Superando Dolencias
Era de mañana en la casa y el sótano era testigo de un riguroso entrenamiento. Uno que te hacía pensar en las cosas, en como un instante lo puede cambiar todo.
El Sekiryuutei luchaba mano a mano con AJ y con Kiba, ambos estaban mostrando tener la ventaja sobre el un ciego muchacho, quién tenía en su cuello lo que parecía ser un collar.
Dicho collar, era una herramienta que Azazel creó en conjunto con el padre de Twilight, Nightlight, para suprimir el instinto X-Rounder. En pocas palabras, Ise estaba sin el X-Pulse. Estaba ciego y solo tenía de aliado sus otros sentidos y a Ddraig, quién trataba como podía en ayudar al muchacho en la pelea. Pero ser los ojos de alguien más, no es tan sencillo como uno cree.
La poseedora del Elemento de la Honestidad lanzó un golpe cargado de fuego al muchacho, quién reaccionó bien al ataque y logró esquivarlo. Pero no esperó la patada de la muchacha luego de ello, por lo que recibió el impacto en la cara. Algo que lo dejó desconcertado. Momento que Kiba aprovecho para atacar y tras unos movimientos con su espada, poner la punta de esta en el cuello del Sekiryuutei... quién supo que perdió, de nuevo.
-Rayos...
Ambos muchachos vieron a su amigo maldecir, no eran capaces de entender lo difícil que debía ser para el luchar ciego y sin su X-Pulse. La idea del entrenamiento era prepararlo para luchar con Euclid, dado que, como se vio, el instinto X-Rounder no funciona con ese sujeto.
-¿Estas bien vaquero? No quise darte tan fuerte.
-Estoy bien AJ... tus golpes han mejorado. – la rubia sonrió al hablado. – Pero no debes contenerte tanto.
-Sabes que nos es difícil Ise-kun, sabemos que estas ciego y eso...
-Igual no es excusa Kiba... Euclid no tendrá piedad conmigo cuando... todo pase.
El Knight no pudo decir nada. Era cierto... Pero... Ver a Ise pararse de nuevo, limpiarse la sangre de la boca y demás, los hizo ver que estaba listo para otro round. Esta vez, optó por no hacer aparecer su casco y máscara, al sentir que lo pueden limitar. Al menos, eso es lo que cree...
En otra parte, entrenando también, los demás veían el entrenamiento que esos chicos hacían. Esos que... te hacían pensar en tantas cosas, pero no tenían una respuesta clara a lo que pasaba.
-¿Creen que Ise vaya a estar bien? Ha estado recibiendo varios golpes y ha perdido en cada pelea de práctica que ha tenido.
-La idea es esa Ruby. – Rias respondió la duda de la muchacha. – Creo que Rean-san, trata de que Ise entienda algo. No sé que...
-Bueno, tampoco es que podamos... ya saben, hacer algo al respecto. – Raynare terminó de estirar. – Vamos, el tiempo apremia. Hay clases en unas horas.
No se los debían de recordar. Pero sí, lo que pasó ayer, aún tiene afectado a todo el mundo. En especial a Rossweisse, quién seguía durmiendo en su cuarto. Según Fluttershy, la mujer lloró por horas hasta que al fin cayó dormida.
No sabían que pensar, la verdad, estaban sin palabras y sin ideas. Esta mañana volvió a hablarse de la noticia del ataque en Shinjuku. Había ya una lista de las víctimas y... era como Rossweisse lo dijo, uno de los alumnos de Kuoh de primer año, fue una de las tantas víctimas mortales. Al parecer, el muchacho había ido a dicha zona a pasar el día, algo que todos tienen derecho de hacer en sus momentos libres. Pero vaya que el destino era cruel con uno.
-Según Sona, habrá una asamblea en la mañana... - Akeno bajo del aire con Irina a su lado. – Parece que... es para informar de que...
-Aun es difícil de digerir. – la castaña negó con la cabeza. – Un día, todo estaba normal y ahora... parece que el mundo se vino abajo con un solo instante.
-Por eso dicen que... el mundo es frágil. – Weiss caminó hacia el grupo ahí formado, Xenovia estaba con ella, se notaba que había estado practicando con las otras espadas. – Esto es solo una muestra de lo que pasará, si dejamos que Rizevim y Qlippoth se salga con la suya.
-Había oído de situaciones así. Pero verla de primera mano. No sé, nos hace ver que en verdad estamos en una guerra. Y no sabemos que puede pasar. – La ex exorcista puso su espada en su hombro. - ¿Qué podemos hacer para cambiar esto?
-Conseguir información. Lo que sea. – Twilight dio su opinión, una que fue apoyada por Sunset, quién estaba a su lado. – Si logramos conseguir algo, una pista, podemos tornar las cosas a nuestro favor.
-¿Hay algo que se pueda hacer? Digo.... Se ve que son cautelosos, si con esos magos apenas logramos obtener algo.
-Hay una solución Ruby. Una. – Sunset sacó del bolsillo de su saco, un trozo de papel. – Esto es algo que hallé en una de las bases de la Khaos Brigade cuando estuve ahí. Me pareció un texto interesante, por lo que me quedé.
-¿Y de qué trata dicho texto?
-De justamente rompimiento de sellos, una teoría. Pero algo que me da una idea.... – Rias alzó la ceja al oír la respuesta. – Sólo una persona en toda la Khaos Brigade buscaba de estas cosas, George era pésimo en esto, por lo que no es su área de experticia. Pero él...
-El hombre que todos oímos, Weil, puede que haya escrito esto. Y Sunset cree... que podemos hallar algo en la isla. Cuando vayamos mañana.
A las palabras de Twilight, todas se vieron las caras. No era una mala idea. Pero...
-Habrá que darse prisa. Mucha prisa. Esta vez, es una carrera contra el tiempo por la información que puede poner la balanza a nuestro favor.
Las palabras de Ruby tenían peso para todas. Por primera vez, sentían el peso de todo esto. Si no hacen algo, el mundo estará condenado antes que puedan hacer algo. Sólo esperan que la información que puedan hallar, sea útil.
...
En otro lado de la zona de entrenamiento. Yang esquivó un ataque del mazo hacha de Kaori, quién giró para tratar de darle con su arma, esta vez convertida en una espada.
La rubia esquivó el ataque por los pelos, sólo para tratar de darle un golpe a la muchacha, quién convirtió el arma en un escudo que logró repeler el daño que se le acercaba. Vaya que estuvo cerca... ambas se vieron unos segundos, listas para retomar la pelea, sólo para oír el silbato que marcaba el fin de la pequeña pelea.
