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Sekiryuutei VS Sekiryuutei

En verdad esto no le podía ir peor. Hace unos minutos, se le había revelado la verdad del porque su familia fue asesinada años atrás. La verdad lo había afectado de golpe, pero a su vez... despertó en él ese deseo de querer evitar que esa tragedia se repita.

Por eso había decidido ayudar a defender esta zona, los vampiros civiles. Pero nunca esperó que, tras ya haber eliminado a varios enemigos, se hallaría con Euclid Lucifugus, el hermano de Grayfia, quién tenía en su mano derecha un guante parecido al Boosted Gear, sólo que este tenía varios detalles plata que opacan el rojo natural del guante.

-¿¡Cómo!?

No lo quería creer, ese sujeto... ¡Debía estar soñando!

Pero no tenía ni tiempo de pensar. Euclid alzó su mano y cargó poder en esta. La ráfaga que salió de esta era gigante. Ise se vio en la obligación de saltar al aire para esquivar el ataque. Ver como este destruía todo a su paso, lo hizo sudar frío.

[¡Compañero!]

La voz de Ddraig lo hizo voltear. El sujeto estaba frente suyo... ¿¡En qué momento...!?

Logró bloquear el golpe que iba a recibir al crear un escudo de energía con el poder de Beta, pero la fuerza bastó para mandarlo al suelo. El Sekiryuutei se recompuso y logró caer sostenido de sus brazos y piernas. Esto no le podía estar pasando... ¡Su X-Pulse no reacciona a este tipo! ¿¡Por qué!?

-No deberías preocuparte por sandeces.

Euclid fue tras él, con toda la intención de atacar. Es más, el Boosted Gear que tenía en mano, sacó un BOOST, su poder aumentó. Ise sabía que estaba en problemas. Y no había modo de saber como lo atacará.

El Sekiryuutei solo pudo ir al frente y enfrentar a su oponente de modo directo. Ambos chocaron puños, efecto que destruyó varias cosas que los rodeaban. Euclid lanzó una patada que Ise logró esquivar por los pelos, para girar y dar su propia patada. Una qué Euclid bloqueó con su brazo.

El demonio soltó un ligero quejido, había oído de la monstruosa fuerza de este chico. Pero esto era otro nivel... Parece que si debe ser algo más serio si desea acabar con él.

Lanzó otra patada para alejar al Sekiryuutei y cargar varias ráfagas demoníacas, que fueron hacia Ise. Quién al verlas, cargó poder en sus manos para volverla Oscuridad.

-¡Eigaon!

Una pared de oscuridad apareció para bloquear los impactos y los absorbió para hacerlos nada. Cerca. Pero las cosas no habían acabado. Euclid estaba sobre él, estaba listo para atacar de nuevo. Rápidamente, cargó poder en su mano y lanzó el suyo propio contra el que el demonio había creado y lanzado.

El impacto de ambos poderes fue tal, que la zona fue destruida y ambos salieron volando en distintas direcciones. La explosión era muy llamativa, rojo y plata era lo que se veía.

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-¿Y eso? – Kaori vio que a lo lejos, algo estaba pasando. - ¿La energía de Ise-kun?

La chica junto a Rossweisse y Kurama habían logrado eliminar a varios enemigos. Estaban por ir a otro lado, pero la explosión llamó su atención.

Kurama ladró al sentir que su amo estaba peleando y con alguien fuerte. Rossweisse sintió lo mismo, era una suerte que estuvieran algo lejos de ahí. Duda que queden bien parados si es que...

-Sigamos. – La ex Valquiria sabía que si van, serán un estorbo. Más ahora que saben la diferencia de niveles. - Ise-kun estará bien. Siempre sale de estas situaciones.

-Si...

Kaori siguió a la chica y al lobo, sólo para ver una vez más el lugar donde la explosión se esfumaba. Espera que él esté bien. Aunque, no notó la expresión de preocupación de Rossweisse, ellas tenían su propia misión... deben centrarse en ella.

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El Sekiryuutei recuperó el sentido de la orientación tras sentir que el mundo se le sacudió. ¿Qué pasó?

Salió de los escombros de la casa de dónde había caído para luego pararse. Se sobo el hombro derecho para luego ver la zona. Vaya que habían creado un desastre. Pero estaba seguro que el tipo ese estaba bien. No debió morir en algo así de simple.

Pero la pregunta persiste. ¿Cómo tiene algo así en su poder? ¿El Boosted Gear? No debería ser posible.

-Y debería de ser así. Los Sacred Gear son algo que Elohim creó y su sistema es tan complicado de replicar, que este no debería de tener una copia de una misma Longinus. Es más, dudo que tenga las funciones totales que él debió poner en el Sacred Gear.

[¿A qué te refieres?]

-Que... si bien puede replicar el poder de multiplicar, no debe de tener lo que Ddraig tuvo en su totalidad. Sólo debería de replicar la información que se ha visto de este en los últimos siglos. No más. Pero eso no quita que puede ser peligroso, más a manos de un tipo así.

Sí... El Boosted Gear aumenta tu propio poder. Es decir, a más fuerte de modo natural, sacas más poder. Ise lo sabía muy bien. Le costó sudor y sangre lograr usar su Sacred Gear de un modo más que aceptable. Sabe que está lejos de la perfección, pero está orgulloso de haber logrado esto. Pero ese tipo... su fuerza natural. Si es mínimamente tan fuerte como Grayfia... Agh... Está en problemas.

-Pero eso no explica porque mi X-Pulse...

-¿No funciona?

La voz de Euclid se oyó sobre él. Alzó la vista y lo vio. El demonio estaba con algo de ropa rasgada, pero estaba bien. Nada le había pasado.

-Es impresionante, ¿verdad? Lo que una simple emoción puede hacer. Desbaratar el complejo radar de un X-Rounder.

-¿A qué te refieres? – Euclid sonrió a la pregunta del Sekiryuutei, para luego alzar su mano y preparar otro ataque. Ver al muchacho ponerse en guardia, le sacó una risa.

-¿Lo ves? No puedes saber cuándo te atacare. Porque no muestro ni siento emoción al hacerlo.

-¿Qué...?

Euclid se cruzó de brazos, parecía tranquilo y nada preocupado. Hasta se daba el lujo de querer explicar las cosas. Cómo queriendo humillarlo antes de destruirlo.

-¿Cómo es que los animales saben que serán atacados? Es algo que deberías de preguntarte. Ahí yace la respuesta.

El Sekiryuutei quedó en silencio unos segundos, hasta que...

