaba que la mujer los conocía muy bien. Y eso le puede ahorrar muchos problemas.
-Simple. El balance de poder se había desestabilizado demasiado y por ello... es que hicimos esto. Para poder hacernos de algo mejor para nuestra. Si bien la idea de la igualdad puede ser una buena excusa, no es nuestra motivación real.
Evangeline no se sorprendió. Lo esperaba de su especie. Pero Irina no. Ella si estaba impactada. Sólo les importaba... proteger sus malditos puestos.
Sin pensarlo dos veces, la chica puso la punta de su espada en el cuello del vampiro. La vampiresa se sorprendió al ver ello. Más al sentir el aura que desprendía... no bastaba para hacerla un caído. Porque en el fondo, quiere impartir justicia.
-Son iguales... ustedes que están en el poder. Sólo cuidan sus traseros. – el vampiro ni se mostraba preocupado ante la espada en su cuello. - ¿Cree que no lo haré?
-No tienes las agallas para ello niña. Puedo verlo. Crees en la justicia, en la paz que tu Dios predica. Pero al mismo tiempo, dudas. Ves el mal en el mundo y eso te hace entender que palabras de paz y amor, no siempre funcionan. Ahora mismo, sólo eres una niña que no tiene nada claro. Nada más que la venganza.
Irina apretó los dientes al oír ello. Este sujeto...
-¡Irina, baja el arma! – la castaña pasó a ver a la vampiresa con rabia. – Sé que quieres hacer. Créeme. Pero matarlo sólo puede complicar las cosas. Qué viva. Y vea que sus ideas son estúpidas. Porque verá lo que una verdadera motivación, puede hacer. – Irina dudó un segundo... ella... - Eres mejor que estos tipos Irina. Y tú lo sabes.
La chica tomó aire, trató de calmarse. No sabe que la motivó a reaccionar así. Pero bajó su arma y la guardó. Aunque aún miraba al vampiro con los ojos entrecerrados. Fue en eso que el vampiro vio un ligero destello rosa en los ojos de ella. Esta chica...
Evangeline suspiró al ver que está chica necesita controlar sus emociones. Está muy volátil por alguna razón. Y eso hizo que la mujer piense seriamente en hablarlo con Rean. No puede dejar que ella...
-Volviendo a lo central. Queremos saber una última cosa. ¿Qué desea Marius Tepes? Debes de saber algo. Dado que están en la misma facción.
Lord Vladi tomó lo último de su vino, sólo para ver a ambas con unos ojos muy intensos. Era odio lo que había ahí. Mucho odio.
-Desea hacerse no sólo del poder de los vampiros. Sino también, de algo más. No sé qué es. Pero ha estado usando el poder del cáliz que le quitó a Valerie en sus experimentos. Uno lo tiene él. El otro se lo dio a su benefactor. Y este último es más que cauteloso. No he sido capaz de verle la cara ni una sola vez. No sólo ello... desde que esa mujer llegó con esas bestias, nuestra situación no es buena.
Evangeline se dio una idea. Un plan se formaba en su mente. Y ya sabe lo que basta para... hacer algo. Fue cuando se levantó, ya lista para irse... que alguien entró a la sala con fuerza.
-¡Mi Lord, noticias! ¡Alguien atacó la casa Tepes!
-¿Qué has dicho?
-No sólo ello. Al parecer la invitada de la familia Tepes, Cinder Fall, luchó con la intrusa. Una chica que usaba una energía verde.
-¿¡Ayane!? – Irina sabía que su amiga estaba metida en esto. Pero ahora... - ¿¡Dónde la vieron por última vez!? – el vampiro vio a la chica con duda, sólo para asustarse al ver el brillo en los ojos de ella. - ¡Habla!
-L-La vieron cerca del camino a las casas abandonadas... desapareció de la vista de todos.