-¡Se acabó! ¡Muy bien, mejor que las últimas veces!
Yang sonrió a las palabras de Aki, aunque agradecía tener una prótesis y no una mano de verdad, eso último si dolió. Pero estaba feliz con ella misma.
-Buen cambio de armas.
-Gracias... pero tus golpes si que son letales. – la pelirrosa tomó aire. – la práctica con Ise-kun te da ayuda en estos casos.
-Jajaja. Bueno, los golpes de Ise son otra cosa. Vaya que tiene músculos. – Yang se sobo el cuello. – Ay... la tensión.
-Sonó mal. ¿Ayuda? – Koneko se acercó a la rubia, quién asintió para luego sentarse. – Ok.
Ver a la Nekomata presionar los puntos de presión en el cuello de la muchacha, sacándolo uno que otro sonido de alegría, era complicado. Suerte que Yang no quería hacer una broma en relación a esto.
-Nya... estas tensa nya. Se ve que tus músculos están al límite.
-Si... Todo lo que ha pasado... Aún me cuesta tragar lo de ayer...
-¿Tragar...? Oh... eso. Sí. Kaichou dijo que habría una asamblea para... ya saben. – Aki bajó la cabeza algo triste. – Saben, ese chico lo vi una ves en el club de Kendo.... Creo que salía con una de mis kouhai...
Ok, más para agregar a la lista de malos sentimientos. Esto era cada vez peor. Ravel llegó al lado de ellas, con un libro en mano. El arte de ella estrategia y la guerra.
-Eso es lo que debemos cargar... al saber de esto. De este mundo... no podemos evitar pensar en que pudimos hacer algo. – La Phoenix cerró el libro de un golpe. – Fuimos ingenuos... pensar que no atacarían. Ese fue nuestro error. Y se pagó caro.
-Pero tampoco es que podamos estar en todos sitios. – Rainbow descendió del cielo, había oído lo que hablaban. – Suena cruel... pero dudo que las cosas vayan a cambiar o calmarse.
-¿Qué propones? ¿Atacar?
-No Kuroka. Dios... Es que... Nunca antes había tenido que sentirme así. Inútil. Una parte de mí sabe que no podemos salvar a todos, pero otra... quiere intentarlo.
El silencio que hubo tras esas palabras, bastaba para que... sepan que estaban en una situación donde la respuesta no era fácil de hallar. No sabían que poder hacer para podes calmar lo que estaba en sus almas, culpa y un sentimiento de venganza contra esos sujetos.
-Antes que nada. La venganza no es algo que debamos buscar.
-¿De qué hablas Ravel? ¿quieres que...?
-No Yang. Lo que digo, es que no olvidemos el porque estamos aquí y hacemos todo esto. Eso es todo.
Nadie dijo nada a las palabras de la chica, quién se dio vuelta y empezó a leer de nuevo su libro. Esta vez poniendo más énfasis en un capítulo que el otro...
-Ravel tiene razón... es algo que debemos tener en cuenta. La venganza... no es nuestra meta final nya...
-Es Justicia. Eso es lo que debemos tener en cuenta. – Koneko asintió a las palabras de su hermana, tras acabar su tratamiento a Yang. - ¿Quién sigue?
-Yo... deseo tratar algo. Creo que es hora de... aprender a usar esto de una buena vez.
Las que sabían de que habla, se sorprendieron. Yang no lo hizo, pero sabía que debía ser algo muy peligroso para que ella lo haya dejado de lado un tiempo.
...
Rarity lanzó varias estacas de tierra hacia Pinkie, quién creó varios muros de hielo al ver el ataque, acto seguido, lanzó un ataque helado hacia Ayane, quién saltó hacia un lado y lanzó varios kunais hacia Rarity, quién sólo creó un muro de Cristal.
En el aire, Fluttershy observaba todo. Más que nada, tratando de acostumbrar su vista a lo que pasaba. Su punto débil era su velocidad de reacción a los ataques, por lo que quería ver si lograba seguir el ritmo de las demás. A su lado, Gasper trataba de hacer lo mismo. Pero por otros motivos, algunas ideas iban a su cabeza.
-¿Lista?
-Si... hagámoslo.
Ambos adolescentes se lanzaron al ataque, uniéndose al grupo ahí abajo. Algo que los sacudió un poco, pero bastaba para seguir con el entrenamiento. Sólo que esta vez, para sorpresa de todos, Kurama se lanzó al ataque. Atacando con todo lo que tenía. Algo que los obligaba a cambiar un poco el ritmo.
Pero bastaba, sabían que una pelea no era clara, hay muchos factores aleatorios que pueden cambiar las hordas de la pelea. En especial cuando...
-Uff. Creo que eso basta. - Pinkie se limpió el sudor que tenía en la frente. – Eso estuvo intenso. Y lo digo yo.
-Concuerdo... Es más, no sabía que podías atacar así Fluttershy.
-Jeje... trato de usar más el viento para atacar, que sólo curar. – Ayane asintió a las palabras de la chica, feliz que este tomando esto en serio. - ¿Cómo estás tú Kurama?
El lobo ladró, como diciendo en estaba en perfectas condiciones. Eso era bueno, saben que Kurama es uno de los que no dudas en lanzarse al ataque. Pero este se mostró triste al ver que Rossweisse no había bajado a entrenar.
-No la puedes culpar. – Rarity acarició la cabeza del lobo. – Es más, ella debe de ser de las más afectadas.
-Y Blake también. Debieron ver como está. – Gasper señaló el lugar donde Asia trataba las heridas de la muchacha. – Parece que esto es muy personal.
-¿Tú crees? Básicamente, el grupo al que perteneció en el pasado... hizo una masacre. ¿Crees que no se lo tomará mal?
Dejando de lado el sarcasmo de Ayane, había razón en sus palabras. Era... difícil de digerir. Parece que Asia ha logrado ayudarla un poco, pero tampoco es que pueda hacer más.
Todas sabían que solo quedaba... Esperar.
....
-Gracias Asia. Pero creo que ya estoy bien.
-Mmm... la piel ya empezó a sanar de las quemaduras. Creo que eso basta por hoy. – la rubia dejó de usar su poder en la mano de la chica, quién soltó un suspiro. - ¿Mejor?
-Dije que...
-Físicamente lo estás. Lo sé. He visto y tratado heridas peores. Pero... hablo más en el campo personal. – La pelinegra desvio la mirada. – Entiendo...
-Yo... Aún no sé cómo tratar esto. ¿Podré actuar cuando sea el momento? Digo... sé que es una organización distinta al del pasado. Pero aún así...
