Normalidad que va y viene
Lo que se veía, eran un montón de datos que él no lograba entender. Miraba como Weil analizaba la data que él había recibido por parte de él, tras la última batalla que había tenido con el Sekiryuutei.
El profesor no lo creía, no podía creer el enorme poder que puede tener una Longinus. La data no es algo que uno pueda descifrar o copiar con simples algoritmos. Esto le debió tomar siglos y hasta milenios al Dios Bíblico de poder crear tras ensayo y error. Que ser tan temible, el poder de crear cosas así...
Pero... Eso hace que su teoría tenga más sentido, sí... Con esto puede tener en mente lo que debe de hacer...
-¿Qué hallaste? – Oh sí, debe de atender a este idiota. Debe seguir con su papel un poco más.
-Que no hay duda alguna, lo que se vio... fue un desbloqueo de un sistema de seguridad en el Boosted Gear. En pocas palabras, se abrió una puerta antes sellada y el sistema lo acoplo para que ese chico lo pueda usar. Como si el mismo objeto le dijera que no se rinda y pelee.
-Ridículo... esas cosas no pueden...
-¿Crees que el Dios de la Biblia creo esos objetos sin un mero sentido de quienes son sus dueños? Dejando de lado que el Boosted Gear tiene la consciencia de un dragón, el sistema matriz del objeto tiene un A.I. básico.
Euclid alzó una ceja al oír ello. Eso si no lo esperaba oír del buen doctor. Este por su lado, siguió con sus análisis.
-Lo que creo que puede suceder, tras esto, es que el Sekiryuutei logre obtener nuevas habilidades en base a su Sacred Gear. ¿Cuáles serán? No lo sé. No hay duda de que los Sacred Geras son objetos de gran misterio. Si lo comparamos con la réplica que hemos creado, esta es una copia que no lograría igualarla de ningún modo.
Y eso no era algo que le deba de decir... Lo había visto y sentido de primera mano. El poder del Boosted Gear real. El poseedor era un punto aparte, él era superior a ese mocoso en todo. Pero mientras tenga esa cosa en su poder, siempre habrá una oportunidad de hallar como ganar.
Al menos eso es lo que desea pensar, porque una parte de su mente... aún recuerda la mirada de ese chico cuando sacó esas llamas... Esa mirada. ¿Será capaz de lograr algo más...? Tsk, no es algo que pueda decidir tras una simple batalla. Pero no se va arriesgar. No se confiará de nuevo.
-¿Pensando en el muchacho? – las palabras de Weil lo sacaron de sus pensamientos. – Creo que al fin captas el peligro que él representa.
-Creí que lo veías como algo que se puede eliminar.
-Sí. Porque él puede morir, no es un ser inmortal. – Weil tenía que tener su máscara un poco más, además... tal vez pueda sacar algo bueno de esto. – El Sekiryuutei es, en pocas palabras, una anomalía que uno no puede entender. No puedes predecir el caos, no puedes saber que hará si le das el tiempo de crecer.
Euclid sabe a que se refiere... quizás...
-¿Tienes algo que pueda ayudar?
Weil sonrió a las palabras del demonio. Sí, esto era lo que él necesita. En un caso, el demonio destruye al chico y se deshace de la molestia que puede ser. En otro, ambos se matan y eso le va bien, como el caso anterior, Euclid es reemplazable. Y el último, el Sekiryuutei no solo ganará, sino que será más poderoso, es más... también puede servir para alimentar en algo... ese miedo que cierto sujeto tiene.
Oh si, como le encanta esto. Ser humano, es ventajoso...
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Por su lado, Salem observaba como varios Grimms y Dragones Malignos son creados en lo que parecen ser capullos. Unos enormes y asquerosos capullos. Lástima que no pueden crear un Grimm Wyvern, al parecer no están con la capacidad de hacer eso, aún.
-¿Todo en orden mi Lady?
La llegada de Cinder, hizo que la mujer la pase. Había visto algo en esta chica hace años cuando la sacó de ese prostíbulo en Italia, una niña a la cual... le hicieron cosas horribles. Siendo esas cosas, las razones de su deseo de poder y gloria... además de su desprecio al mundo. La había entrenado, la había educado... y aún hoy, puede ver que algo la molesta.
-¿Qué te tiene así mi querida Cinder?
La chica se tensó un poco a la pregunta de su ama. Lo notó... Rayos. Espera que no se moleste por decir lo que tiene en la mente.
-El Sekiryuutei... me preocupa lo que pueda lograr...
-¿Por qué? Ya viste como Euclid barrió el piso con él. – Era verdad, pero...
-Pero al final de la pelea, se vio como este logró tenerlo contra las cuerdas. – Salem pasó a verla con un ojo más analítico. – Usted no vio lo que yo... Sí, antes pensé que era superior a él. Pero al darme cuenta de una cosa, puedo ver que ese chico es demasiado peligroso.
-¿Cuenta de que?
-Que es una bestia a la hora de pelear. A la hora de enfrentar a ese Grimm, lo hizo con tal salvajismo que juro que sentí mi sangre helarse. Y contra Euclid, se empezó a ver eso al final... Creo que si, la batalla hubiera durado más, el resultado no sería claro.
Salem miraba a la chica con una ceja alzada, siempre apreciaba la mente de la muchacha. Era muy impulsiva cuando estaba confiada, pero cuando algo la pone en alerta, es muy cautelosa... y parece que el Sekiryuutei logró hacer eso. No le sorprende, si ese chico es la mitad de lo que fue su vida pasada... Puede que estén a puertas de ver algo grande.
Oh bueno, dejará que Rizevim pase ese puente cuando llegue, dado que él es el que desea hacer sufrir al chico. No es que este en contra de esto, pero... ¿Vale la pena esperar tanto...? Porque puede que le estén dando tiempo a ese chico, de poder domar a la bestia y usarla como se debe.
-Preocúpate por seguir tus órdenes, por ahora... dejemos que los hombres hagan lo que mejor saben hacer... ser idiotas.
Cinder soltó una ligera risa al oír ello, sí... todos los hombres actúan antes de pensar. Por ahora, dejará que las cosas sigan como están... Tiene cosas que hacer...
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-¿Cómo puedo hacer esto? – Rizevim, sentado en uno de los cuartos que tiene el castillo antiguo donde ha habitado años, miraba la copa que le había quitado a esa niña. El Santo Grial...