Irina sabía que algo iba mal. Lo presentía. Miró a Evangeline, quién asintió. Bastaba. Irina salió rápidamente de la habitación y corrió hacia la salida para poder buscar a su amiga. Mientras que la vampiresa sabía una cosa... Marius Tepes iba a hacer algo. Y eso incluye el... atacar la zona de civiles de ser necesario. Más ahora que sabe que... los chicos estaban aquí. Y sumado a su fama.
-Me retiro por hoy. Tengo algo que atender.
-De acuerdo. Espero que hayas descubierto algo.
-Oh, lo hice. Más de lo que crees. Eso sí... sólo espero que un día entiendas el error de tus acciones.
Evangeline despareció en un destello de luz, mostrando que se había tele transportado. Dejando al vampiro en su sitio, quién no hizo nada más por varios minutos. Solo quedándose pensando en lo que Evangeline y esa niña habían dicho.
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Rias y Twilight miraban con algo de angustia la fuerte ventisca que los separa de cualquier tipo de comunicación con Ise y el resto. Habían intentado de todo para hablar con él y preguntar su estado. Pero no había respuesta.
-Ustedes dos. Cálmense. – AJ apareció al lado de ambas con los brazos cruzados. – El Idiota estará bien.
-No quita que nos preocupe...
La rubia rodó los ojos ante la preocupación de la chica, mientras la pelirroja seguía sin quitar su vista de... la nieve. Lo que, si ninguna esperó, es que Kurama ladrara hacia el frente. Como si captara algo.
-¿Qué pasa chico? – Rias acarició la cabeza del lobo, el cual gruñía en una dirección y eso la preocupa. - ¿Kurama?
Kiba y Kuroka se pusieron de pie rápidamente. Algo iba mal. Sus X-Pulse les mandaban señales de constante advertencia. Como si algo malo fuera a pasar. Cómo es bien sabido, el instinto X-Rounder es como el sexto sentido en los animales. Ellos también sentían el repentino cambio en el ambiente. Y eso no les gustaba ni un poco.
-¡Rias, problemas! – Akeno y el resto de miembros de la Onda entraron a la habitación donde todos estaban reunidos. - ¡Hay una emergencia!
-¿Qué ocurre? ¿Por qué el escándalo?
-Azazel-sama... Ayane salió a buscar información en relación a nuestro enemigo.
-¿¡Qué!? – todos gritaron ante las palabras de Raynare, quién se mostraba algo... preocupada.
-No sólo ello. Logró obtener información útil. Pero Cinder la descubrió y atacó.
-¿¡Está bien!? – Kuroka le hizo la pregunta a Fay, quién asintió. Eso calmó un poco a la Nekomata.
-Pero... ¿Cómo saben eso?
-Simple. – Sunset miró a Pinkie con calma, pero algo de ansiedad se veía en sus ojos. – Al ser miembros de la Onda, estamos enlazados de un modo inconsciente y muy profundo. Magus se comunicó con nosotras y nos informó de la situación.
Una vez más, el poder que tenían ellos era algo impactante. Al parecer, el verdadero potencial de los entes de la Onda, es cuando están juntos de modo individual cada uno. Era algo impresionante. Pero no había tiempo para hablar de esas cosas.
-¿Qué descubrió Ayane? ¿Y por qué no ha regresado? – Rarity no quería admitirlo, pero tenía un mal presentimiento.
-Ayane sufrió una herida por parte de Cinder. Pero al mismo tiempo, presiente que ella mandará un ataque a la zona civil para sacarnos de nuestro escondite en conjunto con la Resistencia. – Akeno pasó a ver a Azazel. – Tenemos que actuar.
El caído sabía que de hacerlo, se estarían involucrando ya en la guerra que había en el lugar. Eso equivale a que...
-No creo que tengamos mucho que pensar. Debemos pelear. Tarde o temprano, esos sujetos irán por nosotros o por este lugar. ¿Qué mejor oportunidad que está? – las palabras de Aki, si bien parecían sonar algo vanidosas, eran ciertas.