-Es parte de ti. ¿no? – Asia sonrió con nostalgia. – Yo... Yo pensé lo mismo cuando me expulsaron de la Iglesia. Cuándo... me llamaron hereje. Sentí que el mundo se me vino abajo. Pero... cuando vi lo que había obtenido tras eso... supe que las cosas pasan por algo. A veces, el mundo te hace pasar penurias para ver si eres digno de... algo más.
-¿Quién te dijo algo así...?
-Nadie. – Blake alzó una ceja al oír ello. – Cuando Himmel-san nos mostró su vida, algo de ella, vimos lo mucho que sufrió. Lo mucho que le costó pararse. Pero lo hizo, una y otra vez. Cómo Ise-san lo hace ahora...
Ambas pasaron a ver el entrenamiento del Sekiryuutei. Y para su sorpresa, estaba mejor que al inicio. Estaba agarrando el truco de pelear a ciegas. Y eso era algo que... uno no podría hacer con facilidad.
-Ise-san... también ha sufrido. Pero se ha levantado más fuerte cada vez. Eso hace que nosotros hagamos lo mismo. No queremos rendirnos... queremos luchar a su lado, porque él haría lo mismo por todos.
Blake pudo ver esa mirada en Asia, la misma que ve que muchas le dan al muchacho. Sacudió la cabeza para pasar a ver al Sekiryuutei seguir con su entrenamiento. Verlo esquivar, golpear y defenderse, mejor que los últimos intentos. La hacía ver que el chico era persistente. Mucho...
-¿Te ayudó?
-¿Eh?
-Ise-san. Sé que bajaste en la madrugada. Él tiene la costumbre de estar sentado en la sala cuando quiere pensar algo. No dudo que lo viste.
-Oh... Sí. Estaba hablando con Ophis y... - Los recuerdos de lo que pasó, de lo que hablaron y de cómo acabó todo, ella abrazándolo al no saber cómo seguir conteniendo su dolor. Sólo que en este momento, con la cabeza fría, notó que abrazo a un chico con el torso desnudo. Se tapó la cara al sentirla arder de la vergüenza.
-Jajaja. Me imagino algo de lo que pasó.
-¿No te molesta...?
-Un poco. – Asia siguió mirando lo que pasaba allá. - Ise-san... nunca dejará a alguien en problemas. Nunca. Siempre dará una mano. Lo conozca o no. Porque sabe lo que es estar en ese lado... sólo. Desesperado por ayuda. Ddraig-san, Rean-san, todos en Grigori se la dieron. Y creo que por eso, quiere hacer lo mismo. Aunque a veces no sepa que decir... Pero él dice que es mejor tener a alguien a tu lado, que estar solo.
No iba a negar ello. Se sentía bien saber que tienes a alguien que te puede ayudar. Que te puede escuchar. No va a negar que... es algo llamativo. Pero tampoco va a ponerse a... ya saben. No señor...
-Blake...
-¿Eh?
-Te estoy llamando desde hace un rato. - ¿Así? No lo notó... sólo se quedó viendo la escena y... - Bueno. Iré a ver el resto. Cuando Ise-san acabe, dígale que me espere. Sé que necesitará bajar la hinchazón que tendrá en la cara tras ese golpe que le acaban de dar.
Ver como el Sekiryuutei recibió el golpe de AJ en toda la cara... eso debió doler. Pero la pelinegra asintió. Mejor que nada.
Asia se puso de pie y fue hacia donde estaban los demás. Mirando de reojo que Blake se quedó viendo de nuevo la pelea. Sonrió al ver que Ise lo hizo de nuevo, no sabe que dijo. Pero logró hacer que ella entienda, que no está sola. Pero al mismo tiempo...
-Cielos... tal vez debamos pensar seriamente en ponerle un rastreador... para ver que hace. – Asia sabía que esto no iba a gustar mucho. Ve que "eso" estaba ahí. No había florecido... pero la semilla estaba ahí. Habrá que ver como se desarrollan las cosas.
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En el piso superior, Fay trataba de que Rossweisse le escriba la fórmula de la que hablo. Pero la mujer no estaba de humor, esto no estaba yendo a ningún lado.
-Por última vez Fay. No ahora. No quiero tocar ese tema.
-No hay tiempo para esperarte Rossweisse. Mientras eso pasa, quién sabe que están haciendo esos tipos.
La cara de Rossweisse era la que esperó. Sabe que es cruel, pero necesita la maldita información para poder empezar a investigar. Necesitan eso ya.
Con insistencia, le puso el papel y el lápiz frente a ella. Algo que la muchacha vio con fastidio. Pero tras unos segundos, tomo los objetos y empezó a escribir. La maga sabía que estaba siendo cruel... pero no importa. Logró lo que necesita.
Y tras unos segundos, Rossweisse terminó de escribir las formulas. Le dio el papel a Fay, quién lo tomó y empezó a ver que estaba escrito. No pudo evitar abrir los ojos con sorpresa al ver que eran... formulas variadas. Pero todas tenían un punto en común, el final. Todas buscaban romper sellos de gran complejidad, sólo para que al final, tras cumplir sus metas individuales, logren unirse y hacer el trabajo final en conjunto. Era un trabajo asombroso, digno de un genio. Había cosa que mejorar, eso sí. Pero para una teoría salida de la nada, ya que los magos nunca comparten sus trabajos, era algo increíble. Ahora ve el porque la buscaron a ella. Si esto cae en manos enemigas... el sello en 666 sería roto más pronto del que esperaron.
-¿Es todo? De ser así, retírate por favor. – El tono de Rossweisse no daba lugar para... decir algo en contra.
Fay asintió para luego pararse y dirigirse a la puerta. Pero antes de irse...
-No dejes que el dolor y la culpa te hagan lamentarte todo el tiempo. – la maga la vio una vez más. – No eres la única que carga con la muerte de alguien a sus espaldas. Y antes que se te ocurra decir que no te entiendo... es verdad. No lo hago. Tú perdiste un alumno y una compañera... y yo perdí una amiga de toda la vida.
Con eso dicho, Rossweisse oyó la puerta cerrase. Y cuando eso pasó, cogió lo que tenía más cerca a la mano, un adorno, y lo lanzó a la pared sin importar lo que pase con él. Sólo para seguir sobre su cama y llorar como lo estuvo haciendo las últimas horas.
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Ya más tarde, pasó lo que se dijo. La asamblea en la escuela, era lo que muchos esperarían al informar del deceso de un alumno. De una vida que recién estaba empezando a saber lo que era el mundo. Ver a los que conocían a la víctima, los hizo sentirse peor. Porque las lágrimas no eran fáciles de digerir. Nunca lo fueron. Pero... a su vez, sabían que nada más podían hacer.
