Dudas personales
Era un nuevo día para todos, no era sorpresa que el sol aparezca como es de costumbre. Pero la sorpresa mayor era lo que estaba pasando en la residencia Hyoudou.
El día de ayer, la Diosa Atenea vino a dicha casa para hablar con los miembros de dicha casa para contarles de lo que estaba pensando en hacer.
Ise estaba guardando lo último que llevará hacia donde irán. Era una maleta pequeña porque la misma Diosa le había dicho que llevar mucho no era necesario. Y más cuando ella les dará las facilidades que necesitan ahora. Aunque lo de ayer, no se iba de su cabeza.
FLASH BACK
-¿Quiere usar el poder de Himmel y la sangre de los descendiente de Lavenza para liberar al Imperio de Cristal?
Nadie ocultó su sorpresa, aunque Sona parecía ser la más sorprendida. Ella y muchos de los presentes habían oídos relatos o leyendas del dicho imperio. Obviamente se siente algo impactada.
-Así es. Como sabrán, Himmel no tuvo hijos, pero Lavenza si tuvo familia. Dicha familia tiene algo de la sangre de Himmel en algo. Lo que si deseo ser clara, es que el poder de Himmel ya no es lo que fue antes. Ha cambiado de forma.
-¿Se refiere a los Epitath? – Akeno miro el dorso de su mano al decir ello. Aunque la Diosa asintió a las palabras de la chica.
-Ahora saben el origen del poder de Himmel. Y este termino por volverse una vez los pedazos que lo conformaron. – Atenea se levantó de su asiento y camino hasta donde estaba la ventana. – Es el único medio...
-¿Por qué nos dice todo esto? Bien pudo sólo hablar con quienes tienen esos poderes. – Xenovia dijo un buen punto, no era necesario que ella dijera todo a los presentes. Sólo necesitaba unos pocos.
-Porque, a diferencia de Himmel, quien tuvo que hacer todo sólo. Ellos no deben hacer tal cosa.
-Oh, habla de que Himmel era el único con un poder excepcional. – Irina puso su mano en su mentón para pensar. – Pero, la duda persiste Atenea-sama. ¿Por qué decirnos todo?
-Porque ustedes pueden ser la fuerza del otro. Tal vez no lo sepan. Pero a Himmel le costaba mucho confiar en las personas. Hizo todo sólo, desde que tiene memoria siempre fue él quien tomaba la carga. Él sabía que era distinto al resto del mundo. Que no había nadie igual a él, excepto su hermana en cierto modo. Pero en batalla, confiaba mucho en su juicio y no dejaba que alguien tomara el trabajo de mayor riesgo. Prefería hacer las cosas él.
No era sorpresa para nadie oír eso. Himmel era un humano que fue distinto a todos los que han existido. Tal vez, de un modo inconsciente, no podía confiar en la gente con facilidad. Y aun así, era algo triste. Sí, al final recibió la ayuda de su hermana y amigos aún desde el más allá, pero tal vez nunca confió en alguien totalmente mientras vivió. Quizás uno o dos.
-Himmel era desconfiado, pero no a extremos fatales. No como mi tío Hades. – la mujer sonrió con algo de amargura. – Pero por ello sus medios de seguridad eran extremos. Y cuando me dejó sus cosas y magia de Lavenza, las creó de tal modo que a veces no podías ver nada a menos que tengas permiso.
-Ya entiendo, él dejó la base para lo que es la barrera que usaron en el pasado para evitar que el Imperio sea visto.
-No solo ello, para asegurarse de que nada ni nadie logre entrar sin su permiso. – Fay completó lo que Twilight había estado diciendo.
-Exactamente. Himmel no era un mago extraordinario, pero tenía ideas interesantes. Y bueno, eso fue lo que hice.
-¿Qué la obligó a ocultar y sellar ese lugar Atenea-sama? – Fluttershy miro a la Diosa con mucha duda. Ella sólo atino a suspirar.
-Ocurrió algo terrible hace siglos. Digamos que por la misma fama de la que tanto se vanaglorio el reino, fue lo que destruyó todo al final.
La Diosa cerró los ojos, como tratando de olvidar o alejar un recuerdo muy difícil para ella. Aún así, había algo más. Una culpa enorme que no la dejaba y era notorio en la mirada que ella tenía. Ella miro sus manos y no pudo evitar sentir que todo era su culpa, por no haber sido más fuerte en sus decisiones.
-Lo que ocurrió lo diré luego. Ahora lo que necesito es que me den su apoyo. Es algo que no puedo hacer sola.
-Sabe que lo haremos. Si es por un bien mayor, cuente con mi apoyo. Es más, Himmel parece estar de acuerdo con su decisión. – Ise respondió con serenidad. Algo le decía que esto era algo que debía afrontar si o si.
-Cuente también con todos nosotros, mis siervos y yo le daremos nuestro apoyo si eso desea.
-Aquí igual, puede que no sepamos mucho. Pero creo que hay algo que podemos hacer.
-Creo que hablo por los demás miembros de la Nueva Onda de que estamos dispuestos a ayudar en lo que podamos.
Rias, Twilight y Fay hablaron por los grupos que representan. Aunque por su lado, Raynare y Sunset se mostraban algo complicadas. ¿Por qué será?
-Agradezco ello. ¿Qué me dices tú Sona Sitri? Sé del gran talento que tiene tu grupo. Serían una buena ayuda.
-Me honra con sus palabras Atenea-sama. Pero lamentablemente deberé de decir que no. Actualmente, estamos en planes de dos proyectos de suma importancia y acaparan de toda mi atención. Lo único que puede hacer es darle a todos ellos el permiso necesario si es que se tardan más de la cuenta. – La Diosa sonrió a las palabras de la chica. – Eso sí, avísennos si algo malo sucede.
-Lo haremos Sona. – El Sekiryuutei agradeció el gesto de su amiga, siempre apoyándolos en lo que necesitan.