Pueden luchar. Pueden hacerse cargo de los que vengan hacia ellos. Es más, pueden incluso sacar información o algo más de esto. Y por ello...
-¿Qué hay de Ayane? No podemos dejarla sola. – Rossweisse tenía razón. No pueden abandonar a una amiga.
-De eso no se preocupen. – Para sorpresa de todos, Evangeline apareció apoyada en el marco de la puerta. – Irina fue por ella. Se hará cargo de que su amiga esté bien.
-¿Irina...? ¿Cómo es que...?
-Luego Xenovia. – Rias interrumpió a su Knight, para luego pasar a ver a Fay. - ¿Qué opinas Fay?
-La de los planes es Ravel e Ise-sama de las órdenes. Pero dada la situación actual... creo que puedo hacer algo. – la maga cerró los ojos y meditó sus ideas. Abrió los ojos al saber que pueden hacer. – Tengo una idea. Pero necesitaremos del apoyo de Elmenhilde-san.
Muchas de las presentes se quejaron de ello. No quieren tratar con la vampiresa. Pero sabían que, si Fay tiene un plan que la involucra, deben de hacer el intento.
-Iré por ella. Estoy segura que se moverá al oír del peligro. No es algo claro. Pero dado cómo están las cosas, no hay razones para no actuar.
La mujer salió de la habitación en dirección donde estaba la chica, dejando al resto de jóvenes y al caído en sus lugares.
-Ok. Órdenes Buchou. – Rias sonrió a las palabras de Kiba, quién ya parecía listo para la acción.
-Haremos esto simple. Nuestra misión es detener a quienes sean que vengan. No importa que. Fay, ¿Puedes decirnos tu plan?
-Por supuesto. Twilight, Sunset. ¿Me ayudan con algunas ideas que tengo?
Ambas chicas asistieron a las palabras de la maga, mientras el resto de empezaba a preparar para lo que sería una batalla de una clase muy distinta.
Azazel por su lado, miraba como estos chicos se organizaban solos. Lo hacían de un modo rápido, pero eficiente. Y eso le sacaba una sonrisa. Al parecer el tiempo de los viejos como él ya estaba por terminar. Lo mejor era ya dejar el terreno listo para las nuevas generaciones. Y que mejor que estos chicos.
-¡Sensei, no se quede ahí! ¡Ayúdenos con algunas cosas! – Pinkie sacó al caído de sus pensamientos. – Oh... ¿Es la edad...?
-¡No me llames viejo, mocosa! – la chica sonrió ante la reacción del caído y le sacó la lengua.
Eso les sacó una ligera risa a todos. Pero a Azazel sólo un gruñido de rabia. Sin duda alguna, aún no puede dejar que estos mocosos hagan todo solos. Teme que sus actitudes aún los hagan inexpertos. Si, ellos necesitan de su guía un poco más. Ya luego de ello... verá que hacer.
-¿Qué opina Sensei? – Twilight mostró el plan que tenían, simple. Pero de mostraba que era efectivo.
El caído sonrió al ver tal plan. Efectivo, capaz... y loco. Pero ya es cosa de todos los días, ¿no?
-¡Muy bien mocosos! ¡Ya saben qué hacer, no vamos a dejar que unos terroristas se salgan con la suya! ¡Hora de mostrarles de lo que somos capaces!
El grito, ladrido de Kurama, de afirmación bastaba para indicar que la operación para repeler un ataque a la zona civil de esta Facción, había comenzado. Ahora, la pregunta era una sola... ¿Podrán repeler un ataque tan masivo con los pocos miembros que tienen? Eso estará por verse.
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En medio de la ventisca, Irina al fin llegó al lugar donde se dice, que Ayane estuvo. Sólo espera que se encuentre bien.
-Vamos... No puedo ver nada con esta maldita ventisca. – La chica trataba de avanzar, pero vaya que la ventisca estaba siendo un problema mayúsculo. – Agh... trague nieve...