Cómo era obvio, Rossweisse no fue a clases, Azazel la suplantó en sus clases. E Ise, obviamente, estuvo ausente. Explicar que se quedó ciego de repente, no tenía ningún sentido. Ninguno... pero...
-¿Hyoudo tuvo algo que ver en lo que pasó ayer?
La pregunta de Aika, hizo que las muchachas suden frío. La chica sabía lo que eran... pero siempre estaba al margen. Pero era una amiga en quién pueden contar. Y cuando contaron todo, la chica de lentes no supo que cara poner. Tal vez sorprendida al fin de que... las cosas estén en este punto. Ella era una chica que, tras su actitud burlesca y pervertida, sabía analizar la situación. Era obvio que un día, algo así pasaría... más ahora que tienen una organización que desea destruir el mundo.
-Denle mis mejores deseos. Yo le diré a esos dos idiotas algo para que me crean. No lo demuestran, pero están preocupados por el idiota.
Y así era... Matsuda y Motohama no habían mostrado nada de sus actitudes normales. Tal vez entendiendo que... hoy no era día para eso. Y eso era algo que sorprendió a muchos. Más a los de los de primer año, que conocían sus mañas.
-Todo mundo crece. O sabe cuándo actuar dependiendo de la situación. – Aika se dio vuelta. – Avísenme si algo pasa. Y no se preocupen, tras lo último... dudo que vaya a salir en mis tiempos libres.
La chica de lentes camino hacia donde estaban los dos muchachos para hablar con ellos.
-Saben... deberíamos pasar más tiempo con ellos.
La idea de Irina era buena... sólo... Sí, era lo más cercano a la normalidad que pueden desear. Y para sorpresa de todos, se vio al grupo caminar hacia quiénes eran considerados los dos Pervertidos de la Escuela y a la chica más pervertida... Los tiempos y situaciones, te hacen ver que... hay más de lo que uno cree al inicio.
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-Entiendo. Gracias... - Sona terminó la llamada y... soltó un suspiro que tenía contenido.
-¿Todo bien Kaichou?
-Si Tsubaki.... Sólo algo cansada. He estado toda la mañana en contacto con el director y... la familia.
-Oh... - La chica supo que el tema la había chocado. – ¿Cómo...?
-No lo sé. Es difícil saber que decir en estas situaciones. El cuerpo será velado hoy y... Tal vez vaya. Pero tengo tanto trabajo. Y lo de mañana...
-Veremos en que podemos ayudar. Saji está ayudando para lo de mañana así como el resto, hay que estar con calma.
-Lo sé... Lo sé. Es sólo que... pensar que algo así pasaría. Aquí, en Japón. Y que un estudiante de esta escuela fuera víctima de lo sobrenatural... tantas preguntas vienen a mi cabeza.
Sona se acomodó en su asiento. Tsubaki hizo lo mismo y se sentó en la silla frente al escritorio.
-Cuando vine a Japón, vi lo maravilloso que era esto... la educación no era negada a nadie. Algo que pasa en el Inframundo. Eso me hizo admirar más este país y este mundo. No es perfecto, lo sé... pero veo que los humanos son mejores en algunas cosas que nosotros. Por eso es que... los imitamos. Estúpido, lo sé... pero es la verdad. Y cuando... cuando supe que quería hacer, puse más ganas en mi sueño.
-Sona...
-Pero... pasa esto... Sé que hay guerras y terrorismo entre los humanos. Pero nunca, nunca, creí que esto pasaría. Creí que algo sería ajeno a nosotros. Y fui una tonta en creer ello. Vaya que lo fui. Y eso es algo que no puedo dejar ir Tsubaki... No conocí al chico, pero era alumno de esta escuela. Y... Pensar que nunca conocí a alguien que estaba aquí, me hace pensar que tal vez no fui buena presidenta...
-No diga eso... Sí. No lo conoció. Pero no creo que eso sea algo que deba sentir es su culpa. La responsabilidad de lo que pasó, no es suya. Sino de quienes atacaron... de quienes mataron gente sin pensarlo dos veces. Sé que... esto es difícil. Pero sé que lograremos salir adelante. Mañana es un día importante. Así que... tratemos de poner un mejor ánimo.
Sona miró a su amiga, quién no dejaba de ser su mano derecha. Sí... mañana era importante. Mañana...
-Iré más tarde al velorio... ¿Me acompañarías?
-Eso ni se pregunta Sona.
Sí... Al menos dará sus respetos. Al menos... Todos los alumnos aquí le importan y son su responsabilidad hasta el día en que deje este puesto. Y jura que hará pagar a los que han traído dolor a los estudiantes de esta escuela. De ningún modo, lo que hicieron quedará impune. De ninguna manera lo hará... pero por hoy, dará su pésame a una víctima inocente... una vida que se perdió y que no merecía este destino.
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En otra parte de la escuela, Rainbow caminaba por las zonas verdes en el área. Tal vez tratando de calmar su mente de todo lo que había estado pasando. Es más, jura que puede servirle como un medio de relajación. Al menos en lo que va del día...
Pero ver que a lo lejos estaban un grupo de estudiantes, los reconoce ya que van en su año, pero a un grupo diferente, y que una de las chicas ahí presentes estaba llorando... supo qué tal vez había relación con lo que pasó ayer.
-Oh, Rainbow. – la chica volteó a ver a Nimura, quién tenía en sus manos una caja. - ¿Qué haces por aquí?
-Solo caminaba. La verdad, no sabía que también la zona es usada por los del Consejo Estudiantil.
-Nah. Son atajos. Pero... creo que esta vez no debí venir por aquí.
Nimura vio lo que estaba pasando allá y reconoció a la muchacha. Estaba en su salón...
-La que está llorando es la chica que estaba saliendo con el que... ya sabes. – Oh, eso explica mucho... y a la vez la pone de malas.
-Creo que... Deberíamos irnos.
Era una buena idea. Ambas chicas se dieron la vuelta y se fueron, para dejar que la chica siga llorando mientras tenía el apoyo de sus amigos.
Mientras se iban de ahí, Rainbow se puso a pensar en varias cosas. Una de ellas, era que estaban tratando con algo más grande de los que creyó en un inicio. Si cuando salió de la isla, pensó que todo sería más fácil. Más... tratable, pero ahora se había metido en algo que concierne al mundo entero. ¿Asustada? Sí. No lo admitirá nunca, pero sabe que puede que está vez... las cosas salgan de un modo peor.
