Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Un Año Nuevo

En estos momentos, Azazel se hallaba en una zona remota de cierto país. Pero lo que si había de claridad, era que todo estaba desierto. Por kilómetros.

Al final del año, estaba en un pequeño arroyo con algo así como una caña de pescar. Aunque disfrutaba pescar... incluso hoy no tenía ganas de pescar en este momento. Más por el contexto del mundo en estos momentos y lo que supo... ¿Cómo es que llegaron hasta este punto?

Pero ese tema lo quiere tratar con la persona indicada. No ahora... no con esta persona. No con quien es con el que debe de tratar en estos momentos. Ya que, sentado a su lado y sosteniendo una caña de pescar había un niño con una leve sonrisa en su rostro. Su cabello era verde y negro, de aproximadamente catorce a quince años, tenía rasgos normales, pero era un chico guapo... Si es que lo pones de cierto modo.

-¿No te gusta pescar? - le preguntó el chico.

- No realmente, aunque en el pasado pasé algunos años en ello.

Eso fue una mentira. Los ángeles caídos tienen una vida eterna, hubo un período en el que pasó mucho tiempo tratando de practicar y ganar experiencia en la pesca. Pero el muchacho sonrió de un modo algo... amargo, como hallando lo gracioso y lo burlesco a la situación en la que estaban ahora.

-Eh, mi entusiasmo ya se ha desvanecido. Pero, hace mucho tiempo, una vez tuve entusiasmo.

EL silencio que reinó entre ambos, era algo claro. Algo que no debes de pensar como cosa del momento. No estaba seguro si es que este se iba a romper. Y ya había mantenido esto durante unas horas ahora. Dado que se ha dedicado tanto tiempo a esto, debería haber al menos algunos resultados de la pesca ... Desafortunadamente, no hay peces en esta corriente. Aun así, el niño todavía parecía interesado en pescar aquí. Y Azazel no entendía el porque...

-Conocido como el más siniestro de todos los ángeles caídos, también eres su líder, pero en realidad tratas de difundir la paz en todo el mundo. Esto es una broma. Si Indra supiera de esto seguramente se reiría. ¿O sonreiría y diría algo?

Azazel sabía que lo miraba de un modo analítico. Como esos ojos miraban su alma y le decían que no diga cualquier cosa y diga lo que quiere de una buena vez.

-Solo hay una cosa que deseo preguntarte. Después de que suceda, ¿puedes detener a la bestia?

El chico mostró sorpresa. Mucha. No esperaba una petición así...

-666. ¿Eso está bien? ¿No es una bestia divina de tu mitología?

-El único que puede detenerlo ahora eres tú.

El muchacho sonrió... como sabiendo todo el contexto de esta petición. Él era la única opción viable ahora... la única.

-Ophis no está aquí. Great Red, naturalmente, no aceptará... el único que queda entonces soy yo. Sin el God Slayer aquí... Soy lo único que te queda para pedir esto, ¿No? – El chico miró el agua con curiosidad... - Pensar que en estos momentos, el mundo necesita de un God Slayer... Lamentablemente, el actual aún no está listo para la carga... le falta por crecer.

-No quiero darle esta carga. Aun no. Es muy joven... y ya tiene mucho en su espalda para pedirle esto.

-Lo que tenemos aquí, es una solicitud difícil con condiciones irrazonables. Esto no está realmente negociando. Más me parece que me dices que es lo que me queda por hacer.

En su posición, este niño ... este dios no es una persona como él. Él entendió esto, pero aun así vino a preguntarle... porque era lo que le quedaba. La única salida.

-Si hay algo que desee, siempre que esté dentro de mi poder, sea lo que sea, satisfaré su solicitud. Si es necesario, iré a preguntarle a Odin y Zeus. Incluso mi vida no importa, te la daría. Solo necesito detener la destrucción de este mundo. Solo esto.

Azazel dijo eso con mucha confianza. Mucha fuerza. Pero el muchacho al oír eso, solo se puso a reír. Como viendo todo como una broma.

-¡Oír tal contradicción es gracioso! No hay necesidad. Ya sea Odin o Zeus, o tu vida, no me interesa. Si hubiera algo que quisiera sería: Ophis. O casos raros como Sirzechs Lucifer, Ajuka Beelzebub también. Quiero a estas personas que puedan representar una amenaza para mí.

Lo que dijo este Dios, él... no sabía cómo responder. Después de evaluar su reacción, el niño mostró una sonrisa traviesa. Como indicando que...

-Estaba bromeando. Un Ophis incompleto o un demonio que no tiene voluntad de pelear, no me interesa. – Se puso de pie, como mostrando que estaba harto de esta charla algo aburrida y que no tenía sentido para él. - Entonces lo haré. Luchar con esta bestia, si quiere invadir otro mundo, lo detendré. Pero todo lo demás es solo una interferencia. Si es algo que está sucediendo ahora o algo que sucederá en el futuro, no tiene nada que ver conmigo. Incluso si es Rizevim Livan Lucifer, los Evil Dragons o eso Grimms. Solo te echaré una mano si lo peor llega a ser peor. ¿Estás satisfecho con eso?

Eso ya es más que suficiente. En el caso de que el peor de los casos se haga realidad, habrá un seguro de este Dios pueda actuar. Si está dispuesto a prestar incluso un poco de su fuerza, no importa qué tipo de ayuda sería muy apreciada.

-Si... eso me alivia un poco. Gracias...

-No debes de darlas. Al fin y al cabo, mi misión original es de destruirlo todo.

El muchacho atrapó un enorme pez que brillaba con intensidad... cuando hasta hace poco no había nada. Y se notaba con solo verlo, con solo estar a unos pasos de él, del poder que poseía. Como este ser se ganó su título.

-Entiendo. No tendré más dudas de usted, Dios de la Destrucción, Shiva.

Aun recuerda lo que pasó por la cabeza de todos en la última reunión que tuvieron. El como este tema vino de la nada. O así se vio en su momento...

Flashback

Luego de la batalla en el cielo y de la información que Miguel recibió, se pudo ver que los tres ahí presentes, estaban más que seguros que estaban entre la espada y la pared. Sin opciones... sin ideas de como afrontar lo que estaba por pasar. No había certeza de nada ahora...