De niña, eso le hubiera parecido divertido. Ahora no tanto. Más si una amiga estaba en peligro. Caminó unos pasos más, antes de resbalar por la maldita pendiente que había. No cayó tan bajo, pero el trasero si le dolió.
-Ay... Me dolió. Ugh... sólo espero que todo esto valga la pena y no me hayas hecho venir en vano Ayane.
La castaña se puso de pie. Aferrando su abrigo a su cuerpo. Vaya que hacía frío. Un clima así mataría a cualquiera si estas mucho rato y... ¿Cuánto le tomó llegar aquí? ¿Media hora? Ugh... Genial. Ahora estaba más preocupada que antes. Debe de hallar pista de Ayane y rápido. Sino...
-No... No pienses en ello... no pasará lo mismo. La voy a salvar. Juro que lo haré. No perderé más amigos.
Con algo más de motivación, Irina siguió su camino. Esta vez buscando con más fervor una pista. Y no le tomó mucho hallarla. En medio de la nieve, vio como algo brillaba. Se acercó al objeto rápidamente y vio que era un kunai... era de Ayane. Ha visto los de ella una infinidad de veces y... su respiración se cortó al ver que, unos pasos más allá, había un rastro de sangre.
Su corazón se estrujó unos segundos, para luego ponerse de pie sin soltar el kunai y avanzar mientras seguía el rastro de sangre. No era fácil, más por la ventisca que empezaba a llenar más el camino de nieve. Debe de...
Apretó los dientes, no puede perder el rastro. De ningún modo. No lo hará. No perderá a su amiga. No de nuevo. Y sin que ella lo noté, empezó a ver las manchas de sangre con más claridad. No había nieve que la cubriera... ¿Qué...? Parpadeó varias veces antes de confirmar que no veía cosas. Sus ojos veían la sangre, aún estando cubierta por la nieve y la ventisca que complica si visión... ¿Cómo era posible?
Ella no lo notaba, pero sus ojos brillaban con un destello rosa. Uno que le estaba ayudando a seguir el rastro de su amiga. No le iba a tomar importancia. No cuando tiene la capacidad de hallar a Ayane. Con un movimiento rápido de sus piernas, la chica empezó a correr en dirección de los rastros de Sangre. Los cuales llevaban hacia una dirección.
Una roca algo grande, que parecía poder ser usada cómo refugio para la ventisca, era su destino. Se acercó a esta... y vio que estando apoyada contra la roca, protegiéndose del frío, una herida en su hombro y temblando del frío, algo que se notaba por sus labios algo azules, estaba Ayane.
-¡Ayane! – Irina corrió hacia la kunoichi, quién no le prestaba atención. Estaba al borde de la inconsciencia. - ¡Ayane, reacciona! ¡No te duermas! ¡Rayos, no me hagas esto!
Irina se sacó su abrigo y cubrió a la chica con este, para que no sufra más del frío. Pero sabía que no la ayudará mucho. Debe evitar que se duerma....
-Vamos... no te duermas. Te lo suplico... - Irina le dio palmadas en la cara para que reaccione. – Por favor. No quiero... no quiero tener que enterrar a otra amiga... ¡Ayane reacciona maldita sea!
La castaña sacudió a la kunoichi, quién empezó a abrir los ojos. Se le veía cansada, pero a su vez sorprendida.
-¿Irina...? ¿Qué...? – la kunoichi vio a la castaña, quién sonrió al verla despierta y... ¿Por qué lloraba?
-Uf... volví a tiempo. Demonios niña. Me diste un susto de muerte. - Magus... - Estabas al borde de morir congelada. Esta chica logró tenerte despierta justo cuando volví y empecé a calentar tu cuerpo con mi energía. Agradécele.
-Yo... Irina... ¿Por qué lloras?