-Oye. ¿Has hablado con Senpai?
-¿Gen? – la pregunta de Nimura la sacó de cuadro. – No. Creo que hemos estado algo ocupados para hablar cara a cara. Pero siempre le escribo por teléfono.
-Ah. Ya veo. Eso es bueno. - ¿Por qué la pregunta? La Pawn Sitri sonrió complicada. – Es... Ahm... personal. Pero hay temas que trato de tener en claro.
-Entiendo.
-Ahm... ¿Vendrán mañana? A lo de la escuela. Kaichou está muy emocionada.
-Para el segundo día... Nos llamaron de la isla para ver unas cosas, algo que no pasará de un día. Estaremos ahí presentes para el día dos. – Rainbow no quería ir a la isla, más porque ni tiempo tendrán de ver a sus familias. Estaban yendo por información que les puede ser útil. Al menos eso es lo que Twilight piensa.
-Mmm. Oí que Rias-sama y su séquito estarán igual. ¿Y Hyoudo-senpai? Oí que...
-Esta en casa... entrenando. Ya sabes, para... su pelea con ese tipo.
No era sorpresa ver el odio en las palabras de Rainbow y Nimura la entendía. Ese tipo había... creado un desastre. Uno que había cobrado tanto.
-Espero que su situación mejore. Kaichou no lo dice, pero estaba muy preocupada por él. Más cuando se enteró de que se quedó ciego. Pero sabe que lo de la escuela es... importante.
-E Ise también lo sabe. De seguro él le habría dicho que se preocupe por sus cosas antes de que por él... Sí sólo él aplicara ese consejo para sí mismo.
Ambas rieron al saber que el Sekiryuutei era un hombre terco. Muy terco. Pero obviando eso...
-Deberíamos conversar más. Momo-senpai también desea hablar contigo para... tratar unas cosas.
-¿Cosas?
-Ella te lo dirá. – el misterio la carcome ahora mismo. – Anda, vamos. Quiero dejar esto antes de que acabe la hora libre.
Rainbow siguió a Nimura, pero la duda estaba. ¿Qué fue todo esto? Oh bueno, no va a negar algo de normalidad tras todo lo que ha pasado.
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En su casa, Ise volvía a caer, víctima del golpe de Rean, quién llevaba puesta su armadura, así como él usaba el Modo Omega. Al parecer, no tiene problemas en usarlo.
Pero el fruto del entrenamiento estaba al fin dando resultados.
No crean mal. Rean había estado enseñando a su alumno las habilidades que necesita en caso pierda uno de sus sentidos. Y eso es algo que el muchacho agradece, a largo plazo, años de entrenamiento de este tipo, lo ha hecho más adepto a acostumbrarse a las cosas. Su cuerpo estaba acostumbrado ya a esto... demasiado.
-Mejor que al inicio. Ya pareces haberte acostumbrado a pelear de nuevo sin tu X-Pulse. Te dije que era como ir en bicicleta.
El Sekiryuutei asintió a las palabras de su maestro. Suerte que es así y que su entrenamiento está bien marcado en su cuerpo. Al menos eso es lo que desea creer. Pero...
-Aun no basta para vencer a Euclid.
-¿Eso crees? – Rean puso su espada en su hombro. Acto seguido, hizo desaparecer la armadura. – Lograste darme tres veces. Eso debe bastar.
-Maestro, no....
-Te diré esto Ise. Yo puedo vencer a Euclid. Sirzches puede hacerlo y hasta Azazel si se esfuerza. ¿Sabes por qué? Porque tenemos experiencia. Tenemos la capacidad de atacar y así poder saber cómo hacer las cosas. Tú, lamentablemente, careces de eso. No tienes años de experiencia en el modo mental y espiritual. Pero tú cuerpo es otra cosa.
Rean vio la expresión confusa de su alumno para luego caminar hacia él y ayudarlo a ponerse de pie.
-Dime Ise. ¿Cómo has sobrevivido? ¿pensando o usando tu instinto? En toda batalla que has tenido, no ha sido tu X-Pulse lo que te ha salvado, no a sido la suerte. Ha sido tu propio instinto combativo. Ese que has desarrollado con pasión y una fuerza que muchos carecen. Es este, el que da miedo de hacerte frente. Por eso es que puedes voltear la situación de la batalla. Porque llega un punto, en que luchas para sobrevivir.
Sobrevivir... Sí. Es verdad. Desde que recuperó sus deseos de vivir, es que siente que ha mejorado enormemente. Sí, eso es lo que debe de entender.
-Euclid es superior a ti por naturaleza. Esa es una verdad que no podemos negar. Tal vez sepa usar de un modo natural el poder del Sekiryuutei. Pero carece de algo que tú tienes y has ganado con sudor y sangre. ¿Sabes que es...?
Ise tardó unos segundos en pensar la respuesta, hasta que lo captó y Rean sonrió al ver que estaba captando lo que necesita.
-Lo que estoy haciendo, es que recuerdes lo que es pelear sin tu X-Pulse. Además de usar tus otros sentidos. La vista es útil, pero puede ser engañada. Esto te ayudará a centrarte más en lo que debes mejorar. Tienes el potencial para derrotar a ese sujeto Ise, sólo necesitas tocarlo.
Ise asintió a las palabras de su maestro. Él siempre sabiendo como darle los consejos que necesita. Y agradece que este a su lado.
-Mañana iremos tú y yo a lo de Sona. Junto con el equipo RWBY. El resto se nos unirá el último día. Es lo más conveniente dado todo lo que ha pasado. Serafall ha estado de malas debido a las trabas que ha habido.
-¿Trabas? – Oh, es verdad. Él no lo sabe.
-Dime... ¿Qué tanto sabes de la educación en el Inframundo? – Era una buena pregunta.
-La verdad. Lo que todo el mundo sabe. La educación es para lo de Altos mandos. Los de clase alta y pocos clase media. Los de clase baja... no tienen acceso ni a la educación más simple para... poder ascender.
-Correcto. En resumen, la cosa es así. Tienes tres clases jerárquicas. Alta, media y baja. Siendo la primera la que tiene todos los privilegios, la mayoría son los clase pura y algunos reencarnados que... bueno, lograron escalar. Los de clase media tienen un acceso menor, pero pueden seguir adelante. Pero los de clase baja, no tienen ese lujo. Son los que tienen talento nulo, que tienen nada... Ponlo como Sairaiorg, quién nació sin talento y poder demoníaco.
-O yo... - Ise no era ciego, figurativamente hablando porque ahora lo era literalmente. Sabe que todo lo que tiene, es producto de esfuerzo y mucho entrenamiento. Tener el poder de Ddraig no significaba lograr el éxito, ya que en el pasado... gente con más talento, terminó en la Ruina.
-Si. Y ahí yace lo que Sona desea hacer. Darle la oportunidad a niños que carecen del talento nato para hallar sus propias habilidades. Hallar eso algo que los puede llevar lejos. Ese algo, que puede hacer que rompan los estereotipos del Inframundo. Pero ya debes saber que hay... gente que no quiere eso.
-Los nobles.
-Correcto. La nobleza del Inframundo es muy cerrada. Los de clase alta no quieren perder el estatus Quo que ha existido años. Pero... eso se vio debilitado tras tu pelea con Sairaorg. Dos sin talento luchando a puño limpio mostrando ser superiores a los que tienen todo el talento del mundo. No es exageración que en los rangos de tu edad, sean Vali, Sairaorg y tú los que están en la cima.
-Él también... - el Sekiryuutei recordó a cierto usuario de lanza... el humano que le ha dado más de un problema.
-Verdad... Todos los demás son fuertes también, pero ustedes son los que están en la cima. Y ellos saben eso. Si los que nacen sin poder demoníaco o talento, logran hallar ese algo que los puede hacer más fuerte... perderán posición. Perderán poder. En palabras de Azazel, dale mil años y la influencia de estas casas se irá para siempre.
Era algo increíble de pensar... que en unos años, lo que ha existido milenios desaparezca porque él y Sairaorg...
-En fin. Sona sabe lo que hace y en que se mete. Pero la ayuda no está de más Ise. Por eso es que iremos. Celestia y Luna irán también como maestras que enseñaran las propiedades de la magia y lo básico para comprenderla. Están emocionadas... - Aún están haciendo la lista para que enseñar. – Pero... sería bueno que Rossweisse vaya.
-Si... Ella... Fay me dijo que no quiere hablar. Pero que el compromiso con Sona lo seguirá. Porque hizo una promesa.
-Le servirá... no quiero sonar cruel... pero debe superar esto. Debe entender, que esta es una guerra. Una que... cobrará víctimas de ambos lados. Lo único que podemos hacer, es bajar las bajas y volverlas mínimas.
-Maestro...
-No existe idealismo en las guerras Ise. Sólo queda... dar lo mejor para acabar con ella y así salir victorioso. Sin perder lo que eres.
Es cierto... pero le preocupa lo que puede pasar luego de esto. ¿Cambiará la mentalidad de todos luego de este desastre? Espera que no sea así. Ellos no deben dejarse llevar por la venganza, más tras haber visto la vida de Himmel, debe ser más conscientes de lo que pasará si lo hacen.
El Sekiryuutei supo que su maestro se puso de pie y caminó hacia la salida del lugar. El sonido de los pasos eran más que claros.
[Compañero, Rean tiene razón en una cosa. Tu nivel basta para que puedas derrotar a Euclid. Pero lo que necesitas ahora es sacar el poder que puede darte la victoria] – si Ddraig lo dice, debe de ser cierto. – [he tenido contacto con esos Tres. Han hallado cosas muy interesantes dentro de la matriz del Sacred Gear. Al parecer hay más de lo que creímos en un inicio. Es más, han creado un lazo con Albion, gracias al poder que obtuvimos, para ayudarlo en su tarea. Al parecer, el nexo entre ambos Sacred Gears es la clave. El blanco está tratando de entablar un acuerdo con los Hakuryuukous del pasado. Espero que logremos algo]
Es cierto... ahora mismo necesitan de todo el poder que pueden recibir. De todo... Porque sabe que no será sencillo. El muchacho se quedó en su lugar, cerró los ojos y empezó a meditar. Sabía que su entrenamiento con su maestro terminó por hoy, debe ahora... centrarse en tener contacto con eso. Y el gruñido que oyó le hizo entender una cosa... estaba más cerca de su objetivo.
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En otro lado, la casa del equipo RWBY. Ruby había acabado su tarea, la que Twilight le dio, en preparación para el examen de ingreso. Qué bueno que no es tan bruta. Pero su mente iba de nuevo a eso que la fastidia un poco.
Ise estaba ciego, todo por culpa del hombre que mató a su mamá. Y eso la ponía furiosa.
Y lo hacía por más de una razón. Verán, ella no recuerda mucho a su a su madre. Murió 10 años atrás. Su mejor recuerdo era cuando le contaba cuentos y hacía galletas caseras. El sentimiento que tiene, es más rabia que venganza. Rabia de saber que el tipo ese se salía con la suya en todo lo que hacía y no pagaba ninguno de sus crímenes. Deseo poder ir ella misma y acabar con él. Pero sabe que no puede... su poder es algo que ella no posee. Sí, pudo luchar contra Grendel, pero fue más suerte y mucho trabajo en equipo para derrotar al dragón, quién era más un tanque que algo listo a la hora de pelear.
En fin, suspiró por enésima vez el día de hoy, cerró su libro y...
-Pensar que te vería estudiar un día voluntariamente, el Apocalipsis se acerca.
-¡Gah! ¿¡Weiss!? – el salto que dio bastó para hacerla caer de su silla, eso dolió. Mientras la peliblanca sonreía con gracia. - ¿¡Qué no te enseñaron a tocar la puerta!?
-Si. Pero no respondías. Ya temía que te hubiera dado un coma por comer tanta azúcar. – señaló los paquetes de galletas en el suelo.
-Jejeje... Ahm... ¿Tenía hambre?
-Claro... En fin. ¿Cómo vas? Y no hablo de lo que es la escuela. Eres tarada, no bruta.
-Ahm... ¿Gracias?
-De nada. – Siempre cuenten con Weiss para que un insulto sea un halago... - Pero volviendo a lo central. ¿Cómo tomas todo esto?
-Creo que... mejor que lo último. En esa ocasión todo se nos vino de cara y no había tiempo de pensar.
-Cierto. Pero aquí la apuesta es alta. Mucho riesgo. Un error y chao mundo.
-Siempre tan optimista.
-Soy realista Ruby. Sé en que estamos metidas. Sé que un paso en falso, equivale a nuestra muerta y la del mundo entero. Y eso es algo que no podemos evitar pensar en una posibilidad. – Ugh. Lo sabe, no tiene que decirlo de ese modo demonios. – Y también, tenemos que prepararnos para... perder gente.
-¡No digas eso! ¡No va a...!
