La visita del Infinito
-Qué día, ya muero por comer algo delicioso. – Rainbow estaba recostada en el sillón de la sala, sin preocupaciones del mundo. - ¡Hey! – ver como una tela le caía en la cara, un mandil.
-Pues si tanto deseas comer, ayuda. – Ray se dio media vuelta para volver a la cocina a ayudar a Venelana y Celestia.
La chica de cabello multicolor refunfuño un poco para luego ponerse el mandil. En la cocina, Twilight trataba de hacer una ensalada sin que los trozos de lechuga le salgan tan grandes. Pinkie no tenía problemas en hacer sus malabares con los platos y cubiertos mientras ponía la mesa ante la mirada desencajada de Kurama, las cosas que uno ve... tal vez deba pedirle a Rias ir con ellos a estos trabajos que hacen.
Aj seguía las indicaciones de Celestia para hacer la sopa con Rarity tratando de no pasarse de sal... De nuevo. Fay y Ravel solo trabajan en grupo para tener listo el pollo con Ayane pasando los ingredientes para que este salga en su punto, maldice tener que aprender de cocina de este modo pero no le queda otra. Lo que si no pudo evitar fue reír al ver como Fluttershy lograba hacer que Rainbow no meta cualquier cosa al aderezo al mismo tiempo que regañaba a Kuroka por querer pasarse de graciosa y probar algo del estofado.
Rean por su lado sólo veía desde la mesa todo lo que pasaba, en momentos como estos agradece que Fie y Emma estén aquí ya que así puede tener gente con quien charlar mientras ve lo que sucede. Ambas reían al ver la cara del humano, con Celine en la cabeza de este simplemente disfrutando de la desgracia ajena.
-Que bueno que a mí no me tocó la cocina. – Luna se sentó al lado de su novio, con un pote de helado ya medio terminado... - Ah, que delicia.
-Luna preciosa... Es el tercer pote de helado que te comes hoy. – Rean miraba con una gran gota de sudor como ella seguía comiendo a pesar de que ya van a cenar, en teoría porque Ise necesita volver con eso sino esas tres no los dejarán comer...
-Pero tengo hambre, comer por dos no es bonito Rean... te culpo por esto. – la mujer lo apunto con la cuchara... Él no oyó quejas de ella cuando estaban haciendo eso.
-Déjala Rean, recuerda que son los cambios de humor. – Emma miraba sus cartas de tarot mientras esperaba la cena.
-Eso y que debes entender que esos bebés tienen tus genes, que no son nada normales Rean. – Fie simplemente miro a la cocina, oír como Venelana y Celestia entrenan a todas en el arte culinario era más que divertido.
Celine sonrió con gracia al ver la cara de Rean mientras oía la puerta ser abierta, seguida de las quejas de varios. Kurama fue a ver a sus amigos, mientras Skoll y Hati sólo seguían durmiendo... con cada día que pasaba se hacían más y más domésticos.
Rias y sus siervos, excepto Kiba y Gasper, llegaron exhaustos. Ansiosos de probar alimento, Sona e Irina, una entrenando con su grupo y otra ayudando a sus amigos en lo que puede para aligerar la carga que tienen, se veían más que cansadas... parecían zombies. Finalmente el cansancio de vivir como estudiantes, trabajar como demonios y los entrenamientos los estaban llevando al límite. No saben si eso es bueno o malo.
-Ya Kurama... déjame llegar al sillón. – Rossweise se sentó y al fin pudo tomar aire, odia la vida de maestra a veces... suerte que mañana se va a Asgard a entrenar con un pariente para aprender magia defensiva de mayor nivel, ya le había pedido permiso a Rias. – Rias-san...
-Lo sé Rossweise, no te preocupes y ve. Estaremos bien unos días... - la pelirroja estaba ansiosa por comer. - ¡Mamá!
-¡No sea quisquillosa Rias, espera un poco! – la chica infló las mejillas al ser negada su petición.
-Fufu, Buchou actúa como una niña varias veces. – Akeno se burló un poco de su amiga quién le sacó la lengua en respuesta.
-Auuu me duelen los pies... no puedo creer que mi cliente me pidiera que la acompañe a dar un paseo... no es normal. – Asia se sobaba los pies, había caminado horas y no era justo para ella. - ¿Qué hay de ti Xenovia-san?
-La mía deseaba que la ayude a practicar sus mates para el Voleyball. – La chica se sobaba las manos, tantas pelotas recibidas en ellas... y en la cara. - ¿Qué hay de ti Koneko?
-Pasteles... muchos... comí mucho... - Koneko tuvo la desgracia, o suerte, de que su contractor le pidió ayuda para acabarse con una gran cantidad de dulces que pronto llegarían a su fecha de caducidad y... mejor no piensa más en ello, desea vomitar. - ¿Qué hay de ti Aki-senpai?
-El horror... me tuve que ver un dorama barato porque mi contractora es muy sentimental según ella y no la quería ver sola... Bah, excusas. – Y con lo que ella odia el drama exagerado de los dramas koreanos. - ¿Kaori?
-Yo... yo tuve que ayudar a un aspirante a Mangaka a terminar sus dibujos. Momentos como estos me alegro de dibujar a un nivel medio. – Lo que ella estaba más que cansada era que el tipo era el clásico Mangaka de sangre caliente.... Como gritaba el hijo de... - Kiba y Gasper tuvieron suerte... fueron a una cita dobl-!? – la mano de todas fueron a su boca, fue en eso que notó su error.
-¿¡Qué ellos qué!? – el grito de rabia de Rarity y de Fluttershy se oyó en toda la casa, ambas fueron de inmediato hacia la chica, siendo Rarity la que tomó a la chica del cuello y la empezó a zarandear.
-¡Habla, ¿quién osó pedirle una cita a mi novio? ¿Y por qué el muy idiota aceptó?! – Rarity tenía la mirada llena de ira mientras que Kaori... - ¡No es hora de que hagas burbujas con la boca, respóndeme!
-Rarity... Si la matas dudo que ella te responda. – Sona miraba la escena con una mirada neutral y hasta cansada.
Ver como en efecto la chica estaba azul, hizo que Rarity la suelte despacio. Mientras una inhalaba aire para vivir y la otra para simplemente calmarse... Fluttershy paso a ver al resto con su mirada... Todas al verla a los ojos se empezaron a sentir como los insectos más insignificantes del mundo entero....
-Hablen.
-¡Era parte de un acuerdo, ambas chicas habían sido rechazadas y pidieron que ellos las acompañen! ¡Yo los vigile, juro que no pasó nada malo! ¡Deja de verme así, buaaaaaa! – Irina abrazo las piernas de la chica al mismo tiempo que lloraba.
Fluttershy se mostró algo culpable al hacer llorar a su amiga que solo acarició su cabeza.
-Oh, entiendo. No pasa nada entonces, lamentos haberlos asustado. – la sonrisa llena de inocencia de la amante de los animales hizo que todos se pongan azules. – Pero de todos modos llamaré a Gasper y preguntaré por mi cuenta... Aló, Gasper ~. – mientras la chica ya tenía el celular para hablar con el chico, Dios se apiade del alma del pobre. Rarity estaba muy tentada en llamar a su novio... pero no, debe ser comprensiva... Es sólo un trabajo... un trabajo...
-¡Kiba Yuuto, explícame en este mismo instante que es eso de que fuiste a una cita doble! ¡Y no me vengas con excusas que no te servirán!
Viendo como Rarity se iba a hablar lejos, de seguro para soltar sus barbaridades sin que la oigan, todos pasaron a ver a Kaori quien se rasco la nuca.
-Bien ahí, ahora debes hacer algo por esos dos. – Ayane puso los platos de comida en la mesa al mismo tiempo que regañaba a la chica.
-Ay perdón... Estaba tan cansada que mi cerebro no proceso la información que debía decir y la que no. – La pelirrosa suspiro cansada. – Ya los recompensare luego.
-Por eso ya no te confío mis secretos.
-¿Cuáles secretos?
-¡Exacto! – Xenovia miro a Aki con duda, no entendió el chiste. – Luego te lo explico.
-Bueno, me alegro que todos estén aquí porque muero de hambre, nya. – Kuroka ya estaba en la mesa, lista para servirse cuando una mano golpeó la suya. - ¿¡Nya!?
-Ise-kun aún no regresa y sin él, no habrá cena
Todos se quejaron ante las palabras de Celestia, quien simplemente los miro con firmeza. Bastó para callar a las masas... justo en ese momento el timbre sonó. Fay al estar más cerca de la puerta fue la que se dirigió a esta para abrirla al hacerlo se pudo ver a Azazel, este se notaba algo pensativo. Sin dudar se adentró a la casa, miro a todos y pudo ver que no estaban... aun no habían llegado.
-¿A que debemos la visita algo tarde Azazel? – Rean miraba a su amigo con duda. El caído solo trataba de simplemente hallar palabras para decir lo que está por suceder. Fue en ese momento que...
-Estoy en casa. – La voz de Ise hicieron que todos pasen a ver el pasillo.
En efecto, el Sekiryuutei estaba ahí con las bolsas de compras en sus manos, pero luego empezaron a ver a dos figuras extras... Una era Esdeath que tenía los brazos cruzados y la otra era Merlina con Teepo en su cabeza. Todos vieron a las invitadas con asombro, atrás de ellos estaba el lobo Fenrir quien olfateaba la casa, posó su mirada en sus dos hijos que estaban echados en el suelo. Alzó una ceja al ver ello... Esos dos. El ladrido de Kurama hizo que lo pasara a ver, se sintió raro al ver como el cachorro lo saludaba con tanta energía.
-¿Ise, que hacen ellos contigo? – Rias se acercó a su novio con duda, sólo para ver quien estaba atrás de él. Abrió los ojos con horror al ver que era....
-¡Es Ophiiiiiiiiis! – el grito de alarma de Pinkie hizo que todos se pongan en guardia incluyendo a las embarazadas.
Justo tenían en frente al líder de la Khaos Brigade. Todos la habían visto una vez cuando Ise entró en el modo Ruina, en ese momento no sabían quién era hasta que Azazel y Rean se los comentaron. Pensar que lo tendrían tan cerca de ellos.
-¡No! ¡Nononono! ¡Tranquilos! – Ise alzó las manos y se puso entre Ophis y el resto para evitar que la ataquen.
-¡Ise, es nuestro enemigo! ¡El líder de la Khaos Brigade! – Twilight estaba lista para atacar. - ¿¡Cómo puedes pedir que estemos tranquilos!?
-¡Hagan caso! ¡Ella no vino con ninguna atención de atacar! – Azazel se puso entre ellos. - ¡Es más, si ese fuera el caso ninguno aquí le ganaría, ni juntos lograríamos tal hazaña!
-¡Azazel, más te vale que tengas una clara explicación! – Rean sabía que Ophis de por si no es mala, pero sabe que la presencia de ella actualmente la liga a lo que es la Khaos Brigade. Esa que es enemiga de todas las facciones en la actualidad.
-¡Así es, está ciudad es un punto importante para la alianza Azazel-sama! – Ray no bajaba la guardia, ninguno lo hacía. - ¿¡Hizo esto a nuestras espaldas!?
-¿¡Está loco!? ¡Usted no puede meter a nuestro enemigo jurado así como así! ¡No es algo que alguien normal haría a menos que...! – las palabras de Aj cayeron a cuenta solas...
-A menos que vea esto como algo valioso. – Celine se posó en el hombro del caído. - ¿Verdad? Sólo tú podrías convencer a los que resguardan el límite de este lugar a que Ophis entre. Se entiende, ellos cuatro que son aliados pero ella...
Todos pasaron a ver a Azazel, admiten que Azazel tal vez no sea un ejemplo perfecto de persona, tiene varios defectos pero no es tonto. Todo movimiento que hace siempre es por el bien de quienes están bajo su cuidado, todos aquí lo saben y los jóvenes saben que sin su guía y la de Rean, no habrían llegado tan lejos y mucho menos superar los obstáculos que se han enfrentado. Ver como el caído suspiraba hizo ver que... tenían razón.
-Sí, es verdad. He roto reglas claras de la Alianza, he engañado y sigo engañando a todos los que han puesto su fe en mí. Pero lo hago por una razón, detener de una vez el innecesario derramamiento de sangre, el deseo de ella puede cambiarlo todo y eso es algo que no podemos pasar. Quiero que escuchen su historia, tal vez no cambien su modo de pensar o de ver las cosas... pero al menos escúchenla. – Azazel paso a ver a Ise quien simplemente seguía al lado del Dios Dragón. – Veo que tú ya decidiste Ise.
Todos pasaron a ver al Sekiryuutei, este sólo se rasco la nuca nervioso, fue hacia la mesa para dejar las bolsas de compras en esta. Al verlo tan calmado y actuar como si nada, hizo que todos los miembros de la casa suspiren.
Ver a todos guardar sus armas, uno a uno hizo que el caído sonría y agradezca a todos por escucharlo. Teepo sonrió al ver que todos parecían aceptar la idea.
-¡Genial, por un momento temí que las cosas saldrían mal! – el muñeco de acercó a Ise, sabía que fue él quien ayudó de modo indirecto. - ¡Gracias!
-No hay nada qu....¡AAAAAHHHHH! – el Sekiryuutei recibió una de las clásicas mordidas del muñeco en toda la cara ante el horror de los presentes y la mirada neutral de Merlina y Esdeath. - ¡Quítenmelo, quítenmelo!
Mientras el Sekiryuutei corría de un lado a otro, con sus novias, amigos y Kurama tratando de salvarlo de esa mordida que es tanto tortura como una muestra de cariño, la Yuki Onna simplemente se sobaba las sienes... otra jaqueca.
-Él... ¿Es así? – Ophis miro a Azazel con duda, el caído soltó una risa nerviosa. – El poseedor de Ddraig... es raro. – el Dios Dragón pasó a ver a Rean. – Hola Rean.
-Ophis, por favor no hagas nada fuera de lugar. – el dragón asintió sin más, se fue a sentar en uno de los sillones y se quedó ahí como niño bueno. – Ahh, no ha cambiado. En verdad me cuesta creer que...
-No sabía que conocías al Dios Dragón, Rean. – Emma miro a su amigo con asombro y él simplemente cerró los ojos. Historia para otro día..
Mientras Merlina trataba de quitar a Teepo de la cara de Ise, con el resto ayudando a su modo. Fenrir fue con sus hijos, quienes aún con todo el ruido seguían durmiendo. Tuvo un tic en el ojo, estos dos... eran una vergüenza. Se han vuelto dos animales de casa.
-¡Despierten ustedes dos! – el lobo dio un poderoso ladrido que ocasionó que ambos lobos se despierten tras dar un largo salto.
Al ver a su padre en frente de ellos hizo que ambos lobos tiemblen de miedo... oh no. Fenrir a pesar de haber perdido tamaño aún era una cabeza más alto que los hermanos que tenía en frente suyo. Ambos temblaron al ver la mirada de su padre, llena de rabia y decepción.
-¿En qué momento, los hijos del poderoso Fenrir, se volvieron un par de mascotas? – Fenrir esperaba una respuesta... la que sea.
-Con todo el respeto del mundo padre... este lugar es tan cómodo que... - Skoll notó la mirada penetrante de su progenitor y optó por guardar silencio.
-Ya hablaremos luego de ello. Tienen suerte que hay prioridades... Hati, despierta al idiota de tu hermano que se desmayó con los ojos abiertos. – El lobo se dio media vuelta para volver con Merlina mientras el lobo que perseguía la Luna trataba de que su hermano vuelva en sí. El pobre se desmayó por la mirada tan penetrante de su padre.
Celestia y Luna rieron un poco al ver que... un padre siempre será un padre, más si dicho padre es un ser que puede devorar a un Dios. Lo primero, deben hacer que Ise vuelva a respirar de modo normal.
-Aquí está el té. – Akeno puso varias tazas de té para que los invitados.
Todos esperaban a que Ise regresara de la charla privada que estaba teniendo con Azazel al otro lado de la casa, el caído diciéndole lo que necesita saber.
-Ok... ¿Cuál es el plan? – Ise miraba a uno de sus mentores con mucha duda. Agradece que Ophis y su maestro se conozcan porque ella parece tranquila con él en el lugar.
-Simplemente habla con ella. Ya debes saber que Vali y su grupo la sacaron de donde estaban para que venga aquí, ella desea hablar contigo. – Ise se mostró confuso al oír eso. – Escucha Ise, hay muchas cosas que no cuadran. Ophis puede ser una de las existencias más poderosas junto con Great Red, pero su personalidad no va con la que la Khaos Brigade está mostrando. Si la comparas con todos los que has peleado este año, ella no posee nada de sed de batalla, excepto contra Great Red.
-Aún así... es un movimiento arriesgado para todos. No tengo ningún tipo de sentimiento negativo contra Ophis... pero igual es tenso tener que hablar con un ser que es una deidad para los Dragones.
-Tal vez tenga que ver con Skeith. – el Sekiryuutei lo vio confuso, ¿Qué tenía él que ver en esto? – Recuerda que Himmel comentó que Skeith una vez habló con Ophis. Instintivamente sabes que Ophis no es un ser maligno o que hace maldades de manera voluntaria, esta es tu oportunidad de ver las cosas de un modo totalmente nuevo. Tal vez descubrir al fin la verdad tras las acciones de la Khaos Brigade.
Ise medito un rato sus opciones, era verdad que de modo instintivo sabía que no debía temerle a Ophis y a la vez sabía que... es un riesgo. No quiere decir algo indebido y sacar el lado malo de Ophis. Es más que consciente que ella es capaz de acabar con el mundo humano en un parpadeo. Si Ddraig era capaz de destruir el mundo, Ophis que es más fuerte de lo que él fue una vez tiene esa capacidad y de sobra. Ok... mejor deja de pensar en situaciones apocalípticas porque así no va a lograr nada.
Tomó aire, se dio media vuelta y fue a la sala. Todos estaban en silencio, ni siquiera Pinkie podía animar este ambiente porque no puede, no sabe que decir sin temor a que meta la pata. Al ver a Ise, todos suspiraron más aliviados.
El Sekiryuutei se sentó, miro al Dios Dragon quien comía galletas y bebía algo de té. Parecía disfrutarlo... Ella al ver que Ise había vuelto, dejó su bebida y pasó a verlo. El silencio reinó más segundos y en verdad, ya algunos se querían desmayar. Ise optó por abrir la boca...
-Así que... ¿De qué deseas hablar? – todos pasaron a verlo con horror, él por su lado miro a todos con duda... ¿dijo algo malo?
Esdeath y Merlina parpadearon varias veces, justo como él inicio la primera charla que tuvo con Ophis. Por su lado, el Dios Dragón sólo hizo una simple pregunta...
-Ddraig... ¿Deseas dejar de ser un Dragón Celestial? – la pregunta saco de cuadro a todos y más a Ise, quien no entendía lo que le dijo. – el humano quien es el huésped. Está teniendo un crecimiento totalmente distinto al de los anteriores. Muy raro. Vali también está teniendo un crecimiento distinto. Extraño. Muy extraño. – las palabras de Ophis hicieron que todos se vean entre ellos.
La idea de que conozca a Vali no es rara de por si, ya que él y el resto eran infiltrados en la Khaos Brigade. No sería extraño que hayan interactuado más de una vez. Pero que diga que tanto Ise como Vali tienen una evolución distinta a los de sus predecesores es...
-Contra Bael, contra Cao Cao, contra Loki.... Contra ese ser Egipcio bendecido por un Dios, la armadura de Ddraig cambio en cada una de esas batallas y se hizo más poderosa. Todo gracias a esos objetos creados por el Dios que creó los Sacred Gears. Objetos que una vez estuvieron en la Ruina y ahora han Ascendido. No sólo ello, el poder de Skeith, un ser que no es de este mundo yace en el humano y un día será capaz de usarlo. ¿Qué pasará ese día? Cuando el poder de Ddraig, el de Skeith y el de esos objetos se unan... ¿Qué nacerá de ello? ¿Qué te volverás Ddraig?
La pregunta de Ophis era más que válida. Todos sabían que Akeno, Ayane y Fay podían usar el poder de sus respectivos inquilinos individualmente. Pero ¿Qué pasará si un día Ise usa el poder de Skeith combinado con el de Ddraig? Que nacerá de ello es un misterio... uno que ninguno se había puesto a pensar. Pero temían que él sufra el mismo destino de Himmel, quien poco a poco murió por su propio poder.
[No lo sé Ophis, no lo sé] – el Boosted Gear apareció en la mano del joven. [Pero no hay duda que está teniendo un crecimiento interesante]
La aparición de Ddraig hizo que todos suspiren con más calma. Ddraig entre todos aquí era el más sabio, a pesar de su actitud a veces infantil. Ophis simplemente no captó bien lo que Ddraig le dijo, si él no lo sabía... ¿entonces quien?
-Los Dos Dragones Celestiales, han mezclado, a mí, como el infinito y Great Red como el sueño. En su canto. ¿Por qué buscas la dominación Ddraig?
[Porque quería ser más fuerte... aunque al final pague el precio. Perdí mi cuerpo por ello] – Se pudo oír algo de arrepentimiento en las palabras de Ddraig. – [Creí que sólo así podía ser más fuerte, incrementar el poder de la dominación en mi... je, cuando vi que el color de mi armadura se tornó de rojo a Carmesí me quedé sorprendido]
-Dominación... no la entiendo. Los de la Khaos Brigade buscan la Dominación. No lo entiendo. Great Red no es dominación. Yo no soy dominación.
[Porque tú naciste siendo fuerte. No hay modo que alguien tan poderoso como tú desde el inicio entienda lo que es la dominación. Tú que naciste de la "nada" del "infinito" y Great Red que nació de la "ilusión" de los "sueños" no son seres de esta dimensión. Ophis, tú apareciste en este mundo saliendo de la brecha dimensional. ¿Qué te ha atado a este mundo tantos años y por qué ese deseo de volver a tu hogar ahora?]
-Lo mismo te pregunto Ddraig. ¿Por qué tratas ser distinto a lo que fuiste antes? ¿Por qué tras tantos años deseas descartar la dominación? ¿Qué sigue de ello?
Ddraig y Ophis se hacían preguntas de modo constante. Ninguno respondiendo al otro. No porque no quieran sino porque no saben la respuesta a esas preguntas. Por ello las buscan... Ddraig quería saber que le depara a él y su compañero tras todo esto. Mientras Ophis quería entender el secreto de una fuerza que parecía superar la dominación que una vez el Sekiryuutei no dudaba en usar. Todo ante la mirada llena de sorpresa de todos.
Todos sabían que Ddraig era uno más de la familia, con ellos él habla de modo tranquilo y hasta burlesco. Con los otros Dragones se puede sentir que toca temas más profundos y si bien a veces suenan como personas normales, se puede sentir que hay más peso en sus palabras. Por ejemplo, una charla entre Ddraig y Tannin puede ser común y hasta animada, pero la que tenían aquí... Ddraig y Ophis habían visto el mundo desde varias perspectivas con el paso de los años. Hasta el punto que... entendían lo que es la verdadera crueldad y similares. Ophis al final dijo...
-¿Deseas superar a los Dragones Celestiales Ddraig... ser un nuevo Dios Dragón? – esa pregunta sorprendió a todos y más al mismo Ddraig. – Esa forma... Crimson Cosmos Ascension como la has llamado. Tiene vestigios de energía Divina, al contrario que la de Vali que tiene vestigios de luz demoníaca. Un nuevo Dios y un nuevo Lucifer... ¿ese es el camino que buscan los Dragones Celestiales actuales?
[No lo sé... y en verdad me da igual si terminamos siendo Dioses o demonios. Yo simplemente seguiré al lado de mi compañero y de mis amigos, no necesito más ahora Ophis... Porque amo el estilo de vida que tengo ahora] – todos sonrieron a las palabras de Ddraig, si saben algo es que él siempre estará con ellos.
Ophis siguió viendo a Ddraig, a Ise. Luego a todos. Parece que sólo le queda una alternativa.
-Quiero observar a Ddraig, quiero ser testigo del poder que ha hecho que cambie tanto y deseche la Dominación que una vez estuvo tan orgulloso de usar. – Todos la miraron con asombro y hasta horror.
Si bien la idea de que Ophis esté aquí es una locura, porque en cierto modo están yendo contra todo lo que se acordó en la Alianza, saben que esta es una oportunidad única de descubrir más de lo que creyeron antes. Azazel les dio esta oportunidad por una razón y no pueden desperdiciarla.
-Creo que no hay mucho que pensar ¿verdad Sona? – Rias miro a su amiga quién sólo pudo suspirar y sobarse la cabeza.
-Ya me dio jaqueca. Muy bien, dudo que tengamos otro camino. Ojalá se comporte como se debe.
-Lo hará... Créanlo o no, Ophis es muy tranquila. – Merlina miro a todos, en especial a Fay. – Espero que no les moleste que nosotras...
-Nuestra meta es vigilar a Ophis y reunirnos con Vali y el resto cuando tengamos oportunidad. Como están las cosas, deseamos estar ocultas hasta nuevo aviso. – Esdeath le lanzó algo al Sekiryuutei quien lo atrapó sin problema alguno. – Esto te lo manda Vali, dice que puede que te ayude en algo.
Ise paso a ver lo que le lanzó y resultó ser un libro de magia de fuego y como tener control de ella. Ese sujeto... le servirá de algún modo, está seguro. Lo que si se sorprendió de ver fue a Ophis ya sentada en la mesa lista para comer.
-¿Puedo? – el Dios Dragón miro a todos con algo de ansias. No quedó otra más que... cenar con el Dios Dragón en la mesa... que raro era todo esto.
Ya en su habitación, Ise estaba recostado en su cama con Rias y Twilight a sus lados. Ellas ya estaban dormidas y eso no lo sorprendía... Estaban cansadas por los entrenamientos y demás, así como el resto que desean de verdad ser más fuertes. Él por su lado tiene mucho en la cabeza...
Sabía que estar echado no lo iba a ayudar a salir de sus dudas. Salió de la cama como pudo, con cuidado para no despertar a ninguna de las dos y fue hacia la puerta de su habitación. Salió de esta y optó por ir a tomar algo de agua porque en verdad se estaba muriendo de sed. Bajar a las 3 de la mañana ya era algo que había echo más de una vez, sólo que esta vez sabía que en la casa tenía inquilinos temporales y uno de ellos era el Dios Dragón. Vaya vida que le tocó vivir... lo que si no sabía que hacer, era poder entender a Ophis.
Llegar a la cocina y servirse dicho vaso de agua para luego sentarse en uno de los sillones de la sala segundos después, para luego pestañear y ver a Himmel en frente de él sentado en el sillón individual que tenía en frente.
-¿Por qué te sorprendes de verme? Sabes que ahora puedo hacer esto con más facilidad. – El God Slayer dijo eso con una clara sonrisa en el rostro, lo que sacaba a Ise a veces de cuadro.
-Creí que dormías. – El Sekiryuutei simplemente suspiro, le tomará su tiempo acostumbrarse. – Sólo pensaba que...
-Que hacer con Ophis. Válida pregunta... lo poco que sé de Ophis me lo dijo Skeith y Elohim. Este último diciendo que Ophis era un ser que no quisiera enfrentar. Para que alguien de su nivel diga eso, ya dice mucho. – Himmel se cruzó de brazos. – Según muchos, Ophis representa el caos, la nada, el infinito... pero ya has visto como es. La interacción con los seres de este mundo la han cambiado poco a poco. Tal vez ese interés que tiene en ti sea... eso que llaman curiosidad y no lo sabe explicar porque nunca había sentido eso. Carece de emociones más allá de lo básico... como Skeith fue alguna vez.
-Aún así... ¿Qué puedo aportar yo para que se sienta satisfecha de esa curiosidad que posee? – Himmel negó con la cabeza, como diciendo que él no sabe esa respuesta. – Ya veo...
-Sólo puedo decirte que trates de... ponerte en su lugar Ise. Puedes oír muchas historias de otros, puntos de vista, pero al final siempre debes oír el punto de vista del involucrado. Porque de ahí puedes sacar la conclusión a todo el dilema que tienes en frente. – Himmel desapareció tras decir ello, dejando a Ise totalmente pensativo.
Si algo odia de él, es esa necesidad de tener de romperse el cráneo pensando en soluciones y demás que en verdad vendrán luego. Lo mejor que podía hacer por ahora, era descansar. Por ahora.
Vali, Bikou y Arthur estaban bien escondidos en una de las zonas boscosas que había en China. Los tres sabían que estaban siendo fuertemente buscados por la Facción de Héroes y eso no era buena señal. Saben que un paso en falso y estaban más que en un embrollo. No porque tengan algo terrible les vaya a pasar, ya que pueden hacerse cargo de esos tontos sin problemas sino porque el cansancio es el peor enemigo en esta clase de situaciones.
Vali había logrado crear una barrera invisible alrededor de ellos para que puedan evitar ser captados por cualquier enemigo que este cerca de su localización. Agradece haber leído ese libro sobre barreras y similares, porque por más que le guste pelear sabe que debe ahorrar fuerzas para lo que se viene muy pronto... siente que algo grande está apunto de suceder y ese Imbécil de Cao Cao será responsable de modo directo o indirecto.
-Brr, hace frío. – Bikou trataba de tomar algo de calor de la pequeña fogata que tenían en frente. – Y pensar que el resto debe estar en una cómoda cama mientras nosotros a la interperie.
-Ya deja de quejarte, es lo que nos tocó pasar. – Vali cerró el libro que estaba leyendo. – Debemos ser conscientes que a vista de todos somos criminales buscados.
-Sin contar que si fuéramos todos, sería más que fácil saber que estamos en un lugar específico. – Arthur movió algo de la leña para que el fuego se mantenga con vida. – Sólo queda esperar a que uno de ellos haga su movimiento.
El silencio reinó en el lugar varios minutos. Ninguno podía decir nada ya que... la verdad no sabían como seguir la charla. Lo que si tenían de certeza, era que la Khaos Brigade estaba lista para hacer un movimiento grande. Uno que puede afectar la Alianza si es que este logra llevarse acabo. No sabían con exactitud lo que le iban hacer a Ophis, pero no iban a quedarse quietos y esperar a verlo.
Vali aún recuerda la vez que la conoció... Fue a los días de iniciar su viaje con su grupo y la batalla con Ise. Lo recuerda muy bien...
Flashback
El Hakuryuukou miraba a Esdeath seguir caminando. Él sólo se sobaba el hombro... maldito Cao Cao y esa lanza, pensar que por simplemente tener sangre de demonio en sus venas esa cosa lo pueda lastimar tanto si esa cosa logra darle aunque sea un corte. Suerte que la pelea no fue a más porque de lo contrario habría tenido que pelar en serio... ¿Y él es el adicto a la batalla? Se nota que este tipo lo puede igualar.
-Lamento eso Vali... pero Cao Cao siempre ha tenido un interés enfermizo en los Dragones Celestiales. – Esdeath volteó a verlo. – Desde que tuvo una pelea con el Sekiryuutei ha estado con esa obsesión.
Vali sólo guardo silencio, pensar que su rival ya había enfrentado a ese sujeto. Oh bueno, al menos las cosas no serán aburridas aquí. Aunque, siente que ese tipo le dará más problemas de los que desea tener. Sintió como Albion bufaba en su cabeza, algo raro de su parte.
{Ese humano, me hace recordar en algo a los primeros que tuvieron mi poder... Arrogantes y muy confiados} – Albion sabía muy bien de esas cosas porque simplemente él también fue así muchos años. Vaya que se avergüenza de esos días.
Vali no dijo nada, siguió yendo tras Esdeath aún preguntándose que quería mostrarle...
-Habla mujer ¿qué deseas que vea? Ojalá sea importante.
-Oh vamos Vali ¿no te emociona que una linda chica te lleve a un lugar oculto? ¿Para estar solos? – la sonrisa algo atrevida de Esdeath sólo sirvió para que el joven la vea con molestia. – Ay ya... que mal carácter. Era broma. – Esdeath sabía que el chico era algo raro, no cae en sus encantos y eso que ha hecho que los hombres coman de la palma de su mano en varios sentidos.... Este era un golpe a su orgullo. – Sólo deseo que conozcas a alguien.
-Espero que sea importante. – Esdeath le sonrió, vaya que lo será.
A los pocos segundos, llegaron a una puerta. Una que de verdad no tenía nada extra, no barreras, no magia... nada. Sea lo que sea que esté ahí afuera, debe ser o muy débil y sin importancia o muy poderoso que tenerlo resguardado parece poco probable.
Al abrir dicha puerta, Esdeath le dijo que pase que no tema. Y eso hizo... nunca espero que tras entrar a dicha habitación, vería a una niña vistiendo ropas de lolita gótica simplemente estando ahí sentada sin hacer nada, viendo a la nada. Normalmente diría que es sólo una niña, pero no era así... todos sus sentidos le decían que ella era más que esa apariencia simple que muestra.
{Ophis...} – las palabras de Albion lo sorprendieron. ¿El Dios Dragón?
La niña pasó a ver a Vali y no hizo nada, su mirada no cambió, ni siquiera la expresión de su rostro y eso era extraño. Era como si no tuviera emociones... Vali se acercó de modo instintivo a Ophis y ella sólo dijo...
-Albion... ha pasado tiempo. Veo que tu poseedor actual es... único. – las palabras de Ophis hicieron que Vali tome una silla cercana y se siente al frente de ella. - ¿Huh? – aunque ella miro esa acción con sorpresa.
-¿Deseas hablar de algo? Lo que sea... no tengo problemas de oírte. – Ella simplemente se le quedó viendo, como tratando de entender lo que este chico trataba de ganar de ella.
-¿No deseas una de mis serpientes? – Fue lo primero lo que dijo, normalmente eso era lo que pasaba cuando alguien venía a verla.
-No, no necesito de tus poderes para ser más fuerte, seré fuerte a mi modo y eso basta. – Tenía un gran orgullo este chico y eso era algo que Ophis no podía negar. – Ahora... ¿Qué deseas hablar?
-No sé. No tengo nada en mente ahora. Sólo mi deseo de destruir a Great Red y volver a casa. Eso es lo que me importa. – Ophis siguió sin expresar nada, incluso al hablar de su meta. Era como ver un muñeco que habla... era algo triste.
Uno de los seres más poderosos, incapaz de siquiera poder hablar de su propio sueño con pasión o algo de orgullo. Eso demostraba que ella no era el ser que todos pintan... no es mala, sólo incomprendida y algo solitaria. Parece no molestarle, ya que no sabe lo que es tener amigos... Vali lo debe de admitir, esta no es su área. Es más la de su rival, pero mientras este aquí.... Aunque sea le dará a alguien con quien hablar. Alguien que la escuche sin pedir nada a cambio.
-Ok, entonces... ¿Escucharás lo que yo tenga que decir? – Ver como ella asentía era reconfortante. Tal vez pueda ayudarla un poco...
Fin Flashback
En verdad es difícil creer que hayan pasado ya meses desde ese día. Es difícil siquiera pensar que tras todo lo que ha pasado, Ophis siguiera ayudando a la Khaos Brigade, sólo porque ellos le prometieron simplemente ayudarla a acabar con el Great Red. Si bien su meta también es la de derrotar a ese ser, sabe perfectamente lo que debe y no debe hacer. Es más, era más que obvio que la estaban usando, aprovechando la ingenuidad de Ophis para sacar provecho de su presencia y de sus poderes. Pero parece que eso ya no les bastaba.
No sabe como, cuando o quien... se empezó a notar ya algo de desconfianza de Ophis. Ver que en todo el tiempo que la tenían ahí no habían hecho nada para cumplir su sueño pareció ser un punto que ni el mismo Dios Dragón estaba dispuesto a aceptar. Al parecer todas sus interacciones con ella lograron, aunque sea algo, que ella pregunte más sobre la situación actual de su parte del trato para con ella. Todas las veces ellos le daban la misma respuesta, que estaban progresando para acabar con el Great Red.
Ophis a las primeras veces no dijo nada. Ya cuando le dijeron lo mismo varias veces es que empezó a mostrar una actitud más firme y hasta mostrar su clara rabia. Que, si bien no era expresada de modo explosivo, si se podía sentir en su simple presencia. Por ello es que...
{Pensar que lo que pasó con Ddraig y su poseedor llamaría tanto su atención} – Vali escuchó a su compañero hablar. – {La evolución que han tenido ha sido muy rara, incluso tú debes de admitir que pasar de la Ruina a lo que se vio... es algo fuera de lo natural de este mundo}
Albion sabía una cosa clara. Vali era la definición clara de milagro. Un humano que desciende del demonio Lucifer, un ser que tenía grandes reservas de magia y poder, que obtuvo no sólo un Sacred Gear, sino una Longinus, era algo que nadie podría esperar. Más porque en efecto, las probabilidades de que esto sucediera eran una en un millón. Y si bien se alegra de tenerlo como poseedor... no puede quitarse en la cabeza que... el Sekiryuutei era aún más extraño.
Un mortal sin ninguna descendencia importante que nazca con Ddraig en su cuerpo. Había pasado antes, lo que si nunca había sucedido era que... sea capaz de lo que hace. Tiene el alma de alguien que aterrorizo a Dioses, en su poder objetos creados por el Dios Bíblico que una vez fueron usados para hacer actos crueles y ahora lo ayudaban. Que sea capaz de estar a la par de una existencia milagrosa como lo es Vali, Hyoudo Issei era una existencia abominable en todo el sentido de la palabra. Ya que no puedes imaginar lo que hará después para hacerse más fuerte. En verdad le da algo de miedo pensar en lo que vendrá luego...
{Ddraig ha descartado la Dominación en esa forma y nosotros lo hicimos con la Supremacía en cierto grado, no está al nivel como yo la usaba estando con un cuerpo... pero son caminos que ninguno Dragón Celestial había tomado en el pasado} – las palabras de Albion eran ciertas... ellos dos habían... - {Mi punto Vali, la razón por la que Ophis tiene interés en Ddraig y su poseedor es que el poder que tienen ahora es todo lo opuesto al que se vio esa vez... ¿Lo recuerdas?}
No pudo decir que no ya que recuerda ese día con mucha claridad. Esa forma representaba la Dominación y la Ruina en su máximo esplendor. Cruel y despiadada... no importaba los demás, sólo importaba lograr su objetivo, sin importar a que o quienes deba de destruir. Ahora mostraba un poder más calmado, pero igual de intimidante, que te daba la sensación de que un momento puede ser tranquilo como un lago y a los segundos muy destructivo como un Tsunami. Claro que él no difiere mucho de ello con su nuevo poder, pero en fin...
Ophis trataba de entender ese poder que los ha sacado de problemas una y otra vez. Ella no lo entendía, había nacido siendo fuerte desde el inicio y no sabía lo que era trabajar duro para ganar poder... no entendía ese esmero o ese sentimiento de logro que ellos tienen cuando logran un objetivo. Esa era su curiosidad y se lo había dicho más de una vez en todas sus charlas. Siempre preguntando... ¿Qué es la fuerza verdadera? Ella que es toda poderosa, no se siente feliz... ni siquiera sabe lo que es eso y era triste de pensar.
Por ello, cuando le dijo que quería hablar con el Sekiryuutei hace unas semanas atrás, Vali no dudó en idear todo este plan para sacarla de ahí, aún sabiendo que eso lo volverá un enemigo claro de la Khaos Brigade... Así como de muchos más, pero ya estaba hecho... sólo espera que Ise y el resto logren lo que desea. Que le muestren a Ophis que hay mucho más de lo que en su momento pensó.
Sólo se acomodó en el árbol donde estaba apoyado y cerró los ojos. Desea dormir aunque sea un poco, ya mañana seguirán avanzando.
-¿Cómo que no logran hallarlo? – Cao Cao miraba a quienes eran los líderes de sus tropas de búsqueda. No habían logrado dar con Vali y el resto... ni mucho menos con el paradero de Ophis. – Es absurdo.
Cao Cao era un hombre de mucha paciencia... demasiada. Pero hasta él tiene un límite y ese es justamente cuando los que están bajo su mando fallan en una orden que él a dado. Eso lo enfurece como ni tienen idea.
Los que estaban a pasos de Cao Cao, sentían que a la respuesta más tonta o que no sea del agrado del líder de la Facción de Héroes, serán atravesados por la lanza que tiene en mano. Y vaya que este aguantaba las ganas de hacerlo.
Sunset y el resto miraban con mucha cautela a su líder. Se notaba que día a día su actitud se hacía más agresiva... más cruel. Estaba empezando a dejar a un lado esa carisma que lo hizo acreedor de tantos seguidores y peones. Al parecer, estaba sacando cualquier tipo de frustración que tenía en la cabeza con los pobres diablos que tiene al frente.
Sunset se acerco a él y simplemente puso su mano en el hombro del joven quien la pasó a ver con una clara molestia... más con ese ojo nuevo que tiene. Suerte que lo sabe tener bajo control porque sino... se mantuvo serena en el exterior, pero estaba algo aterrada en el interior. Y eso era algo que ella no podía negar, le tenía miedo... porque ve que llegará un punto donde a él... ellos ya no valgan la pena.
-Ya, déjalos. Que sigan buscando. – La chica le dio a los tipos el asentamiento para que se vayan y ellos agradecieron a la chica por ello mientras se retiraban.
Cao Cao sacó la mano de la chica de su hombro y se empezó a retirar del lugar ante la mirada algo complicada del resto.
-Bueno, creo que debe ir a terapias de control de la ira. – Jeanne se rasco la nuca al decir ello para luego notar como Sunset suspiraba. – Hey, vamos. Se le pasará.
-No quiero ser negativo, pero dudo que eso pase. – la rubia miro a Sigfrido con molestia. Él solo alzó una mano para que le deje hablar. – Sabes muy bien que Cao Cao tiene una vendetta con el Sekiryuutei y ver como ganó un nuevo poder, como ganó una pelea de esa magnitud, como le destrozó un ojo en Kyoto y además frutrara nuestros planes. No hay que verse sorprendidos de que pase a tener una actitud más agresiva de la normal ya que sabe que si no lo elimina pronto, será una fuerza imparable y lo mismo va con el Hakuryuukou.
-Cao Cao siempre ha dicho que le emociona la idea de enfrentar a los Dragones Celestiales, pero su subconsciente... el lado humano vulnerable y temeroso le hace tener miedo de que en un momento dado no pueda hacerles frente. – Georg se acomodó los lentes al decir ello. – Cosa que no culpo que sienta.
-Bah, te aseguro que yo podría hacerle frente al Sekiryuutei. – Todos pasaron a ver a Heracles con los ojos entrecerrados para luego suspirar, como dando a entender que es un idiota.
Si bien el grandote se mostró ofendido, sabía en el fondo que ese era su orgullo hablando. La fuerza de ambos Dragones Celestiales, así como quienes luchan a su lado es de temer. ¿Cómo unos simples humanos como ellos pueden tener la posibilidad de enfrentar a seres así? Sabían que tarde o temprano serán superados, por lo que si el plan de actuar es ahora... mejor momento imposible para ellos.
Sunset no pudo decir más, se disculpó con ellos que tenía otras cosas que hacer y optó por irse a estar sola por ahí. Y si algo le gustaba es que estando sola, podía pensar las cosas mejor.
No le tomó mucho rato llegar al que era una parte apartada de la base que tenían, que tenía un aire a uno de esos templos de meditación en China. Sonrió con nostalgia al recordar las veces que Celestia la hacía meditar en un lugar similar para que controle su carácter y no pierda el control sobre sus poderes.
Se sentó y empezó a meditar, necesitaba... respuestas, poner su corazón en orden y al fin hallar su camino.
En otro lado, Weil le daba los últimos retoques a su creación prototipo. Admite que está lejos de ser perfecta, pero los datos obtenidos de años de investigación y demás al fin estaban dando sus frutos.
Pronto les demostrará a todos esos tontos que negaron sus ideas. El poder de los Sacred Gears, la sangre de los Maou, las artes oscuras, los X-Rounders. Le da asco pensar que hay gente que cree en esos ideales de igualdad y paz. Bah, son estupideces. Lo único real en este mundo, es el caos y la dominación. Nada más. Sonrió tétricamente al ver a Nihil, el demonio que ha creado, tratando de abrir los ojos.
Su bien tiene un aspecto muy parecido al de Shalba, ya que de ahí saco el ADN para poder crearlo, le ha dado habilidades únicas por así decirlo. No por nada ha hecho varias investigaciones y hecho... cosas muy ilegales. Abrió el contenedor donde Nihil estaba y el agua, que servía para tratar su piel y que quite en algo ese color pálido tan horrible que tiene, salió de esta para caer al suelo.
El demonio al fin abrió los ojos al sentir sus pulmones inhalar aire al fin. Su cabello rubio pálido y sus ojos amarillos, sumado a su apariencia pálida le daban un aire algo... tétrico. Posó sus ojos en el Doctor Weil quien sonrió al verlo de pie.
-Nihil, sabes quien soy ¿verdad? – el demonio artificial asintió en silencio. Excelente. Además que debes saber porque estás aquí ¿no? – el demonio volvió a asentir. – A ver, dime.
El demonio sintió como su garganta trataba de sacar fuerza para decir sus primeras palabras. Busco en toda la información que tenía en la mente lo que debía decir. Al hallarla, sólo dijo...
-Destruir al Sekiryuutei. Hallar y traer a Ophis ante usted Dr. Weil. Y cumplir la voluntad de nuestro líder.
-¡Bien, muy bien Nihil! – Weil le dio la mano al demonio para que camine. Este lo hizo algo tambaleante pero no es un problema que unos días no ayuden a solucionar. – Ahora, esto es algo que nadie puede saber. Pero también tengo una pequeña misión personal para ti.
-Dígame doctor. Seguiré sus órdenes. – Perfecto, Weil no pudo pedir mejor muñeco de pruebas que este pobre diablo. Tal vez no sea un Super demonio, pero su fuerza sin duda es de temer que entre esos mocosos que tantos problemas les dan... sólo los Dragones Celestiales podrían hacerle frente. Y si lo hacen... vaya sorpresa que se llevarán.
-Hay un chico... que quiero que me traigas. Necesito hacer unos experimentos con él. – el demonio asintió sin más. – Date unos días para acostumbrarte a tu cuerpo y también a dominar tus poderes. – Nihil asintió con total obediencia. – Eso si... Debes hacer todo lo que diga Nihil. No peros, sólo obedece.
Weil pudo ver algo de rechazo a esa orden por parte del demonio, pero este asintió. El humano lo sabía... el orgullo de los Maou es grande y vaya que hasta una copia de uno es... difícil de tener bajo control. Oh bueno, no importa... al fin y al cabo, este pobre diablo es reemplazable.... Lo único que le importa ahora es tener a Ophis... o al menos algo de ella para poder cumplir con el pedido de su socio. Si, pronto tendrán a su propio Dios Dragón. Muy pronto...
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