Limites más Allá de la Muerte
La batalla que se iba a llevar acabo en este lugar, iba a decidir el destino de varias personas... el destino de lo que sea que el mundo tenga para ellos. Ambos Dragones Celestiales estaban listos para pelear, pero sus dos oponentes eran el hijo del mismo Lucifer y el mismo Campeón Belial. Esto no iba a ser nada fácil...
-Me ocuparé de Rizevim. Tu hazlo con el Campeón. – El Hakuryuukou habló con firmeza, a lo que el Sekiryuutei solo pudo soltar un suspiro.
-En verdad no esperaba tener que pelear contra el mismo Campeón... es algo que esperaba fuera más de Rias, ya que era su sueño derrotarlo.
-... De todos modos, ambos son monstruos. Incluso si cambiamos de oponente, será una pelea difícil. – No puede negar eso. - Ya que quieres salvar a esas, que son la familia de tu maestro, muestra tu convicción, muestra que todo lo que has pasado, no ha sido en vano.
-No es que tenga pensado en hacer nada... daré todo de mí, no importa lo que tenga que abandonar para lograrlo.
El Sekiryuutei estaba determinado para esta lucha, así como su rival. Ambos se pusieron en guardia, ante estos dos.
Cuatro personas se enfrentaron ahora. Después de un breve momento de silencio. Sin más palabras, comenzó la batalla. El primero en cargar adelante fue Vali. Avanzó directamente hacia Rizevim que estaba frente a él mientras apretaba un puño envuelto en una enorme cantidad de aura. Aunque consiguió un golpe directo, Rizevim fácilmente disolvió el aura de Vali que había sido fortalecida por su Sacred Gear. Vali se tambaleó por lo que pasó... Aun con el poder de su armadura plateada... no lograba...
-Argh, siempre que esté asociado con un Sacred Gear, los ataques directos no funcionarán. – Vali se dijo eso a si mismo...
-Recomendaría usar mi poder. Pero dado que no lo hemos practicado... no creo que sirva mucho. – Hasta Corbenik no sabía cual puede ser un siguiente paso que los ayude.
Aun así, Vali no se detuvo en su ataque. Lo que se vio fue una combinación de patadas y puñetazos de alta velocidad. Pero lo sorprendente fue que Rizevim rápidamente los esquivó a todos. Aprovechando una apertura, contraatacó a Vali de un modo que demostraba que el demonio ya no se contenía de ninguna manera.
Desde la espalda de Rizevim, las alas de Lucifer se expandieron y golpeó a Vali directamente en el abdomen con un puño imbuido de energía demoníaca. En el instante en que Vali fue golpeado por ese golpe, su armadura se rompió como resultado del efecto del Sacred Gear Canceller, y sufrió un golpe directo en el abdomen.
El golpe fue tal, que Vali se retorció... La sangre brotó de una comisura de su boca, pero preparó su postura y equipó su armadura de nuevo. Algo que Rizevim vio de modo aburrido, como mostrando que la batalla de por si, no es necesaria. Que el resultado, no iba a cambiar por más que lo intente.
-En verdad eres un caso Vali. – Rizevim miró a su nieto. No se veía nada de cariño... solo nada... nada... - Eres un milagro vivo.... Un descendiente de Lucifer y con una Longinus de gran poder. La Octava Fase de la Onda... eres todo lo que uno desearía ser. Y al final, solo acabaste siendo como esos humanos... como esos seres que él tanto defendía...
-Eres un... - Vali aun no se recuperaba del daño anterior. – Aun tras años, sigues hablando con... rencor... a una persona que esta muerta.
-¡No lo está! – el tono de Rizevim demostraba que... - ¡No mientras su vida actual siga con vida! ¡No mientras que el mundo en que vivimos sea el que él creo con su sacrificio! ¡Ese bastardo me seguirá atormentando aquí! ¡Atormentándome hasta el fin de mis días!
Vali no lo creía. En sus años conociéndolo, jamás había visto así al hombre que era su abuelo. Si, lo había visto molesto... pero jamás hasta el punto, que se ve que ya bordea la locura. ¿Acaso lo que le hicieron en el Cielo, lo afectó tanto?
Se puso en guardia, sabiendo que debe de seguir con la batalla. Lanzó varias ráfagas de magia, esta vez atacando con ellas, sin el uso del Sacred Gear, algo que Rizevim notó. Esos ataques eran solo magia... no eran más. Los esquivó sin problema alguno, ya que eran lo que uno notaría, veloces para estándares normales... pero nada que él pueda ver como peligroso. Es más, hasta soltó una risa.
-¿En serio? ¿A eso has llegado querido nieto? – Señaló las manos de Vali, que estaban sin la parte de la armadura. – Veo que has hallado algo bueno para usar contra mí. Usar la armadura para acercarte a mi poder físico y atacar con magia... muy bien. Lo aplaudo. – Rizevim dio unas palmadas, la burla era más que obvia...
-Eres en verdad... una molestia... Como hijo de Lucifer, te comportas como un Lilin, pero tienes la intención de mostrar algún tipo de actitud digna. - Vali señaló a Rizevim mientras hablaba. - Tu aura original que has intentado esconder dentro de ti mismo, pero que no puedes evitar que se escape, es igualmente siniestra y despiadada. Rizevim, eres malvado y malicioso para empezar... Siempre has tratado de actuar de otro modo, pero ahora... solo se ve que eres un monstruo.
-Je...Si es así, ¿qué hay de ti, nieto estúpido? ¿Podría ser que ni siquiera puedas ganar una sola batalla de venganza contra este anciano y débil abuelo como un dragón de mala calidad? Admítelo niño... al final, no eres la gran cosa. Aun con todo el poder que tienes, no puedes superar a ese mocoso con el alma de Himmel. – Rizevim se burló. - ¿Crees que no lo sé? Están igualados, eso se ve. Pero es solo porque ese niño se deshizo del poder de Himmel... Pero aun así, aun con las limitaciones que tiene... ha logrado algo que no puedes negar, que solo lograste por tu talento.
Vali apretó los puños al oír eso... No era cierto... él no...
-Oh nieto... Te lo diré de este modo. No me interesa lo que hagas con tu vida... no me interesa si vives o mueres. Me importa nada... Porque para mí, eres nada. Pero él... - Señaló el lugar donde el Sekiryuutei estaba peleando con el campeón. – Él es lo que deseo eliminar, porque tiene ese algo que Himmel también tenía... el poder de destrozar a sus enemigos. – Vali notaba algo en esa mirada... un desprecio sin igual.
Pero en ello, Rizevim apareció frente a él y lo tomó del cuello... lo apretó con tal fuerza, que casi le rompe el cuello. Acto seguido, lo lanzó a un lado. Vali recibió varios impactos de luz que emergió del suelo, destrozando la armadura que estaba usando. No... ¿Cómo...?
-Y eres ingenuo si crees que con ese poder tuyo, puedes derrotarme. Tonto... Soy un Súper Demonio... Tú, eres nada. Pero no te preocupes nieto. Vamos a jugar, como antes... como lo solías hacer con tu padre. Antes de que te mate de modo definitivo.
Y Vali sabía que hablaba en serio... esta aura... ¿Era este el verdadero Rizevim a todo su poder...? Porque de ser así... estaba en serio aprietos.