-¿Pasar? Ruby, estamos en guerra. Una que decidirá el destino del mundo. Una, que no es como ninguna otra. Dios, hasta la vida pasada de Ise la tuvo fácil.
-Peleó contra una bestia gigante...
-Pero lo pudo hacer sólo. No tuvo el peso de muertes tras suyo en lo que duró su misión de 50 años. No quito que logró algo increíble. Imposible si me atrevo a ser más... específica. Pero... lo hizo. Sólo. Porque no tenía gente que pudiera confiar en esto. Porque no quería ver a nadie más morir. Si me atrevo a usar lo poco que sé de Psicología, el Rey Supremo tenía traumas y aspectos patológicos que muchos declararían como un miedo extremo a las ataduras emocionales.
-Tal vez por eso... es que lo hizo todo sólo. Pero Weiss, ¿Lo puedes culpar? Lo perdió todo. Y supo que debía morir tarde o temprano. Quizás eso influyó en su decisión. No digo que esté mal lo que dices, pero... hay que pensarlo desde su punto de vista.
Weiss le daba un punto, no lo dirá nunca en voz alta, pero sabe que es cierto. Y eso la hace algo más... acreedora a su teoría. De que ellos tienen más que perder. Mucho más.
-En fin. Sólo vine a decirte que iremos al Inframundo mañana. Al parecer desean que demos clases sobre los Grimms.
Ruby tembló al imaginar dar clases, pero le habían dicho que podía enseñar a hacer armas a los que irán a sus clases. Eso bastaba para ella en dejar de lado su pánico escénico. Muy bien... ¿Qué es eso?
-Ahm... Weiss... ¿Por qué hay 2 kilos de papel en mi escritorio?
-Obviamente para que sepas que dar en la clase. Ni loca dejaré que contamines la mente de los más jóvenes con tu pasión por las armas.
-¿¡Qué tienen de malo las armas!? ¿¡Por qué todos me critican!? ¡Sí, sé que es Hobbie nada femenino, pero...!
-Pero a él no le molesta, ¿no? – ver como su amiga se quedaba estatua, la hizo sonreír con venganza. – Jo. Parece que estamos llegando a un lado. Bien por ti Ruby. Es más... ¿Qué le dijiste ayer antes de irnos?
-¡Nada! ¡Nada de nada! – no le cree... sabe que no le cree... ¡Maldito sea su pésimo sentido del engaño y las mentiras! – Sólo... Ahm... yo...
-Ya. No haré que me lo digas. Sólo espero que te decidas de una vez si esto es una faceta o algo serio. Quién sabe que puede pasar en estos días.
-¿Por qué lo dices...?
-Porque, mi estimada cabeza hueca, son tiempos como estos, en que dudar no es una opción. Quién sabe que puede pasar mañana. Y lo digo porque... sí, tal vez él pueda estar con más de una. Pero, ¿deseas esperar tanto?
Dicho eso, Weiss se retiró del cuarto, dejando a una Ruby pensativa en lo que debía hacer. Se rasco la cabeza en señal de estar exasperada, no sabía que hacer. No sabía que paso dar. No sabía si... era lo correcto y...
-Ugh... Como me gustaría tener una figura materna en estos casos. Yang lamentablemente queda fuera, por más que la quiera, no es material de ayudar en este campo. Mmm... tal vez deba hablar con una de ellas, sí... lo haré mañana. ¡Sip, esa es una buena idea! ¡Me sorprende mi inteligencia!
Se dio una palmada mental en la espalda por tan buena idea y deducción de su parte. Pero al ver la pila de documentos y demás que su amiga le trajo hace poco... Ugh... mejor se pone a leer que hay aquí porque, conociendo a Weiss, le preguntará si leyó. Si dice que sí, le hará preguntas, donde se sabrá su mentira. Si dice no, se gana un regaño. Ambas opciones no van. Así que...
-A leer.... A ver, tomaré este primero y... Woah... No, espera... ¡No te caigas pila de papel! ¡No! ¡Nooooooooo! – en segundos, quedó bajó una pila de papel puro... maldijo su suerte y todo lo que conocía. - ¡Weiss, auxilio! ¡Tus ideas me están aplastando! ¡Literalmente!
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-¿Oyes eso?
-Nah. Debe ser Ruby, algo debió haber hecho con Weiss y está pagando el precio. Lo típico.
Blake se encogió de hombros, le quitará la importancia entonces. Volvió a empezar a leer su libro, mientras Yang seguía con su video juego. Sólo que esta vez, optó por poner pausar y ver a su amiga felina.
-¿Estás mejor?
-¿Eh? Oh. Sí. Lo estoy. Al menos ya no me siento tan mal.
-¿En serio? Wow. Normalmente estarías en tu faceta depresiva, encerrada en tu cuarto.
-Claro que... - la mirada de la rubia le hizo ver que mentir no era una solución. – Ok. Tal vez... pero ayer pude pensar mejor las cosas. Y... vi que no puedo ponerme así. Hay cosas peores y yo... debo de dejar de ser tan cobarde.
Yang se le quedó viendo con asombro. Wow, eso sonó mejor de lo que creyó. Conocía a Blake. Normalmente, ella se habría puesto a decir que la situación era su culpa. Que debía de hacer algo para detener esto... pero aquí estaba, actuando más tranquila. Y eso era algo que le generó una duda.
-¿Quién?
-¿Eh?
-¿Quién te ayudó a ver eso? No te ofendas Blake, pero eres... cerrada en tus emociones. – eso sí sonó muy ofensivo, al menos para ella. – Y tú nunca, nunca, habrías llegado a esa conclusión sola.
-¡Hey! Para que sepas... puedo pensar bien las cosas. – ver a Yang mirarla... - A veces... - la vio cruzarse de brazos. – En raras ocasiones... - esta vez alzó una ceja. - ¡Ok! ¡Sí, tuve una charla con alguien! ¿¡Feliz!?
-Bueno... - le diría que sí, pero quiere seguir sacándole las respuestas. Y eso no lo logrará si ella se va. - ¿Quién fue? Debo darle las gracias.
-Yang...
-Oh vamos. No es como si hubieras tenido una cena romántica. Sólo quiero saber quién te ayudó a ver las cosas de otro modo.
Blake se rascó la cabeza con exasperación. Esto era ridículo. Pero... le dará a su amiga su satisfacción. Justo cuando dijo quién fue, supo que debió quedarse callada. Porque la sonrisa de la rubia, esa que sabe sólo le da problemas y dolor, vino a salir. Ugh... ¿Era tarde para arrepentirse?
-¡Sí! ¡lo sabía! ¡Sabía que Ise te podía ayudar!