Sabía del poder de esta cosa, sabía de lo que era capaz. Pero a su vez, era peligroso pensar que puede traer esa cosa a la vida con algo así... Si, puede que tenga el método.... Pero no la capacidad de traerlo a la vida. Esa cosa tiene cientos de sellos en su cuerpo, lo que hace que este dormido.
-¿Qué clase de monstruo era ese Dios para tal cosa?
No lo sabe, nunca lo enfrentó... Pero su padre dijo que en la guerra, estaba débil, muy débil. Por ello, es que se aprovechó ese momento para atacar. Verdad debe de haber en sus palabras. Sin contar que...
Trixeha era una existencia que muchos consideraban un mito, como lo fue Haou, pero ambos eran reales. Solo que uno es un peligro para el mundo. Y eso es lo que le gusta. Pero, antes de todo eso, debe de hallar como despertar a esa endemoniada bestia. Y para ello, necesitan tecnología, mucha... y no hay lugar en el mundo que la posea... solo dos.
Una, no va. Por obvias razones. Pero el otro... Sí, puede que logre hacerlo. Sólo necesita el momento exacto y el motivo, para mandar a quienes necesita y que se lleven eso de ahí.
Jojo, se imagina la cara de esos tontos en los altos mandos. Ya le da risa solo pensarlo. Pero... ¿Cómo....? Necesita una excusa.
Fue en ello, que observó unos de los files que le habían traído. Ser la mente de Qlippoth puede ser cansado, porque toda información cuenta... Hasta la de una escue.... ¿Qué...?
El demonio observó el file con mucho, pero mucho detalle... Y vio que esta era... ¡SI! ¡Esto era lo que necesitaba! ¡Era tan gracioso la situación y el momento que no pudo evitar reír! ¡Como si el mundo le diera lo que necesita, que pueda lograr sus metas y de paso... Hacer que esos mocosos sufran!
Pero pensar que algo así sería creado... Parece que la hermana de la Maou Serafall tiene una buena cabeza. Se ve que tiene planes y ve a futuro, algo que la mayoría de demonios no. Lástima que esté en un bando contrario. Pero, así es la vida. Ahora, necesita...
Mmmmm.... ¡Eso es! Dio un chasquido, algo que solo hizo que de las sombras, salga alguien conocido para él. Crom estaba al lado del demonio como siempre, con una expresión nula y seria.
-¿Qué pasa?
-Dime Crom... ¿Quiénes creen que puedan hacer un trabajito que tengo para ellos?
El dragón alzó una ceja al oír la pregunta, solo para ver el suelo y notar el file con la información de la escuela abierta en... Con que eso era...
-Diría que cualquiera, pero Apophis y Aži Dahāka no están interesados en estas cosas. Dicen que seguirán sus propios planes. Y yo igual. Si tengo que elegir... tomaría a Grendel y a Ladon, ambos están ansiosos de actuar. Pero creo que Grendel sobre todo, la idea de haber sido derrotado dos veces, no es de su agrado.
-¿Lo hicieron más fuerte tras lo último?
Crom mostró su claro fastidio... no le agrada el método que están usando esos tontos para ser más poderosos. Pero allá ellos.
-Él se hizo cargo de ello...
-Excelente. Siempre se puede contar con Weil. Dile que tenga a esos dos listos. Pronto tendremos algo con que divertirnos. ¿Seguro de no querer unirte a la diversión?
Si por diversión, se refiere a atacar seres que no pueden ni defenderse y destruir sin un objetivo... Entonces no. Claro que no daría su opinión en voz alta, al menos por ahora. Solo tomará esto como nota, para saber que paso tomar... parece que deberá poner sus planes personales a una prisa mayor de la que esperó.
-No. Tengo cosas que hacer.
-Ya veo... ¿Puedes hacer que Walpurga venga? Según oí, aún se está lamiendo las heridas tras lo que pasó en Rumanía. Hay que admitir que... no espere tal poder de ese hombre.
Y el dragón estaba de acuerdo. Ese humano era poderoso, no lo podía negar. Vio como cortó esa montaña con un simple tajo de su espada, no es algo que uno pueda obviar y decir que es algo normal. Al menos para el estándar humano.... Sería divertido enfrentar ese tipo. Pero ya será para otro momento.
-Ok. Es algo que se puede... tratar.
Con eso dicho, Crom desapareció sin decir nada más, dejando al demonio en su lugar. Algo que uno puede ya entender... Crom no soportaba estar frente al demonio mucho tiempo. Y el sentimiento era... reciproco. Al menos en cierto nivel por Rizevim, quien estaba pensando aún en como hacer que Crom siga de su lado, el tiempo que dure todo esto.
Ya verá eso en su momento. Por ahora, solo deberá pensar en lo que se viene... Sí, ya quiere imaginar la mirada de ese niño... La del horror y la de...
Sintió un sudor recorrer su frente... Esa mirada... Como la de él... la misma... llena de rabia... llena de deseos de acabar con lo que tenía en frente.... ¿Aún tras tantos años él...?
-¡NO! – lanzó una ráfaga de luz a un lado, cosa que destruyó la pared y lo que estaba en el camino del ataque. - ¡No es verdad! ¡Mucho menos con ese mocoso que no es nada!
Nunca lo va aceptar... que él tenga esa clase de emociones. Nunca. Y por eso... es que Agreas será de ellos, para revivir a la bestia del Apocalipsis.
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-No puedo creer que esto me esté pasando. – Ise estaba sentado en lo que sería la pileta en medio del centro comercial que estaba cerca de su casa.
Hagamos un recordatorio de lo que ha pasado.
Habían pasado días desde la creación del DxD, el equipo anti terrorista para luchar contra la organización Qlippoth, creada por Rizevim, cuya meta era la destrucción del mundo y la resurrección de Trixeha.
Y eso era algo que había caído en todos de un modo que nadie pensó. Sí, trataban de volver con las cosas de sus vidas diarias, no era tan sencillo como uno lo cree. El joven sabía que había muchas cosas que hacer, la preparación y demás. Si, él era el líder. Pero Dulio era el que se estaba haciendo las negociaciones en apoyo con Griselda, quien era una de las consejeras al nuevo grupo. Una que Xenovia apreciaba en cierto modo, pero a su vez... La chica había admitido que esa mujer era como una madre o una figura de guardiana que... puede dar miedo. Eso sí, parece que la pobre chica ha tenido que soportar una especie de sermón por haberse vuelto un demonio sin pedir la opinión de ella... Lo que si pudo notar, era la marca de "Q" en su mano. Eso la hacía la Queen de los Brave Saints de Gabriel. Y.... La pobre tuvo que recibir ayuda para no caer inconsciente de tal sermón, le recuerda a Grayfia...