-Necesitaremos un "respaldo" suficientemente fuerte. Aunque Odin y Zeus ya son muy poderosos. Considerando la peor situación posible, Trihexa revive, derrota a Gran Rojo, y todas nuestras fuerzas también disminuyen ligeramente.

Azazel dio la información, agradeciendo a Shemhaza del apoyo y demás. Porque se sabia que era la única carta que aún deben de guardar. Pero se notaba que estaban en lo último. Era el escenario final. Y solo tenían una oportunidad.

-¿En serio lo deseas hacer Azazel?

-Si Miguel. Si el peor de los casos se convierte en realidad, necesitamos personas que puedan detenerlo. El único que puede hacerlo ahora es... Sirzechs, ya sabes.

-¿EL Dios de la Destrucción? ¿En verdad crees que nos ayudará?

Azazel sabía de una cosa... Great Red no es iba a meter en la pelea. Y Ophis estaba muy débil... Solo quedaba... No, aún estaba esa alternativa. Pero no la desea usar. No estaba listo. Dios... Si Himmel, con todos sus años, murió al usar tanto poder, no quiere que Ise sufra ese destino... jamás se lo perdonaría. Aunque puede haber esperanza si todas las fuerzas están unidas ... pero como resultado, la gente de la clase de Dios de cada mitología tendrá que hacer algunos sacrificios. Si incluso uno de los dioses con responsabilidad sobre el mundo humano desapareciera, las consecuencias en el mundo serían garrafales. Impensables.

Y solo había una persona en este mundo capaz de acabar con esto, si todo sale mal. Y era Shiva...

-Te dejaremos a ti la negociación final entonces. Ahora... ¿Hablamos del tema de la Iglesia?

Azazel vio la cara de Miguel... y supo que el tema no era el mejor en estos momentos. Ni de lejos. Lo que si puede estar seguro, es que varias cabezas están rodando. Pero, ¿Qué consecuencias les pueden traer estas decisiones ahora?

Fin Flashback

Con eso ya en su cabeza, Azazel supo que con esto, ya tienen algo en que apoyarse en caso todo se vaya al diablo.

-Azazel, me has mostrado tu voluntad de morir. Será mejor que tengas cuidado. Un hombre que predica la paz es siempre una existencia desagradable. Sin embargo, has venido aquí para hablarme sobre presagios enfermos. Tus talentos son bastante impresionantes. – Shiva tocó el pez que atrapó con un dedo y este se calmó. – Eres un ser raro... Pero en algo me recuerdas a él.

-Himmel... él...

-Todos sabemos lo que hizo. Y si bien no niego que hizo un gran bien, creo que también fue muy ingenuo en dejar a ese sujeto vivo. Aunque, no lo culpo... con la cantidad de gente que mató en su vida. A fin de cuentas, es por él que el número de demonios bajó mucho en los años antes de la guerra.

Era verdad.... Y eso era algo que no habían informado de ninguna manera. Lo que Himmel hizo antes de acabar con Cubia. A ojos de muchos, él sería un villano. La sociedad de los nobles, lo miraran como el verdugo de los demonios de sangre pura. Pero era algo que pasó... Himmel no estaba en condiciones para negociar. Al menos no con los que lo atacaban o con las fuerzas que Lucifer comandaba. Además, de que la mayoría de estos seres, murieron a manos de las personas que lo seguían.

-Oí que dos descendientes de dos de las familias que apoyaron al Rey Supremo están con su vida actual. Es curioso... Pero demuestra que el mundo no hace las cosas porque sí. – Shiva empezó a quitarle las escamas al pez.

-¿Dice que todo esto es causa del destino?

-¿Destino? – Shiva lo miró con algo de gracia. Burla. – El destino es algo que siempre está ahí. Pero no rige nuestras vidas. Nos impulsa por un camino, pero ya es de cada uno si es que tomamos las decisiones correctas. Pero eso es algo que no me gusta meterme. Ya mucho embrollo de esas cosas en otras mitologías, ¿No crees?

Si... las cosas del destino ya pesan mucho en otros lados. No es necesario... pensar más en ello. Pero el ver como el Dios lanzaba una pequeña roca al río y el ver como esta creaba unas ondas en el agua, que crecieron hasta llegar hasta la orilla, lo hizo verlo con suma curiosidad.

-El mundo es como ese río. Caudaloso... Pero que tiene una sola dirección. Nada lo puede cambiar. Pero... que pasa si lanzas algo más grande que esa roca en medio del caudal. Puedes interrumpirlo u obligarlo a que se acomode. – la sabiduría tras las palabras del Dios, solo hicieron que Azazel lo vea con mayor atención. – Lo que trato de decir es que... si estábamos destinados a algo. Esto cambió con la presencia de esas cosas que tus alumnos portan. Seres que no son de este mundo y que poseen el poder natural para hacer frente a los Dioses. ¿Eso es algo que desearías que este en las manos correctas Azazel? Porque ya debes de saber que va a pasar si al menos uno de esos seres, se vuelve loco.

-Soy consciente de ello. Por eso estamos alertas a la última fase. Porque si esta se sale de control o está en alguien quien puede ser una amenaza...

-Solo déjame decirte una cosa Azazel... Hay cosas que no puedes controlar. No importa lo que hagas. Pero lo único que te puede decir... es que debes de saber que... todo pasa por una razón. Todo... Queramos o no... a veces solo somos piezas de un gran juego llamado vida.

Azazel no dijo nada... y era cierto... no le quedaba otra más, que simplemente... rogar que pueda reencarnar si es que se muere. Porque sabe que como está todo, estaban con un pie en la tumba. Uno más que otro...

----

En otro lado del globo. Tenemos lo que es una zona que se encuentra en Rusia, la zona más fuerte en ventiscas de esta época del año. Demonios... LA chica estaba harta de caminar, pero era lo que debía de hacer. A habían llamado para poder... informar de su misión. Y el porque estuvo en silencio estas semanas.

Lo bueno, es que al llegar, se vio con quien la esperaba en la entrada era un viejo conocido, que trabajaba con ella, en el mismo departamento, investigación.

-Llegas tarde Millium.

-Oh, no te pases conmigo Elliot. No eres quien tuvo que regresarse a pie.

La chica vio como el tipo se quitó la capucha, mostrando que era de un cabello naranja, además de que se veía algo de cansancio en su mirada, de seguro por este frío del mal. Pero lo que no quitaba, es que eran conocidos.