Por su lado, Ise estaba lanzando golpes al Campeón Belial, pero ninguno de sus golpes lograba dar algo.... Solido. Este era la capacidad del campeón. Este se mantenía estatico en su lugar... pero estaba en calma. Ise dio unos pasos hacia atrás y...
-No parece que tu nobleza esté aquí.
De hecho, el Campeón estaba aquí solo. En el camino hacia aquí, Ise no se encontró con ninguno de los miembros de su nobleza; presumiblemente, esto se debió a que dio la orden a su nobleza de no seguirlo aquí. Y era así por lo que veía...
-Así es, les dije que se quedaran afuera ya que no tenían necesidad de seguirme a este lugar. Soy yo el que debe de cargar con este peso... no ellos.
Así que decidió asumir la responsabilidad de todo esto él mismo. Ese era su supuesto deber. Realmente poseía las cualidades de un campeón. Era tanto, que no puede odiarlo del todo. Aún así...
El Sekiryuutei concentró energía. Las gemas en su armadura brillaron al notar que...
[ALFA] [BETA] [GAMMA] [TRI BOOSTER]
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Al sentir el poder, Ise se lanzó hacia el campeón para dar un golpe, pero el ataque fue esquivado. Este sujeto... era capaz de ver sus ataques. No era el campeón por nada. Pero lo que no esperó, fue que este tocará el puño al momento de que lo esquivó y que, de repente, el aura amplificada que había envuelto su puño desapareció instantáneamente.
-¿Qué demo...? – Esta habilidad... ¿¡El poder desapareció!? ¿¡Fue invalidado!? ¡No, era ligeramente diferente a la habilidad de Rizevim! – Esto es... Diferente a lo de Rizevim. ¡Si me tocara ese bastardo, incluso mi armadura desaparecería! - En ese momento, Ise solo sintió como si el poder de Boost en su puño hubiera desaparecido.
-[Worthless] – El Campeón habló con calma... - Esa es mi habilidad, la de los Belial. Creo que has oído hablar de él ...
El poder que podría invalidar habilidades especiales. Así fue como pudo invalidar la habilidad Boost. Aun así...
El Sekiryuutei se lanzó al ataque, lanzando ráfagas de golpes, patadas. Usó los Wyverns para atacar a la distancia, pero los ataques no le daban... El muy bastardo se movía como si bailará, no daba ningún movimiento en falso. Casi le recuerda a como su maestro... Esto es lo que la experiencia le da a uno... ¡Esos años no son por nada y lo está viendo! Veía las ráfagas de energía ser detenidas en sus manos como si fueran nada... lanzó golpes con la habilidad Boost o Penetrate, pero aun así... No lograba darle... ¡No lograba dar ni un maldito golpe a este sujeto! Si lo lograra, podría acabar esto... ¡Con el Penetrate podría hacerlo!
-¡Ise cálmate! – La voz de Himmel lo devolvió a la realidad. – No dejes que el ritmo del oponente te lleve. Respira... recuerda lo que Rean te dijo.
El Sekiryuutei se detuvo en su ataque sin sentido... Sentía el sudor recorrer su cuerpo bajo la armadura... Su respiración estaba agitada. Había perdido el control... Pero era capaz de ver algo que era muy claro. La diferencia entre ellos era simplemente demasiado grande. El oponente no estaba usando todo su poder en absoluto. Este era el poder de alguien quien supera el poder de un Maou... uno que ya está al nivel de un Dios, porque eso es lo que cree... este sujeto era capaz de pelear mano a mano con Sirzches y Ajuka en un puesto como los más poderosos... era una locura.
Ise tomó aire y se calmó. Sacó sus espadas, notando que eran su mejor alternativa. Pero se notaba el mal estado en que Oblivion y Oathkeeper estaban... con unas rajaduras, producto de la batalla contra Corbenik... No quiere pensar en el estado de Red Queen y Ascalon... Aun así, no puede perder. Centró energía en las espadas, que estaban listas para atacar, solo que...
-Tus ataques son buenos; son rectos y directos sin un rastro de vacilación. Realmente me gustaría tener una competencia contra ti en un Juego... Era de esperarse esto del actual Maestro de las 8 Hojas. - ¿En serio le dice eso ahora? Ya era..
-¡Es demasiado tarde para eso ahora! ¿¡No has hecho ya lo que querías hacer!? ¡Como resultado de eso, todo el Inframundo se ha sumido en el caos! ¡Tu ... la confesión del Campeón tenía un peso tan grande! – El Sekiryuutei agitó las espadas. - ¿¡Entiendes todo el daño que has ocasionado para mostrar esta verdad!? ¿¡Lo que los demonios que te admiran harán!? ¡El caos que has creado puede destruir todo por lo que hemos luchado!
Así es, después de escuchar todo lo que dijo el Campeón, definitivamente habría disputas en todas partes del Inframundo. ¿Pensarían que es mentira? No, él era el Campeón que tenía un apoyo absoluto en el Inframundo, y esa confesión era pesada y realista. Incluso si el Campeón estaba asociado con actos de terrorismo, no, precisamente porque estaba dispuesto a asociarse con terroristas, debe haber sido la verdad. La gente probablemente lo creería.
-Si, lo entiendo. Entiendo completamente
-¿En serio? ¡Tus ataques llevan una sensación de vacilación con ellos! ¡No puedes ocultarme eso! – Ise apuntó con su espada al demonio, quien estaba en silencio... - Soy un X-Rounder, puedo sentir lo que sientes... y en tus ataques, tus movimientos... hay duda. Duda de que esto haya sido el camino correcto, de que entiendes el peso que conlleva esto. No... No es así... Solo piensas que si, pero al final... al final...
-¿Acabaron con tanta charla?
EL Sekiryuutei volteó, para notar algo que no esperó... Rizevim jalando a un maltrecho Vali, quien había perdido su armadura... No, ¿Cómo es eso posible? Se supone que...
-Veo que ese niño te mete cosas en la cabeza, Campeón. – Rizevim arrojó a Vali lejos de él, demostrando que él no era su importancia, sino... - Vamos, hay que acabar con esto.
El Campeón Belial no dijo nada... solo se puso en guardia. Ise hizo lo mismo con sus espadas listas para actuar, pero estaba en problemas... dos monstruos contra él. Eso no era...
-¡Ise! – Elise le hablo a lo lejos. - ¡No debes de hacer esto! ¡Yo no...!
-No digas que las deje... No puedo... No lo haré... Porque de ser así... ¿Cómo podría ver a mi maestro a la cara en el más allá?
-Oh. Sencillo... solo debes...morir.
EL Sekiryuutei sintió un golpe en el abdomen que lo hizo vomitar, no solo ello, los golpes de varias ráfagas de magia en su cuerpo hicieron que su armadura quede medio destruida de un solo golpe y caiga al suelo con sangre recorriendo su cuerpo.
Sintió como su cuerpo temblaba del dolor... ¿Cómo...? ¿Acaso ese sujeto es tan rápido que su X-Pulse le aviso tan tarde? Con que... este es el nivel de un Dios... de un Súper Demonio. Se trató de poner de pie de nuevo, solo que esta vez vio al Campeón ir contra él.
El Sekiryuutei lanzo una onda de corte con Oblivion, pero el demonio la esquivó y lanzó un golpe a la espada, una que la hizo temblar... Es más, pudo ver algo que no... no era cierto. Más rajaduras...
-¿¡Que!? – No era posible... estas espadas... habían resistido de todo... ¿¡Como es que se están rajando!?