-Creo que no hay otra. Deberé de ir también. – Rean habló con seriedad y el resto se sorprendió. – Como sabrán, por mis venas también corre la sangre de Lavenza. Necesito estar presente también.
-Es como dices Rean. Tenía un plan en caso te rehusaras. Pero me alegra que sea así. – Atenea sonrió al ver que su amigo los apoyará. - ¿Les parece si nos vamos mañana temprano? Creo que sería lo mejor y que puedan dormir un poco.
La verdad, todos estaban que se morían de sueño. Con el permiso de la Diosa, se fueron a sus respectivos cuartos a dormir, aunque sea un poco más. Aunque...
-Lamento tener que hacer esto luego de que sobrevivieran a una situación difícil.
Atenea fue llevada por Venelana a una de las habitaciones libres que había para que descanse hasta la mañana. Al menos, ella deseaba tener un descanso sin tener que pensar en todo lo que ha sucedido.
Fin Flash Back
El Sekiryuutei puso la pequeña maleta en su hombro y optó por salir rápidamente de su habitación. Su hombro ya estaba totalmente recuperado y eso era un alivio. La verdad, con todo lo que había pasado no había tenido tiempo de descansar y que este descanse como se debe. Al parecer el cuerpo del Great Red le dio muchas cosas que antes no esperó. Al menos sus viejas lesiones se habían ido, pero no debía confiarse.
Salió de su habitación, listo para ir a reunirse con el resto. Grande fue su sorpresa al ver a Sunset ahí parada, como si estuviera esperando por él.
-Tardabas.
-Estaba cambiando el vendaje en mi hombro. – la chica alzó una ceja al oír ello, según sabe... esa lesión ya estaba curada. – Costumbre, llevo meses con esa zona vendada que no me siento cómodo sin el vendaje.
-Claro, como digas... - La chica sabía que el muchacho era algo raro, pero por algo así... - Escucha, con respecto a lo de ayer... yo...
-No te preocupes... Skeith ya me comentó todo.
-¿Todo...? ¿Cómo...? – era más que obvio que no podía ocultar su sorpresa. Esto era...
-Sí, además de la situación de Ray también. Como son nuevas con esas energías, Skeith las pudo identificar fácilmente. – eso lo explica todo.
-Escucha, fue su culpa. Yo no... no quería... No creas que soy una...– el sonrojo en su cara era tierno, no lo podía negar.
-No te preocupes, no creo ello. Pero creo que si será importante que logres tener la influencia de Macha bajo control. Uno nunca sabe... Con Skeith es la emoción en medio del combate. Lo he aprendido a sobrellevar, pero a veces peco de confiado. – alzó su vendado brazo derecho como prueba de ello. – Acá tengo la prueba.
Sunset rio un poco al ver que el Sekiryuutei se toma su nuevo brazo como algo para tomar a la ligera. Tomó la mano de este y no dudó en examinarla. Aún tras el vendaje se sentía lo dura que era, las escamas eran fáciles de diferenciar que el resto de su cuerpo. ¿En serio ahora era un dragón qué sólo tiene de humano la apariencia y el espíritu? Era extraño. Pero por alguna razón eso la hacía sentir algo raro.
Ise vio como la chica se quedó tocando su mano. Y no pudo negar que se sentía raro... hasta bien.... ¡NO! Dejar atrás los pensamientos fuera de lugar es algo que debe hacer. No es momento de ello. Sólo porque no tenga una conexión natural con ella no hace que pasar por esto. Es más... tal vez deba de dejar de pensar.
-Jajaja, Skeith... tu otro yo se siente ligeramente atraído a mi otra yo.
-Ugh... maldita seductora. Sabes bien que el chico aún es virgen y por ello el efecto es mayor. Encima de la compatibilidad natural que hay entre ellos y tu influencia con la chica. ¿No puedes dejar tus cosas para otro momento?
Skeith sabe a la perfección lo que estaba pasando. No niega lo que pasa, sabe que su otro yo siente un nexo natural con esta chica por las similares situaciones. Pero sabe que el corazón de él también les pertenece a otras chicas. No desea que, por Macha, él tenga problemas.
-Eres muy aburrido. ¿Por qué no lo ves de este modo? Con ellos juntos, tú y yo también lo estaremos.
-... No te me acerques.
Lo había olvidado. Esta loca siempre le coqueteo cuando podía. Sí, son "hermanos" en un sentido abstracto de la palabra. Pero no significa que sean hermanos de verdad, el sentido de familia para ellos era más por las características similares que tienen y nada más. Como odia no recordar más a fondo. Y odia que Macha disfrute de su obvia situación complicada.
El Sekiryuutei salió de su estupor para alejar su mano de la de ella. Aunque vio la ligera decepción en sus ojos. Carraspeo la garganta para salir de la incómoda situación.
-¿No debes ir por tu maleta?
-No llevaré mucho. Si algo aprendí en mi tiempo en la facción de Héroes era a llevar poco y lo necesario. – Sunset optó por ir al piso inferior. – Te veo abajo.
Sunset camino hacia el final del pasillo, Ise se rasco la cabeza y se maldijo por quedarse viendo como sus caderas se movían... ¿Era en serio? Hace menos de unas semanas era su enemiga y ahora que se están haciendo amigos la ve con ojos libidinosos... ¿Esta mal de la cabeza?
-Recuerda la influencia de Macha. No es tu culpa al 100%. Las feromonas que ella genera afectan a los más débiles como te dije. Pero afectará de todos modos a quien ella sienta una atracción. – Eso no lo ayuda para nada. Eso significa que es débil de mente... - Los hombres son seres que tienen un fuerte instinto sexual, no importa lo mucho que te esfuerces... eres joven. Y deseas sentir lo que es estar con una mujer. Has tenido esos impulsos bajo control, pero la influencia de Macha hará que te sea más difícil si es que la chica no logra tener eso bajo control. Y el único modo es que el nexo perfecto se realice entre ellas.