Elliot Craig era, como ella, un miembro de la Clase VII de Thors. La cual fue destruida tras la deserción de Rean. Elliot era, un aspirante a músico, pero se centró en la vida militar luego de lo que pasó. No porque sea un acto personal, sino porque veía que podía ayudar con sus habilidades. El ser un músico consagrado, ayuda mucho en el espionaje. Los de grandes cargos adoran la música clásica.

-¿Y el jefe?

-Sabes que te espera abajo. Ha estado... molesto.

-Que novedad.

Millium notó a su amigo soltar una risa. Eso era bueno... el tiempo no había sido amable con él. El perder su sueño en el pasado, lo hizo algo apático... Esos años donde fueron vigilados, solo para ver si Rean los contactaba, solo hizo que perdieran oportunidades de hacerse trabajos más sencillos y alejados del mundo sobrenatural, como lo quiso Elliot.

Ambos optaron por caminar y tocar la puerta que estaba atrás de ellos. La gran puerta de metal, la cual mostraba que en verdad estaban en una zona militar, se abrió. Dejando ver solo un enorme ascensor. Al entrar en este, la puerta se cerró y ellos empezaron el descenso. Y el silencio reinó el lugar, de nuevo.

-Yyyyyy... ¿Cómo va todo por casa?

-Bien... mi esposa es algo estricta en estas cosas. Ya dice que debo de dejar este trabajo y centrarme en lo que me gusta.

Millium vio la sonrisa de su amigo... si, Elliot se casó hace un año con una de las más importantes en la zona. A pesar de que ella estaba en sus 25 y él ya en sus 33, se veía lo mucho que ella lo amaba. Y para que él derritiera ese corazón de hielo que ella tiene, es digno de respeto. Hay que hacerle un monumento.

-¿Cómo te fue en la misión?

-No puedo hablar de eso aquí...

-Puede ocultar los detalles reales con ellos. Conmigo sabes que lo puedes decir.

Millium sabía que su amigo tenía razón... Se era bien sabido del apoyo que pidieron a Laura y como ella regresó a su hogar luego de la misión, obvio por su responsabilidad como madre, pero a su vez, no ayuda en su contexto.

-Estuve investigando cosas por mi cuenta. – Millium miró a su lado, sabiendo lo que la acompaña siempre. – Quería saber de donde salió Lamy... el que me digan que lo construyeron... es una mentira. Y yo lo sé...

-¿A qué te refieres?

-... ¿Sabes que en la Brecha Dimensional hay cosas que son como Lamy? Solo que más grandes y feos... Solo... me quise asegurar de...

-... ¿Te hiciste con uno? – Elliot no preguntó más. La mirada de la chica lo decía todo...

-Tuve ayuda... Viajar con el Hakuryuukou ayuda. Más si tienes un usuario de las artes antiguas como ese Bikou. – Elliot notó la cara complicada de su amigo. – Oh... olvide que tu esposa tuvo un encuentro con él.

-Si... no ayuda que le dijo Ice Empress. Juro que estuvo al borde de un ataque de rabia desde ese día.

-Hey... El que se casó fuiste tú. Es tu responsabilidad ahora. – Debía de darle la razón. – Pero volviendo al punto... Me hace pensar que nos están ocultando mucho. Digo, ¿Qué ganan con ocultarme de donde me dieron esta arma? He estado en esta organización toda mi vida, pero no puedo dejar de pensar, que me están ocultando algo. Y quiero saber que...

-¿Crees que sea algo malo?

-El mundo esta cambiando Elliot. No podemos seguir así... ¿Crees que es correcto que el general y tu propia esposa crean que los demás son enemigos solo por ser de otra raza? Dios, Rean no...

Se detuvo al saber que el tema de su amigo es... complicado. Miró a Elliot, quien se quedó viendo a la nada. Ella sabía que esos dos, eran amigos cercanos desde el día uno. Que pasaron mucho juntos. Pero por alguna razón... él dejó de apoyar a Rean. Y aún no sabe el porque. No sabe porque pasó todo esto. ¿Cuándo es que acabó todo de este modo? No lo sabe...

-¿Cómo está...?

-... Mal. – Esa respuesta lo sorprendió. – Cuando lo vimos, pensamos que estaba bien. Se notaba... fuerte. Dios, su fama es de temer. Pero cuando lo vi... parecía tan cansado. Tan... débil. Que se mostraba fuerte solo para que los demás no se preocupaban. Tal vez los engaño a todos, pero Lamy me lo dijo... está mal Elliot. Está enfermo... Y parece no importarle que puede ser malo para él. Es como... como si quisiera que fuera así. Yo... No pude decir nada Elliot... no fui capaz...

Y él entendía el porque... Millium siempre vio en Rean a alguien fuerte... capaz de todo. El líder de todos ellos. Pero a su vez, como un héroe. Y él pensaba lo mismo... que Rean eso era para ellos. Un modelo a seguir. Que cuando pasó lo que pasó... es como si les hubieran lanzado agua del mismo Helheim. Y eso era decir mucho...

Pero el tiempo de hablar entre ellos acabó. Porque llegaron al piso donde debían de estar... vieron el marcador y se veía que estaban en el piso B50. Y eso era mucho... varios metros bajo tierra. Y cuando las puertas se abrieron, se vieron con lo que era la base en todo su esplendor tecnológico.

No era ninguna sorpresa, que el mundo de los humanos, en el sentido de lo normal, en vez de centrarse en la magia, se centre en la tecnología. Y esto era lo que se veía. Se veía lo último de lo último en la tecnología del mundo.

Pero lo que no esperaron, fue ver como eran recibidos y saludados. Y era de esperarse, aunque lo habían olvidado, eran miembros independientes, pero que tenían cierto rango entre los presentes.

-Hogar dulce hogar...

Millium veía la base con nostalgia, el lugar donde vivió años, hasta los 13 cuando fue parte de la escuela Thors por dos años. El ejército Atlesiano, llamado así en honor al Titán Atlas, el cual se dice lleva el mundo sobre sus armas, se llama así por ese mismo objetivo. Cargar con la seguridad mundial en sus hombros. Claro... tenían afiliación con organismos gubernamentales tan importantes, que siempre estaban involucrados en algo en las acciones de los gobiernos del primer mundo. Se dice, que la organización ha existido tanto tiempo, que se han metido en conflictos importantes dentro del mundo. Apoyando al bando con el que tengan menos conflicto de interés.