Oh bueno. Eso fue uno de los puntos. Otro, era que habían oído de Elemenhilde que la situación de Valerie no mejoró, por lo que pidió que se la llevaran a Grigori, suponiendo que la pueden cuidar mejor ahí, que dejarla en una cama. Cosa que Azazel no perdió tiempo en hacer. Y aprovecho en informar que estaba entrenando su poder como la Winter Maiden, dado que debe de lograr un control mayor. Sí, sabe que como está puede lograr cosas grandes, contra enemigos normales, pero si necesita algo más... entrenar no está de más. Además, de que la Facción de los Vampiros, no están dudando en hacer negociaciones con la Alianza luego de lo que pasó, algo bueno. Claro, que primero deben de lograr reconstruir todo antes de hacer ello.
Algo bueno. Al menos. Eso sí, deben de planear sus próximos movimientos... Lamentablemente, no sabían como hacerlo. Estaban con varias cosas en la cabeza, unos con sus deseos de ser más fuertes, otros con captar en los que se habían metido, es más... de entender la situación. Lo que era una guerra, no oficial, una que tiene como meta final, lograr que el mundo siga y no sea destruido.
Y eso era lo que todos tenían en mente. Porque, desde cierto punto, ellos, adolescentes, están siendo forzados a tener que luchar. A tener que tomar decisiones que pueden cambiar el mundo y el futuro. A su vez, lograr que sus mentes dejen las dudas que tenían sobre esto.
El Sekiryuutei había visto, en el paso de los días, lo que todos estaban pesando. El cambio de dirección de sus vidas, lo que se les viene. Lo que deben de hacer... Y por ello...
Tal vez por el hecho de que saben que Himmel, el Rey Supremo, vivió algo así, los hace que acepten esto de un modo mejor. Pero al mismo tiempo, está la sensación de que... ellos la tienen algo más sencilla en relación a Himmel. Tenían ayuda y apoyos de varios lados, Himmel no la tuvo... Lo hizo todo sólo, pero lo logró... Y si bien esos eran otros tiempos, les daba la esperanza, de que ellos pueden lograrlo. Y eso es lo que los ha hecho... tener más determinación, porque sentían que podían. Habían heredado la voluntad del Rey Supremo y de los que lucharon con él.
Y eso lo llevaba aquí. Porque sabe que debe mejorar sus lazos con sus amigos, con sus aliados. Como ya deben de saber, el grupo de cazadoras de Grimms con las que habían hecho equipo en Escocia y Rumanía, habían recibido una gran indemnización por parte del Vaticano por las órdenes tan dudosas que habían recibido. Algo que, si bien no va a cambiar o reemplazar todo lo que habían pasado, servía de algo para poder iniciar de nuevo. Y eso que Weiss quería una indemnización mayor, pero se conformó con el monto recibido. Ya que con ello lograron comprar una casa más que grande para que ellas 4 puedan vivir, cerca de la casa del Sekiryuutei. Ellas, bueno Weiss, eligieron una casa más que cómoda y con todo lo que necesitaban. Al menos eso es lo que quieren creer. Porque los muebles no vienen integrados en la casa, no es algo que uno pueda esperar. En fin, las chicas del equipo RWBY sabían que necesitan tomar algo de normalidad, tras todo lo que habían pasado. Por eso es que estaban aquí.
[Velo de este modo compañero, pudo ser peor. Es más, las chicas aceptaron esto como una oportunidad para relajarte]
Ddraig tenía razón, al menos en cierto modo. Se sabía que él tenía... la mala maña de pensar demasiado las cosas. Ahora como líder del equipo DxD, al menos en el modo de que él es el líder de campo, el líder que dirigirá todo en medio de la lucha, le hacía pensar las cosas de un modo distinto, de un modo más maduro. Ese era el peso que le estaba tocando como un líder, uno que debe pensar bien las cosas. Pero al mismo tiempo, el dragón sabía que darle a su amigo y compañero, tal responsabilidad, lo puede poner tenso y hasta algo paranoico. No porque no sepa hacer el trabajo, sino porque... siente que va a querer cumplir las expectativas de todos. Sin importar que. Y le alegra que Rias, Twilight y el resto, sean un ancla para él. Que vea su realidad... que es alguien que se puede equivocar. No esperan un líder perfecto, sino el que ellos necesitan. Y por ello, es que están aquí. Para conocer al equipo RWBY y a su vez, darles un pequeño tour.
Aunque era gracioso ver como ellas, aun tras tanto, no sabían como afrontar lo que sería la normalidad.
Ruby vestía lo que uno llamaría unas ropas de estilo gótico con tonalidades rojas, sus botas hacían juego con lo anteriormente dicho, pero la caperuza que siempre lleva era algo que nunca faltaría en su vestimenta, ni siendo el fin del mundo. Al menos eso la hace fácil de reconocer entre la multitud, dado que parece tener una maña de ir por otro lado si le quitas el ojo de encima. Vaya espíritu que poseía esta chica.
Weiss era un caso aparte, la chica vestía lo que uno sabe, es algo de una dama fina. Debe ser por como fue criada y como creció varios años. Además de que el vestido blanco con blusa azul no le quedan nada mal, el hecho de que use esos zapatos con esos tacos... ¿Cómo es que lograr pelear así sin caerse? Mucha práctica, al menos eso es lo que ella les dijo cuando le preguntaron.
Yang era... ¿Cómo decirlo? EL tipo de chicas que trae la mirada de todos en un segundo. Vestir unos jeans rotos, que mostraban algo de sus buenas piernas, además de no ocultar tanto su escote, deberías ser bien idiota para no voltear y quedarte como un perfecto imbécil... Por más paradójico e irónico que sea eso. Oh bueno... Es más, el color amarillo de su polo era... ¿A quien le importa? Solo importa lo que hay bajo de eso... Es más, usaba lentes oscuros. ¿Era en serio? ¿Qué es esto? ¿Un vistazo a la vida de los famosos...? Hay cosas peores...
Finalmente, pero no menos, tenemos a Blake. La chica era la que... más tenía que guardar apariencias. Al parecer, al ser una parte Nekomata o una descendiente de Hanyou, la chica no puede ocultar sus orejas como lo hacen Koneko y Kuroka, por lo que se veía en la obligación de, o usar un gorro, o de ponerse un listón en su cabeza.... Por recomendación de la experta en moda, Rarity, se optó por darle a la chica una gorra de color negro, que combina con su conjunto. Unos jeans negros, un polo blanco con toques grises y una casaca blanca. Hey, hay que ir con estilo.
Todo esto sería bueno... si cada una no estuviera por su propio lado... ¡Se supone que deben de estar juntos! ¿¡Que pasó con la unidad!?
-No te preocupes Ise, aquí estoy.
Voltear y ver a Ophis, quien iba de la mano con Sunset, no lo calmó. Si no lo supiera mejor... siente que ella es la que se puede perder...
-Vamos Ise, no pongas esa cara. Sabes que necesitas esto. El estrés es la enfermedad del siglo XXI.
-¿En serio me venderás eso Sunset....?
La chica sonrió burlona a las palabras del muchacho, quien suspiro, sin poder evitar sonreír un poco. La dinámica entre ellos era así. Claro, no falta quienes no saben leer el ambiente.
-¡Hey, aquí estamos! – Irina apareció entre ambos, algo celosa, pero sonrió al ver que... - Oh, excelente trabajo Ayane. Sabía que podía contar contigo.
La kunoichi trajo a las cuatro chicas, de mala manera, con ella hacia donde estaban los demás. En otras palabras, se había vuelto una niñera.
Hoy era un día de relajación, así como uno para hacer que Ophis salga de la rutina. Sí, la pobre chica admitía estar aburrida en la casa, ya los videojuegos que habían no bastaban para ella, necesitaba más. Por lo que, en conjunto a la meta de ayudar al equipo RWBY de ayudarlas en las compras, era para entretener al Dragon God. Eso y hacer que todos... bueno... traten de hallar nuevos hobbies.
-¿¡Que tiene de malo mi hobbie de hacer té!?
-Ninguno. Pero no es lo más divertido.
-¿Y el tuyo de hacer flores de papel lo es?
Weiss vio a la kunoichi con unos deseos de... No, ella era mejor que eso. Inhala, exhala.
-¡Sí! ¿¡Que tiene de malo que quiera ver la tienda de armas!?
-Ahm... ¿Es nada femenino?
-¿Ilegal?
-¿Nerd...?
Ruby se sintió ofendida por las palabras de Irina, Sunset y de Yang. ¡SU propia hermana! ¡La traición!
El Sekiryuutei negó con la cabeza lo que estaban diciendo, porque era gracioso. Pero no quita que hay razón en todo esto. Los presentes aquí... no tienen hobbies tan fijos. Y si los tienen, pues quieren expandir lo que puede ser.
-Yo necesito recoger lo que pedí hace meses. Esa edición de colección no se completará sola. – Sunset, para sorpresa de todos, había ganado una fascinación para los videojuegos. Algo que la hacía la niñera perfecta para Ophis.
-Yo necesito ver más ropa. Me está quedando chica. – Irina se sobó la espalda... le había crecido un poco el pecho... - Ise-kun, no seas tan obvio...
-AHm... En mi defensa, se ven muy bien.... ¡OW! – el pisotón que recibió de Blake lo hizo verla con una ceja alzada.
-Esa clase de cosas no se les dice a una chica. Es más, no puedes decírselas a nadie. – la chica lo miró con tal frialdad, que él tragó saliva. – Debes aprender a ser más... considerado.
-Considerado... ¿Por qué?
-Bueno Ophis. – Yang se arrodilló y miró al Dragon God. – Los chicos tienden a ser... muy bruscos con sus actitudes. En especial cuando se trata de chicas. E Ise aquí presente, es un buen ejemplo. Algo torpe, pero sabe como tratar una flor.
-¿Flor...? – Sekiryuutei y Dragon God no captaron lo que la rubia trataba de decir. Y cuando estaba a punto de seguir con su enseñanza, la mano de la menor de las hermanas la detuvo.
-Yang... por amor a todo. No sigas con tus cosas, creo que Ophis no debe de saber eso. Y no dejaré que corrompas la mente de alguien importante.
-Puff, que aburridos...
La verdad, era que cuando las cuatro se enteraron de que esa niña, tan inocente a primera vista, era el Dragon God, el Ouroboros, casi les da algo ahí mismo. Tal vez un desfibrilador en la casa no sería una mala inversión. Las sorpresas son comunes en ese lugar.
-Bueno ya. Hemos venido con un objetivo, comprar muebles...
-Cosa que ya hicimos y vaya que nos costó.
-No voy a comprar muebles que sean devorados fácilmente por las termitas. – Ayane rodó los ojos al oír ello. Era una exageración... - Pero es momento de que cada uno vaya y compre lo que es para cada uno. Y creo que sería bueno que nos separemos.
-Buena idea hielito. – Yang, ignorando la mirada asesina de su amiga, sacó varios palillos. – Dos tienen el mismo color en la punta. Esos van en pareja.
-¿De dónde...?
-Pinkie me los dio. Dijo que los necesitaría.
El Sekiryuutei se detuvo. Con saber que Pinkie estaba metida en esta jugada, lo hizo entender que no iba obtener una respuesta lógica. Es más, ¿Qué daño puede hacer esto? Nah, es solo coger palillos y dejar que la suerte sea quien te guíe. No puede ser tan malo, verdad.... ¿Verdad?
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-¿¡Cómo que es todo!? ¡No puede ser!
-Lo lamento señorita. Pero es la ley.
Ruby no creía lo que oía. Haberse enterado de que por ley, la distribución de armas está prohibida, además de que sólo hay réplicas de estas, que son de aire, hicieron que el mundo se le venga abajo. ¿en verdad esperaba que se vendieran armas de verdad?
Irina, quién miraba lo que estaba en exposición, soltó un suspiro al ver lo mucho que esta chica adora las armas. Al menos puede ver cosas distintas y no esperar que Xenovia siga comentando de su estúpida colección.
-Ugh... ¿En serio? – Ruby bajó la cabeza con una gran decepción, una que puso a todos los presentes algo tristes.
-Pero le puedo dar descuentos en las armas personalizadas...
-¿¡De verdad!?
Que rápido... oh bueno. Irina optó por acercarse a ella y hablar, mientras esperan.
-Asi que... ¿Por qué el gusto por las armas?
-No sé. Sólo me gustan. – la castaña la miró con una gota de sudor. - ¿Qué te gusta a ti?
-¿A mí? – la pregunta la sacó algo de cuadro. Hace tiempo que ella... - ... la Gimnasia Artística. Eso era lo que me gustaba antes... de bueno... unirme a todo esto.
-Oh. Ese deporte donde haces piruetas con música. – Ruby hizo memoria. – Sí. Una vez Yang lo intentó... no salió tan bien.
-Jajaja... lo imagino. – viendo como era la rubia, no le sorprende. – Pero es cosa del pasado... al menos lo poco que practique me sirvió para lo que hago ahora.
-Verdad. – en eso, la chica se mostró algo incómoda. – Ahm... Quiero hacerte una pregunta. Espero no te moleste. – Vio la negación de Irina como un adelante. – Esto... Ahm... ¿Qué hay entre Ise y tú?
-¿Ah? – Irina no pudo evitar sonrojarse un poco. - ¿A qué te...?
-Es que... bueno... no he tenido ninguna relación previa, al contrario de mi equipo, pero puedo ver que hay... algo entre ustedes. Más por como lo miras y él a ti. Creo que es lo mismo que él hace con Rias y Twilight. Sólo que... lo oculta un poco.
-Es... Ahm... complicado. – la castaña se quería tapar la cara de la vergüenza. – Somos amigos de la infancia y... Ahm... ¿Cómo lo digo? Hay algo... lo sé. Pero creo que tratamos de tener la mente en su lugar antes de... bueno... ya sabes. Hacer eso. Dar ese paso. – Si, esa era una buena razón. - ¿Por qué el interés? – el sonrojo en la cara de la muchacha la delató. – Adivino. Te interesa Ise-kun...
-... ¿Está mal? Digo... No dudo que me parece atractivo. – Irina sonrió, hace años él no era considerado así. Aún ahora, muchos creen que está sólo un poco sobre el promedio en la cara. – Pero... Es su forma de ser que me llama la atención. Es tan... humano. Duda, tiene miedo... pero sigue adelante.
-Creo que todas pensamos así. No niego que sus acciones tienen mucho que ver también. ¿Quién no admira a un héroe? Creo que eso es lo que pesa un poco. Tú... deberías ver a dónde van las cosas. Ver si es algo del momento o algo más...
-Si. Eso haré. No niego mi atracción a él, pero tampoco quiero que sea algo banal.
-Así se habla. Es bueno que tengas una buena cabeza.
-Hey. Que Yang sea mi hermana no significa que sea igual a ella. Soy más madura. – la chica puso su puño sobre su pecho en señal de orgullo.
Irina sonrió a lo dicho. Sólo para ver que el dueño de la tienda regresó con los catálogos y las ideas de personalización para Ruby. Quién al verlas, empezó a dar sus propias ideas ante la clara sorpresa de ambos. Irina sólo pudo ver como el dueño decía una cosa...
-¿No te interesa un trabajo de medio tiempo...? – Bueno, al parecer saldrán de acá con Ruby teniendo un trabajo.
-Oh. Tal vez pueda pagarme con piezas de repuesto.
-Eso es igual de ilegal...
-¿¡Qué tienen contra las armas!?
Al parecer será algo difícil hacer que se acostumbre a... las leyes que tiene el gobierno japonés en relación al uso y la venta de armamento de fuego. ¿Tendrán por ahí un libro de leyes?
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-Ugh... no. No me gusta. – Weiss lanzó a un lado un par de zapatos de alto taco. – No. Muy oscuros.
-Son de color negro. Es obvio que sean oscuros.
Ayane no creía su mala suerte. De todas las personas, le tuvo que tocar está chica. Bueno, pudo ser peor... pudo terminar con Yang, cuyo sentido del humor es como el de Kuroka. Ugh...
Ayane por su lado, empezó a ver la ropa que estaba cerca de ella. Había venido en el pasado, más por obligación e insistencia de Rarity, que otra cosa. No va a negar que la modista sabe su rubro. Pero, tampoco se va a quedar cómo una tremenda idiota, que no sabe cuándo parar en comprar.
-¡Weiss, recuerda que el dinero es de Ise!
-Ya sé. Sólo quiero comprar algo de calidad y no cualquier porquería.
-Bueno, si te pasas 10 Minutos así. Dudo que el día nos alcance.
-... Es verdad. Cómo me gustaría que Rarity hubiera venido.
-Dios no. Sería peor, para mí. Además, está con una cita con Kiba hoy.
-Verdad... la suerte de algunas.
Ayane alzó una ceja al oír ello. Sonrió al pensar en cómo divertirse un poco. Se sentó al lado de ella y...
-Asi que... ¿Cómo acabó tu última relación? – ver la duda en los ojos de la chica, sólo le sacaron una risa. - Yang explicó unas cosas.
-Yang... juro que pintare tu cabello de naranja. – Sería una dulce venganza... cruel, pero muy dulce. – Ugh... Acabó mal. Ok.
-¿Qué tan mal? Vamos, no pudo ser tan malo.
-Lo fue. El chico era encantador. De esos que crees son una maravilla por como hablan y te tratan. Pero me di cuenta que era... nada leal. Es decir... Pongamos a Ise de ejemplo. Él tiene varias chicas tras él. Y sólo sale con dos. Porque desea hacer las cosas bien y que no sea algo... pasajero. Es decir, puede que para los varones sea estúpido... pero para otros, puede ser que quiere que las cosas funcionen. Por ello lo piensa bien.
-Ugh... demasiado. – Ayane era una de las que estaban tras el idiota. Y si bien últimamente a demostrado un interés en ellas, lo último que ha pasado ha hecho que su mente se centre en algo más. – Pero te entiendo. Y veo que el chico ese...
-Solo era un mujeriego que no tomaba los sentimientos en cuenta... Ugh... me arrepiento de haberle dado mi virginidad.
-Hey. Eso no importa tanto ahora. Ya verás, hallarás a alguien. Tal vez... no sé... alguien quién es como Ise...
-¿Qué estás insinuando? – Weiss de cruzó de brazos al ver que está chica desea decir algo.
-¡Vamos Weiss! ¡Es obvio que Vali te llamó la atención!
-¡Está con Pinkie! ¡Y no sé cómo es eso posible! ¡Son opuestos!
-Bah. La loca es un caso que no me sorprende. Sabe ganarse a la gente. Y lo último... Logró algo que nunca se pensó, hacer que saque ese lado humano que trata de tener oculto. Créeme, Ise y Vali son opuestos. Pero son el mejor equipo que puede existir. Nunca los has visto luchar juntos.
-Oí que casi se matan en su pelea.
-Si... pero eso los hizo más fuertes y entenderse mejor que nadie. No necesitan palabras para decir algo. – La kunoichi río al recordar que esos dos pueden ser muchas cosas, pero son amigos. – Y él es como Ise. Tienen varias chicas tras él. Sólo es cuestión de tiempo antes de que... bueno, tal vez quiera expandir territorio.
-Eso sonó tan vulgar... algo que Yang diría...
-¡Hey! ¡Ten a Kuroka de compañera y sabrás de que hablo! ¡Esa Nekomata pervertida es un cáncer! ¡Lo peor, es que me importa!
Weiss no pudo evitar sonreír. Era como su caso con Ruby. Nunca lo dirá en voz alta, pero quiere a esa tonta. Oh bueno, tal vez deba ver a dónde van las cosas. Hay que aprovechar el nuevo ambiente y la vida que ahora tienen.
-¿Me ayudas con esto Ayane? Dado que también usas tacos al pelear.
-Para que sepas... no son tan altos. Y es parte de mi traje.
Ambas chicas retomaron el labor de expandir... ropero. Pero se sentía que... se habían acercado un poco. Eso era lo que importa.
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-¿Qué tal este?
-No. Ni loca dejaré que adquieras eso.
-Ugh. Eres peor que Ruby.
-Lo sé. Por eso soy la responsable.
Sunset no quería que esta compradora impulsiva compre esas bebidas alcohólicas que están viendo en la tienda. Se supone que vinieron por dulces para la hermana menor de la rubia y para Ophis. Ugh... esta chica...
-Oye. – Sunset la pasó a ver con una ceja alzada. - ¿Es cierto que fuiste parte de... esos tipos?
-... Un tiempo. Un poco más de un mes o dos... no lo recuerdo. – Sunset puso varias cosas en su lugar. – Es algo que no quiero recordar mucho. Pero me sirve de... advertencia.
-¿Cuál?
-Que fui una tonta en el pasado. – la rubia vio como la chica apretaba el puño. – Dejé que mis ambiciones nublaran mi juicio y... lastimé a quienes no debía. No fue hasta que vi lo que me estaba volviendo, lo que ellos se estaban volviendo... que Ise murió aparentemente... que pude captar las cosas.
-Hmmm. Al menos no intentaste una tontería como Blake.
Sunset no era muy perceptiva como muchos creen. Sí, ha tenido relaciones sentimentales antes. Pero siempre fue mala en entender sentimientos... pero hasta ella puede ver que...
-Ella te importa mucho, ¿no? Más que una amiga. Digo... no le veo lo malo. Tú misma has admitido que... vas por ambos lados.
-Je. Sí... Es curioso... Es sólo que... Mira, Blake ya dejó claro que soy su amiga. Su mejor amiga, su confidente. Nada más. Y lo acepto. Sólo me duele que... intentara eso sin pensar que...
-Cada mente es un mundo. Eso es lo que oí. Y no creo que sea algo malo que... bueno, te preocupes por ella. Sí, tal vez dejó en claro que... eso desea. Pero te considera una amiga. Fay tuvo una amiga de esa clase también... lamentablemente falleció hace unos meses. Pero habla de ella con mucho cariño.
-Ya veo...
-Lo que quiero decir es que... ¿Prefieres no estar cerca de ella y ayudarla? Duele, lo sé. Pero serás parte de su vida. De un modo u otro. Es más, un día hallarás a ese alguien. Lo sé yo...
-Se de quién hablas. – Sunset se sonrojo un poco ante la sonrisa de Yang. – Puff, es tan obvio. Se ve como lo miras. Por favor, es algo que debes aprender a controlar.
-Hey... Tampoco es que esté loca por él. Mira la cara del resto y verás de que hablo.
-Ja. Estas cerca. Incluso Ruby... ¿Qué tiene él para que se gane el cariño de tantas chicas?
Esa era una pregunta que Sunset se hace cada noche. Ninguna niega que Ise es atractivo, encima del promedio, pero era como es lo que... llamarían su mayor virtud. Era alguien real, alguien que dice lo que siente y lo expresa. Sí, tienes sus momentos donde te dan ganas de darle un golpe y llamarlo imbécil. Pero... Era raro.
-Ni idea... sólo es algo que pasa. Según oí, de niño no era tan popular. Y que hace años, era frío. Tanto que te hacía alejarte de él.
-Oh. Eso suena a nada al chico que conocemos. Me alegro que sea como es ahora. Porque ni loca dejaré que un emo se acerque a mi hermana.
-Jajaja... Si... Bueno. Vamos a... Yang... ¿qué haces...?
-¡Oh vamos! ¡Una botella! ¡Sólo una! ¡Será de un uso muy ocasional!
-¡Dije que no! – Sunset saco la bebida de la canasta, por dos razones. El índice de alcohol es alto y el precio es un robo.
Sólo espera que Ise y Blake estén mejor. Y cuiden a Ophis... por ahora debe evitar que Yang compre estas cosas. ¡Debe evitar que el consumo de alcohol sea excesivo!
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En otro lado del enorme mall. Ise y Blake miraban con Ophis las tiendas. Y el Sekiryuutei debe admitir que... está nervioso. No es fácil... Esta chica no es fácil de tratar. Sí, Weiss puede ser de alta clase, pero al menos reacciona a lo que dice. Ugh... Vamos Hyoudo Issei, eres el Sekiryuutei Supremo, el Iron Blooded Dragon, al menos eso es lo que oyó, no puede ponerse así por no saber cómo tratar a una chica... Eso sonó tan mal.
-Oye. No te me quedes viendo.
-Oh, perdón... - Esto no es fácil...
-Ise quiere acercarse a ti. Pero no sabe cómo. No ayuda que no expreses las cosas.
Y podemos contar con Ophis para poner la situación aún más incómoda. El Sekiryuutei miraba a la pequeña con una gran gota de sudor, mientras evita la mirada de Blake.
-¿Es verdad?
-Ahm... Yo... esto... ¿Sonaría mal si digo que eres difícil de tratar? – la mirada de la chica se endureció. – Ah... yo... mejor me callo...
Blake, tras unos segundos, soltó un suspiro. Sólo para sobarse el brazo.
-Lo siento. La última vez que estuve sola con un chico... no salió tan bien.
-Pero Ophis está aquí.
-No me refiero a... Olvídalo. Jaja. No sé ni porque pensé que eras como el resto. Eres un caso.
-¿Bueno o malo?
-Depende. Anda, vamos. Quiero ver más cosas.
-Blake... no me voy a meter de nuevo a ver si hay... libros de tu fascinación. Me bastó con Ravel una vez y terminé mal... - Sí, no pudo ver a ninguna mujer a la cara días.
-Hey. Para que sepas, lo que leo son piezas de literatura muy finas.
-¿Esas donde se describe el acto de apareamiento? – Ophis dio su grano de arena, ante la expresión de horror de ambos. – Lo leí cuándo fuiste al baño y lo dejaste en tu bolso.
-¡Blake!
-¡No es mi culpa! ¿¡Quién le dice que hacer eso es correcto!?
-¡No le eches la culpa a un ser inocente!
Ophis alzó una ceja al oír ello. No sabe que hizo de mal. Pero su vista se posó en una tienda donde venden modelos plásticos de esos robots que a Ise le gusta. Jaló la mano del Sekiryuutei y lo jaló con ella, así como a Blake para que dejen de discutir.
-No pelear.
Que les digan eso. Y con esos ojos... Ugh... no son tan desalmados como para negarse. Y al llegar a la tienda, vieron como Ophis pasaba a ver los distintos modelos que habían... además de una que otra cosa.
-Lo lamento... No debí reaccionar así.
-No... está bien... - Blake de volvió a sobar el brazo. – Es... una reacción que tengo cuando... me gritan. En especial...
-Te trató mal, ¿no? – la mirada del Sekiryuutei pasó a una más seria. – Debí hacerlo sufrir más.
-No... No... Adam... nunca... Es sólo que... Me cuesta, confiar en un hombre, luego de que a quien le di todo... traicionara mi confianza. Es complicado de explicar y no quiero hablarlo.
El muchacho vio como Ophis volvía con varias cajas de Gunplas. Eso le sacó una risa, así como a Blake. Le dijo que vaya y coja las herramientas que necesitan. Necesita seguir hablando con Blake.
-Se que apenas me conoces. Y yo a ti. Pero si deseas hablar con alguien, aquí estoy. Quiero que... entiendas que no estas sola.
-Je. Lo tomaré en cuenta Ise. Y no... Yang fue muy clara en su momento. Aún recuerdo el golpe que me dio.
-Si... lo imagino. – ambos rieron un poco. – Anda, hay que pagar todo esto.
-¿En serio le comprarás todo?
-Si. Ophis quiere probar algo nuevo. Dejemos que lo intente. Es más... yo también quiero armar unos cuántos...
Ver como la chica reía un poco lo hizo avergonzarse. Más porque sabía que esto era algo que a su edad no debería hacer. Pero ama la serie Gundam... ¡Esto no es un crimen! Blake por su lado, pudo ver porque tantas lo aprecian. Es como él en el pasado... sólo que este chico, tiene un ancla... varias. Sus amigos. Y eso lo hace distinto y especial...
... Parpadeo varias veces al captar lo que pensó. No. Atrás pensamientos fuera de lugar. No es el momento. Debes seguir con tu juramento de... de... Agh... Malditas hormonas. ¿Por qué debe ser su tipo? Espera que Ruby haga su movimiento rápido para que ella pueda tener un freno. Salió de la tienda para poder refrescar su mente. Y así estuvo unos segundos, hasta que lo vio salir con varias bolsas.
-Ophis tendrá mucho que trabajar.
-La mitad de eso es tuyo.
.... No puede negar ello. Pero no importa. Al menos ha logrado comprar algo para que Ophis se divierta y... un Minuto....
-¿Dónde está Ophis?
Blake parpadeó varias veces al oír la pregunta. Abrió la pregunta para responder, sólo para notar que... no estaba. El Dragon God no estaba. ¡Se había perdido!
Ambos se vieron las caras varios segundos, al fin captando que estaba pasando. Sólo que el Sekiryuutei se puso azul y empezó a sudar como si estuviera en un sauna. Porque sabía una cosa, que cierta chica iba a estar furiosa.
-... Sunset me va a matar...
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-¡Te voy a matar! – Dicho y hecho. La chica al oír que habían perdido a Ophis, se lanzó a querer estrangular al Sekiryuutei, quién trataba en vano de defenderse. - ¡Sólo debías tener tus ojos sobre ella!
-Y-Yo...
-¡Te juro Hyoudo Issei, si algo le pasa me asegurare que ninguna sepa lo que es estar contigo! ¡Porque quemare tu hombría!
Daba miedo... Sunset Shimmer da miedo. Más cuando algo que le importa peligra. El resto de chicas miraban todo algo alejadas. No querían ser víctimas de la ira de la muchacha. Pero...
-¡Luego Sunset, hay que buscarla! ¡Quién sabe que puede pasarle!
-¡Cierto! – La chica reaccionó a lo que Weiss dijo. Soltó a Ise, quien cayó como un muñeco al suelo, para poder pensar. - ¡Blake, ¿dónde la vieron por última vez?!
-Ahm... estábamos en la tienda. Ise fue a pagar y yo esperé fuera... No sé cómo se fue sin que nadie la viera.
-Seria una buena ninja.
-¡Ahora no Ayane! ¡Hay que buscarla! – Incluso Ruby se mostraba muy preocupada. ¡Ophis podría estar donde sea!
-Atención. Esta es una llamada desde la oficina. Tememos una niña pérdida.
¡Oh, tal vez sus plegarias fueron oídas!
-Ahm... la niña dice que... Su padre tiene cara de idiota, su madre tiene cabello color fuego, su otra mamá una mirada penetrante y cabello negro. Una hermana rubia que es muy directa. Una hermana que viste casi como ella, sólo que es una nerd de las armas. Una chica fina tan fría como el hielo. Una hermana que dice ser un ángel. Otra que es una ninja de gran busto... ¿Dos mamás? ¿Qué clase de grupo es este?... ¿Cómo? Qué no era necesario decir lo demás... sólo del chico... Oh no. Y ya lo dije... ¡Esto...! ¡Por favor olviden lo que acabo de decir! – dicho eso, el aviso acabó... pero el daño estaba hecho....
Ise notó la mirada de todos en ellos. En especial él... ¡Sí, tiene cara de idiota! ¿¡Algún problema!? ¡Peor aún, puede oír los murmullos! ¡La humillación, hasta las chicas estaban rojas de la vergüenza!
-¡A la oficina!
A sus órdenes, empezaron su caminata. A paso rápido, no corriendo, mientras soportan el murmullo y lo que dicen de ellos. ¡Hasta hablan de que él está jugando a dos platos! ¿¡De verdad!?
-Esto es humillante...
-No podré volver a este lugar... ¿¡Y que tienen de malo las armas!?
-¿En serio me describió así...?
Weiss, Ruby y Yang apenas habían llegado y ya eran víctimas de la maldición Hyoudo... como había sido bautizada la suerte de ellos por Azazel. Maldito.
