Ladon y Grimms en el Cielo
Tras saber que la batalla estaba por iniciar, todos los presentes sabían que debían de dividir tareas. Las 5 miembros de la Onda sabían que ellas serían la mejor alternativa contra el Grimm Wyvern ahí presente, quien mostraba estar muy ansioso para la lucha. Pero...
Fue Ladon quien con un grito de batalla, abrió la Dragon Gate, del cual salieron no uno ni dos, sino tres Dragones Malignos. Pero el que llamó más la atención de estos era su similitud, que estaban cubiertos en escamas negras. Uno soltó un fuerte rugido, incluso hizo temblar el aire a su alrededor. Saliendo del círculo mágico fue el dragón Grendel... o al menos algo muy similar a este. No... los tres eran idénticos a Grendel.
-¿¡Cómo...!?
-¿Cómo? Fueron fabricados con Grendel como el dragón de referencia, aunque todavía se están ajustando, se ven bastante bien, ¿no? Tuvieron que usar el código genético de los Grimms para poder hacer más de uno. Por eso son de ese color.
Rias no supo que responder a las palabras del dragón, quien miró a Cinder, la cual estaba en silencio. Pensando en su próximo paso.... Parece que deberá ser algo más astuto. Porque se ve que esta mujer no estaba dispuesta a cooperar. Su mente parece estar centrada en esa mujer, la Summer Maiden.
Pero por otro lado, en la cabeza de los miembros de DxD estaba una sola incógnita. ¿Su tecnología ya ha alcanzado un nivel tal que pueden reproducir varios de Grendel? Sin embargo, podían ver que estos tres Grendel no tienen la conciencia del Grendel real. No se puede sentir absolutamente nada de ellos, excepto Ladon, que está parado detrás de ellos. ... Debido a que había 4 legendarios dragones malvados como sus oponentes, todos solo podían detenerse y mirar con la respiración contenida.
-OK... Esto pone la situación en un tono muy negro... - Starlight notaba como Cinder buscaba la oportunidad para atacarla. - ¿Algún plan oh gran héroe?
Ignorando la burla de su compañera, Cao Cao sabía que debía de hacer.
-Simple... Rean Schawzer y yo nos haremos cargo de Ladon. Tú hazte cargo de esa loca que deseas ver muerta.
-Oye... ¿Quién te volvió líder? – Raynare miró al humano con algo de molestia. Pero este...
-No es así... Sólo sé que todos ustedes se las saben arreglar solos. Por algo son fuertes, ¿No?
Nadie dijo nada ante sus palabras. No porque no fueran ciertas, porque no confiaban en su totalidad en este sujeto que fue su enemigo. Pero... No había mucha alternativa.
-... Dejen a los Dragones que son como Grendel a nosotros. – Ravel dio unos pasos al frente. – Es más, no sería mala idea dejar que cada uno haga lo que mejor sabe hacer.
-OH si.... Sabía que me iba a gustar ese plan. – Aki soltó los Fangs en sus armas, para dejar que vayan de modo libre por el campo. – Es el momento de acabar con unas plagas.
Dicho eso, todos los jóvenes se dispersaron, sabiendo que lo mejor era dejar el objetivo gigante a quienes saben... los pueden hacer pedazos.
Y fue en ese momento, que Cinder fue donde Starlight, quien sonrió al ver que todo iba a pedir de boca. Rean y Cao Cao fueron contra Ladon, quien sonrió al ver que estaba lista el área para la lucha.
Ambas Maidens chocaron sus auras mágicas en lo que fueron ráfagas de fuego y agua. El choque bastó para que los demás sepan que en esa batalla, no pintan nada. Cinder concentró fuego y viento alrededor de ella para poder impulsarse y atacar como si no hubiera un mañana. Mientras que Starlight centró electricidad en sus manos, haciendo que varios rayos caigan alrededor de ella, para evitar el avance de su enemiga. Quien se detuvo al verse cerca de dicho ataque.
Starlight centró electricidad en la punta de su báculo y lo lanzó como si fuera una esfera de plasma. Algo que Cinder vio. Centró viento en la palma de su oscura mano Grimm para lanzarlo hacia la esfera, logrando cambiar su trayectoria, haciendo que el ataque vaya hacia donde sea en este campo tan oscuro.
-Wow... se nota que en verdad estas ansiosa Cindy.
-... Si. Porque al fin tomaré lo que es mío.
-Ese ego... ¿No pasó que fallaste en hacerte de la Winter Maiden? – Starlight sonrió al ver la rabia en los ojos de Cinder. – Bingo. ¿En verdad crees poder conmigo? Tengo una vida de experiencia.
-Una que acabará hoy.
Ambas mujeres se vieron enfrascadas en una batalla de lo que pueden llamar, los elementos chocando una y otra vez. Solo que estos cambiaban o apoyaban en lo que podían el ataque de cada una. Era un espectáculo digno de verse, incluso para los que estaban viendo todo de lejos.
-¡NYA! ¡Esa bola de plasma casi me da! – Kuroka esquivó las garras de unos Dragones Malignos para luego destrozarlos con sus garras.
-Eso demuestra del enorme poder de las Maidens. – Ravel concentró llamas en sus manos y creó un muro de fuego alrededor de ella y de su amiga, impidiendo que esas cosas avancen un poco más para poder hacerlos pedazos. - ¡Ahora!
Del suelo, emergieron lo que parecieron ser tentáculos oscuros... el lugar al ser una donde la oscuridad parece reinar, se veía como el poder de Balor en Gasper era mejor. El Dios Maligno, o ex Dios, aprovechaba la situación para hundir a los Dragones en esa oscuridad perpetua. Era como... un juego para él.
-¡Bah! ¡Son números nada más! – Balor creó con su mano unas bestias oscuras para atacar. - ¡Ahora!
Mientras las bestias luchaban con los Grimms ahí presentes, se vio como Rossweisse lanzó varias ráfagas de magia, de paso usando la cadena que tenía consigo para lanzar y dejar hechizos. Era atacar o dejar trampas... algo que a ella se le daba de maravilla gracias a la nueva versatilidad que poseía en estos momentos.
Y no iba sola... Kurama saltó sobre varios Grimms para degollarlos con sus colmillos, pero los que parecían no atacarlo eran... los Grimms Wolfos. ¿Por qué...? Se vio como el lobo les gruñó, como tratando de comunicarse con ellos, por más ridículo que suene. Pero... Estos devolvieron el gruñido. Como entendiendo algo...
Los que estaban cerca de eso, vieron como Kurama ladró varias veces al que parecía ser el líder de esa manada de esa clase de Grimms. El lobo parecía decir algo, pero el líder de estos... no daba su brazo a torcer.
Casi parecía ser como cuando las manadas eligen a un nuevo líder. Y Rossweisse veía como Kurama caminaba alrededor del Grimm, para estar listo. Mientras los demás Grimms Wolfos veían eso.
-¡Dejemos que Kurama se haga cargo de esto! – Rossweisse sabía que su amigo parecía haber sentido algo. - ¡Demos apoyo a los demás!
Los demás asintieron, Gasper creó lo que pareció ser una bestia enorme para que puedan montar. Lo que los llevaría a otra zona de la batalla. Mientras que Kurama aumentó su tamaño, listo para atacar.
-¡Retrocede y vives! – Ladró, esperando que al menos el instinto animal de esa cosa entienda. Solo que...
Ver al Wolfo líder aumentar su propio tamaño, solo hizo que el lobo supiera que... no había otra salida. Debe de pelear. Y en eso, ambos animales se lanzaron contra el otro en busca de la supremacía. Y al mismo tiempo, en busca del liderazgo de una jauría, que veía todo... sin mirar o importarles las demás batallas. Iba a ser intenso...
En otro lado de la batalla, teníamos a Tres clones de Grendel... Los dragones parecían buscar lo que era... la oportunidad de clavar sus garras en quienes tenían en frente. Pero lo que no esperaban, era que los Fangs de Aki lanzaran varias ráfagas alrededor de ellos, para poder evitar que se muevan demasiado. Debían de tenerlos juntos o el campo de batalla se verá sumido en el caos.
-¡Yuuto, usa tu velocidad para acercarte a ellos!
Kiba asintió a las palabras de su ama. Sacó a Gramm, la espada brilló, como sintiendo la presencia de un dragón cerca. Eso hizo que su aura agresiva crezca en gran medida. Algo que le dio al muchacho un fastidio en el pecho. Maldita sea...
Decidió ignorar esa sensación, para poder moverse a toda velocidad hacia los tres dragones. Donde uno de ellos, lanzó una llamarada gigante para eliminar al demonio. Pero este lo sintió gracias a su X-Pulse. Saltó hacia un costado, esperando esquivar el daño mayor. Agitó la espada, haciendo que la onda del aura de esta, se deshaga de las llamas. Eso le dio a Koneko, quien estaba en su modo Nekomata 2 en dar un golpe al dragón que tenía más cerca. Se vio que el daño que recibió era... presente.
-¡No son tan duros como el Grendel real! – Kaori lanzó su ataque con una espada que estaba envuelta en electricidad, además de tener en su punta, lo que parecía ser una pequeña guadaña para dar mejor los cortes.
El corte dio en el abdomen de uno de los Grendel, pero este tomó la espada con una de sus manos, a pesar de que esta estaba clavada en su abdomen. Alzó la mano para poder darle un golpe a la chica, pero una ráfaga del poder de la Destrucción le dio de lleno en dicho brazo, destruyéndolo. Dándole a Kaori, la oportunidad de escapar.
-¡Pero soportan bien el dolor! – En eso, Rias vio como el brazo del monstruo se regeneró. – Y puede hacer eso...
-No será una batalla sencilla, por lo que veo. – Kiba sabía que estaban en una clara desventaja. Pero al menos... no tienen que hacer frente a esa cosa que ellas si...
Ya que, en otro lado del campo, las 5 miembros de la Onda, estaban luchando contra el Grimms Wyvern, listas para dar todo lo que tienen. En medio del aire, fueron Akeno y Raynare quienes lanzaron las primeras ráfagas hacia el Grimm. El Trueno Sacro con la ráfaga de fuego y agua fueron en conjunto hacia la bestia, quien abrió la boca y lanzó lo que parecía ser un rayo de luz pura.
Aún con el ataque combinado, ambas chicas sintieron como en poder puro, esa cosa era muy superior a ellas. Optaron por cortar lo que era una lucha que no iban a ganar, para poder moverse a un lado en el aire. Eso bastó para que en el suelo, Fay cree varias plataformas mágicas, dejando que Sunset y Ayane las usen como puntos de apoyo.
El Grimm Wyvern lanzó su cola como si fuera un escorpión para clavárselas a las chicas. Pero ellas eran más rápidas. Una por el viento que la envuelve y la otra por su velocidad natural tras años de intenso entrenamiento. Sunset lanzó unas cuchillas de viento, mientras que Ayane lanzó lo que eran ráfagas de su aura como si fueran láseres. El impacto de ambos ataques en el pecho de la bestia... ni lo movió. OK, eso no era bueno...
El rugido de la bestia fue tal que ambas chicas parecieron sentir que un terremoto se hacía presente. Para suerte de ellas, antes que esa cosa pueda hacerles algo, Fay uso la magia de transporte, que le es más fácil de usar en esta forma, para sacar a sus amigas de ahí.
-Uff. Gracias Fay. La vi negra... - Ayane no puede creer lo cerca que estuvieron de...
En eso, el Grimm alzó vuelo, mostrando que estaba dispuesto a llevar esta batalla a zonas más... intensas. Akeno y Ray se vieron las caras, saben que ellas deben de ser las que deben de atacar con mayor intensidad al ser las que pueden volar. Pero.... Al mismo tiempo, saben que la batalla no será fácil. Más al ver como el Grimm lanzó un rayo de la boca, haciendo que las 5 se separen para evitar que el ataque les de.
-¿Cómo es que Ise pudo hacerle frente a esa cosa sólo? – Akeno sintió el sudor recorrer su cuello. – Esa cosa es un monstruo.
-Significa que ustedes deben de ser superiores a eso. – La voz de Innis, hizo que las 5 chicas sepan que... - Para vencer esa cosa... deben de ir más allá de lo que son ahora. Deben de empezar a tocar ese terreno prohibido... Si quieren ganar.
Y lo sabían... debían de superar... los límites de su propia raza.
Volviendo a lo que era la batalla más importante de todas las que pasaban en este lugar... Cao Cao y Rean luchaban contra Ladon, quien estaba muy feliz por alguna razón.
-Nunca imaginé que me encontraría con el dueño de la lanza sagrada... parece que realmente soy muy afortunado de haber sido revivido, puedo ver algo de la leyenda frente a mí. Además... - Pasó a ver a Rean, quien estaba a una distancia segura. – Ver a uno de los que se dicen, es de los humanos más poderosos que han pisado este mundo. Si... Tengo mucha suerte. Más al tenerlos como mis oponentes.
-Pues es algo que no presumirás una vez mueras.
Cao Cao le lanzó al dragón una ráfaga de luz de su lanza, pero este lo bloqueó creando una barrera en frente de él. Pero ese momento fue aprovechado por Rean, para lanzarse al ataque con su tachi, la cual estaba envuelta en llamas. Pero Ladon no era tonto, era muy astuto. Creó lo que era una burbuja alrededor de los brazos de Rean para hacer que su espada no pueda tener contacto con él. Algo que sorprendió a los dos humanos.
Ladon le dio un golpe a Rean con su garra, haciendo que este retroceda, aún con esa maldita burbuja en sus brazos.
-He investigado de ti, Ogro Carmesí. Y nuestra última pelea me ha dado mucho en que pensar. Ya me doy una idea de como evitar que uses esa espada contra mí. Sin ella... limito muchos de tus ataques.
-Quizás... Pero no todos.
Con un giro rápido, Rean dio un salto para dar una patada en la mandíbula del dragón, quien no se esperó eso último. Pero lo que vino después, fue el ver como Cao Cao usaba una de las habilidades de su Balance Breaker, para alzar al dragón.
-¿¡Que diablos...!?
-Hatsutei Ratana. Espero que te guste estar en el aire.
Ladon se vio alzado por ese orbe que lo acababa de tocar. Con que este es uno de los 7 tesoros de los que oyó. Muy bien. Esto hace que la lucha sea más interesante. Creó una barrera alrededor de él, sumando que estaba poniendo unos círculos mágicos. Cao Cao los reconoció... magia de gravedad.
Y eso hizo que la barrera que ahora envolvía al dragón caiga al suelo como si fuera un trozo de plomo. La caída fue con tal fuerza, que hizo que ambos guerreros retrocedan para evitar verse afectados por la onda de impacto. No sólo ello, Rean logró aplicar energía en sus manos para destrozar la barrera que las tenía retenidas. Las llamas que estaban en sus manos, bastó para ello. Canalizó las llamas en la hoja de su espada y la lanzó hacia el dragón, como si fuera una ráfaga de cuchillas. Las cuales impactaron en el cuerpo del dragón, pero no le hizo mayor daño... había creado una barrera muy delgada alrededor de él.
-¿Ha aprendido a hacernos frente? No... Se ha he hecho más fuerte.
-Jejeje. ¿En verdad pensaron que me la pasaría tanto tiempo sin mejorar? No soy como Grendel. El idiota ese se confió con ustedes. No mejoró... y por eso lo derrotaron. Yo... no soy así. – Pero miró la lanza de Cao Cao. – Aunque... soy muy consciente de que nada puedo hacer ante la luz de esa lanza.
-¿Y que planeas en verdad?
EL dragón sonrió a las palabras de Cao Cao. Sabía que esa lanza es un problema... solo si está en las manos de su dueño, por lo que... Creó una barrera alrededor de Cao Cao y Rean, creando lo que era una zona de suma gravedad. Algo que llevó al humano portador de la Santa Lanza al suelo. Mientras que Rean soportó el peso gracias a su entrenamiento nato. Aun así...
-Eso... ¿Crees que no sé que un arma solo sirve cuando está en las manos de su dueño? Es algo que es conocimiento común. Es más, ¿Esperaron que juegue limpio?
Ok... Si, tal vez pecaron de crédulos. Cao Cao se apoyó en su lanza, la cual brilló para soltar lo que pareció ser un pulso de luz desde su hoja, creando la fuerza suficiente para disipar esa barrera alrededor de ellos.
-... Necesito más información para derrotarlo. – Cao Cao sabía que puede ganar. Pero... no sabe de las capacidades actuales de Ladon. Por lo que...
-Entonces haremos que nos las muestre a la mala. – la tachi de Rean se vio envuelta en fuego puro. Lo que hizo que el dragón lo vea con curiosidad. – Tal vez tengas tus métodos Ladon... pero los trucos tienen un límite. Y haremos que llegues a este.
-¿Así...? Veamos si eso pasa.
Ambos humanos sabían que para derrotar a este dragón, en vez de pura fuerza bruta, necesitan pelear con más inteligencia y mucha técnica. Si logran tener su cuerpo en un solo lugar y descubierto, saben que... pueden ganar.
Ladon volvió a crear sus barreras, solo que esta vez en la tierra, elevándolas para cortar el relieve, impidiendo que sus dos oponentes puedan correr o moverse con la libertad inicial. Ok... Esto si puede complicar un poco las cosas.
-... ¿Tienes un modo de ganar?
-Uno... Pero necesito que este en su lugar.
Rean meditó las palabras de Cao Cao. Ladon no era un oponente sencillo. Su técnica era superior al de varios oponentes que han enfrentado. En vez de hacer el trabajo de destruir a uno, quiere hacer que uno se canse y se frustre con sus tácticas, que en verdad llega a ser cansado. Por lo que... Muy bien. Parece que deberá de usar algo más. A veces, mostrar el poder absoluto, es lo que uno necesita para destruir la confianza de un oponente.
-Te daré la oportunidad. – Rean preparó su arma. – Asegúrate de aprovecharla.
Cao Cao miraba al maestro de su rival. Notaba la frialdad en sus pensamientos en medio del combate. Como analizaba todo... hasta lo más inusual. Y su modo de mostrar su presencia era como la de él... Igual de molesta. Pero igual de intensa. Porque te hacía ver que ante él... su presencia no era nada. El carisma que tenía, era opacado como una nube que tapa el sol. Así se sentía....
Sonrió al ver que... este hombre era el ejemplo de lo que un humano puede lograr con su mente puesta en un camino... correcto.
...
Por el otro lado del campo, Kurama luchaba contra el Grimm Wolfo líder que tenía en frente. Ambos animales, porque eso eran en una base, no atacaban con magia o con habilidades sobrenaturales... eran las garras y los colmillos lo que pesaba en esta lucha.
Era el instinto salvaje de ambos contendientes, sus deseos de superar al otro, lo que hacía que esto sea casi... un ritual. Uno que los Grimms parecían entender. Eran seres de instintos, muy primitivos, más que los mismos animales. Por lo que... Kurama al ser uno, a pesar de su alto intelecto, era perfecto para hacer frente a este grupo de seres que son como él en algo. Lobos.
Kurama se lanzó al cuello del Grimm, logrando tomarlo apenas, pero este giró en el suelo para tratar de quitarse al lobo de encima, haciendo que este poco a poco se mueva de un modo que no esperarían. Era como si vieras a dos bestias tratar de matarse a mordiscos. Los colmillos de ambos muy visibles, sus garras dando golpes en sus cuerpos... Era una pelea entre animales buscando la supremacía. Nada más. Y lo que se vio con más intensidad, era al Grimm luchando para quitarse a Kurama de encima.
Pero el lobo era muy inteligente. Había entrenado con otros lobos en estos meses, la lucha de este estilo, era algo normal para él. Primero fue un juego. Luego fue algo más serio. Por lo que solo necesitaba moverse un poco para hallar su centro de gravedad en medio de esta pelea. Si la tiene, no poder perder la pelea.
Ayudó mucho que Kurama lograba patear al Grimm cuando este lograba ponerse encima de él. Mordió una de las garras de este, al ser un animal que parecía ser más antropomórfico, el Grimm tenía más medios de atacar. Sentir la garra de este en su cara, no le agradó mucho. Más al sentir la sangre salir de su mejilla.
Más en un ataque de rabia, que por cabeza fría, Kurama se lanzó al ataque. Trataba de hacerse con el cuello de su oponente, pero era difícil. Más al ver que... ese Grimm quería cansarlo... No, quería atraparlo cuando este en un punto más vulnerable.
Y eso no era algo que él vaya a aceptar. Para nada... Meditó bien sus pasos a seguir. Atacar como un animal sin pensamiento, no era la solución. Él era listo... debe de hacerse con una apertura. Una que le daría la victoria.
Kurama pateó al Grimm para quitárselo de encima, se puso de pie... notó que veía rojo en su lado izquierdo. Genial... debe de hacerle dado encima del párpado. Pero eso no lo detendrá. EL Grimm notó como Kurama caminó un poco, de seguro en un intento de rodearlo, para luego... lanzarse hacia este.
Fue un movimiento predecible, eso fue lo que pasó por la mente del Grimm. Viendo al pequeño lobo correr hacia él, solo hizo que alce su garra para poder clavársela en el cráneo. Pero... lo que no esperó, fue ver al lobo lanzarse al suelo y rodar, esquivando el ataque que parecía acabar con el combate. No... Fue el giro, la inercia y el movimiento rápido de las patas de Kurama, lo que le hicieron dar un salto rápido y preciso al cuello del Grimm Wolfo.
Los colmillos se clavaron en la yugular del Grimm, con tal facilidad, que hasta daba miedo el imaginar el poder de estos. El Grimm trató de alzar sus garras para quitarse a Kurama de encima... o de herirlo. Pero es como todo ser natural sabe... cuando un cazador atrapa la yugular, la sentencia de muerte es clara. No había salida. Y Kurama no tardó en acabar con esto. Puede ser un ser oscuro, pero no es cruel para alargar su agonía. Movió su cuello a un lado, para hacer que su cabeza, junto con sus colmillos destrocen el cuello del Grimm. El cual murió en ese mismo instante.
Y Kurama lo supo... más al ver como el cuerpo de este se hizo cenizas. No quedó nada de su oponente. Solo las marcas que dejó en su cuerpo, las heridas. Y cuando se preparó para ir a otro lado del campo de batalla... el gruñido de los otros Grimms Wolfos lo detuvo. Estos se le acercaron. Como queriendo vengar a su líder. Pero el gruñido de Kurama los detuvo... no, los puso bajo su yugo con esta simple acción.
Por lo que no esperó ver como toda la jauría parecía... casi postrarse ante él. Como aceptándolo como nuevo líder. Como su nuevo alfa. Y Kurama sabía que eso era raro de ver. Dio una orden. La primera que se le ocurrió... y estos obedecieron. Los Grimms voltearon y vieron a los demás Grimms, los que eran como elefantes y se lanzaron sobre este. Atacándolo, destrozándolo como una presa más. Y eso le dio a Kurama una idea. Puede ser ortodoxo... pero le servirá. Dio un aullido, como mostrando que él era el líder y que deben de seguirlo. Algo que los otros Grimms Wolfos siguieron.
Ese era el instinto de estos seres, seguir a un líder... un alfa. Y Kurama se había vuelto el alfa de esta enorme jauría. Y pensaba usarla para ayudar a sus amigos.
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Volviendo con los que eran los clones de Grendel, Rias y su sequito entero, así como Ravel y Kuroka, trataban de tener a esas cosas en su lugar. Aki estaba logrando eso, pero la misma chica ya estaba sintiendo el cansancio de estar lanzando una y otra vez ráfagas de energía para que esas cosas estén en su lugar.
Kiba no sólo trataba de usar a Gramm para dañar el cuerpo de esas cosas, los cuales no importaba el daño que reciban, se regeneran como una estrella de mar, no referencia intentada. El Knght veía como Gasper trataba de tener alejados a los Grimms y los dragones malignos que tenían cerca con las bestias de oscuridad, pero no era fácil. Se veía que su amigo daba todo de sí para lograr superar lo que era una batalla donde la ventaja numérica no era de ellos.
-¡A este paso perderemos terreno! – Kaori cortó a uno de los dragones con su arma, cambiando en medio del giro a un maso de gran tamaño para golpear el suelo y crear una onda de sonido que mandó a varios enemigos lejos de ellos. - ¡Buchou no podemos con tantos enemigos!
Rias agitó sus dagas y las lanzó hacia los Grendel que tenía cerca. Pero este agitó su cola, logrando hacerla perder el equilibrio y mandarla hacia atrás. Usó sus alas para mantener su equilibrio, solo para ver que los enemigos se acercaban a ellos. OK... Nuevo plan... necesita un nuevo plan.
Vio como Ravel trataba de tener a esas cosas en línea con Rossweisse y Kuroka. Pero sabían que estaban limitados. Estaban en desventaja. Quizás deba de intentar eso... pero sabe que se quedará sin energía.... Además de que... Ugh... Odia estas cosas.
Pero antes que pueda decir algo, escuchó no uno ni dos... sino varios aullidos. Estos fueron tan fuertes que muchos pasaron a ver donde venían. Y la sorpresa de ver a Kurama, enfrente de la jauría de Grimms Wolfos, los cuales parecían seguir a su nuevo líder, era... impactante.
-¿¡Kurama!? – Rossweisse no creía lo que veía. Acaso... - ¿¡Que hacen esos Grimms contigo!?
Pero el lobo solo dio un aullido, como dando la orden a su nueva jauría. Y estos no tardaron en obedecer. Se lanzaron hacia los Grimms y dragones malignos que estaban cerca, logrando cortar su avance y aferrarse a ellos como sanguijuelas.
-¿¡Le hicieron caso!? – Kuroka vio a Kurama posarse al lado de ella, como sabiendo que debe de hacer. - ¿¡Que hiciste para tenerlo bajo tu mando!? – el lobo pareció casi sonreír ante la cara de incredulidad de la Nekomata, quien parecía molesta ante la actitud del lobo. – Te pareces más a Ise nya...
Ravel por su lado, vio como los Grimms Wolfos, que eran la gran mayoría de los Grimms presentes en la zona, ahora estaban contra los que eran sus aliados... la hizo sonreír. Un nuevo plan yendo a su mente. Sonrió casi como una maniática, haciendo que sus dos amigas la vean con algo de miedo.
-¡Idea! – Ok... veamos que tiene en mente la muchacha.
Mientras que eso pasaba, el grupo Gremory había logrado olvidarse en algo de los otros Grimms y los Dragones malvados. Los Grimms Wolfos se habían vuelto su nuevo apoyo, para sorpresa de ellos. Kurama los había sorprendido de nuevo. Por lo que...
-¡Acabemos con esas cosas! ¡No podemos perder más tiempo aquí!
La orden de Rias fue muy clara, todos sus siervos se lanzaron al ataque contra los clones de Grendel, quienes lanzaron ráfagas de fuego hacia ellos. Pero Kiba creó lo que parecía ser una onda de energía con Gramm. No sólo ello, clavó la espada santa que había creado, para luego crear sus caballeros dragonicos. Los cuales tomaron espadas que eran... las otras espadas demoniacas que el muchacho tenía en su posesión.
-Hora de usar el estilo de Sigfrido... a mi manera. – Cerró los ojos. Sintió como su mente lograba enlazarse con las armaduras. Había notado algo al ser un X-Rounder... que sus armaduras, también pueden esquivar el peligro.
Y las 4 armaduras con las espadas fueron contra uno de los Grendels, actuando como una clase de señuelo. Pero lo que el muchacho no esperó, fue ver a los Grimms Wolfos lanzarse hacia el cuello de la bestia e inmovilizarla con sus garras y colmillos. El muchacho vio eso con confusión... raro ver a esas cosas y que te ayuden.
-¡Kiba-san! – Ravel llegó al lado del muchacho, notando algo... - ¡Es parte de mi plan!
-¿Qué es...? – la chica sonrió al ver que los otros dos Grendel estaban recibiendo la misma dosis.
-Kurama le ordenó a los Grimms Wolfos que obedezcan nuestras órdenes. Ahora tenemos bajo nuestro mando un pequeño ejército.
Oh. Eso suena bien... Kiba notó como los Grimms Wolfos eran seres de instinto, que sólo siguen a su Alfa. Y al ser este Kurama, les importa poco si es otro Grimm su enemigo. Lucharán si él lo ordena.
Muy bien... Kiba vio que Gasper ordenó a los Wolfos en atacar con sus bestias de oscuridad... parece que su afinidad con estos seres es... alta. Cosas que uno aprende. Muy bien... Tienen aún mucho que hacer.
Kuroka se unió a él y Ravel, para atacar al Grendel que estaba quitándose a los Grimms como si fueran unas moscas... o unas abejas, como sea.... La Nekomata concentró energía en sus manos, el Senjutsu, para lanzarlo hacia el dragón. La energía se clavó en este, como si fueran finas agujas, que penetraron su gruesa piel. Pero no tocó a los Grimms Wolfos...
-¿Qué? Son aliados ahora. No soy cruel para matarlos al ver que nos ayudan.
... Tenía un buen corazón. Tras ese aire juguetón. Kiba y Ravel sabían que era la oportunidad. La chica ordenó a los Wolfos en alejarse de Grendel, mientras que Kiba ordenaba a sus caballeros en atacar. Era la oportunidad perfecta de hacerlo.
Los otros Grendels, estaban sufriendo el mismo destino. Rossweisse lanzó sus cadenas para aprisionar al que ella estaba enfrentando con Gasper y Kaori. La Pawn optó por saltar y darle a la cabeza del dragón una buena dosis de golpes con su arma similar a un báculo que parecía un mazo medieval que dejaba salir pequeñas explosiones con cada golpe, al mismo tiempo que Kurama le lanzaba ráfagas de magia al cuerpo del dragón, logrando hacer que este retroceda, ya que a pesar de sus intentos de atacar... no podía hacer mucho. El ataque era... ametrallador.
SI no pueden ganar usando poder puro, deben de hacerlo usando todo lo demás... la estrategia. El uso de la inteligencia para ganar... estaban usando la estrategia más básica para poder superar a este monstruo. Y Rias lo podía ver...
A su lado, con Kurama, el nuevo líder de estos Grimms Lobos, con Aki, quien disparaba al Grendel frente a ella con sus armas, logrando hacerle huecos en su cuerpo además de que daba apoyo a los demás por la capacidad autónoma de los Fangs. No sólo ello, se vio como poco a poco estaban juntando a los tres Grendels en un solo lugar.
Al ver ello, Rias retrocedió varios metros y canalizó tanto la luz de la Armonía como el poder de la Destrucción en sus manos para crear la espada que había tratado de perfeccionar estas semanas. Tuvo una apariencia más parecía a lo que era una espada medieval, solo que aún era un poco ancha. Muestra de que la mezcla de energía aún no era... ideal. Pero iba a bastar para lo que iba a hacer...
Se puso en posición, canalizó todo el poder que tenía... y a su orden, que fue un grito bien claro para todos, soltó toda la energía que estaba en la espada de un solo tajo. Uno que liberó lo que era como un tornado de poder puro que se separó en varios tornados más pequeños.
El ataque, parecía ser inteligente o saber que atacar, porque no tocó a ninguno de los siervos y amigos de Rias. Tampoco tocó a los Grimms Wolfos, los cuales retrocedieron por órdenes de Kurama y por puro instinto. Sentían que el ataque era peligroso.... Y todos vieron porque lo era.
Los tornados hechos por el poder de la Destrucción y de la luz de la Armonía atraparon a los tres Grendels en lo que parecía ser un baile. Atacaban y retrocedían... era extraño. Pero uno atrapó a un Grendel y lo empezó a hacer pedazos. Este lanzó llamas al tornado, en un ataque muy instintivo... inútil. Porque las llamas se extendieron sobre esos tornados hechos de energía y aumentaron su peligrosidad, la cual ya de por sí, era alta.
Se vio como los tres Grendels se vieron hechos trizas, uno a uno. Nada pudieron hacer... ni el poder regenerativo en sus cuerpos los salvó de la destrucción de ese ataque. Un ataque que parece seguir mientras.... El objetivo siga con vida.
Rias cayó de rodillas. Sangre saliendo de su nariz... viendo lo que estaba pasando. El ataque que creó de casualidad cuando peleó con Twilight en el imperio de Cristal... Lo logró repetir. Y vaya que era un espectáculo visual... dejó de lado el cansancio que sentía y que estaba sin energía... ver como los tres Grendels eran polvo ahora... le bastaba.
Vio a sus amigos sonreír al notar que lo habían logrado... Ahora solo quedaban menos enemigos de que hacerse cargo.
-Aún quedan unos Grimms y Evil Dragons...
-Pero no son nada si los comparamos con los Grendels. – Rias miró a Koneko, para luego lanzarle lo que ella tenía. Una gema de color verde muy familiar. – Ve... Sella a Ladon...
-A la orden Buchou.
La Nekomata salió corriendo en dirección donde pasaba la batalla contra Ladon. Con eso ya dicho, la pelirroja se puso de pie... al lado de ella, sus siervos, amigos... y los Grimms Wolfos. Wow... vaya modo de acabar el día.
-Muy bien... ¿Quién sigue?
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Por su lado, Starlight esquivó las flamas de Cinder, quien ya estaba mostrando poca paciencia. Los ataques de la mujer cada vez eran más intensos, al mismo tiempo que Starlight solo estaba en una posición defensiva. Usando su magia solo cuando debe... y como se debe. Esperando la oportunidad clara para atacar y acabar con esta batalla.
Pero se detuvo en su pensar, cuando vio como Cinder pasó a ver que...
-¿¡Cómo es posible!? – Ver como los Grimms Wolfos ahora ayudaban a esos mocosos, la sacó de sus casillas. - ¡Deberían de atacarlos!
Starlight vio lo que pasaba y... no pudo evitar reír. Al parecer, es como Cao Cao le dijo. Esos chicos tienen un modo muy interesante de hacer las cosas. Es más, cree que es lo que puede llamar un milagro. Que los Grimms hagan algo que vaya contra lo que fueron creados.
-Jajaja. Parece que tus mascotas no son tan leales como creíste Cindy. – Starlight creó una llama en su mano. – Parece que la presencia de ese lobo cachorro, es fundamental. Tal vez... ese sea el Joker del grupo Gremory. Porque saca una sorpresa tras otra.
Y a Cinder, esas palabras no le gustaron nada. No puede creer que esos mocosos, una y otra vez, sacaban una que otra sorpresa para hacerse de un arma nueva para poder salir de las situaciones en las que estaban. Ya que... lo de Euclid... lo de Grendel.... ¿Cómo lo hacían? Era como si algo más los ayudara... No, como si en momentos de suma relevancia lograran sacar más de sus talentos ocultos.
-... Admito que eso no me lo esperaba. El ver a esos niños ser más fuertes con cada combate. – Cinder sonrió de un modo retorcido, algo que a Starlight no le gustaba nada. – Creo que le deberé de decir a Salem... que los Wolfos ya no son necesario de crear. Porque si ese lobo es capaz de hacer eso y más... solo perderemos recursos y tiempo.
-... En verdad crees que con eso, ¿puedes cambiar las cosas? Tu ama no es absoluta. Y tú menos, Cinder. – Starlight sabía del ego de esta mujer, pero que llegara a este punto... - ¿Crees que el poder que tenemos es tuyo por derecho? ¿Por qué crees una idea tan absurda?
-Porque es todo lo que sé. Todo por lo que he vivido. Desde el día uno... es todo lo que he hecho. Y nada de eso va a cambiar... Nada. – Ver a Cinder empezar todo su poder como la Fall Maiden, solo hizo que Starlight haga lo mismo. – Ni tú... ni nadie.
Ambas mujeres se lanzaron contra la otra en un choque donde los elementos de la naturaleza chocaron de un modo que casi parecían vivos. Solo que ahora, las mujeres se habían vuelto solo... unos medios para expresar el poder de estos. Ni más ni menos.
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La pelea de las 5 miembros de la Onda contra el Grimm Wyvern, se había tornado algo... extraña. El Grimm pareció sentir que su control sobre los Grimms Wolfos de la zona, se había ido... Eso no era algo que pueda creer. Pero era en medio de esa confusión, que Akeno y Sunset atacaron con sus respectivos poderes, haciendo que la bestia se tambalee en medio del aire.
Ayane, usando su buen control en su energía, dio varios saltos en las plataformas que creaba para luego saltar sobre la cabeza de esa cosa y darle una patada con tal fuerza que mandó a la bestia al suelo... al menos ese era el plan. Porque Fay le lanzó una onda de magia conjunta en todo lo que sabía, para hacer que la bestia reciba lo que era una lluvia de ráfagas mágicas de muchos colores.
No feliz con ello, Ray le lanzó una lanza cargada en las llamas del poder de Gorre, lo que se clavó justo en el abdomen del Grimm, quien al sentir el ardor en su herida, soltó un rugido de dolor. Pero eso bastó para que abra la boca y lance ráfagas contantes de energía de esta hacia las chicas, sin importarle a que darle. Sean enemigos o aliados... El Grimm mostraba una clara desesperación.
-¡Es más débil que el que Ise hizo frente! – el razonamiento de Sunset le dio a las chicas una idea de como acabar esto de un modo más rápido. Es más... - ¡Podemos acabar esto ahora!
-¿Cómo...? ¡Esa cosa es peor que un resfriado mal curado! – Raynare sabía que para acabar con esa cosa deben de... - Un minuto...
-Parece que es nuestra única alternativa.
-Pero.... ¿Podremos hacerlo...? – Ayane miró a Fay, quien estaba muy nerviosa... mostrando que claramente, no estaba tan segura de lo que estaban por hacer.
-Oh vamos... ¿Se van a poner a dudar ahora?
-Si. Pueden hacerlo. Estamos con ustedes. Superar sus límites no es algo nuevo para ustedes.
-Sin contar que... tienen una razón para esto, ¿No?
-Además... ¿Quieren dejarle a ese chico toda la diversión?
Las voces de Magus, Fidchell, Bule y Red Gorre, así como la de Macha, pareció en algo apaciguar lo que estaba pasando por la mente de las chicas.
-¡Vamos! ¡Demostrémosle a esta bestia sin cerebro lo que las Fases de la Onda puede hacer! – Innis dio lo que era el último impulso.
-... Muy bien... ¡Acabemos con esto ahora!
A las palabras de Akeno, las chicas se lanzaron al ataque. Sabiendo que estaban de seguro en las últimas de sus fuerzas, debían de aprovecharlas... Con todo lo que tenían. Se centraron en sus emociones, en eso que las hacía únicas y lo que las unió a estos seres en primer lugar.
Y al hacerlo, se vio como las marcas en sus cuerpos, signos de sus poderes únicos, se hicieron presentes. Lo que hizo que el Grimm Wyvern, al retomar su consciencia... pueda ver, por medio de sus instintos, lo que eran en verdad esas niñas.
Atrás estaban las siluetas de chicas adolescentes, pudo ver lo que estaba dentro del alma de cada una. Los 5 seres que no eran de este mundo, pero que eran capaces de superar las leyes de este. Y sintió... miedo.
Akeno canalizó la electricidad y luz en sus manos, creando una gran lanza, la sombra de Innis imitando lo que ella iba a hacer.
Ayane concentró una esfera verde en sus manos, preparando para lanzarla, con la sombra de Magus siguiendo paso a paso lo que ella estaba por hacer.
Fay hizo girar su báculo y creó varios círculos mágicos con sus manos, con Fidchell siguiendo el rastro que ella hacía, mostrando el claro poder que tiene.
Ray creó dos lanzas, una con fuego y la otra con agua a alta presión, siendo las dos caras de Gorre, las que daban el poder a cada lanza.
Y Sunset creó lo que pareció ser un tornado en sus manos, pero este parecía arder en llamas, gracias al poder de Macha y de su propio Sacred Gear.
Lo único que se vio, fue como las 5 chicas lanzaron sus respectivos ataques hacia la bestia, haciendo que esta nada pueda hacer, más que verse devorada por el ataque conjunto. Ni su rugido de dolor fue oído, porque solo se oyó la explosión del ataque... el cual acabó con la bestia.
Las 5 muchachas al ver al enemigo destruido, cayeron al suelo. Sin fuerzas... sentían como las cabezas le zumbaban y como... sangre salía de sus narices. Era como si sus propios cerebros les dolieran. ¿Era este el efecto de usar al máximo el poder que tienen al alcance como miembros de la Onda...? Era un dolor horrible. Pero a su vez... veían que el poder que tenían era increíble. Acabaron con esa cosa en un segundo. Y eso mostraba que... el poder que tienen oculto, no es poca cosa.
-Vamos... hay que reunirnos con los demás. No... no somos útiles si nos quedamos aquí. – Akeno impulso a todas a ponerse de pie.
Más fácil de decir quede hacer... Pero estaban conformes en una cosa. Habían sido capaces de mejorar un poco en el uso de estos poderes... Un paso más. Era todo lo que necesitaban para poder... mejorar.
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Ladon estaba harto de esta situación. La lucha contra estos dos humanos parecía divertida en un primer momento. Pero se había vuelto en una pelea mjuy molesta.... Más al ver como ese humano de la armadura se movía en medio de los trozos de roca que tenía elevados para... lanzarlos.
Pero uno era más rápido que el otro... no, uno era capaz de tele transportarse mientras el otro era tan rápido. Que... era molesto. Pero no importaba. Sus ataques no lograban dañarlo. Sus barreras eran impenetrables. Y aunque las destruyan, como lo han hecho... puede recrearlas al instante. No tiene nada que temer... al menos, eso cree.
Rean se puso al frente del dragón y creó lo que eran varios cortes con su arma, destrozando esa barrera que lo protegía por enésima vez.
-¡Es inútil humanos! ¡No pueden derrotarme! – Estaba seguro de su victoria. Solo era cuestión de tiempo antes de que...
-¿Eso crees...? – Lo que no esperó el dragón, fue el verse en el aire... fuera de su barrera. ¿Cómo es que...?
-Te confiaste... Cuando Rean Schawzer te atacó y destruyó tu barrera anterior... moví mi orbe también en ese preciso momento. Contra tal fuerza en todos los ataques, la barrera desaparecerá y tomará algún tiempo volver a materializarse, eso es algo que no puedes evitar sin importar que tan hábil seas. Ya lo he confirmado cuando te estaba atacando. Siempre que haya una brecha de solo 0.1 segundos, puedo enviar fácilmente uno de mis orbes a la barrera junto a ti. Incluso para un legendario dragón malvado como tú, a corta distancia, aún puedo transportarte fuera de esta...
-Y eso me basta para esto...
Ladon se vio a la merced de quien era más peligroso... Rean agitó su espada varias veces, como acumulando la energía que lo rodeaba... Guardó el arma en funda... esperó el momento en que Ladon estaba a su alcance, quien trató de crear una barrera.... Pero era tarde, nada lo iba a salvar de esto.
El humano desapreció en un destello de aura, haciendo un corte que destruyó la barrera que logró crear, pero de inmediato, Rean le dio otro corte, yendo desde otra dirección. Ese golpe dejó en desconcierto al dragón, quien recibió el tercero de otro lado. Luego vino el cuarto, el quinto, el sexto... el séptimo.
El cuerpo de Ladon cayó al suelo atrás de Rean, quien solo agitó su espada con tal fuerza que la misma Onda lanzó al dragón al aire de nuevo. Solo que al guardar su espada, acabó el ataque con una onda de viento que creó la caída del cuerpo mutilado del Dragón Maligno.
-Séptima Forma. Fallen Leaves. – Al decir ello, Rean volteó a ver el cuerpo de Ladon, cuyas extremidades y demás, estaban regadas por el suelo. – Se acabó.
-Agh... Malditos.... Humanos... ¿Cómo...? – Ladon no podía creerlo... un segundo... una maldita fracción de segundo bastó para... ¿Esto? No podía creerlo. Era absurdo... era ridículo... No puede...
-Esperaba una mejor batalla. Por lo que veo, los Evil Dragons no son lo mismo. No es tan emocionante como Vali o Issei... quiero experimentar piedad, fuerza abrumadora, una pelea sin límites.
Rean vio algo en los ojos de ese muchacho... Solo dos seres... dos dragones... que él consideraba dignos de ser sus adversarios. Vaya giro...
-¡Rean-san! – Volteó al oír la voz de Koneko, en su modo Shirone. Pudo ver que dejó un rastro de Grimms y dragones purificados por su poder. – Vine a sellar a... Oh... Lo lograron.
-Si. No fue tan complicado como crees. Ladon no irá a ningún lado.
Koneko no puede creer lo que ve. Sabía que el poder de este dragón, no era tanto como el de otros, pero su técnica si lo era. Y que solo dos humanos lo hayan derrotado, demuestra que... son seres de gran habilidad. No sólo ello... habían logrado... tenerlo a la merced de ellos dos.
La Nekomata empezó el proceso de sellado que había estado perfeccionando. Canalizó el poder del Senjutsu en sus manos, creando las marcas que necesitaba para esto. Era casi como un proceso de exorcismo del folklore japonés. Perfeccionado con la información que tenían del que fue el sellado de Grendel. Solo quedaba una cosa por hacer... Y a la distancia, se veía que una pelea no había acabado.
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La pelea entre Starlight y Cinder había crecido en intensidad y algo más de inteligencia. Siendo la maga de ascendencia china la que tenía en cierta manera, la ventaja. La que estaba logrando hacer retroceder a Cinder, quien ya estaba usando toda la magnitud de su poder contra ella.
Si, puede que la supere en el poder, no lo va a negar. Pero ella tiene un control mejor, por lo que es imposible que... pueda superarla en algunas cosas.
EL control sobre el viento era eso... Por lo que crear esas corrientes que pueden destrozar el fuego que Cinder le lanza, es tan fácil. No es poder... es habilidad. Y en eso, Starlight era claramente superior. Además de que tiene la cabeza fría en todo momento.
-¿Cansada? – Ayuda mucho que le gusta burlarse de sus enemigos en medio de la pelea.
-Ni un poco. – Cinder por su lado, concentró electricidad en su brazo de Grimm. – Pero lo admito. No esperé que una farsante me haga tener tantos problemas.
-¿Farsante? Vaya modo de clasificar a quien te está haciendo sudar la gota gorda. – La chica agitó su báculo, haciendo hincapié, en que no era una debilucha. - ¿No ves que ese ego tuyo te va a destruir?
-Es lo que me ha tenido viva. Lo que me ha hecho fuerte. – Cinder sabía que la mujer estaba tratando de hacer. No iba a jugar con su mente, de ninguna manera.
Pero al ver que la batalla, todo lo que estaba pasando en esa zona estaba condenado al completo fracaso... supo que de quedarse más tiempo, sería una derrota total. Y no habla solamente de... perder. Sino que puede perder sus poderes y eso es lo que menos desea. No tras haberse hecho de ellos, de haber planeado tanto. Por lo que...
Miró a Starlight, quien estaba lista para seguir con la lucha, pero ella no. Ya se hará del poder de ella, otro día. Ya que bajo sus pies, creó un círculo mágico que Starlight conocía.
-¡No huyas! – la chica lanzó ráfagas de trueno a su enemiga, solo para ver que estos rebotaban.
- Ya será en otro momento nuestra lucha por ver quien se hace del poder.
Antes que pueda decir algo, Starlight vio a Cinder irse en un destello de luz. Haciendo que la mujer maldiga todo. No sólo que se le escapara, sino que no logró nada de lo que tenía en mente. Pero esa mujer no era tonta... vio lo que había pasado. Había perdido esta pelea. Por lo que huir era... la opción más correcta. Pero...
No quita que pueden haber ganado esta lucha.... Pero iban a ver más. Muchas más...
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