Millium caminó con Elliot, pidiendo que no hagan los saludos militares, ya que es algo de rutina, aunque obviamente, la llegada de dicha persona, la puso tensa.

-Me alegro de verlos.

La mujer enfrente de ellos, era lo que llamarías una de esas damas de alta alcurnia. De una piel tan blanca que casi parece que no ha visto el sol, pero con un cabello del mismo color, unos ojos azules y una figura, que haría dudar de su heterosexualidad a cualquier mujer.

-Comandante Schnee. – Millium si sabia darle a esta mujer el respeto que se merece, más por miedo que por otra cosa.

Winter Schnee sonrió con gracia al ver a la chica, que sin duda era mayor que ella por un par de años, pero que al mismo tiempo era una buena amiga. Pasó a ver al hombre que estaba a su lado, solo para verlo con fastidio.

-¿Ninguna llamada? ¿Sabes lo mucho que me preocupé?

-Vamos Winter. Solo fue una misión de espionaje. No pasó nada. – Elliot sonrió algo complicado.

-... Preocuparme por ti es parte de mi trabajo. Soy tu esposa.

.... Si... Creo que hay que hacer explicaciones aquí. Verán, Elliot es un músico que sabe llegar al corazón de las personas y Winter... pues... es una mujer ruda, fuerte. Por lo que ver como este hombre la trataba como a cualquier persona y hasta le admitió que escribió una canción basada en ella... La mujer no pudo negar su atracción. Una mujer de vida militar, que en su vida había tenido un novio, se casó al año de noviazgo. Y llevan ya 6 meses de casados.

Aunque ella quisiera saber del estado de su hermana menor... Tras lo que oyó que ocurrió, ha estado con ideas de que debe estar mal o tratando de sobrevivir. Pero no fue hasta que Millium dio un chasquido.

-Ya decía yo... Weiss es su hermana ¿No? – No puede creer que se haya olvidado de ese ligero detalle.

Lo que si no esperó, fue el sentir las uñas de la mujer, quien usaba guantes, atrapar y aplastar su pobres hombros... es una dama sensible... esto va a dejar marca.

-¿¡Como sabes del nombre de mi hermana!? - Winter no era muy... abierta en los temas de su familia, solo mencionó que tenía hermanos, más no nombres.

-Winter... la estas lastimando. – Elliot puso su mano en el hombro de la mujer, quien lo miró un rato, antes de dejar a Millium, quien se sobó los hombros como pudo.

-Au... Que agresiva. – Millium notaba que Winter la miraba con exasperación, siendo solo su esposo lo único que impedirá que se le lance encima. – Diré todo lo que tengo que decir en el reporte que le daré al General.

Winter apretó los dientes, sintiendo que esta niña se estaba burlando de ella, pero al mismo tiempo, sabía que era lo correcto en termino de reglamento. Por lo que no tuvo más que asentir y guiar a ambos a los cuarteles centrales.

Y en medio de su camino, Millium pensaba en que puede decir y que no. No le crean mal, ama este lugar con pasión, es donde creció y vivió años. Pero estaban sus amigos, que eran su familia, los cuales estaban ayudando a una causa que puede permitir que haya una vida mejor para todos y no solo conflictos, solo porque a uno le da la gana. Si algo ha aprendido de este lugar, es que el conflicto es una ventana a una oportunidad para hacerse del control. Y eso es algo que han estado tratando de hacer... mostrar que si el mundo no es como ellos lo dictan, actuarán. Esa es la razón, por la que no hay tantos conflictos en la actualidad. Solo otra que acción militar o terrorista, que yace en sus estándares. Pero el hecho de que deseen meterse ahora en los asuntos del mundo sobrenatural, donde ya hay una Alianza, demuestra que hay límites que no deben de tocar...

Debe de hablar con cautela...

-Hemos llegado. – al llegar a la oficina central y que la puerta se abra de modo automático, Winter dio un saludo militar al que estaba revisando unos documentos. El hombre era de gran tamaño, no lo van a negar, a pesar de que estaba sentado, su barba y cabello negro tenían solo unos indicios de blanco, que mostraba algo de su edad. Lo que Millium aun no creía, era que este tipo medía 2 metros. Pero quitando eso de la ecuación... sabía que el tipo ahí presente, más que impacto de poder, porque eso no tenía, era el impacto de su carisma y sus convicciones, lo que lo hacía tener el mando de todos los presentes, hasta de ella cierto tiempo.

-Veo que han regresado de sus respectivas asignaciones. – Se dignó en verlos, con una ceja alzada, casi como insinuando que estaban en el error. Millium contuvo las ganas de rodar los ojos.

-Lamentamos mucho habernos tardado, General Ironwood.

Si... este hombre era James Ironwood, el general de toda la fuerza militar Atlesiana desde hace casi dos décadas. Y era a quien debían de darle un reporte... diablos.

-No me preocupo por ti Elliot, sé que estas en manos capaces. – Su sonrisa denotaba que sabía muy bien de que habla. Winter se sonrojo un poco al ver que hasta su general se ríe de ella. – Pero tú, Millium...

-Estaba con algunos asuntos personales. Investigaciones que deje en el pasado y he podido completar al fin.

-Bueno... ojalá hayan sido productivas. – Lo fueron, pero no puede decírselo. – Es más, creo que ya debes de saber lo que ha pasado hace una semana atrás.

-¿El escándalo de la Iglesia y las demandas de violación de los altos mandos contra jóvenes de sus organizaciones? Si, es la noticia del momento.

Todo el mundo habla de eso. Habla de como es posible que algo así haya pasado y que en verdad, esos niños estaban en una situación donde estaban atrapados. Aun así...

-Por lo que tengo entendido, es algo que tuvo como factor la Alianza.

-Disculpe que lo interrumpa, pero ¿No está bien que hayan detenido a seres así? – la pregunta era obvia, ¿Por qué parece que no le agrada eso?

-No digo que haya sido malo. Pero no era el momento... - A las palabras del General, Millium supo que... - Deseábamos esperar un poco más, antes de actuar. Y esta movida, ha hecho que nuestros planes a futuro se vean afectados un poco.

Elliot vio como Millium apretaba el puño. Así como Winter... él conocía a su esposa. Puede que siga las palabras del general, pero como mujer, detesta lo que ha oído. No sólo ello, sabe que no es capaz de decir algo. Este hombre estaba tan enfrascado en el control de las cosas, que parece que estaba perdiendo el rumbo de lo que en verdad importa. Lamentablemente, no es capaz de decir nada en estos momentos... Aun...