-Ugh... genial. Ahora todos se me quedan viendo el pecho.
-Mejor que te vean como una rara. Soy un ángel de verdad...
Ayane se mostraba fastidiada, Irina muy triste y mortificada. Esto era lo peor posible, como diría Rarity. Pero quienes estaban en un estado distinto eran...
-¿Por qué me llamó mamá? ¿Será por un motivo? No entiendo....
-Mama... jejejejeje, no suena mal.
Blake y Sunset tenían reacciones distintas a todo lo que había pasado. Y eso era curioso de ver. Más porque... el papá había sido catalogado de un modo directo. Lo único que sabían con certeza, era que no podrían mostrar sus caras aquí un bien tiempo.
Ise por su lado....
[¡Jajajajajajaja! ¡Aire, no puedo...!]
[Pppfft, admito que es... gracioso...]
[¡Sólo ríe Alfa, este chico tiene una suerte! ¡Jajajaja!]
[Con que así es la juventud.... ¡Jajajajajaja!]
-Oh Himmel. Este chico está peor que tú... ¡Es peor ya que es muy gracioso!
-Se que reír está mal... ¡Pero no me importa! ¡Jajajajajajaja! ¡Ise, ya tienes la opinión de Ophis, ya sabes a quienes tomar de esposas!
Bastardos... se vengará. Lo jura...
...
Tras llegar a la oficina, donde Ophis esperaba por ellos con una paleta en mano...
-Llegan tarde. – Eso fue lo que les dijo...
Había tanto que decir en esos momentos, pero se centraron en recoger a Ophis, quién seguía como si nada le hubiera pasado.
-Ophis, no vuelvas a hacer eso.
-Ok.
-¿Quieres un dulce?
-Si.
Ver a Sunset y Blake tratando con Ophis era... interesante. Pero no se podía negar una cosa. Ella había logrado que olvidaran por un segundo lo que estaba pasando en el mundo y... eso se lo agradecían. Tener al Dragon God con ellos, era una bendición.
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-No me lo creo...
-¿En serio? Wow...
Tanto Rias como Twilight dieron su opinión de lo que todos les habían comentado.
Tras salir del Mall, aún con la idea de no volver ahí en mucho tiempo, todos fueron a la casa del Sekiryuutei, quién les comentó lo que pasó. Ophis ya estaba sentada, armando uno de los Gunpla que Ise le había comprado. Se le notaba feliz, de algún modo.
-Je. Admito que es interesante ver como Ophis los hizo olvidar todo.
-Es bueno que nadie más fue. Pudo ser un caos mayor.
Rean le tuvo que dar la razón a Celine, quién servía como el nexo entre los que estaban en la casa, con Emma y los miembros de inteligencia de la Alianza. Aunque la gata era más útil que Skoll y Hati... esos dos sólo se levantaban para entrenar a Kurama o para comer. Idiotas...
Pero todos en la casa debían agradecer a Ophis por ayudarlos a relajarse. Ella era... importante para ellos.
-¿Se quedan a comer? Preparé todo para que haya mucha comida. – Venelana hizo la recomendación desde la cocina, con Celestia y Luna ayudando en esta. El trabajo en equipo era muy útil.
-¡Oh, gracias! Aún no sabemos cómo haremos con la comida...
Ruby sabía que sólo Blake sabía cocinar de modo decente. Y sólo pescado. Ni loca comerá eso todos los días. Le saldrán escamas.
Mientras eran llevados al comedor, Ise le mostró a Blake una de las cajas que compró.
-¿Y eso?
-Para que pruebes. Necesitas otro Hobbie. Esos libros no son todo.
-Me sentiría ofendida... pero tomaré el reto. – la chica tomó la caja y sonrió. – Espero que no te quejes cuando lo arme mejor que tú.
-Reto aceptado.
... ¿Qué pasó aquí? ¿Cuándo esos dos...? Ugh. La mayoría de chicas aquí estaban echando humo. Pero una estaba sentada, aún pensando en como... hacer esto.
Rossweisse estaba nerviosa. No puede creer que esto le esté pasando. Cuando se despertó en la mañana, no creyó que... Maldita sea.
Ver a Kurama jalarla de la manga, para que de pare y haga lo que debe de hacer. Ella sabía que él quiere ayudarla. Él estuvo presente cuando ella llamó y...
Muy bien. Al mal paso, darle prisa cómo es común de decir. Se puso de pie y se acercó a...
-Ise-kun... ¿Puedo preguntarte algo?
-¿Hm? Claro. – el Sekiryuutei desvió su mirada de Blake, aunque todos se quedaron viendo la escena.
-Ahm... es algo difícil de pedir. Me da algo de vergüenza.
-Vamos Rossweisse, si es algo en que te puedo ayudar. Lo haré con mucho gusto. – eso era lo que ella sabía y lo que le gustaba de él... ok...
-Ahm... Yo... - ¿Por qué el sonrojo? ¿Le estaba saliendo vapor? ¿Qué demonios?
Kurama al ver esto, se harto e hizo lo que debía hacer. Abrir la boca y morder la pierna de su amiga para que hable de una maldita vez.
-¡Por favor sé mi novio! – el dolor sumado a la vergüenza, hicieron que Rossweisse... lo diga de un modo algo vergonzoso.
Pero quién se quedó helado fue el muchacho, quién se sonrojo de un modo que nunca esperó. Rean escupió toda la cerveza que tenía en la boca, Céline siendo la víctima de lo último quedando bien mojada. Las tres adultas viendo eso con la cara desencajada. Las novias del Sekiryuutei y todas las chicas que sienten algo por él... sintieron que algo les cayó encima. Los elementos de la Armonía estaban entre reír o preocuparse de la situación... Las miembros del equipo RWBY...
-Oh... más drama. ¡qué bien!
-Bueno... Ahora entiendo algunas cosas.
Ruby no sabía que estaba sintiendo. Era como si una bestia quisiera salir de su pecho. Era un sentimiento horrible. Pero Blake por alguna razón... no supo que pensar. ¿Por qué...?
[Efecto de drama por favor]
-Tan, tan, tan.
[Gracias Ophis]
-De nada Ddraig. – Ophis volvió a lo suyo tras dar su grano de arena.
Y todos obviando el raro, pero muy raro momento anterior. Ise salió de su estupor, para tratar de decirle algo a la avergonzada Rossweisse. Sólo para oír....
-¿¡QUEEEEEEEEEEEE!?
El temblor que ese grito generó, sólo fue el inicio de sus problemas.
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