-Veo que no lo captas niño. – Rizevim habló. – El poder del campeón es capaz de anular los efectos especiales de lo que sea... Incluso de esas copias de las espadas del Rey Supremo. Porque si fueran las originales, estarían... bien.
Esa revelación, lo hizo temblar... ¿Era porque solo eran copias...? Si, él lo sabe... lo sabe muy bien. Himmel se lo ha dicho. Pero que esto pase en verdad... destrozaba en algo su... su confianza. Sus leales espadas, con las que ha peleado contra enemigos superiores a él.... Con las que ha logrado victorias y milagros... El miedo de perderlas, solo hizo que sus dudas lleguen. Porque perderlas, sería como perder un amigo...
El miedo a esa pérdida le dio la oportunidad de atacar al Campeón de nuevo, esta vez atacando de nuevo a una de las espadas. Ise la quitó de en medio, solo recibiendo el ataque del demonio, quien se sorprendió de ver ello. ¿Por qué lo hizo? ¿Tanto valen esas espadas para él?
Rizevim soltó una risa... esta vez creó varias ráfagas de luz pequeña frente a él y las lanzó como si fueran agujas al Sekiryuutei, quien se cubrió como pudo, tratando de proteger sus armas... Sabe que las necesita para pelear, pero no quiere... no quiere perderlas. Estaba tan confundido, que los ataques se volvieron más intensos contra su persona.
Elise vio a su sobrino caer al suelo de nuevo, esta vez con más sangre salir de su cuerpo... Vio de reojo al Hakuryuukou, quien estaba totalmente fuera de combate. Vio como el demonio ese atacó al muchacho sin piedad... no le dio tiempo ni de pararse. Lo atacó como si se burlara de él... lo golpeó, lo pateó... le lanzó ráfagas de magia como si... fuera diversión. ¿Era este ser alguien sin corazón? Era su nieto... Ise era un joven... ¿¡Que clase de monstruo hace esto!?
De paso, miró al Campeón Belial... oyó lo que hizo, porque lo hizo... ¿¡Era el modo correcto de hacer las cosas!? ¿¡Vender su alma a este... ser!? No niega que era correcto a largo plazo, pero el daño que ha hecho... el daño que esta haciendo en los demonios. ¡Era tal la rabia que sentía que no quería quedarse quieta! ¡Quiere ayudar a su sobrino a pelear! Pero sabe que nada puede hacer... Es más... Miró a Fleur, quien estaba llorando. Del miedo... de la angustia... de ver a Ise ser apaleado de ese modo... Sin poder hacer nada.
-¡Ise, pelea! ¡No dejes que te derroten por el miedo! – Himmel habló con firmeza. - ¿¡Crees que esas dos espadas desean que sufras solo porque no dejas que cumplan para lo que fueron creadas!? ¿¡Luchar a tu lado!?
El Sekiryuutei escuchó con atención a Himmel... miró a sus espadas... estas... Sentía el deseo de ellas de pelear... De que si mueren, sea en batalla y no siendo escondidas... Y era doloroso pensar que...
-¡No te distraigas niño! – Rizevim gritó con burla. - ¿¡Crees que hemos acabado!?
El demonio lanzó otra ráfaga de Luz, pero esta vez, el Sekiryuutei la cortó con Oblivion, ante la sorpresa de Rizevim, quien se puso más serio. Con que desea jugar de ese modo, bien... Lanzó más ataques, esta vez con más poder...
Solo que Ise los cortaba y trataba de avanzar, pero el Campeón lo atacaba con sus puños, lo que hizo que se vea obligada protegerse con las espadas. Lo que hizo que más rajaduras bordeen las armas. Las rajaduras brillaban, como demostrando que el núcleo de estas también...
-Un poco más... solo un poco más... - El Sekiryuutei restauró gran parte de su armadura y volvió al ataque, esta vez atacando con sus espadas al Campeón, quien esquivó los cortes, pero no esperó que uno de los tajos sea una distracción.
Una que le dio la oportunidad a Ise de dar una patada en el abdomen, haciendo que este retroceda... Para que pueda el muchacho ir contra Rizevim, quien afilo la mirada. Concentró magia en su mano y cuando las dos espadas estaban por darle, apareció lo que era una lanza hecha de la luz del demonio, que estaba bloqueando el ataque de ambas espadas.
-¿¡Que!? ¿¡Como es que...!?
-¿No lo notas? No eres el único capaz de crear armas con tus poderes... es algo que he aprendido también con los años. Es más, ¿No es familiar...?
El Sekiryuutei miró la lanza... era.... No puede ser... Era la misma que se uso esa noche. La que ese demonio usó para... matarlo. Ise miró el arma con rabia, lo que le dio a Rizevim un cierto placer... el de ver que...
-Esta arma la cree para ese momento... el de matar al Rey Supremo. Soul Destroyer es su nombre... y créeme, tal vez falló la última vez. Pero esta vez... no será así. Esta vez... si te quitará la vida, Sekiryuutei.
Con un movimiento rápido, el demonio le dio al muchacho un golpe con la parte baja de la lanza, haciendo que pierda el equilibrio, para luego lanzarle una ráfaga mágica que mandó a Ise al otro. El daño en su armadura volvió, además de que varias partes de esta habían sido destruidas por el Sacred Gear Canceller.
Pero al ver al chico pararse de nuevo, solo lo hizo soltar un gruñido de rabia. Sigue con ese deseo de ponerse de pie una y otra vez. Hará que desee no ponerse de pie de nuevo. Miró al campeón, quien con la mirada, pareció entender que quería.
Y con eso, el campeón se lanzó al Sekiryuutei, para amedrentarlo a golpes, pero lo que se vino, fueron varios golpes a las espadas, que estaban vibrando más y más, además de que las rajaduras que estaban ahí, eran más grandes. Tanto, que el Sekiryuutei sentía que debía de guardarlas, para evitar que algo malo pase, pero...
-¡No lo harás niño! – Rizevim lanzó una ráfaga de luz de su lanza, haciendo que Ise esquive el ataque.
Pero ese movimiento, no fue el mejor... Su X-Pulse le advirtió del ataque que venía hacia él. Vio al Campeón alzar su puño, cargado de energía demoniaca, listo para atacarlo con todo... Y el X-Pulse, hizo que el cuerpo reaccione... pero esta vez, deseo que no sea así.
Al saber que su única salvación era usar las espadas como escudo, las alzó en forma de X. Eso hizo que estén en la zona de choque de ataque. Y el Sekiryuutei deseo que su X-Pulse no lo hubiera hecho... deseo que hubiera dejado que el ataque le diera de lleno... a él... no a ellas... no a sus espadas.
Porque en el momento que el impacto se dio, la habilidad de Belial, hizo efecto... eran copias, no eran las originales que tenían el poder de acabar con Dioses... pero eran sus espadas... y ver como estas se hicieron pedazos enfrente de él... solo hizo que sienta un vacío. Al diablo el golpe que le llegó a dar... Se sintió... como perder a unos grandes amigos.
Su cuerpo cayó al suelo y rodó varios metros, solo que al detenerse boca abajo, vea caer en su cara, el mango de las dos espadas... que tras un destello de luz, volvieron a ser lo que una vez fueron, Red Queen y Ascalon... los amuletos que estaban atadas a ellas, se desquebrajaron y se hicieron polvo... demostrando que... habían muerto...
-Bueno... algo más que se una a las cosas que has perdido, Sekiryuutei. – la risa de Rizevim se oyó lejana... se reía de él... como siempre. – Primero tus padres... luego tu amado maestro... - Señaló el mango de las dos espadas, además de los trozos del metal de estas en el suelo... imposible de recuperar. – Ahora tus dos armas más leales... Al final, eso es lo que tienes como destino... perder todo lo que te importa. Eso es lo que cargas al ser la reencarnación de ese hombre.
El Sekiryuutei tembló de la rabia... de la impotencia... había perdido algo más a manos de este sujeto... estaba...
-Bueno... Es hora de que te quite algo más. Ellas parecen... preocupadas por ti.
Eso hizo que Ise abra los ojos con horror. Vali estaba en el suelo... Elise y Fleur estaban... ahí... Si no hace algo... morirán. Juró que las salvaría... que no iba a permitir que esta basura le quite su familia de nuevo... al diablo lo que le pase... al diablo si se vuelve de nuevo esa bestia... debe... debe...
Los ojos del muchacho se tornaron rojos, al mismo tiempo que de su garganta salía un rugido. Uno que llamó la atención de todos... quienes vieron como el Sekiryuutei se vio envuelto en un pilar de energía carmesí y emergía con una nueva forma en su armadura... similar a la anterior, solo que esta... parecía ser más bestial. Y Vali, quien había abierto los ojos, vio que era...
-Crimson Cosmos Ruin Mode... - el Hakuryuukou vio como su rival retomó esa forma... esa que...
-¿Ise...? – Elise no creía que veía... su sobrino... esa apariencia... ¿Qué era...?
-Es diferente... se nota que...
-Si... pensar que el héroe de la Alianza se dejaría llevar por la ira absoluta. – El campeón vio con una ceja alzada al demonio. – Había oído de esa apariencia... pero verla de primera mano... Con que esto es lo que eres niño. Una bestia... Ni más ni menos.
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH! – El Sekiryuutei soltó un grito antes de lanzarse contra los demonios, dispuesto a atacar sin miramientos y matarlos.
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Fuera del edificio, la batalla contra los Grimms y Dragones seguía... trataban de llegar donde estaba ese punto donde saben que estaban saliendo, como si fuera un maldito hormiguero. Pero eran peores que abejas cuidando su colmena.
Pero mientras avanzaban... sintieron un aura que no pensaron sentir de nuevo...
-¡Eso es...! – Teepo se detuvo de golpe... - ¡Es ese poder!
Todos se detuvieron de golpe... es más, hasta las bestias en el lugar se quedaron quietos al sentir esta... malicia... esta ira...
-NO... ¡Por favor no! – Twilight se llevó las manos a la boca.
Esa era los que sabían de esta aura, sentían... Que Ise haya...
-¿Qué cosa? ¿Qué es esto que me da escalofríos...? – Ruby se sobó los brazos... - Es... como el aura de Ise, pero llena de malicia.
-Porque lo es... - Ayane estaba sudando, no creyendo que... Sunset y el equipo RWBY la vieron con horror. – Modo Ruina...
-¡Hay que volver! – Rias sonó muy desesperada, asustada. – La última vez... ¡Ise perdió el control!
-Entonces hay que... - en eso, uno de los Dragones apareció de la nada y se interpuso en el camino de ellos. - ¡No, fuera! – Sunset sonó furiosa.
-¡Vienen más! – Akeno señalo el cielo. - ¡Es como si la malicia que hay ahora los esté llamando!
-Eso es lo que hacen... - Blake sudó... - ¡Es un festín para ellos!
Los presentes se pusieron en guardia, empezando a atacar con todo lo que tenían con todo lo que tenían. Ráfaga de magia, ataques físicos. Pero las bestias esas seguían emergiendo como si fueran la espuma. Casi parecían que salían de cualquier hueco. Como si... en verdad fueran zombies que solo buscan su alimento.
-¡A mi lado! – Asia activó su Balance Breaker, Twilight Saint Affection, para ayudar en la regeneración de heridas y proteger a sus amigos. - ¡No dejaré que nos lastimen! – este Balance Breaker era capaz de una defensa casi absoluta, pero que estaba relacionada a la resistencia de Asia... - Si solo pudiera usar a Fafnir-san... - otro defecto actual era, que no puede invocar a Fafnir... aun no.
-¡Ataquen a los que están más cerca! – Weiss dio la orden a Aki y Rossweisse. - ¡Gasper, acaba con los que puedas con tu oscuridad!
-¡Muy bien! – los 3 asintieron a la orden, esperando poder lograr avanzar en algo... aun asi...
El ver como las bestias seguían avanzando, solo les dio a todos la idea de que quizás deban mandar al diablo todo y... atacar con todo su poder, aunque eso los canse más rápido. Pero de hacerlo, eso equivale a... a poder perder más rápido. Aun así...
La energía maliciosa del modo Ruina estaba presente aun en el ambiente... estaba desatando toda su ira y eso no los estaba ayudando. Lo que debían de hacer, es esperar... y rogar que...
-Dios... - Rias ignoró la jaqueca... - Rean-san... por favor... alguien... ayúdenlo... - La chica tenía lágrimas en los ojos, muestra de su miedo.
Mientras la batalla debía de seguir.
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El dragón se lanzó hacia Rizevim con la velocidad y fiereza de una bestia. Este agitó su lanza para tratar de golpearlo, pero la bestia se dio un impulso en el aire con su pie, para ir al techo y usarlo de apoyo para impulsare se nuevo hacia el demonio.
El impacto de la garra del dragón con la lanza, solo que se sintió el impacto del ataque...
[PENETRATE]
La onda de ataque mandó a Rizevim hacia atrás, el demonio se recompuso en medio del aire para mirar el daño que le dio... le sacó algo de sangre de la nariz. Aun así, no era suficiente... Lanzó varias ráfagas de luz, al notar que el dragón se le lanzaba. No hay estrategia en sus movimientos, solo instinto... y eso lo hace predecible.
El dragón cayó al suelo por el impacto de la luz en su pecho... Este se quejó por el daño, pero lo dejo de lado para ponerse pie de nuevo, alzando el brazo para volverlo una enorme garra. Una que se lanzó contra el Campeón Belial, quien bloqueó el ataque... alzó su mano y trató de usar el Worthlees en él... pero no pasó nada.
-Nada... ¿Acaso? – Esquivó el ataque contra su persona por parte de la otra garra, logrando hacerse de una distancia más que buena. - ¿Es ese su poder natural? ¿O es algo más?
-¡No le tomes importancia! ¡Ataca!
Rizevim sonó nervioso... esa forma es diferente. Se nota que usaba el salvajismo y el instinto para atacar, no es predecible. Abandonó lo que sea su capacidad de adaptación para usar solo el poder... nada más. Y estaba sirviendo...
El Dragón atacaba como una bestia poseída por la ira... sus golpes, sus patadas, todo era errático, pero poderoso. Su velocidad era tal, que en verdad debía de centrarse para poder ver donde se mueve. Pero en si, no es algo que...
-Puede que seas fuerte en este modo niño. Pero... - Alzó la lanza y logró clavar la punta en el hombro derecho del dragón, quien había tratado de acercarse a él por atrás. – Tu malicia es notoria.
La punta de la lanza brilló, haciendo que de esta salga una ráfaga de luz, que casi destrozó el hombro derecho del Sekiryuutei, quien cayó al suelo tomándose el hombro del dolor. Quejándose y gimiendo de la agonía. Y Rizevim no iba a perder la oportunidad de atacar... lanzó varias ráfagas de luz hacia el dragón, quien saltó tomándose el hombro. Pero en medio su salto...
-No es personal muchacho... - El golpe del campeón lo mando al suelo tras rebotar unas tres veces en este.
Vali, quien sabía del poder de esa forma y la bestialidad con que atacaba, no lo creía... si, puede que sean formas opuestas, pero esta abandonaba la adaptabilidad por el poder puro. Y ver que la estaban apaleando... que aun tras haberse hundido de nuevo en la Ruina... Ise no puede ganar...
-¿Acaso nos hemos metido en una batalla que no podíamos ganar...? – Hasta Vali estaba sintiendo que... no pueden ganar. La diferencia era... demasiada. Y sabe que su abuelo, por más bastardo que sea, no estaba yendo con todo... Solo estaba jugando con ellos.
El Sekiryuutei se puso de pie y se lanzó de nuevo contra esos dos, solo para recibir el daño de la ráfaga conjunta de ambos... Aun así...
-¡Jajaja! ¡Eso es! ¡Así deseo verte niño! ¡Que te levantes una y otra vez, hasta que mueras! ¡Viendo lo inútil de tus esfuerzos! – Rizevim reía complacido, al ver a la vida actual de su némesis, estar ahí, tirado... destrozado poco a poco... como que no estaba logrando nada... Y esa era su satisfacción máxima.
Belial veía al muchacho pararse de nuevo... no puede ser... ¿Que es lo que lo impulsa de verdad...? ¿Es la ira que lo embarga? ¿Qué lo hizo aceptar esto? ¿Qué...? Fue en eso, que vio como...
-Ya veo... es eso... - El demonio suavizó su mirada al notar que, no fue la ira contra ellos lo que lo volvió esto... No, fue la ira a su persona, de no ser capaz de defender a esas dos... de no perderlas... Y eso... - ¿Es eso lo que lo impulsa aun en esa forma?
El Sekiryuutei se lanzó contra los demonios, esta vez con las garras crecidas y un cañón en un brazo... lanzó ataques físicos contra Rizevim, quien los esquivó, para luego lanzar ráfagas de energía contra el Campeón.
La ráfaga de energía atravesó la pared y se perdió en el cielo, pero era más que obvio que era poderoso... el dragón dio un rugido, como demostrando que no se había rendido. Y ahí yace algo interesante, no estaba mostrando lo que... era antes.
Vali sabía que en esa forma, Ise era confiado... sediento de poder, pero esta vez, es como si solo tuviera una meta. Acabar con esos dos, por algo más que simple satisfacción personal. ¿Es posible que...? Miró a Elise y Fleur... Son ellas... Son ellas lo que han...
-Con que... ese es el poder que... se puede tener si...
Pero en eso, el Sekiryuutei fue lanzado de nuevo al suelo... y aun así, se puso de pie de nuevo, a pesar de la sangre que manchaba su armadura. Y eso empezó a...
-¿Por qué ese tipo todavía puede ponerse de pie? – Rizevim empezó a ver esto con... fastidio... - Aun tras todo... aun en esa forma que es lo que más odia... aun con eso... Se pone de pie. – Vio como el Sekiryuutei daba otro paso, a pesar de que se estaba tambaleando... - ¿Por qué todavía puedes levantarte? ¿Por qué te opones a mí? Has usado el poder que más odias... lo que detestas de ti mismo, ¿verdad? Entonces, ¿por qué sigues de pie? ¿¡Por qué no te quedas en el suelo y te mueres!?
EL demonio lanzó varias ráfagas al dragón, quien las recibió aun dando varios pasos al frente.. su armadura estaba destrozada... se veía que bajo de esa armadura, habían escamas... demostrando que tenía la forma de un dragón bajo esta... y a pesar de ello... aun con todo eso... Lanzó otra más, solo para que el dragón agite su mano y que algo en esta, desvíe el ataque.
Era Homura, la espada de Rean... que se rajó más debido a su ya mal estado.... y al verla, Elise sintió que... aun tras todo, su hermano... Sintió las lágrimas salir de sus ojos. ¿Por qué...? No la conoce como lo hizo con Rean... apenas son familia. Apenas... están generando un lazo... ¿Por qué...?
-¿Por qué vas tan lejos por nosotras...? – No espero que él responda... nota que en esa forma no es del todo consciente... pero...
-Porque.... – La voz distorsionada de Ise, salió de la boca de la bestia... - Eres... familia... Tú... Fleur... son mi familia.... No... No puedo perderlas... como lo hice con mis padres. No lo haré... no a manos de esta basura... No como a mi maestro... esta vez... si lo impediré... yo... no perderé a nadie...
EL Sekiryuutei se puso de nuevo en guardia... y Rizevim ya había perdido la paciencia... esto no es como lo planeó. Pensaba en hundirlo... en... destruirlo en todo el sentido. ¿¡Por qué no es así!? Y notar que el campeón se relajaba, solo hizo que su ira aumente en mayor medida.
-¿¡Por qué bajaste tu postura !? ¡Ponte en posición! ¿¡Por qué abandonas tu postura al ver a alguien así!? – el demonio sonaba más furioso, pero la desesperación llegaba a sus labios como si fuera tan natural como respirar.
-¿No lo entiende? - Cuando el Campeón bajó la cabeza, creó un marcado contraste con la expresión furiosa de Rizevim.
-¿¡Entender que!? ¿¡Que es lo que tienen eso que lo hace capaz de moverse a pesar de que sabe que puede morir!? - Rizevim ya no podía ocultar su irritación y se agarraba el cabello con indignación. Con una expresión triste, el Campeón dijo...
-... Rizevim-sama, él posee algo que nosotros no tenemos y nos lo está mostrando. Aun en esa forma tan corrompida... - El Sekiryuutei seguía caminando hacia ellos... a pesar de que se estaba muriendo... él no...
-Por eso dije, ¿¡qué es esa cosa!? ¿Amor? ¿¡Es eso lo que se llama amor!? ¿¡Eres estúpido!? ¡Es simplemente una estupidez hasta los extremos! ¡Ese tipo de cosas son ilusiones! ¡Es una mentira estúpida! – Rizevim miró a todos con odio puro... alguien como él, no era capaz de entender eso... de entender que algo así, puede incluso darle a uno... el poder de darle cara a un Dios. - ¡Si ese amor es lo que le da fuerza! ¡Que vea eso morir en su cara!
En un acto de locura y pura crueldad, Rizevim miró a Elise y Fleur... la mujer supo que se venía. La intención era clara... el demonio voló hacia ellas con su lanza alzada, lista para atravesarlas con esta.
Elise abrazó a Fleur y giró para usarse de escudo, pero nadie esperó que... algo se mueva a tal velocidad para impedirlo.
Vali y Belial solo vieron a Rizevim ser mandado a la pared del lado contrario con un fuerte golpe... uno que le rompió al demonio varias costillas... Este se quedó incrustado en el muro, no creyendo como...
-No... ¿Cómo lo hizo...? Uso... esa habilidad... a una velocidad que... - el demonio cayó al suelo adolorido, pero... - Aun así... Lo logré...
Y era lo que decía... no le dio a esas dos, sino al que las protegió...
-¡ISE! – Elise gritó con horror al ver como el Sekiryuutei se usó de escudo... como evitó que la lanza fuera ellas... pero que esta al final, se incrustó en su pecho... en la misma zona que hace años...
El dragón se tambaleó, con el arma en su pecho ante la mirada incrédula de Vali, quien no lo creía... No era... Apretó los puños, al mismo tiempo que sus ojos brillaban por el poder de Corbenik.
El Sekiryuutei cayó al suelo, en los brazos de Elise... sintió la lanza dejar su pecho... sintió que... ya no había nada... alzó la mirada como pudo... notando que estaban bien... Elise y Fleur... las salvó... lo logró... al fin salvó a quienes eran su familia...
En eso, sintió que la oscuridad era muy... cómoda.
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Abrir los ojos y verse en lo que era... lo que no esperó, lo sacó de cuadro. Era... era curioso... Se vio en lo que él juraba, era una de las estaciones subterráneas de Tokio. Lo sabe, porque... ha estado ahí con Rossweisse... y...
-¿Qué hago aquí...? – Hyoudo Issei miró el lugar con algo de duda... la verdad, estaba algo asustado. Recuerda que... que... - La lanza.... La lanza me dio en el pecho cuando... cuando... Si, las salvé... salvé a Elise y Fleur... entonces yo...
Miró a los alrededores... no había nadie. Es más... los letreros estaban... vacíos. Hablando de mala publicidad. Pero a su vez, notó que él no tenía sus armas, su Boosted Gear... Solo las ropas que llevaba en la pelea... y tampoco estaba herido. Era muy raro... tanto que...
Camino un poco, hasta verse en la zona central del metro subterráneo. Miró a los alrededores... Nada aun. Esto estaba empezando a ponerse algo... tétrico. ¿Acaso...?
-¿Acaso así es el otro mundo...?
-No... Solo estas en un punto medio. – Esa voz... Giró para ver el origen de esta y... - Oh Ise... Valientemente estúpido hasta el final. Sabía que aun sin mí, harías cosas así.
Frente a él... estaba una persona que usa un abrigo largo blanco con aditamentos en forma de cinturón en los hombros, un cuello acampanado y un cinturón morado suelto. También llevaba una camisa negra con cremallera sobre una camisa blanca abotonada, pantalón negro y cinturón rojo. Además... de que su cabello negro era... diferente... pero reconoce esa mirada y sonrisa... Era...
-¿Maestro...? – Ise miró sin poder creer que era...
-¿Cómo has estado Ise? – Rean le sonrió como siempre lo hacía. Aunque se sorprendió al sentir el abrazo del muchacho. Aun así, sonrió... y devolvió el abrazo. – Cielos... no recuerdo que fueras tan llorón...
-Yo... Yo lo extrañé... No sabe cuanto...
-Creo que me doy una idea... - Rean acarició la cabeza del muchacho. – Yo igual...
Ise se separó del hombre y lo miró bien. Se le veía mejor que nunca... no había ojeras, no se le notaba cansado... Esta era la apariencia que Rean debió de tener si... si la maldición no hubiera salido nunca.
-¿Te apetece caminar un poco? – Rean pidió que lo siga... y eso es lo que Ise hizo. Lo siguió en medio de la nada en este lugar, solo caminando por toda la estación. – Así que... ¿Cómo va todo en el mundo de los vivos?
-Maestro... - Ise miró a Rean con seriedad... - ¿Por qué no me dijo nada? De su enfermedad... - Rean soltó un suspiro y se rasco la cabeza.
-Supongo que... no quería que me vieras como una persona que ya tiene la tumba lista. – Rean miró las vías del tren. – Creo que... estaba asustado del que pensarías de mí. De que me vieras como... una carga.
-Sabe que no...
-Lo sé... pero el miedo estaba ahí Ise. Siempre lo ha estado... no quería que la gente me viera como un moribundo... quería ser visto por quien era... Y... Cuando supe de mi deplorable estado... tuve miedo... Miedo de afrontar eso... de afrontar una muerte larga y dolorosa... No soy tan valiente como tú has creído. – Miró a Ise con... mucha seriedad. – Sabes... yo quería morir en batalla... pero no creas que por eso pelee con Apophis, tenía toda la intención de volver... juro que es así. Pero... la batalla me superó... todo me superó... Pero espero que no haya sido en vano.
-No lo fue... Azazel y Celine, han estudiado a Ciel y... han hallado muchas cosas interesantes.
-Bueno... en el más allá también hallas cosas interesantes... - Rean sonrió con algo de burla. – Es más, creo que las almas son los mejores informantes... siempre vigilan a los que son sus seres queridos y... pues... Oyes una cosa que otra.
-Significa que...
-No sé todo lo que han pasado... Pero lamento haberles dado tanto dolor. Jamás quise eso Ise... pero debía elegir. Y en ese momento, vi que mi vida... era algo efímero, en comparación con... el futuro. A largo plazo, lo vi como lo mejor.
-Pero lo era para nosotros... ¡Para todos! – Ise se mostró molesto. - ¿¡Acaso sabe lo que hemos sentido!? ¿¡Lo que... ellas sintieron!? – Y ahí, el Sekiryuutei pudo ver culpa en los ojos de su maestro... - Maestro, yo...
-Sé que no puedo... decir que lo siento y ya... porque no voy a borrar todo el daño que he hecho Ise. Lo sé... pero solo quiero que entiendas... - Rean palmeó el hombro de su alumno. – Que todo lo hice fue por ustedes, por ti.
El Sekiryuutei notaba que no le mentía... era la verdad. Pero de todos modos, le dolía pensar que... se lo ocultó. Que eligió algo que... Vio a su maestro seguir caminando, lo que hizo que lo siga sin decir nada...
-Nunca he... sido la persona más valiente Ise. Siempre he tenido un miedo claro... como afrontar mi propia muerte. Y es algo que siempre me carcomió... - Rean lo miró con una sonrisa. – No fue hasta que supe que mi muerte era clara, que noté que no importaba... No importa como mueras, sino el camino que has hecho en ese tramo que llamamos vida. El... de estar en tus últimos segundos y pensar en todo... lo que has hecho. Si lo ha valido... Si te has equivocado. Yo creo, que en serio.... Es al final, que entiendes si... tu vida valió algo... o lo que esperabas que valiera.
-De todos modos, yo... yo nunca... - Ise miró al hombre con dolor. – Me hubiera gustado despedirme de usted... de decirle que...
-No es necesario. Lo sabía... siempre supe lo que... sentías. – Rean bajó las escaleras, camino a los rieles bajos. – Es más, pensé en lo mucho que cambio lo que era nuestra relación... Antes te veía como un niño malcriado, tú me veías como un viejo molesto.... No lo niegues. – Ise se avergonzó. – Pero... es el tiempo que pasamos, que aprendimos mucho del otro... Y eso es algo que no cambiaría jamás. Lo que hemos pasado cada día... hasta el día de mi muerte. El día en que... - Rean miró los rieles con atención... - Supe que debes de caminar solo.
-No he hecho un buen trabajo haciéndolo... yo no...
-Hey... Todos tenemos nuestros altos y bajos... yo los he tenido. – Rean lo miró con burla. – Aunque no lo creas, la ayuda de muchos evitó que me hundiera o perdiera la fe en este mundo. Es más... Creer, es algo tan fuerte, pero a la vez efímero... que es el arma por excelencia de los mortales, que puede darle a uno el poder de acabar con un Dios. – Rean miró a Ise. – Quiero que creas eso Ise... No siempre estarás en la cima, vas a caer... pero debes de saber levantarte. Como siempre lo has hecho...
-Yo... - Ise desvió la mirada. – No es fácil... No lo es...
-Nunca dije que lo fuera. ¿Cuándo la vida es fácil? El que dice que es así, no ha vivido la realidad. – Rean miró a un lado y... - Oh, llegó el tren.
El Sekiryuutei miró el tren llegar y... ¿Significa que...?
-No es tu tren... es el mío. Solo vine a ver como estabas unos minutos, pero debo volver a donde pertenezco. Al final... Tú eliges si tomas el tren o te das media vuelta y regresas.
-¿Puedo elegir?
-Claro que sí. – Rean sonrió. – Cada elección en tu vida, ha sido tuya. Cada error, ha sido tuyo. Cada paso que has dado... ha sido tuyo. Todo depende de ti... De nadie más. – Las puertas se abrieron y... - Oh, sabía que estarías aquí.
EL Sekiryuutei vio que alguien cruzaba las puertas y... Era una mujer muy bella, similar a Ruby, pero se notaba ese aire de madurez... de una madre. Ella lo miró y sonrió con ternura, que en si lo sonrojo un poco.
-Oh. Con que es él... Es lindo. Me alegro de ver que mi hija me eligió un buen yerno.
-¿¡Yerno!?
-Summer... no le digas eso. Ellos aún no formalizan nada...
-Meh. Detalles. – Rean rodó los ojos. – Solo quería ver quien era... Espero que no le moleste que llame a una nieta mía, como yo.
Ise tosió... ¿Quién habla de nietos...? Es más... Ella... Ella es... ¿La madre de Ruby? ¿Summer Rose? ¿Cómo es que...?
-Oh, lo olvidaba... Ellos mandan saludos. Dicen que están orgullosos de ti y de todo lo que has logrado. Que les hubiera gustado venir aquí, pero en verdad... Sienten que no es el momento. Aun no... - ¿Acaso habla de...? – Anda Rean, hay que irnos. Ya hemos estado aquí mucho tiempo.
-Cierto... - Rean miró a Ise, quien... - ¿Una pregunta más antes de irme?
-... ¿Qué puedo hacer? Rizevim es muy fuerte... más que yo... aun con lo que he hecho, no...
-Ise. Deja que te lo ponga de esta manera... - Rean lo miró, como si le estuviera dando una lección más. - ¿Importa? ¿Acaso no ha sido así cada batalla que has tenido? ¿Todo contra ti, pero que has logrado superar todo a pesar de ello? Cree Ise, cree en el poder que tienes... en los lazos que has forjado. Porque Creer, puede obrar milagros. Y el Valor, es lo que permite usar ese milagro.
-Y también... - Summer habló. – No dudes en que... mientras haya una flama de vida en uno, puedes hallar ese algo que te dé la victoria. ¿No crees? – Summer se le acercó y le dio un beso en la mejilla, notando que... - No sientas pena por nosotros o los que han muerto, hemos cumplido nuestro ciclo... nuestros objetivos. Siente pena por los vivos... Más a los que... odian el mundo en que viven y no pueden ver el potencial que tienen en vida.
El Sekiryuutei le sonrió a la mujer, agradecido por sus palabras. Ella le sonrió igual y se dio vuelta para ingresar al tren, Rean esperando aún que...
-... ¿Sabes que te diferencia de él? – Ise negó con la cabeza. – Que sabes amar Ise... Y eso, puede ser algo que aun en la muerte, puede llegar a hacer mucho... aceptar la muerte es el acto más valiente que uno puede hacer, más si es por un ser querido... Pero no olvides, que vivir es la verdadera batalla Ise... No huyas de ella. Jamás lo hagas... porque sé que no eres un cobarde.
Rean se dio vuelta para irse, solo que...
-Maestro... - Ise habló con algo de miedo... - ¿No lo estoy imaginando verdad? Esto... usted... ¿No es un producto de que estoy al borde de morir?
-Ise... Que pase en tu cabeza, no lo hace menos real. – Rean le dio otra respuesta igual de... misteriosa que siempre. – Nos vemos Ise.... Estoy seguro que en todo lo que vivas, tendrás mucho que contarme cuando nos veamos en... unos tantos miles de años. No mueras tan pronto. Y... Recuerda que siempre estoy contigo.
-... Adiós padre... - Ise le sonrió al hombre, quien también lo hizo... subiendo al tren, que cerró sus puertas y se fue de la estación, dejando a Ise en su lugar. - ... Es mi decisión... Si... lo es...
Se dio vuelta y empezó a subir por las escaleras a toda velocidad, sabiendo que debe de salir de aquí. Estaba dispuesto a seguir peleando... no importa lo que deba de hacer. Debe de seguir con esto... no puede rendirse... no ahora... Jamás.
Y cuando vio la luz de la salida al final de unas escaleras, se detuvo al sentir que... Miró a un lado y...
-¿Qué haces ahí? Vamos... - Le extendió la mano a... - Juntos hasta el final, ¿No?
El Sekiryuutei vio como de la oscuridad, una mano con garras doradas y la base de color blanco, tomó la suya... Era hora de seguir.... De aceptar... lo que le tocó.
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De vuelta en el último piso del edificio, Elise miraba como su sobrino no se movía... como Rizevim tomaba la lanza que se incrustó en el pecho de este, para luego reír...
-¡Se acabó! ¡AL fin acabé con esa molestia! ¡Mi venganza se ha completado! – la risa que dio, era la de un loco... Elise miró al demonio con odio, mientras que Fleur tomaba la mano izquierda del Sekiryuutei, deseando que...
-¡Bastardo! ¡Eres un...! – Vali se puso de pie, furioso... las marcas de Corbenik ardiendo como si quisiera liberar el poder... - ¡Te voy a...!
-¿¡Que puedes hacer!? ¡Nada! ¡Jajaja! ¡Está muerto! ¡El Rey Supremo al fin está muerto! ¡Al fin lo he matado!
Estaba loco... todos quienes lo veían, sentían eso... que estaba loco a más no poder... que este sujeto no... Pero en ello, se vio algo que nadie esperó... Fleur notaba como la armadura se empezó a rajar, como si fuera una cascara... Y que...
-La herida... está cerrando.
Y era así... nadie creía lo que veía... al momento en que la herida se cerró, la armadura se hizo pedazos, dejando en su lugar a Ise con su dañada Crimson Cosmos Ascension. Dañada en la zona del cuerpo, las piernas... el casco no estaba... se notaba que varios dotes de dragón estaban en él... pero este, soltó una tos... estaba...
-¡Imposible! – Rizevim no lo creía... se suponía que... - ¿¡Como...!?
-Ise... Gracias a Dios... - Elise vio al muchacho sentarse, adolorido... pero vivo... - ¿Cómo es que...?
-... No lo sé... Pero no... no puedo rendirme aun... - Le sonrió a la mujer y acarició la cabeza de Fleur, quien le sonrió. – Debo de seguir luchando...
-¿¡Seguir!? –Rizevim sonrió con burla, ocultando su... confusión y miedo. - ¿¡Crees que puedes hacer algo como estas!?