-¿Qué noticias tienes de lo que viste en esa misión Millium?

-Señor. – La mujer se puso firme. – Lo que pasó, sin duda fue por un ataque de Grimms, pero al mismo tiempo, fue por una de las fuerzas terroristas que han estado haciendo que el mundo este en constante peligro.

-Qliphot, ¿verdad? – el hombre se puso de pie y caminó hacia uno de los estantes que tenía cerca. - ¿Qué nos puedes decir de ellos?

-Por lo que vi... están dispuestos a todo con tal de lograr su meta. El ataque en Tokio, debe de hablar por su cuenta... General. – El tono parecía decir, que no le preguntes tonterías.

No supo si su comentario fue ofensivo, pero la mirada del hombre a unos metros de ella era... una que le daba la sensación de que algo estaba pasando. Y no le iba a gustar para nada.

-Quiero que se pongan alertas, parece que deberemos tratar con esta Alianza.

-¿En que sentido General? – Winter sonó más seria de lo que quiso parecer.

-Tengo contacto con alguien, quien parece querer tratar algo con los de Alianza, en especial ese grupo antiterrorista, DxD. – Millium apretó los dientes de modo simulado. – Es más, por loa información que tengo... Tengo la sensación de que tienen a su lado, unas cazadoras de Grimms.

Ok... esto se le estaba complicando. ¿Cómo va a poder informar de todo esto sin miedo a que se le escape algo? Millium miró a su alrededor, notando que en verdad estaba sin salida. Solo le queda decir lo que pasó en esa misión y en Rumania, además de que... No puede revelar a Rean y a su alumno, de ninguna manera. Debe de... ocultar unas cosas.

----

-¡Wow! ¡Es genial!

Ruby, quien vestía un kimono, se mostraba impresionada con lo que veía. El gran templo que tenía en frente. Es más, puede jurar que es mejor de lo que imaginó una vez. Además de que había mucha gente.

-¡No te vayas tan lejos!

-Déjala Yang, se ve que se está divirtiendo. Me recuerda a mi primera reacción.

La rubia rodó los ojos al oír a Rias, ambas vistiendo un kimono y sus cabellos arreglados para la ocasión. Además, tenemos que ver que están en una zona con mucha gente.

El grupo era grande, todos habían venido a pasar el año nuevo, una fecha importante para los que sienten que el fin de algo, es el inicio de algo aun mejor. Aun así, todos los presentes del grupo DxD, estaban viendo con alegría lo que sería una visita más que emocionante.

-¡Ise, que bueno verte!

Ante ellos, llegó la que era una niña que vestía sus ropas de siempre, además de que se le veía muy feliz de ver a sus amigos de nuevo.

-Hey Kunou, vinimos a dar nuestros respetos.

-¡UH Huh! Aquí yace el Dios principal, el Dios Ukanomitama definitivamente será feliz.

-Y espero que no les moleste que tengan más visitas.

Otra voz, los hizo voltear y quien vieron, era ya una mujer algo mayor, pero que se le veía muy bien en el kimono que llevaba puesto.

-¡Madre!

Ayane saludó a su madre con alegría, mostrando que la relación entre ambas era mejor. Lamentablemente, la hermana de Ayane, Kasumi, no pudo venir, dado que está en una de las sedes de América Latina, ayudando en algunos asuntos de las deidades de esa parte del mundo.

-Un gusto verla de nuevo Lady Ayame. – Twilight dio una reverencia, junto a PInkie, quien también vestía un kimono.

-Oh, no me traten con tanto formalismo, son amigos de mi hija. Bueno... amigos y futuro esposo.

-¡Madre!

Se veía como la mujer gustaba de las bromas, Ayane solo se sonrojo e Ise soltó una tos nerviosa. Vaya... Pero no era la única persona que vino a verlos. A unos pasos, se les acercó. Era Yasaka... y vaya que sabía llamar la atención.

-Bienvenidos. Espero que su viaje haya sido calmado.

-Lo fue Yasaka-sama... - Blake, quien también vestía un kimono, hizo una reverencia, haciendo que la mujer mayor la mire sorprendida.

-LA pequeña Blake. ¡Mírate! – La mujer abrazó a la chica, quien quedó con la cara entre los pechos de la mujer. - ¡Te has vuelto una bella señorita!

-... La está matando... - Aki miró con gracia lo que pasaba. - ¿Cómo es que la conoce Yasaka-sama?

-Oh, su abuelo era un viejo amigo. Y su padre lo vi hace unos años. Pensar que te vería de nuevo. – la mujer soltó a la chica, quien tuvo que ser sostenida por Irina y Xenovia para que no se vaya al suelo por la falta de Oxígeno. – Oh... ¿Y los demás?

-Lamentablemente, somos los únicos que vinieron. – Akeno sonrió algo apenada... más al recordar lo que habían visto...

Si, no todo el grupo estaba aquí. Azazel estaba en una reunión importante, al menos así pensaron que era hasta que les mando a todos fotos, donde se veía que el trago se le fue a la cabeza con Zeus y Odín.... Aunque jamás pensaron a ver a Miguel subido de copas. Pero si, Rean se quedó en casa con Venlana, Celestia y Luna.... Mejor dicho, ellas lo querían de calentador. El pobre solo se pudo despedir de ellos con la mano y un gesto de dolor... ser abrazado por tres mujeres, no era fácil.

En fin, eso no quitaba que estaban felices de estar en este lugar. Kaori había logrado comprar unas cosas para su familia, con quien pasaría más tarde el día. AJ y Rarity parecían ver con curiosidad esos estantes con amuletos. Vaya... Pero no quitaba que se estaban divirtiendo.

En menos que lo esperó, Ise vio como todos se fueron por su lado y lo dejaron solo con... Kunou.

-¡Vamos Ise, hay que ver el lugar!

-Me parece una excelente idea.

-Gracias Kunou... y Xeno... ¿¡Xenovia!? – Se vio que la chica estaba a su lado. Era la única que no vestía un kimono, dado que dijo que no le quedaba el que le trajeron. - ¿Qué haces aquí?

-Acompañarte. Vamos.

