Guerra Civil - Revelaciones
Luego de todo esto, la batalla parecía ser muy clara. Los Dragones Celestiales habían sido capaces de ver el gran poder que Crom tiene. El Evil Dragon, a pesar de mostrar rasgaduras en su ropa, no mostraba ninguna herida. En cambio ellos, habían sido víctimas de varios cortes o golpes, que apenas les rozaron, pero que igual duelen.
-Lo admito. Hace tiempo que no me divierto de este modo. El mundo es interesante, pero la calidad de los oponentes ha disminuido mucho. Ya no es lo mismo que en el pasado.
Crom tronó su garra derecha, la cual había vuelto a ser la de un dragón y tenía sus alas fuera. Había sido forzado a usarlas, porque estos chicos pegan duro.
El Sekiryuutei trataba de tomar aire, este sujeto... Se divierte. No niega que es un oponente de cuidado y que no creen poder ganarle con el nivel actual que tienen. Aún así...
-Muy bien, creo que sería un buen momento para ir en serio
-Oh. ¿Al fin usarán esas llamas y destellos de luz que oí? Perfecto. En ese estado, serán capaces de hacer más daño.
Y él sonreía tan complacido. Parece que en verdad.... Fue en eso que Crom miró a otro lado. Eso fue...
-Tsk. Sabía que Grendel sería derrotado. Y ese Vampiro, su energía desapareció de golpe. – sonrió con algo de amargura. – Justo cuando la cosa se ponía interesante. – Crom volvió su brazo a una forma humana y guardó sus alas para poner sus manos en los bolsillos de su gabardina.
-¿Qué haces? La batalla aún no acaba.
-Veras Hakuryuukou, sus amigos son mejores de lo creí en un inicio. Vencieron a los que les impedían el paso. Y eso significa que mi tiempo igual se acabó. Mi misión era solo detenerlos lo suficiente hasta que, supuestamente, sus amigos fueran derrotados. Pero dado que no fue así, como lo supuse, ya no hay razones para seguir. Al menos no ahora.
¿Habla en serio? Él... Él es totalmente diferente a lo que uno esperaría de un Evil Dragon. Era raro. Algo gracioso de cierto punto de vista, pero raro al final. Crom sonrió al imaginar las caras de ambos muchachos. Optó por darse vuelta y dirigirse a la puerta que estaba en el lugar. La abrió de una patada, ante la sorpresa de ambos.
-Esta puerta de abrirá sólo si me derrotaban. Pero no quiero que pierdan el tiempo. Tienen cosas mejores que hacer. Y eso incluye, el ir tras esos sujetos. – Crom empezó a caminar para retirarse.
-¡Espera! – se detuvo al oír como el Sekiryuutei lo llamaba. - ¿Por qué haces esto? ¿Qué ganas?
-¿Qué gano? Es una muy buena pregunta. Y la verdad, sólo ver lo que ustedes pueden hacer aún sin llegar a todo su potencial, hace que me interese ver lo lejos que pueden llegar. Y también... un día poder enfrentarlos cuando llegue ese momento.
Con eso dicho, se retiró. Dejando a los Dos Dragones Celestiales aún más confundidos. ¿Hablaba en serio?
[Crom siempre ha sido un ser de pensamiento simple. Hace lo que le venga en gana. No trates de entender sus razones]
{Al menos nos dejó avanzar. Aún con todo el poder que tienen, dudo que hubieran ganado. Su fuerza está a otro nivel}
Para qué tanto Ddraig como Albion digan eso. Sin duda estaban algo más tranquilos de saber que no tuvieron que hacerle frente más. Por ahora. Hasta Vali admite que la batalla se pudo poner color de hormiga. Al menos ahora.
-Vamos. El resto nos espera.
El Hakuryuukou siguió su camino, no negando que sentía algo de su orgullo golpeado. Pero le servía para ver que aún tienen espacio para mejorar. Esta armadura no puede ser el límite. De ninguno.
El Sekiryuutei siguió a su rival, no sin antes pensar en lo dicho por el Evil Dragon. Su potencial... ¿Tendrá que ver con lo que trata de tener a raya? De ser así... Sacudió la cabeza, no era momento de ello.
-Oye. ¿Ese Rizevim es quién...?
-Pronto lo sabremos. Créeme, ese sujeto es alguien quién detesto con el alma.
Por lo que había logrado deducir, ese sujeto debía ser de la familia de Vali. Él...
-Rizevim es el hijo del Lucifer original. Es alguien quien vi mientras vivía. En más de una vez, huyó de nuestras peleas. Hasta que un día lo lastimé de gravedad. Lo dejé vivir para que vuelva con su padre y sienta la humillación... Créeme, lo que se oyó de él luego en la Facción de los Demonios me hizo ver que hay destinos peores que la muerte.
-¿¡Lo dejaste vivir!? – Ise no creía que su vida pasada haya hecho eso, no luego de lo de Ares.
-Trate de limitar el número de seres que mataba. Él, cuando lo conocí, era un demonio patético. No valía mi tiempo, por lo que lo humille. Era castigo más que suficiente para él. Al menos eso creí en su momento... Veo que no debí hacer ello.
El Sekiryuutei trató de decir algo... pero no pudo. Sabía que Himmel había sufrido mucho, que trataba de, luego de lo de Ares, ser algo más condescendiente y menos vengativo. No lo puede culpar... tanta muerte, debió de estar harto de ella.
Aún así...
-Hey. Sé que esto no será fácil para ti. Ni para mí. Ese sujeto hizo mucho contra mí. Además de... No te culpare si estallas.
Vali siguió su camino, dejando al Sekiryuutei en sus pensamientos. ¿Cuál será su reacción cuándo él...? No lo sabe. Pero es hora de saber la verdad. El motivo real por lo que esa noche ocurrió. Y nada lo detendrá para saberlo. Nada.
Ambos Dragones Celestiales siguieron el único camino que había que seguir, las paredes de este lugar eran algo estrechas, pero bastaban para caminar. A unos pasos de ellos, vieron algo de luz. Parece que hablaron su salida. Y sólo les quedaba prepararse mentalmente para lo que se les viniera, aunque pueda ser lo peor que exista. Era lo que les había tocado vivir... lamentablemente.
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En la mansión Tepes, la parte superior, la entrada se vio abierta de un golpe por parte de Lammy, quién dijo que todo estaba abierto.
-¿Debías de destruir la puerta?
-Hey. No es una entrada invasiva sin algo de violencia. – Millium sonrió burlona a la pregunta de Jusis, quién se tomó la cara.
-Esos dos no han cambiado nada. Desde que recuerdo, esa ha sido su dinámica. – Rean sonrió bajo su máscara al recordar esos días.
-Me recuerda en algo a mi relación con él. – Evangeline sonrió al ver como Rean pasaba a verla. - ¿Celoso?
-... No. Un poco...