-¿Perdón?
-Vamos Blake. Ise sabe cómo ayudar a la gente y las sabe escuchar. Es más, Ruby hubiera pagado por ver esa charla. No hay dudas de que ve al chico como su héroe personal... ¡hasta se ha visto la serie que lo usa a él de imagen! Admito que me gustó...
-Si... - Es verdad... Ruby, ve a Ise como su héroe. Él la ayudó a hallar de nuevo su pasión y deseo de luchar contra Grimms y hacer un bien. – Me imagino que le gusta mucho el show.
-Si. Pero prefiere verlo a él. Es tan obvia, que el Idiota ese no lo vea. Que denso. Oh bueno, mejor él que otro idiota que vaya tras su falda.
-¿Experiencia personal?
-Sabia que no debí decirte con quién tuve mi primera vez.
-Al menos la tuya no fue con un psicópata en potencia. – Blake volvió a abrir el libro. – Y es verdad. Ise puede ser muchas cosas. Pero se ve que trata de ayudar a quienes lo rodean. Es más, diría que lo hace sin pedir nada a cambio. En lo poco que lo conocemos, es la persona más transparente que he visto. Y se levanta de sus caídas, más fuerte que antes. Creo que eso es algo que se puede llegar a admirar y Ruby lo ve. No es sorpresa que ella.... ¿Por qué me ves así?
La pelinegra dejo su monólogo sobre las cualidades del Sekiryuutei para ver que su amiga rubia la miraba con una cara de que no se lo creía...
-No...
-¿Qué...?
-No.
-¿Qué?
-¡No!
-¿¡Qué!?
¿Puede alguien dejar esta comunicación con monosílabos e ir al grano?
Yang salió de su estupor, casi se cae en su camino, pero al llegar a Blake, tomó el libro de esta y lo lanzó lejos. Ante su obvio horror....
-¡Estaba en la mejor parte!
-¡Deja tu porno por un segundo!
-¡No es...!
-¡Claro, lo que sea! ¡Dime qué no es cierto Blake! ¡Dímelo!
-Te respondería... ¡Si supiera de que demonios hablas! - ¿Qué no puede está mujer ser clara por una vez en su vida?
-¡Dime! ¿¡Pasó algo entre ustedes ayer!?
-¿¡Te volviste loca!? ¡Claro que...!
En ese momento recordó lo último. Cómo él le contó su propio intento de suicidio. Cómo ella habló del suyo. Cómo él... le dijo que no estaba sola. Qué era su amigo y podía contar con él... como ella... lo abrazó llorando y... Oh Dios. ¡Acaba de darse cuenta que abrazo a un chico sin nada encima sin pensarlo dos veces!
El sonrojo que fue a su cara fue la respuesta más clara que Yang pudo recibir. Muchas cosas le vinieron a la cabeza, desde celos hasta gracia.
-¡Te engatuso a ti también!
-¡Claro que no!.... ¡Y la referencia es pésima!
-Creí que la hice bien... ¡No importa! ¡Blake! ¡Estamos hablando del mismo chico que tiene varias chicas tras él! ¡Del que es el héroe de una alianza gigante! ¡Del líder del grupo DxD! ¡Del primer amor de Ruby!
-¡Te dije que no pasó nada! ¡Sólo hablamos, ¿ok?! Es más, no me interesa...
-Blake... tus orejas se mueven.
-Ah. – si algo maldecía de su herencia, aparte de esos deseos random de tocar el estambre, era que sus orejas a veces reaccionan contra su voluntad. A veces, la expresan mejor que ella puede con la cara. - ¡No les hagas caso!
-Blake... estas feliz de hablar de él.
-Ok... Ok.... Supongamos, que me gusta, un poco. ¿Me crees capaz de robarle su primer amor a tu hermana?
-No. – Ufff, se salvó. – Trabajen juntas. - ¿Qué dijo...?
-Ahora si se te frio el cerebro. Esos juegos son malos para la salud.
-Ay sí. Cómo si ese porno literario fuera mejor.
-¡Qué no es porno!
-¡Lo que quiero decir...! Es que.... Es bueno ver que tratas de avanzar. Blake... ya son 3 años desde que tu relación anterior acabó. E Ise es mil veces mejor que ese sujeto. Y a Ruby... creo que le gustará tener a alguien que conoce bien en el enorme grupo que hay ahí.
-Yang...
-Mira... yo sé que lo que siento, o sentí en su momento, no era algo que se fuera a dar. Pero, también quiero que seas feliz Blake. Te lo mereces. Tal vez esta sea tu oportunidad.
-¿Oportunidad de que? Yang. Ellas... ellas son mejores que yo. Ruby lo es. ¿Crees que querrá estar con alguien quién estuvo con un psicópata? ¿Alguien quién... ya no es pura?
-Tsk. Él puede ser muchas cosas. Pero eso de la virginidad le da igual. Puedo ver que ve a la gente por quién es. Pero... si en algo se parece a su vida pasada...
-Yang... cállate. – detesta ver a la muchacha reírse de sus desgracias y vida personal. - ... Veré que sale de esto, ¿ok? Nada está dicho. No cometeré el mismo error...
-Así se habla. Y antes que se me olvide... mañana vamos a esa escuela. Ya quiero ver como son las cosas allá.
Blake sonrió a esas palabras. Sí, puede que sea divertido. Un cambio de aires. Al menos, para olvidar lo que pasó de modo momentáneo.
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En otro lado...
-¿Todo en su lugar?
-Así es. – Euclid respondió a la pregunta de Rizevim. – Sólo queda esperar el momento.
-Excelente. – el demonio vio los planos de la ciudad. – Pensar que tal información quedaría abandonada. No me sorprende... los demonios actuales, no saben cómo usar esa tecnología.
La ciudad Agreas era... un lugar de importancia. No sólo por lo cultural, sino por lo que hay ahí dentro. Y por eso....
-Prepara todo Euclid. Lleva a todos los que necesites. Dragones, Grimms, los de White Fang. Todo.... Y hagas lo que hagas, quiero a esa chica. Su investigación es la mejor de todos los que hemos visto. Ya luego, puedes hacer lo que quieras con ella.
-Así será.
Euclid se puso de pie y se retiró del lugar dónde estaban conversando. Muy bien, hora de hacer las cosas a lo grande.
-¿Ya es hora? – de las sombras, Ilia, la líder actual del grupo White Fang, se presentó.
-Lo es... Prepara todo.
Y así será. Pronto, será el momento de mostrar lo que Qlippoth puede hacer y que nada los detendrá en lograr sus objetivos. Nada.
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