La chica avanzó, obligando al Sekiryuutei caminar con ella, pero se veía que Kunou no estaba feliz. No sabía el porque...

[Compañero, ¿Podemos comprar de esos dulces que venden por aquí?]

Oh... Cierto, debe calmar su estómago.

---

Yendo a otro lado del templo, Irina notaba como Rias miraba con vergüenza la foto que les mandaron de la reunión de líder. Se veía a su hermano y los Maou en esa fiesta con todos, pero Grayfia era la que le sorprendió... el verla divertirse, hasta estando ebria, le sacó una risa. Una que...

-¿Qué es tan gracioso?

-Oh, nada Weiss. Solo me alegro que mi hermana este bien ahora. Tras todo lo que pasó, me asuste de que haya... bueno... estado en un mal humor.

-Oh... entiendo. Me gustaría que mi hermana fuera así...

-Nunca hablas de ella, ¿Qué tal es? – Koneko, quien tenía en sus manos una enorme galleta, hizo la pregunta. Una pregunta que en verdad era de esperarse.

-Pues... la llamarías perfecta si es que ves todo lo que ha logrado. Sin duda una mujer capaz de muchas cosas. Pero a su vez, muy seria en su trabajo.

Rias no pudo evitar compararla con Grayfia en algunas cosas... Pero no fue hasta que notó a lo lejos que Ayane hablaba con su madre, que pudo ver algo de tristeza en los ojos de Weiss.

-Antes no se veían a la cara....

-Ayane lo contó... es solo que... Quisiera tener la oportunidad de arreglar las cosas con mi hermana... no nos separamos con los mejores términos.

-Nya... eso tiene solución. – Kuroka vestía su kimono, solo que algo más arreglado y no tan sensual como siempre. – Shirone y yo ahora somos las mejores hermanas nya.

-No me toques...

Koneko miró su hermana con molestia... está comiendo. Y Kuroka hizo un gesto como que le dieron en el corazón. Pero sabían que era broma. Una muy buena broma entre hermanas.

-Por cierto... ¿Qué haremos luego de esta reunión?

-Una fiesta obviamente.

Pinkie apareció al lado de Irina, quien no se sorprendió... ya estaba acostumbrada. Como todos... Pero si le sorprendió el saber que Pinkie desea hacer una fiesta.

-¿Es buena idea?

-Somos adolescentes... ¡Fiestear esta como algo obligatorio! – Weiss la vio confusa. – Tras todo lo que vivimos, merecemos divertirnos un poco.

-... NO es mala idea... - Rias sonrió a esas palabras. Hasta pensó en lo divertido que sería meter algo de alcohol, solo para ver al resto ebrio. – Pinkie, te doy permiso para ello.

-¡YAY!

-Pero... - se acercó a ella y le susurró. – Ponle a Ray algo en la bebida...

LA sonrisa diabólica de Rias, fue contagiada a su amiga, quien rio del mismo modo. Lo que le sacó a las demás un suspiro. Se ve que no quiere dejar de molestar a la caído. Pero se veía que eran buena amigas y Weiss admitía que veía algo de ella reflejada en esa relación. Vaya amigas que son...

-Por cierto Irina... - Oyó a Koneko mirar a la castaña, quien estaba bebiendo algo. - ¿Por qué dejaste que Xenovia se quede con Senpai?

.... Esa es una muy buena pregunta. Pero ver la cara de la castaña. Quien verdad no estaba segura de que cara poner, de que decir... solo soltó un suspiro. Uno que en verdad no le iba a gustar en nada lo que iba a salir de su boca.

-... Se la debo. – No entendían a que se estaba refiriendo. Pero parece que solo les queda... esperar.

----

Por otro lado, tenemos a Blake viendo como Rossweisse quería sacar la buena fortuna... solo para ver que sacó la peor...

-¡NOOOOOOOOOO! – Para empeorar, era en el ámbito financiero, porque se veía que en el amor le iba bien. - ¡Debo mejorar esto!

Ver como colgaba el papel para mejorar su suerte, solo le sacó una risa. Solo para ver que Rarity hacía lo mismo.

-¿¡Y eso por qué!?

-¿¡Crees que quiero que mi vida se vuelva una de desdicha sin el apoyo del dinero!?

AJ quería separar a su amiga de ese lugar, solo que esta se aferraba con fuerza al poste.... ¿No es eso daño a la propiedad pública?

-¿No deberías ayudar?

-No... LA última vez que quise hacerlo, solo pague el precio. – Blake alzó una ceja al ver que Kiba estaba con una cara de rendición. – Se ve que ella es única a su modo de hacer las cosas.

-Se nota que son una pareja algo extraña.

Kiba señaló al otro lado, mostrando que la de Gasper y Fluttershy era... más rara. No sólo se veía lo bien que se llevaban, sino que Gasper vestía un kimono... jura que Ise trató de detenerlo, pero la chica lo detuvo... al parecer ella tiene un fetiche raro. Aunque se ve que son lindos juntos...

-Juro que necesitaré de insulina si esto sigue así. – Yang vio su suerte y... - Agh. Suerte en el ámbito de los estudios, en el amor... mediana suerte. Ugh... ¿¡Y para que quiero estudiar!?

Blake rodó sus ojos, notando que Kiba parecía feliz con su propia suerte.

-No necesito pedir más de lo que tengo. Mis amigos son todo lo que necesito... además de que Rarity cubre muchas áreas.

-La quieres mucho, ¿No? – la chica hizo la pregunta, haciendo que él suelte una risa.

-Más de lo que puedes imaginar... Creo que... debo pensar seriamente en llevar mi relación con ella a algo más profundo.

Esas palabras la sorprendieron a ella y Yang, quien soltó una risa más... malvada.

-Oh.. al fin usarás la otra espada.

-¡Yang! – Blake reprimió a su amiga, quien rio con fuerza. – Lamento como es...

-No hay problemas... Ise-kun es similar a veces. Tiene un sentido del humor algo sarcástico. Pero si... creo que ya es hora... Digo... no es momento de ponerse a vivir con arrepentimientos, ¿no?

Era cierto... y ambas chicas lo sabían. Más de lo que querían admitirlo. Por lo que era el momento de ponerse más decididos en algunas cosas que sentían, podían dejar de lado. Al menos hasta que una oyó como el celular del rubio sonó. Y el ver como sonreía complicado.

-... PInkie hará una fiesta bien volvamos a casa.