Lo que le faltaba... Mejor va a lavarse la cara...
-Hey, deja de estar parado en medio del camino como un perfecto idiota. – la aparición y grito de Ray hizo que el muchacho de un salto por la sorpresa. - ¿Qué te pasa?
-Nada... Sólo hablaba con Skeith. Con Ddraig dormido y Himmel despierto cada vez en cuando, él y las Cosmic Packs son mi compañía. Aunque esos tres están ocupados ahora.
Lo había olvidado. Luego de la batalla en el Inframundo, Alfa le propuso a Ise que él y el resto investigarán la data que los Sekiryuutei pasados dejaron en el Boosted Gear. Con decir ello, le advirtieron que puede que tal vez no puedan comunicarse con él. Pero que si había una batalla, ellos estarían listos para la lucha. Ojalá hallen algo... ojalá.
-Cómo digas. Mira... Vine a disculparme contigo por mi comportamiento de ayer y de los últimos días. No fue apropiado de mi parte decir y hacer ello. Lo lamento. – el Sekiryuutei se mostró sorprendido ante lo que estaba viendo y ella no niega que es raro pedir perdón de este modo. Rayos, como odia este sentimiento de culpa que la invade de vez en cuando.
-No te preocupes por ello Ray. Yo tampoco he sido muy... comprensivo contigo y el resto. Lamento que sea alguien como yo quien deba hacer que te sientas de ese modo.
-Mira idiota, no te culpes de nada ¿ok? – la chica le un pequeño golpe en el brazo en señal de que no piense estupideces. – Sólo trata de pensar en...
-Lo haré. – Ray pudo notar la seriedad en los ojos de su amigo y no pudo evitar sonrojarse un poco. Como odia sentirse así.
-Yo pienso que es tierno.
-¡Yo no, debe ser más directa!
Raynare sintió un tic en el ojo cuando oyó a Blue y Red Gorre hablar. Esas dos la están volviendo loca. Y no han pasado ni 24 horas desde que sabe de su existencia. El Sekiryuutei debió contener la risa al oír a esas dos. ¿Con qué así eran?
-Tal vez no sería mala idea dejar que Macha se me acerque. Así tendría a esas dos lejos de...
-¡Hola Skeith!
-... ¿Para qué hable? – el ente sentía que la mala suerte de su otro yo se le había pegado. No sería tan descabellado a decir verdad... - ¿Qué desean enanas?
-¡Qué cruel! ¡Qué seas el más fuerte de nosotros no te da el derecho de que nos trates así!
-Pero hermana, tú misma decías que te gustaba cuando te trata así.
Ray alzó una ceja al oír ello, ¿Red era masoquista? Eso no lo esperaba, pero ver como Ise se apoyaba en la pared para no caer debido al silencioso ataque de risa que tenía, le pareció muy gracioso.
-¡Cállate Blue!
-... Ugh, ahora debo soportar todo esto. Debe ser una mala jugada del destino o el mundo diciéndome que me joda. – Skeith quería que algo lo mate, lo que sea.
-Mejor vamos bajando Ray. – El Sekiryuutei tomó a su amiga de la mano ante la sorpresa de ella.
Pero la chica no dijo nada. Quizás... si deba ser un poco más paciente. Sólo un poco más.
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Ya en el piso inferior, zona donde todos entrenan para ser más fuertes y demás, se pudo ver que todos estaban esperando la llegada de los últimos que faltaban. Siendo estos Ise y Ray. Aunque...
-¿¡Es broma!? – Rainbow pegó tal grito que los recién llegados se sorprendieron.
Se pudo ver como Sunset recibía la mirada del resto, algunas con algo de desconfianza y otras con curiosidad.
-No lo es... Es como Ayane ha dicho.
-¡Lo sabía, ya decía yo porque Magus me decía que emanas un aura como nosotros desde hace días! – la kunoichi miro a la chica con cierta desconfianza. – Te lo tenías bien oculto.
-¡Me enteré ayer! ¡En la madrugada!
-Pero no quita que lo pensabas ocultar. Y pensar que serias una de las Fases de la Onda. – Ravel se acercó a ella. - ¿Era un plan de tu parte?
-¿Qué...? ¡No!
-Ravel, no deberías acusarla de ese modo. Ella misma ha dicho que recién se enteró. – Aki trató de calmar el humor de Ravel, quien se notaba a leguas no confía en la chica.
-¡No seas crédula Aki! ¡Bien puede ser una trampa de su parte! – Kaori tampoco confía en esta chica. - ¡No creas que hemos olvidado lo que nos hiciste!
-Yo...
-Por favor, tomemos las cosas con calma. – Twilight trató de ser mediadora. Sí, no le gusta que Sunset no haya dicho nada, pero entiende el motivo. Más ahora que están por irse. – Ella...
-No creo que sea buena idea que ella venga. Debería quedarse en casa. Donde sabemos que estará sin causar problemas. – Akeno ahora sentía un instinto algo extraño con ella, antes lo había... pero ahora era mayor.
La verdad, era que todos estaban indecisos en la opción de dejar que Sunset venga con ellos. Sí, la chica es fuerte. Tal vez más que algunas de las presentes. Pero no quita que no confían en ella. Fue su enemiga y si bien ella misma dice que ya no lo es y que ha cambiado, las dudas y lo que hizo seguían ahí. Eso nada ni nadie lo iba a olvidar. Respetan la opinión de Twilight, pero esta era una decisión de grupo y que los puede afectar en varias maneras.
Por el otro lado, los adultos sabían que esta era una situación delicada dentro del grupo. Sabían que la presencia de Sunset podría generar esta clase de conflictos debido sus acciones pasadas. Pero al mismo tiempo, sabían que esta era una situación de la cual no podían huir y dejar de lado. Esto era necesario para que se fortalezcan como grupo. Pero también yace el problema, de que las opiniones yacen divididas. Algunas quieren confiar en la chica y darle una oportunidad, pero las otras no. Eran más precavida y desconfiadas... esto no se resolverá con facilidad.