Lo vio de pie, tambaleante, pero firme... eso lo enfureció y le lanzó una onda de luz de la lanza, una que el Sekiryuutei partió con Homura, la cual se destrozó por el contacto de la energía con esta... los trozos del metal cayeron al suelo y solo el mango quedó en la mano derecha de Ise, quien...
-¿¡Lo ves!? ¡Volviste a perder algo! ¡Lo último que te dejó tu maestro! – Pensó que eso bastaría para hundirlo, pero...
-No... No es así. – Ise miró el mango de Homura y... - Es... solo una espada... No es el legado de mi maestro.... Su legado, está aquí. – Se tocó el pecho, mostrando que... - Rizevim, puede que trates de hundirme... pero no lo harás... no mientras viva... porque tengo una razón por la que pelear... - Las gemas de la armadura soltaron un intenso brillo... - Algo que no entiendes...
-¿¡Que no entiendo...!? ¿¡Acaso crees ser especial!?
-No lo soy... - El Sekiryuutei abrió los ojos... el rojo en estos no tenía la ira de siempre, es más... se notaba que estaba calmado. – Soy de un linaje común... de padres comunes... que me amaron hasta el final de sus vidas... Soy un chico que ha vivido cosas difíciles, no por obligación, sino porque lo elegí... Soy... solo una persona que entiende una cosa... la vida es efímera... pero es valiosa y vale luchar por ella... por un mundo mejor... y también... que no importa el dolor... no podemos rendirnos... Porque huir de él... renegar de él... es solo el acto de un cobarde... Y no soy eso... No soy un cobarde.
Rizevim harta de tanta charla, lanzó otra ráfaga de luz, más poderosa que antes... y en el momento que le iba a dar a Ise, apareció frente a él dos enormes brazos que pertenecían a... Skeith apareció en un aura roja sobre Ise, mostrando que era diferente al de antes. Era más delgado, se notaba que su apariencia se volvió simple... pero en su espalda, había como 7 espadas de energía que... eran como alas.
-No... Yo soy el Sekiryuutei Supremo. El actual Maestro de las 8 Hojas.. – la energía alrededor de Ise creció, tanto que parecía que creaba un pilar de esta. - Soy el Sekiryuutei of The Blazing Blood... El Rey Supremo... ¡Hyoudo-Schawzer Issei! ¡Y no dejaré que sigas renegando del mundo que deseamos crear!
Sus palabras eran claras... el peso de estas solo hizo que algo cambie en los que la oyeron... unos vieron eso con asombro, otros con esperanza... otros con admiración, pero Rizevim lo vio con odio... Uno que juraba que...
-Ise... - Esa voz... - Ise, veo que lo hallaste. – Es... Ophis... - Dado que me puedes oír significa que... Skeith, ¿Estás listo?
-Lo estoy... lo estamos... ¡Todos estamos listos para mostrar quienes somos! – A esas palabras...
[Era hora... ¡Esperaba este momento!] [La versión 4.0 está instalada]
-Ise... Alégrate... lo has logrado... has llegado a este punto.
Omega y Himmel parecían felices, es más... Ddraig pareció soltar una risa más que sonora.
[Hijo de Lucifer. Abuelo del Hakuryuukou Vali Lucifer. Siéntete honrado, serás el primer invitado]
-¿De qué...? – Rizevim no entendió, hasta que...
-Ise... No, todos... cantemos juntos. Ddraig, ¿Estás listo?
[Claro que sí Ophis... Tal cántico no es uno que puedas escuchar casualmente, definitivamente necesitas limpiarte los oídos demonio y escuchar con tu corazón. Si necesitas preguntar por qué, es porque este es un canto único que ha creado el mismo Dragon God.]
-Si... cantemos... todos... Mostremos quienes somos...
A esas palabras, nadie esperó lo que vio... como la armadura se restauró y las marcas de Skeith aparecieron al mismo tiempo en esta, además de las llamas que salían de la armadura, parecían estar vivas... Y en eso, pasó... Ise, Ddraig y Himmel hablaron al mismo tiempo...
El Dragón Rojo Carmesí que habita dentro de nosotros, despierta de tu dominio.
Un resplandor carmesí fue emitido desde la gema en el guante derecho... tanto, que parecía ser una llama misma.
Y tanto Skeith, Omega y Ophis, dijeron las siguientes líneas.
[El Dragón Celestial Carmesí que poseemos dentro de nosotros, levántate para convertirte en el Rey Supremo que ruge al Cielo.]
La gema en el guantelete izquierdo desató un aura de color negro azabache, tan intensa, como la oscuridad del mismo Universo. Pero no terminaron...
[El Dios Negro azabache en la infinita oscuridad]
Un aura carmesí envolvió todo el cuerpo, mostrando que la armadura estaba cambiando... ganando un color más rojo....
El glorioso Dios Rojo en los sueños luminosos.
Un aura de color negro azabache estaba envuelta sobre él. Marcando ciertas zonas con ese color negro... Y todos hablaron al mismo tiempo....
[Velen por la existencia prohibida en la que nos convertiremos, la que trasciende los límites conocidos por los Dioses]
Y se vio como la armadura cambió... No solo ello, se vio como el color rojo estaba mezclado con el negro... que la armadura cambió hasta volverse la que uno llamaría, digna de un Dios. Las garras en manos y pies se vieron envueltos en los trozos del Zemurian de Homura, que estaba envolviendo esa intensa aura, creando unas poderosas garras y uñas tan filosas como lo fue la espada. Algo de estos trozos volaron y fueron a la cola de la armadura, la parte delgada se tornó negra, pero la punta se tornó dorada como las garras y uñas, parecía una punta de lanza de gran tamaño, que a su vez era como una espada, la cual se unió cuando la parte negra se retrajo a la espalda. Las alas se volvieron 4 además de que el color negro era una mezcla con el rojo de la armadura y equipados dentro de ellas había cañones. Las alas desprendían una mezcla de energía de ambos colores, además de que parecían brillar.
[¡Y estamos aquí para volvernos un Brillo Radiante en nuestro Cielo Eterno!]
Todos dijeron eso, al mismo tiempo que el Sekiryuutei agitó el mango de Homura, la cual estaba absorbiendo lo que quedaba de los trozos Zemurian en el ambiente, además de lo que quedaba de Red Queen y Ascalon se unieron a esta, creando una tachi con la empuñadura de color negro azabache y algunas partes doradas, la parte sin filo de un color plata y la parte de la hoja, era roja. La agitó con fuerza, cortando el techo del lugar sin miramientos.
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El sonido que retumbó de las gemas, el nuevo comando y los símbolos parecieron sacudir el mismo cielo, así como el símbolo del infinito apareció en las gemas.
[Supreme Dragon ∞ Drive]
El destello se volvió un pilar, que se hizo pedazos... que mostró al Sekiryuutei en una nueva armadura... una que era... como la de un ser que ha llegado a ser Supremo.
El silencio que reinó en el lugar, murió cuando el Sekiryuutei piso tierra, ya que la misma energía lo elevó en medio de la transformación. Y al hacerlo, este alzó la cara, los ojos verdes de este brillaron con intensidad...
-Ore tachi wa... Koko ni Iru... - agitó la espada, como mostrando que estaba listo para... - ¿Listos para el siguiente Round?
Habían sido testigos de algo que no pasaba hace más de 2000 años... el nacimiento de un mortal, que podía superar a los Dioses. Y el Sekiryuutei Supremo, lo iba a demostrar en esta batalla...
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