-¿Tendrá el tiempo y la capacidad de hacer algo así?

-Es Pinkie... - Claro... Hasta Kiba decía ello. Parece que la chica era más capaz de lo que creía...

-Oh. Una fiesta... ¡Traeré el alcohol!

Blake quiso decir algo... pero la idea de tomar un poco no era mala. Es más, no sería mal modo de profundizar la relación que hay entre ellos. La muchacha abrió al fin el papel de la fortuna que tenía en su mano, notando que su suerte era media. Pero un factor si que era alto... y quiso golpear a Yang por verla de ese modo, burlón, y que Kiba sonreía, pero se veía algo de ese aire burlón...

Suerte en el Amor, la más alta... Vaya...

----

-Ooooh. Me parece interesante el saber que tantas cosas hay aquí. – Ruby dio su oración en el templo, con Rainbow a su lado.

-Bueno, no es que podamos decir que la cultura de este país es aburrida. Por cierto, ¿De que país eres Ruby?

-¿Yo? Soy de Alemania. – Ruby vio como las que las acompañaban la miraban - ¿Que? Que haya nacido en un país con un loco como líder en el pasado, no me hace igual. Además, solo soy medio alemán, por mi padre... mi madre era canadiense.

-¿En serio? Vaya... mis padres son de Rusia, por lo que yo soy de esa estirpe. – Rainbow termino de dar sus respetos y... - ¿Qué hay de ustedes?

-¿Por qué la obvia pregunta? Somos japonesas. – Aki alzó una ceja al notar que su amiga en verdad no se acordaba de eso, o quiere tener un tema de que hablar.

-Oigan, hay que juntarse un poco. Kurama necesita espacio. – Kaori señaló al lobo, quien yacía invisible para todo el mundo.

Y eso hicieron, lo que les importaba en estos momentos, era solo el de divertirse y quien sabe que más. No fue hasta que Raynare regresó con Asia a su lado, con una cara complicada. Aunque la rubia parecía divertida.

-¿Qué les pasó?

-Pinkie... - Ray soltó un gruñido.

-¿Qué hizo?

-Oh nada.... Solo que nos mandó un mensaje, diciendo que luego de volver a casa, hará una fiesta. Dice que estemos listos. – Asia dio sus respetos también, deseando con fervor que Fafnir se cure de sus heridas.

-¿¡Fiesta!? Oh no... - Ruby sabía que la palabra Fiesta y su hermana, en la misma oración, no era una buena idea.... - Tal vez debamos evitar que mi hermana traiga algo de beber.

-Oh... no lo sé. Me gustaría probar un poquito de alcohol. – Kaori sabía que eran menores de edad, pero no quita que la curiosidad estaba en su ser. Si, un poco de alcohol no puede ser tan malo.

-Ya sé. Invitemos a Sona y los demás. – Rainbow era consciente de que no pueden ser los únicos en divertirse. - ¡Llamare a Gen!

Se notaba que solo quería pasar tiempo con él. Dado que se sabe que él estaba pasando tiempo con Momo para eso del Consejo estudiantil, se ve que la chica no quería perder terreno. Oh bueno... no quita que puede tratarse de algo divertido.

-Lo olvidaba... lo mejor será que tengamos algo con que cuidarnos a la mano. – Raynare dijo lo que leyó en el mensaje de Pinkie.

... NO pasó mucho hasta que todas captaron a que se refería y se sonrojaron al pensar en que.... No será mala idea ser precavidos.

Kurama miró a las chicas y negó con la cabeza, puede oler esos deseos de aparearse. Mujeres.... No las entiende.

----

Por otro lado, en el que es lado más cercano a la entrada, Yasaka tenía una charla con Twilight, Fay, Ravel y Sunset.

-Agradecemos mucho su ayuda en este plan Yasaka-sama.

-No hay de que agradecer. – La mujer le quitó importancia a lo que Twilight dijo, solo para luego notar que Ravel estaba recibiendo una llamada. - ¿Importante?

-Mi familia... se ve que quieren que vaya mañana a visitarlos. Eso haré.

-Al menos tienes esa libertad... yo no puedo ver aun a mi familia. – Fay sabía que tenía cosas que hacer, antes de presentarse a su casa y su padre. Pero esta llegando a eso... pronto, podrá verlos...

-Espero que eso pase pronto Lady Fay. – Usando algo de su conocimiento en las costumbres europeas, Yasaka sabía que en cierto modo, esta niña era una princesa. Así como Ravel... vaya combinación. – Ahora... Creo que quieres decir algo, ¿no?

Sunset se tensó al oír ello... el oír como la mujer le daba la palabra. En verdad, quería pedir perdón por todo lo que pasó. Lo que hizo... se sentía tonta al pensar que solo unas palabras la iban a ayudar en esto. Pero al notar la sonrisa, que era maternal, parecía decirle que puede decirle lo que siente.

-Yo solo... solo quería pedir perdón... perdón por lo estúpida que fui... y que usted tenía razón... - Sunset dio una reverencia, una que en verdad era del fondo de su alma.

Pero el ver como Yasaka le daba una palmada en la cabeza, como lo haría una madre, la hizo contener las lágrimas que estaban al borde de salir. Que estaban al borde...

-Ya has pedido mucho perdón. Solo te queda seguir en tu camino y demostrar que lo sientes así. – La mujer vio como Sunset asentía y se limpiaba las lágrimas. – Pero, me gustaría pedirles a todas un favor.

-El que sea si está en nuestro poder.

-Gracias. – Twilight notó como la mujer pasaba a ver a su hija, quien estaba con el Sekiryuutei. – Hablé con Rias-san y... Kunou empezará el año que viene la escuela media en Kuoh. Por lo que me gustaría que le den todo el apoyo posible.

-Será un placer. Puede dejarla en nuestras manos. – Ravel sabía que esto era parte de la Alianza, aunque no sería malo tratar con alguien mas joven. Ya lo han hecho...

-Oh. Lo olvidaba... mi hermano también desea venir a Kuoh... así como las hermanas de AJ y Rarity... - Twilight sonrió al pensar en... - Puede ser una oportunidad para que haga más amigos.

-¿No son menores que ella...?

-¿Y? Los amigos son importantes. – Twilight respondió a la duda de Sunset con duda, quien rodó los ojos para luego sonreír.