-¿Qué opinas tú Rias? – Pinkie era de las que no confía en la chica, eso ya era obvio, pero también influye que ella tuvo algo que ver en la casi muerte de Ise.
-Applejack... ¿Le crees? – La pelirroja pasó a ver a la chica, quien como don natural, sabe cuando alguien no está siendo honesto.
-Dice la verdad. Pero igualmente no hay que confiarnos. Le daré el beneficio de la duda.
-Yo pienso que mejor se queda en casa. Donde estará más vigilada. – Rarity no estaba de acuerdo con dejar que ella venga con ellos.
Obviamente la situación no era tan fácil de llevar, la idea de que una chica que fue su enemiga ahora sea un miembro de la Nueva Onda era de temer. Asia por su lado trataba de ser neutral, no quería opinar mal sobre Sunset ya que ella los ayudó, pero estaba también el recuerdo de lo de Kyoto.
-¿Qué deberíamos hacer? No sé qué lado tomar. – La rubia miro a Fluttershy, quien negó con la cabeza. Dando a entender que ella tampoco sabía que hacer.
-Quizás debimos tratar esto más temprano.
-Pero no hay nada que podamos hacer. Ya estamos saliendo y pasa esto...
Tanto Kiba como Gasper sabían que su opinión no sería muy relevante. Ellos eran neutrales, no dudaban tanto de Sunset, pero no confiaban en ella tampoco. Vaya forma de iniciar el día...
Sunset por su lado apretó los dientes. Siempre supo que aquí no era bienvenida del todo, sabía que al más pequeño acto o actividad que la pongan como un peligro potencial la haría estar en esta situación. Pero verlo tan pronto la hizo sentirse peor de lo que ya estaba.
-¿Qué opinas Ise-kun? Tú eres el líder y el único que podría actuar si ella pierde el control. – Rossweisse pasó a ver al Sekiryuutei.
Este se sorprendió al ver como la mujer le guiñaba el ojo, como dándole el argumento que necesita. Y vaya que era así, agradeció mentalmente a su amiga y tomó la palabra.
-Rossweisse tiene toda la razón. En caso Sunset pierda el control yo soy el único que puede detenerla con el Soul Drain. Ya que como saben, el resto no lo tiene completo, no al nivel que yo. – las palabras del Sekiryuutei hicieron que el lugar quede en silencio. Y que Sunset lo mire. – Además, que ella sea un miembro de la Nueva Onda no la hace un peligro total. Les hago recordar que en los últimos casos estos permanecieron inactivos hasta que fueron forzados a salir. Y si el caso llega a darse, sólo hay que vencerla y ya.
-Lo tomas muy a la ligera Ise. No podemos... - Rias miro a su novio con algo de molestia. ¿Será que siente celos de que él tome el lado de una ex enemiga? Lamentablemente, debía de darle la razón. Sólo él puede hace algo. -... Bien, confío en que Twilight la tendrá vigilada.
-Sabes que será así Rias, no pienso perder de vista a Sunset. – la demonio asintió a las palabras de su amiga. Desconfía de Sunset, pero confía en Twilight.
-Decidido, ella viene. Y no se dirá más. – La chica pasó a ver a los que querían decir algo, pero su mirada bastó para denotar que no había más que decir.
-Se nota que Buchou no se tomó bien que Ise tomara el lado de Sunset. Aunque entiendo su punto.
-Igualmente, Ise-kun sería el único que puede hacer frente a ese ser en caso salga y ganar.
-No sólo ello... - Fay interrumpió la pequeña charla entre Irina y Xenovia. – Sabe que si no superamos esto, el grupo se romperá.
-Suena a mucha responsabilidad... Ojalá Buchou no sienta la presión de esto. – Xenovia sólo se encogió de hombros.
Kuroka y Koneko optaron por quedar en silencio. Ellas sabían que no podían juzgar dado que ellas recibieron una oportunidad en el pasado. Sólo observarán y esperarán a ver que pasa. Y si la chica pierde el control...
-Shirone, estate lista en caso sea necesario actuar nya.
Koneko asintió a las palabras de su hermana, mientras Ise se acercaba a la humana quien aún parecía estar en sus pensamientos.
-No dejes que lo que dijeron te afecte. Sólo están algo asustados...
-Lo sé... yo también lo estoy. – Sunset se fue a un lado del grupo para estar sola y pensar por su cuenta sobre la situación en la que estaba actualmente.
Ray vio ello, no pudo evitar pensar en que ella pudo acabar igual. Rayos, malditos sentimientos. Aunque...
-¿Debería decir algo de mi situación...?
-No... Lo de Sunset ya afectó demasiado al resto. No deben saber de lo tuyo aún. Tal vez Ayane lo notó porque a diferencia de Gorre, Macha genera energía constante que ella pudo ver y percibir. Recuerda que los sentidos de Ayane son superiores gracias a Magus.
La caído asintió a la sugerencia de Ise. Optó por ir con Asia y Fluttershy mientras este soltaba un suspiro de cansancio. Vio como Twilight trataba de subirle el ánimo a Sunset, pero se veía que fallaba.
-¿Por qué estás de su lado? – Ver cómo Rias se le acercaba y lo miraba con reproche, eso lo asustó un poco. - ¿Hay algo que me deba enterar?
-¿De qué hablas...?
-No te hagas el idiota conmigo Hyoudo Issei. – ok, le dijo el nombre completo. Está molesta. – Lo he dejado pasar porque se nota que ella desea cambiar. Pero no me gusta el modo en que interactúan. Casi parecen algo más.
-Estas siendo ridícula. Sabes bien que yo no...
-¿No? Ise, eres polígamo. Sé que tendrás más de una chica a tu lado y lo acepto. Pero no esperes que acepte que de la nada salga una y ya. – Ise se mostró ligeramente molesto. Y notó que todos veían la charla entre ellos. Con la mirada les dijo que no se queden viendo y hagan algo más. Esto no quedará así.