La vampiresa sonrió más. Y le gustaba como Laura los miraba. La mujer soltó un suspiro. Sí, sabía que así serían las cosas. Con Rean, nunca esperes que no habrá más de una tras él. Oh bueno, ya se hizo a la idea. Al menos esta vez lo hará como se debe.
-Ya ustedes dos. No actúen así. Su relación del pasado acabó. – Laura caminó al interior siendo seguida por Evangeline y luego por Millium, quién sonrió nerviosa.
-¿De qué habla...?
-Millium y yo salimos un tiempo. – Jusis sonrió al imaginar la cara que Rean debe de tener ahora. – Terminó hace unos años.
-Ahm...
-Ya Rean. No es lo peor. Al menos siguen siendo amigos. Y se ve que han hallado lo que buscaban.
-¿Experiencia personal Azazel-san?
Rean contuvo la carcajada al ver la cara del caído, quién apretó un puño al ver que se estaban burlando de él. Los tres varones fueron tras las mujeres del grupo, sólo para ver que habían derrotado y dejado fuera de combate a los vampiros que estaban custodiando el lugar. No fue difícil...
-Son débiles.
-Ya Milli. No puedes esperar mucho tampoco.
Rean se acercó al único que aún quedaba despierto. Se notaba que era uno de los líderes de la casa Tepes, lo ve en sus ropas. Lo alzó del cuello para poder hallar respuestas.
-Muy bien idiotas. ¿Dónde están?
-No sé de qué... Agh...
-No mientas. – Rean apretó la garganta del sujeto para que no se le ocurra decir más mentiras. - ¿¡Dónde están los qué orquestaron esto!?
-Abajo... el laboratorio de... Lord Marius...
-Gracias. – Dicho eso, Rean apretó más el cuello y se lo rompió. El vampiro cayó al suelo, inmóvil. Para siempre.
-¿Era necesario Rean?
-Lo fue. – sacudió la cabeza al recibir las memorias de este sujeto. – Más si lo que veo, es verdad. Los hijos de puta, esos Evil Dragons son Vampiros que modificaron con el Santo Grial. ¡Experimentaron en su gente!
Nadie dijo nada. Eso era... horrible. Laura tomó la mano de Rean, quién trataba de calmarse y no liberar su poder. Ni maldición. Debía pensar las cosas con calma y... serenidad.
-Entonces vamos. Eso sujetos están abajo, ¿No? – Jusis observó a Millium, quién asintió.
-Muy bien... atrás. ¡Lammy!
La chica ordenó al muñeco que haga un agujero en el suelo. Este lo hizo con relativa facilidad, mostrando que... en efecto. Había una construcción debajo de ellos. Una muy grande.
-Veo que habrá que descender. Una cosa Rean. ¿Qué más viste de ese sujeto? – Azazel miró a su amigo, quién trató de recordar lo necesario.
-No mucho a decir verdad. Vi que el sujeto tenía una relación con ese Marius que Elmenhilde nos dijo. Además de que vi a ese Euclid también. Pero... el que llamó mi atención fue un sujeto... El mismo que despertó a Rahab de su letargo. Y quién Sirzches me comentó. – Vio al caído tensarse. - ¿Qué sabes de él Azazel?
Todos, sin excepción, pasaron a ver al caído. No sentían la presencia de nadie en la zona, por lo que... tenían que saber a quién o qué sé van a enfrentar.
-Ya lo deben de saber... en la actualidad, hay seres que superan el poder de un demonio. Los Súper demonios, como se les llama, son existencias que superan la definición de esa especie. Tanto el Maou Lucifer y Belcebú actuales entran en esa categoría.
-Lo sabemos. No es nada nuevo para nosotros que sabemos del mundo sobrenatural.
-Si. Así es niña. – Millium infló las mejillas al ser llamada así. – Pero... Hay uno más.
-Rizevim... ¿Verdad?
-Si. No es por querer alabar al sujeto ese. Pero su poder, supera al de su padre, el Lucifer original. Al menos en lo que se vio en los últimos años. Ya que, después de la Gran Guerra, no se sabía nada de él. Desapareció un día, sin rastro alguno.
-¿Desapareció? ¿Así como así?
-Si. Y créeme, lo trataron de hallar. – Laura alzó una ceja. Por alguna razón, eso la preocupa. – Por el lado de los demonios, porque querían a alguien que lidere el gobierno. Por nuestro lado y de los Ángeles, para tener información de un peligroso enemigo.
-¿Peligroso? Hablas cómo si ese sujeto fuera... algo de otro mundo. – Evangeline no cree que ese sujeto sea la gran cosa.
-La verdad, al inicio no lo era. - ¿Al inicio? – Cuando lo conocí, durante la guerra, era un mocoso creído. Uno que se jactaba de su herencia y poder, uno que mostraba cierta superioridad a la de su padre. Pero... eso cambió un día.
-¿Qué lo cambio? – Jusis notó la expresión en la cara del caído, algo de satisfacción y burla.
-El Rey Supremo.
-¿Himmel? – los que no sabían del nombre, pasaron a ver a Rean, quién... - Ese es el nombre del God Slayer Haou.
-Oh. Ese hombre. La vida pasada de tu alumno, ¿no? – Millium asintió, duda aclarada.
-Hubo rumores que el Rey Supremo lastimó y humilló a Rizevim de tal modo, que este no podía mostrar su cara ante nadie. Años después supe el porque. Le había destrozado el ojo izquierdo y dejado una cicatriz horrible. De seguro un recordatorio eterno, de lo que Himmel creyó lo humillaría más, la derrota ante un humano. Y créame, sirvió. Por años, Rizevim se volvió la burla de su especie. En esos días, Himmel aún no era tan temido o reconocido como lo fue en los últimos años de su vida. Esa fue una de sus tantas hazañas que fueron públicas.
-Ok... Pero, ¿Qué tiene que ver esto con lo que está pasando?
-No... - Rean pareció captar lo que Azazel quiso decir. - ¿¡Acaso él...!?
-No sé cómo. Pero logró descubrir que su enemigo jurado, el ser que lo humilló, había reencarnado. Y... Rean, ese hombre es la razón por la que Ise perdió todo. Él mandó a matarlo hace 10 años.
Tras oír ello, Rean no perdió tiempo y se lanzó hacia el orificio que llevaba a la zona subterránea. Ignoro el llamado del resto. Su mente sólo tenía una cosa. Llegar antes que Ise cometa una locura. No puede dejar que algo le pase...
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-Al fin... hemos llegado a una zona más amplia. – Xenovia se estiró un poco. – Admito que tantas peleas me están pasando la factura.
-Estás hablando como una anciana Xenovia. ¿Acaso el esfuerzo por estudiar tanto te pasa la factura?
-Ya quisieras Aki... ya quisieras.
-Oigan, déjense de hablar tonterías y caminen. – Rainbow flotó sobre ellas, para luego estirar sus alas. – Ngh... aunque admito que el estrés me pasa factura.
-¿No significa eso que nos hacemos viejas....? – Las palabras de Irina no estaban.... Tan lejos de la realidad.