-¿¡Qué por qué lloro!? ¡Casi mueres idiota! ¿¡Cómo se te ocurre ir a la base enemiga sola!? ¡No te imaginas lo furiosa que estoy ahora! ¡Encima estabas sin un abrigo! ¡UGH! ¡No sabes los deseos que tengo de golpearte!
Ayane miraba como la chica parecía tener un ataque de rabia. Pero no la culpa... ella actuaría igual si es que una de ellas... Sacudió la cabeza, se sentía mareada. La maldita herida... perdió más sangre de la que espero. Qué bueno que con Magus de regreso, ya se siente mejor. Cielos... sin él, ella estaría muerta ahora mismo.
-El resto... Magus avisó al resto del ataque habrá...
-Lo sé. Evangeline-san y yo oímos del posible movimiento enemigo cuando se supo de tu pequeña aventura en la casa Tepes.
-¿Cómo es que...? ¿Qué hacías con Evangeline-san?
-Ahm... historia para otro momento. – Claro, esquiva la pregunta... - Vamos, hay que ir con el resto.
Irina puso el brazo derecho de la kunoichi sobre sus hombros, pata poder ayudarla caminar, de paso que Ayane ponía el abrigo para que cubra a ambas.
-Hay que ir con el resto... si harán un ataque... será en la entrada que vimos al inicio.
-Eso nos tomará nuestro tiempo... - la castaña suspiró al saber que tienen prioridades. - ¿Podrás aguantar?
-Con Magus, mi herida sanará. Pero no podré activar el Avatar Trigger... Eso no significa que vaya a quedarme de brazos cruzados.
-Ok... Pero iremos con cuidado.
-Si mamá... - Ayane sonrió al ver como Irina inflaba las mejillas. – Jajaja, ahora entiendo porque Ise te molesta tanto. Es tan divertido ver tus reacciones.
-¡Hey, sólo Ise-kun puede hacerme eso! – Eso sonó mal...
-Wow... no te tome del tipo masoquista.
-¡Oh cállate!
Ambas rieron un poco. De seguro para soltar algo de la tensión que tenían en sus cuerpos. Pero al menos...
-Oye... gracias por venir a ayudarme.
-¿Para qué son las amigas?
Irina respondió con la naturalidad más grande del mundo. Más ahora, que en verdad sentía que había logrado lo que no pudo la última vez. Y Ayane lo veía en sus ojos... esa desesperación, esa alegría. ¿Acaso ella...?
Lo preguntará luego. Por ahora, se centrará en seguir caminando hacia dónde deben de estar. Y deben de ir rápido.
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En otro lado del mundo. Ise ya estaba más qué listo para partir. Su maestro le dijo que un amigo los ayudaría a llegar a Rumanía gracias a un círculo de transporte mágico. Ese amigo suyo debe de tener una gran habilidad para lograr algo así. Muy bien. Estaba ya preparado para lo que sea.
-Hey. – Weiss lo llamo, quién yacía frente a la puerta. – No olvides tu abrigo. Hace frío allá según tengo entendido.
-Je. De seguro tú y el frío son viejos amigos. – la chica rodó los ojos ante la broma del muchacho.
-Ugh... eres igual que Yang.
-No. Mis bromas son mejores. – Tenía razón... sólo un poco... - Hey. ¿Están todos listos allá abajo?
-Mas de lo puedes esperar. Créeme... Ruby y todas nosotras esperábamos por este momento desde que logramos sobrevivir a la batalla en Beacon.
El Sekiryuutei notaba algo de dolor en la voz de la chica. Ella mostraba al inicio una actitud seria y fría. Pero se puede ver que es muy... amable en el fondo de esa capa fría que trata de mostrar.
-¿Qué harán cuando vean a Euclid y Cinder?
-Nuestra venganza es un segundo plano... Si bien no terminamos el programa, somos Cazadores de Grimms. Nuestra meta es acabar con ellos y ayudar a la gente. Esa es una prioridad que hemos entendido con el tiempo.