-¿Qué insinúas Rias? ¿Qué estoy viendo a una chica sin tu permiso y el de Twilight? ¿Me crees incapaz de seguir la promesa que les hice?
-Dijiste que no ibas a morir... Y mira lo que pasó. No esperes que esté tranquila cuando el hombre que amo y casi pierdo se lleva tan bien con una desconocida y ex enemiga.
-Y sigues con eso. No es mala... Sólo... Sólo está sola.
-Ja y tú como el buen samaritano siempre vas a la ayuda del resto.
-¿¡Esperas que deje de ayudar a la gente por tus celos Rias!?
-¡No, espero que mi novio me sea sincero y no haga cosas que no debe con una extraña!
El grito de ambos sacó a todos de cuadro, era raro ver a esos dos discutir y mucho menos gritarse. Rara vez pasaba y si sucede, era Rias la que grita... no él.
-¡Te pido respeto Ise, nada más! ¡Se sincero conmigo! ¿¡Crees que no me doy cuenta como estás!? ¡Qué ya no duermes bien! ¡No soy idiota!
-... Esos son mis problemas. Como yo los afronte es mi asunto. – Rias lo tomó del brazo y lo forzó a verlo.
-No, no me vengas a volver a querer cerrar tu corazón Ise. Sólo te pido que confíes en mí. ¿Es mucho pedir...?
-No lo entiendes... Nadie lo hace... No sabes lo que es morir y aceptar que es el fin. – Ise miro a otro lado y noto las miradas del resto. – Nadie lo sabe...
-Ise...
-Te amo Rias. Lo hago en verdad... pero tal vez tengas razón. Tal vez no merezco esto. Tal vez... deba... - Ise se dio media vuelta para estar algo alejado del resto, debía pensar en unas cosas.
-¡Ise! – Rias iba a ir tras él, sólo para que su madre la detenga. – Pero mamá...
-Entiendo tu punto Rias y lo que sientes. Deja que ponga sus ideas en orden, es como dices... él no está bien. Y me alegro de que se lo hicieras ver...
La mujer dijo eso, pero la chica se sintió mal por lo que dijo... era la verdad. Pero lo había lastimado.
-Nos vamos en 10 minutos. Vayan preparando todo. – Atenea, quien estaba en silencio, vio como Ophis y Kurama iban tras Ise... soltó un suspiro para luego hacer lo mismo. Ese chico... tiene el mismo defecto de Himmel, guardar el dolor y sus traumas sólo para él. Y esta vez no iba a dejar que las cosas terminen de ese modo. No ahora.
....
Ya a una distancia que él creía más que conveniente, Ise se detuvo y se tomó la cara con su mano vendada. Se sentía un idiota. Rias estaba en todo su derecho de estar molesta con él, pero él no quería hablar del tema en sí. Encima mete sus celos en el asunto y... ¿Por qué las relaciones deben ser tan complicadas? Cómo le gustaría que todo fuera más sencillo. Como antes... sin temer quedarse dormido y luego no despertar.
Estaba asustado, lo admite. Le daba miedo recordar los que fueron en cierto modo, sus últimos momentos. El sentimiento de que tu cuerpo poco a poco se apaga lo había sentido de niño, pero nunca de ese modo. Tal vez porque no murió exactamente en aquella noche. Y ahora...
Sintió como Kurama mordía su pantalón y que Ophis jalaba la manga de su casaca. De seguro para que salga de su pequeño problema mental. Tratar de nuevo con el Post Trauma, que horrible eran esos días.
-Veo que en verdad te molesta que te recuerden la sensación de muerte que sentiste. – Ver a la Diosa Atenea acercarse a él con una sonrisa que destilan la comprensión, lo hizo sentirse como un niño. – Eres similar a Himmel. Tanto que me asusta el destino que puedes tener.
-¿A qué se refiere...?
-Himmel, era muy tonto. Era inteligente, no lo niego. Pero tonto porque creía que él debía cargar los pesos del mundo entero. Tal vez era su modo de castigo personal, no poder salvar a los que quería lo mataba lentamente.
-No lo mostraba así cuando...
-Sólo vieron pasajes de ciertos momentos de su vida. No vieron los años en que su visión era tan apagada que parecía que veías un muerto en vida. Él era muy amable, pero a la vez tenía un enorme complejo de culpa y dolor cuando fallaba en sus metas. Era raro ver a alguien tan fuerte, ser débil en ciertas circunstancias. – Ise vio la mirada melancólica que ella tenía. – Intente que él no pensara en ello... lo intente. Pero no bastó.
-¿Por qué me dice eso?
-Porque no deseo que sufras lo que él. Discutir no era raro entre él y yo. Yo rogando que no sufra más, que me deje amarlo como una mujer ama a un hombre. Pero él se negaba... A pesar de que me amaba también, no lo hizo porque él decía que yo era una Diosa pura y casta, que no me podía mancillar... que besarme ya era demasiado, decía que bastaba. Era valiente en muchas cosas... Pero en lo relacionado a su vida personal era un cobarde... que temía amar y que la gente se le acerque. Te aseguro que no confiaba en nadie en su totalidad, ni en el Dios Bíblico, quien fue su gran amigo.
El Sekiryuutei no supo que decir, la verdad era que.... ¿Está cometiendo el mismo error? Sintió el dolor de Himmel como suyo ahora. Sentía que él quería pedirle perdón a la última mujer que amo mientras vivía. Pero no podía... No de modo directo y eso le dolía.
-Dice que lo lamenta...
-Lo sé... Pero ya está hecho. Sólo no cometas su error. Esa chica te ama. Le duele verte así... y entiende sus celos un poco. ¿Sí? – el joven asintió sin más que decir. – Bien, anda... es hora de partir.
-Ophis, se buena chica y quédate con Venelana y el resto ¿ok?
-De acuerdo Ise.