-¡Qué te parta un rayo! ¡Aún no estoy dispuesta a tener arrugas!
-Pero... se te ve una cana aquí Senpai. – Rarity dio un ligero gritó al oír a Koneko, sólo para ver que ella le sonreía con burla. – Cayó...
Kiba, Gasper y Kurama veían la interacción entre las chicas. Casi parece que no estaban en una base enemiga. Oh bueno, tampoco es bueno estresarse. El Knight miró a Rias, quién trataba de hacer contacto con el resto usando los brazaletes que Kuroka les dio.
-¿Nada Buchou?
-No. Lo que haya aquí, corta las comunicaciones y eso me preocupa.
-Puede que sea un círculo mágico en el lugar. No suena a algo fuera de lo posible. – Rias le tuvo que dar la razón a Twilight, quién suspiró. – Y olvidamos darle uno a Ise.
-Ise-sama dijo que Kuroka-san le estaba haciendo uno. Al parecer no le alcanzó el tiempo. – Asia trató la herida de Pinkie, quién sonrió al ver que estaba curada. – Pero... ¿No sienten algo mal aquí? Es como si...
-Si el ambiente fuera pesado. Sí. Siento lo mismo. – Rossweisse no estaba calmada, es más... sienten que los vigilan.
-Oigan. Miren esto. – AJ señaló el suelo. Son marcas de un círculo mágico. Y uno bien grande. - ¿Qué es esto?
-No lo sé. La Magia de Runas es la especialidad de Fay. – Twilight admitió que no estaba en su zona de conocimiento. – Cómo quisiera que...
-¿Nos llaman? – la voz de la maga hizo que todos pasen a ver al grupo que acababa de llegar.
La sorpresa de verlas heridas, con ropas rotas y demás, demostraba que no la tuvieron fácil...
-¿Qué pasó? ¿Pelearon con una trituradora?
-No loca. Con un loco Evil Dragon. – Ray le dio un ligero golpe en la frente a Pinkie, quién hizo un puchero.
-¿¡Lucharon con Grendel!?
-¡Y ganamos! A penas... - Fluttershy se mostró sorprendida a la respuesta de Yang, quién se sobaba el hombro. – Una ayuda...
Asia y Fluttershy fueron hacia ellas y empezaron a tratar sus heridas. No obviando lo que acababan de decir. Ravel suspiró y empezó a relatar todo. Y el trozo de información, de que alguien más estaba tras esto.
-¿Qué crees que sea Sunset? Debes de saber algo.
-No Ravel, lo siento. En mi corto tiempo en la Khaos Brigade, nunca tuve contacto con... A menos que...
-¿Qué cosa? ¡Sabes algo!
-Si me dejaras pensar Weiss.... ¡Sí lo haría! – La chica pensó y pensó... hasta que... - Weil... Recuerdo ese nombre. Alguien en la organización, encargado de la zona científica. ¡Él puede que sea quién Grendel mencionó!
-¿Has tratado con él Senpai? – Gasper miró a la chica, quién se sorprendió al ser llamada así, pero la misma no respondió como querían.
-No. Cao Cao era quien tenía tacto con él.
-Y tampoco puedes ir y hacer la pregunta a tu ex nya...
-Kuroka, él y yo nunca...
-Luego. Si no ven, estamos ya cerca de hallar algo. Centrémonos. – Ayane vio que Fay miraba el círculo en el suelo con horror. - ¿Fay?
-No... Esto es... ¡Qué horrible!
-¿Qué cosa? – Blake se acercó a la maga y vio algo que antes no pudieron... Sangre. - ¿Qué demonios...? No me digas que este círculo es...
-Un ritual. Uno de modificación, combinado con alquimia y el poder del Santo Grial... ¡Esta cosa sirve para sacrificar seres vivos y volverlos algo más! – Fay se alejó del círculo con miedo y asco. No podía...
Kurama soltó un quejido triste al oír ello. Por eso el aire olía así. Sangre. Tanta sangre. Y eso era lo que lo hacía estar así. Acurrucado al lado de Rossweisse, quién pudo al fin reaccionar.
-¡Esa es magia prohibida! ¡Sólo un demonio de la vieja orden debería tener acceso a esto!
-Y así es.
Ver la llegada de ambos Dragones Celestiales, hizo que suspiren. Ver como Rin iba hacia Vali y lo abrazaba, sacó una sonrisa a pesar del ambiente.
-¿Te portaste bien?
-¡Sip! ¡Fue genial verlos pelear, más el vampiro! ¡Invoco algo increíble y acabó con los malos!
Se notaba que aún era una niña. Vali sabía que, aún tras todo esto, debe de proteger la inocencia de Rin. El Sekiryuutei acarició la cabeza de la niña, quién sonrió al gesto. Este se notaba exhausto, aunque su máscara cubriera su rostro.
-¿Pasa algo? Parece que hubieras visto algo horrible.
-No lejos de la realidad Akeno. No lejos de ello. – No quiere decir lo que lo aqueja, no ahora.... Al menos hasta que...
Ise vio como Ruby se le acercó y pudo ver algo distinto en los ojos de ella. Algo que... Ya ve.
-Lo hiciste. Derrotaste a Grendel...
-Todas lo hicimos. Pero yo di el golpe final.
Ise sonrió al oír ello. Parece que eso bastó para que ella pueda recuperar eso que creía perdido. Acarició la cabeza de la chica, sacándole un sonrojo y una ligera molestia a algunas. Él no cambia...
-No entiende el corazón de una chica...
-Eso lo hace peligroso, de cierto modo.
-Pero a su vez, puede que eso sea bueno.
Yang, Weiss y Blake volvieron a confirmar lo que sabían. El Sekiryuutei era un playboy sin malicia. Y a él, bueno... el comentario le molestaría si no fuera que...
-¿Ise? ¿Qué pasa? – Ver la cara de Rias, que se mostraba preocupada, hizo que él....
Pasó a ver a Vali, quién asintió. No había más sentido en ocultar lo que...
-Yo...
-Ver que vencieran a todos. Me sorprende.
Esa voz... Todos se pusieron en guardia, el lugar de repente se puso oscuro. ¿Qué rayos? Ninguno bajó la guardia hasta que oyeron unas palmadas. Y una voz siniestra.
-Fufu. Pensar que unos niños lograron todo esto. Mis felicitaciones.
Esta voz era femenina, a diferencia de la inicial masculina. ¿Dónde estaban? ¡No podían ver nada! Pero la voz de Vali, mostró algo que no habían oído en él. Rabia y odio.
-¡Muéstrate Rizevim!
Y a las palabras del Hakuryuukou, las luces se prendieron. Se vio en una parte elevada por unas escaleras a tres figuras. Una era Lilith, quién se mostraba... callada. La otra, era de una mujer de cabello blanco, ojos rojos y una piel tan pálida que sus venas eran notorias. Y la del varón... era como ver a un Vali mayor, sólo que con barba y... un ojo izquierdo que no veía y una gran cicatriz en este.