[Las intenciones... ¡Las intenciones de sus enemigos, además de que sienten lo que puede haber en el ambiente!]

-Correcto Welsh Dragon. Todo animal sabe y hasta presiente cuando es atacado. El X-Rounder es una regresión genética, que acerca a uno al animal interno. En pocas palabras, ellos tienen una percepción espacial superior, gracias a su X-Region, pero a su vez, porque pueden sentir el deseo de ataque de su agresor.

-¿Y tú careces de ello? ¡No es posible! ¡Para ello deberías carecer de emociones!

-¿Y si es así? – Ise abrió los ojos al oír ello. – No necesito mis emociones para esto. Es más, hace años que no siento nada. Sí, incluso el deseo de ataque en mí no existe. Por ello no puedes saber dónde iré o atacare.

El demonio alzó la mano y de los escombros salió una esfera de magia que fue hacia Ise. Este reaccionó y la esquivó, pero el impacto de otra le dio en la espalda, dañando su armadura.

-¡Gah! – el Sekiryuutei cayó de rodillas al suelo, con la espalda ardiendo. – No...

-Se sabe que una de tus mejores armas es tu X-Pulse. Eso te permite cerrar la brecha con enemigos poderosos. Pero... sin este... Estas en un aprieto.

[Ha eliminado la ventaja que tenemos... sólo con eliminar sus emociones. ¡Este tipo es un enemigo natural para los X-Rounder!] – incluso Omega no lo podía creer totalmente. Era una broma de mal gusto... si es que fuera así.

Ise se puso de pie, viendo al demonio con rabia. Más al verlo sonreír... ¿¡De qué...!?

-¿¡Qué te ríes!? ¿¡No era que no puedes sentir nada!?

-Si. Lo único que hago es emular, lo que debería sentir. He de admitir que es gracioso. Ese hombre tenía razón. Los X-Rounder son increíbles, pero quita lo que los hace especiales y pierden la noción.

Era verdad... la revelación de que su confiable instinto no sirva, lo había dejado perplejo. Pero...

El Sekiryuutei lanzó una ráfaga de energía al demonio, quien la desvío con su mano para ir al encuentro del joven. Quién aumento el factor Beta y...

[Beta Knuckles Online]

El poder con que atacó, obligó al demonio a esquivar el golpe y no ha bloquear como la última vez. Bien, más oportunidades para él. Volvió a repetir el ataque, sólo que está vez lo hizo con truco.

Hizo que iba a golpear con la derecha, pero retrajo el golpe para darle con la izquierda ante la sorpresa de Euclid, quién logró crear un escudo mágico antes del impacto a su cara. Aún así, salió volando hacia una casa cercana. ¡Su oportunidad!

[Gamma Rifle Online]

Preparó su arma y la cargó rápidamente. Sólo logró acumular el 40% antes de que el tipo se recupere. Aún así...

El disparo salió con fuerza. La ráfaga del rifle iba a su enemigo, listo para devorarlo. Euclid al ver ello, supo que el poder de esa cosa no era broma. Cargó magia en todo su brazo izquierdo y con un movimiento, golpeó la ráfaga de energía y la mandó al cielo.

El cielo se vio bañado en un destello Carmesí ante la sorpresa y horror del Sekiryuutei. No... No podía ser. Desvío su ataque con la mano desnuda. ¡Debía ser una broma!

-Este sujeto... Su nivel es mínimo el de un Maou... ¡No esperaba eso!

Incluso Skeith estaba sorprendido. Habían enfrentado seres de esa clase en el pasado y logrado salir airosos. Pero en esos momentos, el X-Pulse había sido su as en la manga. Su salvador de ataques que lo hubieran matado... Ahora no lo tenían. ¡El estilo que usaban para cambiar la situación y ganar no lo tenían a su alcance!

Euclid, por su lado, vio su brazo izquierdo. Estaba lastimado y algo quemado. Ese ataque... Ya ve. Es como dicen, este chico es peligroso. Si le da la oportunidad de que halle un modo de hacerle frente sin su X-Pulse... puede que las cosas se le compliquen. Muy bien...

Alzó vuelo con sus alas y se puso al nivel de él. Sonrió al captar la confusión y rabia en él. Si, no es sencillo lo que debe de estar sintiendo.

-Fue un buen ataque, lo admito. Pero no bastará. Al menos no contra mí. Y no dos veces.

-Entonces debo hallar un modo de hacerte caer. Ni creas que me voy a rendir.

-Cierto. Eres testarudo. Y eso es algo que me viene bien. Porque quiero ver como caes en la desesperación.

Alzó la mano derecha, donde tenía el Boosted Gear replica. Y lo que vino luego, fue algo que el Sekiryuutei pensó que era una pesadilla.

-Balance Breaker.

La gema del guante brilló. El destello cubrió a Euclid unos segundos antes de mostrarlo nuevamente. Esta vez, con una armadura que Ise conocía bien... Sólo que los detalles plata los diferencia.

-¿¡Boosted Gear Scale Mail!?

[¡Imposible! ¡Incluso puede replicar la armadura!]

-Y no es lo único. Puedo hacer esto también.

Euclid alzó la mano y poder demoníaco se acumuló...

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¡Hasta el comando de aumento de poder sin límite! ¡No!

-Creo que le llamas... Dragon Shoot, ¿no?

Ise vio la enorme ráfaga de energía ir hacia él. ¡Era gigante! ¡A él le toma más crear algo así en su armadura normal!

[¡Reacciona!]

Omega sacó al chico de su shock. Este logró esquivar el ataque, aunque la fuerza del viento lo sacó de cuadro y lo empujó un poco. Vio como a lo lejos, el ataque de Euclid acababa con la montaña... No había nada de ella. El Sekiryuutei empezó a sudar frío... No. No lo quiere creer... no quiere, pero...

-Veo que sé usar de mejor manera el poder de este guante. ¿Qué crees Sekiryuutei? ¿Deseas ver cuál de los dos es el Sekiryuutei más poderoso?

Esto va mal...

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-Eso fue... - Rias vio la explosión que había generado un ataque. Eso fue...

Ella y varios de su séquito de quedaron viendo la explosión. Esa aura, era como la de Ise. Pero eso no era posible, sólo él y Vali deberían tener auras similares.

-Puede que Ise-kun esté en problemas. – Kiba tenía un mal presentimiento, su X-Pulse no reaccionaba al enemigo que debe estar allá. – Tal vez lo mejor sea que vaya alguien.

-Ve Rias. – Akeno le hizo la recomendación a su amiga.

-¿Yo...?

-Estas mejor que yo. No puedo usar mi Avatar Trigger. Sin ello, eres la más fuerte aquí. Ve y ayúdalo.

La pelirroja vio a su amiga unos segundos, se veía la desesperación y rabia en la chica. El no poder hacer algo ella misma. Pero... Muy bien. Asintió y la dejó al mando de esta zona antes de ir hacia donde Ise debía de estar.

-Sabemos que la frustra Akeno-san, estamos igual.

La chica vio como Aki soltaba un suspiro. Y varias de un modo similar, Irina, Xenovia, Koneko... Asia, quién estaba sobre el lomo de Fafnir, se mostraba triste. La impotencia... sobra decir que el sentimiento era compartido por la mayoría.

-Asia... Deja que Fafnir se haga cargo de esas cosas.

-Asi será Akeno-san. – la rubia le pidió a Fafnir que se haga cargo de los Evil Dragons. El dragón dorado lo hará con mucho gusto.

Ahora, sólo esperan que todo termine bien.

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-Eso fue...

Twilight vio algo que no pudo evitar sentir, que era malo. Ese ataque, esa aura...

-Ve querida. Nosotras aquí podemos hacernos cargo. – Rarity había acabado de ayudar a unos civiles antes de decir ello.

-Pero...

-Aquí no hay peligro vaquera. No dudo que Ise necesita ayuda. Ahora más que nunca.

Incluso AJ. Vaya, parece ser que sus amigas la conocen más de lo que creyó posible. Sí, tal vez deba...

-Ok... les dejo este lugar. Sólo...

-Si, si... tendremos cuidado. Ve.

A las palabras de Rainbow, la chica empleó vuelo hacia la dirección donde dicha batalla se debe estar llevando acabo. Espera poder llegar a tiempo.

-Twily debe aprender a ser más sincera. Como yo. – la mirada de sus amigas y de Rin, hicieron que Pinkie las vea con duda. - ¿Dije algo malo?

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Por su parte, el equipo RWBY había logrado acabar con ya la mitad de los enemigos de la zona, pero tras ver y escuchar la explosión que destruyó una montaña entera, las hizo sudar frío. Qué poder...

Fue en eso que notaron una cosa. Era el lugar donde Ise estaba actualmente. Eso significa que está luchando con un enemigo muy poderoso y uno que en verdad debe de estarle dando problemas. Pero sumado a lo que pasó antes y a lo herido que estaba... Algo de preocupación vino a sus mentes.

-Eso fue...

-No hay duda. Ise-sama está luchando allá. – Fay y su grupo llegaron con ellas, se les veía algo cansadas. – Y debe de tener problemas.

-¿Qué deberíamos hacer? – la rubia meditó unos segundos la pregunta de Blake. – No podemos ir todas, aún hay enemigos que eliminar.

-Uno. Sólo uno debe de ir. Y debe ser la más rápida. – Ravel miró a la líder del equipo RWBY. – Tú puedes llegar ahí antes que nosotras. Es algo que no podemos negar.

Ruby meditó unos segundos unos segundos las palabras de Ravel, antes de asentir y darle a Weiss la pulsera para que ella sea la que hable ahora en casi algo pase. Hecho eso, salió corriendo hacia dicha dirección. En espera de poder ayudar.

-Esa chica... sin duda no cambia. – Weiss se puso el accesorio al mismo tiempo que más Grimms y Dragones se hacían presentes. – Muy bien. Sigamos con esto.

A las palabras de la chica, todas se pusieron en guardia. Listas para seguir con la lucha.

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De vuelta con Ise, este aún no creía lo que sus ojos le mostraban. Euclid tenía puesta una armadura similar a la suya... No era posible. Quería negarlo, pero lo tenía ahí... en vivo.

[¿¡Cómo es posible!? ¡Se supone que el Boosted Gear es imposible de replicar! ¡Qué tengas el guante es una cosa, pero la armadura también!] – Ddraig sonaba más que indignado, estaba furioso.

-Simple. – Euclid movió en algo las manos para acostumbrarse al tacto y peso de la armadura. – Weil lo hizo posible.

-¿Weil?

-Si. Sólo necesito unas muestras de tu sangre y listo. Fue bueno que halláramos rastros de tu cuerpo original.

-¡Mi cuerpo original fue destruido! ¡Nada quedó de este!

-¿Eso crees? – Ise no entendía a que se refería. - ¿No recuerdas lo que pasó en la batalla con Nihil? ¿O lo olvidaste?

La batalla... Sí. La batalla que hizo que su cuerpo fuera envenenado. Donde casi muere... donde...

Abrió los ojos con horror y se tomó el brazo derecho. El brazo que le cortó... ¡Era lo que había sobrevivido de su cuerpo original! ¡Y se quedó allá!

-Lo recuerdas. Sí. Tú brazo quedó en esa zona, flotando. Pasé por ahí y vi la oportunidad de hacerme con algo valioso. Ni te imaginas la cantidad de información que hubo tras analizar tu sangre. El aura del Sekiryuutei estaba impregnada en ella. Tanto, que pudimos recrear algo así. – señaló el brazo derecho. – Tomó mucho ensayo y error. Pero logramos crear una réplica con la información que hay del Sacred Gear de los últimos siglos.

-¡Aún así...! ¡No deberías ser capaz de usarlo! ¡No tiene el alma de Ddraig!

-Una lástima. Es verdad que sin el alma del Welsh Dragon, no debería servir. Pero es algo que se puede arreglar. Sacrificando el alma de dragones cada vez que la uso.

¿Qué dijo...? El alma de dragones... ¡Este tipo! ¡No puede creerlo! ¡No le importa sacrificar a otros con tal de...!

Ise fue hacia él, cargó poder con el factor Beta y lanzó su ataque. Sólo para ver con horror, que el tipo lo había bloqueado... como si nada. Ni lo había movido... Nada.

-La diferencia es clara ahora. – Euclid alzó el puño y le dio a Ise un golpe en el estómago. Algo que lo hizo vomitar sangre y daño la armadura de dicha zona de modo severo.

El joven cayó al suelo tras ese ataque, trató de levantarse, pero el aire le faltaba. Esto no le puede estar pasando...

-Para que lo sepas. No soy más débil que mi hermana. Ya debes intuir que significa, ¿no?

Sumado al Boosted Gear... Su poder es superior al suyo... aún con el Modo Omega. Aún con el poder que creó para sí. Este tipo... ¡No!

Atacó esta vez tratando de darle un golpe, un maldito golpe. Aumento el factor de Alfa, pero todos sus ataques daban al aire. Sumado a que su X-Pulse no funciona... ¡A perdido la confianza al atacar! ¡No puede ser!

Atacó y atacó. Sus golpes destruyendo todo lo que había, pero no lograba encestar un golpe. No lograba nada. Y no fue hasta que Euclid atrapó su puño, que pudo sentir la misma sensación de antes... estaba en aprietos.

Y sin poder hacer nada, el Sekiryuutei recibió varios golpes por parte de su copia. Una que demostraba ser superior a él. Cada golpe a su cuerpo era un golpe a su orgullo. El Sekiryuutei siendo apaleado por una mera copia. Sin poder hacer nada, cayó al suelo tras el ametrallador ataque. Su armadura cayéndose a pedazos... como con esa vez con Sombra. No podía ganar... no como estaba ahora. Y era mortificante. Él...

-Es justo lo que esperaba ver. – Euclides seguía en el aire, quién veía al joven tratar de pararse. – No entiendo porque tanta gente te sigue. No eres especial. Sólo un niño que por cosas de la suerte... tiene dones que nadie más. Pero no los sabes usar. Es más, tratas de cambiar un mundo que está destinado a perecer. Eres como él... la persona que mi hermana tanto ama.

-Tú...

-Admítelo Hyoudo Issei. He destruido tu orgullo. Tú poderosa armadura, la que derrotó a seres poderosos, ahora está agrietada y dañada por alguien que usa una versión normal de dicha armadura. ¿No te parece gracioso?

... No lo podía negar. Si este tipo con un Balance Breaker le está dando una paliza, ¿Qué oportunidad tiene contra Rizevim? ¿Acaso...? No pudo evitar sentir la agitación en su cuerpo. La humillación...

[¡Arriba! ¡No dejes que lo te dice este tipo te afecte!]

[¡Es verdad! ¡Él no sabe nada! ¡No sabe lo que has padecido para lograr este poder!]

Ddraig... Omega... ellos eran los que conforman esta armadura. Deben de sentir la misma humillación que él. Pero no quieren ver que ese tipo logre salirse con la suya.

[¡Sólo hay Dos Dragones Celestiales! ¡Y sólo hay un Sekiryuutei! ¡Esos somos nosotros, quién tras tanto, hemos llegado hasta aquí! ¡Qué estamos aquí! ¡No dejes que las palabras de ese impostor te derrumben!]

[¡Estas vivo! ¡Eso basta para demostrar que has llegado lejos! ¡Más que cualquier Sekiryuutei pasado! ¡Él no conoce el sacrificio que has hecho! ¿¡Talento!? ¡Eso no ha regido quién eres!]

Si... Es verdad... Él era el único Sekiryuutei. ¡No ese sujeto! ¡Él no ha sufrido con Ddraig! ¡No ha logrado entender el dolor de los Cosmic Packs! ¡No ha luchado y vencido cuando todo parecía perdido! ¡Él...! ¡Él es el Sekiryuutei de esta era! ¡Él y nadie más!

Euclid vio como el chico se ponía de pie. Chasqueo la lengua, al ver que debería esforzarse un poco más destruir el espíritu de este niño. Y justo cuando lo iba a hacer, vio que de las gemas, un destello plata se hacía presente. ¿Qué estaba...?

[¡Sólo nosotros tenemos ese nombre! ¡Albion y yo somos los únicos Dragones Celestiales! ¡y por ello, no voy a aceptar que ensucies nuestro nombre! ¡Maldito demonio!]

[¡Somos los Cosmic Packs que luchan junto al Sekiryuutei de esta era! ¡Y tú, sólo eres una copia barata que merece desaparecer!]

Esas voces... ¿Ellos...? En eso, una nueva voz salió de las gemas.

[Actualización encontrada. Modificando el poder del Divine Dividing. Moldeando su uso para el poseedor de turno. Modificación terminada] – el destello plata salió de las gemas y rodearon al Sekiryuutei. – [Versión 3.5 instalada. El poder del Vanishing Dragon es accesible]

En eso, los orbes de luz tomaron la forma de pequeños dragones. 8 Wyverns de color blanco. Qué volaban alrededor suyo. Eran pequeños, del tamaño de la palma de su mano. Pero lo curioso, era que tenían un orificio en la espalda... de la que parecía había la capacidad de disparar algo de ahí.

Ise recibió la información de golpe del Boosted Gear. Como si este le ayudara, que demostrara que la versión original no puede perder ante una copia barata. Y eso era lo que pensaba hacer. Por lo que puede captar, estas pequeñas cosas son su respuesta al uso del poder del Hakuryuukou que tomó meses atrás. No sólo ello, su uso no es tan complejo como el del guante y... puede que le sirva. Cuándo estaba listo, una X apareció en el guante.

Comandó a los dragones a ir hacia su oponente, quién estaba impresionado por lo que veía. ¿El poder del Hakuryuukou? Este chico...

Euclid vio cómo de la maga, de los dragones salían pequeñas ráfagas de color verde. ¡Podían atacar por su cuenta! Empezó a esquivar la ráfaga de ataques de estas cosas tan molestas, a la vez que Ise planea su siguiente movimiento. Al ver una oportunidad, cargó poder en mano derecha y lanzó un Dragon Shoot.

Euclid vio la masa de energía ir a él, lo esquivó como si nada. Sin notar que uno de los pequeños Wyvern se había posado en la dirección del ataque.

[REFLECT]

Una pared invisible se creó frente al pequeño objeto y reflejo el ataque de Ise. La esfera de energía voló hacia otro lado. Hacia Euclid, quién recibió el impacto en su hombro. Se pudo ver la sorpresa en su reacción corporal.

Ise sonrió al ver ello. Puede aprovechar eso. No debe hacer los ataques muy grandes tampoco, sólo puede reflejar cierto número de estos y debe aprovechar eso. ¡Ahora!

Lanzó una ráfaga a quemarropa de Dragon Shoots, todos fueron en distintos lados. Pero los Wyvern de posaron para reflejar los ataques y mandarlos hacia Euclid, quién recibió varios de los ataques.

[REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT] [REFLECT]

El comando se repitió varias veces. Esta vez logrando hacer un daño en la armadura del falso Sekiryuutei. Quién estaba harto de esta charada. Cargó poder en su mano y lo lanzó hacia Ise, quién al ver el tamaño de esa cosa, supo que reflejarlo era inútil. Por lo que puso los Wyverns frente de él...

[DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE]

Con cada impacto a cada Wyvern, el poder del ataque iba a la mitad, hasta que del ataque sólo quedó una pequeña esfera. Una qué Ise repelió sin problema. Euclid no creía lo que vio... este chico. Ha usado el poder del Hakuryuukou de un modo distinto. ¿es esta la posibilidad de un Sacred Gear original? Era este su verdadero poder.

[Al parecer en este estado podemos usar el poder de Albion. Aunque me sorprende ver que tenemos una de las habilidades de él que creí olvidadas.]

Ddraig sonaba complacido. Mientras que Ise se mostraba más que cansado. Este poder lo cansa más de lo que esperó. Debe de...

-Veo que ya estás al límite. – Alzó la vista para ver que el tono de Euclid había cambiado totalmente. – Ella tiene razón. Si no acabo contigo ahora, serás un riesgo en nuestros planes. Y eso es algo que no pienso permitir. Por lo que lo mejor será eliminarte.

Dicho eso, el poder del demonio creció de golpe ante la sorpresa de Ise, quién sintió la presión de esta energía. Era como si le tirarán pesas encima.

-¿En verdad creíste que usaba todo mi poder? No. Simplemente pensé que no sería necesario, que con el poder que estaba usando, bastaría para hacerte pedazos. Pero, tras analizar lo peligroso que eres. No tomaré riesgos...

Ise empezó a sudar. Trató de dar un paso, pero sintió el impacto de un golpe en su cara. Uno que destrozó su casco y lo dejó desorientado. Luego vino una patada en el estómago con tal fuerza que lo levantó del piso. Acto seguido, tomó la cola del Sekiryuutei y lo empezó a hacer girar varias veces para luego lanzarlo contra una de las pocas casas que quedan en pie. El Sekiryuutei se sintió mareado, eso último... estaba de rodillas con sus manos sirviendo de un apoyo extra. Vio sangre caer al suelo. Y estaba viendo rojo, debe tener sangre en los ojos.

-Pensar que debería ir más en serio. Ahora entiendo el porque Rizevim te desea muerto. – Euclid estaba frente a él. – Pero...

El pie del demonio cayó sobre su cabeza y lo quiso obligar a poner la cabeza sobre el suelo. No le dará ese gusto. Cargó poder en la gema y sacó uno de los Wyverns que lanzó una ráfaga de energía en la cara del demonio, quién no esperó eso.

-¡Ah! ¡Tú! – Euclid notó como algo de sangre manchaba el lado izquierdo de su cara. Este niño...

Dio un golpe para destruir al pequeño objeto, para luego pisar con fuerza de nuevo la cabeza del Sekiryuutei. Quién no tenía fuerzas... estaba cansado. Lo último... pensó que eso lo ayudaría, pero lo dejo con menos energías que antes. Estaba al límite de sus fuerzas. Su armadura seguía ahí porque en fin.

-Muy bien. Viendo que no deseas mostrar nada de rendición. Y que yo ya estoy harto de esto. Además de no querer darte la oportunidad de cambiar las cosas a tu favor, acabaré contigo de una vez.

El demonio cargó poder en su mano, listo para atacar. Ise estaba canalizando el poder del Omega Burst, esa era su única salida y salvación. Pero fue en ello que una ráfaga de poder fue lanzada a Euclid, quién retrocedió al ver eso. Soltó un suspiro de cansancio al ver que era...

-Pensar que la hermana de ese hombre sería igual de molesta. – el demonio vio como Rias había llegado a escena. - ¿en serio?

-¡No te acerques a él! – Rias tenía sus dagas listas para atacar, mientras que el demonio soltó una risa carente de emoción. - ¿¡Qué te causa gracia!?

-Que veo el mismo espíritu que tiene tu hermano. Es una molestia. – Ver como de repente, el Sekiryuutei desparecía de su lado en un grupo de pétalos rojos.... – Ah. La hija de esa mujer. Admito que tienes su talento.

Ruby había alejado a su amigo del enemigo que tiene aquí en frente. Verlo tan lastimado y cansado, sólo hizo que la muchacha apriete sus manos. Alzó su arma, lista para atacar. Y Euclid no se sorprendió al ver el ataque de luz que le fue lanzado, sólo alzó su mano para desviarlo.

-Y el Elemento de la Magia. La heredera de la virtud más poderosa de la hermana del Rey Supremo y una de las mujeres del Sekiryuutei. Vaya giro del destino.

Twilight cargó luz y oscuridad en sus manos mientras flotaba al lado de Rias, quién estaba sudando frío. Este poder.... Sólo un demonio la había hecho sentir está presión. Sólo Grayfia lo había hecho.

-Ok. Viendo que desean proteger a este pobre tonto. Quién ya no puede seguir, juguemos.

-¡No, es muy fuerte para ustedes! – Ise alzó la vista, tratando de pararse. - ¡No es su batalla!

-¡Se volvió una cuando se metió con mi novio!

-¡Y más personal al querer matarlo!

-Tú... ¡Aléjate de mi amigo!

Ver a Rias, Twilight y Ruby atacar lo hizo tener un mal presentimiento. Esto no... no debería ser así. Euclid por su lado, se encogió de hombros. Mejor para él, así podrá hacer que el chico entienda que, no importa lo que haga, no puede ganar. No lo harán.

Inmediatamente, Euclid bloqueó todos los ataques conjuntos de las chicas. Las dagas, la guadaña y la patada... las tres se sorprendieron al ver ello. Pero no se detuvieron. Volvieron al ataque, esta vez retrocediendo y atacando a distancia. Ráfagas de magia y balas fueron hacia el demonio, quién con un movimiento de su brazo se deshizo del inútil intento de estas chicas.

La diferencia de poder era clara. ¿por qué insistir en la lucha? Tsk. No importa. Se deshará de ellas. E irá primero por la hermana de ese hombre.

Rias vio al tipo desparecer para luego tenerlo en la cara. No tuvo tiempo de reacción, no pudo evitar nada. Sólo recibir el impacto de la magia de lleno en el pecho. Su uniforme se destrozó en dicha zona, la imagen sería erótica si no fuera por la sangre que salía de sus heridas.

Ise al verla caer sintió un miedo espantoso. Era como si...

Twilight vio a su amiga caer, quiso atacar. Pero Euclid la tomó del brazo y la alzó con facilidad ante su sorpresa. Y con la misma energía que salía de su armadura, la transmitió a la muchacha, quién al recibir la energía enemiga se vio expulsada como si hubiera tocado una cerca eléctrica. Su traje rasgado y quemado...

El Sekiryuutei quería levantarse, pero sus heridas... no podía moverse. ¡Debe levantarse, a este paso...!

-Y sólo quedas tú niña. – Euclid pasó a ver a Ruby, quién estaba sudando del miedo. Notó que tanto Rias como Twilight estaban conscientes. – No creas que no las mataré, pero quiero ver sus caras cuando mate al hombre que aman.

-No te acerques. – la chica apuntó con su rifle al Demonio, quién soltó una risa. - ¿De qué...?

-Igual que esa vez. La misma expresión, el mismo deseo. Eres como ella. – ¿De qué está...? - ¿No lo captas? ¿Cómo crees que Rizevim sabía de tu madre? Ella estuvo tras una pista que la acercó a nosotros.

-¿Qué...?

-Si. Esa mujer metió las narices donde no debía. Debió largarse cuando tuvo la oportunidad. Pero quería evitar que usáramos cierto incidente para nuestros planes. Por eso, es que debía desaparecer.

La chica abrió los ojos con horror. Las dos chicas en el suelo lograron reaccionar al oír ello. Ise no creyó lo que oyó... él...

-Tú madre, me hizo frente. Admito que era muy hábil para una simple humana. Sus ojos plata, esos que pueden congelar a los que tienen emociones negativas, eran útiles contra varios demonios y seres malignos. Pero no conmigo. Yo no siento nada. Por lo que debió pelear conmigo cara a cara. Fue una batalla espectacular. Pero todo lo bueno, se acaba. Y su vida la hizo. Así de simple. – el demonio dio un chasquido, dando a entender su punto. – Aunque, dijo algo antes de que la luz dejara sus ojos para siempre. Un nombre... creo que era el tuyo y el de tu hermana. Vaya madre...

Ruby empezó a temblar de la rabia, lágrimas salieron de sus ojos. Este sujeto... este hombre es quien...

-Lo de tu hermana, fue una mera causalidad. Pero no me quejo. Fue interesante ver tu cara de horror al verla así. – Euclid pasó a ver a Rias. – Y tú, igual a tu hermano. Tal vez debería ir y darle una visita a la familia. Oí que tu madre espera una nueva vida. – Luego vio a Twilight. – Ah. Y tú... tu cuñada también. Además que por sus venas corre la sangre de la hermana de ese hombre. No sería malo. Eliminar potenciales peligros antes que nazcan.

El disparo de Ruby a su cara sólo fue un piquete para él. Ver a la chica llorar a mares, vaya que era un espectáculo.

-La mataste... Mi mamá... Lastimaste a mi hermana... mis amigos... Y ahora esto.... ¡no sabes cuánto te odio!

-Si. Lo imagino. Pero no importa. Eres débil. Y no puedes hacer nada contra ello.

A la burla del demonio, Ruby fue hacia él. Atacó con su arma, sólo para ver cómo esta era repelida por la mano de Euclid y él la tomaba del cuello. La chica trató de liberarse, pero era imposible estaba sin fuerza o no podía respirar. El demonio apretó más el cuello de ello, haciendo que suelte un quejido y sangre salga de su boca debido al daño en su garganta.

-Eres un peligro niña. Por eso, debo matarte antes que alcances todo tu potencial. Sé ver un peligro cuando lo veo. – Ruby derramó más lágrimas, de la impotencia y el dolor del que era víctima. – Espero que veas esto Sekiryuutei. Porque es lo mismo que le hicieron a tu amada madre... La misma escena. ¿Te lo imaginas?

Ise no dijo nada... estaba temblando de la ira. Del odio que sentía a este hombre. Había amenazado con matar a sus novias, la mujer que su maestro ama, quién él quiere como una hermana... a su amiga, quién es víctima de su locura. Le había quitado a su madre. Y ahora quiere matarla....

No... ¡No!... ¡NO!

Fue en eso, que el aire se sintió más caliente y pesado. Todos lo notaron, Euclid pasó a ver al Sekiryuutei quién ya no estaba donde...

Un puño en su cara lo hizo soltar a la chica y vio como la masa de fuego que la tomó iba por las demás chicas. En menos de un segundo, el Sekiryuutei las había alejado de él. ¿Cómo...?

Rias y Twilight vieron a su novio. El aire que lo rodeaba era... de miedo. Como esa vez. Este por su parte, acarició la cabeza de Ruby quién lloró más...

-Lo siento... yo...

-Bastardo...

-¿Ise? – las tres chicas notaron el cambio en él. Cómo con el Grimm Wyvern. Era lo mismo.

-No sé muevan...

Su voz denotaba que no es una sugerencia, es una orden. El tono daba miedo, pero cuando las tres sintieron la mano de él un segundo en sus mejillas, las hizo ver que él estaba ahí. El chico que conocían estaba ahí. Sólo que envuelto en las llamas de la bestia que está ahí presente.

-¿Volverás a intentarlo? Debes saber que es...

-Cállate... pedazo de mierda... - la voz de Ise, le sacó a Euclid lo que nunca creyó. Un escalofrío. – Mi orgullo... puedo aceptar ser derrotado. Pero meter a las que me importan más que mi vida. Gente que es mi familia... una chica que estoy empezando a querer... una a la que le quitaste su madre... Eso...

-¡Es hora! ¿¡Creen que pueden con una bestia sedienta de sangre!? ¡Pues se equivocan! ¡Han cometido un grave error! ¡Más al querer matarlas a ellas!

-¡Y eso, es algo que no volveremos a ver! ¡Nunca!

[¡Mataremos a los que se metan con los que nos importan!]

[¡Y nos bañaremos en su sangre!]

Las llamas de la armadura crecieron hasta al punto que parecían vivas. Euclid finalmente vio los ojos del muchacho... sus ojos... su expresión... eran las de un dragón que desea una presa... él...

-¡TE VOY A MATAAAAAAAR!

[OMEGA BURST] [X2]

La explosión de poder fue tal que Euclid se cubrió la cara. Esta energía... al ver que su oponente ya no estaba, supo que era veloz. A la derecha.

Giró para dar un golpe, pero lo único que hizo fue darle a una imagen del muchacho. ¿¡Era tan veloz!? En eso sintió un golpe en la cara, lo había pillado de sorpresa. Pero no pasará de nuevo. Ahora sabe que debe hacer.

El demonio giró y dio una patada al muchacho, quién resistió la patada que sin duda le rompió un par de costillas. Pero no se movió, ni se amedrentó. Tomó la pierna del demonio y con fuerza, giro para lanzarlo al aire. De inmediato, fue tras él.

Euclid en medio del aire, lanzó varias ráfagas de poder demoníaco hacia el Sekiryuutei, quién no las esquivó. Siguió de frente. Varios de los ataques lo impactaron, pero no detuvo su marcha. No hasta tener al bastardo ese en la cara. Y eso hizo que este sude... este chico parece sólo querer atacar.

Ambos alzaron sus puños. Sabía que se venía un choque de fuerza. Obviamente, la ventaja la tenía Euclid. Pero al momento del impacto, se vio como el puño de este fue repelido por el del Sekiryuutei. ¿¡Cómo!?

En eso notó que había algo en su brazo... ¡Uno de los Wyverns! ¡Había usado el poder del Divide para disminuir la fuerza de ataque de su puño! ¡Maldita sea!

En eso, el Sekiryuutei real empezó a atacar con varios golpes a su copia. Era un increíble ataque a quemarropa. Uno que parecía no tener fin. Uno que mostraba todo lo que quería transmitir. Rabia y odio al tipo frente de él. Euclid logró bloquear y esquivar varios de los golpes. Pero poco a poco, se hacían más precisos.

El demonio le lanzó una patada al Sekiryuutei, quién se cubrió por los pelos. La fuerza de esta bastó para mandarlo a volar al suelo. Pero este giro en medio de su caída y cayó de pie. El cráter que se generó por la fuerza de la caída bastó para ver que no estaban jugando.

El Sekiryuutei sacó a los Wyverns una vez más. Sabía que le queda pocos usos, el contador bajo a IV. Debe aprovechar lo que le queda. Y eso hará...

Vayan!

Sin su X-Pulse para guiarlo contra este tipo, deberá enfocarse más en su intuición natural. Los Wyverns volaron en variadas direcciones, con movimientos más que complicados para ser seguidos. Estos empezaron a atacar al demonio con varias ráfagas verdes, unas que al ser pequeñas, eran difíciles de seguir. Y esquivarlas era peor. Con movimientos rápidos, el demonio lanzó unas ráfagas a las molestas pestes que estaban ahí. Pero estos activaron el Reflect para repeler el ataque enemigo. Era verdad... pueden repeler ataques de cierto poder...

-Que habilidad tan molesta. – el demonio esta vez cargó mucho más poder. Pero no notó lo que venía.

Sobre él, Ise se había posado con Ascalon en mano. Este dio un corte con la espada. Euclid la bloqueó, pero al hacerlo... sintió un ardor y dolor que nunca antes había sentido. ¡Eso era...!

Ascalon brillaba con fuerza. Sentía la presencia de un enemigo. Demonio y dragón a la vez. Qué buena presa para ella.

-¿Creíste que ser el Sekiryuutei sólo tiene ventajas? No. Las Dragon Slayers duelen. Además, eres un demonio también. ¿Cómo crees que se sienten? Ascalon ve en ti a la presa perfecta.

¿Cómo pudo olvidar algo así? Rayos. Este chico lo está atacando a matar. No quiere derrotarlo, no. Lo quiere matar. Y eso lo hace más letal en sus ataques.

Ise tomó a Ascalon con la mano izquierda para luego avanzar hacia Euclid. Este estaba listo para lo que se venía, pero no esperó ver que el Sekiryuutei lanzara su espada hacia él. ¿En serio? Lo hacía muy obvio.

Y cuando la espada estuvo cerca suyo, sólo la esquivó como si nada, dejando que siga su camino. Ya preparando su ataque al chico, quién hizo un movimiento en su mano, como si jalara algo. ¿Qué está haciendo? No importa. Euclid alzó su puño y le dio a Ise un golpe en la cara con tal fuerza que se escuchó el crack en su cráneo. Eso lo debe de...

-¡Gah! – este dolor... ¿De dónde...?

-Jejeje... Caíste.

Vio al chico darle una ensangrentada sonrisa. ¿De qué...? En eso, sintió que algo se le había clavado en la zona derecha del abdomen. Volteó a ver que... Ascalon se había clavado ahí y su brillo servía de prueba... la espada parecía disfrutar de esto, el probar la sangre de alguien que tiene la esencia de las dos razas para la que fue hecha para destruir.

-¿Cómo...? – Euclid trató de quitarse el objeto de su cuerpo, pero el dolor era insoportable. ¿Aumentó el factor de la espada con su poder?

-Ascalon es más de usar magia y aura que Red Queen. Por lo que es la más apta para lo que hice. Unirla a mi esencia y hacer que se mueva con los movimientos de mi mano como si la tuviera en ella. Es algo que aprendí del Rey Supremo. – Pudo imaginar la cara de Euclid a la perfección. – Es más. Eres la presa perfecta para ella. Y créeme, lo está disfrutando.

Euclid vio la sonrisa del muchacho. Él lo estaba haciendo. Haber logrado herirlo de este modo. El uso de una compleja estrategia, sólo para hallar el modo de darle con el arma que lo puede dañar. Este chico... es peligroso. Más de lo que imaginó.

El Sekiryuutei fue hacia su oponente, para seguir con su ataque. Sólo para sentir que el poder de Euclid aumentaba de golpe. Eso lo puso alerta. Hizo desparecer a Ascalon de ahí y que vuelva a su mano. La necesitará.

Euclid por su lado, no podía creer que había sido lastimado de este modo. Eso no lo perdona... Sabe que debe tener su mente en blanco. Pero este chico, si que sabe sacar lo peor de uno.

Ise al ver ello, cargó fuego en la espada y lanzó una onda de corte hacia el demonio, quién la esquivó y fue hacia él. Y cuando ambos estuvieron a unos pasos del otro...

-No más juegos niño, hora de morir.

-No... tú morirás.

[OMEGA BURST] [X3]

En segundos la batalla de volvió una de velocidad pura. El Sekiryuutei sabía que estaba tentando su suerte. Usar esta habilidad que estaba lejos de ser perfeccionada. Esta forzando la salida de energía de su armadura. Pero no le importa... Atacar. ¡Debe matar a este hijo de puta!

En el suelo, las tres chicas veían la batalla. Era impresionante ver como dos personas se movían a tal velocidad que parecían solo destellos de luz. Unos que chocaban de modo constante y creaban ondas de choque.

Ver como Ise usaba a Ascalon de un modo distinto, imitando o, mejor dicho, emulando el estilo de Rean. Demostraba que esa era su mejor arma en este momento. Pero Euclid no se quedaba atrás. El demonio estaba a la par, no, era superior a Ise en fuerza pura y velocidad. Pero los ataques algo salvajes del Sekiryuutei lo sacaban de cuadro.

-¿Creen que él...?

-Lo está intentando Ruby. No hay duda. Esta pelea es muy personal para Ise. – la chica asintió a las palabras de Twilight, para seguir viendo la lucha.

Rias veía como su novio, quien ama tanto, ataca como si su vida dependiera de cada ataque. Debe estar al límite. Verlo así, la frustra... porque siempre es él el que debe cargar todo. Incluso ahora. Y lo peor de todo, es que sabe que sólo él puede hacer frente a esto. Sólo él.

En el aire, Ise y Euclid chocaron poderes nuevamente. Esta vez el Sekiryuutei logró darle un corte en la mano al demonio, mientras este le lanzaba al Sekiryuutei una ráfaga de poder en el pecho. Ambos retrocedieron un poco antes de volver a lo suyo. Esta vez la fuerza de ataque entre ellos bastó para mandarlos al suelo. Ambos cayendo en picada, pero aún atacando al otro en un deseo ya natural de causar daño.

Y justo antes que impacten, ambos se separaron y terminaron cayendo a varios pasos del otro. Se notaba el cansancio en la cara de Ise, pero en el caso de Euclid, se sentía la rabia y la frustración. Este niño... Muy bien, ya ve que jugar con él no va más. Hora de usar todo su poder...

Fue en ello, que la armadura despareció... ¿Se acabó la energía? ¿Tan rápido? ¿Acaso usó más de la que debió? Rayos. Eso no era parte del plan. Pero al ver como la armadura del chico hacia lo mismo, le hizo entender que él estaba peor que él. Al menos él tiene su talento y poder natural. Él por otro lado...

-¿Listo para rendirte? Sin tu armadura, estas expuesto.

-Cállate... Aún no... Aún puedo...

Ise alzó a Ascalon y se puso en guardia, listo para atacar. No le importa no tener la armadura, aún puede...

Fue en ello, que una pared de fuego de puso entre ellos. La sorpresa de ambos y las espectadoras fue grande. Más al ver que Cinder había hecho acto de presencia.

-Te ves terrible... - sonrió burlona al ver unas heridas en el demonio.

-¿Qué haces acá?

-Vine porque él me lo pidió. – la mujer señaló a quién la acompaña.

-¡Rizevim! – desde el cielo, Vali apareció. Su armadura estaba algo dañada, ¿Acaso pelearon?

El demonio sonrió al ver los ojos de su nieto, para luego pasar a ver al Sekiryuutei. Su expresión se volvió más seria.

-¿No lo mataste?

-Resulto ser más persistente de lo que creí.

-¿Aún con lo que Weil te dio? – el tono del demonio denotaba decepción, pero... había más.

Cinder observó a las chicas que estaban en la zona. Luego a quienes estaban llegando. Una gran cantidad de oscuridad estaba devorando lo que estaba en la zona. En menos de un segundo, llegaron los refuerzos. Esos niños. Pero el poder del pequeño vampiro, quién tenía a esa bestia sobre su cabeza... ¿Qué era eso?

-Veo que la oscuridad que hay está haciendo su trabajo. Oh bueno. Salem ya hizo lo suyo, se llevó lo que necesitamos. Es nuestro turno.

-Aun puedo...

-Luego. Habrá otra oportunidad. – las palabras del demonio le dieron a Euclid una molestia que supo ocultar. Sólo activó un círculo de transporte, listos para irse.

-¡No huyas!

-¡Devuelve lo que le robaste a Valerie!

Vali y Gasper atacaron. Pero la energía se disipó antes de darle al demonio. Sacred Gear Canceller... ¡Rayos!

-Nos volveremos a ver niños. Espero que nos diviertan como siempre. Nosotros, Qlippoth, esperamos que sea así. – El demonio observó a Ise, quién lo seguía observando con rabia... esos ojos... - En especial tú, Rey Supremo.

En un destello de luz, desaparecieron. Algo que nadie pudo evitar. Estaban cansados. Habían eliminado todos los enemigos en la zona. Aún así...

-¡Ruby! – Yang y sus amigas fueron hacia la chica, quién aún se sobaba la garganta. - ¿¡Qué te hizo!?

-Estoy bien... no pasó nada...

Sabían que no era así. Se sentía que algo había pasado. Ver al Sekiryuutei guardar su arma y acercarse a ellas. Reviso a Rias y Twilight primero... no había duda de que había estado preocupado por ellas. Tanto fue así, que las abrazó unos segundos, porque en verdad se asustó. A pesar de los huesos rotos y heridas...

Asia y Fluttershy no tardaron en empezar a curarlas. Mientras que él...

-Yo no soy como él... No lo soy...

El Sekiryuutei vio como Vali temblaba de la rabia. No lo culpa... él quiere reaccionar igual. Pero está muy cansado. Demasiado. Además, Pinkie se acercó a él con Rin. Él estará bien. Está en buenas manos.

Ignoró al resto para ir con quién de seguro está más afectada. El equipo RWBY vio al dragón acercarse y ver a la más joven.

-Hey Ise... lo hiciste bien... - Su voz... la garganta debe estar lastimada. – Lamento no haber...

-¿Estas bien...? – la pregunta la sacó de cuadro. Así como a todos.

-Si. Sólo es la garganta...

-No me refiero a eso. – la sonrisa de la muchacha se borró al oír ello. – Está bien dejarlo salir.

-Yo... Yo... - la chica empezó a temblar, no hay duda que se está conteniendo.

Yang no entendía de que hablaban, Weiss vio con preocupación a su compañera, mientras Blake trataba de analizar lo que pasaba.

Pero ver a la chica ir a él y abrazarlo, para llorar con fuerza, bastó pata saber que... no estaba bien. Ise reaccionó con lo primero que pudo, abrazarla. El llanto de la chica era fuerte, que nadie sabía que decir y reaccionar... hasta que ella...

-¡La mató! ¡Mató a mi mamá! ¡Lastimó a Yang! ¡A ti y a ellas! ¡Lo odio! ¡LO ODIO!

Una supo de que hablaban y no pudo creerlo... ¿Acaso...?

El Sekiryuutei sólo siguió abrazando a la chica. Mientras pensaba en todo lo que había pasado hoy. Rizevim y Euclid... el daño que habían hecho...

Tal vez ganaron la batalla a modo general. Pero él sentía que... había perdido. Y eso lo frustraba. Necesita más poder... Porque... los llantos de esta chica, le duelen. No sabe porque, pero Ruby no merecía esto... no debería llorar así.

Perdió hoy en lo personal, pero jura que la próxima... ganará. 

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