-De ser así... creo que haremos un buen equipo cuando nos reunamos con el resto. – Ise tomó el abrigo y se dirigió a la puerta. – Será un gusto trabajar contigo Weiss.
-Lo sé. – la chica sonrió al ver la cara del Sekiryuutei. – Jajaja, es broma. Será un honor luchar al lado del Héroe de la Alianza.
Ugh... ¿Por qué todos lo deben de llamar héroe? Pero... Por ahora se callará la molestia y...
-Advertencia. Haces llorar a Ruby y te congelare tu hombría.
... Le tomará la palabra... Muy bien. Vayamos a lo que sigue. Ambos caminaron en dirección donde el resto de personas estaban. Ver como todos ya estaban listos, bien abrigados también, denotaba que era la hora.
-Ise-sama. Tarda mucho.
-Yo no digo nada cuando tardan una eternidad arreglándose...
-Guapo. Las mujeres necesitamos tiempo. ¿Crees que esta belleza se logra en sólo dos minutos?
Ver como todas asentían a las palabras de Yang, le hizo querer empotrar su cara contra la pared. ¿Por qué su vida tomó este giro? No importa. Aplaudió para llamar la atención de los jóvenes, mientras los adultos miraban la escena.
-Muy bien. Ya sabemos que hacer. Lo primordial es reunirse con Rias, Twilight y el resto. De ahí podremos actuar de la mejor manera.
-Oh. Esto será tan interesante. – Ruby sonaba emocionada, nuevos aliados. – es más, veremos vampiros. ¿Serán como los de esa película que viste Yang?
-¿Qué película...? No sé de qué hablas....
Claro... ya intuían que hablaban. Gasper vio dicha película y le dio vergüenza como miembro de la especie. En fin...
-Secretos aparte. Esperamos poder ayudar en lo que necesitan.
-Lo harán Blake... Una mano extra siempre puede generar un cambio.
-Para que Koneko-chan diga eso. Significa que cree en ustedes... ¡Ow! – Gasper se quejó por el pellizco que la chica le dio. – Que cruel...
-Je. Una horda de Grimms y Vampiros. Parecemos cazadores. – Kaori tenía un arma lista para la acción. Uno nunca sabe.
-Fluttershy y yo estaremos listas para curarlos.
-Confíen en nosotras. Sólo no se exijan.
-Pppft, ¿Qué diversión hay sin un poco de peligro?
Asia y Fluttershy miraron a Rainbow con una ceja alzada, cosa que hizo que la muchacha sonría nerviosa. Rayos, hasta Asia está ganando algo de las tendencias de Fluttershy... Dios líbralos.... Ah, Él está muerto... lo que le faltaba.
-Estamos preparados.
-¡Qué emoción! ¡Será cómo en la serie!
Loup y Bennia ya estaban preparados. Listos para seguir las órdenes de su ama de ayudar a estos chicos.
Ise negó con la cabeza. Estos chicos... todos tan frescos. Pero se veía que estaban acostumbrados a... esto. Luchar para vivir, para ayudar. Y él también. Pasó a ver a su maestro, quién asintió.
-Como ya dije. Lo primero es reunirse con los demás. De ahí, podremos saber que hacer. Recuerden esto... nuestra meta es sobrevivir y ayudar a quienes podamos. Lo personal, pónganlo a un lado por ahora. Y si bien tenemos a 6 integrantes nuevos en el grupo. – Miró a las 5 chicas y al varón. – Creo que no hay que dudar de que mejorarán nuestra eficiencia. Ravel... cuento contigo para un plan de contingencia.
-Por supuesto.
-Muy bien... Dicho eso, vamos a demostrar a esos sujetos que con nosotros no se juega. Y se arrepentirán de haberse metido con nosotros.