-¿¡Salem!? – Himmel en el interior de Ise reconoció a la mujer, no podía ser... - ¿¡Cómo!? ¡Se supone que yacía sellada en las profundidades del infierno!? Hades... ¡Hades!
Eso era... bastardo costal de huesos. Jura que cuándo lo vea...
-Cuanta carne joven. Y... Oh. ¿Qué tenemos aquí? Jóvenes Cazadores de Grimms y... una chica de ojos plata. Cómo ella...
Ruby abrió los ojos al oír ello. Ella... ¿Sabía de su madre?
-Jejeje. Es bueno ver que la gente joven es hábil. Al menos en algo sirvió lo que el Rey Supremo hizo. – Rizevim pasó a ver a su nieto, quién tenía a Rin tras suyo, la niña temblaba. – Oh Vali. Mírate. Has crecido. Lástima que tu padre no puede verte... a fin de cuentas los cadáveres no hablan.
¿Acaso...? Él... Vali le quitó importancia a ello. Odiaba al que era su padre. Lo hubiera matado de todos modos. Pero ver como el demonio miraba a Pinkie, quién estaba a su lado. Por instinto alzó el brazo delante de ella.
-Jajaja. Igual a él. Encantado por una humana. Patético.
-¿¡Quién eres!?
-Oh. La hermana del actual Lucifer. Un honor verte en persona. Claro, si es que verme lo puedes considerar uno. – Rias se preparó para lo que sea. – Yo no haría un movimiento si fuera tú. A fin de cuentas... ¿Crees poder hacer algo?
Era verdad... su poder... era superior al de todos ellos. Lo podían sentir.
-En fin. Me presento. Soy Rizevim Livan Lucifer. Hijo del Lucifer original. Y su enemigo. Herederos de la voluntad de Haou.
-¿Cómo sabes de él? – La pregunta de Twilight, le fue respondida con un dedo en el ojo. – la cicatriz.
-Bingo niña. Pero obviemos algo tan inverosímil y centrémonos. A ver, quién tengo a mi lado es la bruja que se alió a mi padre, Salem. La maestra de los Grimms.
-Un placer niños. – Ugh, se burlan de ellos. – Oh, también soy la maestra de Cinder. Por si desean saber.
-Eso significa... ¡Ustedes...!
-¿Ordené el ataque a Beacon? Si. Esa academia acababa con mis niños. Ya estaba harta. Y el pobre director, fue un pobre tonto que pensó que podía evitar lo inevitable.
¿En serio? Estaban teniendo una revelación de golpe. ¿el hijo de Lucifer? ¿Una bruja que se alió a este? ¡Debía ser un chiste y uno de muy mal gusto!
-Y, para terminar, aquí está Lilith. La mitad de quién fue una vez Ophis. – Rizevim mostró a la niña, cuyos ojos se posaron en quienes... habían jugado con ella. Desvío la mirada por una razón. – La llame en nombre de mi madre. ¿No es linda?
-¡Quítale las manos de encima! – El Sekiryuutei alzó la voz, viendo la ligera inconformidad en los ojos de la niña. - ¡Tú...! ¡Tú eres quien Crom habló! ¡El que orquestó todo esto! ¡Desde lo de Escocia hasta aquí! ¿¡Para que!?
El tono de Ise, sorprendió a todos. Pero Valió estaba igual. No podían dejar sus emociones de lado. No luego de todo lo que ha pasado. Rizevim por su lado, mostró algo de rabia al oír el tono del chico. Esa voz... Era como la de él. Igual de desafiante.
Por lo que, atinó a sonreír y pedirle al muchacho una cosa.
-Quítate el casco niño. Quiero ver la cara del hombre que tanto odio.
Se pudo sentir el odio en su voz. Uno puro... nada más. Ise lo hizo, más porque quería que él sujeto le responda. Y cuando lo hizo, vio como el ojo de Rizevim mostraba odio y Salem sorpresa.
-Impresionante. Es idéntico a él... Con que era verdad. La reencarnación del humano más poderoso, quién aterrorizó Dioses y salvó al mundo y lo moldeó... El Sekiryuutei que es el Rey Supremo. ¡Admito que no lo creí, pero ver tu cara...! – Salem mostró una mirada llena de rabia. Una que parecía matar si es que...
-Calma Salem. No debemos permitir que emociones primitivas, afecten lo que hemos planeado. El chico hizo una pregunta. Es justo que le respondamos.
Rizevim pareció calmar a la mujer, quién tomó aire. ¿Qué había hecho Himmel a estos dos? ¿Tanto era su odio contra él?
-Para responderte Sekiryuutei. Una razón es simple. Queremos un ejército. Uno enorme. Invencible. Uno que nos permita, acabar con todo lo que hay en este mundo. Y la ayuda de Marius, era necesaria. Aunque agradezco que lo mataran. – Alzó su mano para mostrar un cáliz que brillaba. – Hubiera sido problemático tener que devolver este cáliz. Hay tanto para usarlo.
Vieron el cáliz brillar, era el que faltaba de los tres que Valerie debería tener en su interior.
-¡El cáliz! ¡Eso es de Valerie!
-Oh, en eso te equivocas mi pequeño amigo. El cáliz, es nuestro ahora. Y nada podrás hacer para cambiar ello. – Rizevim sonrió burlón a la cara de Gasper. – Pero sí, esa es una de las tantas razones por la que hacemos esto. La otra, es porque queremos ver que hay más allá de la Brecha Dimensional.
-¿Más allá? – Fay no entendió de que hablaba. ¿Qué puede haber ahí?
-Fufu, niña... ¿En verdad crees que no hay nada? Si fuera así, ¿Por qué existen esos seres que están dentro de ti y tus amigos?
Las palabras de Salem, bastaron para que todos analicen lo que habían oído antes. Skeith y los demás habían admitido venir de un mundo distinto, uno donde una guerra se llevaba a cabo. Eso significa que...
-Si. La otra meta, es ir a ese mundo y hacernos de este. Para ello, debemos deshacernos de quién custodia dicha Brecha.
-¡Great Red! ¡Tu objetivo es Great Red! – Sunset acertó en su deducción, la cara del demonio era... respuesta suficiente. - ¡Es una locura! ¡Él es una existencia necesaria en nuestro mundo!
-¿Crees que me interesa? Niña, tú ya debes de saberlo. Cosa cómo esas, me dan igual. Sin contar que... Estamos cortos de poder para hacerle frente. – Rizevim mostró algo de molestia. – Ese idiota de Cao Cao... dividió el poder del único ser capaz de algo así. Y ahora, sólo nos queda ir a la única opción viable. Robar al Dragon Eater es improbable, Hades estallaría en rabia y oí que aún no se recupera de las heridas que sufrió hace un mes atrás. Si, la única salida... es Trixeha (666).
-¿¡Trixeha!? ¡Está loco!
-Pensar que este viejo quiere usar algo así. – Incluso Skeith estaba horrorizado, habló para que los demás miembros de la Onda oigan. – Trixeha es el ser que el Dios Bíblico enfrentó y selló... esa cosa es tan poderosa, que estaría a la par de Cubia.
Las chicas que oyeron eso, empezaron a sudar frío.
-¡No, algo así destruiría el mundo! ¿¡Qué no te importa!?
-¿Por qué debería de importarme? – Ayane no creía lo que oyó. – A fin de cuentas, este mundo no me importa.
-¿¡Deseas destruir el mundo porque sí!? ¡Trixeha es la bestia que se menciona en el Apocalipsis! ¡Eso destruirá todo! ¡Nuestro mundo! – Ravel trataba de hallar un razonamiento en las palabras de este hombre. No las había. Estaba loco.
-Mundo... este mundo... es algo que él creó.
-¿Él? ¿Habla de...?
-Si niña. El Rey Supremo. – Aki preparó su arma en caso deba atacar. – Saben, es gracioso pensar que un solo mortal, tan débil y patético, haya pasado a la historia. Su nombre, vitoreado u odiado por otros... Es algo increíble. Algo que me da ganas de vomitar. Más por lo que siento. Odio. Ni más ni menos.
-¿Por qué...? ¿Por qué lo odia tanto? – Asia intuía que era por la cicatriz, pero no... había más.
-¿Por qué...? ¿¡Por qué!? – algo de la energía del demonio de vio liberada y vaya que era pesada. - ¡Porque ese bastardo representa todo lo que odio de este mundo! ¡Él, un simple humano, se jacta de haberlo cambiado! ¡De haber hecho, lo que nadie más pudo! ¡Él, por el simple hecho de existir, me hace recordar la humillación que pasé cuando me derrotó!
Este sujeto... su odio. No tiene límites. Se ve que odia a Himmel, no lo oculta ni niega. Hasta parece orgulloso de ese odio.
-Por ello, es que odio el mundo en que estamos viviendo. Porque este mundo, lo creó él. Lo creo con sus acciones. Con haber hecho temblar los cimientos del mundo. Por demostrar, que un Dios, no es omnipotente. Y esa, es la razón por la que quiero que esté desaparezca. Porque todo lo que existe ahora, es obra suya. De modo directo o indirecto.
-¿¡Por eso!? ¡Está loco!
-¡Gracias, es algo de lo que me jacto! – Weiss gruñó al oír que el tipo no tiene remordimientos. - ¡Pregúntale a Vali! ¡Tu querido padre era patético mi querido nieto, por eso es que te atacaba! ¡!Por qué naciste siendo más fuerte que él, una existencia más poderosa ¡Admito que eres mejor que él, al menos tenías agallas de hacerle frente para que tú querida mamá esté a salvo!
-¡Maldito! ¡Si no fuera porque lo mataste, yo mismo lo habría hecho!
Pinkie se sorprendió al oír ello, todos lo hicieron. ¿Vali era golpeado por su padre biológico para defender a su madre? Pero... Weiss lo vio con comprensión... con que él...
-Hay que admitir que hay tanto que agradecerles a todos ustedes. Sus acciones, cada victoria sobre la Khaos Brigade hizo que... nos acerquemos a nuestra meta real. Esos tontos, fueron los cebos perfectos. Y cumplieron su meta hasta el final. Cao Cao, Shalba... Idiotas. Al final solo fueron peones en mi juego. ¿Dónde creen que hallaron la información necesaria? ¿Cómo creen que sabían que hacer? Yo les daba mi información, Euclid es un buen aliado, que busca la mismo.
-¿Todo...? Eso significa que...
-¿Quién creen que sacó a Rahab de su sueño? – Akeno ahora lo veía claro, todos lo veían... - Fue mi idea hacer que esa isla sirva de cierto experimento. – Twilight y sus amigas vieron al demonio con ira. – Fui yo quién le dio a Loki la información que necesitaba para su círculo. Lo de Kyoto... - Ayane apretó los puños. – Lo de Egipto. – Fay apretó los dientes. – Lo del inframundo, lo de Sombra... lo de esa Academia Beacon. Todo... es parte de mi plan. Parte de mi esquema. Traerlos aquí y así... poder hacer lo que necesito. Hundirlos en la desesperación. ¡Esos vampiros fueron perfectos! ¡Sabía que por ese mocoso vendrían a buscar respuestas! ¡Qué esas niñas vendrían al saber que aquí está la respuesta de que su academia fuera destruida! ¡Todo, para esto! Todo, para tenerlos frente a mí. Y revelar una gran verdad. Una que te concierne, Sekiryuutei.
Ise miraba al demonio, sus ojos rojos denotaban la ira que sentía. Una qué Rizevim veía con placer.
-¿Deseas saber cómo supe quien eras? Simple. ¿Recuerdas ese día en el parque? Dónde un simple viejo les regalaba globos a varios niños.
Ise, Aki y Kaori lo hicieron... ese día... una semana antes que... ¡Era él!
-¿Desean globos niños? Tengan. Se los regalo.
Ese día... habían ido con sus familias al parque. A pasar el día... fue en eso que... No... No... No, no, no, no. ¡No! ¡NO!
-Cuando te acercaste... sentí en ti el poder del Rey Supremo. Dormido. Pero te había hallado. Tras siglos de búsqueda. Podría matarte. Pero no lo hice ahí. En ese momento. Porque debía ser en secreto. No podía revelarme, más porque en esos días, unos demonios regían Kuoh. Pero vaya que eran patéticos, no pudieron saber que entre y salí como si nada. Es más, mandé a uno de mis seguidores tras ti niño... y lo debes de recordar muy claro, ¿No?
El Sekiryuutei se empezó a hiperventilar... todo tenía sentido. ¡Todo! ¡Él! ¡Él destruyó todo! ¡Sólo por tener el alma del hombre que lo humilló! ¡El que...! ¡Lo mandó a matar! ¡Sus padres! ¡Su infancia! ¡Su vida! ¡Él la destruyó toda!
-¡Ise! – Rias vio como unas lágrimas salían de los ojos del hombre que amaba. Estaba destruido... la verdad lo había golpeado de tal modo que no estaba pensando claro.
-¿¡Qué piensas Sekiryuute!? ¿¡No te gusta saber la verdad!? ¡Porque creo que ahora puedes saber que decirles a tus padres en el más allá!
-¡Monstruo! – Ruby disparó su arma hacia el demonio, pero este atrapó la bala con una mano. - ¿¡Cómo pudiste...!? ¡Un niño!
-Simple. Porque puedo... y haré más. ¿Qué me dices Sekiryuutei? ¿Quieres pasar por ese dolor de nuevo? ¿Ver todo lo que amas morir? Es fácil... sólo debo hacer un movimiento y ya. Pero... ¿Quién debe ser? Tus mujeres. Tus amigos... tus nuevas amigas... tu maestro. Hay tanto que decidir... ¡Qué lo disfrutaré de todos modos!
-¡AAAAAAAAAAAAHHHHH!
Las llamas que salieron de la armadura eran tan intensas que parecieran vivir. Las escamas en la cara del Sekiryuutei denotaban que había pedido el control. Todo... ¡Ese sujeto...! ¡Lo matará!
Cargó una Gaea Force y la lanzó hacia Rizevim, quien silbo al ver el tamaño de esa cosa. Nada mal. Pero... alzó la mano y al momento que el ataque la tocó... se hizo nada... ¿Qué había...?
-¿Qué demonios...? ¡Desapareció! – Kiba jura haber visto el impacto del ataque en la mano de Rizevim...
-Rayos. Ni el Sekiryuutei con un crecimiento anormal logró algo. – Vali sabía ahora que su teoría era correcta.
-Uy. Veo que estás de mal humor niño. Deberías calmar...
Rizevim no terminó su frase. Ise se lanzó hacia él para lanzarle un golpe en la cara, uno que este detuvo y la armadura en esa zona se desvaneció. Volvió a intentarlo con el otro brazo, pero lo mismo pasaba. El demonio veía algo en los ojos de este niño... estaba ahí. Una bestia que estaba al borde de salir... una que desea destruirlo a él. La intensidad de las llamas, era molesta. Pero más lo era... la mirada de este niño. Como la de él... y eso... ¡Lo enfurece!
Alzó a Ise al aire y le dio un golpe en todo el pecho. Uno que le sacó el aire y destrozó la armadura de dicha zona. El Sekiryuutei cayó al suelo, tratando de recuperar el aire... no sin antes vomitar sangre.
Sus amigos trataron de ir por él, pero varios tentáculos que parecían estar hechos de trozos de Grimms, se pusieron en el camino. Salem los había invocado. Ella estaba por disfrutar lo que iba a ver.
Rizevim por su lado, miro sus manos... ese niño. Caminó hacia él, quién aún trataba de pararse. Sólo para pisar su pecho con fuerza. Una que hizo sus huesos tronar.
-Sabes mocoso. Eres un caso. Ni Vali había sido tan osado en querer atacarme. Y eso que le he dado varias oportunidades en el pasado. – Observó con burla al Hakuryuukou, quién tenía a la niña tras suyo. – Pero es algo que se puede admirar. En especial en alguien como tú. – Piso con más fuerza el pecho de Ise, quién gritó de dolor. - ¿Sabes por qué no sirvió? Simple. Mi poder especial y único. Sacred Gear Canceller... todo ataque mejorado o hecho por una Sacred Gear se anula. Y el tuyo, es de tu fuerza con el Boosted Gear. Pero no creas que es lo único que tengo... Agradécele a Haou en tu alma, que gracias a él, entrené y me hice más poderoso. Podrías decir, que estoy a la par del Maou Carmesí en poder puro. Además de que... - El demonio alzó la mano y una estaca de luz se creó. – También tengo esto.
-Mal... dito...
-Oh, que mala boca. Tu mami estaría triste si te oye... jejejejeje. – Puso más fuerza en su pisada, haciendo que más sangre salga de la boca de Ise. – Ah. Música para mis oídos.
-¡Déjalo! – Yang detuvo a Twilight, quién no soportaba ver a su novio así.
La rubia estaba igual que ella... todos lo estaban. Pero estaban atrapados en una jaula hecha de estos tentáculos. Un paso en falso y... ¡Mierda, esto es malo!
Sin que nadie lo notara, Lilith apretaba su pequeño puño. Sangre salía de este...
-Muy bien, veamos cómo tus amigos mueren. Y tú... ves todo sin hacer nada. – Justo cuando estaba por dar la orden a Salem, sintió que algo alzaba su pie. – Tú...
-No... Ellos... Es a mí a quién quieres... Déjalos en paz... - Rizevim vio esos ojos de nuevo... desafiantes. Los ojos del Rey Supremo... ¿¡Aún se rehúsa a perder! ¿¡Desea seguir!?
¿¡Eso quiere!? Bien... lo hará sufrir más. ¡Lo hará hasta que pida clemencia y luego irá por su nieto y todos los demás! ¡Verán que nadie...! En eso, algo pasó por su cara... una espada... lo esquivó apenas, pero una patada lo alejó del Sekiryuutei. ¿¡Quién...!?
Luego se vio como los tentáculos eran cortados por algo. Una mujer de cabello azul y... por supuesto. Ellos...
-Se nos unen. Por lo que veo. – Rizevim vio la armadura que portaba el maestro de este chico. Y se sentía la rabia que emanaba.
-Tú... ¡Aléjate de mi hijo! – Rean apuntó su tachi al demonio, quién sonrió... Estaba mejor este escenario.
Ise vio a su maestro, quién usaba la armadura creada por el metal de la espada. Segunda vez que la ve...
La llegada de Azazel, Evangeline, Jusis y Millium sólo le dio a los más jóvenes algo de calma. Se habían salvado.
-Bah. Pestes que creen que se pueden meter en nuestros asuntos. – Salem estaba lista para crear más Grimms, pero Rizevim tenía otros planes.
-Veo que este chico significa mucho para ti. Maestro del Estilo de las Ocho Hojas. ¿Es por qué es tu alumno y único heredero del estilo?
-No. Lo es porque es mi hijo. – el demonio alzó una ceja al oír ello. – No es que tú sepas lo que es eso.
-Je. Sí... es verdad. – el tipo había matado a su propio hijo. Obvio que no sabe nada de ello. – Y Azazel, veo que te has dignado en aparecer.
-Ni creas que me agrada verte la cara. – Rizevim sólo se encogió de hombros. Le da igual. - ¿¡Cuál es tu plan tras todo esto Rizevim!?
-La verdad. No tengo ganas de repetir mis planes a ti y a los recién llegados. Tengo cosas que hacer. Deja que los niños te lo expliquen. Oh, antes que me olvide... no dejen a esos vampiros solos mucho tiempo. Créanme.
En un destello de luz, el demonio, Salem y Lilith desaparecieron. Tras unos segundos de búsqueda, vieron que estaban sobre ellos sobre un círculo de transporte.
-¡No huyan!
-¡Vali, sé que deseas matarme! ¡Te invito a que lo hagas! Es más... ¡Tal vez recordemos viejos tiempos! – El Hakuryuukou gruñó al oír ello. – Oh. Espero que pronto podamos jugar Sekiryuutei... y espero que ese día, logres ser más fuerte. Para poder matarte como se debe.
Ise trató de decir algo, pero no pudo. Estaba muy mal. Rean alzó su tachi y lanzó una onda de fuego que fue hacia ellos. Lilith alzó su mano para crear una barrera que los protegió del ataque... pero ver como el calor de las llamas aún logró pasar la defensa, la hizo ver al humano con curiosidad. Era poderoso... muy poderoso.
-Oh. Veo que los rumores de tu habilidad no son broma Rean Schawzer. El Ogro Carmesí. El Sacrificio que sirvió para abrir la mente de los corrompidos por las ideas de la Iglesia. Eres un caso... espero que puedas vivir lo que te queda, sin remordimientos.
Rean volvió a lanzar otra onda de corte, sólo para que estos bastardos se vayan en un destello de luz. Habían huido. Optó por olvidarse de ellos e ir por Ise, quién seguía tendido en el suelo.
-Maestro... yo...
-No hables. Tienes las costillas rotas. – Rean trató de darle a su alumno una mejor posición para que respire. En eso, vio la llegada de Asia y Fluttershy. – Ayúdenlo.
Ambas chicas empezaron con el tratamiento. Sorprendidas por el daño que Ise tenía en su cuerpo... un golpe le hizo esto. Era increíble... pero a su vez, algo horrible. Más si pensaban en todo lo que habían oído.
Rias y Twilight se arrodillaron a su lado. Viendo el estado en que estaba. Ray recordó esos días en que él... era la misma mirada. Nadie había visto así al Sekiryuutei... pareciera rendido.
-Fui un Idiota... Atacar así... Debí suponerlo. Himmel me lo advirtió... Pero estaba tan furioso... No hice caso. – Ise tosió un poco al decir ello. – Ahora... miren como acabé. Derrotado de un golpe... patético.
-No Ise. Rizevim es un ser poderoso. No te sientas mal.
-Azazel... él... él lo hizo todo. Desde ese día... hemos sido muñecos en su juego... Yo... sobre todo. – Se sorprendieron al verlo derramar unas lágrimas. De dolor y rabia. – Él... me lo quitó todo... Mi infancia, mi familia... Todo. Y ahora que tengo algo de nuevo... quiere quitármelo. Quiere... - Las lágrimas salieron con más fuerza, Asia no pudo evitar llorar al verlo así. Algunas contuvieron las lágrimas al verlo así. – No quiero eso... No podría... Por eso....
-¿Recuerdas lo que te dije cuando empezamos a entrenar? – Rean se arrodilló al lado del muchacho. – Las hojas siempre caen. Pero un árbol fuerte, siempre producirá más... y se verá más fuerte que antes. Ese es el lema que mi maestro me dijo. Eres mortal Ise, eres dragón, pero naciste humano. Y lo que pasó, demuestra que tú corazón tiene más humanidad que muchos... te duele saber que puede pasar. Pero no dejes que ese miedo u odio rijan lo que vendrá. Porque de ser así, Rizevim habrá logrado lo que quiso. Destruir quién eres.
El Sekiryuutei miró a su maestro, el hombre que era un padre para él. Trató de decir algo, sólo para sentir una mano en la suya. Notó que Ruby quería decir algo...
-No estás sólo. ¿No fue eso lo que me dijiste? Mis amigos son mi fuerza y deseo ser la de ellos. Ise... todos pensamos igual que tú. Y no sé qué sientes ahora. Pero quiero ayudarte... como tú lo has hecho conmigo. Con todos. Deja que te ayudemos a cargar el peso que llevas ahora.
El Sekiryuutei se sorprendió al oír ello. Sólo para notar que todos lo miraban, hasta los que apenas lo conocían. Sonrió al ver que era cierto... no estaba sólo. Y si alguien quiere quitarle esto... lo hará sobre su cadáver. Rizevim no logrará nada... lo jura.
Por su lado, el Hakuryuukou seguía viendo el lugar por donde Rizevim huyó. Estaba tentado en ir. Pero... Rin aún tenía su mano. No puede dejarla sola. Por más que quiera...
-Hey. – Volteó para ver que Pinkie se le acercaba. - ¿Deseas ir tras él? – el silencio del Hakuryuukou bastó para ella. – Ve.
-¿Qué...?
-Deja que yo cuide a Rin-chan. Tú trata de ver que puedes hacer. Esto es personal para ti, ¿no? Así que... ve.
Vali miró a Rin, quién asintió un poco dudosa. Acarició la cabeza de la niña para dejar que vaya con Pinkie, quién le sonrió. Ella... siempre logrando que él haga lo impensable. Se dio vuelta y voló hacia donde debía ir. La chica soltó un suspiro, al mismo tiempo que Rin tomaba su mano.
-Eres muy parecido a I-nii... quieren cargar con todo... Ni creas que dejaré que hagas eso Vali...
-Veo que eres muy madura a pesar de todo. – Weiss de acercó a la muchacha, quién parpadeó varias veces. – Lo que hiciste, no lo haría cualquiera. Él te importa mucho, ¿no?
-... Más de lo que crees. – La chica vio como Pinkie sonreía melancólica. - ¿Y tú...?
-No... Aún no hallo a alguien quién me haga sentir así. Y me das envidia.
-Oh, serías la primera. – Weiss sonrió a la risa que Pinkie dio. Vaya...
Rin sonrió al ver la interacción entre ellas. Sólo para ver cómo él Sekiryuutei se ponía de pie con la ayuda de Kiba y Gasper. Aún parecía algo adolorido. Parece que ahora han logrado...
-¿¡Me oyen!? – una voz salió de las pulseras de varios. Rias fue la primera en reaccionar.
-¿Elmenhilde? ¿Qué pasa...?
-¡Problemas! ¡Han salido más de esos Dragones! ¡Los Grimms están surgiendo como la espuma! ¡Son varios! ¡Estamos logrando contener a varios, pero algunos van a la zona civil! ¡Acabarán con todo de seguir así!
Las palabras de la chica hicieron que entiendan lo que Rizevim dijo antes. Qué no los dejen solos... ¡Lo planeo!
-¡Hay que volver a la superficie! ¡Si no hacemos algo, muchos morirán! – Laura vio a Rean y Azazel. Ambos sabían que hacer...
-Grupos. Nos dividiremos en grupos. – Ise, a pesar del fastidio que tenía, habló con firmeza. – Kuroka, ¿Tienes más de esas pulseras?
-Unas cuantas nya. Aún no hago para todos.
-Bastara. – el Sekiryuutei pasó a ver a todos. – Lo mismo que antes. Cada grupo será el mismo. Sepárense y protejan a los civiles. Ellos son prioridad. Maestro, ¿Pueden hacerse cargo de apoyar a Elmenhilde y sus aliados?
-No lo dudes Ise. – Rean ya intuía el plan de su alumno.
-Ok. Rias, lidera a tu séquito. Twilight, haz lo mismo con tu grupo. Fay, te dejo a cargo a ti del nuestro. Ruby, lidera al tuyo. Yo iré por mi cuenta, tengo el poder suficiente para hacer ello.
Nadie dio un pero. Sabían que era verdad, él era el de más poder puro. Por lo que... Muy bien. Los adultos ya sabían sus planes, los jóvenes también. Por lo que era el momento de salir y demostrarle a esas cosas de lo que son capaces.
En un destello de luz, gracias al círculo mágico que creó Jusis, todos salieron de este lugar para llegar a la superficie.
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Ya una vez fuera, Kuroka le dio a Ruby una pulsera para que su grupo esté comunicado con el resto. Las cuatro chicas no podían evitar recordar en algo a la invasión a su academia meses atrás. Era similar... demasiado.
Weiss eliminó unos Grimms con unos ataques de hielo, mientras Blake decapitaba a algunos. Yang iba al frente, sus puños era una masa de poder que abría el paso. Mientras que Ruby salvaba a unos vampiros, quienes, sin importar que la chica fuera humana, le dieron las gracias antes de irse de ahí.
-¿No te recuerda a lo que mamá solía hacer? – la rubia apareció atrás de su hermana. – Creo que hemos hallado lo que debíamos hacer. Esto no es tan malo.
-Admito que es un cambio de planes algo brusco. Pero no negaré que esto es mejor que ir de un lado a otro siguiendo órdenes de la Iglesia. – Weiss se quitó algo del cabello en la cara. – Sí. Espero que no les moleste que ayudemos más a futuro.
-Lo dudo. Por lo que he visto, creo que sí necesitarán ayuda de personas que han tratado con Grimms antes. ¿Quién mejor que nosotras? – Blake sonrió algo complicada, las cosas no se calman aquí. – Luego hablamos de ello. Ahí vienen más. Con unos Evil Dragons incluidos.
Ruby al ver ello, supo que sus trabajos no habían acabado. Sí, no volverán a tener una vida como la de antes. Pero podrán hacer la diferencia, ahora más que nunca.
-¡Muy bien! ¡Demostremos que es lo que el equipo RWBY puede hacer a estos mal nacidos! – El silencio que tuvo de respuesta le sacó un suspiro. - ¡Oh vamos, no he maldecido!
-En teoría...
-¡Yang, ahora no!
La chica fue al ataque para no escuchar a su hermana. Pero estaba lista para esto... lo estaban.
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Por otro lado, Rias atacaba con sus poderes a todo enemigo que se movía. Sus siervos estaban igual. Sólo espera que el grupo de Twilight esté logrando sacar a los civiles de aquí. Es lo necesitan para poder estar seguros de que todo estará bien.
Alzó la vista, para ver que a lo lejos, Ise atacaba a todo lo que veía con el rifle de la armadura. En verdad espera que su novio pueda estar bien. Lo que ha pasado, lo debe de haber afectado.
Ya lo ayudará cuando vuelvan a casa. Vio como unos Grimms y Dragones se le acercaban. Pero unos relámpagos cayeron sobre las bestias, aturdiéndolas. Alzó la vista al notar que Akeno fue la culpable, no sólo ello. Varias ráfagas de magia le dieron a esas cosas desde todas la direcciones. Aki estaba aquí...
-¿Una ayuda Buchou?
-Mas de lo que quiero admitir Aki. Estas cosas son peor que la plaga.
-Para. Rias, no te pongas a decir que no deseas nuestra ayuda.
Akeno... esta chica. Oh bueno, mejor se mueven. Ahí vienen estas cosas. Por lo que es momento de mostrarles de lo que son capaces y mandarlos al diablo.
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Por otro lado, Twilight y el resto ayudaban a los civiles en la evacuación de dónde una vez fue su hogar. Por primera vez, las chicas estaban viendo el efecto de lo que estas batallas hacen. No eran como en esas películas o series, donde se ve algo heroico. No, era cruel y hasta inhumano. Ver como estas acciones, basadas en el odio podían causar tanto daño. En especial a los más jóvenes.
Juraban que tras esto, no habría descanso hasta detener a Rizevim y su grupo de una vez por todas.
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El grupo liderado por Fay ayudaba en lo que podía a los vampiros en la lucha contra las hordas enemigas. Lamentablemente, la cantidad era una que daba miedo y hasta preocupación. Porque en verdad estaban luchando contra un ejército casi interminable. Si Rizevim logra hacer lo que tiene en mente, el mundo estará en peligro.
Es más, lo de Trixeha... Rayos. ¿No había descanso? Sólo esperan hallar más soluciones que problemas luego de esto.
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Rean y el grupo de adultos estaban eliminando a los enemigos que querían hacerse los graciosos e ir a otras zonas para atacar. Pero eran eliminados por el ex gobernador, la Vampiresa y humanos que fácilmente, eran los más poderosos de su especie.
Rean agitó su tachi y cortó a un enorme número de enemigos. Su mente; sin embargo, estaba centrada en la situación de Ise. Su alumno necesitará de ellos ahora más que nunca... No hay duda que la verdad lo debe de afectar. Jura que Rizevim pagará por esto. Un día... el mundo no es de ellos... Nunca.
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[Compañero, ahí]
Ise asintió y apuntó con el rifle a los Evil Dragons que estaban por atacar a una familia. Este fue destruido por el ataque del Sekiryuutei, quien bajo y les dijo a donde ir.
El agradecimiento que recibió le sacó una sonrisa. Esto era lo que él...
-Céntrate chico. Hay más que hacer.
[Es cierto. Los Evil Dragons no son un problema. Pero no bajes la guardia]
Skeith y Omega tienen razón. Debe centrarse. Ahora más que nunca. Pero la destrucción que veía... Que horrible. Esta gente, no importa que sean Vampiros, no merece sufrir de esta locura. Nadie...
-Es una escena que jamás creí ver de nuevo. Creí que... todo sería mejor. – Himmel sonaba mortificado y triste.
No lo culpa... el escenario debe ser duro y nostálgico para él. Ise se arrodilló y vio lo que parecía un oso de felpa... Sucio y pisoteado. De seguro de la familia y la niña que acaba de salvar...
-Tal vez...
Guardó el juguete en un espacio mágico. Tal vez pueda devolverlo. Muy bien, mejor se mueve y...
Justo cuando dio un paso... sintió que algo no andaba bien. Se dio vuelta y recibió un golpe en la cara que lo mandó a impactar con una casa cercana... ¿Qué pasó...? Su X-Pulse... no hubo respuesta. No reacción. ¿Cómo...?
-Veo que tras saber la verdad, aún puedes levantarte Sekiryuutei. – Esa voz...
Ise alzó la vista, su casco dañado por el golpe reciente, para encontrarse con la visión de Euclid. Parado, como si nada.
-¡Tú!
-Eres más testarudo de lo que creí. Sí, eso explica el cómo has sobrevivido a tanto.
-Agh... no tengo tiempo para ti. ¡Fuera!
-¿En serio? Lamentablemente, no puede hacer eso. Ya que... Quiero mostrar algo. – Euclid se sacó la tela que cubría su brazo derecho... - Qué los héroes como tú. Son innecesarios.
Ise abrió los ojos sin poder lo que veía... No... Lo que él tenía en el brazo derecho... No es posible... ¡Debe ser mentira!
[¿¡Boosted Gear!?]
Ni Ddraig se lo creía. Ese sujeto... ¿¡Qué estaba pasando!?
-¿Comenzamos, Sekiryuutei?
La verdad de hace 10 años atormenta a Ise. Pero esto... ese guante y este tipo... Al parecer, el mundo lo odia...
-No Ise. Es una prueba... tal como yo. Debes de superarlas para lograr... tu potencial.
Lo sabe. Pero igual... no lo hace más fácil.
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