Se veía que Twilight representaba bien eso de la creencia de que... los amigos son importantes. Se nota por como ve las cosas. Por cierto, tiene una duda presente...

-¿El Sekiryuutei es su novio? – Twilight parpadeó, para luego asentir. – Oh. Parece que en verdad el chico ha cambiado... ¿Ya sabe lo que es el cuerpo de una mujer?

A la pregunta, todas se sonrojaron, pero fue Twilight la que casi parece volverse una lámpara viviente. Yasaka soltó una risa al ver eso, se ve con claridad que ese chico era un casanova con buen corazón. Paso a verlo y no pudo ocultar una sonrisa... viendo el porque Serafall siente lo que siente. Hasta le da envidia...

-Oh. – Se llevó la mano a la boca en pensar que... - ¿Cómo pude olvidar que le gustan las mujeres mayores? – Si está con Serafall, es por algo.

Todas vieron el brillo en los ojos de la mujer... parece que estaba pensando o debatiendo algo. Hmmm, puede que sea deban estar alertas a cualquier cosa.

---

Yendo a lo central, Ise dio su respeto así como Xenovia, siendo Kunou la que les decía la importancia de este templo, pero a su vez...

-¿Qué deseaste? – Xenovia le hizo la pregunta, una que él vio como curiosa.

-Sabes que si lo digo, no se cumple, ¿No?

-Ustedes los japoneses y sus creencias tan raras. – El Sekiryuutei soltó una risa, una que en verdad no era de molestia. – Pero... es justo.

-¿Pasa algo? – notaba como la chica parecía centrada en ver el templo.

-Solo pensaba en algo... en como serán las cosas ahora. Ahora que tengo a Excalibur. – la chica apretó el puño que era su mano dominante. – Siento miedo... De que sea demasiado para mí. No lo sé... Tras lo de Irina... Creo que... - Ise calló, para dejar que ella hable... - Creo que al fin entiendo lo que es el miedo de perder a alguien que me importa.... Verla tan sumergida en su oscuridad... temí que no sería la misma... Yo...

-Sabes... Irina y Asia siempre lo dicen... pero dicen que eres una gran amiga. – Y era así... Ise sabía que, a pesar de que no es la más culta en cosas como la sociedad, Xenovia era alguien en quien puedes confiarle tu espalda. Una mujer que puede ser directa en lo que quiere, pero no lo hace con mala intención. Lo hace porque... cree que es el medio para lograrlo. No niega que antes la veía como una mujer atractiva, pero ahora la ve como una mujer capaz de lograr que se propone. Despertó a Excalibur... Eso ya dice mucho.

-¿Ise?

-Oh... perdón. Me quede pensando en lo mucho que has cambiado...

-Tú no te quedas atrás...

-Nah... no he cambiado nada... - Xenovia lo miró con incredulidad. ¿En serio?

-No digas tonterías... Dios, Ise eres el que más ha cambiado. Pasaste de alguien serio y frío a ser nuestro líder. A ser quien nos da fuerzas a pesar de todo...

-No soy la gran cosa. – Xenovia lo miró con más fuerza, casi haciendo que este retroceda.

-Lo eres... No lo crees, pero para mí lo eres. Eres quien me ayudó a ver algo que jamás pensé posible... el ver como alguien puede dar todo de sí, por los demás. Su vida, su seguridad... hasta su futuro. Ise... eres alguien quien admiro. Siempre lo he hecho... Pero verte todos los días y notar que hacías, solo me hizo ver que... - el Sekiryuutei esperó a que ella diga algo... se le veía nerviosa... tanto, que hasta parecía frotar sus manos con miedo. – Yo... Eres el primer hombre que me ha hecho sentir esto... y quiero que seas también el último. – Se mostró más decidida... - Si quiero que mis deseos se cumplan, debo de luchar por ellos.

Xenovia aprovechó que Kunou fue por otra cosa en el templo, para tomar la cara de Ise y juntar sus labios con los suyos. Cosa que lo sorprendió... no era la primera vez que se besaban, pero antes fue algo más banal... Pero aquí, sentía las emociones de Xenovia... que no eran solo por una fuerte descendencia, sino por... algo más.

Ella se separó y lo miró como solo ella podía... Le sonrió de esa manera que le hacía entender que ella...

-Ise yo...

-¿Quieres que hagamos esto oficial? – Xenovia lo miró con sorpresa. – Creo que es justo que sea yo quien lo haga. Es más, creo que besarme frente a todo el mundo, ya dice mucho.

Parpadeó al recordar eso... Miró a todos lados, notando que la gente del lugar se les quedó viendo con algo de gracia, algunos con envidia... Pero le sorprendió al ver que a Xenovia sonrojarse de la vergüenza. Parece que si tiene un límite y eso le pareció muy tierno.

-¿Qué dices Xenovia Quarta? ¿Deseas ser la novia de este idiota? – Ella lo miró y no pudo evitar reír al notar como se burlaba de si mismo con ese humor que siempre le pareció... único.

-No... Quiero ser la futura esposa de este idiota.... Y quiero poner términos. - ¿¡Términos!? ¿¡The Hell!? – Quiero 5 hijos... ni uno menos. 3 niños y 2 niñas... - Ise se le quedó viendo con horror... ¿¡Debe de decir eso en público!? – Así que mejor hay que empezar a practicar.

-.... Hecho. – La parte de practica ya lo convenció... Es débil...

-¡AH! ¿¡Que hacen tan juntos!? – Kunou notó como Xenovia estaba pegada a Ise.

La demonio vio a Kunou abrazar la pierna de su ahora novio... y eso le sacó una mueca de queja... eso no se iba a quedar así... Apretó más el brazo de Ise en medio de sus pechos, para mostrar lo que significaba... cosa que a Kunou no le gustó...

-¿¡Que están haciendo!?

Oh no... ya llegaron las demás... Parece que deberá ponerse a trabajar en hacer las paces, porque en verdad siente que será una larga noche.

----

Yendo a otro lado del globo, se veía como una persona estaba preparando lo que era una gran espada... se le veía viejo y cansado, pero su gran tamaño y músculos, solo te hacen ver que no es un viejo común.

Pero lo que mas llamaba la atención, era que miraba cierta cosa con interés... a un grupo de jóvenes que... parece seguirlo. Que parecen... tener fe en ellos.

Lo que nadie sabía, es que esto sería primordial en lo que estaba por pasar en el futuro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro