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Rebelión Emocional

La batalla contra los miembros de la Iglesia, se tornó como algo que en verdad no era tan... complejo. Más si tienes a 4 miembros de la Onda, como atacantes pesados. Daba algo de pena el ver como los exorcistas eran mandados lejos por los ataques de las chicas.

Kiba cortó a uno de los enemigos que estaba cerca suyo, además de ordenar a sus Caballeros de que ataquen en formación V, para que puedan avanzar con rapidez y fiereza. Dejando que Kuroka ataque desde lejos, pero a su vez, apoyando con ataques físicos, cuando lo necesita. Ravel, solo estaba en el cielo, lanzando ráfagas de fuego, que a su vez parecían atraparlo en muros de fuego, para que sean atacados por los demás.

-Puedo ver... el gran poder que tienen... - Cristaldi se acercó a Irina, quien había alejado a uno de los exorcistas con una patada. – Es de temer. Pero no basta para derrotarme.

-Suena arrogante Sensei. – Irina agitó su espada, para mostrar que estaba lista para lo que se venga. - ¿Por qué no pelea y deja de esconderse tras estos debiluchos?

Las palabras de Irina, sorprendieron al hombre, quien sabía lo amable y respetuosa que era la chica. Pero enfrente de él, estaba una persona diferente. Más feroz y brutal. Atacaba sin pensarlo dos veces y su talento era algo que... en verdad no puede dejar de lado. Era increíble.

El ver a sus seguidores tratando de seguir en pie, a pesar de la masacre de las que eran víctimas por el ataque de todos estos niños, demostraba la gran diferencia de poder que había. Eran más de 100, pero ellos estaban ganando con todo lo que tenían.

-Si eso deseas, Irina.

La castaña vio como el brillo de la Excalibur réplica hizo que su mentor desaparezca en un destello de velocidad. Con que Excalibur Rapidly... Bah. No es la gran cosa. La chica alzó sus alas y usó su ala superior derecha para bloquear el impacto de la espada contra su persona, mostrando que no estaba lista para ser cortada por esa copia barata.

Cristaldi mostró sorpresa al ver eso, pero no solo ello, usó lo que era el poder de Mimic, para que la espada se vuelva lo que parecía un lazo. Irina sintió su ala se estrujada, para luego oír versos de... la Biblia. Estaban en latín, pero sabía lo que decían...

-¡Retrocede ahora! – Tarvos le dio la advertencia, sabiendo lo que se viene.

Con un movimiento, de su ala, en donde la armadura que la rodeaba se expandió para librarse del lazo que la atrapaba, la chica retrocedió con un aleteo, justo en el momento que vio como un pilar de luz emergió de donde estaba. Saber que eso, a pesar de ser un ángel, la pudo lastimar, era de temer. Se notaba que el hombre sabía su rubro.

-Puede que tengas mucho poder Irina. Pero no tienen lo que yo... la experiencia. – Cristaldi agitó la espada, volviéndola de nuevo a su modo espada. - No sólo ello... puedo hacer más.

Lo que Irina vio, fue como la imagen del hombre se multiplicó... ¿¡Imágenes!? ¿¡Cómo es posible!? Sintió un corte en su ala inferior izquierda, solo para notar que.. esto debe de tener una explicación. Algo lógico...

-Nightmare y Rapidly... - Eso fue lo que pensó. Tenía sentido... Rayos, debe de...

Cristaldi siguió su ataque a la muchacha, quien bloqueaba todo lo que se le venía con buena precisión. Se veía que ella estaba lo suficientemente entrenada, como para moverse como se debía. No solo ello, se notaba que ella... Estaba pensando en como superar esto. El verla actuar de este modo, solo le hacía ver que... en todos los años que la conoció, jamás vio todo su talento. Porque en el momento que ella cruzó su espada con la suya, pudo ver la sonrisa que tenía.

-Nightmare, Rapidly y Transparency. No hay duda de su gran habilidad Sensei... Pero no puede engañar mi oído. – Irina alzó su puño y le dio en la cara con tal fuerza, que se pudo oír el como la nariz se rompía. – En este estado, mis sentidos se afinan mejor... un cazador necesita ser capaz de saber como atacar a su presa, ¿No? – La chica volvió al ataque, solo para...

Se detuvo en medio de su ataque, para luego notar que un muro de luz casi la apresa. Una Cruz... Ella sintió el poder de Blessing en esa energía. Hubiera sido difícil salir de ahí.

Cristaldi se puso de pie, al notar que en verdad.... Estaban perdiendo. Pudo ver que sus exorcistas, no estaban logrando nada contra estos niños. Nada. Es más, se veía que ellos no lo estaban ni intentando. No sólo ello, notaba que Irina en verdad, solo lo estaba distrayendo de la batalla, para que no ataque al resto.

-¿Este era su plan?

-Tenemos una buena estratega. Ella predijo todo... hasta el como se moverían. No es tan difícil. Es más... - Irina señaló a sus amigos. – No estamos yendo con todo... al menos ellos. Yo si. Y es difícil pelear con usted. Aun con este poder que tengo...

-... ¿Tanto desean evitar que hagamos esto?

-La verdad... no entiendo el porque lo hace. – Irina se mostró algo más calmada, aunque sus ojos no perdieron ese fuego de batalla que ahora yacen en ellos. - ¿Qué gana con esta rebelión? Mis amigos pueden haber matado a todos esos niños ahora. ¿Qué gana con estos riesgos?

-... El poder que ustedes tienen... es algo que puede mover los cimientos de este mundo. No solo los Sacred Gears... Por eso, el ver que lo usan para una paz que será destruida de todos modos, es algo que no puedo aceptar.

-¿De todos modos? Eso es pesimista de su parte.

-Es realismo, Irina. Debes de entenderlo, como Dulio. Este mundo, al final no puede ser lo que uno desea. No es amable, es cruel... todas las razas solo pelean por su propio poder. Y eso incluye a tus amigos. Pelean por ver sus sueños realidad... sin importar el del resto.

Irina no dijo nada. La verdad sea dicha, es verdad... Pero no por eso...

Reaccionó para lograr la espada que estaba cerca de ella, bloqueándola... sintió sus pies hundirse, aun usando el poder de Tarvos en su arma, que esa Excalibur sea solo un quinto del poder de la real, solo la hizo maldecir... si él tuviera la real, esta batalla no habría durado nada.

-Al final.... Solo son hipócritas, Irina. Tú y Dulio, quien dice pelear por la paz. Pero solo están destrozando la vida de niños que no tienen nada más.

-No... - Irina hizo más presión. – No es cierto... Puede que parezca eso... pero... solo queremos que haya gente que pueda seguir sus sueños... sin que tengan que ver con pelear o perder su infancia...

Lo que se vio, fue un choque de espadas a una velocidad y agilidad, que muchos envidiarían. Se notaba la gran habilidad de Cristaldi, pero a su vez, se veía como Irina mostraba su enorme talento. Uno que era uno en un millón.

Irina era consciente de con quien pelea... Ni Su Eminencia Cristaldi ni Su Eminencia Strada poseen un Sacred Gear, la gente siempre ha comentado sobre la habilidad de Cristaldi y el poder de Strada. Y ella lo estaba viendo y sintiendo en carne propia. Tanto, que estaba segura que su yo de hace un mes y algo, no habría durado tanto.

Cristaldi pensaba igual... porque era capaz de ver como esta niña, que al inicio no demostraba gran talento, le estaba siguiendo el ritmo aun con Rapidly, por mero instinto y talento. La chica se movía de modo grácil, como una bailarina y atacaba donde sabía podía generar daño. No lo quería aceptar... pero el talento de esta niña es... superior al suyo... quizás hasta de Vasco. Era un monstruo que estaba al fin viendo la capacidad de sus habilidades.

Y en medio de ello, Irina dio un salto con giro sobre su oponente, para estar atrás de él y atacó con velocidad, al mismo que de sus alas, parecían salir varios dardos de luz. Cristaldi agitó a Excalibir y eso hizo que los dardos se alejen de él, pero no como quiso. ¿Cómo...? Uso el poder de Ruler, eso no era...

-¿Qué hizo...? – Irina estaba en shock... - ¿Acaso...?

-Veo que el poder que posees, puede de alguna manera superar el de Ruler. Ni los Sacred Gears son capaces de eso...

-Bah. ¿¡Cree que una espada puede contralarme!? ¡No señor! ¡Vamos mi otra yo, ataca!

Irina sabía que Tarvos le decía que la oportunidad era esta. No habría otra. La chica se lanzó al ataque, sabiendo que si ataca con todo su poder, puede generarle un daño severo a Cristaldi. Y eso no es lo que desea en sí. Para nada.

Puede que no este de acuerdo con sus ideas, pero no lo desea muerto. Para nada. El choque de las espadas, inició de nuevo. Solo para que Hauteclere suelte un destello de energía que ninguno esperó en verdad. Uno que solo hizo que la chica retroceda. Miró su arma con duda, como preguntando que estaba pensando en verdad, solo para notar que...

-¿Eso deseas? – el pulso de la espada, era su respuesta. – Ya veo. Pero necesito tiempo... y algo de ayuda. Si es que deseamos que funcione.

Ella sabía que esto no iba a funcionar sin ayuda. Pero para su suerte, esta vino en el momento más indicado. La chica vio a Kiba ponerse a su lado, haciendo que Cristaldi también se detenga. El hombre miró al joven, quien...

-La batalla parece estar controlada. Ravel me pidió que te ayude.

-Se aprecia Kiba-kun. – Irina le sonrió al muchacho, quien hizo lo mismo. – Sensei es fuerte. Aun con el poder Tarvos, no logro avanzar como quiero.

Kiba pudo ver que, en efecto, el poder de este hombre era algo de temer...

-Lo veo... son los famosos guerreros de la Iglesia, cuando era niño escuché que incluso la clase más alta de demonios a veces podía ser exorcizada ... realmente entiendo lo poderosos que son ahora después de verlo con mis propios ojos... - Kiba no podía ocultar su admiración. - Dime, ¿Crees que podamos ganar?

-Si... Tengo un plan. Pero necesito el tiempo para poder ejecutarlo.

-Te lo ganaré. – Kiba creó su espada Sacro Demoniaca, para ponerse en guardia. A lo que Irina solo dijo...

-No uses a Gram. – Kiba la vio, pero notó la seria mirada en ella. – Sabemos que pasará si la usas mucho. Y no voy a ser la que le diga a Rarity, que su novio murió por hacerse el idiota. Te mueres y juro que hallaré el modo de revivirte para darte una paliza.

La verdad, no pensaba en eso. No desde que tuvo la charla con Rarity... la idea de que ella llore, no le agrada. Había aprendido a valorar más su vida y pensar sus acciones por ella. Aun así, la amenaza de Irina estaba bien recibida.

-... Sabes, extraño tu personalidad del pasado...

-Acostúmbrate a esta. Ahora, ve.

Irina retrocedió un poco, dejando a Kiba con Cristalid, quien miraba al chico... con algo de interés.

-Esa espada... con que tú eres el sobreviviente de ese proyecto. – el silencio de Kiba, bastó como respuesta. – Pensar que habría uno... Es una lástima todo lo que pasaste. En serio... Pero no por eso, voy a hacer que...

-Tengo una sola pregunta para usted... - Kiba interrumpió al hombre, quien lo miró con duda. - ¿Esto es lo más importante para usted en verdad? ¿Es esto... lo que desea de corazón?

Cristaldi vio al joven con más que... asombro. Pero a la vez, con algo de rabia. No perdió tiempo en si quiera responder. Solo se lanzó al ataque con Kiba, quien se puso en guardia. Su X-Pulse le dio el ritmo del ataque, dejando que se mueva y esquiva los cortes, sin poner en riesgo su arma. Sabe que el poder de esa réplica, supera el de su arma. Por lejos.

Por lo que creó varias espadas en el suelo, esperando que eso detenga el avance enemigo. Pero el ver como el corte de esa réplica solo cortó ese mar de espadas, como si cortaran el césped de un jardín, solo lo hizo sudar frío. El poder de esa arma es temible, más en las manos de un experto como ese hombre.

-¡Demonios!

Reaccionó sacando a Balmung para cubrirse del corte de la Excalibur. La espada demoniaca era, de lejos, más débil. Porque soportó el ataque, de una arma que solo réplica un quinto del total de la real. Pero sirvió. Lo protegió.

Kiba cayó al suelo, sabiendo que lo que se viene era un ataque para acabarlo, Kiba lanzó su espada con un Cheat de Transporte la pared de la Iglesia donde peleaban, apareciendo al lado de esta. Justo en el momento que la espada de Cristaldi se clavó en el suelo... Eso lo pudo matar... y de lejos.

-Astuto. Se nota que tu talento es increíble, jovencito. – Detestaba que le hablara con ese tono de burla. – Pero no basta, para derrotarme.

Es cierto... Kiba no era ciego al ver a este tipo. Un oponente, que de por sí, es más hábil que él. Solo por ser un X-Rounder, es que ha seguido el ritmo. Y casi le atraviesan el pecho... Se limpió el sudor en su cara, muy tentado de sacar a Gram y... pelear como se debe. Pero de hacerlo...

Su vida era un factor que Gram siempre toma. Por lo que... En verdad estaba seguro que en esta pelea, usarlo... significaría morir. Y no quiere eso... la verdad, no desea morir. No tras lo que ha pasado. No debe... Sonrió por inercia al recordar lo que...

-¿Por qué sonríes?

-Solo... Solo recordaba lo que mi novia me hizo prometer la noche de año nuevo. – Kiba se arrodilló. Deshizo la espada que tenía en mano y clavó otra. Una espada santa... - Que en cada batalla, lucharía y volvería con ella. Y ese caso se aplica aquí.

4 Caballeros Dragonicos emergieron del suelo. Estos solo alzaron las manos, dejando que Kiba ponga en sus manos, con círculos mágicos. Lo que hizo que cada uno tenga una espada que Cristaldi reconocía. Espadas Demoniacas. Balmung, Dáinsleif, Nothung y Tyrfing. Solo Gram estaba fuera de este grupo. Pero bastaba para hacer que el hombre sepa que...

-¿Qué es lo que planeas?

-No tengo la habilidad de Sigfrido de usar múltiples espadas a la vez. Pero... - Kiba miró a sus Caballeros. – Ellos imitan lo que hago. No pueden imitar toda mi técnica, pero si lo suficiente como para... seguirme el ritmo. Además, que ellos saben lo que pienso y viceversa.

-¿A que deseas llegar?

-Que la idea... me la dio alguien muy importante. Una persona, que con el tiempo, me hizo entender que... no importa lo que pase, el pasado no me va a regir. Y el miedo al futuro, no me detendrá. Porque solo deseo una cosa en esta vida ahora, tras todo lo que he pasado. – Kiba se puso en guardia, así como sus caballeros. – Volver y vivir mi vida al máximo con mis amigos y seres queridos. Y ni tu ni nadie me lo va a quitar, Cristaldi.

Kiba se movió a toda velocidad, hacia el humano, quien preparó su espada con el poder de Blessing, para atacar. Pero lo que no esperó, fue el ver como el Caballero con Balmung en mano, creaba una onda de viento con dicha espada, para aumentar la velocidad del Knight. No sólo ello, también lo hizo retroceder a él.

-¡Tú! – Maldijo que ese niño tuviera esa espada, solo para que este ataque con su espada Santa, que al contacto con la réplica, se rompa. - ¡Tus espadas son nada contra la mía!

-Quizás... Pero no la de ellos.

El Caballero con Nothung corrió a toda velocidad hacia donde estaba el hombre, atacando con el poderoso filo del arma. Lo que hizo que la espada réplica se sacuda y tiemble por el poder del ataque. Era algo que jamás él pensó que pasaría, era como una mala broma. Trató de mover a un lado, usando la habilidad de Rapidly, pero los pilares de hielo que Dáinsleif creó por ordenes del Caballero, solo impidió ello, al hacer que los pies de Cristaldi se queden en el suelo.

-¡No, esto no puede ser!

Y con esas palabras en la boca, el caballero con Tyrfing en mano atacó con fuerza. El poder destructivo de la espada, solo hizo que Cristaldi, quien se defendió con su espada, hasta se sacuda con la fuerza... Tanto, que tanto él como la espada fueron mandados hacia atrás. Se puso de pie rápidamente, usando su Cruz para crear una barrera alrededor de Kiba. Y sumando el poder de Blessing, es imposible que pueda...

Lo que no esperó, fue ver como los 4 Caballero eran usados por el muchacho como impulso para salir del radio de la barrera. Logró escapar de esta... por los pelos. Y le tomará unos minutos, crear otra barrera con el poder necesario para...

Kiba vio donde estaban sus caballeros. Estaban atrapados, pero solo chaqueó los dedos para hacerlos desaparecer con sus espadas, para que vuelvan a su lado. Sacándole a Cristaldi una sorpresa que jamás esperó...

-¿Cómo es posible...?

-Soy un X-Rounder. Pude sentir de lejos tus intenciones. Y mis Caballeros, son una extensión mental mía. Ellos pueden reaccionar como yo en esas circunstancias. Es más... - Kiba se limpió la suciedad en su ropa. – Si lo comparo a usted con un Dios... La diferencia es clara. – la pequeña burla no gustó en el hombre, quien... - Créalo o no... hemos peleado con seres de gran nivel. Al borde de perder nuestras vidas. Y eso es algo que... sus exorcistas no tienen. Por eso, estamos confiados en que solo usted y Vasco, serían los más difíciles de derrotar. Y aun con todo lo que hago, no logro acercarme en derrotarlo.

-¿Por qué sonríes entonces?

-Porque jamás era mi intención derrotarlo solo. Solo ganar tiempo. – Lo que Cristaldi vio, fue como esas niñas, estaban solo a unos metros de ellos. Vio como sus exorcistas, estaban restringidos por el poder de Kuroka.

Las 4 miembros de la Onda habían vuelto a la normalidad, porque no querían desperdiciar el poder en esto más de lo necesario, porque saben que, a diferencia de Irina, ellas no son tan naturales en el uso del Avatar Trigger.

-Admito que nos hizo... sudar. – Sunset sonrió burlona. – Pero eso les pasa por creer que pueden hacernos frente con sus habilidades.

-Que humilde... - Raynare solo sonrió. – Es oficial Su Eminencia, la batalla de nuestro lado acabó. Usted ya no tiene más que hacer en esto.

-Es más, nuestros aliados están teniendo en su lugar a sus aliados. Dulio-san y Griselda-san, ya nos han dicho, que la batalla está en un punto muerto. – Fay dio un paso al frente. – No queremos seguir esto y derramar sangre innecesaria.

-Hemos apresado a todos. Sin excepción. Están vivos. – Ayane solo soltó un suspiro. – Por favor, ríndase. Se acabó...

-¿Rendirme..? Si no soluciono esto ahora, ¡nuestra rebelión será en vano! ¡No puedo simplemente actuar como nada pasa! ¿¡Cómo puedo decir que todo lo que he hecho, ha sido para nada!? ¡Sería admitir que mi vida ha sido en vano en su totalidad!

Pudieron sentir el dolor de este hombre. Uno que era... entendible. Más de lo que cree...

-Toda mi vida, creí que debía de ser una... Dama de alta clase. – Ravel bajó del cielo, mostrando que quería hablar una vez más. – Pero vi que, a pesar de que ese estilo de vida, ya no era posible... hay más cosas en este mundo, que en verdad valen la pena. ¿Por qué no lo intenta?

-No le pidas a este viejo, que cambie su modo de ser, demonio. – Cristaldi le habló a la chica con clara rabia. – No puedes entender ni una pizca, de lo que nosotros, hemos pasado. Toda la vida, viviendo por una sola razón.

-¿Y cree que estos niños piensan igual? – Kuroka habló sin su clásico tono. – Ellos creen que no hay más que esta vida. Pero si la hay. Es el trabajo de seres como ustedes, mentores, el de enseñarles ello. Pero no... Lo único que están haciendo es crear una rebelión, que no les devolverá jamás lo que... ya se acabó.

Kiba notó como ella llamó a esos chicos... niños. ¿Acaso ellos eran diferentes? Pregunta tonta, claro que lo eran. Todos aquí han pasado cosas difíciles. Por lo que, en cierto modo, han perdido gran parte de la inocencia de un niño. Ya no pueden ver el mundo como negro y blanco. Ahora eran capaces de entender cosas que antes no. Por lo que...

Cristaldi no estaba para rendirse. De ninguna manera. Se pudo ver el como se ponía de pie. El como estaba dispuesto a atacar con todo lo que tenía. Con un último ataque. Y Kiba parecía listo para esto. Y en ello...

-Veo que sigue en pie, Sensei. A pesar de todo. – La chica tenía su espada en mano, mostrando el brillo que le caracteriza al usarla con Tarvos.

-Wow... miren. Tarvos está por usar eso...

-Si, se nota que está en buena sincronía con la niña.

-Agh... no puedo creerlo. Nos tomó tiempo lograrlo con nosotras y ella lo logra en solo unas semanas.

-Bueno... Está el factor de que... su otra yo es muy hábil.

-Veamos que puedes hacer Tarvos. Toma esto, como tu medio para iniciar de nuevo.

Magus, Fidchell, Red y Blue Gorre, como Macha, estaban asombrados por lo que estaban viendo el poder de Tarvos, estaba en un nuevo nivel. Y las chicas, miraban con envidia, que Irina lograra tanto en tan poco tiempo.

La castaña caminó al lado de Kiba y le pidió con la mano...

-Tu espada Sacro Demoniaca.

Kiba se sorprendió por el tono con el que le pidió la espada. Es más casi sonaba a una orden. Pero en verdad, esta nueva Irina era más determinada y directa. Si lo que pasó ayer es un signo de ello... KIba creó la espada y la mostró a la chica, quien la tocó con su mano. Se vio como la energía de Tarvos, desbloqueó algo en la espada.

-Un Nuevo Código Cheat... Como usé una de estas, una copia, puedo saber que mucho de su poder real, yace bloqueado. Esto permitirás sacarlo unos instantes, pero la espada se romperá luego de ello.

Kiba miró la espada con sorpresa... ¿Cómo es que Irina...? Claro. Tarvos... se notaba que esa Fase era poderosa. Y que Irina está en una gran sincronía con esta. Lo que le hace usar sus poderes de un modo increíble, como Ise. ¿Cómo será cuando logren usarlos al 100%?

No importaba. Los 4 Caballeros a su lado, se pusieron en guardia, así como los dos espadachines, sabiendo que estaban entrando en la Fase final de la pelea.

-... Acabaré esto como se debe... ¡Aunque deba de dar mi vida para ello! – Cristaldi estaba listo para lo que sea, incluso terminar con su vida.

-Hauteclere, ¡dame fuerzas! ¡Quiero vengarme del portador de Excalibur en nombre de los que sufren por esta rebelión sin sentido!

El destello del arma, reaccionando al aura de Tarvos, era tal, que parecía estar hecha solo de luz. Y como reaccionando a lo que pasaba, la espada Kiba se volvió una de energía similar. A pesar de ser solo parte Santa. Y por primera vez, sintió que la espada Sacro demoníaca que creó era excepcionalmente hermosa. Más que nunca... y con nueva determinación en su mente, Kiba siguió a Irina en su ataque. Demostrando que su velocidad no era menor a la de ella.

Cristaldi volvió a crear numerosos avatares, preparándose para confundirlos. Mientras los cortaban uno tras otro, y continuamente destruían sus avatares tangibles, Irina y Kiba sintieron que sus espadas se acercaban gradualmente al cuerpo real. Se podía ver de hecho, la buena sincronía que ambos tenían, algo que los espectadores podían dar cabida.

En medio de todos los cortes, se pudo ver como los Caballero de Kiba estaban ayudando con las habilidades de las espadas demoniacas que estaban en sus manos. Y la presión de ver que todo esto estaba pasando, solo hizo que Cristaldi trate de tomar las cosas de otro modo. Dio un salto con tal fuerza y precisión que se posó atrás de Kiba, quien sintió la intención de ataque con su X-Pulse. Y con un movimiento que no era nada humano o mortal, se giró sobre su eje, bloqueando el ataque. Y el choque de espadas solo hizo algo raro en la réplica de Excalibur.

Su aura sagrada estaba siendo absorbida gradualmente por la espada Sacro demoníaca, y el atributo sagrado de la espada se estaba fortaleciendo.

-¿Absorber el aura sagrada de Excalibur usando el poder del atributo demoníaco, para aumentar el poder de su atributo sagrado? – Hasta Cristaldi estaba en shock y ni que hablar de Kiba.

El pensar que su espada tendría tales habilidades. No sólo ello, se podía ver que... Usar la energía demoníaca para absorber energía sagrada a fin de mejorar el atributo sagrado de la espada. Por otro lado, también podría ser posible usar energía sagrada para absorber energía demoníaca, que mejora el atributo demoníaco. Esa Irina... logró algo increíble con solo ver una mera réplica. Rean tenía razón, esa chica era de un talento monstruoso...

Si Kiba desbloqueara por completo el poder de las espadas Sacro demoníacas, sin necesidad de usar un Cheat como ahora, sería capaz de empuñar a Gram con seguridad ya no sería una ilusión. La espada Sacro demoníaca había absorbido por completo el aura sagrada de la Excalibur de Cristaldi ahora. Y eso solo demostraba una cosa... estaban por acabar esto.

Irina vio eso como una oportunidad, estaba lista para atacar con su espada, pero en ello, vio como Cristaldi exhaló con fuerza. El aura sagrada de la réplica de Excalibur estaba regresando lentamente. Y la iba a usar para un ataque más... Este empujó a Kiba con un golpe, para que deje de absorber el poder, alzando la espada para atacar. Esta era... ¡El poder de Destruction de Excalibur!

Pero Irina fue más rápida. Se puso al frente de Kiba, alzó sus 4 alas al frente y estas se vieron envueltas en la energía Tarvos creando un escudo en esas alas. Uno tan fuerte, que repelió la espada, mandando a ambos hacia direcciones opuestas. Pero Kiba logró atrapar a Irina, evitando que caiga... era la oportunidad... ¡La única que tendrán!

Kiba lanzó a Irina hacia el hombre, quien aun no se recuperaba, no sin antes dejarle a Irina la espada que él tenía. Un gesto de que... es ella la que debe acabar esto. Y así sería. Cristaldi al ver lo que se venía, solo alzó la espada en espera de bloquear el ataque, pero el choque de la espada Sacro Demoniaca solo le quitó a la réplica el poder que le quedaba... La espada en la mano de Irina se destrozó como lo esperó, pero ella no había acabado. Tomó su espada Hauteclere, la que estaba envuelta en el poder de Tarvos, solo para soltar un ataque final.

-¡Orb of Revenge! – el ver el orbe que se creó en la punta de la espada, para luego que este la envuelve, ya decía lo que estaba por pasar.

El impacto de la espada, hizo lo que nadie esperó... destrozar la réplica en pedazos, mandando a Cristaldi al suelo. Con varias heridas, debido al poder del ataque... Y derrotado al final. Dejando en shock a los seguidores de este. Porque jamás esperaron que él...

Irina, quien seguía con sus manos en el mango de su espada... aun no lo creía... Lo logró. Pudo hacerlo... Superaron la réplica. Ella... Sintió la mano de Kiba en su hombro, lo que la sacó del shock del que aun no salía...

-Está bien... yo aun no me lo creo. – Irina soltó una risa al oírlo.

Al volver a la normalidad, ella camino hacia su mentor con Kiba a su lado. Cerca de ellos, sus amigos, ya que al ver la derrota de Cristaldi, los seguidores de estos perdieron la voluntad de luchar de modo definitivo. Si el más fuerte de ellos no puede ganar, ¿Qué pueden hacer ellos?

-... Pensar que sería derrotado... De esta manera.

-... Lo sintió... mi rabia, ¿No? – Irina miró al hombre con seriedad. – Mi afecto a la Iglesia, murió al saber lo que le pasó a Angelina. No puedo... hacer lo que usted, seguir algo que está mal desde hace años. Y ser de la vista gorda. No puedo... - Irina alzó la espada y la apuntó al cuello de su viejo mentor. – Aun ahora, mis deseos de venganza no están satisfechos.

Esas palabras sorprendieron a todos... ¿Acaso ella estaba deseosa de...? Antes que uno pueda decir algo...

-¡Por favor, espera un momento, Irina!

-¡Mátennos si es necesario!

-¡Sensei solo respondía a nuestros sentimientos!

-¡Nosotros somos los verdaderamente culpables!

Los guerreros, que podían, se levantaron desesperadamente en un intento por proteger a su sensei. Mirando solo esta escena, era obvio que este hombre era muy respetado por los guerreros. Sin embargo, su mentor negó con la cabeza. Pero Irina no bajaba la espada... como pidiendo que sea él el que hable.

-Todos aquí han tenido sus vidas descarriladas por demonios o vampiros. Yo también soy uno de ellos. Simplemente no pudimos encontrar otra forma de vida que seguir luchando contra esos tipos, Irina. Lamento no haber sido capaz de haber hecho más por tu amiga... Y eso es algo que me pesa, aún ahora... Y si esto calma en algo tu odio, dame un castigo. Esos niños, entonces podrán cambiar su forma de vida.

-No diga tonterías... - Irina bajó la espada. – No les mostraré a estos niños la venganza y sus caminos. Deben ser mejor que eso. Es más... usted y yo no somos ya nada. Ni mentor ni alumno. Con esto, puedo cortar algo más... Para así, poder avanzar como se debe. – Irina se dio la vuelta. – Llamemos a Griselda... que venga para tenerlos apresados. Aun debemos ayudar al resto.

-... Eres muy amable Irina... - Cristaldi lo dijo con un cierto tono de orgullo, que Irina... ella ni lo pasó a ver.

Fay vio como Irina caminó un poco para alejarse de ellos, sabiendo que ella en verdad... Llevó su mano al oído para llamar a Griselda. Mientras que...

-¿Segura de eso? – Kiba se puso al lado de su amiga. – Bien pudiste obviar lo último y...

-No... - Irina no lo paso a ver... - Es lo mejor. No quiero contacto con personas que... estuvieron de acuerdo con la Iglesia y sus caminos del pasado. Quien sabe que se me puede ocurrir en la cabeza luego. Aun... no soy estable con ese lado mío. Y no es que... me interese hablar con él de nuevo.

Kiba la miró... Soltó un suspiro. Ambos habían logrado un milagro. Habían derrotado a un usuario de Excalibur. Él entendía que... era por lo que peleaba y ella también. Esto fue, para que ambos digan adiós a un pasado en sus vidas... Pero...

-Eres una gran guerrera Irina. Tal vez la mejor que el Vaticano ha tenido en generaciones... - El chico le sonrió con entendimiento. – Pero eres pésima mentirosa.

Y así lo era... las lágrimas y expresión en la cara de Irina, demostraban que... en el fondo de su corazón, siempre habrá ese amor que le tuvo a la organización y gente... que estuvieron con ella años. Y no importaba lo mal que había en la Iglesia... para ella, ese lado bueno, que le mostraron... nadie se lo iba a quitar.

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En otro lado del campo de batalla, se vio como Twilight lanzó varias ráfagas de luz hacia los Paladins que estaban en el lugar, los cuales parecían disparara balas de energía mágica. Se le hizo parecer a los ataques de Aki, solo que menos potentes. Aunque le número no ayuda.

-¡Pinkie, Rarity!

Ambas chicas elevaron construcciones de hielo y diamantes, para que las balas no les den. Acto seguido, se vio como Rainbow atacó con varias ráfagas de electricidad hacia los robots, tratando de destrizarlos desde dentro. Obvio, no era fácil. Más porque...

-¡Agh! – La chica esquivó el ataque de una ráfaga mágica. – Bastardo...

Ver a Elliot atacándola, con varias ráfagas de magia, solo hicieron que la chica maldiga todo lo que existe, ese bastardo... El ataque era de agua, es más, eran muy bien dirigidos. Pero Fluttershy atacó con ráfagas de viento. Tratando de que él deje de atacar a su amiga.

Pero nadie esperó que el ataque de los Paladins, bloqueara el ataque.

-¿¡Desde cuando los robots saben atacar con magia!? – Pinkie esquivó el ataque con su hielo, perdiendo unos cabellos por el ataque.

-¡Debe de ser esa "Materia"! – Rarity ordenó a Wizel el atacar a esas cosas. Logrando eliminar a una buena cantidad, gracias a su gran espada, pero se veía forzado a estar en la defensiva debido a los ataques ametralladores de esas cosas.

Esas balas estaban cargadas de mucha magia, lo que solo significa que en verdad, parecía que peleaban con magos que sabían usar armas humanas como pistolas o ametralladoras. Y esas cosas, de por sí, eran duras.

Para empeorar las cosas, Elliot era el que atacaba con fiereza al grupo, evitando que tengan la oportunidad de atacar como querían. Esas ráfagas de magia y defensa, no estaban ayudando a su causa. Twilight lanzó varias ráfagas de oscuridad, para tratar de oprimir el ataque. Pero veía como esas esferas de magia, parecían resistir lo que sea que estaba tratando de hacerles. La chica empezó a formular varias ideas en su cabeza al ver ello. Si era capaz de hallar ese algo... puede que logren acabar con este pequeño ejército. No sólo ello, es capaz de ver la Materia que el tipo tenía en la mano... era una de viento, por el aura que da.

¿Qué tan fuertes son estas en realidad?

Al otro lado, AJ y Yang atacaban al que era el General. Ironwood, demostraba ser un maestro de las artes marciales, además de que sacaba de la mano derecha una pistola de color blanco, disparando contra la Portadora del elemento de la Honestidad, quien por meros reflejos, esquivó el disparo a su cara, con solo un raspón en su mejilla debido a la bala.

Yang saltó hacia el hombre y le dio varias patadas, así como golpes. Todos caragdos con su aura, tratando de penetrar la buena defensa del general, pero este bloqueaba y esquivaba todo. Es más, sacó para sorpresa de ella, otra pistola, solo que de color negro, para dispararle a la muchacha, quien alzó el brazo derecho, el mecánico. Para defenderse. El ataque solo hizo que ella retroceda por la fuerza del impacto. Vio su brazo y notó la bala en medio dela unión de capas de su brazo.

-Demonios... - Yang se puso de pie, lista para seguir con la lucha, solo para que el hombre las mire con... cierto aburrimiento.

-No tiene sentido que ustedes, humanas, peleen conmigo. Deberíamos estar en el mismo bando.

-¿Eso crees? – AJ se limpió la sangre del raspón en su mejilla, solo para verlo con fastidio. - ¿Cree que debemos apoyar su causa solo por ser humanas? – la chica en verdad no sabía si reírse por lo que dijo o estallar en rabia. - ¿¡Nos crees tan manipulables!?

-Lo que creo, es que no deberían de seguir las ideas de seres que no llevan impacto en nuestro mundo. Que simplemente, solo nos traen caos. – El hombre apuntó a ambas chicas, quienes estaban sudando. - ¿Qué les dijeron para que los sigan?

-Nada... - Yang se puso en guardia. – Simplemente nos mostraron ese apoyo que nadie nos dio. Esa amabilidad que nos hizo creer en que podemos ser amigos. Que por ser de otras razas, no son enemigos. – la muchacha afiló la mirada, mostrando que estaba segura de lo que decía. De lo que estaba por hacer. - ¡No nos obligan a creer en nada!

-Ridículo. No debe de haber eso entre razas. Es... inútil. – Ironwood apuntó a ambas chicas con sus armas. – Porque no hay eso que ustedes llaman confianza entre dos razas.

-¡Me harté de oírte!

Ambas fueron contra él. Este disparó varias veces de su pistola blanca, mostrando que el poder de esa arma era el fuego rápido, pero las chicas eran más veloces que eso. Corrían en zig ziag, para confundir el ataque del oponente, para que luego, AJ impulse a Yang con sus manos para que logre darle el golpe que se merece y la chica lo iba a hacer.

Pero en eso, Ironwood alzó la otra pistola, la de color negro, lanzando un disparo que más parecía una onda de magia. Una que mandó a Yang al suelo.

-¡Ngh! ¿¡Que demo...!? – la rubia sintió como su cuerpo pesaba una tonelada. Como era imposible ponerse de pie. Era...

AJ, al ver eso, lanzó una ráfaga de fuego hacia el hombre, quien disparó varias veces, logrando dispersas las llamas, solo para que la chica lance un corte con su espada de fuego, alejando al general de Yang, quien al notar que este ya estaba a unos metros lejos, sintió su cuerpo volver a estar ligero.

Ambas vieron eso con rareza, ¿Qué fue lo que hizo? En verdad, ese tipo estaba demostrando ser un problema mayúsculo. ¡Solo tenía unas pistolas! No debería ser tan difícil.

-¿Creen que por no tener habilidades como las de ustedes, soy débil? Para nada... he entrenado para superar los límites del cuerpo humano y la mente. Tanto, que he aprendido a estar en calma en estas situaciones. Nada de lo que haga, me desconcentrara. Nada.

AJ pensó en lo dicho... Concentración absoluta. Eso lo simplifica todo. Los engaños o fintas no sirven. A menos que sean algo extremas. Pero esas pistolas... Ya vio que la de color negro, es capaz de lanzar hechizos de restricción.

-Es más. No es lo único que puedo hacer ahora. – Vieron como este tomó de su saco, otra esfera... una Materia de color rojo. Esta brilló en respuesta y...

Las dos sintieron el calor... No solo eso, vieron como de la pistola, lanzó lo que era un cañón de fuego comprimido... que obligó a AJ a ponerse al frente y resistir el ataque, dejando que su traje absorba el fuego. Pero el daño estaba hecho... las quemaduras que recibió.

-¿¡Que es lo que...!? – Yang se puso al lado de su amiga, para evitar que caiga al suelo. - ¿¡Como es que hizo eso!? ¿¡Combino el poder de esa gema con su arma!?

-Este es el verdadero poder de las Materias. La capacidad de usar magia... sin el poder latente y usarlo con la tecnología de los humanos. Este es el potencial que... debemos tener. Los humanos... todos...

EL tipo estaba mal de la cabeza. Ese pensamiento... No era sano. Para nada lo era. En verdad, estaban sintiendo como que... Yang vio como AJ respiraba agitada. Absorber esas llamas... una magia que los Elementos no conocen de por sí. Debió de ser un choque... Pero Aj sintió como...

-... Mi Elemento trata de acostumbrarse a este. Creo que... en verdad, será una pelea para ver que magia es más capaz.

-No será fácil. Pero en verdad, quiero darle a este tipo una paliza. – Yang se mostraba seria. – No me gusta que me digan que mis amigos, son una mala elección. Es más... Su modo de pensar, me da cosa.

-Igual... - AJ se puso de pie. - ¿Lista?

Ambas estaban listas para lo que seguía. AJ lanzó una ráfaga de fuego hacia el hombre, quien hizo lo mismo gracias al Materia en su mano, solo para notar que era una finta. Porque en el momento que las llamas chocaron, Yang apareció en medio de estas. Le importó poco el fuego o el calor, ella usó el ataque como cortina de humo. Y Ironwood notó como el aura de la chica parecía una llamarada.

Yang aprovechó el daño que recibió por las dos llamas, para añadir el poder en su mano derecha. Y el golpe que dio, fue con la fuerza que quiso, ya que lanzó al general varios metros lejos de ellos. No sólo ello, también lo hizo chocar con la réplica de un pequeño monumento en el lugar.

No feliz con ello, Yang giró y lanzó a AJ, quien estaba corriendo hacia ella, en dirección del caído general. Quien notó como la portadora del elemento de la Honestidad, se lanzaba hacia él con una patada envuelta en llamas.

Y cuando la pierna de ella chocó con este... no esperó lo que vio. Él había detenido el ataque con su mano derecha... solo que esta era...

-¿¡Una prótesis!? – el calor de sus llamas desintegró lo que era piel falsa, así como el lado derecho de su uniforme... mostrando que...

Yang atrapó a su amiga, quien había sido lanzada hacia ella con fuerza, también en shock. Ya que todo el lado derecho de su parte superior del cuerpo... demostraba ser... máquina. ¿Cómo es que...?

-Esto es lo que muestra mi determinación para mostrar la capacidad humana. – Vio a Yang, quien... - Tú sabes lo que es... dar tu brazo, por algo más...

-Yo lo perdí por estúpida... no me compares... - La chica sintió asco... él... - ¿Te hiciste eso adrede?

-Sí... porque con esto, puedo lograr lo que otro no... Pelear más allá de la capacidad humana, sin tener que usar lo sobrenatural.

AJ sudó frío... sabía por Azazel, que esta tecnología era posible. El reemplazar un miembro... Pero esto... y en manos de los humanos... ¿Como? ¿Acaso alguien en Grigori la dio o se la robaron? No lo sabía. Ambas chicas sabían que... la batalla estaba por seguir. No importa lo que... deban de hacer. No pueden perder ante este hombre.

Y lo mismo pasaba por la mente de las demás...

Porque por su lado, Weiss jamás esperó tener que pelear mano a mano con su hermana. Su perfecta hermana. El choque de ambas armas estaba creando chispas. Es más, se notaba como Winter era la que menos se esforzaba. Tanto, que Weiss tenía que retroceder más de una vez. Porque esas puntas del estoque de su hermana, casi le dan en el cuello.

En medio del retroceso, creó un círculo en sus pies, para darse impulso hacia atrás. Pero Winter hizo lo mismo. Y el choque de espadas se hizo aun en medio del aire. Haciendo que la menor de ambas maldiga todo. No creyendo que su hermana hubiera...

Pero en eso, se le ocurrió algo que no esperaría... darle una patada. Una que dio en el blanco, el estómago, haciendo que Winter se aleje un poco de ella, ambas pisando el suelo. A una buena distancia... Aun con las armas en guardia.

-Has mejorado Weiss... - Normalmente, eso la alegraría. Pero ahora... - Es una lástima que uses esas habilidades para... ayudar a esos seres.

-¿Esos seres? ¡Hablas de mis amigos WInter!

-Me sorprende que ahora llames así a los seres sobrenaturales. – Winter alzó una ceja. – Antes, los odiabas por simplemente... existir. ¿Qué cambió?

-Cambió que... ahora veo las cosas como son. Que no toda una raza es mala... ¿Qué ganamos con poner una mala cara a toda una raza Winter? ¿Acaso no sientes que es algo... malo? – Weiss simplemente mostró algo de tristeza. – Podemos trabajar juntos Winter. Necesitamos de todo el poder para...

-No es posible. – Winter la interrumpió. – Porque no puedo... no puedo cambiar lo que creo Weiss. ¿No lo ves? He entrenado toda mi vida para poder luchar por la humanidad. Por el futuro de este. No puedo aceptar que otros seres rijan lo que es... nuestro mundo.

-... ¿Es malo tener que aceptar que a veces necesitamos ayuda? Los humanos no siempre van por el buen camino hermana. A veces... deben de saber que no pueden tener todo en control. Porque eso es lo que desean... control total. Y no podemos permitirlo.

-Entonces, no queda otra. – Winter sacó de su bolsillo, una joya de color celeste.

-Materia de Hielo. – Weiss sudó frío. - ¿Por qué dejaste que padre les dé eso? Son peligrosos... En las manos de gente equivocada, son...

-No están en las manos erróneas. Están donde deben estar Weiss... - La gema brilló, al mismo tiempo que Winter sacaba un segundo escote. – Dime, ¿Sabes el origen de la primera Materia? Fue dada a nuestro ancestro, por un hombre que luchó contra lo sobrenatural toda una vida. Y se la dio, para que la cuide y la use como se debe. Y eso es lo que estamos haciendo. Para evitar que lo sobrenatural nos use más.

Weiss no estaba de acuerdo... pero sus palabras murieron en el momento en que Weiss agitó su escote y creó lo que era una onda helada, que congeló el piso a una velocidad, que la pobre chica no pudo reaccionar. No sólo ello, también... Creó los que eran versiones astrales de... bestias mitológicas. La magia de la familia Schnee... invocación Astral. Vio los que eran las imágenes de Lamias, Aves gigantes y un minotauro. Todas muestras de lo que su hermana había matado estos años.

-¿Lista para seguir Weiss?

LA chica sabía que... puede igualar las cosas con su dragón. Pero no... debe de guardar esa cosa para el momento adecuado. El momento de la verdad. Uno que... aparecerá si es paciente.

De todos modos, la pelea entre ellas, era la más intensa... porque la que faltaba era... diferente.

Ruby y Blake atacaban a Millium, quien estaba usando a Lamy con escudo. Porque estaba tratando de mantener el teatro. Y las dos chicas notaban, con cada ataque, ella parecía darles señales... unas que Ruby no entendía. Pero Blake si... por parte de su entrenamiento, es que...

La muchacha esquivó el ataque de Lamy, para luego ver otro gesto de Millium. Esos símbolos... eran gestos que uno puede identificar como... lenguaje para mudos. Pero modificado de cierto modo. Para el uso militar. Y solo ella...

-¿Qué nos trata de decir? ¿Por qué no habla? – Ruby hizo la pregunta... solo para notar que Blake estaba pensativa. - ¿Blake?

-Un segundo...

Ambas reaccionaron a un ataque de Lamy, el cual pareció darle a Blake, quien dejó un clon en su lugar para poder moverse a la velocidad necesaria y correr hacia Millium, para atacarla de modo directo. Lamy al ver ello, se giró para atacar. Pero una ráfaga de pétalos de rosa apareció a su lado. A una velocidad increíble, esta le dio al ser varios cortes con su guadaña para luego lanzar una ráfaga de disparos. Lo que hizo que Lamy retroceda. Se notaba el gran talento de Ruby... Quien le sonrió a la máquina, porque sentía que...

-No atacas con todo. Sabemos que Millium tiene algo en mente. Pero dejaré que Blake lo descubra. Ella es la analítica, al fin y al cabo.

Mientras la chica de ojos plata peleaba con el ser mecánico. Blake y Millium tenían una lucha cuerpo a cuerpo. Una con su espada y la otra con los que parecían ser dos dagas. Y las armas chocaban. Y no importaba la cercanía de ambas... Millium no estaba hablando. Y eso estaba haciendo que Blake piense en todos los símbolos...

Pensó en cada uno... por orden, no tenían sentido. No había lógica. Pero en medio de la lucha... su mente empezó a pensar mejor las cosas. Tanto que... empezó a hacerse una idea. La frase de por sí, era simple. Pero solo si analizabas bien lo que... los símbolos eran. Y ella, una vez miembro de una organización terrorista, sabía de estas cosas. Sabía del engaño y el espionaje. Y en eso...

-Pelea sin sentido. La ayuda está dentro del muñeco. – Millium sonrió... - Los objetos... no son para mí.

Blake abrió los ojos con... asombro. Miró a Lamy, quien estaba peleando con Ruby, solo para notar que, en efecto, se notaba que... Estaba cargando con algo. Y Blake miró a la mujer con una ceja alzada, solo para que ella...

-Este es el plan. – Millium tenía un plan... Ya era hora de actuar en base a lo que cree en realidad.

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Por su lado, los Dragones Celestiales estaban esquivando los disparos de Crow, quien estaba usando de modo ligero, el poder de Corbenik en cada bala que disparaba. Ambos desviaron los ataques con sus espadas, solo para tratar de acercarse a este. Solo para notar que él saltaba hacia una zona alta en el interior de la Iglesia. Ambos hicieron lo mismo.

Pero en medio del salto, notaron como orbes de energía estaban en medio del trayecto y como estos explotaron en medio del camino. Y eso hizo que ambos se vean afectados. Pero el daño no era severo. En sí, era como sí...

Crow miró hacia un lado, notando que...

-Veo que Cristaldi ya fue derrotado. No cabe duda de que sus amigos. – El hombre hizo girar sus pistolas, cargándolas en el acto. – Me impresionan.

-¿Esperabas menos? – Ise se mostró hostil. - ¿Acaso nos crees débiles para pensar que no lo iban a lograr?

-Para nada. Soy muy consciente del poder que tienen. Weil me dijo todo lo que necesito saber. – Crow soltó un suspiro. – Pero jamás que sería a este punto. La verdad, esperaba que Cristaldi hiciera más. Pero no puedo esperar de un viejo con una mente cerrada. Que no espera que los nuevos caminos superan los viejos.

-A mí me importa solo una cosa. ¿Qué es lo que deseas? – Vali estaba ansioso. No le gusta la idea de que este sujeto... - ¿Acaso estás de acuerdo con las ideas de estos tipos?

-La verdad... No me interesa. – La respuesta sacó a ambos Dragones Celestiales una duda más. – Me da igual. Mi aprecio a la Iglesia murió hace tiempo. Lo único que me queda, es seguir con mi misión.

-¿¡Es todo!? ¡Pensé...!

-La muerte te cambia Sekiryuutei. No esperes que deje de lado... lo que me hicieron. Es más, ¿Esta mal el querer destruir la Iglesia como esta ahora? Los que están en esta rebelión, son gente que no puede ver el error de su estilo de vida. De aferrarse a algo que jamás va a volver. Los del ejército, creen que pueden controlar todo y hacerlo sin ayuda. Ambos casos, son una muestra clara de la codicia y estupidez humana.

Los ojos de Crow brillaron en respuesta. No solo ello, se pudo ver como la energía de Corbenik se extendía por el cuerpo de Crow, además de que... se podía ver como en la parte del hombro izquierdo, esta se concentraba de un modo anormal. Uno que le dio a ambos Dragones algo de nervios.

No solo eso, al ver como la energía de pronto tomaba la forma de lo que ellos creían, era la descripción perfecta de un tercer brazo, solo que este parecía más un látigo de color azul con toques blancos en ciertos bordes. La presencia de ese brazo, los puso de los nervios... porque algo de la energía de este pasó a las pistolas de Crow, creando lo que eran... como hojas creadas de esa energía.

Vali sintió... rabia de ver ese poder. Poder que era suyo... y que alguien más lo use, de un modo que se nota, no es natural. Ise sintió... nervios. Porque este poder era... diferente al que ha visto en su vida. Mientras que...

[OK. Estamos en un aprieto. Puedo sentir el poder de... la Octava Fase en ese brazo y las pistolas ahora]

{Pero... es ajeno a lo que hemos visto. Es... forzado...}

-Les doy la razón. Es natural... dado que no soy con quien Corbenik debe de estar. Es más, es un intento vano de ese Avatar Trigger. Claro, puede que no sea... ideal. Pero... Corbenik es poderoso en su ley. ¿No?

El X-Pulse de los dos Dragones Celestiales reaccionó. Vieron como Crow fue hacia ellos con las 3 armas que tenía y atacó a una velocidad que ambos se vieron en la obligación de esquivar los ataques o bloquear. Pero el corte que recibieron por el tercer brazo, ese creado por energía, estuvo ahí. Y el ver como cortó con facilidad las armaduras reforzadas de ambos... era una cosa que no querían creer.

[¿¡Es capaz de superar el poder reforzado de la armadura con tal facilidad!?] – Omega no lo creía. Activó rápido la regeneración de la armadura, notando que... - [¡No puedo reparar la armadura!]

Ise se horrorizó bajo la máscara y vio que Vali estaba... en las mismas. Sentían el... miedo de ver esa cosa. Moverse como un látigo filoso. Es más, Crow los volteó a ver con... calma.

-Soy bueno en combinar el ataque a distancia con el corto. Y esta forma... es perfecta para mí. Hago esto, porque sé que se quieren contener. Por ser un humano, no soy débil. Y con este poder, deben de saberlo, ¿No? Vayan con todo, antes que use el modo Avatar. Saben que quieren evitar eso. Es más... - el látigo se movió más... - El poder de Corbenik, es capaz de... destrozar los átomos, como lo ven... la luz es terrorífica. ¿Verdad?

-Corbenik tiene el poder de destruir los átomos debido a su uso de la luz. Es diferente a mí quien usa la oscuridad para hacerse de lo demás... Si damos un paso en falso... estamos muertos. Pelea con inteligencia mi otro yo. Aun si usas algo de mi poder, el daño puede ser severo.

Ise sudó frío... era... absurdo. Esa luz... puede matarlos si es que no tienen cuidado. Pero sabía que no había otra. Tomó aire y sacó sus Wyverns, en espera que estos lo ayuden a lo que se viene.

-Debemos ser listos... Vali.

-Lo sé. No me lo debes de decir dos veces.

Crow sonrió al ver como ambos no retrocedían. Eso es lo que quería ver. Demuestren de lo que son capaces... Que pueden... superar esto.

Y la batalla, solo debía seguir. No había más.

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