El grito de afirmación de todos, hizo que Rean, Millium y Laura tengan... una especie de recuerdo. Era cómo esas veces. Uno liderando un grupo de chicos variados, de distintos orígenes, metas variadas. Pero logrando trabajar en conjunto. Por una meta en común y eso hacía que todo sea más nostálgico.
-Es cómo tú. – Laura miró al varón entre ellas. – No quiso tomar el papel de líder. Pero lo hizo para tener a todos juntos. Para tener a todos en una meta común. Y lo siguen sin dudar, es gracioso ver lo similares que son.
-Si. En especial con la suerte con las mujeres. – Rean rodó los ojos al oír ello. – No crean que no sé qué hacían mientras yo no estaba. – la cara de Laura era digna de un retrato y la de Rean... bueno, ya está acostumbrado. – Por cierto. Ya soy una adulta. ¿Qué me dices Rean?
-¿¡Milli!?
Rean parpadeó varias veces para luego sonreír. Era nostálgico... todo esto era... como volver a esos días hace 15 años. Y también... No, no importa ya nada de eso. El pasado no lo cambiará nunca. Sólo queda seguir en el presente para hacer un mejor futuro. Claro, si Laura y Millium dejan de jalarse las mejillas como niñas y empiezan a actuar como adultas...
-Oigan... ya. Es hora de moverse. – la voz de Rean hizo que ambas se detengan, mientras él miraba su reloj. – 5 minutos.
Rean caminó hacia Ise, tomó su hombro y le asintió. Como diciendo que era la hora. Y el joven lo entendió. Caminó hacia la puerta, para salir de la casa, siendo seguidos por todos. El adulto supo que pronto, él ya no será necesario... pero hasta ese día...
Al salir de la casa, Rean alzó su mano a su oreja, en donde se creó el círculo de comunicación para entablar contacto con...
-Jusis... ¿Todo listo?
-Ya me cansaba de esperarlos. – la voz del hombre tras el círculo de comunicación, mostraba que era el inicio del momento de la verdad.
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-¿Segura de tus acciones Cinder? – Rizevim miraba a la mujer con algo de cansancio. – Es tu culpa que esa chiquilla, huyera.
La mujer apretó el puño de su brazo Grimm por la rabia. Le da rabia pensar que esa mujer...
-No sea tan duro con ella Rizevim-sama. Lo intentó. Creo que debemos ser conscientes del poder que esos chicos tienen. Más si es alguien con el poder tan raro que tienen.
El hombre que estaba a un lado de ambos, era Marius Tepes. A primera vista, pensarías que es un hombre de alta clase salido de esos libros de historia donde los hombres debían ser elegantes. Y por ello...
-Es más creo que sería bueno que lleve consigo unos cuantos de nuestros experimentos.
-No. – el demonio se negó, el plan no era bueno. – Dejemos eso para otro momento. Lo que Cinder hará, será dar una advertencia. Una muy clara advertencia. Eso sí... No falles mujer. Tu ama no estará muy feliz de oír que sus amados Grimms, son destruidos sin sentido.
Cinder tragó saliva. Sabe que ella, no dudará en matarla si es que... Asintió en silencio para luego retirarse. Dejando a ambos hombres solos.
-Pensar que Salem tiene a una niña cómo su mano derecha... que estúpida.
-Mi Lord. Cinder es hábil y muy fuerte. Pero se ve que... tiene problemas con sus formas de actuar. – Marius sonrió al recordar algo. – Lo olvidaba, eso está listo mi Lord. Espero que no sea un mal momento.
-No lo es Marius. No lo es... es perfecto. Y espero, que todo el esfuerzo que hemos invertido en ti y tus experimentos, valga la pena.
-Así será mi Lord. Así será.
El vampiro hizo una reverencia hacia el demonio, antes de retirarse del cuarto. Rizevim se quedó solo... pensando en lo que debe de hacer. Y no olvidar la meta real de todo esto. No importa lo que esos niños hagan... no podrán evitar el inevitable destino que el mundo sufrirá. Nadie lo podrá evitar.
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