Kurama ladró en señal de que se den prisa. Atenea debía admitir que el cachorro le era un encanto. Y era leal. No halla eso tan a menudo. Cuando regresaron con el resto, se pudo ver como Rias quiso decir algo, pero calló. Y él hizo lo mismo... no era el mejor momento para hablar. Estaban dolidos ambos, mejor toman algo de distancia por ahora.
-Vamos, es hora de que vean mi hogar. Les aseguro que les encantara.
En un destello de luz, los que iban con la Diosa desaparecieron sin más. Dejando en su lugar a 4 adultos y dos lobos que en verdad sentían que algo más podía pasar en este pequeño viaje que ellos estaban haciendo.
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En el palacio de Atenea, Vali y el resto estaban en uno de los grandes salones que había. Admiten que el ambiente es bueno y todo eso... pero la compañía de esta mujer Cadance era algo ajena para ellos.
-Oh, no estén así. Sé que han ayudado a Ise-kun más de una vez. Y que tú eres su rival. – Vali no soportaba mucho ese aire de hermana mayor que daba... era débil ante ello.
-Disculpe... tengo una pregunta. – Merlina alzó la mano, como pidiendo permiso. - ¿En serio es descendiente de esa mujer Lavenza?
-Según Atenea-sama, sí. Así como Rean, aunque ambos somos de familias distintas que están muy distanciadas por los años. – Cadance sonrió al recordar el día que se enteró de que ellos eran primos lejanos. – Fue raro.
-No lo dudamos. Todo el mundo ahora sabe quién es Rean Scahwzer, el Ogro Carmesí. – Arthur había visto de primera mano el poder de Rean y lo que era capaz con la espada.
-Sí. Y esto es sin ofender, pero usted no parece muy adepta para el combate. Se ve frágil. – Cadance alzó una ceja al oír las palabras de Bikou. - ¿Frágil?
Creó una burbuja de color celeste muy claro que encerraba la cabeza del youkai. Este obviamente se sorprendió al ver ello y trató de romper la dicha burbuja... no podía. Esta cosa era tan dura que no ni con los golpes la podía romper.
Al inicio parecía gracioso, Esdeath se divertía al ver el intento del mono en querer salir. Pero cuando vieron que él se estaba quedando sin aire... Se dieron cuenta de que...
-Ya ves que incluso la flor más frágil puede tener espinas muy letales. – Cadance hizo desaparecer la esfera y Bikou al fin pudo respirar... se le veía aliviado y asustado. – Por mi estado y demás, no significa que soy débil.
-¿Cómo lo hizo? – Vali observaba las manos de la mujer. El brillo ahí presente... le recuerda en algo al aura de Rean Schawzer sólo que con un aire más... puro y amable.
-Es mi don natural. Esta luz siempre la he tenido desde que era niña. Pero nunca supe exactamente que era... mi madre me dijo que era un don que sólo una de varias mujeres de nuestra familia posee. Siempre la llamó Cristal Light... Luz de Cristal. Porque como vieron, me permite crear campos defensivos de luz tan fuertes que romperlos es una hazaña.
-¿Qué tan fuerte es su luz? – Esdeath sonaba interesada en ello. Esta mujer no era fuerte en un sentido estándar de guerrero, pero su habilidad si era de temer.
-La verdad... nunca me he visto en la obligación de usarla al máximo. No tengo idea... lo más fuerte que use fue para defenderme de un demonio de clase Suprema y a penas sude.
Ok... ¿Qué clase de mujer era esta? ¿Y qué clase de sangre tienen los que descienden de esta mujer Lavenza? ¿Qué tan fuerte hubiera sido un descendiente del Rey Supremo si es que él hubiera tenido hijos? La idea de por sí, les daba miedo. Demasiado.
-Pero no me gusta pelear o estar en medio de una pelea. Si lo hago, es por casos extremos. Y trato de tener este poder en secreto la mayor parte del tiempo. Se los mostré porque parece que Atenea-sama lo necesita para algo.
-¿Y está bien que venga en su estado? Se nota que usted va por el sexto mes.
-Algo asi, es la semana 25 y créanme... Me siento una vaca. – Los hombres parecieron captar que no sólo habla por el tamaño de la barriga. – Y los antojos... Unos minutos de placer para pasar 9 meses así...
-Señorita Cadance...
-¿Eh? ¡Oh, claro! – la mujer rio un poco al ver el sonrojo en la cara de Merlina. Esdeath parecía no molestarle esos temas. – Pero entienden mi punto. Estoy embarazada, no lisiada. Además, es un favor que la misma Atenea me ha pedido.
-Yo sigo sin creer lo que dicen del Imperio de Cristal. ¿En verdad existe? – Teepo voló cerca de la mujer para que ria un poco.
-Oh, existe. Lo sé porque mi abuela siempre me contó historias de dicho lugar. Y que la luz que poseo tenía relación con el Imperio.
-¿En qué sentido lo dice? – Vali tenía un conocimiento básico de dicho lugar, pero no más.
-Verán... El Imperio de Cristal fue creado con el propósito de tener a los que sufrieron por la Gran Guerra, un refugio donde pueden iniciar de nuevo. Esa es la versión oficial que Atenea me dio, aunque en los cuentos era sólo que es un lugar mágico donde tus sueños y deseos se cumplen. Eso último tiene un poco de verdad... un poco.
-¿En qué sentido? Bikou al fin se recuperó de lo último y se acercó para oír lo que hablaban.
-Es una historia que no sé si es real o no. Pero según lo que se dice, el Imperio estuvo cerca de ser tomado por fuerzas invasoras. Fuerzas que deseaban el poder y conocimiento que este tenía. Lo que pasó luego es cosa de debates, algunos creen que la misma gente huyó del lugar y selló el Imperio. Otros que este caiga... pero la más interesante es la de un monstruo oscuro que derrotó a los invasores, pero que en el proceso se perdió en el poder. Es una historia triste, porque parece que... había más de por medio.
Las palabras de Cadance hicieron que los presentes guarden silencio. No sabían ni que decir. Ella sonrió un poco y les recomendó dormir un poco. Ella haría lo mismo, descansar por dos nunca era fácil. Se puso de pie y fue rápidamente hacia la habitación donde estaba residiendo actualmente.
Vali vio con su enemiga Rin se sobaba los ojos. Era de esperarse, no habían dormido prácticamente nada. Ver como uno a uno sus compañeros dejaban que el sueño les gane, le hizo hacer lo mismo. Se recostó en el suelo y cerró los ojos al menos para que estos descansen un poco. Pero Albion se mostraba algo preocupado...
-¿Por qué te preocupa lo que esa mujer dijo Albion?
{Simplemente me hizo recordar a algo que pasó con uno de mis antiguos poseedores} – Vali prestó atención a lo que su compañero iba a decir. – {Cómo ya sabes, Ddraig y yo hemos luchado años, aún tras quedar en este estado... Hubo veces en que luchabamos a morir y así pasaba... Pero hay pocas veces en que uno perecia a manos de otro ser}
-¿Y que tiene que ver eso con esto? Sé que mis predecesores no eran muy cuerdos...
{Un día, con uno de los poseedores que me tocó, que era un ladrón de un amplio grupo, quienes saqueaban y demás, habían oído de un Imperio con grandes riquezas. No le preste atención, porque admito que fue de los peores poseedores que tuve. Pero recuerdo algo con claridad... una masa negra de energía que atacaba a diestra y siniestra. Eso mato a mi poseedor del momento...}
-¿En serio? Wow, lo admito... Es una historia interesante, pero ese sujeto de seguro era débil y se confió.
{Vali, ese sujeto era muchas cosas, pero débil no era. Tenía un buen control de mi poder y hasta yo lo llamaría uno de los más hábiles Hakuryuukou que hubo. Pero eso que lo enfrentó, era algo monstruoso. Ni tiempo le dio de activar la Juggernaut Drive... aún con eso, dudo que haya ganado. Esa cosa era un monstruo para estándares comunes.}
-¿Estás diciendo que esa cosa era más fuerte que tú? Eso si es ridículo Albion.
{No. No tan fuerte. Pero si tenía el nivel para darle aprietos a varios seres sobrenaturales}
Vali meditó lo que el dragón le dijo. De por si, estaba algo incrédulo. Pero Albion nunca le jugaría una broma así, siempre ha sido honesto con él. Y para que él diga que algo así de poderoso y monstruoso existió en verdad, que rara sensación tiene.
Optó por tratar de dormir un poco. Y si lo que Albion dice es verdad, entonces ese ser debe estar muerto siglos. Ningún humano puede vivir tantos años por cuenta propia. Si, lo mejor será que duerma... admite que está cansado.
Albion por su lado aun recuerda los ojos de ese ser, que fue lo único que vio en realidad. Esos ojos rojos rodeados de una energía verde... esto no era algo que él mismo deba de decir, pero esa cosa era más fuerte de lo que es Vali actualmente aún usando su armadura plateada. Mejor deja de pensar en esas cosas y descansa un poco... a fin de cuentas, nunca volvería a ver a ese sujeto. Nunca.
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-Veo que tu estado es más que especial... Sombra.
Afrodita mordió una de las manzanas que tenía en mano. La Diosa seguía su camino hacia donde estaba supuestamente el Imperio de Cristal con el humano al lado de ella, quien se denotaba cansado.
-Oye, no seas patético. Es sólo una caminata. Creo que puedes soportar más que eso ¿no?
-Lo dice... Quien si puede comer algo... Llevo años sin hacer estas cosas... estoy fuera... de forma... - Sombra sabia que haber estado encerrado tanto tiempo, no haber visto la luz del sol y demás le habían pasado factura. Su piel estaba tan pálida que pasaría por un cadáver si se queda dormido.
La Diosa rodo los ojos, la verdad era que ese no era su problema... Pero ella misma admite que si el tipo no está en buena forma, no le servirá de nada. De mala gana, sacó otra manzana y se la lanzó. Sombra se vio sorprendido por el gesto de la mujer... aunque miro la manzana con algo de desconfianza.
-¿Qué? ¿Crees que tiene algo? Idiota, no estoy tan loca como para afectar mi propia comida. Siéntate y come, yo haré lo mismo... estoy exhausta.
Sombra vio como Afrodita se sentaba en una piedra cercana y descansaba... él optó por hacer lo mismo y le dio un mordisco a la manzana... lo admite, está deliciosa. Es más, sería lo primero sólido que come en siglos... la sopa era una porquería y ya lo tenía asqueado.
-Ok, dado que haremos un breve descanso... Háblame de ti. – Sombra miro a la mujer con desconfianza. ¿Era broma? – Mira, puedo ser muchas cosas... pero no soy tan cruel. Ese es trabajo de Hades.
-¿Por qué no empiezas tú...? – la Diosa sonrió, se nota que el chico no confía en ella.
-Ok. Soy la Diosa del amor y la sexualidad como ya sabes. – ella le mostró sus pechos en señal de que no bromea. Vio como se sorprendió al ver ello, si... siempre genera ese impacto en los hombres... se cubrió de nuevo sus atributos y prosiguió. – Soy... ¿Cómo decirlo? Casada, aunque odio pasar tiempo con mi marido. Es un Imbécil.
-¿El Dios Hefestos? Sé que es una gran herrero... Nada más.
-El herrero del Olimpo. Pero es tan feo por dentro como por fuera. Lo admito, no he sido la mejor esposa o similar... pero es porque no lo amo. Sólo me unieron a él porque Zeus lo quería recompensar por haberlo ayudado en el nacimiento de Atenea. Ya debes saber el mito...
-Algo...
-El punto... Hefestos podía parecer simple y noble tras esa fea cara. Pero por dentro era muy codicioso... posesivo. Su fealdad lo hacía muy inseguro. Por ello, cuando Ares me prometió libertad y protección, no dude en entregarme a él... tal vez porque me sentía atraída a la idea de la libertad y demás. A él no le gustó nada... Hefestos enloqueció y trató de atacar a Atenea, pero ella lo detuvo con suma facilidad. Debiste ver la cara de Zeus cuando se enteró... el tipo quedó más feo de lo que ya era. – La Diosa noto como Sombra seguía comiendo y eso le sacó una risa. – El matrimonio sólo quedó como algo, de apariencia. Yo estaba entregada a Ares totalmente, pero él se quedó maravillado por una mujer humana y la quería para si. Odie que hiciera eso... si así se sentía la traición, duele en verdad.
Afrodita tomó una piedra cercana con su mano y la aplastó sin mucho esfuerzo ante la ligera sorpresa de Sombra. Se nota furiosa y eso le da algo de miedo...
-Años después me entero que la mato y Atenea lo atacó en un ataque de ira, ella era amiga de dicha mujer. Pero ver como Ares parecía temblar... estaba asustado por algo y nadie sabía que era. Incluído cuando estábamos en la cama, él se detenía de repente porque parecía temer que algo lo atacara por detrás.
-¿Algo asustó al Dios de la Guerra a ese nivel?
-Lo sé difícil de creer... pero era verdad. Cuando Haou lo mato, yo y el resto entendimos la razón de su miedo. Ese sujeto era un monstruo... ni tú con todo tu poder le harías frente chico, lo digo yo que te he visto en todo tu esplendor. – la Diosa sólo suspiró un poco. – Pero que matara a Ares... eso me puso furiosa. Porque volví a tener que pasar tiempo con Hefestos, los demás Diosas se reían de nosotros porque uno de los nuestros fue vencido por un mortal. Y créeme, la situación empeoró con los años... y cuando nos enteramos que Atenea lo amaba, en verdad sentí una rabia sin igual. Llámalo celos o lo que sea... pero ese sujeto fue el origen de nuestras desgracias como panteón. Él inició el declive que habíamos logrado alejar tanto tiempo. Y cuando me enteré que tenía una reencarnación... Supe que era la oportunidad de la venganza.
-¿Segura de ello...? Siento que ocultas algo en tus palabras. – Afrodita se tenso al oír ello, el sujeto era hábil. – Hay más, sientes algo más y no es odio por ese sujeto que dices acabo con todo. ¿Segura que lo odias?
-Como sea... Solo haz lo que te pido.
-... Sólo cumple tu parte del trato y lo haré. – Ella sonrió al oír ello.
-Así será... Ahora, dime algo de ti. Lo que sea. Yo me sincere contigo y me parece algo justo que tú hagas lo mismo.
Sombra terminó de comer su manzana para luego suspirar, no les gusta tocar este tema porque... le hace recordar lo distinto que es.
-Soy huérfano. Desde que tengo memoria siempre estuve en las calles del imperio. Robando y vagando, sólo quería vivir un día más. Al menos así fue hasta que Atenea me halló y me dijo que podía vivir en el palacio Central... yo siempre poseía un poder especial. Usar la oscuridad en conjunto con las sombras era lo que me hacía distinto. Lo peor de todo es que no tenía un gran control sobre dichos poderes. A veces perdía el control... Sí, eso era lo peor. Pero fue mi estadía ahí donde la conocí....
-¿Esa niña Hope...? – Afrodita tenía idea de quien era la chica. Tener informantes era bueno...
-Ella era una de las que ayudaban en la limpieza del gran palacio. Era hija de una de las mujeres que ayudaban a Atenea en varios proyectos que tenían. No sé cuáles... y que ella era especial. – Sombra sonrió un poco al recordar ese momento. – Ella tenía un poder único... una luz que parecía traer paz y protección. Además que servía para que no pierda el control de mis poderes... al menos su método era más humano. – Se llevó la mano al collar en su cuello y apretó la otra mano en puño con fuerza. – Al menos....
-¿Quién te puso eso...?
-Los que dijeron que me ayudarían a entender este poder y tenerlo bajo control. Pero al final sólo fui una herramienta más para ellos. Ya debes de saber el resto.
Afrodita se quedó en silencio, no había nada que pudiera decir ahora. Estas cosas de las emociones no eran lo suyo, pero en cierto modo siente pena por el chico aquí presente. Quien fue forzado de algún modo a ser un monstruo.
Y que tal vez la única persona en el mundo entero, la luz de su vida haya terminado como lo hizo. Y más por lo que desencadenó todo, no lo culpa si es que tiene odio en su corazón.
Puede ver en sus ojos, que él trata de no dejar que la ira lo invada, quizás por una promesa que le hizo a la chica, quien ahora yace en el Imperio como el Corazón de Cristal.
-Si quieres dormir hazlo. Estamos cerca y no quiero que estés débil para cuando lleguemos en su momento.
Sombra se sorprendió al ver el buen trato que Afrodita le estaba dando. ¿Qué hizo el cambio? Aunque ella sólo se cruzó de brazos.
-No creas mal niño. Necesito tu fuerza para cumplir una de mis metas. Luego de ello puedes hacer lo que te venga en gana. Tu cumple tu parte del trato y yo lo haré con la mía.
Afrodita pareció ordenarle con la mirada que se vaya a dormir. Que no lo quiere débil y cansado para la hora de la verdad. Y él optó por hacer caso.
Con cualquier otro habría sido más desconfiado, pero ella necesita de su ayuda tal como ya dijo. Por ello sabe que no le hará nada aún... cerró los ojos en un intento de tener un sueño placentero luego de siglos.
Aunque al hacerlo, su mente fue en dirección de la persona más importante para él. El cabello celeste claro y sus ojos del mismo color... No le importa si debe destruir el mundo entero, la liberará de la prisión en la que está... ya que es su culpa que ella esté así... siempre lo fue.
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